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Cómo usar Instapaper para guardar webs y leer más tarde

Actualidad en Androidsis - Jue, 11/12/2025 - 16:36

Leer en Internet sin volverse loco es cada vez más complicado: correos, redes sociales, blogs, noticias… la información nos llega desde todas partes y, si no tenemos un sistema, es fácil perder artículos valiosos o acabar con cien pestañas abiertas que nunca volvemos a mirar. Aquí es donde entra en juego Instapaper, un servicio veterano que convierte ese caos en una lista cómoda de lecturas pendientes.

A lo largo de este artículo vas a descubrir cómo usar Instapaper para guardar webs y leerlas más tarde desde cualquier dispositivo, cómo integrarlo con tu navegador, con el móvil, con lectores RSS o incluso con otras aplicaciones como Evernote, y qué alternativas existen si prefieres soluciones gratuitas similares como Pocket o Readability. La idea es que termines con un flujo de trabajo sencillo y práctico para no perder nunca más un artículo interesante.

¿Qué es Instapaper y por qué merece la pena?

Instapaper es, en esencia, un servicio para guardar artículos de la web y leerlos después con calma, sin distracciones y, si quieres, sin conexión. En lugar de acumular enlaces en los marcadores del navegador o en notas desperdigadas, todo el contenido se centraliza en tu cuenta de Instapaper y queda listo para leer en un formato limpio.

Cuando guardas una página, Instapaper extrae el texto principal del artículo, elimina publicidad, menús, banners y otros elementos molestos, y te lo presenta como si fuera una página de un libro digital. Esto facilita muchísimo la lectura, sobre todo en pantallas pequeñas como móviles o tablets, donde las webs llenas de anuncios pueden resultar un suplicio.

Además, permite leer los artículos sin conexión: la app descarga el contenido a tu dispositivo para que puedas consultarlo aunque no tengas wifi o datos, algo muy útil en el metro, en un avión, en la consulta del médico o, simplemente, en lugares con mala cobertura.

Instapaper ha sido una de las apps más influyentes del sector, pionera en el concepto de “leer más tarde”. Se fundó en 2008 y durante años fue una de las aplicaciones estrella en iOS, hasta el punto de que Apple terminó copiando la idea con su Lista de lectura de Safari, aunque sin la parte social que Instapaper fue desarrollando con el tiempo.

Primeros pasos: crear tu cuenta en Instapaper

Para empezar a usar el servicio, lo primero es crear una cuenta en la web oficial de Instapaper. Solo tienes que acceder a su página, registrarte con un correo y contraseña (o con otras opciones disponibles) y, a partir de ese momento, todos los artículos que guardes se asociarán a tu usuario.

La cuenta básica es gratuita y es más que suficiente para un uso normal, permitiéndote guardar y leer tus artículos, organizarlos y sincronizarlos entre dispositivos. Existe también un plan de pago con funciones avanzadas como búsqueda a texto completo dentro de todo lo guardado, notas ilimitadas o lectura en voz alta (Text-to-Speech) en las apps móviles, pensado para quienes exprimen al máximo la herramienta.

Una vez registrado, ya puedes empezar a configurar la forma en que vas a guardar las páginas: mediante un botón en el navegador (bookmarklet o extensión), con las apps móviles o integrándolo con otras aplicaciones que usemos a diario.

Instalar el botón de Instapaper en tu navegador

El elemento clave para que Instapaper sea realmente útil es tener a mano un botón de “Read Later” (o “Read later / Leer más tarde”) en el navegador, especialmente en Chrome. Así, cada vez que veas un artículo que te interese pero no puedas leer en ese momento, basta con un clic para enviarlo a tu lista.

Instapaper (Free, Google Play) →

Uso del bookmarklet en Safari

En navegadores como Safari, la forma clásica de instalar Instapaper es a través de un bookmarklet que se arrastra hasta la barra de marcadores. Una vez logueado en la web de Instapaper, verás un botón de “Read Later” que puedes arrastrar con el ratón y soltar justo debajo de la barra de navegación.

Al hacerlo, el navegador te pedirá que pongas un nombre a ese marcador. Puedes dejar “Read Later”, cambiarlo por “Instapaper” o por lo que te resulte más cómodo. A partir de ahí, cada vez que estés viendo una página interesante, solo tendrás que pulsar ese marcador y la URL se enviará a tu cuenta de Instapaper.

Otras opciones en Firefox: bookmarklet y extensiones

En el caso de Firefox también puedes usar este mismo bookmarklet arrastrable, pero además existen extensiones específicas que integran aún mejor el servicio. Algunas implementaciones clásicas son complementos como “Instasaver” o extensiones de tipo Instachrome (adaptadas a Firefox), que colocan un icono en la barra del navegador.

El funcionamiento es muy sencillo: cuando veas un artículo que quieras guardar, pulsa el icono de Instapaper en la barra y elige la opción “Read later”. De esta forma, en lugar de usar un marcador tipo favorito, tienes un botón propio que se encarga de enviar la página directamente al servicio sin pasos intermedios.

Cómo añadir el botón en Internet Explorer

Si sigues usando Internet Explorer, el sistema cambia un poco, pero sigue siendo simple: debes ir a la web de Instapaper, localizar el botón “Read Later” que aparece en la parte inferior derecha y hacer clic con el botón derecho del ratón sobre él. Después, selecciona la opción “Agregar a favoritos” o equivalente, para que quede guardado como un marcador.

Desde ese momento, cuando quieras enviar una página a Instapaper, bastará con abrir el menú de Favoritos y pulsar sobre ese elemento. El servicio detectará la URL actual y la guardará en tu lista de pendientes sin que tengas que copiar y pegar nada.

Guardar artículos paso a paso con Instapaper

Más allá de tener el botón instalado, lo importante es entender cómo se guardan realmente los artículos y qué opciones tienes al hacerlo para sacarles más partido. El proceso básico es siempre igual: estás leyendo algo, no tienes tiempo y decides enviarlo a Instapaper.

Una forma útil de usarlo es seleccionar un fragmento del texto del artículo antes de pulsar el botón “Read Later”. Ese extracto se guarda como una especie de introducción o adelanto dentro de Instapaper, lo que ayuda luego a recordar de qué iba el contenido cuando estés revisando tu lista de lecturas.

Si añades una página que ya habías guardado anteriormente, Instapaper no la duplica ni crea entradas repetidas. En su lugar, actualiza el estado del artículo: si lo habías marcado como leído y lo vuelves a enviar, la herramienta lo marca de nuevo como no leído para que aparezca otra vez entre los pendientes.

Leer tus artículos en la web de Instapaper

Una vez que tengas varios contenidos guardados, el siguiente paso es aprender a gestionar tu biblioteca desde la propia web de Instapaper. Cuando entras con tu usuario, verás claramente separados los artículos sin leer de los que ya has leído o archivado.

En la sección de “Unread” o similares se listan todas tus lecturas pendientes, y en otra zona aparte aparecen los artículos que ya has consumido. Solo tienes que hacer clic en cualquiera de los enlaces para abrirlo en el lector limpio de Instapaper, donde puedes cambiar el tipo de letra, el tamaño, los márgenes o el interlineado para que te resulte lo más cómodo posible.

En cuanto termines una lectura, puedes optar por borrarla directamente o archivarla. Borrarla libera espacio visual y evita que tu lista se llene de cosas que ya no necesitas; archivarla te permite volver a ella más adelante si crees que el contenido merece ser consultado en el futuro.

La aplicación de Instapaper en iPhone, Android, iPad y Kindle

Donde Instapaper brilla de verdad es con sus aplicaciones móviles, especialmente la app de iPhone, que muchos usuarios describen como deliciosa de usar. La interfaz es sencilla, muy cuidada y perfecta para momentos muertos: viajes en metro, ratos en la cama por la mañana, esperas en cualquier lugar… Abres la app y siempre tienes algo interesante para leer.

La aplicación está disponible para iPhone, iPad, Android y también cuenta con integración con dispositivos Kindle. En las versiones móviles de pago, además de retirar limitaciones, se habilitan funciones añadidas como la búsqueda en todo el contenido, la creación de notas ilimitadas o un modo de lectura en voz alta que convierte tus artículos en audio, ideal para quien prefiere escuchar.

La personalización en la lectura es muy completa: puedes ajustar la fuente, el tamaño del texto, el interlineado, los márgenes o el brillo, e incluso activar el modo noche para invertir colores y que la pantalla sea menos agresiva en entornos oscuros. Esto convierte a Instapaper en una especie de lector de libros electrónicos, pero centrado en artículos web.

Otro punto fuerte es que la app permite descargar hasta cientos de artículos para leerlos sin conexión, dependiendo de la configuración. Así, aunque no tengas datos, toda tu lista reciente estará disponible sin problemas, algo que la hace muy práctica para viajes largos o zonas sin cobertura.

Integrar Instapaper con lectores RSS y otras aplicaciones

Para quienes consumen mucha información profesional (profesores, investigadores, periodistas, desarrolladores, etc.), Instapaper se convierte en la pieza central de un flujo de trabajo muy productivo. En lugar de intentar leerlo todo al momento, vas seleccionando y enviando a Instapaper solo aquello que merece tu atención.

Si usas lectores RSS, existen apps como NetNewsWire que permiten enviar artículos directamente a Instapaper. Cuando ves una entrada interesante pero larga en tu lector de feeds, puedes pulsar el botón “Send to Instapaper” o “Read Later” y se guardará automáticamente para leerla después con más calma.

Este sistema te ayuda a evitar el típico empacho de información que se produce cuando te suscribes a demasiados feeds o sigues a demasiadas fuentes. Vas enviando a tu lista solo los artículos que realmente parecen valiosos y, más adelante, cuando tengas tiempo, los revisas, descartas lo que no aporte y guardas lo que de verdad merece la pena.

Instapaper también se integra bien con aplicaciones de gestión del conocimiento como Evernote. Mucha gente utiliza Instapaper como filtro de lectura: primero guarda todo lo que le llama la atención, luego lo lee, y finalmente solo envía a Evernote aquellos textos que quiere conservar a largo plazo, etiquetados y organizados para consultarlos fácilmente en el futuro.

Uso educativo y profesional de Instapaper

En el ámbito educativo, Instapaper es especialmente valioso para docentes y estudiantes que trabajan en proyectos de aula, investigaciones o recopilaciones de material. Al navegar por blogs, redes sociales, artículos científicos o newsletters, es habitual toparse con textos muy útiles que no se pueden leer en ese momento.

En lugar de imprimir montones de páginas o apilar enlaces en marcadores, puedes enviar cada artículo relevante a Instapaper. Con el tiempo, vas creando una biblioteca personal de recursos sobre un tema concreto, que puedes revisar, anotar y depurar, quedándote solo con lo que realmente aporta valor al trabajo que estés realizando.

Este flujo de lectura diferida también es perfecto para evitar distracciones durante la jornada laboral. Si estás trabajando y ves un artículo interesante en Twitter, en un correo o en una web, en vez de romper tu concentración para leerlo, lo mandas a Instapaper y lo dejas para un momento en el que puedas prestarle atención completa.

La faceta social de Instapaper y el descubrimiento de contenidos

Instapaper no solo sirve para leer en solitario; también incorpora una capa social ligera basada en los “likes” o “Me gusta”. La idea que introdujo su creador, Marco Arment, fue muy simple: si todos estamos guardando y leyendo artículos interesantes, ¿por qué no aprovechar lo que marcan como favorito otras personas para descubrir contenidos de calidad?

La gracia es que este sistema social es muy diferente al de redes tipo Twitter o Facebook: en Instapaper no hay perfiles públicos llenos de números de seguidores, ni dramas por quién sigue o deja de seguir a quién. Simplemente conectas tus cuentas de Facebook o Twitter, la app detecta qué contactos usan Instapaper y puedes ver qué artículos han marcado con like.

Quienes usan esta función a menudo comentan que, siguiendo a unas pocas personas de confianza, obtienen la mayoría de lecturas útiles para su trabajo o intereses. Es un sistema de recomendación silencioso y muy enfocado al contenido, sin ruido social ni notificaciones de seguidores, solo buenos artículos que otros han considerado dignos de guardar.

Comparativa rápida: Instapaper, Pocket y Readability

Instapaper no está solo en el terreno de las aplicaciones para leer más tarde y gestionar marcadores. Existen alternativas muy populares como Pocket o Readability que comparten la misma idea básica, aunque con matices en su enfoque.

Instapaper fue uno de los pioneros y se centró desde el principio en guardar las páginas en formato texto limpio, retirando casi todo lo accesorio de la web original. Su experiencia de lectura es muy personalizable y durante años ha sido la referencia para quien quería una herramienta simple, potente y orientada a la lectura profunda.

Readability, aunque hoy es menos conocida, nació con un modelo distinto, orientado a remunerar a los autores de los artículos guardados por los usuarios. Con el tiempo fue virando hacia un servicio más cercano a Instapaper y Pocket, permitiendo descargar y ver los textos formateados de forma clara, sin coste, y ofreciendo también lectura offline.

Pocket, por su parte, se ha convertido en la alternativa gratuita más completa para muchos usuarios. A diferencia de Instapaper, que está muy centrado en el texto, Pocket permite guardar prácticamente cualquier tipo de enlace: artículos, vídeos, imágenes o incluso documentos, y ofrece un sistema de etiquetas para organizar mejor tu biblioteca.

En Pocket puedes configurar fuentes, espaciado, brillo y modos claro u oscuro, de forma parecida a Instapaper. Además, en su versión para Android cuenta con una función de texto a voz que convierte los artículos en audio, de modo que puedes escucharlos como si fuesen un podcast mientras haces otras tareas.

Otras alternativas modernas: Raindrop y Omnivore

Más allá del trío clásico formado por Instapaper, Pocket y Readability, en los últimos años han aparecido herramientas que combinan la gestión de marcadores con la lectura diferida y la colaboración, como Raindrop u Omnivore.

Raindrop

Raindrop es un servicio gratuito y multiplataforma que permite guardar y organizar prácticamente cualquier marcador o enlace que encuentres en Internet: páginas web, texto, imágenes, PDFs, documentos e incluso fotos desde tu móvil o ordenador. Funciona con cuenta en la nube, por lo que puedes acceder a tus marcadores desde cualquier dispositivo.

Una de sus claves es la organización avanzada: puedes crear categorías y, dentro de ellas, colecciones donde vas guardando tus enlaces. A cada elemento puedes añadirle notas, imágenes o etiquetas, y luego localizarlo rápidamente gracias a su buscador interno. Además, ofrece la posibilidad de invitar a otras personas a colaborar en colecciones concretas, útil para proyectos en grupo.

Omnivore

Omnivore, por otro lado, es una app gratuita, de código abierto y también multiplataforma, que busca ir un paso más allá de la simple lectura diferida. Desde una interfaz muy sencilla, te permite gestionar marcadores, PDFs y, además, newsletters y feeds RSS, todo en un mismo lugar.

Entre sus puntos fuertes está la integración de un lector de newsletters y un lector RSS interno, de forma que puedes seguir tus boletines y blogs favoritos sin saturar tu correo ni depender de otras apps. Desde la pantalla principal puedes ver tu bandeja de entrada, las newsletters, los feeds, los documentos y los artículos archivados, así como clasificarlo todo por tiempo de lectura o fecha.

Omnivore también ofrece un sistema de labels o etiquetas para agrupar lecturas por temática, similar al etiquetado de Pocket o a las carpetas de Instapaper, y cuenta con versión web y apps móviles, convirtiéndose en una solución muy interesante si quieres centralizar todo tu consumo de lecturas largas.

Ventajas prácticas de usar Instapaper a diario

Al integrar Instapaper en tu rutina, no solo evitas perder artículos, sino que ganas productividad y control sobre lo que lees. En vez de saltar de enlace en enlace todo el día y perder el hilo de tu trabajo, capturas lo interesante y lo dejas para un momento más adecuado.

Si dispones de smartphone o tablet, instalar la app de Instapaper te ahorra imprimir y acumular papeles, ya que todos esos textos que antes terminaban en montones de hojas pasan a vivir en tu biblioteca digital, accesibles desde cualquier dispositivo y mucho más fáciles de organizar.

Además, al ir archivando o borrando lo que ya has leído, vas afinando una lista muy curada de lecturas de calidad, especialmente útil si estás trabajando en un proyecto a largo plazo. Lo que en un principio era una montaña de enlaces dispersos se convierte en un repositorio ordenado y manejable.

En contextos profesionales y académicos, combinar Instapaper con herramientas como Evernote, Raindrop u Omnivore te permite construir un sistema completo de captura, lectura, clasificación y consulta, con lo mejor de cada servicio: Instapaper para leer, Evernote para archivar y etiquetar, Raindrop para marcar cualquier tipo de recurso y Omnivore para centralizar newsletters y feeds.

Adoptar Instapaper (o alguna de sus alternativas) como parte de tu día a día marca una gran diferencia: pasas de sentirte arrastrado por un torrente infinito de enlaces a tener un flujo de lectura consciente, donde capturas lo que importa, lo lees cuando te conviene y lo organizas de forma que siempre puedas volver a ello sin perder tiempo ni energía.

APN: qué es y cómo configurarlo en Android e iPhone

Actualidad en Androidsis - Jue, 11/12/2025 - 16:30

Si alguna vez te has quedado sin datos en el móvil pese a tener tarifa activa, o has cambiado de operador y de repente tu smartphone no se conecta a Internet, es muy probable que el problema esté en el APN mal configurado o directamente ausente en iOS y Android. Aunque suene técnico, en realidad es algo bastante sencillo de entender y de ajustar en tu teléfono.

A lo largo de esta guía vas a descubrir qué es exactamente el APN, para qué sirve y cómo configurarlo en Android e iPhone, además de conocer los datos de APN de los principales operadores en España, los errores típicos y las mejores soluciones cuando la conexión de datos se resiste. La idea es que termines leyendo esto y puedas arreglar por tu cuenta casi cualquier problema relacionado con el APN.

¿Qué es el APN y por qué es tan importante?

Las siglas APN significan Access Point Name, o Nombre del Punto de Acceso en español. En la práctica, es el conjunto de parámetros que le dicen a tu móvil por qué “camino virtual” debe salir a Internet a través de la red de tu operador. Cada compañía tiene su propia ruta y, por tanto, su propio APN.

Cuando insertas una tarjeta SIM o activas una eSIM, el teléfono necesita saber a qué punto de acceso conectarse y con qué configuración concreta para poder usar los datos móviles. Esa configuración es el APN, y es la que permite navegar por la web, usar WhatsApp, enviar correos, acceder a apps online o enviar y recibir mensajes multimedia (MMS).

En el APN se definen datos como nombre del punto de acceso, usuario, contraseña, tipo de autenticación, proxy, puerto, tipo de APN o protocolo. Puede sonar muy técnico, pero en la mayoría de casos basta con introducir correctamente el nombre del APN del operador y dejar el resto de campos que el sistema rellena por defecto.

Los móviles modernos suelen configurar el APN automáticamente en cuanto detectan la SIM, por lo que normalmente no tienes que tocar nada. Sin embargo, hay situaciones en las que esa configuración automática falla: móviles libres de importación, cambios de operador, eSIM instaladas de forma manual, borrado de ajustes de red o problemas puntuales de la red del operador.

¿Cómo funciona el APN dentro de la red móvil Android?

El APN actúa como puerta de enlace lógica entre tu dispositivo y la red de tu operador. Cuando activas los datos móviles, el teléfono envía una petición de conexión usando los datos de APN configurados, y la red del operador valida esa información para darte acceso a Internet.

En esa comunicación entran en juego parámetros como MCC y MNC (códigos de país y red móvil), el tipo de APN (default, supl, mms, dun…) o el método de autenticación (PAP, CHAP). Aunque muchos campos se pueden dejar en blanco o en “no definido”, otros son críticos: si introduces mal el nombre del APN o eliges un tipo de APN incorrecto, el móvil no conseguirá establecer la conexión de datos.

Conviene entender que el APN no es un interruptor que se activa o desactiva como tal. No “enciendes” el APN; lo que haces es tenerlo bien configurado para que, cuando actives los datos móviles, el canal de comunicación entre el móvil y la red de Internet móvil quede correctamente habilitado.

¿Para qué sirve el APN exactamente en iOS y Android?

Sin una APN configurada de forma correcta, tu dispositivo no podrá usar la red de datos móviles de tu operador. Eso significa que, aunque tengas cobertura y puedas hacer llamadas o recibir SMS, no podrás:

  • Navegar por Internet usando los datos móviles.
  • Enviar o recibir mensajes por apps como WhatsApp, Telegram o similares.
  • Consultar el correo electrónico cuando no estás en WiFi.
  • Enviar y recibir MMS, si tu operador aún los soporta.

Además, muchos operadores definen distintos tipos de APN para diferentes usos: uno para datos móviles generales, otro para MMS, algunos específicos para usos empresariales o para dispositivos IoT, e incluso APN concretos para el uso de tethering o compartición de Internet (tipo de APN “dun”). Para el usuario de a pie, lo esencial es que el APN de datos esté bien configurado y seleccionado como predeterminado.

¿Cuándo es necesario configurar el APN a mano?

Aunque lo habitual es que el APN se configure automáticamente, hay varios casos en los que te tocará revisar o introducir estos datos manualmente:

  • Cambias de operador y el móvil no descarga bien la configuración.
  • Usas un móvil libre comprado en el extranjero que no tiene preconfigurados los APN de operadores españoles.
  • Instalas una eSIM usando datos manuales en lugar de escanear un QR.
  • Has restablecido los ajustes de red o de fábrica y se han borrado las APN previas.
  • Te conectas con un Operador Móvil Virtual (OMV) que en ocasiones requiere introducir el APN manualmente.

Si estás en una de estas situaciones y no tienes acceso a datos móviles pese a tener línea y cobertura, casi seguro que te toca revisar la configuración de APN.

¿Cómo configurar el APN en Android paso a paso?

En Android los menús pueden cambiar ligeramente según el fabricante, pero el proceso para crear o editar una APN es siempre muy parecido y se centra en acceder al apartado de Redes móviles y a la lista de Nombres de punto de acceso.

Guía general para configurar el APN en Android:

  1. Abre la app de Ajustes o Configuración de tu móvil.
  2. Entra en “Redes e Internet”, “Conexiones” o “Redes móviles”, según aparezca.
  3. Toca en “Redes móviles” y luego en “Nombres de punto de acceso” o “APN”.
  4. Pulsa en “Añadir” (+) o “Agregar APN” para crear uno nuevo (también puedes editar el existente, pero es más seguro crear uno desde cero).
  5. Rellena los campos clave: Nombre (cualquiera que te ayude a identificarlo), APN, Usuario, Contraseña, Tipo de APN, Tipo de autenticación y, si tu operador lo indica, también Proxy, Puerto, MMSC y demás.
  6. En el campo “Tipo de APN” suele bastar con escribir default,supl; añade mms si tu operador lo indica para mensajes multimedia.
  7. En “Protocolo APN” es recomendable seleccionar IPv4/IPv6 si el dispositivo lo permite.
  8. Guarda la configuración usando el menú (a menudo, icono de tres puntos) y marca el nuevo APN como activo en la lista de puntos de acceso.

Después de guardarlo, es buena idea reiniciar el móvil o activar y desactivar el modo avión para forzar que el dispositivo reconecte usando la nueva configuración.

¿Cómo configurar el APN en iPhone (iOS)?

En iPhone el sistema suele ser más homogéneo, y casi siempre configura el APN automáticamente al introducir la SIM o activar una eSIM. Aun así, si los datos móviles no funcionan, merece la pena revisar la sección de Red de datos móviles.

Pasos para configurar o revisar el APN en iPhone:

  • Abre Ajustes en tu iPhone.
  • Entra en “Datos móviles”.
  • Toca en “Opciones de datos móviles” y, dentro, en “Red de datos móviles” (en algunos modelos te lleva directamente).
  • En el apartado de datos móviles, rellena los campos de APN, nombre de usuario y contraseña según los datos de tu operador.
  • Si vas a usar MMS, en la sección correspondiente completa MMSC, Proxy MMS, Puerto y credenciales si tu compañía lo requiere.
  • Vuelve atrás y asegúrate de tener “Datos móviles” activados.

En algunos iPhone, especialmente los vendidos por operadores, la edición del APN puede estar bloqueada. Si no puedes cambiar los campos, prueba a restablecer los ajustes de red o ponte en contacto con tu operador para que te envíen un perfil de configuración o actualicen la configuración de operador.

Para restaurar la configuración por defecto del APN en iOS puedes ir a Ajustes > General > Transferir o restablecer > Restablecer > Restablecer ajustes de red. Esto borra también redes WiFi guardadas, así que tendrás que volver a introducir sus contraseñas.

Datos de APN de los principales operadores en España

Cada operadora española utiliza parámetros de APN específicos que, bien introducidos, garantizan el acceso correcto a Internet móvil. A continuación tienes un resumen de los datos clave de los APN más utilizados. Siempre es recomendable comprobar la información actualizada en la web de tu operador si algo no encaja.

APN de Movistar
  • Nombre: Movistar
  • APN: movistar.es
  • Proxy / Puerto: No definido
  • Nombre de usuario: MOVISTAR
  • Contraseña: MOVISTAR
  • Servidor: No definido
  • MMSC: http://mms.movistar.com
  • Proxy MMS / Puerto MMS: No definido
  • MCC: 214
  • MNC: 7
APN de Vodafone
  • Nombre: Vodafone
  • APN: airtelwap.es
  • MCC: 214
  • MNC: 01
  • Tipo de autenticación: PAP
  • Tipo de APN: default,supl

En el APN general de Internet de Vodafone no suele ser necesario configurar usuario ni contraseña, y es imprescindible tener activados los datos móviles en el teléfono para que funcione.

