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La vieja regla de internet dice que "si no pagas, eres el producto". Apple acaba de demostrar que se pueden hacer las dos cosas a la vez

Actualidad en Applesfera - Vie, 19/12/2025 - 13:00

Durante años, Steve Jobs defendió una máxima que separaba moralmente a Apple de sus rivales en Silicon Valley: "nuestros clientes no son nuestro producto". Aquella declaración de principios servía para justificar los precios altos de Apple y prometía un refugio digital libre de los anuncios de Google o Facebook.

En 2025, la historia dentro de Apple es otra. Con la división de servicios rozando el 29% de los ingresos totales, Apple ha decidido que la pureza de la interfaz debe dejar algo de paso a la rentabilidad de los anuncios.

La compañía ha confirmado cambios en la App Store y, según los últimos informes, prepara el terreno para llevar la publicidad a Apple Maps en 2026. La era del "jardín vallado" inmaculado ha terminado. Ahora el jardín tiene patrocinadores.

El 65% de las descargas nacen de una búsqueda y Apple lo sabe

El primer paso de esta ofensiva comercial ya es oficial. Apple ha notificado a los desarrolladores una reestructuración en la forma de mostrar publicidad en la App Store, coincidiendo con iOS 26.2. El dato que impulsa esta decisión es que el 65% de las descargas ocurren tras realizar una búsqueda. Hasta ahora, Apple protegía la experiencia limitando los anuncios a la parte superior, pero la nueva normativa permite que las aplicaciones promocionadas aparezcan intercaladas a lo largo de toda la lista de resultados.

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Apple instaurará un sistema de subasta donde el algoritmo decide, en función de la relevancia y la puja, si el anuncio encabeza la lista o se mezcla entre los resultados orgánicos. La distinción entre lo que buscamos y lo que nos quieren vender se difumina. Aunque, eso sí, aparecerá como un resultado patrocinado entre los resultados "reales" del buscador de la App Store.

Anuncios actuales en la App Store Mapas: el siguiente territorio por conquistar

Si la App Store ya está monetizada e irá a más, el siguiente objetivo apunta a la navegación. Mark Gurman ha adelantado que Apple planea introducir anuncios en su aplicación de Mapas a lo largo del próximo año, posiblemente con la llegada de iOS 27. La idea recupera un proyecto que lleva fraguándose desde 2022: permitir que los negocios locales paguen para destacar cuando un usuario busca un restaurante o una ruta, emulando el modelo que ha hecho de oro a su principal rival: Google Maps.

La promesa de Cupertino es que su implementación superará en diseño a la de Google, evitando la saturación y garantizando una "publicidad responsable". Apple busca integrar estos resultados patrocinados de forma que aporten valor y parezcan sugerencias naturales, apoyándose en la inteligencia artificial para asegurar la relevancia.

Mapas todavía sin publicidad en sus búsquedas

Con todo, hay que poner este cambio en perspectiva. A pesar de abrir la mano en la App Store y Mapas, Apple sigue manteniendo servicios como Apple Music o Apple TV como espacios libres de publicidad para el suscriptor. En muchos casos, esa publicidad en la App Store coincide con la app que estabas buscando. Como cuando realizas una búsqueda en Google y te aparece primero el enlace patrocinado y justo debajo el resultado orgánico, siendo ambos lo mismo.

Por lo que, sí, Apple ha decidido ceder más terreno a los anuncios (y sus ganancias), pero de momento parece que el equilibrio entre negocio y experiencia de usuario, aunque más tenso que antes, sigue manteniéndose en pie.

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Una de las mejores alternativas al iPhone 17 ahora mismo es el iPhone 16 Pro. Y mucho más a este precio

Actualidad en Applesfera - Vie, 19/12/2025 - 12:30

Hacerse con un iPhone 17 en las últimas semanas ha sido complicado en la mayoría de tiendas y ya ni hablamos de encontrarlo rebajado. Está claro que es uno de los mejores teléfonos de este 2025, pero su precio puede ser ahora mismo un hándicap para algunos usuarios. Podemos tener una gran alternativa si apostamos por un iPhone 16 Pro, especialmente si lo hacemos en Back Market: lo tenemos disponible por 720 euros.