APN de Orange
  • Nombre: Orange Internet Móvil
  • APN: orangeworld
  • Usuario: orange
  • Contraseña: orange
  • MCC: 214
  • MNC: 03
  • Tipo de autenticación: PAP
  • Tipo de APN: default
APN de Yoigo
  • Nombre: Yoigo Navegador
  • APN principal: internet
  • APN adicional (MásMóvil): internetmas
  • Proxy / Puerto / Usuario / Contraseña: dejar vacíos
  • Protocolo de conexión: CHAP
APN de Pepephone
  • Nombre: Pepephone
  • APN: internet
  • MCC: 214
  • MNC: 04

Si usas O2 (operador del grupo Telefónica) los parámetros son distintos aunque a veces aparezcan compartidos en listados:

  • Nombre: Telefonica / O2
  • APN: telefonica.es
  • Usuario: telefonica
  • Contraseña: telefonica
  • MCC: 214
  • MNC: 07
  • Tipo de autenticación: PAP
  • Tipo de APN: default,supl
  • Proxy: vacío
APN de Lowi
  • Nombre de APN: Lowi.es
  • APN: lowi.private.omv.es
APN de Finetwork
  • Nombre: Fi.
  • APN: fi.omv.es
  • Tipo de APN: default,supl,dun
  • Tipo de OMV: IMSI
  • Valor OMV: 2140606
  • Usuario / Contraseña: dejar vacíos
Otros APN habituales en OMV

Además de las grandes, muchos Operadores Móviles Virtuales emplean sus propios puntos de acceso que debes introducir si no se configuran solos. Algunos de los más utilizados son:

  • Lebara: Nombre: Lebara – APN: gprsmov.lebaramobile.es – Usuario y contraseña: vacíos.
  • Hits Mobile: Nombre: Hits – APN: tel.hitsmobile.es.
  • Lycamobile: Nombre: Lycamobile – APN: data.lycamobile.es – Usuario: lmes – Contraseña: plus.
  • Virgin Telco: APN: i.virgintelco.es – Tipo de APN: default,dun,supl – MCC: 214 – MNC: 03 – Tipo de autenticación: PAP o CHAP – Tipo de MVNO: GID – Valor MVNO: 0008 – Resto de campos (proxy, puerto, usuario, contraseña, servidor, MMSC, proxy/puerto MMS): no definido o vacíos.
  • Digi: Nombre: Digi – APN: internet.digimobil.es.
  • Oceans: Nombre: oceans – APN: oceans.es – Usuario: OCEANS – Contraseña: OCEANS.
  • SUOP: Nombre: Suop – APN: inet.es – Usuario y contraseña: vacíos – Tipo de autenticación: PAP o CHAP – Tipo de APN: default,supl – Tipo de OMV: SPN.
  • Telecable: Nombre: internet.telecable.es – APN: internet.telecable.es – Usuario: telecable – Contraseña: telecable.
  • Euskaltel: APN: i.euskaltel.mobi – MCC: 214 – MNC: 03 – Tipo de autenticación: PAP o CHAP – Tipo de APN: Internet – Resto de campos (proxy, puerto, usuario, contraseña, servidor, MMSC, proxy/puerto MMS): sin definir o vacíos.
  • Jazztel: Nombre: Internet – APN: jazzinternet – Usuario y contraseña: vacíos – MCC: 214 (si no aparece) – MNC: 03 (si no aparece) – Tipo de autenticación: PAP – Tipo de APN: default.
  • Tuenti (cuando operaba): Nombre: Tuenti – APN: tuenti.com – Usuario: tuenti – Contraseña: tuenti – MCC: 214 – MNC: 05 – Tipo de autenticación: PAP o CHAP – Tipo de APN: Internet o default,supl – Protocolo: IPv4.
  • Llamaya: Nombre: Llamaya Internet – APN: moreinternet – MMSC: mms.orange.es – MMCC: 214 – MNC: 03 – Tipo de APN: predeterminado – Tipo de autenticación: no definido – Protocolo APN: IPv4.

En caso de duda, siempre puedes contactar con tu operador para que te envíe la configuración por SMS o revisar el apartado de ayuda de su web, donde normalmente listan todos estos parámetros al detalle.

¿Cómo saber si tu APN está mal configurado?

Hay ciertos síntomas bastante claros que suelen indicar que algo en la configuración del APN no está bien, aunque la línea funcione y tengas cobertura:

  • No puedes conectarte a Internet con datos móviles, pero sí funciona la conexión WiFi.
  • La velocidad es anormalmente baja pese a tener buena cobertura y una tarifa que debería rendir mejor.
  • Problemas al enviar o recibir MMS cuando el resto de servicios van bien.
  • El móvil no reconoce el APN que acabas de crear o no lo guarda correctamente.

Si se da alguna de estas situaciones y has descartado que se trate de un corte general de tu operador, merece la pena revisar carácter a carácter el nombre del APN, usuario, contraseña y tipo de APN, porque un simple espacio o mayúscula fuera de sitio puede romper la conexión.

Problemas frecuentes con el APN y cómo solucionarlos

La mayoría de incidencias relacionadas con el APN se resuelven tocando unos pocos ajustes. Algunos fallos habituales son bastante repetitivos, así que conviene tener una checklist de comprobación rápida.

1. No hay conexión de datos móviles

Si tu móvil muestra cobertura pero no carga ninguna página ni app usando datos, prueba lo siguiente:

  1. Comprueba que los datos móviles están activados y que no tienes el modo avión encendido.
  2. Verifica que hay un APN configurado y marcado como activo en la lista.
  3. Reinicia el móvil o activa y desactiva el modo avión para forzar la reconexión.
  4. Revisa los parámetros del APN, especialmente nombre del APN, usuario, contraseña y tipo de APN.
  5. Si nada funciona, restablece ajustes de red y vuelve a introducir el APN desde cero.
2. La velocidad de Internet es muy lenta

Cuando la conexión funciona pero la velocidad es mucho peor de lo esperado, no siempre es culpa del APN, pero conviene descartar:

  • Revisa la cobertura real y el tipo de red (4G, 5G, 3G…). Una mala cobertura limita la velocidad.
  • Comprueba tu consumo de datos por si has superado el límite de tu tarifa y el operador te ha reducido la velocidad.
  • Restablece los ajustes de red en el móvil y reconecta con el APN correcto.
  • Si el problema persiste, contacta con tu operador para descartar incidencias de red.
3. El dispositivo no acepta o ignora el APN configurado

En ocasiones, tras introducir el APN, parece que el móvil no lo guarda o sigue usando otro:

  • Asegúrate de guardar los cambios antes de salir de la pantalla de APN.
  • Comprueba que no tienes dos APN muy parecidos y que el activo es el correcto.
  • Si el APN viene preconfigurado por el operador y no te deja editarlo, añade un APN nuevo en lugar de modificar el antiguo.
  • Si nada de esto funciona, puede que el teléfono esté algo “capado” por el operador y necesites su ayuda para actualizar el perfil.
Errores típicos al introducir el APN en iOS y Android

Muchas veces, el problema está en pequeños detalles que se pasan por alto al escribir los datos. Algunos de los fallos más frecuentes son:

  • Escribir mal el APN: espacios al final, mayúsculas innecesarias, puntos de más o de menos…
  • Elegir un tipo de APN incorrecto, por ejemplo, dejar solo “mms” en vez de “default” para la navegación normal.
  • Reutilizar credenciales de otro operador porque “se parecían” o venían pregrabadas en el móvil.
  • Duplicar APN con nombres distintos y luego seleccionar el que no corresponde.

Para evitarlo, lo más práctico es copiar los datos tal y como aparecen en la web de tu operador o en el SMS de configuración, sin inventar ni modificar nada, y borrar cualquier APN antiguo que pueda generar confusión.

Entender bien qué es el APN, para qué sirve y cómo ajustarlo en tu Android o iPhone te ahorra muchas llamadas al servicio técnico y más de un quebradero de cabeza cuando cambias de SIM, estrenas operador o instalas una eSIM.

Con la configuración adecuada y los parámetros correctos de tu compañía, tu móvil debería conectarse sin problemas a Internet móvil, aprovechar toda la velocidad disponible de tu tarifa, permitirte usar MMS si los necesitas y, en general, mantenerte siempre online allá donde tengas cobertura. Comparte este tutorial para que otros usuarios sepan configurar el APN en Android e iOS.

Cómo grabar un videojuego en Android: todas las opciones

Actualidad en Androidsis - Jue, 11/12/2025 - 16:16

Si te gusta jugar en el móvil y quieres enseñar tus partidas al mundo, necesitas saber cómo grabar un videojuego en Android de forma fácil, fluida y sin líos. Hoy en día hay un montón de opciones: desde la grabadora integrada del propio sistema hasta apps súper completas con edición, cara en pantalla y streaming en directo. La buena noticia es que casi todo se puede hacer sin root y sin gastarte un euro.

A lo largo de esta guía vamos a ver todas las formas prácticas de grabar gameplays en Android: usando Google Play Games, la grabadora nativa del sistema (incluida la novedad de grabar solo una app en Android 15), aplicaciones especializadas como XRecorder, V Recorder o AZ Screen Recorder, e incluso un método más técnico por USB con el ordenador para capturar a 60 FPS muy estables. También repasaremos las mejores apps de grabación para juegos móviles y algunos trucos para conseguir resultados profesionales sin complicarte la vida.

Método 1: grabar tus partidas de tu videojuego con Google Play Games

Una de las formas más sencillas para empezar es aprovechar la función de grabación integrada en la app Google Play Games, que Google lanzó allá por 2015 precisamente para competir con el boom del streaming y los gameplays en YouTube y Twitch.

Con Google Play Games puedes capturar tu partida y tu comentario de voz, además de grabar tu cara con la cámara frontal y subir el vídeo directamente a YouTube sin necesidad de usar programas extra. Aunque no permite hacer transmisiones en directo, sigue siendo una herramienta muy apañada para grabar partidas cortas y tutoriales de tu videojuego.

¿Cómo grabar tu videojuego con Google Play Games?

El proceso es bastante directo y cualquiera puede hacerlo. Lo primero es instalar Google Play Games desde la Play Store si aún no la tienes en el móvil, ya que esta app funciona como centro de juegos y, además, como lanzador para la grabación.

Después abre Google Play Games y navega por la lista de títulos que tengas instalados o recomendados. Cuando elijas el juego al que quieres jugar, verás un botón con un icono rojo asociado a la función de grabación de pantalla.

Al tocar ese botón, Android te mostrará una ventana para elegir la calidad del vídeo (por ejemplo 720p o 480p, según el dispositivo) y te indicará también una estimación de cuánto tiempo de grabación te queda libre en función del espacio de almacenamiento disponible.

Justo antes de empezar, aparecerá un aviso recordándote que evites mostrar datos personales o contenidos protegidos por derechos de autor durante la grabación. Cuando aceptes, el juego se iniciará y verás una pequeña burbuja flotante con los controles de grabación.

En esa burbuja se muestra, por defecto, la imagen capturada por la cámara frontal con tu cara, perfecta si quieres que se vean tus reacciones en momentos clave del juego. Si no te interesa, puedes desactivar esta opción tocando el icono con forma de cámara de vídeo.

También tendrás un control para activar o desactivar el micrófono y gestionar el audio interno y externo, según si quieres que se grabe tu voz comentando la partida o prefieres un vídeo solo con el sonido del juego. Cuando lo tengas todo a tu gusto, pulsa el botón circular rojo para comenzar a grabar; verás una breve cuenta atrás en la pantalla antes de que empiece.

Mientras juegas, la app seguirá capturando la imagen del juego, tu voz y opcionalmente tu cara en un recuadro. Cuando quieras parar, solo tienes que tocar de nuevo el botón rojo en la burbuja flotante; la grabación se detendrá y el archivo se guardará en la carpeta asignada, desde donde podrás subirlo directamente a YouTube o editarlo con otra app.

Método 2: grabar un videojuego desde el PC con ADB (para usuarios avanzados)

Si lo que buscas es una calidad de vídeo muy estable a 60 FPS y no te importa usar un ordenador, existe un método más técnico: grabar la pantalla de tu Android mediante comandos ADB conectando el móvil al PC por USB. Es un sistema menos cómodo, pero garantiza capturas muy fluidas y sin tirones.

Para usar este truco necesitas un teléfono con Android KitKat o superior, un cable USB en buen estado y un ordenador donde instalar las herramientas del SDK de Android, concretamente la parte que incluye ADB (Android Debug Bridge).

Instalar las herramientas y preparar el móvil

Primero descarga el paquete de desarrollo de Android (o las Android SDK Platform Tools) desde la web oficial para tener ADB en tu ordenador. Extrae el archivo ZIP y abre la carpeta donde se han descomprimido los ficheros.

Dentro encontrarás un directorio llamado sdk y, dentro de este, la carpeta de platform-tools, que es donde se ubica el ejecutable adb. Es en esa carpeta donde vas a trabajar para lanzar los comandos de grabación.

En tu móvil, activa las Opciones de desarrollador y la depuración USB (normalmente en Ajustes > Acerca del teléfono > toca varias veces sobre «Número de compilación» y luego entra en el menú de Desarrollador). Conecta el teléfono al PC con el cable USB y acepta los permisos cuando el dispositivo te pregunte si confías en ese ordenador.

Comandos para capturar la pantalla a 60 FPS

Ahora, en el ordenador, sitúate en la carpeta de platform-tools. En Windows, puedes mantener pulsada la tecla Mayús y hacer clic derecho en un espacio vacío de la carpeta para abrir una ventana de símbolo del sistema o PowerShell en esa ruta.

En la consola, escribe primero adb devices para asegurarte de que el teléfono está bien detectado. Si aparece un número de serie en la lista, todo está listo para grabar. A continuación, lanza el comando de grabación básica: adb shell screenrecord /sdcard/nombre_video.mp4, sustituyendo “nombre_video” por un nombre descriptivo para tu archivo.

Al pulsar Intro, el móvil empezará a grabar la pantalla en un archivo MP4 dentro de la memoria interna (en la ruta /sdcard). Cuando quieras detener la grabación, vuelve a la ventana de comandos en el PC y presiona las teclas CTRL + C; con eso se cierra screenrecord y se guarda el vídeo.

Luego puedes abrir el explorador de archivos del teléfono (o conectarlo como almacenamiento al ordenador) y navegar hasta la carpeta de la tarjeta SD o almacenamiento interno para localizar el archivo MP4 y reproducirlo, subirlo a YouTube o copiarlo al PC para editarlo con tu programa favorito.

Este método genera vídeos extremadamente fluidos a 60 FPS y suele evitar los microcortes que a veces aparecen con las apps de grabación en el propio dispositivo; además, conviene seguir consejos para optimizar el rendimiento para sacar el máximo partido a la captura. La principal limitación es que, por defecto, sólo graba hasta 3 minutos por archivo.

Grabar más tiempo con un script por lotes

Si quieres superar esos 3 minutos, puedes crear un pequeño script de Windows en formato .cmd para encadenar varias grabaciones sin tener que lanzar cada una manualmente. El truco consiste en escribir una serie de líneas con el comando screenrecord y diferentes nombres de archivo.

Por ejemplo, podrías crear un archivo de texto con contenido similar a: adb shell screenrecord –bit-rate 8000000 /sdcard/fn1.mp4, seguido de otras líneas como adb shell screenrecord –bit-rate 8000000 /sdcard/fn2.mp4 y adb shell screenrecord –bit-rate 8000000 /sdcard/fn3.mp4, ajustando el número de ficheros según lo que necesites.

Guarda ese documento con la extensión .cmd en la misma carpeta de platform-tools y ejecútalo con doble clic. De este modo el sistema irá grabando varios clips seguidos, permitiéndote llegar, por ejemplo, a unos 9 minutos totales sin tener que estar pendiente de lanzar cada comando uno a uno.

Puedes añadir más líneas para crear más fragmentos y cambiar los nombres “fn1”, “fn2”, etc., por algo más descriptivo. Ten en cuenta que este método sigue sin requerir root, pero sí implica tener el móvil conectado al PC, así que es mejor para sesiones más largas o cuando buscas una calidad muy consistente.

Método 3: grabar con apps especializadas (XRecorder, V Recorder y otras)

Si prefieres algo más cómodo, lo más habitual hoy es usar aplicaciones de grabación de pantalla para Android diseñadas específicamente para gameplays. Muchas ofrecen captura en alta resolución, grabación interna del audio del juego, herramientas de edición y opciones de streaming a plataformas como YouTube o servicios RTMP.

XRecorder: grabación fluida sin marca de agua ni límite de tiempo

Una de las apps más completas es Screen Recorder & Video Recorder – XRecorder, que permite capturar la pantalla con gran calidad, hacer capturas de pantalla y editar los vídeos sin añadir marcas de agua y sin imponer un tiempo máximo de grabación.

Con XRecorder puedes grabar vídeos en HD y Full HD, ajustar la resolución desde 240p hasta 1080p, seleccionar la tasa de fotogramas hasta 60 FPS e incluso configurar el bitrate para afinar la calidad final. Además, en algunos dispositivos con Android 10 o superior es posible capturar el audio interno del sistema sin ruidos de ambiente.

La app incluye funciones pensadas para creadores de contenido: facecam para mostrar tu cara en una ventana flotante, herramientas de dibujo en pantalla para remarcar elementos durante un tutorial, y soporte para streaming en vivo vía YouTube o RTMP, lo que te permite convertir tu móvil en una pequeña estación de emisión.

Su editor interno te deja recortar los vídeos, eliminar partes intermedias, añadir música de fondo y cambiar la velocidad de reproducción para hacer efectos de cámara rápida o cámara lenta. También puedes aplicar filtros, poner pegatinas, insertar texto y ajustar el formato del vídeo para que se adapte mejor a plataformas como TikTok, YouTube Shorts o Instagram.

Entre los extras se incluyen opciones como personalizar el estilo y la opacidad de la burbuja flotante de control, activar una cuenta atrás antes de empezar, elegir si quieres almacenar los vídeos en la memoria interna o en la tarjeta SD y usar una papelera temporal que te permite recuperar archivos borrados durante unos días.

V Recorder y otras apps para grabar a 120 FPS

Si tienes un móvil con pantalla de alta tasa de refresco, es posible grabar videojuego a 120 FPS usando apps como V Recorder o similares, siempre que el juego también soporte 120 Hz. Este tipo de aplicaciones permiten seleccionar la tasa de FPS y grabar en resoluciones muy altas, incluso 4K en algunos casos.

La idea es sencilla: abres la app, entras a los ajustes y seleccionas 120 FPS y la máxima resolución que admita tu dispositivo, por ejemplo 1080p. Concedes los permisos necesarios (acceso a la pantalla, micrófono, almacenamiento), tocas el botón de grabar y, sin cerrar la app, inicias el juego que quieres capturar.

Mientras juegas, la barra o burbuja flotante de V Recorder se mantiene disponible para que puedas detener la grabación cuando quieras. El archivo suele guardarse en la galería o en una carpeta propia de la aplicación, listo para editar o subir directamente a redes.

Es importante tener claro que si tu móvil no soporta 120 Hz o el juego sólo corre a 60 FPS, de poco sirve forzar 120 en la app, porque el resultado no será realmente más fluido. Lo recomendable es usar también alguna app de monitorización de FPS para comprobar la tasa real mientras juegas.

En la Play Store también existen apps «booster» que prometen desbloquear 90 o 120 FPS en algunos títulos, como «90 FPS + 120 FPS» o «120 FPS GFXSpeedUP». En la práctica muchas de estas aplicaciones están llenas de publicidad, no siempre funcionan bien y en algunos casos pueden suponer riesgos de estabilidad o seguridad, así que es mejor usarlas con mucha precaución, y en general priorizar grabadores oficiales o apps de desarrolladores fiables.

Método 4: usar la grabadora de pantalla nativa de Android (incluida Android 15)

En versiones recientes del sistema, muchos móviles Android ya incluyen una herramienta nativa de grabación de pantalla accesible desde los ajustes rápidos, sin necesidad de instalar nada. Esta opción es ideal si quieres algo sencillo para mostrar cómo se hace algo en una app o grabar una partida rápida.

Para usarla basta con deslizar la barra de estado con dos dedos desde la parte superior y buscar el icono “Grabar pantalla” entre los accesos rápidos. Al tocarlo, se abrirá un cuadro de configuración donde puedes elegir si quieres grabar sonido del dispositivo, del micrófono o sin audio.

La gran novedad en Android 15 es que puedes grabar sólo el contenido de una aplicación concreta, sin capturar el resto de la interfaz ni las notificaciones. En esa ventana de configuración verás una opción para seleccionar «Una sola aplicación» en lugar de «Toda la pantalla».

Escogiendo «Una sola aplicación» evitarás que aparezcan en el vídeo notificaciones, banners o elementos de otras apps, lo que viene de lujo para proteger tu privacidad y no mostrar mensajes privados o datos personales durante un tutorial o un gameplay.

Una vez elegido el modo, tocas en «Empezar a grabar» y pasarás a una pantalla donde puedes seleccionar la app que quieres capturar. Verás una fila con las aplicaciones recientes acompañadas de una imagen en miniatura; basta con tocar la app objetivo para que comience la grabación sobre ella.

Mientras se graba, en la parte superior se mostrará un pequeño indicador con un punto rojo que señala que la captura está activa, además de un icono en gris que da acceso a los controles. Si despliegas el panel de notificaciones, encontrarás un bloque con el tiempo de grabación y un botón para detenerla. Cuando pares, el vídeo se guardará automáticamente en la memoria del dispositivo, normalmente en la carpeta de «Grabaciones de pantalla» o similar.

Las mejores apps para grabar gameplays en Android

Además de XRecorder y V Recorder, existe un buen abanico de grabadores de pantalla populares para Android, especialmente orientados a juegos. Muchas de estas apps son gratuitas con compras integradas para funciones extra, pero su versión sin pagar suele ser suficiente para la mayoría de usuarios.

AZ Screen Recorder

AZ Screen Recorder es una de las aplicaciones más valoradas para grabar la pantalla en Android Lollipop o superior. Permite capturar vídeos en HD y Full HD, no añade marca de agua y no requiere acceso root, lo que la hace muy accesible.

Entre sus funciones destaca la posibilidad de pausar y reanudar la grabación en cualquier momento, algo que no todas las apps ofrecen. También puede grabar audio desde el micrófono y mezclarlo con el sonido de la pantalla, perfecto para comentar tus partidas mientras juegas.

Otra opción interesante es la de superponer el vídeo de la cámara frontal sobre el gameplay, para que los espectadores vean tu reacción. Además, incluye herramientas de edición básicas que permiten recortar los vídeos, dibujar sobre la imagen y crear tutoriales más visuales.

ADV Screen Recorder

ADV Screen Recorder es un grabador muy completo y sin grandes restricciones, pensado para quienes quieren un poco más de control. Con él puedes escribir texto o dibujar en la pantalla mientras grabas, y añadir tu reacción usando la cámara frontal o trasera.

Cuenta con un modo avanzado que permite pausar la grabación fácilmente, y su interfaz está diseñada para ser intuitiva y no invadir toda la pantalla con menús molestos. Como en otros casos, es gratuito con algunas opciones de pago dentro de la aplicación.

Mobizen Screen Recorder

Mobizen presume de ser uno de los grabadores de pantalla más fáciles y cómodos de usar en Android. Ofrece grabación Full HD con resolución de 1080p a 60 fotogramas por segundo, suficiente para obtener un resultado muy fluido en la mayoría de teléfonos.

Lo interesante de Mobizen es que ofrece todas sus funciones principales sin coste: grabar la pantalla, capturar imágenes, editar los vídeos y exportarlos sin marca de agua. Además, permite guardar grabaciones largas y de alta calidad en una tarjeta SD externa, algo útil si vas justo de espacio interno.

Rec (Grabador de pantalla)

Rec es una app centrada en ofrecer grabaciones de vídeo de alta calidad con parámetros personalizables. Puedes ajustar la resolución, la tasa de bits y la duración máxima sin necesidad de root siempre que tu dispositivo tenga Android 5.0 o superior.

La aplicación permite registrar hasta una hora de vídeo con audio del micrófono, lo que la hace adecuada para partidas largas o tutoriales extensos. Su interfaz está pensada para ser sencilla, y cuenta con detalles prácticos como detener la grabación agitando el dispositivo.

Además, puedes guardar perfiles de configuración con tus ajustes más usados y activar una opción para que se graben automáticamente los toques en pantalla mientras juegas, algo muy útil si haces contenido didáctico para explicar controles o rutas.

One Shot Screen Recorder

One Shot Screen Recorder apuesta por la estabilidad, la calidad y la facilidad a la hora de detener la grabación. En lugar de obligarte a bajar la barra de notificaciones para parar, te permite simplemente pulsar el botón de encendido para cortar el vídeo.

Otra ventaja es que está pensada para generar archivos compatibles con los requisitos de subida de YouTube, de modo que puedes enviar el vídeo directamente sin apenas necesidad de edición o recodificación posterior.

El inconveniente es que la versión gratuita incluye una marca de agua superpuesta en el vídeo. Si quieres eliminarla, tendrás que optar por la versión de pago. Aun así, es una buena alternativa para quienes valoran la rapidez a la hora de grabar y subir contenido.

Comparativa rápida entre grabadores de pantalla

Si comparamos estas apps en aspectos como precio, facilidad de uso, personalización y frecuencia de actualización, podemos hacernos una idea de cuál se ajusta mejor a cada perfil de usuario.

Todas las herramientas mencionadas tienen versión gratuita, y la mayoría añaden compras internas para funciones extra. AZ Screen Recorder suele estar entre las mejor valoradas, con una puntuación alta y actualizaciones frecuentes, además de una interfaz amigable y gran variedad de ajustes.

ADV Screen Recorder también ofrece una experiencia de uso sencilla con opciones de personalización, aunque no recibe tantas actualizaciones como AZ. Mobizen, Rec y One Shot Screen Recorder cumplen bien para grabar, pero algunas carecen de ciertas opciones avanzadas o se actualizan con menor frecuencia, algo a tener en cuenta cuando la tecnología de Android evoluciona tan rápido.

Grabar a 120 FPS: consejos y consideraciones

Para que un gameplay se vea tan suave como en una consola moderna, es clave entender qué son los FPS (frames por segundo). Básicamente indican cuántas imágenes se muestran cada segundo en el vídeo; cuantos más FPS, más fluidez y menos desenfoque en los movimientos rápidos.

Con móviles con pantallas de 90 Hz o 120 Hz y juegos compatibles, es posible grabar partidas a 120 FPS usando apps gratuitas como V Recorder o grabadores nativos avanzados. Esto es ideal si quieres que tus clips se vean súper fluidos en plataformas como YouTube Shorts o TikTok.

Ten en cuenta que si el juego sólo corre a 60 FPS, grabar a 120 en la app no va a mejorar la fluidez real, así que lo primero es comprobar que el título soporta esa tasa de refresco. También conviene usar una app medidora de FPS para verificar que efectivamente estás jugando a 120.

Por otro lado, grabar a 120 FPS consume mucha batería, datos y espacio de almacenamiento. Es buena idea cerrar aplicaciones en segundo plano, activar el modo No molestar para evitar interrupciones y asegurarte de que tienes memoria suficiente antes de lanzarte a una sesión larga de grabación.

Si más tarde quieres editar los vídeos, muchas herramientas de edición recomiendan exportar a 60 o 30 FPS según la plataforma, porque no todas admiten 120 de forma plena. TikTok y YouTube sí lo soportan, pero otras redes o apps pueden limitar la tasa en el archivo final.