Una alternativa más económica y que, a este precio, merece mucho la pena

Es cierto que el iPhone 17 mejora en ciertos aspectos al iPhone 16 Pro, pero hay que tener en cuenta la diferencia de precio entre ambos modelos y lo que ofrece cada uno. Además, los reacondicionados de Back Market nos dan ese plus de saber que son dispositivos con 24 meses de garantía y con un período de prueba de 30 días donde podemos probarlos y devolverlos si no estamos conformes. También con facilidades para financiar nuestras compras e incluso envío rápido (ideal para estrenar teléfono en Navidad).

Sabiendo lo bien que envejecen los dispositivos de Apple, es una gran idea apostar por un teléfono de la generación anterior. En esta ocasión, hablamos del iPhone 16 Pro, un teléfono al que le sobra rendimiento gracias al chip A18 Pro y que cuenta con una pantalla de 6,3 pulgadas con 120 Hz muy similar a la del iPhone 17.

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Cuando comparamos un modelo base con un modelo Pro hay otro punto de diferencia bastante evidente: el teleobjetivo dedicado. Tener este siempre nos da más opciones y versatilidad a la hora de tomar fotografías, lo que es un plus si eres de esos usuarios que no para de hacer fotos. 

A todos estos puntos hay que sumarle la diferencia de precio entre el iPhone 17 y el 16 Pro reacondicionado, que es actualmente más de 200 euros. Teniendo en cuenta esto y que va a ser un teléfono que vamos a tener actualizado un buen montón de años, lo cierto es que es una alternativa muy interesante si priorizamos gastar menos sin perder de vista el tener un gran rendimiento y sistema de cámaras.

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Imágenes | Pedro Aznar, Apple

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Nadie ha logrado convencerme de cambiar mi MacBook Air M1. Ahora tengo un candidato para 2026 y es el más barato

Actualidad en Applesfera - Vie, 19/12/2025 - 11:30

La última vez que recibí presiones fue cuando salió el MacBook Air M4. Alguien (ejem) insistió mucho en que quizás con este era ya hora de cambiar mi no-tan-viejo MacBook Air M1. Sobre todo porque es el más básico con 8+256 GB. Y aunque he valorado mucho la idea por cómo han avanzado los Apple Silicon, honestamente no sentía que fuese el momento.

Sigo encantado con su rendimiento, aunque también es cierto que no es el ordenador que más uso, título que se lleva mi Mac mini M2 Pro. Lo uso esporádicamente en casa para alguna tarea básica de edición de textos y cuando viajo. Sin embargo, algunas circunstancias familiares y el horizonte de Apple me invitan a pensar que 2026 será el año. Y no precisamente para adquirir un 'Air', sino el aún misterioso MacBook barato.

El momento perfecto

Siendo mi MacBook un equipo secundario, no es que me sirva una tartaja de hace veinte años, pero tampoco necesito el rendimiento más alto del mercado. Así que el MacBook Air M1, aun con su configuración básica, sigue siendo un buen intermedio entre ambos polos.

Uso de navegador y de procesadores de textos es el uso principal que le doy a diario. Y ni eso, ya que no lo utilizo todos los días. Si viajo y estoy fuera de casa varios días, ahí ya sí que le exijo un poco más, añadiendo edición fotográfica, aunque tampoco esperes grandes alardes. Lo más básico de Photoshop y ya. Y ahí, mi M1 sigue rindiendo que da gusto.

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Lo que ha ocurrido en estos últimos meses es que un familiar muy cercano está empezando a usar su ordenador portátil con más asiduidad por cuestiones de trabajo. Al igual que yo con mi MacBook, no necesita un rendimiento bruto demencial, pero lo cierto es que se le queda muy corto su PC Windows de hace más de diez años y con una configuración muy básica.

Mi MacBook sería perfecto para esta persona y, no nos vamos a engañar, también sería mi mejor excusa para cambiar de ordenador secundario. Como amante de la tecnología que soy, no es que necesite tener siempre lo último, pero a uno siempre le pica el gusanillo cuando ve que van saliendo cosas nuevas. Y lo de 2026 apunta a ser una de esas cosas que desearé probar con mucha ansia.

El momento MacBook (sin apellido)

En el año 2015 Apple hizo una apuesta por un formato de MacBook sin apellido al que conocimos simplemente como MacBook 2015. Con 12 pulgadas y un hardware que, sin ser lo más puntero, era de lo último, trató de conquistar al público que buscaba la mayor versatilidad posible en un portátil sin tener que llevarse un armatoste encima.

Render generado con DALL-E 3

Pero aquel tenía un problema llamado precio. Los 1.449 euros que costaba de base era una barrera enorme para su público objetivo, que bien podría encontrar portátiles que, aunque más grandes, doblaban la potencia y posibilidades de aquel.