Para quienes trabajan también con ordenador, existe la opción de reflejar la pantalla del móvil en el PC o Mac y usar programas de captura como Filmora Screen u otros grabadores de escritorio. Estos suelen permitir ajustar la grabación desde 15 hasta 120 FPS, y pueden ser una alternativa interesante si ya sueles editar tus vídeos en el ordenador.

Grabar y editar un videojuego en el ordenador: DemoCreator como opción extra

Aunque todo lo anterior se puede hacer desde el móvil, para producción de vídeo más elaborada suele ser más cómodo usar un PC. Una herramienta mencionada con frecuencia es Wondershare DemoCreator, un programa de grabación y edición disponible para Windows y Mac.

DemoCreator ofrece una interfaz muy intuitiva con la que puedes capturar la pantalla del ordenador, el audio del sistema, el micrófono y la cámara web, además de integrar tu gameplay si usas el móvil como fuente (por ejemplo, con mirroring o para jugar juegos de Google Play en tu PC).

El programa soporta muchos formatos de archivo de entrada y salida y dispone de un conjunto de herramientas de edición bastante potente: cortar, recortar, añadir efectos, textos, transiciones, pistas de audio y más, lo que lo convierte en una buena opción si quieres dar un salto de calidad a tus vídeos de juego.

La versión de prueba gratuita permite usar la mayoría de funciones básicas, de modo que puedes experimentar con tu flujo de trabajo de grabación + edición sin coste inicial. Este tipo de suites son especialmente útiles cuando quieres crear contenido más pulido para YouTube o vídeos educativos con explicaciones detalladas.

Como ves, a día de hoy hay un abanico enorme de formas de grabar un videojuego en Android: desde la función rápida de Google Play Games o la grabadora nativa de Android 15 (con la opción de capturar sólo una app), pasando por apps especializadas como XRecorder, V Recorder o AZ Screen Recorder con opciones avanzadas, hasta métodos profesionales con ADB y PC para grabar a 60 o incluso 120 FPS.

Con un poco de práctica y eligiendo la herramienta que mejor encaje con tu móvil y tu estilo, puedes dejar tus partidas listas para YouTube, TikTok o cualquier red social sin complicarte demasiado la vida. Comparte este tutorial parta que otras personas sepan grabar un videojuego en Android mientras juegan.

Nueve regalos que un buen fanboy de Apple querrá esta Navidad (Papá Noel, espero que me estés leyendo)

Actualidad en Applesfera - Jue, 11/12/2025 - 14:00

Si Papá Noel me está leyendo (guiño, guiño, codazo), espero que entienda que existe un mundo de accesorios y productos "raros" que son toda una oda a Apple. Y que, curiosamente, ninguno lo vende Apple. Porque no me estoy refiriendo a un iPhone, un iPad o un Mac. Son ítems que solo poseería alguien que verdaderamente se considere fan de la marca.

Eso sí, lamento decir que no todos se pueden comprar, bien sea por estar descatalogados, ser muy complicados de conseguir o directamente necesitar una millonada (literalmente) para hacerte con ellos. Pero sabiendo de la magia de Papá Noel y sus elfos, que el motivo no sea que no lo he pedido.

Índice de Contenidos (11) Los regalos más accesibles para fans de Apple {"videoId":"x9qbkto","autoplay":true,"title":"Qué iPhone comprar 2025", "tag":"webedia-prod", "duration":"552"}

No es que todos sean baratos, pero estos cinco (seis en realidad) regalos son fáciles de conseguir y a buen seguro que gustarán a más de un fan de Apple. Yo solo lo digo por si acaso tienes algún conocido que ha enviado su carta a Papá Noel y se le ha olvidado incluirlos. Si lo incluyes en la tuya, será toda una sorpresa.

Los libros de los dos grandes CEOs de Apple

¿Por qué subirse al barco de Tim Cook o tener que mantenerse en el de Steve Jobs si se pueden elegir a los dos? No han sido los únicos directores ejecutivos de Apple, pero sí los dos más recientes e importantes en la historia. Ambos tienen dos biografías autorizadas que nos ayudan a descubrir más acerca de Apple y cómo son ellos.

'La Apple de Tim Cook' está escrita con Leander Kahney y, pese a centrarse más en su papel como miembro de Apple, relata también secretos poco conocidos del actual máximo mandatario. En 'Steve Jobs', de Walter Isaacson, nos encontramos con un compendio gigantesco de secretos sobre el cofundador de Apple. Desde su mitificada figura, hasta sus partes más humanas.

La cartera de Apple... siendo de verdad una cartera

Nos encanta la app Cartera de Apple porque nos permite llevar de todo: tarjetas de crédito, entradas de cine, billetes de avión... Pero todo en formato digital. En formato "analógico" sirve cualquier cartera, pero aquí somos fanboys y no nos sirve ni una cartera con diamantes. Queremos la de Apple. Y existe... relativamente.

Llevo años viendo por Internet carteras reales de piel imitando los colores de la de Apple y aunque he llegado a verlas en algunas tiendas, siempre eran en el extranjero y/o con altísimos costes de envío. Hasta que encontré esta de Spigen que, aunque no es idéntica, es muy similar y se puede llevar pegada al iPhone con MagSafe.

En Applesfera El árbol está puesto y las luces encendidas. Solo falta que el Apple Watch vaya a juego con estas esferas navideñas El malogrado precursor del iPhone y iPad

Que Apple sea hoy una de las empresas más importantes del mundo implica que incluso sus grandes fracasos son hoy memorables para bien. Es lo que le sucedió al Apple Newton, que pese a no funcionar mal en ventas, no terminó por despegar y Steve Jobs acabó retirando su desarrollo cuando regresó a la compañía como CEO (pese al enfado de sus fans).

Se trataba de una especie de PDA a la que a menudo se ha catalogado como la tatarabuela del iPhone. Si bien no tiene mucha funcionalidad hoy día más allá de la curiosidad, es un artículo que gusta a los acérrimos fans y que no es complicado de conseguir de segunda mano.

El software de edición de fotos más añorado

Bautizado como Aperture, fue uno de los mejores softwares de edición fotográfica. Se lanzó en 2005 y poco a poco se le fue dejando de lado, pero aún hoy puede ser muy útil si se dispone de un Mac antiguo con entrada de CDs. Porque sí, Aperture data de la época en la que el software aún se distribuía en formato físico.

Nos ha sido prácticamente imposible encontrar algo de la versión original, pero en tiendas como eBay se venden unidades completas de segunda mano en las que se incluyen no solo los discos, sino también la caja original y sus manuales.

Paquete de pines exclusivos para empleados

Apple suele repartir pines en ocasiones especiales, pero también a personas especiales, como desarrolladores que acuden cada año a las WWDC. Sin embargo, podemos encontrar de segunda mano varias colecciones con pines que de otro modo no se podrían conseguir.

Los regalos (casi) imposibles, pero que son una pasada

Aquí figuran artículos que, si por alguna razón acaban en el saco de Papá Noel y finalmente en tu casa, estarás de enhorabuena porque implica que te has portado muy muy muy muy muy bien este año. Extremadamente bien. Al menos es lo que yo intuiría dada la dificultad que entraña hacerse con algunos de ellos.

Los documentos con los que se fundó Apple

Si te miras el bolsillo y te encuentras que tienes 4 millones de euros (o dólares), avísame y te doy mi número de cuenta. Los necesito para tres papeles. Pero no tres papeles normales y corrientes, no te vayas a pensar que me gusta que me timen. Son Los Papeles (en mayúscula). Más en concreto, los que firmaron Steve Jobs, Steve Wozniak y Ronald Wayne hace ya casi medio siglo.

Apple se fundó en 1976 y, como toda compañía que se precie, se necesitó firmar unos documentos de fundación que la hicieran existir. Sorprendentemente, esos papeles no están en el Apple Park o enmarcados a recaudo de alguno de los cofundadores y familia. Se subastarán este próximo mes de enero y se prevé que alcance los 4 millones.

El iPhone en su caja original intacta (y que no deberías abrir)

Tener en tus manos un iPhone original de 2007, en su caja intacta con los plásticos originales y no abrirla es complicado, aunque es lo recomendable si eres un verdadero fan. Es toda una pieza de colección, pero a diferencia de cualquier otro iPhone posterior, conseguir uno es difícil y caro. Muy caro.

No llega a la millonada de los documentos de fundación de Apple, pero a menudo se subasta por unos cuantos cientos de miles de dólares si es genuinamente auténtico. Y esto último es complicado, ya que también abundan las estafas afirmando que está sin abrir, pero en realidad se ha manipulado para que lo parezca.

En Applesfera Las diez mejores miniseries de Apple TV y que son perfectas para darse un maratón en Navidad El libro diseñado en California que enseña los diseños diseñados en California

Este trabalenguas es la forma más graciosa (en realidad no) de introducirte al libro 'Designed by Apple in California'. Fue un libro lanzado por Apple en 2016 en el que se recopilan ilustraciones con todos los grandes diseños de Apple en las últimas décadas.

El propio libro fue diseñado por Jony Ive, el mítico diseñador de Apple hasta su marcha en 2019. Libro que dedicó a Steve Jobs y que cuenta con elementos únicos y exclusivos. El problema es que, aparte de que en su día fue caro, está descatalogado y hacerse con una unidad de segunda mano en España es complicado. Y caro.

Las exclusivas zapatillas Nike de Tim Cook

Son made on iPad y no podrás comprarlas por mucho que quieras. Salvo que viajes a Cupertino, te cruces a Tim Cook y le implores que te las venda (o que te las regale, ya puestos). El CEO de Apple posee unas zapatillas exclusivas que Nike diseñó especialmente para él y que no están a la venta en ningún sitio.

En apariencia son similares a cualquier otra, pero tienen la particularidad de haber sido diseñadas con un iPad y un Apple Pencil. Son una versión de las icónicas Air Max 86 en las que también aparece un detalle en la etiqueta indicando ese made on iPad.

Imagen de portada | Generada con Gemini

En Applesfera | Cómo era el día a día de Steve Jobs cuando trabajaba en Apple y Pixar

En Applesfera | Nuevo iPhone plegable - Todo lo que creemos saber sobre él

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La noticia Nueve regalos que un buen fanboy de Apple querrá esta Navidad (Papá Noel, espero que me estés leyendo) fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

Qué es Nandroid y cómo se hace

Actualidad en Androidsis - Mié, 10/12/2025 - 19:51

Si te gusta trastear con tu móvil Android, instalar ROMs o probar mods y kernels personalizados, sooner or later te toparás con el término Nandroid. Y es muy probable que te digan eso de: “antes de hacer nada, haz un Nandroid”. No es una frase hecha: es literalmente el salvavidas que separa un susto gordo de un simple “bah, restauro la copia y listo”.

En este artículo vamos a ver con calma qué es exactamente un backup Nandroid, qué guarda, para qué sirve y cómo se hace con un recovery personalizado. Además, aprovecharemos para repasar conceptos clave de Android (particiones, recovery, ROMs, kernel, etc.) para que entiendas qué está pasando por debajo y no solo sigas una lista de pasos a ciegas.

Qué es Android por dentro (lo justo para entender Nandroid)

Android no es solo la pantalla de inicio, las apps y los iconos que ves cada día; por debajo hay toda una estructura de capas y componentes que trabajan juntos. En la base de todo está el kernel Linux, que se ocupa de la seguridad, la gestión de memoria, los procesos, la red y el acceso al hardware.

Encima del kernel hay una Capa de Abstracción de Hardware (HAL) que permite que el sistema hable con la cámara, el GPS, los sensores, la pantalla táctil o el módem de forma uniforme, sin que las apps tengan que saber qué chip concreto lleva tu dispositivo. Gracias a esa capa de abstracción de hardware, un mismo Android puede correr en cientos de modelos diferentes.

Sobre esa base corre el runtime de Android (antes Dalvik, ahora ART). Este entorno se encarga de ejecutar el código de las aplicaciones, compilando el bytecode a un formato optimizado para funcionar bien en dispositivos con recursos limitados. Cada app corre en su propio proceso con su propia instancia de la máquina virtual, lo que aporta aislamiento y seguridad entre aplicaciones.

Más arriba encontramos las bibliotecas nativas en C/C++ (multimedia, gráficos 2D y 3D con OpenGL ES, motor WebKit, base de datos SQLite, bibliotecas SSL, etc.) y el framework de aplicaciones en Java/Kotlin. Ese framework ofrece las API que usan las apps para mostrar interfaces, acceder a la cámara, al GPS, a los contactos o a las notificaciones.

En la capa superior están las aplicaciones: correo, mensajes, navegador, mapas, Google Play, así como las apps de otros desarrolladores. Todo esto se apoya en un esquema de particiones: system, boot, vendor, data, recovery y algunas más, según el fabricante y la versión de Android.

Qué es un Nandroid y qué guarda exactamente

Con esta foto global de Android ya puedes intuir que una copia de seguridad normal (las que haces con Google Drive, por ejemplo) cubre sobre todo datos de usuario y algunas configuraciones, mientras que un Nandroid actúa a un nivel mucho más bajo. Un backup Nandroid es, simplificando, una instantánea completa de las particiones del dispositivo en un momento concreto.

Un Nandroid no se limita a copiar las fotos o las apps que has instalado, sino que clona el estado de las particiones importantes del sistema: suele incluir boot, system, vendor, data, y a veces otras como EFS o modem (es recomendable hacer un backup del IMEI), dependiendo del recovery y del dispositivo. Por eso, al restaurarlo, el móvil queda exactamente igual que estaba: misma ROM, mismas apps, misma configuración y mismos datos.

La gracia de este tipo de copia es que se hace desde un entorno separado del sistema principal, el recovery personalizado (TWRP, OrangeFox, etc.). Desde ahí se puede acceder a las particiones sin que Android esté arrancado, lo que permite clonar la memoria interna a bajo nivel y restaurarla después sin interferencias.

Piensa el Nandroid como si fuera la imagen completa de un disco duro en un PC: no estás copiando solo archivos sueltos; estás copiando el contenido real de las particiones que forman el sistema. Es como congelar el móvil en el tiempo y guardar esa foto en la tarjeta SD o en la memoria interna.

Por qué es tan importante hacer Nandroid antes de modificar Android

Cada vez que instalas una ROM (oficial o cocinada), flasheas un kernel, aplicas un módulo Magisk conflictivo o tocas archivos del sistema, existe la posibilidad real de que algo se rompa. Y cuando algo se rompe en el nivel de sistema, no se arregla reinstalando una app; hace falta restaurar el estado completo del dispositivo.

Ahí es donde el Nandroid se convierte en tu mejor amigo: si al flashear una ROM beta el móvil entra en bootloop, si al instalar un mod se queda congelado en el logo o si una actualización manual deja la ROM inestable, solo tienes que arrancar en el recovery e iniciar la restauración del Nandroid que hiciste antes de empezar a trastear.

La ventaja principal es el tiempo y los dolores de cabeza que te ahorra. Sin un Nandroid, un fallo gordo significa volver a instalar la ROM desde cero, reconfigurar cuentas, bajar todas las apps, restaurar datos (si los tienes en la nube) y ajustar cada detalle o consultar cómo actualizar la ROM sin pérdida de datos. Con un Nandroid, simplemente vuelves al punto exacto en el que estaba todo funcionando en cuestión de minutos.

Para quienes cambian de ROM a menudo, prueban recoveries distintos o juegan con kernels alternativos, los backups Nandroid son casi obligatorios. Incluso si solo haces este tipo de cambios de vez en cuando, tener una copia completa hecha antes de tocar nada es una red de seguridad imprescindible.

Qué necesitas para poder hacer un Nandroid

Antes de lanzarte a crear tu primera copia Nandroid, es importante saber que no se hace desde Android “normal”, sino desde un entorno especial llamado recovery. De fábrica, los móviles traen un recovery básico muy limitado, así que para hacer Nandroid necesitas un recovery personalizado con soporte de backups avanzados.

El más conocido es TWRP (Team Win Recovery Project), aunque hay otros como OrangeFox o versiones modificadas por algunas comunidades de ROMs. Para poder instalar uno de estos recoveries normalmente hace falta desbloquear el bootloader, algo que cada fabricante gestiona a su manera: algunos lo facilitan, otros lo complican y otros simplemente no lo permiten.

Además del recovery, necesitarás espacio de almacenamiento suficiente. Un Nandroid completo puede ocupar varios gigabytes, porque incluye la partición de datos con todas tus aplicaciones y su información. Lo ideal es disponer de una tarjeta microSD o bastante espacio libre en la memoria interna para guardar al menos una o dos copias completas.

No está de más exportar previamente tus fotos y vídeos más importantes al PC o a la nube, por si acaso. Aunque el Nandroid los incluya, siempre conviene tener un extra de seguridad con aquellos archivos que consideras totalmente irremplazables.

Cómo se hace un backup Nandroid en un recovery personalizado

Aunque cada recovery tiene su propia interfaz, la lógica general para crear un Nandroid es parecida: eliges las particiones que quieres copiar, defines el destino de la copia y confirmas la operación. El proceso se ejecuta en el propio recovery y suele tardar desde unos pocos minutos hasta más de diez, según la velocidad del almacenamiento y la cantidad de datos.

Al entrar en el modo recovery personalizado verás un apartado con nombre similar a «Backup» o «Copia de seguridad». Desde ahí podrás marcar las particiones que van a formar parte del Nandroid. Lo habitual es incluir Boot, System y Data como mínimo, y en algunos dispositivos también Vendor y otras particiones críticas.

En ese mismo menú se suele poder cambiar la ubicación del backup: memoria interna o tarjeta microSD. Siempre que puedas, es preferible usar una tarjeta externa para evitar perder la copia si más adelante formateas el almacenamiento interno o cambias de ROM de forma agresiva.

Tras seleccionar el destino, el recovery te pedirá que confirmes el inicio de la copia. A partir de ahí, simplemente comenzará a leer las particiones y a guardar los datos en un conjunto de archivos comprimidos. Durante este tiempo no debes apagar el móvil ni interrumpir el proceso. Cuando termine, el recovery te mostrará un mensaje de éxito y podrás reiniciar el sistema con normalidad.

El backup Nandroid quedará almacenado en una carpeta concreta (normalmente con el nombre de tu dispositivo o del recovery) y podrás volver a esa misma sección de «Backup/Restore» para restaurarlo más adelante cuando lo necesites. Es buena práctica renombrar el backup, si el recovery lo permite, con una descripción clara de la ROM y la fecha.

Cómo se restaura un Nandroid y qué ocurre al hacerlo

Restaurar un Nandroid es igual o más importante que crearlo, porque es lo que te salva de los sustos. Para recuperar un Nandroid primero necesitas arrancar otra vez en el recovery personalizado que usaste para hacer la copia, ya que cada recovery tiene su propio formato de backup.

Dentro del recovery encontrarás un apartado llamado «Restore» o similar. Al entrar verás la lista de copias disponibles ordenadas por fecha o por nombre. Seleccionas la que quieras recuperar y, como en la creación, marcas las particiones que deseas restaurar (por lo general, las mismas que guardaste en su momento).

Cuando confirmas la restauración, el recovery comienza a sobrescribir las particiones actuales con el contenido guardado en ese backup. Esto significa que cualquier aplicación, dato o cambio de sistema que hayas hecho después de crear la copia se perderá. A cambio, tu dispositivo volverá exactamente al estado en el que estaba en el momento de hacer el Nandroid.

Una vez que el proceso termina, lo normal es limpiar la caché y Dalvik/ART cache (si el recovery ofrece la opción) y reiniciar el dispositivo. El primer arranque puede tardar un poco más de lo habitual, pero si todo ha ido bien deberías encontrarte con tu pantalla de inicio, tus apps, tus ajustes y tus cuentas tal cual los recordabas.

Por eso es importante tener claro que un Nandroid no es una herramienta de sincronización parcial, sino un “viaje en el tiempo” completo: restaurar es irte de vuelta a un punto concreto de tu historia con el móvil, dejando fuera todo lo que haya venido después, tanto lo bueno como lo malo.

Diferencias entre Nandroid y otras copias de seguridad en Android

En Android hay muchos tipos de copias de seguridad, y conviene tener claro qué hace cada una para no confiar en la herramienta equivocada. Las copias de Google (Drive) suelen guardar apps instaladas, algunos datos asociados a tu cuenta, historial de llamadas, contactos o ciertos ajustes del dispositivo.

Luego están las copias que hacen apps de terceros, como las que exportan solo fotos, solo SMS, solo conversaciones de mensajería o solo configuraciones específicas. Todas estas opciones son útiles para el día a día, pero no sirven cuando lo que se rompe es la ROM, el arranque o la propia estructura del sistema.

El Nandroid juega en otra liga: no sabe nada de si una app es esta o aquella ni de si es de Google o de otro desarrollador, simplemente clona las particiones que forman el sistema. Por eso, cuando restauras, recuperas hasta el fondo de pantalla, la posición de los iconos y las sesiones de las apps, como si nada hubiera pasado.

Una combinación razonable para usuarios avanzados es usar diariamente las copias en la nube de Google y servicios específicos (por ejemplo, la copia cifrada de tus chats de mensajería) y reservar los Nandroid para momentos en los que vayas a tocar el sistema a fondo (instalar ROMs, flashear kernels, cambiar recovery, aplicar mods de sistema, etc.).

De este modo, aunque un Nandroid se quede obsoleto con el tiempo porque cambias muchas cosas, seguirás teniendo tus datos más importantes sincronizados y, si algo sale mal al flashear, podrás volver rápidamente a una base estable desde la que seguir trabajando.

Android, ROMs y personalización: dónde encaja Nandroid en todo esto

Android, como sistema operativo, tiene detrás una enorme comunidad de desarrolladores y fabricantes. Google mantiene el AOSP (Android Open Source Project) bajo licencia Apache, y a partir de ese código se construyen tanto las versiones oficiales de los fabricantes (One UI, MIUI, Pixel UI, etc.) como ROMs personalizadas de la comunidad como LineageOS, Pixel Experience o GrapheneOS.

Los fabricantes suelen añadir su propia capa, aplicaciones y servicios, mientras que las ROMs comunitarias tienden a apostar por un sistema más limpio, centrado en la privacidad o la personalización avanzada. Cada ROM trae su propio conjunto de características, su esquema de actualizaciones y, muy importante, sus propios requisitos de particiones y de bootloader.

En paralelo, Android ha ido evolucionando mucho en diseño y seguridad. Desde Dalvik hasta ART como runtime, desde las primeras interfaces con botones físicos hasta la navegación por gestos y el diseño Material You, pasando por refuerzos en sandboxing, permisos, cifrado de datos y servicios de Google Play para aislar funciones del sistema y actualizarlas sin depender de una nueva versión completa.

Sin embargo, esa evolución también ha traído problemas como la fragmentación: hay decenas de versiones activas y no todos los móviles reciben las mismas actualizaciones ni al mismo ritmo. Muchos fabricantes dejan de dar soporte relativamente pronto, y ahí es donde las ROMs personalizadas se convierten en una forma de alargar la vida útil de los dispositivos que el fabricante ya ha dejado atrás.

En este ecosistema tan variado, el Nandroid es una pieza clave para cualquiera que quiera probar ROMs, flashear imágenes o recoveries distintos sin miedo. Saber que puedes congelar tu estado actual y volver a él en cualquier momento hace que experimentar con el sistema sea mucho más seguro y relajado.

Consideraciones de seguridad, privacidad y fiabilidad de Android

Android ha sido objetivo de estudios de seguridad desde hace años, y aunque a veces se le ha tachado de sistema más vulnerable que otras plataformas, los datos no son tan simples. En algunos informes se han contabilizado muchas más vulnerabilidades críticas en sistemas competidores, pero también se han registrado más ataques efectivos y malware orientado específicamente a Android, en parte por su enorme cuota de mercado.

Google ha ido respondiendo con capas de seguridad cada vez más estrictas: verificación de arranque, cifrado por defecto, permisos granulares, actualización de módulos del sistema a través de Google Play y análisis automático de aplicaciones. Aun así, el usuario sigue teniendo responsabilidad: instalar APKs de fuentes dudosas o desactivar mecanismos de seguridad básicos abre la puerta a problemas.

En cuanto a la privacidad, se sabe que tanto Android como otros sistemas recopilan información del uso que se hace del dispositivo y de las apps, algo que se ha visto también en filtraciones y documentos de agencias de inteligencia. Servicios como mapas, publicidad o redes sociales pueden exponer datos de geolocalización o comportamiento, por lo que conviene revisar bien los ajustes de permisos y de actividad en la cuenta de Google.

Android está presente en muchísimos tipos de dispositivos, no solo en móviles: relojes, televisores, coches, decodificadores, incluso electrodomésticos. En todos ellos la base es similar, pero la implementación y las actualizaciones dependen mucho del fabricante. Esto hace que la experiencia pueda ser excelente en algunos casos y bastante floja en otros, tanto en fluidez como en soporte a largo plazo.

A la hora de elegir un móvil Android, no solo cuenta el hardware o el precio: es fundamental tener en mente la política de actualizaciones y la seriedad del fabricante. Una buena combinación de dispositivo, soporte de ROMs personalizadas y costumbre de utilizar Nandroid antes de toquetear hace que Android sea una plataforma potentísima para quienes quieran ir un paso más allá de lo que ofrece el sistema “de serie”.

Todo este entramado de capas, particiones, ROMs y herramientas puede sonar denso al principio, pero en la práctica hacer y restaurar un Nandroid se reduce a unos pocos toques en el recovery; la clave está en entender que estás guardando una réplica entera de tu Android tal y como está y que, gracias a ello, puedes permitirte experimentar con ROMs, kernels y personalizaciones con mucha tranquilidad, sabiendo que siempre podrás volver atrás con un par de gestos y recuperar tu móvil exactamente igual que estaba cuando todo funcionaba perfecto.

Mejores apps de benchmarking para Android

Actualidad en Androidsis - Mié, 10/12/2025 - 19:41

Si tienes un móvil Android y te gusta trastear con él, tarde o temprano acabarás haciéndole alguna prueba de rendimiento. Los benchmarks para Android se han convertido en la forma más rápida de saber cuánta potencia real tiene tu smartphone o tablet, de comprobar si se calienta más de la cuenta o de ver si esa actualización que acabas de instalar le ha sentado bien o le ha dejado peor que antes.

Ahora bien, tampoco todo es oro lo que reluce: las apps de benchmarking están muy bien para comparar dispositivos o detectar problemas, pero no son una “verdad absoluta” a la hora de comprar móvil. Aun así, si quieres medir CPU, GPU, memoria, almacenamiento, autonomía, e incluso la potencia de la IA del procesador, hay un buen puñado de aplicaciones muy completas que merece la pena conocer, incluidas apps que limpian tu Android.

Qué es exactamente un benchmark y para qué sirve en Android

Cuando hablamos de benchmarks nos referimos a tests estandarizados que ponen a prueba el hardware del móvil con cargas de trabajo concretas. Estas pruebas pueden centrarse en uno o varios componentes (CPU, GPU, RAM, almacenamiento, batería, módem, sensores…) y al final arrojan una puntuación o informe.

La gracia es que, al ser pruebas repetibles para todos los dispositivos, puedes comparar tu móvil con otros modelos y ver si rinde por encima o por debajo de lo esperado. También permiten comprobar si una actualización del sistema operativo, una nueva ROM o incluso un cambio de batería ha mejorado o empeorado el rendimiento.

En Android tenemos benchmarks “clásicos” que miden potencia bruta (Antutu, Geekbench, 3DMark…), aplicaciones orientadas a escenarios reales (PCMark), herramientas centradas en el almacenamiento (Disk Speed, Androbench) y utilidades de diagnóstico e información de hardware (CPU-Z, AIDA64, CPU X, Droid Hardware Info…). Incluso hay apps que miden el rendimiento de la inteligencia artificial, como AI Benchmark.

Aunque los resultados son útiles, no deberías basar la compra de un móvil solo en una puntuación de benchmark. Hay factores como la optimización del fabricante, la gestión térmica, la pantalla, las cámaras o el software que influyen muchísimo en la experiencia diaria y que un simple número no termina de reflejar, por eso hay guías para mejorar el rendimiento.

Antutu: el referente en benchmarks “todo en uno”

Si hablamos de Android y de pruebas de rendimiento generales, Antutu es probablemente el nombre más conocido entre los usuarios. Este benchmark somete al teléfono a una batería de tests que cubre prácticamente todo el hardware importante.

Desde la app puedes lanzar una prueba completa o elegir un test personalizado. Antutu analiza la experiencia de usuario (UX), la CPU, la GPU, la memoria RAM y el sistema de almacenamiento (IO), ofreciendo una puntuación para cada apartado y una nota global. El apartado de CPU, por ejemplo, diferencia entre rendimiento de un solo núcleo y rendimiento multinúcleo, algo muy útil para ver cómo se comporta el procesador en tareas ligeras y pesadas.

Aunque muchos se fijan solo en el número final, la puntuación global de Antutu tiene sentido sobre todo cuando la comparas con otros móviles. Un dispositivo con 20.000 puntos rinde, a grandes rasgos, el doble que otro con 10.000 en la misma versión del test, siempre que las condiciones de la prueba sean similares (temperatura, aplicaciones en segundo plano, etc.).

La app incluye un ranking en el que puedes ver en qué posición queda tu smartphone frente a otros modelos, e incluso consultar resultados de dispositivos con otras plataformas; Antutu ofrece herramientas para Android, pero también tiene presencia en iOS, Windows o incluso Ubuntu, facilitando las comparaciones cruzadas.

Ten en cuenta que las puntuaciones pueden variar según la ROM, el modo de energía que tengas activo o el nivel de batería. Para obtener datos más fiables, conviene cerrar todas las apps en segundo plano, dejar el móvil con suficiente carga y evitar hacer nada mientras se ejecuta el test.

PassMark: pruebas de rendimiento ligeras y muy completas

PassMark es otra solución veterana en el mundo del rendimiento, conocida sobre todo en PC, pero que también tiene su app para Android. Su enfoque es similar al de la versión de escritorio: múltiples pruebas técnicas agrupadas en una sola aplicación.

Con PassMark puedes ejecutar tests de CPU, almacenamiento (disco), memoria, gráficos 2D y gráficos 3D. La separación entre gráficos 2D y 3D es muy útil, ya que permite analizar por un lado la fluidez en interfaz y tareas de escritorio (scroll, ventanas, elementos planos) y por otro el rendimiento en juegos y aplicaciones 3D.

Las pruebas de memoria y almacenamiento ayudan a saber cómo de rápido abre apps el dispositivo, cuánto tarda en cargar datos o si el sistema se nota ágil. PassMark también ofrece varias pruebas de CPU que miden el rendimiento en uno y varios núcleos, lo que da una visión más completa del SoC.

Uno de sus puntos fuertes es la base de datos online: puedes comparar las puntuaciones de tu móvil con las de otros dispositivos en lectura/escritura, gráficos, CPU, etc.. Además, la app muestra una ficha bastante detallada del hardware, hasta el punto de que muchas veces evita tener que instalar otras apps como CPU-Z solo para ver las especificaciones.

A nivel de uso es una app ligera y bastante directa, ideal si quieres un benchmark más “técnico” pero sin perder facilidad de uso. Eso sí, no tiene tanto tirón mediático como Antutu, así que verás menos tablas de comparación basadas en sus resultados.

3DMark: la referencia para medir potencia gráfica y gaming

Cuando el objetivo es saber cómo se va a comportar tu móvil con juegos exigentes, 3DMark es de lo mejor que puedes instalar para optimizar el rendimiento de juegos. Es un benchmark centrado en GPU y CPU para cargas gráficas muy intensivas, con escenas en 3D llenas de efectos modernos.

3DMark funciona con distintos tests diseñados para gamas y tecnologías diferentes. Uno de los más populares es 3DMark Wild Life, una prueba que ejecuta una carga gráfica equilibrada para móviles y tablets actuales, y después compara tu puntuación con la de otros dispositivos que hayan pasado el mismo escenario.

Si tienes un terminal potente de última generación, 3DMark Wild Life Extreme sube todavía más el nivel. Es un test extremadamente pesado en el que muchos móviles apenas rozan los 15 FPS. Lo normal es que el teléfono se caliente bastante durante la prueba, ya que exprime a fondo la GPU y el sistema de refrigeración.

Para comparar móviles antiguos o gamas medias con dispositivos más veteranos (incluidos iPhone y iPad de hace unos años), puedes usar los modos Sling Shot y Sling Shot Extreme. Estas pruebas ofrecen un análisis detallado del rendimiento gráfico en hardware menos reciente, ideal si quieres ver cómo ha envejecido tu móvil o tablet frente a otros de su generación.

Las versiones más nuevas de 3DMark incluyen también 3DMark Solar Bay, un benchmark específico para dispositivos Android con soporte de Vulkan Ray Tracing. Este test está pensado para móviles muy recientes que puedan manejar trazado de rayos en tiempo real y se compone de tres secciones con cargas crecientes, perfectas para entender hasta qué punto puedes activar ray tracing en juegos compatibles sin destrozar los FPS.

Una de las claves de 3DMark es que no solo da una puntuación, sino que la acompaña de gráficas, listados y rankings muy completos. La propia app te recomienda qué prueba instalar según las capacidades de tu dispositivo para ahorrar espacio y tiempo de descarga, y te permite comparar resultados con miles de modelos, ver cómo cambia el rendimiento tras cada actualización de sistema y detectar teléfonos que mantienen la potencia de forma estable sin thermal throttling.

Además, Solar Bay, Wild Life y Wild Life Extreme incluyen tanto un benchmark rápido como un test de estrés más largo. El primero mide el rendimiento pico, mientras que el segundo muestra cómo se comporta el móvil cuando lleva un buen rato “apretado”, algo clave si sueles jugar sesiones largas. Todo esto sin anuncios y sin compras in‑app, ya que 3DMark para Android es completamente gratuito para uso personal.

Geekbench 5: midiendo la fuerza bruta de la CPU (y algo más)

Geekbench 5 se ha ganado la fama de ser uno de los estándares de referencia para medir el rendimiento de la CPU en móviles, tablets y ordenadores. Su gran baza es que es multiplataforma: hay versión para Windows, macOS, Linux, iOS, Android e incluso otras plataformas más minoritarias.

La app de Android realiza pruebas de rendimiento de un solo núcleo y de varios núcleos. Esto refleja muy bien cómo se comporta el teléfono tanto en tareas sencillas (un hilo ligero) como en multitarea o procesos pesados que usan todos los núcleos a la vez. Durante el test, la CPU se ve sometida a cargas variadas, desde tareas relativamente ligeras hasta procesos muy intensivos.

Geekbench 5 no se queda solo en la CPU: incluye un apartado llamado Compute Benchmark, pensado para medir las capacidades gráficas y de cómputo del dispositivo mediante APIs como OpenCL, CUDA o Metal (según la plataforma). En Android, este tipo de pruebas ayudan a ver el potencial del móvil en tareas de cálculo aceleradas por GPU.

Como curiosidad, Geekbench también mide rendimiento en áreas modernas como el aprendizaje automático o la realidad aumentada, que cada vez dependen más del hardware de IA integrado en los SoC actuales. Además, permite subir los resultados a la web Geekbench Browser para que cualquiera pueda consultarlos y compararlos.

La aplicación muestra una ficha bastante completa de tu terminal: nombre y modelo de CPU, número de núcleos, frecuencia, modelo de dispositivo, versión de Android, placa base, gobernador de CPU y otros datos avanzados; si buscas exprimir la CPU, consulta una guía para hacer overclock en Android.

PCMark: pruebas con tareas del día a día

PCMark adopta un enfoque distinto al de otros benchmarks más “sintéticos”. En lugar de tirar de algoritmos poco representativos, intenta recrear tareas reales que haces todos los días con el móvil: navegar por Internet, escribir documentos, editar fotos y vídeos, trabajar con hojas de cálculo, etc.

Su prueba estrella en Android es Work 3.0, evolución de las antiguas Work 1.0 y Work 2.0. Este test simula un uso de oficina y multimedia bastante realista, combinando diferentes cargas para ver cómo se comporta el sistema en conjunto, no solo piezas aisladas como CPU o GPU. El objetivo es medir la fluidez general en un escenario similar al que tendrás en tu día a día.

A diferencia de otros benchmarks, PCMark trata el móvil como un sistema completo donde CPU, GPU, memoria y almacenamiento trabajan juntos. Sus pruebas no se centran tanto en medir cada componente por separado, sino en cómo se coordinan para resolver tareas comunes del usuario medio.

La aplicación integra también herramientas de monitorización de hardware en tiempo real. Mientras se ejecutan las pruebas, puedes ver cómo se comportan la CPU, la GPU, la batería y otros elementos. Esto resulta especialmente útil para entender si el fabricante ha optimizado bien el dispositivo o si aparecen caídas de rendimiento por temperatura o por gestión de energía demasiado agresiva.

Por si fuera poco, PCMark incluye benchmarks específicos para duración de batería y almacenamiento. En el test de batería, el móvil se somete a cargas reales durante horas para medir cuánto aguanta, mientras que las pruebas de almacenamiento analizan las velocidades de lectura y escritura tanto internas como externas, además de operaciones típicas de base de datos.

Todo ello acompañado de una función de comparación que te permite enfrentar tus resultados con los de otros modelos, filtrar por marca o por tipo de prueba y ver cómo afectan las actualizaciones de sistema a la clasificación. Es una herramienta muy completa para quien busca más que un simple numerito de potencia bruta.

GFXBench: benchmark gráfico avanzado con pruebas muy variadas

GFXBench, anteriormente conocido como GLBenchmark, es un viejo conocido en el terreno gráfico. Su especialidad es medir rendimiento, estabilidad a largo plazo, calidad de renderizado y consumo energético de la GPU, con especial foco en efectos 3D avanzados.

La app ofrece una gran variedad de pruebas, cada una con una carga de trabajo distinta. Entre ellas están Ruinas Aztecas, Car Chase, Manhattan 3.1, Manhattan, T-Rex, tessellation, ALU, texturing, driver overhead, battery and stability, alpha blending, fill rate y muchas más. Cada test presiona un aspecto concreto de la GPU, lo que permite un análisis muy fino.

Una de sus ventajas es que permite benchmarks de API cruzada y multiplataforma usando OpenGL ES y Vulkan. Esto significa que puedes ver cómo rinde tu móvil con distintas APIs gráficas y compararlo con otros dispositivos, incluidos algunos de escritorio. Las pruebas pueden ejecutarse en modo on‑screen (a resolución de pantalla) u off‑screen (a resolución fija), ideal para comparaciones justas sin que la resolución influya.

La prueba Ruinas Aztecas, por ejemplo, simula un entorno muy similar a un videojuego moderno con iluminación global dinámica, HDR, efectos de luz en tiempo real y oclusión ambiental SSAO. Además de la tasa de FPS, GFXBench ofrece datos sobre consumo de batería y estabilidad, lo que da una idea de si el móvil mantiene el tipo en sesiones largas o si pierde rendimiento rápidamente.

Desde la sección Comparar de la app puedes enfrentar los resultados de tu dispositivo con los de otros smartphones y tablets, mientras que el apartado Información del dispositivo muestra todos los detalles relevantes de la GPU y el resto de hardware gráfico. Es una herramienta muy potente para quien quiere ir más allá del típico test rápido.

Disk Speed y otros benchmarks de almacenamiento

El almacenamiento es uno de los grandes olvidados en muchos benchmarks, pero influye muchísimo en la sensación de fluidez del móvil y es clave para optimizar Android. Disk Speed es una app muy ligera (apenas 1,5 MB) centrada precisamente en medir la velocidad de lectura y escritura.

Con ella puedes hacer tests sobre almacenamiento interno, almacenamiento externo (tarjeta microSD), unidades USB conectadas mediante OTG o rutas personalizadas. La idea es saber si la memoria del dispositivo está a la altura o si una tarjeta microSD, por ejemplo, se está convirtiendo en un cuello de botella.

La aplicación detecta automáticamente las unidades interna y externa, lo que hace que el proceso sea muy sencillo. Incluye un control deslizante para elegir cuánta capacidad se va a utilizar en la prueba; conviene seleccionar un tamaño razonable, porque si se usa muy poco espacio los resultados pueden no ser representativos.

Antes de lanzar el test es importante asegurarte de que el volumen donde vas a probar tiene al menos un 20 % de espacio libre. De lo contrario, corres el riesgo de que el móvil se quede sin margen durante la escritura y la prueba pueda bloquear el sistema. También es recomendable cerrar otras apps para evitar interferencias.

Aunque existen otras alternativas como Androbench para medir IOPS y latencias, Disk Speed destaca por su sencillez, bajo consumo de espacio y la posibilidad de probar fácilmente tanto la memoria interna como cualquier tipo de almacenamiento conectado.

Apps de información de hardware y diagnóstico: CPU-Z, AIDA64, CPU X y más

Más allá de los benchmarks puros, hay aplicaciones que sirven para conocer al detalle qué hay dentro de tu móvil y comprobar que todo funciona como debe. CPU-Z es una de las más populares, una adaptación de la famosa herramienta de Windows para Android.

Con CPU-Z puedes ver el tipo de SoC, la frecuencia de la CPU, la cantidad de memoria RAM, la resolución de la pantalla, el modelo exacto del dispositivo, la marca, los sensores y el estado de la batería (nivel, temperatura, voltaje). Toda esta información se presenta de manera ordenada en pestañas, lo que resulta muy cómodo para diagnósticos rápidos.

AIDA64 va un paso más allá y ofrece una visión muy profunda tanto del hardware como del software. Además de la CPU y la GPU, muestra versiones del sistema operativo, kernel, bootloader, librerías como zlib, directorios del sistema, estado de la batería, redes WiFi y móviles, lista de apps instaladas, frecuencia en tiempo real de CPU y GPU y mucho más.

Otro clásico es CPU X, que combina funciones de información de hardware con utilidades extra. Aporta datos de procesador, núcleos, velocidad, memoria RAM, cámara, sensores y otros aspectos del dispositivo, y además incluye herramientas como medidor de velocidad de Internet, monitor de temperatura y amperaje de la batería, e incluso extras como regla, burbuja de nivel, brújula o señal de emergencia.

Si quieres algo muy orientado a la ficha técnica, Droid Hardware Info organiza toda la información en secciones como dispositivo, sistema, memoria, cámara, batería y sensores. Permite ver rápidamente la configuración interna de tu Android, aunque en funciones avanzadas puede quedarse algo por detrás de otras soluciones más completas.

También existen suites de diagnóstico como Phone Doctor Plus, que revisa sensores, GPS, CPU, chip 3G, giroscopio, acelerómetro, etc., o apps como Test Your Android, que permiten probar manualmente un buen número de componentes del sistema (pantalla, micrófono, altavoces, Bluetooth, cámara…) y añaden utilidades como linterna o lector de códigos de barras, aunque a cambio suelen mostrar bastante publicidad.

AI Benchmark: probando la inteligencia artificial del móvil

Con la llegada de los chips con NPU y aceleradores específicos, la potencia de IA se ha vuelto tan importante como la CPU o la GPU para ciertas tareas. AI Benchmark es una herramienta pensada justo para eso: medir el rendimiento de los algoritmos de inteligencia artificial en tu Android.

La app ejecuta 46 pruebas repartidas en 14 secciones, que cubren cosas como reconocimiento facial, clasificación de imágenes, predicción de texto, corrección y mejora de fotografías, efecto bokeh mediante redes neuronales y otros algoritmos modernos. Así puedes ver hasta qué punto el móvil es capaz de procesar este tipo de cargas de forma rápida y precisa.

AI Benchmark es compatible con SoC con NPU y aceleradores de IA como los Dimensity, Exynos, Snapdragon, Kirin, MediaTek Helio y otros chips modernos. También permite activar aceleración basada en GPU en dispositivos que no cuentan con NPU dedicada, ajustando la configuración interna.

Para usuarios avanzados, la aplicación ofrece un modo PRO en el que puedes cargar tu propio modelo de aprendizaje profundo basado en TensorFlow Lite y probarlo directamente en el móvil. De esta forma, desarrolladores y entusiastas pueden medir el comportamiento real de sus redes en hardware concreto.

En general, se trata de una de las herramientas más completas y rápidas para evaluar la “cabeza pensante” del dispositivo, algo especialmente atractivo si te interesan las funciones de cámara con IA, el reconocimiento de voz o las aplicaciones que hacen uso intensivo de redes neuronales.

Otros benchmarks clásicos y herramientas relacionadas

A lo largo de los años han existido muchos benchmarks para Android, algunos de los cuales hoy están algo desactualizados pero siguen siendo interesantes para dispositivos antiguos. Quadrant, por ejemplo, fue durante mucho tiempo una referencia en pruebas de CPU, GPU, memoria y almacenamiento, con versión gratuita y ediciones avanzadas de pago.

Otro nombre histórico es Vellamo, desarrollado por Qualcomm. Esta herramienta se centraba en medir el rendimiento del navegador y la fluidez del sistema en operaciones HTML5, zoom y scroll de páginas, gráficos 3D, reproducción de vídeo, lecturas y escrituras en memoria o conexión a redes de datos. Con el paso del tiempo ha ido quedando en segundo plano, pero fue clave en su momento.

También hubo Antutu 3DRating Benchmark, orientado solo al rendimiento gráfico sobre OpenGL ES 2.0, con escenas de sistemas de partículas avanzados, animaciones de fluidos y sombras complejas. Y por la parte de GPU, los primeros GFXBench (bajo el nombre GLBenchmark) abrieron el camino en pruebas gráficas multiplataforma para Android e iOS.

En el terreno de PC, herramientas como MemTest86 se han usado durante años para diagnosticar fallos de memoria RAM, y aunque no funcionan en Android, siguen siendo referencia para testear equipos de escritorio o portátiles. Del mismo modo, utilidades como HWiNFO están orientadas a Windows y DOS, ofreciendo análisis y monitorización de hardware de PC, pero no tienen app funcional para Android.

Por último, programas como RAM Booster en ordenador permiten ver la RAM total (física y virtual), el porcentaje de memoria libre y liberar recursos automáticamente cuando se alcanza cierto umbral. Aunque en Android hay muchas apps que prometen “limpiar RAM”, conviene tener cuidado con ellas porque, mal usadas, pueden empeorar el rendimiento cerrando procesos que el sistema reabre continuamente.

Con todo este abanico de aplicaciones, hoy es posible medir prácticamente cualquier aspecto del rendimiento de tu móvil Android: potencia de CPU y GPU, estabilidad térmica, rapidez del almacenamiento, autonomía real, calidad del hardware, e incluso el músculo de la inteligencia artificial integrada. Lo ideal es combinar varias de estas herramientas según lo que te interese (juegos, uso diario, diagnóstico, IA…) y tomarte siempre las puntuaciones como una guía, no como una sentencia inamovible, porque al final lo que realmente importa es cómo se comporta tu teléfono en las tareas que tú haces cada día.

Tor Browser para Android: configuración avanzada y uso seguro

Actualidad en Androidsis - Mié, 10/12/2025 - 18:14

Tor Browser para Android se ha convertido en la opción estrella para quienes quieren navegar con más privacidad desde el móvil, entrar a servicios .onion o esquivar ciertos bloqueos sin depender de una VPN clásica. Pero, más allá de abrir la app y pulsar en “Conectar”, hay un montón de ajustes avanzados que marcan la diferencia entre usar Tor “a medias” y sacarle todo el partido posible en un Android.

En las próximas líneas vas a encontrar una guía muy completa de configuración avanzada de Tor Browser y del ecosistema Tor en Android: Orbot, puentes, modos de seguridad, torificación de apps, consejos de uso seguro, problemas frecuentes y su solución, así como una selección de sitios relativamente fiables para empezar a explorar la red Tor sin meterte en líos. Todo explicado en castellano de España, con un tono cercano, pero sin perder el rigor técnico.

Deep Web vs Dark Web: aclarando conceptos antes de configurar Tor

Antes de tocar un solo ajuste conviene tener claro qué parte de Internet estás visitando realmente cuando entras con Tor desde Android, porque se mezclan conceptos y eso genera miedo innecesario.

Se llama Deep Web o Internet profunda a todo lo que no aparece indexado en Google, Bing o similares. Hablamos, por ejemplo, de paneles privados, intranets, bases de datos internas, servicios que solo se abren con un enlace directo o IP concreta. No es algo “oscuro” por definición; simplemente no lo rastrean los buscadores.

Dentro de esa Deep Web existe un submundo donde operan redes anónimas como la red Tor (Onion), I2P, Freenet y otras. En esas redes hay de todo: personas que buscan privacidad, activistas que esquivan la censura, usuarios que solo quieren que su proveedor no les espíe, y también gente que aprovecha el anonimato para actividades ilegales.

A la parte en la que se concentran servicios claramente delictivos o peligrosos (venta de drogas, armas, estafas, explotación, etc.) es a lo que solemos llamar Dark Web. Es decir, no todo lo que visitas con Tor es Dark Web, pero sí puedes llegar a ella si no tienes cuidado con los enlaces.

¿Qué es la red Tor y cómo encaja en Android?

La red Tor utiliza un sistema de enrutado por capas (Onion routing) en el que tu tráfico pasa por varios relés distribuidos por todo el mundo. Cada salto conoce únicamente el nodo anterior y el siguiente, pero no la ruta completa, lo que complica muchísimo que alguien pueda asociar origen y destino.

Cuando tu dispositivo Android se conecta a Tor, se crea un circuito cifrado a través de varios nodos. Ninguno de esos nodos tiene la foto completa de lo que estás haciendo: uno sabe quién eres pero no a dónde vas, otro sabe a dónde va el tráfico pero no quién eres, y así con toda la cadena.

Además, Tor está diseñado para minimizar el impacto del análisis de tráfico. Aunque se cifre el contenido, en Internet siempre se pueden observar cabeceras de los paquetes (origen, destino, tamaño, tiempos…). Tor mitiga esto al hacer que tu tráfico parezca salir “desde muchos sitios”, cambiando rutas y ocultando la relación directa entre IP de origen y destino.

En Android, Tor se materializa en dos grandes piezas: Tor Browser (el navegador oficial) y Orbot, que actúa como proxy/VPN para enrutar también el tráfico de otras aplicaciones. Tor Browser ya incluye su propio cliente Tor, pero Orbot te permite ir un paso más allá y torificar apps completas.

Descarga segura: Tor Browser y Orbot en Android

Es básico empezar descargando únicamente desde fuentes oficiales o de confianza para no acabar con un clon malicioso.

Tor Browser para Android está disponible en Google Play y también en repositorios alternativos como F-Droid o directamente desde la web del Proyecto Tor en formato APK. A día de hoy, ya no hace falta un navegador separado como Orweb u Orfox: Tor Browser para Android es la solución oficial y estable.

Orbot, desarrollado por The Guardian Project junto con Tor Project, también se puede descargar desde Google Play, F-Droid o desde la web de los desarrolladores. Esta app funciona como proxy SOCKS/HTTP y VPN que enruta el tráfico a través de Tor y expone, entre otros, los puertos locales:

  • SOCKS 4A/5 en 127.0.0.1:9050
  • HTTP proxy en 127.0.0.1:8118
  • Proxy transparente en algunos dispositivos compatibles

Con estas dos herramientas tienes cobertura completa: navegación anónima con Tor Browser y, si lo necesitas, torificación del resto de apps con Orbot.

¿Cómo usar Tor Browser para Android: base antes de ir a lo avanzado?

Una vez instalado Tor Browser, el flujo básico es muy sencillo: abres la app y pulsas “Conectar”. El navegador negociará un circuito y, en unos segundos, tendrás acceso tanto a la web “normal” como a servicios .onion.

De forma predeterminada, Tor Browser viene en un nivel de seguridad estándar que intenta equilibrar privacidad y funcionalidad. Si quieres más protección, puedes entrar en los ajustes y elegir niveles superiores de seguridad, donde se deshabilitan funciones potencialmente peligrosas como parte del JavaScript, algunas fuentes, iconos, reproducción automática de audio y vídeo, etc.

Una vez conectado, puedes verificar que realmente estás saliendo por la red Tor visitando https://check.torproject.org desde el propio Tor Browser. Si todo va bien, verás un mensaje confirmando que tu navegador está usando Tor y te mostrará la IP de salida.

Ajustes avanzados dentro de Tor Browser para Android

Detrás de esa interfaz sencilla hay una serie de opciones avanzadas muy importantes para usuarios que quieren afinar el equilibrio entre seguridad, rendimiento y usabilidad.

Niveles de seguridad y bloqueo de funciones peligrosas

Tor Browser ofrece varios niveles de seguridad preconfigurados. En Android, al iniciar la app por primera vez o desde los Ajustes, puedes elegir entre:

  • Estándar: mantiene la mayoría de funcionalidades web activas (JavaScript, fuentes personalizadas, multimedia…). Adecuado para uso general, pero algo menos estricto.
  • Más seguro: desactiva características de sitios web que suelen ser vector de ataques, como ciertos scripts y contenidos activos. Es la opción recomendada si vas a frecuentar servicios .onion o páginas que no conoces.
  • Modo máximo (donde esté disponible): reduce todavía más las superficies de ataque, a costa de romper bastantes webs. Útil en entornos de muy alto riesgo.

En Android, mucha gente opta por el nivel intermedio, “Más seguro”, porque bloquea buena parte de las técnicas de rastreo y exploits web sin dejar Internet completamente inutilizable.

Privacidad, historial y permisos del navegador

Tor Browser hereda muchas de las opciones de Firefox en privacidad y seguridad, adaptadas al mundo Tor. Merece la pena revisar:

  • Modo de navegación privada permanente: equivalente a tener siempre una ventana de incógnito. No guarda historial, cookies persistentes ni caché. Es lo recomendable si quieres minimizar huella.
  • Gestión de cookies: Tor ya las aísla por dominio para evitar tracking entre sitios, pero puedes endurecer aún más el comportamiento (borrado al cerrar, limitación de cookies de terceros, etc.).
  • Permisos de ubicación, cámara y micrófono: es muy recomendable denegar estos permisos por defecto y concederlos solo cuando sea estrictamente necesario. Dar acceso a la ubicación puede arruinar el anonimato.

Todo lo que implique identificadores de dispositivo, acceso a sensores o datos persistentes va en contra del espíritu de Tor. Cuanto más minimices esos permisos, mejor.

Idioma del navegador y huella digital

Tor Browser suele sugerir utilizar el navegador en inglés para entrar en un conjunto de usuarios más grande y homogéneo, reduciendo la probabilidad de que tu navegador sea único en la masa de usuarios de Tor. No obstante, el propio proyecto indica que, en la práctica, usar el navegador en español o en inglés ofrece un nivel de seguridad muy similar mientras mantengas el resto de ajustes coherentes.

La clave está en no mezclar configuraciones muy raras (idioma poco común, fuentes exóticas, complementos adicionales, user-agent modificado…). Tor protege frente a fingerprinting, pero si personalizas en exceso tu perfil, puedes acabar siendo más identificable.

Complementos y extensiones: por qué es mejor evitarlos

Aunque Tor Browser para Android permite en cierta medida la instalación de complementos (como ciertos bloqueadores, temas oscuros adicionales, extensiones de vídeo, etc.), la recomendación oficial es no instalar nada que no sea absolutamente imprescindible.

Cada extensión nueva es un potencial agujero de seguridad y, además, puede acceder a todo lo que ves y haces en el navegador. Incluso complementos aparentemente inocentes pueden filtrar información, romper el anonimato o introducir bugs.

Si aun así decides instalar algún complemento “básico” (por ejemplo, un tema oscuro tipo Dark Reader o una extensión para forzar HD en YouTube), hazlo sabiendo que te alejas del perfil estándar de usuario Tor y que aumentas la superficie de ataque. En entornos de riesgo alto, mejor ceñirse al paquete que ofrece Tor Browser “de fábrica”.

Modo oscuro, capturas de pantalla y otros detalles de uso

Tor Browser para Android incluye su propio modo oscuro, pensada para reducir el cansancio visual y ahorrar un poco de batería en pantallas OLED. Para activarlo:

  • Abre Tor Browser en tu móvil Android.
  • Pulsa en los tres puntos de la esquina inferior derecha y entra en Ajustes.
  • Dentro de la sección General, ve a Personalizar > Tema y selecciona la opción Oscuro.

Por seguridad, el navegador viene de serie con la captura de pantalla deshabilitada. Si quieres permitirla (por ejemplo, para guardar una configuración o un enlace), entra en Ajustes, baja hasta la sección de opciones avanzadas y activa “Permitir capturas de pantalla”. Valora bien si realmente te compensa hacer pantallazos de ciertas webs.

Configuración avanzada de conexión: puentes, proxies y censura

En muchos países o redes corporativas, el tráfico hacia los nodos públicos de Tor está bloqueado o fuertemente monitorizado. Para estos casos existen los puentes (bridges) y los transports ofuscados, que permiten camuflar la conexión.

Qué son los puentes y cuándo usarlos

Un puente Tor es básicamente un nodo de entrada que no figura en las listas públicas de relés. Al no estar publicados, resultan más difíciles de bloquear sistemáticamente por parte de un gobierno o un proveedor de Internet.

Cuando te conectas normalmente a Tor, tu ISP puede ver que tu dispositivo habla con una IP conocida como nodo de Tor, aunque no vea el contenido. Si quieres que ni siquiera sepan que estás usando Tor, o tu red está censurada, activar puentes es una capa extra de protección.

El problema es que, al no ser públicos, no es tan trivial conseguir puentes fiables. Opciones habituales:

  • Usar los puentes integrados (como obfs4 o Snowflake) que ofrece el propio Navegador Tor en el menú de “Configuración de conexión”.
  • Solicitarlos mediante bots oficiales en Telegram como @getbridgesbot (para obfs4) o comandos específicos para WebTunnel.
  • Levantar tu propio puente privado en un servidor de confianza, si tienes conocimientos técnicos suficientes.

En escenarios como Belarus u otros países con bloqueos fuertes, el Tor Project recomienda probar primero la conexión directa y, si falla, cambiar a puentes obfs4, WebTunnel o Snowflake desde los ajustes del Navegador Tor.

Snowflake en Android: cómo activarlo

Snowflake es un puente muy particular que utiliza voluntarios distribuidos y WebRTC para canalizar tráfico Tor de forma disfrazada. Para usarlo en Tor Browser para Android:

  1. En la pantalla inicial de conexión, pulsa en “Configurar conexión” en lugar de “Conectar”.
  2. Ve a la sección “Conexión” en Ajustes.
  3. Entra en “Configuración de Puente” y activa la opción de “Utilizar un puente”.
  4. Selecciona “Snowflake” dentro de los tipos de puente disponibles.
  5. Vuelve a la pantalla principal y pulsa “Conectar”.

Si estás en escritorio, el proceso es similar desde el menú de Ajustes, buscando la sección de Puentes y eligiendo Snowflake entre los integrados.

Uso de proxies y puertos personalizados

En algunas redes con cortafuegos estrictos solo están abiertos determinados puertos de salida (por ejemplo, 80 y 443). En ese caso, desde las opciones avanzadas de Tor o a través de Orbot puedes:

  • Configurar un proxy HTTP/SOCKS corporativo para que Tor salga a Internet a través de él.
  • Ajustar los puertos permitidos para que el tráfico de Tor se mimetice con tráfico HTTPS legítimo.

Ten en cuenta que, si te apoyas en un proxy corporativo, ese proxy sí verá que te conectas a un nodo Tor o a un puente, aunque no pueda leer el contenido cifrado de los paquetes.

Orbot y la “torificación” avanzada de apps en Android

Tor Browser protege lo que haces dentro del propio navegador, pero muchas veces te interesa que todas o algunas apps del teléfono usen Tor para salir a Internet. Ahí entra en juego Orbot.

Qué es Orbot y cómo funciona

Orbot es una app gratuita para Android que actúa como proxy y punto de entrada a la red Tor. Proporciona varios métodos para enrutar tráfico:

  • Modo VPN: Android cree que está conectado a una VPN, pero en realidad todo el tráfico de las apps seleccionadas se enruta por Tor.
  • Proxy SOCKS/HTTP local: aplicaciones que permiten configurar un proxy pueden apuntar a 127.0.0.1:9050 o 127.0.0.1:8118 y salir por Tor.
  • Proxy transparente (en algunos dispositivos y con permisos avanzados): redirige automáticamente parte del tráfico sin configuración en cada app.

Con esto puedes torificar apps de mensajería, navegadores secundarios, clientes de correo, mapas y casi cualquier aplicación que genere tráfico web, con la limitación de que algunas no funcionan bien detrás de Tor.

Configurar Orbot paso a paso en modo VPN

Para usar Orbot de forma avanzada, lo más práctico para la mayoría de usuarios es tirar del modo VPN:

  1. Instala Orbot desde Google Play, F-Droid o la web oficial y ábrelo.
  2. Sigue la introducción y acepta los permisos que te pida (especialmente, permiso para crear una conexión VPN).
  3. En la pantalla principal, activa la opción “VPN Mode”.
  4. Pulsa sobre el icono de ajustes para ir a la lista de aplicaciones.
  5. En “Seleccionar apps”, marca las aplicaciones que quieras enrutar por Tor. No es necesario que marques todas; a veces interesa que solo algunas utilicen Tor.
  6. Vuelve a la pantalla principal y pulsa el botón grande de encendido. Verás cómo comienza la conexión a la red Tor.

Cuando el icono de la cebolla se ponga en verde o Orbot indique que está conectado, el tráfico de las apps seleccionadas empezará a salir por la red Tor.

Verificar que una app está pasando por Tor

Para comprobar si realmente estás enroutando tráfico a través de Tor con Orbot, puedes:

  • Abrir un navegador configurado para usar el proxy de Orbot o torificado por el modo VPN, y visitar https://check.torproject.org para ver si detecta Tor.
  • Usar una app que muestre tu IP pública y revisar si la IP coincide con un nodo de salida de Tor (normalmente aparecerá como ubicada en otro país).

Si sigues viendo tu IP real, revisa la lista de apps marcadas, la configuración del proxy (si es el caso) y que Orbot esté realmente conectado.

Beneficios y limitaciones de torificar apps

Torificar aplicaciones en Android con Orbot te aporta ventajas claras:

  • Anonimato adicional: ocultas tu IP real frente a los servidores de las apps y tu proveedor.
  • Acceso a servicios bloqueados: puedes utilizar apps que, de otro modo, estarían restringidas geográficamente o bloqueadas en tu país o red.
  • Menos rastreo: reduces la capacidad de las empresas para seguir tu ubicación y tus hábitos a través de la IP.

A cambio, hay que tener claras varias limitaciones:

  • Velocidad menor: Tor enruta el tráfico por varios nodos, así que notarás más latencia y menor velocidad, sobre todo con vídeo en streaming o descargas pesadas.
  • Compatibilidad irregular: algunas apps no soportan bien proxies o conexiones no directas, y pueden fallar o perder funciones (notificaciones push, streaming en tiempo real, etc.).
  • No es una solución mágica: seguirás estando expuesto si compartes datos personales, inicias sesión con tu identidad real o usas apps que combinan identificadores de dispositivo y cuentas nominales.
Beneficios de usar Tor en Android: más allá del anonimato básico

La lista de ventajas puede no ser larguísima, pero las que hay son potentes. Usar Tor Browser y/o Orbot en Android permite:

  • Navegar con identidad oculta: tu IP real no llega a las webs destino y tu proveedor no sabe qué páginas exactas visitas.
  • Viajar con tráfico cifrado a través de varios nodos, lo que complica interceptar y analizar tus comunicaciones.
  • Acceder a servicios .onion y a contenido de la Deep Web que solo es accesible a través de la red Tor.
  • Esquivar bloqueos geográficos o censura gubernamental y corporativa en redes que filtran contenido.

Eso sí, la seguridad no viene solo por usar Tor: tu comportamiento como usuario es clave. De poco sirve el cifrado de múltiples capas si luego te conectas a tu correo personal, subes selfies o descargas ficheros ejecutables al tuntún.

Problemas frecuentes con Tor Browser en Android y posibles soluciones

Algunos usuarios de Android se encuentran con situaciones en las que Tor Browser se conecta a la red Tor pero no carga páginas, mostrando errores tipo “El servidor proxy rechazó la conexión”.

En ciertos casos, este problema se ha observado tras actualizar el sistema operativo. El navegador reporta conexión exitosa a Tor, pero el tráfico HTTP/HTTPS no se canaliza correctamente. Una pista importante que se ha detectado es que el fallo aparece cuando se cambia de aplicación: mientras se permanece dentro de Tor Browser, todo funciona; al enviarlo a segundo plano y volver, empiezan los errores.

Algunas recomendaciones prácticas:

  • Asegúrate de que Android no está aplicando restricciones agresivas de ahorro de batería a Tor Browser. Desactiva optimización de batería para la app.
  • Evita usar limpiadores de RAM o gestores de tareas que cierren procesos en segundo plano.
  • Si estás utilizando Orbot junto con Tor Browser, revisa que no haya conflictos entre el cliente Tor integrado del navegador y el proxy de Orbot. En muchos casos es mejor usar Tor Browser “solo” para la navegación.
  • Si el problema apareció tras una actualización, prueba con la versión estable más reciente o la versión Alpha del navegador para ver si el bug está corregido.

Cuando Tor Browser funciona bien en primer plano pero falla al alternar apps, estás probablemente ante un problema de gestión de procesos del propio Android. Ajustar las políticas de ahorro de energía y, en última instancia, reportar el bug al Tor Project puede ayudar a que lo solucionen en versiones posteriores.

Sitios relativamente seguros para empezar a navegar con Tor

Una vez que tienes tu Tor Browser y/o Orbot bien configurados, lo normal es preguntarse “y ahora, ¿a dónde entro?”. La Deep Web no tiene Google tal y como lo conocemos, así que toca ir tirando de índices, buscadores alternativos y enlaces compartidos.

Hay una serie de sitios que suelen considerarse puntos de partida menos problemáticos (aunque nunca hay garantías absolutas):

  1. Hidden Wiki: uno de los índices de sitios .onion más conocidos. Es útil para descubrir servicios, pero hay que ir con mucho ojo porque incluye enlaces a opciones claramente ilegales. No entres a cualquier cosa por curiosidad.
  2. Onion List: otro directorio de servicios .onion con descripciones y categorías. Igual que con Hidden Wiki, conviene seleccionar con criterio.
  3. DuckDuckGo: buscador de la web “clásica”, accesible también vía Tor, que se caracteriza por no registrar tus búsquedas ni tu perfil. Es ideal para buscar contenidos fuera de .onion sin perder privacidad.
  4. Torch: uno de los buscadores específicos de la red Onion, con más de un millón de sitios indexados. Útil para localizar servicios .onion concretos.
  5. Not Evil: otro buscador orientado a devolver resultados benignos y legales, filtrando en lo posible contenido problemático.
  6. Tor Metrics: portal del propio proyecto Tor donde puedes consultar estadísticas, número de usuarios, nodos, tráfico, puentes y otros datos técnicos de la red.
  7. Proton Mail: servicio de correo cifrado muy popular que también ofrece acceso a través de servicios .onion para mejorar anonimato y resistencia a la censura.
  8. TorBox: otro servicio de correo anónimo accesible desde la red Tor.
  9. Facebook vía .onion: la red social ofrece un enlace .onion oficial para que usuarios de países con fuertes bloqueos puedan conectar con mayor privacidad. Obviamente, iniciar sesión con tu cuenta real elimina el anonimato, pero ayuda a esquivar censura.
  10. Deep Web Radio: directorio de radios online y streaming de música accesible desde Tor, perfecto para probar la conexión sin meterte en berenjenales.
  11. Cebolla Chan: foro en español muy utilizado dentro de la red Onion, con multitud de conversaciones. Como en cualquier foro anónimo, hay contenido de todo tipo; conviene filtrar con cabeza.
  12. Hidden Answers: otro espacio de preguntas y respuestas, también con gran presencia de usuarios hispanohablantes, donde se tratan temas generales relacionados con la red Tor, privacidad y seguridad.

En todos los casos, aunque estos sitios no son per se maliciosos, no deja de ser una zona de alto riesgo en comparación con la web habitual. Lo ideal es navegar con el nivel de seguridad de Tor bastante alto, sin descargar archivos sospechosos ni fiarse de chollos imposibles o servicios ilegales.

Buenas prácticas de seguridad y advertencias clave en Android

Tor, Orbot y Tor Browser proporcionan anonimato y cifrado, pero la pieza final del puzzle eres tú. Hay una serie de recomendaciones críticas si no quieres tirarlo todo por la borda:

  • Actualiza siempre Tor Browser, Orbot y el propio Android para tener los últimos parches de seguridad.
  • No mezcles identidades: si entras a la Dark Web con el mismo correo, redes sociales o cuentas que usas en tu vida real, tu anonimato se esfuma.
  • Evita iniciar sesión en Gmail, Outlook, etc. desde Tor cuando quieras mantenerte anónimo; son identificadores claros de quién eres.
  • No descargues ni ejecutes archivos dudosos en tu teléfono, especialmente APK, documentos con macros o ejecutables de cualquier tipo.
  • No confíes en la publicidad ni en los “negocios milagro” que encuentres en directorios o foros de la Dark Web.
  • Usa una solución de seguridad fiable en el dispositivo (antimalware, protección en tiempo real) y mantén el sistema libre de apps basura que puedan espiar.
  • Recuerda que solo eres anónimo dentro de las apps que realmente usan Tor. Si navegas con otro navegador o usas otras apps fuera de Orbot, vuelves a estar expuesto.

Con estas pautas y una configuración avanzada bien pensada, Tor Browser y Orbot pueden ser aliados muy potentes para proteger tu privacidad en Android, permitiéndote sortear censura, reducir rastreo y explorar partes de la red que normalmente pasan desapercibidas, siempre que seas prudente con lo que haces, lo que cuentas y lo que descargas. Comparte esta información para que otros usuarios conozcan esta herramienta.

Dura menos de dos horas y es para mí la película más infravalorada de Apple TV

Actualidad en Applesfera - Mié, 10/12/2025 - 18:00

Hay películas que, por alguna razón, te dejan marcado. Y no siempre son las más taquilleras, ni de las que más comentarios generan en redes sociales o en la mesa de una comida entre amigos. Es lo que a mí me ha pasado con 'El canto del cisne', conocida también como 'Swang Song' por su título en inglés.

Se estrenó hace ahora cuatro años y aunque no ha acaparado focos y premios, creo indudablemente que es una de las joyas ocultas del catálogo de Apple TV. Un catálogo en el que se nos acostumbra a dar material del que hablar en formato series, pero que en películas no parece estar tan forjado. Por suerte, esta es una de las excepciones.

Protagonizada por el oscarizado (y sublíme) Mahershala Ali {"videoId":"x8rigng","autoplay":true,"title":"El canto del cisne — Tráiler oficial | Apple TV+", "tag":"el canto del cisne", "duration":""}

'El canto del cisne' es un drama con tintes de ciencia ficción futurista. Pero no es de esas películas que te hace llorar a mares. Si acaso, en su parte final, aunque más que soltar lágrimas, la idea que deja es la de la reflexión. Es una película de las que te hace pensar. De esas que quizás no apetece meterse en vena cada día, pero que de vez en cuando se aprecia.

Está protagonizada por Mahershala Ali ('Green Book', 'Moonlight' o 'Jurassic World: El renacer'), quien interpreta a un músico retirado que trata de lidiar con una enfermedad terminal. En su proceso de despedida, busca redescubrirse a sí mismo y reconciliarse con su pasado.

En Applesfera Había dos formas de hacer la nueva intro de Apple TV: una barata y rápida. Otra mucho más cara y artesanal. Adivina cuál eligió Apple

Aunque el encanto de la película no está solo en su historia, sino en cómo nos invita a acompañar ese viaje íntimo y humano de aceptación y búsqueda de sentido en un futuro distópico. No es una historia grandilocuente, sino una reflexión filosófica sobre lo que es la vida y cómo nos relacionamos. Y hasta qué punto estamos dispuestos a asumir el dolor.

Simplicidad como arma definitiva

'El canto del cisne' cuenta con momentos de calma, pero también pequeñas revelaciones y un retrato muy duro sobre la fragilidad y la fuerza que conviven en una persona que sabe que está próxima a dejar este mundo.

Mahershala Ali y Naomie Harris en 'El canto del cisne'

No esperes giros bruscos en la trama o un final completamente sorprendente. No te haré spoilers, evidentemente, y claro que el final es potente. Pero no es de esas películas que dejan foso por plantear grandes cambios. Y no se echan en falta. Y eso que no llega a las dos horas de metraje, siendo una prueba más de que no hacen falta películas largas para que sean buenas.

En mi opinión, lo que hace que merezca la pena es que tiene un ritmo lento, aunque no cansino. Es casi como si se hubiese planteado para meditar sobre la marcha. Y esto depende en buena parte de la expectativa de la persona que se ponga frente a la pantalla, pero creo que es muy fácil empatizar y sentir las emociones del protagonista en tiempo real.

En Applesfera Si solo puedes ver una serie, que sea 'The Studio', la mejor comedia de 2025 repleta de estrellas de Hollywood que acaba de estrenar Apple TV+

También destaca que no haya elementos en las escenas que distraigan. Ni grandes efectos especiales, ni escenarios grandilocuentes que te hagan perder el foco de la historia. Como la trama, todo es una invitación minimalista a la reflexión.

Si tienes un hueco, póntela y la disfrutarás

No diré que 'El canto del cisne' sea la mejor película que he visto nunca. Ni mucho menos. Pero no he parado de recomendarla en estos años y nadie que la haya visto me quita un ápice de razón al afirmar que es de lo mejor que tiene Apple TV.

Así que sí, te invito a verla. Pero sin prisas, dejándote llevar por su ritmo pausado. No te promete respuestas fáciles ni finales apabullantes, pero sí una experiencia que se queda contigo después de que la pantalla se apague.

Imágenes y vídeo | Apple TV

En Applesfera | Las 20 mejores películas de Apple TV según la crítica y cómo verlas sin pagar un solo euro

En Applesfera | Apple TV vs Apple TV vs Apple TV vs Apple TV. No me he liado al escribir, es una guía en serio

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La noticia Dura menos de dos horas y es para mí la película más infravalorada de Apple TV fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

Whatsapp: lo que tienes que saber sobre tu privacidad y metadatos

Actualidad en Androidsis - Mié, 10/12/2025 - 17:45

Si usas WhatsApp a diario, tu privacidad no solo depende de lo que escribes o de a quién se lo mandas. El verdadero campo de batalla está en los metadatos, esa información invisible que rodea a cada mensaje, llamada o foto que compartes. Aunque la app presume de cifrado de extremo a extremo, hay mucha letra pequeña que conviene entender si no quieres ir a ciegas.

A todo esto se suma la llegada de la inteligencia artificial integrada en la plataforma y funciones como la privacidad avanzada del chat, el envío de fotos en HD o como documento, que añaden nuevas capas de complejidad. Vamos a desgranar, con calma, qué sabe WhatsApp sobre ti a nivel de metadatos, qué hace realmente con esa información, qué riesgos hay en el contexto de la IA y la geopolítica y cómo puedes reducir, en lo posible, tu rastro digital.

¿Qué hace realmente la “Privacidad avanzada del chat” con la IA?

En las últimas semanas se ha viralizado un mensaje que asegura que, si no activas la opción Privacidad avanzada del chat, cualquier inteligencia artificial podría entrar en tus grupos y leerlo todo, ver números de teléfono y hasta cotillear tu información personal. Es falso, pero, como pasa muchas veces, parte de un malentendido sobre una función real.

La realidad es que la IA no puede colarse libremente en tus conversaciones de WhatsApp ni “hackear” tu móvil por arte de magia. No existe un acceso masivo y automático de cualquier IA a tus chats. Lo que sí ocurre es que hay dos maneras concretas en las que una inteligencia artificial puede llegar a ver lo que dices en un chat: porque tú se lo reenvíes o porque la invoques dentro de la propia conversación.

Ahí es donde entra en juego esta nueva opción. La llamada Privacidad avanzada del chat limita la forma en la que se pueden compartir mensajes y fotos desde un chat o grupo, y también la posibilidad de usar algunas funciones de IA dentro de esa conversación, especialmente las de Meta AI. No bloquea a toda la inteligencia artificial del mundo, pero sí frena ciertos usos que podrían exponer más tus mensajes.

Cómo funciona la privacidad avanzada del chat en WhatsApp

Cuando abres un chat o un grupo y pulsas en su nombre, accedes a los ajustes específicos de esa conversación. Dentro de ellos verás la opción Privacidad avanzada del chat, pensada para dar un poco más de control sobre lo que se puede hacer con el contenido que se comparte ahí. Su función principal es impedir que ese contenido salga del chat con facilidad.

Concretamente, al activar esta opción se aplican tres efectos muy claros sobre ese chat o grupo: se desactiva la posibilidad de reenviar mensajes y fotos, se evita el guardado automático de multimedia en la galería de los participantes y se limita que esos mensajes puedan usarse en integraciones de IA, por ejemplo al mencionar a Meta AI.

En un chat normal, cualquier participante puede pulsar sobre un mensaje y reenviarlo a otro contacto o grupo. Con la privacidad avanzada habilitada, esa opción de “compartir” desaparece y ya no es tan sencillo sacar mensajes de contexto o difundir capturas, fotos o notas de voz fuera del círculo del chat. No es infalible (siempre se puede hacer una captura de pantalla), pero pone una barrera más.

También afecta a la típica función que guarda automáticamente en tu móvil todas las fotos y vídeos que recibes. Muchos usuarios ni siquiera recuerdan haber activado eso. Con la privacidad avanzada, las imágenes y vídeos de ese chat dejan de guardarse por defecto, lo que reduce el rastro que dejas en tu almacenamiento local y los riesgos si pierdes el teléfono.

Por último, la propia descripción de WhatsApp aclara que, con esta opción activada, los mensajes de ese chat no pueden usarse en ciertas funcionalidades de IA. Y aquí es donde se mezcla la función con el miedo general a la inteligencia artificial, aunque la protección es bastante más limitada de lo que los mensajes virales dan a entender.

Cómo afecta esta función a la IA dentro y fuera de WhatsApp

En la práctica, hay dos escenarios en los que una IA puede ver tus mensajes de WhatsApp. El primero es el más obvio: cuando tú mismo compartes un mensaje con una IA, ya sea reenviando un texto de un chat a un bot de ChatGPT en WhatsApp, a un asistente de terceros, o copiando y pegando contenidos para pedir explicaciones o resúmenes.

Si esa conversación tiene activada la privacidad avanzada, no vas a poder reenviar directamente los mensajes al bot de IA, igual que no podrás pasarlos a otro contacto humano. A efectos prácticos, es una forma de ponértelo más difícil para sacar información de ese chat y dársela a una inteligencia artificial, aunque siempre te quedará la opción de copiar y pegar manualmente.

El segundo escenario tiene que ver con Meta AI, la inteligencia artificial propia de la empresa matriz de WhatsApp. En algunos países ya se puede escribir @Meta AI dentro de un grupo para hacerle preguntas, pedirle que genere imágenes o resumir parte de la conversación. En cuanto la mencionas, esa IA obtiene acceso al contenido necesario del chat para responder.

Si activas la privacidad avanzada en ese grupo, se bloquea el uso de Meta AI en la conversación. Eso implica que no podrás invocarla ni ella podrá leer lo que se dice ahí. Pero conviene matizar algo importante: esto no impide que Meta, como empresa, pueda usar otros datos agregados o anónimos para entrenar sus modelos, ni afecta a los metadatos que la plataforma ya recoge por diseño.

Además, es clave desterrar una idea: una IA no puede meterse sola en tu WhatsApp y escanear tu móvil para robar datos personales o leer todos tus chats privados. Esa amenaza, tal como se presenta en muchos mensajes virales, simplemente no se corresponde con el funcionamiento real de la app ni con los límites técnicos actuales.

Ciberamenazas en WhatsApp más allá de la IA

Que los bulos sobre la IA sean exagerados no significa que WhatsApp esté libre de riesgos. La aplicación es un imán para ciberdelincuentes por el volumen brutal de usuarios que concentra, y los ataques se apoyan tanto en fallos técnicos como en engañar al usuario de toda la vida.

Entre las técnicas más habituales está el phishing adaptado a mensajería: mensajes que se hacen pasar por bancos, empresas de paquetería o incluso familiares, en los que se te pide un código, que pulses en un enlace o que hagas una transferencia urgente. Muchas veces se basan en haber robado antes la cuenta de un contacto, para que te fíes.

Otro frente muy común es el robo de cuenta: el atacante intenta que le facilites el código SMS de verificación que llega cuando alguien registra tu número en otro dispositivo. Si cae en sus manos, puede tomar el control de tu perfil, escribir a tus contactos como si fueras tú y encadenar fraudes. Aquí la verificación en dos pasos marca mucha diferencia.

Tampoco faltan los casos de spyware y otros tipos de software malicioso distribuidos mediante archivos adjuntos o enlaces trampa. El famoso caso Pegasus usó una vulnerabilidad en las llamadas de WhatsApp para instalar un programa espía sin que el usuario ni siquiera descolgara. El fallo se parchó, sí, pero puso de relieve que ninguna app masiva es infalible.

Además, circulan por tiendas de apps y webs de dudosa reputación aplicaciones “para espiar WhatsApp”, “ver quién se conecta” o “limpiar tus chats” que en realidad solo buscan recolectar tus datos, mostrarte publicidad agresiva o, en el peor de los casos, infectar tu dispositivo. Instalar herramientas no oficiales para WhatsApp suele salir caro en términos de seguridad.

Capas de seguridad y privacidad que ya ofrece WhatsApp

A pesar de todo lo anterior, WhatsApp incluye varias capas técnicas orientadas a proteger al usuario. La más conocida es el cifrado de extremo a extremo basado en el protocolo Signal, que blinda el contenido de mensajes, llamadas y videollamadas entre emisor y receptor.

Este cifrado funciona generando claves únicas para cada conversación y cada dispositivo, de forma que nadie ajeno debería poder leer el contenido cifrado, ni siquiera la propia WhatsApp, si todo se implementa correctamente. Pero ojo: esto protege el texto, las notas de voz o las fotos en tránsito, no todo lo que se genera alrededor.

Otra herramienta clave es la . Consiste en añadir un PIN de seis dígitos que se pide cuando alguien intenta registrar tu número en otro teléfono. Aunque el atacante consiga el código de SMS, sin ese PIN extra lo tendrá mucho más difícil para robarte la cuenta. También puedes vincular un correo para recuperar el acceso si olvidas el PIN.

Desde el panel de privacidad, la app permite definir quién ve tu foto de perfil, última hora de conexión, estado, confirmación de lectura o quién puede añadirte a grupos. Configurar bien estos permisos reduce mucho la exposición innecesaria

Finalmente, la plataforma limita el reenvío masivo de mensajes y marca enlaces potencialmente sospechosos. Esto nació para frenar la propagación de bulos y estafas a gran escala, aunque no sustituye el sentido común ni una actitud crítica ante lo que recibes.

WhatsApp, Signal y el gran agujero: los metadatos

El gran matiz que a menudo se olvida es que el cifrado protege el contenido, pero no todo lo demás. WhatsApp sigue acumulando metadatos de cada interacción que haces en la app, datos que no están cifrados de la misma manera y que tienen un valor enorme para publicidad, investigación policial y, por supuesto, para quienes quieran atacarte.

Entre los metadatos típicos que maneja una plataforma de mensajería se incluyen el número de origen y destino, la hora exacta de envío y recepción, la frecuencia de contacto, la duración de las llamadas, el tipo de archivo que compartes, la dirección IP desde la que te conectas, el país y ciudad aproximados, el modelo de tu móvil, la versión de sistema operativo, el idioma y la zona horaria.

Analizados aisladamente parecen detalles menores, pero cuando se cruzan entre sí se convierten en un retrato muy nítido de tu vida digital. Se pueden inferir tus relaciones más cercanas, tus hábitos de sueño y trabajo, tus desplazamientos, si formas parte de ciertos grupos o colectivos, si estás pasando por una etapa complicada, si cambias de país o de ciudad, etc.

El cuadro se complica aún más si recordamos que WhatsApp pertenece a Meta, la empresa de Facebook e Instagram. Al correlacionar los metadatos de WhatsApp con la actividad pública y privada en redes sociales, es posible construir perfiles extremadamente detallados, valiosísimos para la publicidad segmentada, pero también inquietantes desde la óptica de la vigilancia masiva o la manipulación política.

Expertos en ciberseguridad recuerdan que ya no hace falta leer el contenido de tus mensajes para saber mucho sobre ti. Basta con observar patrones de conexión, redes de contactos y contexto geográfico. Es la materia prima del llamado “capitalismo de vigilancia”, concepto popularizado por la investigadora Shoshana Zuboff para describir un modelo económico basado en extraer y monetizar datos personales a gran escala.

Renegociación de claves y vulnerabilidades: el lado menos visible

Otro punto delicado de la arquitectura de WhatsApp es la renegociación automática de claves de cifrado cuando cambias de móvil, reinstalas la app o un dispositivo lleva tiempo desconectado. Desde el punto de vista del usuario es comodísimo: recuperas tus chats y sigues como si nada.

Sin embargo, desde la óptica de la seguridad pura y dura, cualquier proceso automático de gestión de claves abre un espacio teórico de ataque. Si alguien pudiera interceptar o manipular ese intercambio de claves, podría intentar acceder a mensajes que, en teoría, deberían seguir protegidos. No es sencillo ni está al alcance de cualquiera, pero es un vector que los investigadores señalan una y otra vez.

Al margen del diseño criptográfico, WhatsApp, como cualquier software masivo, no está libre de bugs serios. El caso de la vulnerabilidad que permitía instalar spyware con solo realizar una llamada —aunque el usuario no contestara— es un recordatorio claro: basta un fallo crítico para que millones de dispositivos se conviertan en objetivos potenciales.

Cuando hablamos de una app con más de 2.000 millones de usuarios, la superficie de ataque se vuelve gigantesca. Un exploit aprovechado por un grupo organizado o por servicios de inteligencia puede traducirse en campañas de espionaje de alcance global, con capacidad de filtrar tanto contenido como, por supuesto, toneladas de metadatos.

Metadatos: qué son exactamente y por qué importan tanto

En términos sencillos, los metadatos son “datos sobre los datos”. No describen lo que dices en un mensaje, sino todo lo que rodea a esa comunicación: quién la emite, quién la recibe, cuándo, desde dónde, con qué dispositivo, cuánto dura o qué tamaño tiene el archivo que envías.

Aplicado a WhatsApp, esto abarca cosas como el remitente y receptor (números y grupos), la fecha y hora precisas, la frecuencia y volumen de mensajes, la duración de cada llamada de voz o vídeo, la red desde la que te conectas y detalles técnicos de tu móvil, como el modelo o la versión de la app.

Mirado de cerca, este conjunto de datos permite a proveedores, fuerzas de seguridad o atacantes muy sofisticados mapear redes de contactos, detectar quién es un nodo central dentro de un grupo, inferir si se trata de una relación profesional, personal o política, e incluso deducir rutinas diarias, vacaciones u horarios en los que estás menos pendiente del teléfono.

Para la policía o los servicios de inteligencia, el análisis de metadatos es una herramienta potentísima de investigación y vigilancia. Sin descifrar mensajes, se puede seguir la pista de grupos organizados, trazar la estructura interna de una organización, localizar posibles líderes o vigilar el estado de ánimo de una población en un conflicto bélico.

Algunos expertos, como el investigador Quelic Berga, plantean escenarios inquietantes: imagina guerras pasadas si hubieran existido estos registros detallados de quién habla con quién, dónde vive cada persona, qué ideología parece tener, qué orientación sexual, qué nivel económico. Toda esa información, hoy, existe, se genera de manera continua y queda en manos de empresas y estados, a menudo con un consentimiento del usuario muy discutible.

Metadatos, guerras, geopolítica y capitalismo de vigilancia

Los metadatos de mensajería no solo importan a nivel individual. Tienen un enorme peso geopolítico en contextos de guerra y conflicto. En escenarios como el de Ucrania, el acceso masivo a datos de conexión, ubicación y redes de contactos puede servir para rastrear desplazamientos de población, identificar objetivos de alto valor o monitorizar deserciones y movimientos internos.

La jurisdicción bajo la que operan las grandes plataformas es otro factor clave. Si una empresa tiene su sede en un determinado país, está sometida a sus leyes y puede verse obligada a entregar datos, incluidos metadatos de mensajería. Esto explica maniobras como el intento de Estados Unidos de forzar la venta de TikTok a una compañía local o la decisión de Telegram de abandonar Rusia cuando se le requirieron datos de usuarios ucranianos.

En la Unión Europea, normativas como el RGPD ofrecen, sobre el papel, más garantías y transparencia en el tratamiento de datos. Aun así, muchos investigadores señalan que las grandes tecnológicas explotan fisuras legales y el consentimiento poco informado de los usuarios para seguir monetizando metadatos.

Todo esto encaja con ese modelo de capitalismo de vigilancia en el que los movimientos, relaciones y hábitos de miles de millones de personas se convierten en materia prima para la segmentación publicitaria y la predicción de comportamientos. La máxima “el dato más seguro es el que no se recoge” resume la postura de quienes creen que acumular información en gigantescos repositorios es, en sí mismo, un riesgo estructural.

El caso especial de las fotos: EXIF, geolocalización y WhatsApp

Si hay un contenido especialmente delicado a nivel de metadatos, son las fotos y vídeos que compartimos. Cada vez que haces una foto con el móvil, el archivo suele incluir información EXIF: marca y modelo del terminal, parámetros de cámara, fecha y hora y, si lo tienes activado, coordenadas de GPS con la ubicación exacta.

Esos datos no se ven a simple vista, pero cualquiera que reciba la imagen puede consultarlos con un visor básico y, por ejemplo, averiguar la localización precisa de tu casa, trabajo o colegio de tus hijos si la foto se tomó ahí con la geolocalización encendida. Basta con copiar las coordenadas en un mapa y listo.

WhatsApp, en este punto, tiene un comportamiento interesante. Cuando envías una foto como imagen normal, la app la comprime y, de paso, elimina gran parte de los metadatos EXIF. El archivo pierde calidad, sí, pero también parte de esa información sensible: en términos de privacidad, es menos peligroso.

El problema surge cuando, para mantener la máxima calidad, el usuario manda la foto como “documento” en lugar de como imagen. En ese caso, WhatsApp no toca el archivo: llega íntegro, con toda su EXIF, incluida, en muchos casos, la geolocalización. Es el truco habitual de fotógrafos y diseñadores, pero puede ser un coladero si se hace con personas en las que no confías plenamente.

Desde el punto de vista forense, esto tiene una cara B positiva: peritos y jueces utilizan estos metadatos para verificar la autenticidad de pruebas, confirmar que se captaron en un lugar y fecha concretos o detectar manipulaciones. Pero, en el día a día, es fácil olvidar que estás regalando mucha más información de la que se ve en pantalla.

WhatsApp HD, trucos de envío y cómo proteger mejor tus imágenes

Para contentar a quienes se quejaban de la pésima calidad de las fotos, WhatsApp introdujo la opción de enviar imágenes en calidad HD. Esta mejora conserva más detalle que el envío estándar, sin llegar al peso de un archivo original, y para la mayoría de usos cotidianos es más que suficiente.

Aun así, hay quien sigue recurriendo al envío como documento para no perder ni un píxel. Desde un punto de vista técnico, funciona, pero a nivel de privacidad conlleva el peaje de arrastrar todos los metadatos EXIF. Si no quieres renunciar a la calidad, conviene que al menos desactives la geolocalización en la cámara.

En Android, suele bastar con ir a los ajustes del sistema, entrar en Aplicaciones, buscar la cámara y desactivar la opción de guardar información de ubicación en las fotos. Cada fabricante lo coloca en un sitio, pero siempre hay un ajuste similar. En iOS, la ruta habitual es Ajustes > Privacidad > Localización > Cámara y elegir si permites o no el acceso al GPS.

Si te viene bien conservar la ubicación por temas de organización de recuerdos o para usar funciones de servicios como Google Fotos o Maps, otra solución más pragmática es evitar enviar como documento fotos hechas en lugares sensibles a personas que no sean de total confianza. En esos casos, mejor usar el envío normal o HD, que ya “limpian” parte del EXIF.

Quien quiera hilar más fino puede eliminar metadatos manualmente desde un ordenador. En Windows, por ejemplo, puedes ir a Propiedades > Detalles de una imagen y usar la opción “Quitar propiedades e información personal”. Herramientas como ExifTool permiten incluso hacer un borrado masivo de EXIF vía línea de comandos.

Buenas prácticas para reducir tu rastro de metadatos en WhatsApp

Aunque no puedas controlar todo lo que WhatsApp y Meta recopilan, sí está en tu mano minimizar bastante la huella que dejas. No se trata de vivir paranoico, sino de incorporar ciertas rutinas sensatas cuando usas la app.

Para empezar, suele ser una buena idea usar una VPN confiable al conectarte desde redes públicas o cuando no quieres exponer tu ubicación aproximada basada en la IP. No es una bala de plata, pero dificulta que terceros tracen tan fácilmente tu origen de conexión.

También conviene moderar el uso de funciones que generan más datos de lo necesario, como la ubicación en tiempo real, el envío continuo de archivos pesados o el reenvío indiscriminado de fotos. Si algo no es imprescindible, mejor no hacerlo por inercia. Cuanta menos información circule, menos hay que proteger.

A nivel de permisos del móvil, dedica unos minutos a revisar qué aplicaciones acceden al GPS, a la cámara, al micrófono y al almacenamiento. reduce muchísimo el goteo constante de datos de posición.

Si llevas temas muy sensibles o quieres elevar aún más el listón, puede tener sentido valorar el uso de apps de mensajería con un enfoque extremo en privacidad, como Signal, que intenta limitar al mínimo los datos de metadatos que almacena. No es una solución mágica, pero sí un paso más en la dirección correcta para ciertos usos.

Por último, las organizaciones —empresas, administraciones, colegios profesionales— deberían ser conscientes de lo que implica usar WhatsApp para comunicaciones formales. En algunos casos, quizá tenga más sentido recurrir a canales corporativos con políticas de registro de datos más restrictivas y una gobernanza clara sobre quién puede acceder a qué.

Entender cómo funcionan los metadatos, cómo encajan las nuevas funciones de privacidad avanzada del chat y qué papel juega la IA en WhatsApp te permite usar la herramienta con cabeza: aprovechar las ventajas del cifrado de extremo a extremo, sin perder de vista que cada mensaje viaja envuelto en información invisible que dice mucho sobre ti y que conviene cuidar tanto como el propio contenido. Comparte esta información para que toros sepan los riegos de WhatsApp y los metadatos.

Google Keep: cómo crear y aprovechar etiquetas animadas

Actualidad en Androidsis - Mié, 10/12/2025 - 17:34

Si llevas un tiempo usando Google Keep, seguro que te suena esa mezcla de amor absoluto por su rapidez y cierta rabia por el desorden. Apuntas ideas al vuelo, listas de la compra, fotos, notas de voz… y, cuando quieres darte cuenta, el panel parece un corcho lleno de post‑its pegados sin criterio. Organizar todo eso sin perder agilidad es el gran reto.

La clave está en sacarle jugo a las etiquetas, los colores, las notas fijadas, los recordatorios y algunos trucos extra. Mucha gente habla de “etiquetas animadas” en Google Keep refiriéndose a un sistema de organización que parece vivo: categorías claras, jerarquías simuladas, colores coherentes, extensiones del navegador y buenos hábitos que convierten el caos de notas en un tablero visual muy fácil de leer de un vistazo.

¿Qué son las etiquetas de Google Keep y cómo se comportan?

En Google Keep, las etiquetas funcionan como categorías temáticas que puedes aplicar libremente a cada nota. Una sola nota puede llevar varias etiquetas a la vez, de forma que luego puedas filtrar por una de ellas y ver solo las notas de trabajo, estudios, compras o el tema que te interese en ese momento.

Estas etiquetas se combinan muy bien con otras funciones básicas de Keep: fijar notas en la parte superior, cambiarles el color y añadir recordatorios. Ese cóctel es la base de la organización en la app; sin él, tu muro de notas acaba siendo una lista interminable y plana donde encontrar algo concreto se vuelve un pequeño suplicio.

El gran inconveniente es que, de forma nativa, Google Keep no tiene carpetas ni subcarpetas. Toda la organización descansa en etiquetas lineales, y además existe un límite claro: solo se pueden crear hasta 50 etiquetas diferentes por cuenta. Cuando te acercas a ese tope, la columna lateral se convierte en un listado larguísimo y poco jerarquizado.

Muchos usuarios sienten que las etiquetas son demasiado planas y poco flexibles para organizar proyectos complejos. No hay forma oficial de agruparlas por áreas (Trabajo, Personal, Estudio, Proyectos, Compras, etc.) ni de plegar o desplegar grupos como harías con un árbol de carpetas clásico.

Para compensar esa limitación han surgido varios enfoques: estructuras de nombres con prefijos, trucos de orden alfabético y extensiones de navegador que “rediseñan” la interfaz de Keep sin tocar tus notas ni enviar nada a servidores de terceros.

Qué significa eso de “etiquetas animadas” en Google Keep

Cuando se habla de “etiquetas animadas” en Google Keep, no se están describiendo gif que se muevan ni iconos saltando por la pantalla. Lo que hay detrás del término es la idea de un sistema de etiquetado que parece dinámico: visualmente claro, jerárquico, colorido y fácil de recorrer casi sin pensar.

Una etiqueta se vuelve “animada” cuando no es solo un texto gris perdido en la columna lateral, sino cuando forma parte de una estrategia: nombre coherente, posible jerarquía mediante prefijos, color asociado, combinación con notas fijadas y uso constante en el día a día.

Ese efecto se consigue mezclando lo que ofrece Keep de serie (etiquetas, colores, fijación, recordatorios, búsqueda avanzada) con pequeños trucos y, si quieres ir un paso más allá, extensiones del navegador que simulan etiquetas anidadas. Al final la sensación es que tus etiquetas “cobran vida” porque te guían de verdad a través de tus notas.

Extensiones y trucos para simular etiquetas anidadas

Uno de los deseos más repetidos por los usuarios avanzados de Keep es poder organizar etiquetas como si fueran carpetas y subcarpetas. Google no ha implementado aún esta función, pero algunos desarrolladores se han animado a tapar ese hueco con extensiones para Chrome.

Estas extensiones permiten, entre otras cosas, agrupar etiquetas en niveles, asignarles colores personalizados en la barra lateral y plegar o desplegar bloques de categorías. El resultado es que esa lista interminable de etiquetas acaba convertida en un árbol de secciones mucho más legible.

Lo interesante es que suelen funcionar de forma totalmente local en tu navegador. No cargan tus notas en servicios externos ni modifican tu cuenta de Google: simplemente reordenan cómo se muestra la interfaz de Keep en tu pantalla, como una capa visual por encima.

Quien las prueba suele tener la sensación de que esa jerarquía de etiquetas y colores debería venir de serie. De pronto, puedes tener un bloque “Trabajo” que se pliega y dentro guardar ProyectoA, ProyectoB, Reuniones, Ideas, etc.; otro bloque “Personal” con Familia, Salud, Finanzas; y así con cualquier ámbito de tu vida.

Si prefieres no instalar nada, puedes conseguir un efecto parecido siguiendo un truco muy sencillo: usar prefijos en los nombres de las etiquetas para simular jerarquías. Ejemplos clásicos serían Trabajo/ProyectoA, Trabajo/ProyectoB, Personal/Compras, Estudios/AsignaturaX, etc.

Aunque las etiquetas no se plieguen ni se muestren en forma de árbol, el simple hecho de mantener esta estructura de nombres hace que queden agrupadas visualmente y ordenadas alfabéticamente. Tu ojo capta enseguida a qué bloque pertenece cada etiqueta, y todo resulta menos caótico.

Límite de 50 etiquetas: cómo aprovecharlo sin quedarte corto

Google Keep establece un máximo de 50 etiquetas por cuenta, ni una más. De entrada puede sonar generoso, pero si empiezas a crear etiquetas específicas para cada pequeña cosa, te comerás ese límite antes de darte cuenta.

Para no chocar contra ese tope, conviene diseñar una estructura de categorías antes de etiquetar a lo loco. Una buena idea es partir de unos pocos bloques principales: Trabajo, Estudios, Proyectos personales, Ocio, Salud, Compras, Hogar, Finanzas, etc., y luego decidir qué subniveles necesitas de verdad.

Dentro de esos bloques es útil separar etiquetas “contenedoras” (ámbitos grandes) de etiquetas de contexto. Por ejemplo, Trabajo, Personal y Estudio como contenedores, y otras como Urgente, Idea, Borrador, Reunión o Pendiente para añadir matices sin multiplicar categorías.

Las etiquetas excesivamente concretas suelen ser un problema: una etiqueta tipo lista_compra_sábado_15 apenas tendrá uso fuera de ese día. Generalmente sale más a cuenta usar una etiqueta genérica como Compras o Personal/Compras y especificar la fecha o el contexto en el título de la nota.

Cuando veas que te acercas a las 50 etiquetas y el sistema empieza a hacerse pesado, es muy recomendable hacer una revisión completa y eliminar o fusionar las que casi no usas. Mantener esa lista ligera forma parte de que tus etiquetas se perciban ágiles y “vivas”, en lugar de un cementerio de categorías olvidadas.

Cómo crear y añadir etiquetas a tus notas

A la hora de etiquetar tus notas, Keep te lo pone bastante fácil y te ofrece varias formas rápidas de aplicar o crear etiquetas nuevas, tanto desde la versión web como desde la app móvil.

Una primera opción es usar el menú de cada nota mediante el icono de los tres puntos verticales. Dentro verás la opción “Etiquetas” o “Añadir etiquetas”; al tocarla podrás marcar etiquetas que ya tengas o escribir un nombre nuevo que se añadirá a tu lista automáticamente.

Otra forma, mucho más veloz, es escribir las etiquetas como si fueran hashtags dentro del texto de la propia nota. Basta con teclear el símbolo # seguido del nombre de la etiqueta (#libros, #pelis, #comida, #cosaspendientes…) y Keep detectará ese texto para convertirlo en una etiqueta vinculada a la nota.

Según vayas acumulando contenido, verás que la búsqueda es fundamental: al tocar el icono de la lupa se abre un panel con filtros por tipo de nota, etiquetas y temas frecuentes (comida, películas, música, viajes, lugares, productos…). Eso te permite localizar notas incluso aunque no recuerdes el título exacto.

Para que tus etiquetas parezcan realmente “animadas”, es importante usarlas siempre con coherencia cada vez que creas o editas una nota. Cuanto más sistemático seas al etiquetar, más aliados se volverán los filtros y menos tiempo perderás buscando cosas.

Colores y fondos: cómo dar vida visual a tu muro de notas

Además del etiquetado, Keep te permite cambiar el color de fondo de cada nota o aplicar fondos decorativos. No es solo una cuestión estética: bien usado, el color ayuda a tu cerebro a identificar de un vistazo qué estás viendo sin leer apenas.

En la versión web, entra en keep.google.com y pasa el cursor por la nota que quieras personalizar. Si necesitas modificar varias a la vez, selecciona una con la marca de verificación y ve añadiendo el resto para aplicarles cambios en bloque.

Con una o varias notas seleccionadas, pulsa el botón “Cambiar color” para abrir la paleta de tonos y fondos. Verás distintos colores lisos y algunos diseños decorativos que puedes usar según el propósito de cada nota o tu gusto personal.

Una estrategia muy práctica es asociar cada color con un área concreta de tu vida: verde para trabajo, rosa para asuntos personales, azul para estudios, amarillo para ideas rápidas, naranja para compras, morado para proyectos a largo plazo, y así sucesivamente.

Cuando coordinas etiquetas y colores de forma constante, tu tablero se transforma en un sistema de organización muy visual en el que cada bloque “respira” de un color. Las notas etiquetadas como Trabajo pueden ir siempre en verde, las de Compras en naranja y las de Estudio en azul, de forma que las identificas en una milésima de segundo.

Fijar notas importantes para que no se pierdan

Si acumulas muchas notas, lo urgente y lo importante acaban enterrados debajo de cosas mucho menos críticas. Para evitarlo, Keep permite fijar notas en la parte superior del panel y mantenerlas siempre a la vista.

Para fijar una nota solo tienes que abrirla y tocar el icono de la chincheta o pin en la barra superior. En cuanto lo hagas, pasará automáticamente a la sección “Fijadas”, visible en la parte de arriba de la interfaz tanto en el navegador como en el móvil.

Esta función se combina de maravilla con el resto de elementos: puedes decidir, por ejemplo, fijar solo las notas que usen determinadas etiquetas o colores clave (Trabajo + verde, Urgente + rojo). Así, cada vez que abras Keep tendrás en primer plano justo aquello que no quieres que se te escape.

Si eres de las personas que guardan de todo en Keep, fijar notas casi se convierte en obligatorio, porque te ayuda a separar lo que exige acción inmediata de lo que es meramente informativo. No hace falta borrar ni mover nada: simplemente decides qué se queda clavado arriba.

Carpetas frente a etiquetas: cómo pensar la organización en Keep

Mucha gente llega a Google Keep preguntándose si puede crear carpetas y subcarpetas como en un gestor de archivos clásico. La respuesta corta es que no: Keep no incluye carpetas al uso, solo notas que conviven en un mismo espacio y se agrupan de forma lógica mediante etiquetas.

Las etiquetas actúan como agrupadores lógicos que no encierran físicamente las notas, sino que las conectan con uno o varios temas. En lugar de meter una nota en una única carpeta, le asignas varias etiquetas y luego filtras según lo que te interese.

La gran ventaja de este modelo es que una sola nota puede pertenecer a varios “sitios” al mismo tiempo sin duplicarse. Una idea de proyecto profesional puede tener las etiquetas Trabajo, Ideas y Urgente, y aparecerá en cualquiera de esos filtros.

El inconveniente es que, si vienes de un sistema basado en árboles de carpetas, la lista lineal de etiquetas puede resultar visualmente más caótica. Parece que todo está “suelto”, aunque a nivel de metadatos esté perfectamente clasificado y la búsqueda funcione muy bien.

Por eso tiene tanto sentido combinar etiquetas, colores, notas fijadas y recordatorios. Aunque no existan carpetas físicas, la sensación final es la de un sistema muy estructurado, casi como si tuvieras carpetas invisibles que se activan al aplicar un filtro o al mirar ciertos colores.

Funciones avanzadas que potencian el uso de etiquetas

Tras su apariencia minimalista, Google Keep esconde varias funciones avanzadas que encajan de lujo con un buen sistema de etiquetas. Dominar estas opciones hace que Keep deje de ser un simple bloc de notas y se convierta en una herramienta de productividad bastante seria.

Una de ellas es la capacidad de crear listas numeradas de forma automática escribiendo “1.” o “1)” al comienzo de una línea. Cada vez que pulses Intro, Keep añadirá el siguiente número sin que tengas que escribirlo; al terminar, pulsas Intro de nuevo y se elimina la numeración automática.

También puedes crear listas con casillas de verificación para ir marcando elementos completados. Son perfectas para listas de la compra, tareas de estudiantes, pasos de un proyecto, entregas pendientes o cualquier checklist que quieras ir tachando.

En ciertos contextos, Keep ofrece incluso sugerencias automáticas para completar listas según el contenido. Por ejemplo, al redactar una lista de la compra puede proponerte productos habituales, y en inglés puede sugerir incluso títulos de películas o elementos relacionados.

Todo esto se integra con tus etiquetas: puedes tener listas de la compra etiquetadas como #compras, listas de tareas con la etiqueta de cada proyecto, o listas de estudio con la etiqueta del examen. Gracias a la búsqueda filtrada, es muy fácil concentrarte solo en el grupo de listas que necesitas en cada momento.

No hay que olvidar que Keep forma parte del ecosistema de Google y que todas tus notas se sincronizan en la nube automáticamente. Eso significa que tus etiquetas, colores y recordatorios estarán disponibles tanto en el móvil como en el navegador, sin importar dónde hayas creado cada nota.

Recuperar notas borradas, archivar y mantenerlo todo limpio

Entre tanto contenido es fácil que un día borres una nota por error mientras haces limpieza. Por suerte, Google Keep no elimina las notas de golpe, sino que ofrece un pequeño colchón de seguridad para deshacer meteduras de pata.

Cuando borras una nota, esta no desaparece al instante: primero pasa por un estado intermedio en el archivo y luego a la papelera. Desde el panel lateral puedes acceder tanto a “Notas archivadas” como a la “Papelera” para revisar lo que has ido apartando.

Las notas que llegan a la papelera se mantienen allí durante 7 días antes de ser eliminadas de forma definitiva. Durante ese tiempo puedes restaurarlas sin problema si te arrepientes o si descubres que borraste algo importante con demasiada alegría.

Este sistema te permite mantener tu panel principal bastante despejado sin renunciar a la seguridad. Puedes archivar todo lo que ya no necesitas ver a diario y dejar en portada únicamente las notas activas, mejorando así el papel de tus etiquetas y colores sobre un “lienzo” menos saturado.

Un buen hábito es revisar cada cierto tiempo qué tienes en Archivadas y en la Papelera para decidir qué conservar, qué borrar definitivamente y qué reetiquetar. De esta forma, el sistema se mantiene vivo y adaptado a tus necesidades reales.

Dibujos, anotaciones a mano e imágenes dentro de las notas

Google Keep no se queda solo en el texto: también permite añadir dibujos, anotaciones a mano alzada e imágenes. Esto resulta muy útil para esquemas rápidos, diagramas sencillos, mapas mentales o garabatos que explican mejor una idea que un párrafo.

Para crear un dibujo, solo tienes que ir al menú de la app y seleccionar “Crear dibujo” para abrir un lienzo en blanco. Allí tendrás a tu disposición lápices y bolígrafos de distintos grosores, un rotulador, un subrayador y una goma de borrar para corregir lo que no te convenza.

Además, cuentas con una paleta de 28 colores y 8 tamaños de pincel para personalizar al detalle tus trazos. No es una herramienta profesional de ilustración, pero para notas visuales, esquemas de clase o pequeños mapas de ideas va sobrada.

Un punto especialmente interesante es que Google Keep utiliza tecnología OCR para reconocer texto en imágenes y escritura legible. Si haces una foto de un documento o escribes a mano con buena letra, luego podrás buscar palabras y Keep las localizará aunque estén dentro de una imagen.

Combinando estas posibilidades con el sistema de etiquetas puedes crear colecciones de notas visuales organizadas por temas: por ejemplo, #esquemas para diagramas de clase, #reunión para bocetos de reuniones o #ideas para mapas mentales. Todo quedará perfectamente localizable tanto por etiqueta como por búsqueda de texto.

Recordatorios por fecha, hora y ubicación

Por muy bien que etiquetes tus notas, es fácil que alguna acabe olvidada en un rincón del tablero. Para combatir esto, Keep incluye recordatorios que se activan por tiempo o por lugar, integrándose de forma natural con el resto del sistema.

Para añadir un recordatorio, abre la nota correspondiente y pulsa el icono del lazo o nudo alrededor del dedo en la barra superior. Desde ahí podrás elegir entre un recordatorio basado en fecha y hora concretas, o uno basado en ubicación.

El recordatorio por fecha y hora funciona como una alarma tradicional que suena justo en el momento que has fijado. Es perfecto para tareas con vencimiento claro, citas importantes, fechas de entrega o cosas que sencillamente no se te pueden escapar.

Por su parte, el recordatorio por ubicación se dispara cuando tu dispositivo detecta que has llegado a un sitio concreto, como tu casa, la oficina o el supermercado habitual. Es ideal para notas del tipo “acordarme de comentar X en el trabajo” o “lista de lo que tengo que comprar cuando llegue al súper”.

La gracia está en combinar estos recordatorios con etiquetas y colores: puedes tener notas etiquetadas como #compras vinculadas al supermercado o notas de #trabajo asociadas a la oficina, cada una con un color que llame la atención. Así, lo importante no solo destaca en tu tablero, sino que también te avisa en el momento y lugar adecuados.

Compartir notas, colaborar y convertirlas en documentos

Otra ventaja potente de Google Keep es la posibilidad de compartir notas y trabajar en ellas de forma colaborativa. Viene genial para listas comunes, coordinación familiar, proyectos en equipo o seguimiento de tareas compartidas.

Para compartir una nota, ábrela y pulsa en el menú de los tres puntos para acceder a la opción “Colaborador”. Desde ahí podrás añadir personas de tu lista de contactos que tengan cuenta de Google y todos veréis la misma nota actualizada al instante.

Las notas que compartes muestran la foto de perfil de los colaboradores para que las identifiques al momento. No hay un chat interno como tal, pero los cambios de contenido se sincronizan sin ruido excesivo, lo justo para que todos trabajen sobre la misma versión.

Si una de tus notas se queda pequeña y necesitas un entorno de edición más avanzado, puedes utilizar la función “Copiar en Documentos de Google”. Desde la pantalla principal o desde la propia nota, encontrarás la opción para enviarla a Google Docs con un par de toques.

Una vez en Documentos de Google tendrás acceso a todas las herramientas de formato, estilos, comentarios y colaboración avanzada. De esta forma, puedes usar Keep como punto de partida rápido para ideas y borradores, y desarrollar los textos largos en un entorno más completo sin perder el hilo.

Listas con casillas, personalización extra y otros trucos útiles

Además de todo lo anterior, Google Keep ofrece una serie de pequeños trucos que, combinados con etiquetas y colores, te ayudan a sacarle aún más partido. Son detalles que marcan la diferencia cuando usas la app a diario.

Uno especialmente práctico es la posibilidad de crear listas con casillas de verificación activando la opción “mostrar casillas” al crear una nota. Cada línea se convierte en un elemento marcable, ideal para listas de tareas, control de entregas de estudiantes, seguimiento de un proyecto o cualquier checklist que quieras completar paso a paso.

La personalización visual también tiene su peso: desde el icono de la paleta de pintura puedes cambiar el color de cualquier nota siguiendo un código propio (un color para trabajo, otro para estudios, otro para temas personales, etc.). Esto refuerza el papel de las etiquetas y hace todo mucho más escaneable.

La búsqueda inteligente de Keep también ayuda mucho con la organización, ya que clasifica tus notas según su contenido y muestra bloques de filtros. Al tocar la lupa verás categorías por tipo de nota, por etiquetas y por temas habituales como comida, películas, música, viajes, lugares o productos.

Todo ello se apoya en la sincronización en la nube entre el móvil, la versión web y otros dispositivos. Puedes empezar una nota de voz en el teléfono, seguir con texto y etiquetas en el ordenador y terminar añadiendo una imagen o un dibujo en la tablet, sin preocuparte por perder nada por el camino.

Combinando etiquetas bien pensadas, colores coherentes, notas fijadas, recordatorios, listas, dibujos, colaboración y conexión con Google Docs, Google Keep pasa de ser un simple bloc de notas a un sistema muy completo de organización personal; si además te apoyas en extensiones que simulan etiquetas anidadas y cuidas la forma de nombrarlas, tus “etiquetas animadas” harán que tu muro de notas deje de ser un batiburrillo y se convierta en un panel de control claro, flexible y cómodo de usar cada día. Comparte este tutorial de Google Keep para que más usuarios sepan usar las etiquetas animadas.

Dejó la universidad y acabó en OnlyFans para pagar facturas. Así empieza la nueva serie de Apple TV con Nicole Kidman y Michelle Pfeiffer

Actualidad en Applesfera - Mié, 10/12/2025 - 17:00

Recuerdo que, en los meses previos al lanzamiento de Apple TV, los rumores apuntaban a que la compañía buscaba un catálogo "blanco y familiar", evitando cualquier contenido que pudiera incomodar o asociar su imagen de marca. Se hablaba de líneas rojas en cuanto a violencia o temas controvertidos como el sexo.
La realidad fue que Apple TV tiene el mismo tipo de temas que cualquier otra plataforma de streaming: contenido para niños, adultos, humor, terror... Y su próxima gran apuesta es el ejemplo perfecto de que Apple TV no le teme a nada. La nueva serie tiene una trama que gira en torno a OnlyFans.

Su título es Margo tiene problemas de dinero y, tras ver las primeras imágenes y conocer los detalles, tiene todos los ingredientes para ser uno de los bombazos del año que está a punto de comenzar.

De qué va la historia: OnlyFans y lucha libre

La serie adapta la novela de Rufi Thorpe, que se publicó hace muy poco, en junio de 2024, y que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas. La historia sigue a Margo (interpretada por Elle Fanning), una estudiante universitaria que aspiraba a ser escritora, pero cuya vida da un vuelco total tras tener un hijo con su profesor de inglés.

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De repente, Margo abandona la universidad y se encuentra sola con un bebé, sin trabajo y con una montaña de facturas que no paran de crecer. La solución que encuentra para sobrevivir es abrirse una cuenta en OnlyFans.

¿Y qué piensa su familia? Margo es hija de una ex camarera (Michelle Pfeiffer) y de un ex luchador profesional (Nick Offerman). Para intentar destacar en un mercado saturado, la protagonista decide aplicar los consejos de "storytelling" y el carisma de la lucha libre de su padre al mundo de la creación de contenido para adultos.

Kidman y Pfeiffer: el gran reclamo de la serie

Si la historia ya tiene gancho, la compañía ha logrado reunir a dos auténticas leyendas de Hollywood en la misma pantalla, convirtiéndose en el principal atractivo de la producción:

  • Michelle Pfeiffer tiene un papel central interpretando a la madre de la protagonista, una ex camarera con un pasado complicado que será clave en la vida de su hija.
  • Nicole Kidman es la otra gran estrella del cartel. Aunque Apple mantiene el misterio sobre qué personaje interpretará exactamente, su presencia como actriz y productora ejecutiva ya es garantía suficiente para marcar la fecha en el calendario.

Junto a ellas, Elle Fanning lleva el peso protagonista como Margo y Nick Offerman encaja como un guante en el papel del padre ex luchador. Todo esto bajo el sello de calidad de la productora A24, que ya ha traído éxitos como "Euphoria".

Cuándo se estrena Margo tiene problemas de dinero

Apple ya ha confirmado oficialmente cuándo podremos ver esta historia. El estreno mundial está fijado para el próximo miércoles 15 de abril de 2026. Sí, miércoles en vez de viernes.

La estrategia de lanzamiento será la habitual de la plataforma para sus grandes apuestas: lanzarán los tres primeros episodios de golpe el día del estreno para que nos enganchemos a la trama, y después tendremos un nuevo capítulo cada miércoles hasta completar la temporada el 20 de mayo. En total, serán ocho episodios.

Una recomendación personal mientras esperamos

Como todavía faltan unos meses para abril, dejadme que os haga una recomendación personal, porque Apple tiene para mí la mejor comedia del año: The Studio.

Es una sátira sobre la industria del cine. El protagonista es el jefe de un estudio (una parodia nada disimulada de Universal Pictures) que intenta sobrevivir en un mundo dominado por los caprichos de TikTok y las plataformas de streaming.

La serie es muy "bruta" y tiene cameos de estrellas interpretándose a sí mismas, como Martin Scorsese haciendo de él mismo o Charlize Theron y Ron Howard. Si os gusta ver cómo arde Hollywood desde dentro, llena de dardos envenenados hacia la propia industria, os la recomiendo al 100%. Hay referencias a drogas, sexo, racismo… todo lo que Apple quería evitar, estando finalmente en Apple TV. Una antesala muy divertida para este drama mezclado con comedia que se avecina sobre OnlyFans.

En Applesfera | Apple TV y sus estrenos: las próximas series, películas y documentales que veremos en su catálogo

En Applesfera | Las 19 mejores películas de Apple TV según la crítica y cómo verlas sin pagar un solo euro

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La noticia Dejó la universidad y acabó en OnlyFans para pagar facturas. Así empieza la nueva serie de Apple TV con Nicole Kidman y Michelle Pfeiffer fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

Es como llevar a un técnico de la Genius Bar en el bolsillo: esta app gratuita responde a las dudas técnicas de tu iPhone

Actualidad en Applesfera - Mié, 10/12/2025 - 16:00

Si alguna vez has buscado cómo reparar tu iPhone o has visto los famosos "desguaces" de los nuevos modelos nada más salir, seguro que te suena iFixit. Es una de las plataformas de referencia mundial en reparaciones: venden recambios, publican manuales técnicos de casi cualquier dispositivo que se te ocurra y son los reyes de los desmontajes más detallados.

De hecho, son tan buenos en lo suyo que Apple decidió eliminar su aplicación de la App Store hace diez años. El motivo oficial: violaron el acuerdo de confidencialidad del programa de desarrolladores al publicar el desmontaje de un Apple TV de desarrollo antes de su lanzamiento. Ahora, una década después, han vuelto.

Su nueva app va más allá de los manitas que se atreven a cambiar una pantalla o una batería. Su apuesta sirve para todos y cada uno de los usuarios. Quieren ser el manual de instrucciones técnico que Apple no incluye en la caja. Es como llevar a un técnico de la Genius Bar en el bolsillo 24/7, listo para responder desde una duda sobre una alerta de temperatura hasta guiarte paso a paso en una reparación compleja.

FixBot: un asistente que ve y escucha

Una de las partes más importantes de la nueva app de iFixit es FixBot. Se trata de una IA entrenada con las miles de guías y los más de 100 millones de reparaciones verificadas de la comunidad de iFixit. Lo interesante es que sirve para todo, no solo para "abrir" el móvil.

  • Consultas de software: le puedes preguntar "¿Por qué mi Mac va muy lento?" y te dará una lista de comprobaciones antes de pensar en cambiar piezas.
  • Diagnóstico visual: si ves un fallo físico, como una línea azul en la pantalla o un puerto de carga sucio, puedes hacerle una foto directamente en el chat. La IA la analiza y te dice qué es.
  • Manos libres: si estás haciendo alguna reparación, puedes mandarle notas de voz explicando qué le pasa sin tener que escribirlo.
La sección de batería y cómo activar el análisis "oculto"

Esta es, sin duda, la joya de la corona, aunque requiere que "trabajemos" un poco. La app tiene un apartado de Salud de batería (marcado como Beta) que promete darnos una visión más detallada que los Ajustes de iOS.

Lo curioso es que los datos a veces no coinciden con los de Apple. En las pruebas verás que te da el porcentaje de capacidad y los ciclos exactos utilizados. ¿Es Apple demasiado optimista con sus cifras? ¿O es iFixit quien tiene que afinar? De momento es una incógnita, pero tener una segunda opinión basada en los logs internos siempre está bien.

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Como Apple no permite que las apps lean estos datos automáticamente por privacidad, tienes que compartirlos tú manualmente. Es un proceso de un minuto, pero hay que saber hacerlo (aunque te guían desde la propia app):

  • Ve a Ajustes > Privacidad y seguridad.
  • Baja hasta el final y entra en Análisis y mejoras.
  • Asegúrate de que Compartir análisis del iPhone esté activado.
  • Entra en Datos de análisis.
  • Aquí verás una lista de archivos. Tendrás que entrar en el primero o el segundo. ¿Por qué? Pues porque, si tienes un Apple Watch, tendrás dos tipos de registro. Asegúrate de elegir el del iPhone, lo verás arriba del todo.
  • Después, al icono de compartir (arriba a la derecha) y selecciona el icono de la app de iFixit.

Al hacerlo, la app "traduce" ese código y te genera un análisis visual con la salud de batería, los ciclos y consejos de carga personalizados. Algo diferente a los de Apple en la app Ajustes, pero basados en los mismos reportes. De ahí que iFixit lo marque como una funcionalidad en beta.

La app oficial de Soporte y iFixit: dos apps diferentes para un mismo objetivo

Dicho todo esto, seamos claros: la opción número uno, sobre todo si tu dispositivo está en garantía, siempre debería ser la aplicación oficial de Soporte de Apple. Es perfecta para pedir cita en una Genius Bar, chatear con un agente o comprobar el estado de tus coberturas. Por lo que Soporte Apple no debería faltar en ningún iPhone.

Sin embargo, allá donde no llega el soporte oficial es donde está iFixit. ¿Qué pasa si tu iPhone ya no tiene garantía? ¿O si simplemente tienes curiosidad y quieres diagnosticar el problema tú mismo antes de decidir si llevarlo a reparar? Para todo eso, iFixit es ahora una magnífica segunda opinión. Además, se complementa a la perfección con el programa de autoreparaciones de Apple

Ha pasado una década dependiendo de la web, pero ahora han vuelto con todas las de la ley. La app también incluye su famosa tienda de piezas y un buscador de guías para todo tipo de dispositivos (no solo Apple), pero sinceramente, solo por tener a FixBot para dudas rápidas y poder contrastar la salud de tu batería, ya merece la pena el hueco en la pantalla de inicio.

En Applesfera | Cuánto cuesta reparar el iPhone en España fuera de garantía: precio de pantalla, batería y otros daños

En Applesfera | Mejores accesorios Magsafe para tu iPhone

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La noticia Es como llevar a un técnico de la Genius Bar en el bolsillo: esta app gratuita responde a las dudas técnicas de tu iPhone fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

Google Titan M vs Samsung Knox: seguridad y privacidad al detalle

Actualidad en Androidsis - Mié, 10/12/2025 - 15:45

Como usuario de Android que se preocupa por la seguridad y la privacidad del móvil, es normal que te armes un buen lío cuando empiezas a comparar tecnologías como Google Titan M / Titan M2 y Samsung Knox / Knox Vault. Cada marca vende su sistema como el más seguro, la información está dispersa y, para rematar, hay opiniones muy contradictorias en foros y redes.

En este artículo vamos a desmenuzar con calma qué ofrece realmente cada enfoque: cómo funciona el arranque seguro, la encriptación del dispositivo, la protección frente a malware, la verificación de actualizaciones, el tiempo de soporte y, en general, qué puedes esperar de un Pixel con Titan M2 frente a un Galaxy con Knox. Aprovecharemos también para poner en contexto a Apple, porque muchas comparativas serias de seguridad móvil acaban en la misma conclusión: si buscas el techo en seguridad, el iPhone sigue siendo la referencia, pero eso no significa que no haya diferencias interesantes entre Pixel y Samsung.

Google Titan M vs Samsung Knox: qué es realmente cada cosa

Uno de los mayores líos viene de que Titan M y Knox no son exactamente lo mismo. Titan M (y su sucesor Titan M2) es, ante todo, un chip de seguridad hardware en los Pixel, mientras que Knox es un conjunto más amplio de capas de seguridad que abarcan hardware, sistema, apps y herramientas para empresas.

Google Titan M / Titan M2 es un coprocesador de seguridad integrado en los Pixel modernos (por ejemplo, Pixel 9 con Titan M2). Su función principal es servir como raíz de confianza hardware: valida el arranque, gestiona las claves de cifrado más sensibles, protege credenciales y firma/verifica el firmware y las actualizaciones.

Samsung Knox y Knox Vault van un paso más allá en amplitud: Knox es la plataforma de seguridad de Samsung, que incluye arranque verificado, monitorización en tiempo real del kernel, herramientas para empresas y, en la gama alta reciente, el componente Knox Vault, que es su equivalente al Secure Enclave de Apple o Titan M2 de Google, un entorno aislado para guardar contraseñas, PIN, biometría y claves.

Por eso, cuando comparas “Google Titan M vs Samsung Knox” en realidad enfrentas un chip concreto de Google frente a toda una arquitectura de seguridad de Samsung, que se apoya en hardware (Knox Vault), software (One UI con capas extra), cifrado mejorado y políticas de actualización.

Seguridad de arranque: cómo se aseguran de que el sistema es legítimo

El arranque seguro o secure boot es uno de los pilares de la seguridad móvil moderna: la idea es que, desde el primer bit que se ejecuta al encender el teléfono, todo esté firmado y verificado para impedir que se cuele firmware modificado o un sistema operativo manipulado.

En los Pixel, el chip Titan M / Titan M2 actúa como raíz de confianza. Verifica que el bootloader y el resto de la cadena de arranque no se han alterado. Si detecta algo raro, puede impedir el arranque normal o marcar el sistema como potencialmente comprometido. Además, Titan firma y valida las actualizaciones, lo que hace mucho más difícil que un atacante pueda inyectar firmware malicioso sin que el sistema lo note.

En los Galaxy modernos, Samsung Knox combina arranque seguro, arranque verificado y Knox Vault. El proceso de boot está protegido desde ROM hasta el kernel, pasando por una verificación continua de integridad. Knox añade además monitorización del kernel en tiempo real, de manera que, incluso después de arrancar, sigue vigilando que no se carguen módulos o cambios no autorizados en el corazón del sistema.

Un punto clave a tener en cuenta es que, tanto en Pixel como en Samsung, si desbloqueas el bootloader pierdes parte de estas garantías. En Pixel, el propio Titan M marca el dispositivo como desbloqueado y cambia la forma en que se protegen claves y credenciales. En Samsung, el estado Knox cambia permanentemente cuando se rootea o se desbloquea, deshabilitando ciertas funciones de seguridad y, en muchos modelos, anulando Knox para siempre.

Cifrado y protección de datos: quién guarda mejor tus secretos

Hoy en día, cualquier móvil decente cifra el almacenamiento interno, pero lo que diferencia a sistemas como Titan M2 o Knox Vault es dónde y cómo se custodian las claves que permiten descifrar tus datos. No es lo mismo una clave gestionada solo por software que una enclavada en hardware protegido; para aprender a cifrar tu móvil Android paso a paso.

En los Pixel recientes, Titan M2 almacena las claves más sensibles y las aísla del procesador principal. Esto reduce mucho las posibilidades de que un exploit en Android o en el SoC principal permita extraer secretos como la clave que desbloquea el almacenamiento o las credenciales utilizadas para servicios seguros. Titan también proporciona funciones como sellado de credenciales remotas y protección contra ataques físicos avanzados.

En la parte de Samsung, Knox Vault crea una zona aislada de alta seguridad donde se guardan contraseñas, PIN, datos biométricos y ciertas claves de cifrado. Funciona en un procesador y memoria separados, con sensores que vigilan intentos de manipulación física (variaciones de temperatura, voltaje, ataques láser, etc.). Si algo se sale de lo normal, el sistema puede bloquear el acceso o invalidar claves. También conviene conocer ataques como BrutePrint, el ataque a la huella, que desafían la seguridad biométrica en móviles.

Samsung incorpora además funciones como Knox Enhanced Encrypted Protection (KEEP), que ofrece espacios de almacenamiento cifrados por app o por perfil, muy útil sobre todo en entornos profesionales donde se quiere separar a rajatabla la información personal de la corporativa. A esto se suma el uso de cifrado resistente a futuros ataques cuánticos en Wi‑Fi, lo que refuerza aún más la comunicación inalámbrica.

Al comparar ambos, se puede decir que tanto Titan M2 como Knox Vault proporcionan un nivel de cifrado y custodia de claves muy alto, muy por encima de lo que ofrece un Android barato sin coprocesador de seguridad. La diferencia práctica para un usuario medio es reducida, pero para empresas o perfiles de alto riesgo, los detalles de implementación y certificaciones pueden inclinar la balanza hacia uno u otro fabricante.

Protección frente a malware, apps maliciosas y spyware

Uno de los grandes miedos actuales es el malware móvil: troyanos bancarios, spyware, aplicaciones que roban datos y demás fauna. Aquí la diferencia entre plataformas se nota mucho, porque Android, por su apertura, sufre una presión mucho mayor que iOS.

En el ecosistema de Google, los Pixel cuentan con Google Play Protect, que analiza de forma continua las apps de Google Play y del propio dispositivo en busca de comportamientos sospechosos o malware conocido. Esta herramienta se apoya en sandboxing por app y en permisos refinados para limitar lo que cada aplicación puede hacer, reforzando así la seguridad a nivel de sistema.

Sin embargo, las cifras recientes muestran que el malware en Android ha crecido de forma muy agresiva, con incrementos de infecciones del 151 % en algunos periodos y picos del 147 % en spyware. La apertura del sistema, la posibilidad de instalar APK de cualquier parte y la fragmentación de versiones hacen que Android sea un objetivo muy jugoso para atacantes.

Samsung se monta sobre esa base de Android pero añade capas extra con Knox. Incluye protecciones adicionales contra apps desconocidas, opciones como Auto Blocker que limita la instalación de aplicaciones desde orígenes no verificados, inspecciona extensiones y bloquea comportamientos anómalos. También integra funciones específicas como Samsung Message Guard, diseñada para bloquear ataques de tipo “zero‑click” a través de mensajes e imágenes, sin que tengas que pulsar en nada.

Un caso real que ilustra la situación fue un ataque reciente contra dispositivos Samsung utilizando archivos DNG maliciosos enviados por WhatsApp. Esos archivos aprovechaban una vulnerabilidad (CVE-2025-21042) para instalar spyware llamado LANDFALL sin interacción del usuario, un ejemplo de software espía. Samsung reaccionó con un parche en la actualización de abril de 2025, pero el episodio deja clara la importancia de instalar las actualizaciones de seguridad nada más salir.

Privacidad de datos: quién se queda con tu información

La otra cara de la seguridad es la privacidad: no solo importa que nadie pueda hackear tu móvil, sino también quién recopila tus datos y cómo se procesan. Aquí entran en juego las políticas de Apple, Google y Samsung, y cómo construyen sus ecosistemas.

Apple apuesta por un modelo centrado en el dispositivo: muchos datos se procesan y se guardan localmente. Elementos como fotos, mensajes o contraseñas permanecen en el iPhone, protegidos por el Secure Enclave y por cifrado fuerte. Apple dice limitar al máximo la recopilación de datos personales y ofrece controles de seguimiento entre apps muy visibles, lo que contribuye a la fama de que el iPhone es el rey en privacidad móvil.

En el caso de Android, y por tanto de los Pixel, Google se apoya mucho más en la nube. Tu móvil envía información a los servidores de Google para mejorar servicios como mapas, búsqueda por voz o recomendaciones. Se utilizan canales cifrados y políticas de seguridad avanzadas, pero el flujo de datos hacia la nube es bastante mayor que en iOS. A cambio, se obtienen funciones inteligentes integradas de forma muy profunda en el sistema.

Samsung, al montar su capa One UI sobre Android, añade su propio enfoque: por una parte, Knox Vault protege localmente la información más delicada (biometría, claves, contraseñas), y por otra, la compañía ha ido incorporando bloqueos a la instalación de apps de fuentes desconocidas por defecto y más transparencia en permisos. Aun así, la cantidad de software preinstalado y servicios de Samsung significa que, si quieres minimizar la huella de datos, tendrás que desactivar o eliminar bastante bloatware y recordar los riesgos de seguridad y privacidad asociados a ciertas apps.

La realidad es que, aunque desactives muchas apps de Samsung, no vas a conseguir el mismo nivel de control y simplicidad que ofrece un Pixel o un iPhone “limpio”. Y si vas un paso más allá y comparas con iOS, gran parte de la comunidad de seguridad coincide: en privacidad pura y dura, Apple sigue algo por delante, gracias a la combinación de hardware aislado, cifrado agresivo y un ecosistema mucho más cerrado.

Controles de privacidad para el usuario

Más allá de lo que hace cada empresa por su cuenta, es clave mirar los controles que te dan a ti como usuario para revisar qué datos se comparten, qué permisos usan las apps y cómo puedes limitar todo eso en el día a día.

En iOS, dispones de un panel de privacidad muy visual donde se ve qué apps accedieron a la localización, cámara, micrófono o fotos, y en qué momento. Puedes revocar permisos con un par de toques, recibir avisos cuando una app intenta acceder a algo que no debería y eliminar la información de ubicación de las fotos antes de compartirlas.

En Android, Google ha ido incorporando una Privacy Dashboard similar en las últimas versiones: puedes consultar qué han estado haciendo las apps con tus permisos y localización, así como ajustar accesos de forma granular (solo mientras se usa la app, siempre, preguntar cada vez, etc.). Los Pixel, al ser la referencia de Google, suelen ser los primeros en recibir estas mejoras.

En los Samsung Galaxy, One UI añade una capa extra: herramientas como Auto Blocker, que impide la instalación de apps de orígenes dudosos y puede borrar metadatos de ubicación en fotos, o Message Guard, que vigila archivos recibidos en apps de mensajería para reducir ataques invisibles. Todo ello se integra en un panel de Seguridad y Privacidad donde se centralizan ajustes clave.

En la práctica, tu nivel de privacidad depende mucho de si te tomas el tiempo de revisar estos paneles y de ajustar los permisos con cabeza. Tanto en Pixel como en Samsung tienes herramientas suficientes para protegerte bien, pero requieren algo más de atención que en iOS, donde el modelo cerrado y los avisos constantes empujan más al usuario a mantener un perfil prudente.

Actualizaciones de seguridad y vida útil de los dispositivos

Un móvil puede tener el mejor chip de seguridad del mundo que, si no recibe parches de seguridad con rapidez y durante años, acabará siendo vulnerable antes de tiempo. Aquí entran en juego las políticas de actualizaciones de Apple, Google y Samsung.

Apple suele dar soporte de entre seis y siete años a sus iPhone, tanto en grandes versiones de iOS como en parches de seguridad. Esto hace que incluso un iPhone de segunda mano sea una opción muy sólida para quien busca seguridad y privacidad en el largo plazo, algo que muchos expertos recomiendan cuando no se quiere o puede ir a por un Pixel nuevo.

Google, con los últimos Pixel, ha pasado a ofrecer hasta siete años de actualizaciones de sistema y seguridad. Esto coloca a los Pixel muy cerca del modelo de Apple en cuanto a vida útil. Además, al controlar tanto el hardware como el software, Google puede lanzar parches de seguridad con bastante rapidez tras descubrirse vulnerabilidades.

Samsung ha ido mejorando de forma notable: en la gama alta y media reciente, ofrece de tres a cinco años de actualizaciones (según modelo) y suele sacar los parches mensuales de seguridad con un retraso razonable respecto a Google. Aun así, la fragmentación de su catálogo provoca que no todos los modelos reciban parches al mismo ritmo, y algunos dispositivos más antiguos quedan fuera antes de lo deseable.

Un ejemplo ilustrativo fue la actualización crítica de septiembre y abril de 2025 en Samsung, donde la compañía instó a los usuarios a instalar cuanto antes los nuevos parches para tapar vulnerabilidades graves. Esto muestra hasta qué punto la rapidez de actualización es esencial: si el fabricante se retrasa o el usuario ignora las notificaciones, se abre una ventana de ataque muy peligrosa.

Seguridad del sistema operativo: iOS, Android puro y One UI

Más allá de los chips y capas añadidas, conviene comparar la seguridad de las plataformas en su conjunto: iOS en el caso del iPhone, Android en los Pixel y la combinación Android + One UI + Knox en Samsung.

Apple diseña su ecosistema para que hardware y software trabajen de forma muy estrecha. El Secure Enclave se integra con el sistema para ofrecer cifrado de extremo a extremo, sandboxing agresivo y controles de memoria muy estrictos, como la llamada Memory Integrity Enforcement, que protege áreas críticas sin penalizar apenas el rendimiento. La compañía tiene un control casi total sobre el ciclo de vida de las apps, revisándolas antes de publicarlas en la App Store.

Android, por su parte, ha mejorado muchísimo en seguridad con los años: aislamiento de procesos, permisos granulares, sandboxing, actualizaciones modulares… Sin embargo, la realidad es que existe mucha fragmentación: distintas versiones del sistema, tiendas alternativas y fabricantes que no actualizan con la misma diligencia. Eso hace que el riesgo general de ataque en Android siga siendo mayor que en iOS, sobre todo en dispositivos de gama baja que apenas reciben soporte.

En este contexto, los Pixel destacan porque Google aplica antes que nadie las novedades de seguridad y controla tanto hardware como software, reduciendo la fragmentación en ese segmento. Siguen sufriendo, eso sí, la exposición natural de Android a más malware y spyware que iOS.

Samsung, con One UI, añade capas de protección específicas (Knox, Knox Vault, monitorización en tiempo real, cifrado reforzado), pero a costa de un sistema algo más cargado y con más componentes que mantener. Para un usuario normal, aporta un plus de seguridad respecto a un Android genérico, pero no llega a eliminar por completo las desventajas de la fragmentación de Android.

Seguridad de las tiendas de aplicaciones

Otro punto clave es cómo de seguros son los ecosistemas de aplicaciones de cada plataforma: App Store en iOS, Google Play en los Pixel y la combinación Play Store + Galaxy Store en Samsung.

Apple mantiene un modelo muy cerrado con revisión previa de cada app, reglas estrictas y verificación de código antes de publicar. Esto reduce drásticamente la entrada de malware en la tienda oficial, aunque no la elimina al 100 %. Además, las apps se ejecutan en sandbox y tienen acceso muy limitado al sistema por defecto, lo que explica por qué hay menos ataques masivos tipo malware en iOS que en Android.

Google Play, utilizada por Pixel y Samsung, aplica Google Play Protect y análisis continuo. No obstante, el volumen brutal de apps, la posibilidad de instalar desde fuera de la tienda y la existencia de mercados alternativos hace que Android siga acumulando más incidentes de malware. Aun así, si te limitas a Play Store y revisas bien los permisos, el riesgo se reduce muchísimo.

En los Samsung Galaxy, además de Play Store, tienes Galaxy Store y otras fuentes posibles. Knox ayuda a contener daños mediante sandbox, cifrado y políticas de seguridad corporativa, pero sigues dependiendo en gran parte de que no instales APK de procedencia dudosa. Muchos ataques grandes en Android empiezan por apps descargadas fuera de los canales oficiales.

Por tanto, en términos prácticos, la combinación de revisión estricta en iOS y menor diversidad de tiendas se traduce en un entorno algo más controlado. Pixel y Samsung pueden ser muy seguros si se usan con cuidado, pero Android da más margen para “romper” ese modelo de seguridad si el usuario no va con ojo.

Hardware de seguridad: Secure Enclave, Titan M2 y Knox Vault

A nivel puramente hardware, las tres grandes plataformas convergen en el mismo concepto: módulos de seguridad aislados del procesador principal para proteger claves, biometría y operaciones criptográficas de alto valor.

En el mundo Apple, el Secure Enclave es un coprocesador independiente que arranca con su propio proceso de boot seguro, con memoria cifrada y verificada constantemente. Las claves de identidad del dispositivo jamás abandonan ese enclave, ni siquiera en forma cifrada. El sistema implementa detecciones de manipulación física y, aunque se comprometa parte de iOS, los secretos del enclave permanecen a salvo.

En los Pixel, Titan M2 cumple una función muy similar: raíz de confianza hardware, verificación de firmware, sellado de credenciales y resistencia a ataques físicos. Gestiona las claves criptográficas importantes y se comunica de forma controlada con el resto del sistema. Investigaciones de seguridad han señalado vulnerabilidades en generaciones anteriores de Titan, pero en general se considera un componente muy robusto, que eleva bastante el listón de la seguridad en Android.

En Samsung, Knox Vault actúa como ese “búnker” hardware dentro del móvil. Dispone de su propio procesador, memoria y mecanismo de arranque seguro, junto con sensores de temperatura, voltaje y ataques físicos. Utiliza un motor criptográfico dedicado y un bus de comunicación cifrado con el resto del SoC. Las claves maestras y los datos biométricos permanecen dentro de este entorno, minimizando el impacto de posibles vulnerabilidades en Android o en One UI.

De cara al usuario final, lo importante es que estas tres soluciones ponen el listón de dificultad muy alto a quien quiera extraer datos de un dispositivo bloqueado, incluso teniendo acceso físico prolongado. Para perfiles de alto riesgo (periodistas, activistas, directivos), elegir un móvil con este tipo de coprocesador de seguridad es casi obligatorio.

Amenazas reales y experiencia de seguridad en el día a día

En la práctica, la mayoría de usuarios no se enfrenta a ataques de laboratorio contra el chip de seguridad, sino a phishing, webs trampa, apps maliciosas y mensajes sospechosos. Aquí es donde se nota cómo de bien están integradas las capas de seguridad en el uso real.

Los datos recientes muestran que los ataques de phishing y web son los más frecuentes, superando el millón de incidentes en algunos periodos analizados. Los hackers se centran en engañar a la víctima con SMS, mensajes en redes o correos que suplantan a bancos, mensajería o servicios populares. Grupos como Scattered Spider se especializan en este tipo de ingeniería social para robar credenciales. También es recomendable revisar y cerrar sesiones de WhatsApp regularmente.

En este contexto, iOS mantiene una tasa de malware relativamente baja gracias a su ecosistema cerrado, pero no es inmune al phishing, que ataca directamente al usuario y no tanto al sistema. Las empresas que despliegan iPhone a gran escala se benefician de un entorno muy controlado, pero igualmente deben formar a sus empleados contra engaños de este tipo.

En Android, la combinación de más malware, tiendas alternativas y posibilidad de sideloading incrementa el riesgo. Google y Samsung han ido reforzando los navegadores, filtros antipishing y protecciones en mensajería, pero aún así los incidentes son cuantitativamente mayores que en iOS. De ahí que la insistencia en no instalar APK desconocidos y revisar permisos no sea un simple consejo, sino una auténtica necesidad.

En el uso diario, un Pixel bien actualizado ofrece una experiencia de seguridad muy sólida: parches rápidos, Titan M2 protegiendo claves, Play Protect vigilando apps y un ecosistema relativamente limpio sin capas de más. Samsung, por su lado, añade valor con Knox Vault, Message Guard y herramientas para empresas, pero al precio de un sistema algo más complejo y con más bloatware que conviene revisar y, en muchos casos, desactivar.

Al final, tu seguridad real no depende solo del chip Titan M o de Knox, sino de cómo usas el móvil, si instalas las actualizaciones a tiempo, de dónde bajas las apps y qué enlaces pulsas. A igualdad de buenas prácticas, un Pixel con Titan M2 o un Galaxy reciente con Knox Vault están a un nivel muy alto; si empiezas a abrir la puerta a APKs aleatorios y desatiendes los parches, ningún sistema te va a salvar del todo.

Se ve que el iPhone sigue marcando el ritmo en seguridad y privacidad global, gracias a su integración hardware‑software y a las actualizaciones largas y homogéneas; los Pixel se han convertido en la opción Android más equilibrada, con Titan M2, siete años de soporte y un sistema relativamente limpio; y los Samsung Galaxy, apoyados en Knox y Knox Vault, ofrecen una plataforma muy robusta, especialmente atractiva en entornos corporativos, siempre que se mantenga al día en parches y se controle bien el bloatware. Para un usuario que duda entre Titan M y Samsung Knox, la clave es valorar cuánto prioriza la limpieza del sistema, la duración del soporte, el ecosistema de apps y su propio comportamiento frente a riesgos como el phishing o la instalación de apps dudosas, porque ahí es donde realmente se decide qué móvil va a ser más seguro en su caso.

En plena crisis de memorias RAM disparándose de precio, la posición de Apple parece privilegiada. De momento

Actualidad en Applesfera - Mié, 10/12/2025 - 14:00

Los fabricantes de memorias están enfrentando como pueden a un aumento de demanda y a multitud de factores que implican aumento de costes y reducción de oferta. La consecuencia: crisis del sector con precios disparándose en ordenadores Windows.

En Apple, y al menos por ahora, no se han computado subidas. Ni siquiera en el MacBook Pro M5 lanzado en octubre, cuando los aumentos de precios ya estaban alcanzando récords. Y aunque por ahora se desconocen sus movimientos, y pese a que el sector no parezca cerca de tocar techo en las subidas, hay razones para ser optimistas con los Mac. O, por lo menos, más que con los PCs Windows.

Qué está pasando con el precio de las memorias RAM

En los últimos años, y especialmente en los últimos meses, el precio de la memoria RAM ha mostrado una tendencia al alza notable que está afectando principalmente al mercado de los PCs. Según informes como los de CTEE, las memorias DRAM han aumentado un 171% en un año. Y según otros informes como los de TrendForce, habrán seguido aumentando entre un 8% y un 13% en este último trimestre del año.

Previsión de subidas de precio para este año de TrendForce

Este aumento en el precio se debe principalmente a que la producción de memoria RAM no ha crecido lo suficiente para cubrir la demanda, que cada vez es mayor por su uso en áreas como la inteligencia artificial. Y ya no tanto a nivel usuario, sino sobre todo en centros de datos.

El encarecimiento de la fabricación y escasez de componentes son elementos que explican la subida de precios

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China también son un factor a tener en cuenta para el acceso a algunos materiales y componentes. Empresas como Samsung, SK Hynix y Micron, líderes en producción de memoria RAM, han tenido que asumir un aumento de costes en la fabricación debido al aumento de las materias primas y energía.

Y como explicábamos anteriormente, es el mercado de los PCs el que ha sufrido más directamente estas subidas. Mientras que Apple ya cobraba a un precio alto los aumentos, en el mercado de Windows lo ha hecho mucho más. Un buen ejemplo es Dell, quienes cobran ahora un extra de alrededor de 550 dólares por pasar de 16 a 32 GB de RAM, a diferencia de los 400 dólares que cuesta ese mismo salto en modelos de Apple como el MacBook Air M4.

Lejos de estabilizarse, las subidas irán a más

Los expertos en la industria indican que, lejos de bajar los precios, estos seguirán subiendo para buena parte de 2026. Aún no se sabe con exactitud en qué momento se estabilizarán, pero no se prevé que ocurra hasta bien entrado el año.

Un informe de IC Insights publicado el pasado año alertaba de que la capacidad mundial para fabricar chips de memoria crecerá "moderadamente" en los próximos años. Otra alerta más para prever que la inflación en los precios de la RAM se mantendrá.

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Y si hablamos de bajadas, no se espera que haya una disminución de los precios hasta, como mínimo, 2027 o 2028. Será entonces cuando entren nuevas tecnologías que hagan más eficiente la producción (como la fotolitografía UVE) que permitan reducir los costes de fabricación.

La posición de Apple es una incógnita (de momento)

Por ahora, no se sabe a ciencia cierta cómo afrontará Apple estas continuas subidas en los costes de memoria RAM. Más cuando en su caso este tipo de memorias se integran directamente en sus procesadores, ya sean para Mac en la serie 'M' o para iPhone en la serie 'A'.

Apple suele tener acuerdos con proveedores como SK Hynix y Samsung para varios años, lo que les permite amortiguar los aumentos de costes y no solo reducir hasta qué punto lo sufren ellos, sino especialmente el usuario final. Por tanto, es posible que en el corto plazo no veamos un aumento significativo (si es que lo vemos).

Ahora bien, si las subidas de precios en el sector persisten más allá de mitad de 2026, algo que por ahora no se prevé, y esto afecta mucho a los márgenes de Apple, no es descartable que hagan un reajuste de precios. Quizás no tanto para modelos "básicos" con 16 GB, pero sí para el salto a configuraciones mayores.

En Applesfera Si quieres comprar un Mac, esta es la guía actualizada para saber cuándo se renovará cada gama

Es un escenario que, aunque completamente distinto al de los aranceles, recuerda al temor que existía por el aumento de precio de los iPhone 17 cuando Estados Unidos empezó a aumentar las tarifas arancelarias a China. Al final no llegó la sangre al río y los precios de los iPhone se mantuvieron (excepto el iPhone 17 Pro de 6,3 pulgadas, que aumentó un 8%).

Por el momento, Apple parece más inclinada a absorber parte del coste o a compensar con mejoras en otros componentes, pero el escenario va cambiando y cualquier cambio importante podría reflejarse en próximos lanzamientos. Por lo pronto, la mirada está puesta en primavera, que es cuando se espera que lancen los MacBook Air con chip M5 y los MacBook Pro con chips M5 Pro y M5 Max.

Imagen de portada | Montaje con fotografías de Wikimedia Commons y Applesfera

En Applesfera | De 1.099 a más de 9.500 euros: así quedan los precios de todo el catálogo de portátiles Apple con el nuevo MacBook Pro M5

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La noticia En plena crisis de memorias RAM disparándose de precio, la posición de Apple parece privilegiada. De momento fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

Cuatro AirTag por menos de lo que cuestan tres: vuelve de oferta el pack para tener localizadas la maleta, mochila o cartera

Actualidad en Applesfera - Mié, 10/12/2025 - 12:30

El localizador de Apple es un accesorio de lo más práctico para tener localizadas nuestras pertenencias a la hora de viajar. Ahora que estamos a nada de la llegada de Nochebuena y, en especial, de la Navidad, el pack de cuatro AirTag puede sernos de lo más útil. Ahora mismo se encuentra de oferta en AliExpress con un descuento directo, pero si además seleccionamos el cupón de cuatro euros finalmente se queda por 80,64 euros.

Un pack que incluye cuatro AirTag

El AirTag es un accesorio muy útil para el iPhone —de hecho, de los más útiles junto a los accesorios MagSafe—. El pack ahora mismo tiene un precio de 80,64 euros, por lo que se queda incluso más barato que si compramos únicamente tres AirTag por separado.

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Este pack incluye un total de cuatro AirTag, por lo que es ideal si queremos colocarlos en diferentes lugares de cara a realizar viajes —aunque también son muy útiles para el día a día—, ya sea en una maleta, en una mochila, en la cartera e incluso en la funda del MacBook.

Los cuatro AirTag que vienen en el pack son resistentes al agua y al polvo (certificación IP67) y se integran a la Red Buscar para lograr una mayor precisión. Además, funcionan mediante una pila de botón que tiene una autonomía de aproximadamente un año y se puede extraer con facilidad.

En Trendencias Este es el bolso bandolera de Parfois que se agotará rápidamente: color granate, elegante y por menos de 20 euros También te pueden interesar estas alternativas

Algunos de los enlaces de este artículo son afiliados y pueden reportar un beneficio económico a Applesfera. En caso de no disponibilidad, las ofertas pueden variar.

Imágenes | Anna Martí en Xataka, Apple

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La noticia Cuatro AirTag por menos de lo que cuestan tres: vuelve de oferta el pack para tener localizadas la maleta, mochila o cartera fue publicada originalmente en Applesfera por Alberto García .

Tráiler de anuncio de The Boys: Trigger Warning

Actualidad en 3DJuegos - Mié, 10/12/2025 - 11:47
Trailer promocional de The Boys: Trigger Warning

What Is Enginefall? Vistazo general al videojuego

Actualidad en 3DJuegos - Mié, 10/12/2025 - 11:32
Trailer promocional de Enginefall

Apocalypse Bromance. Tráiler de Enginefall

Actualidad en 3DJuegos - Mié, 10/12/2025 - 11:29
Trailer promocional de Enginefall

Tráiler de anuncio de Fourteen Years Of Flames

Actualidad en 3DJuegos - Mié, 10/12/2025 - 11:06
Trailer promocional de Fourteen Years of Flames

La mano derecha de Tim Cook se jubiló en Apple. Un mes después tiene nuevo despacho: Disney

Actualidad en Applesfera - Mié, 10/12/2025 - 11:00

Retirarse de la cúpula directiva de una empresa como Apple suena a jugar al golf, navegar por el mar… y, como mucho, dar alguna charla TED. Sin embargo, Jeff Williams ha demostrado tener una idea muy diferente de lo que significa "descansar".

Apenas un mes después de cerrar una etapa de 27 años en Cupertino y entregar el testigo de jefe de operaciones, The Walt Disney Company lo ha propuesto oficialmente para entrar en su consejo de administración. Una pieza más en el rompecabezas del mayor cambio de ciclo que ha vivido Apple en la última década.

Una salida diferente en la "gran fuga" de Apple

Hace poco analizábamos cómo Apple está sufriendo una reestructuración profunda. Hemos visto a directivos de diseño e ingenieros de IA haciendo las maletas rumbo a Meta o a startups, buscando nuevos retos técnicos. Pero el caso de Jeff Williams es distinto.

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James Gorman, presidente de la junta de Disney, busca en él su "liderazgo en la intersección de tecnología, operaciones y diseño". Y tiene sentido: Jeff Williams fue la mano derecha de Tim Cook y, sobre todo, el responsable de que el Apple Watch sea el éxito que es hoy, liderando el proyecto cuando era solo una apuesta arriesgada.

No será un aterrizaje inmediato: la votación oficial será en la junta de accionistas de 2026, donde Jeff Williams se unirá a un consejo de estrellas que incluye a la CEO de General Motors. Además, su experiencia viviendo desde dentro la transición de Steve Jobs a Tim Cook será oro puro para una Disney que, precisamente ahora, está buscando al sucesor definitivo de Bob Iger, que ya tiene 74 años.

Tim Cook y Jeff Williams Apple y Disney: una relación histórica que continúa

Lo interesante de este fichaje es cómo reaviva la conexión entre ambas compañías. Aunque ahora compitan en el terreno del streaming, los lazos entre Apple y Disney vienen de lejos:

El legado de Jobs: cuando Disney compró Pixar en 2006, Steve Jobs se convirtió en el mayor accionista individual de Disney y entró en su consejo. Sin su visión, es probable que Disney no tuviera hoy ni a Pixar ni a Marvel.

La puerta giratoria de Bob Iger: el actual CEO de Disney, Bob Iger, se sentó en el consejo de administración de Apple durante ocho años. La relación era tan estrecha que Bob solo dimitió en 2019, justo cuando el lanzamiento de Apple TV hizo evidente el conflicto de intereses.

Ahora el ex-COO de Apple es quien hace el camino inverso, terminando su etapa en Apple y pasando al consejo de administración de Disney. Seguramente un trabajo mucho más tranquilo que el que tenía en Apple. Por ello, incluso para él puede considerarse una "jubilación".

Además, existe una anécdota que resume bien la filosofía de trabajo de estos ejecutivos. Poco antes de morir, Steve Jobs le dio un consejo a Bob Iger: "Retírate ya y disfruta de las cosas buenas de la vida". Jobs, ya enfermo, quería que su amigo no perdiera el tiempo trabajando hasta el final.

Bob Iger Y Steve Jobs

Bob Iger no le hizo caso. Se retiró en 2020, sí, pero volvió en 2022 para "salvar" a Disney, en un movimiento que recordó al retorno de Jobs a Apple en los 90.

Parece que Jeff Williams ha seguido el ejemplo de Bob en lugar del consejo de Steve. Podría haber optado por un retiro tranquilo tras casi tres décadas de presión máxima, pero ha preferido meterse en el consejo de una de las empresas más grandes del mundo.

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La noticia La mano derecha de Tim Cook se jubiló en Apple. Un mes después tiene nuevo despacho: Disney fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

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