En 2026, todo apunta a que Apple mejorará la fórmula. Lo hará con un nuevo modelo que empezó a filtrarse ya en verano y que, en esta ocasión, contará con un precio mucho más reducido. Será el portátil más barato de Apple hasta la fecha, con un precio más cercano al del Mac mini que al del MacBook Air, rondando los 800-900 euros.

Ese recorte en el precio lo hará a costa, fundamentalmente, del procesador. Se rumoreaba ya que sería un SoC como el de los iPhone y ahora ya se ha filtrado que será el A18 Pro, que para quienes no le conozcan, se trata del cerebro de los iPhone 16 Pro.

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Este procesador, como los recientes A19 y A19 Pro puede parecer un simple procesador de bolsillo. Pero nada más lejos de la realidad, pues alcanza un rendimiento que se acerca al de ordenadores portátiles de gama media, especialmente en tareas de un solo núcleo. Tanto que no se aleja mucho del mismísimo M1.

Y sabiendo como sé el uso que le doy yo al portátil, creo que es un candidato ideal. Aunque no por rendimiento y ni siquiera precio. Lo es por la comodidad que, creo, me aportará. Se espera que tenga un panel de 12-13 pulgadas, lo cual lo hará aún más ligero y fácil de transportar que el MacBook Air. Pero es que incluso para usarlo en las rodillas en un tren o en el sofá será más cómodo.

A la vuelta de la esquina {"videoId":"x94qt60","autoplay":true,"title":"MEJORA tu PRODUCTIVIDAD en MAC con estos TRUCOS", "tag":"webedia-prod", "duration":"562"}

Las filtraciones son eso, filtraciones. Indican un momento puntual en un desarrollo sin detrimento de que, por cualquier circunstancia, Apple pueda retrasar e incluso cancelar el plan. Sin embargo, dado que son varias las fuentes que ya apuntan a la primavera, sería una sorpresa esperar más.

Será en marzo-abril cuando se inicie la "época de los productos baratos" de Apple, con el debut, entre otros, de este MacBook. Obviamente queda conocer mucho sobre su hoja de especificaciones, diseño, precio final y, sobre todo, verlo en persona. Pero tiene buena pinta. Tanta que, creo, esta será la última Navidad con mi adorado MacBook Air M1. Suerte que caerá en buenas manos. Y que yo también tendré las mías llenas.

Imagen de portada | Generada con DALL-E 3

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Apple firma la sentencia de muerte del LCD donde más dolía: el último Mac que faltaba ya tiene billete para el OLED

Actualidad en Applesfera - Vie, 19/12/2025 - 10:30

Hace apenas unos meses analizábamos la hoja de ruta de Apple para poner punto y final al LCD de sus productos estrella. Sabíamos que el iPad mini y los MacBook Pro eran los siguientes en la lista, e incluso confirmamos que el iPad de entrada quedaba "sentenciado" a mantener la vieja tecnología. Sin embargo, en esa ecuación había una incógnita: el iMac de 24 pulgadas guardaba silencio, hasta hoy.

Un informe proveniente de la cadena de suministro coreana ha revelado que Apple ya ha movido ficha. Desde Cupertino se han puesto en contacto con sus socios habituales para iniciar el desarrollo de un panel que jubile la retroiluminación en el iMac para siempre. La transición completa al OLED ya tiene a todos sus protagonistas confirmados, aunque la tecnología necesaria para fabricar este último panel implica que tendremos que armarnos de paciencia.

600 nits y una batalla técnica entre Samsung y LG

Según detalla The Elec, Apple ha enviado solicitudes de información (RFI) tanto a Samsung Display como a LG Display. Este paso burocrático es la antesala de cualquier pedido formal. El objetivo es desarrollar un panel OLED de 24 pulgadas que mantenga la resolución 4.5K del modelo actual, pero que eleve el brillo hasta los 600 nits. Es una pequeña mejora respecto a los 500 nits del modelo LCD actual, igualando la luminosidad de la Studio Display, pero con el contraste infinito que solo ofrece una pantalla OLED.

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Respecto a la fabricación, Apple prefiere históricamente la tecnología RGB OLED, pero esta técnica todavía no escala de forma fiable a tamaños de entre 20 y 30 pulgadas. Por ello, la solución pasará por tecnologías híbridas, donde veremos una puja:

  • Samsung propone sus paneles QD-OLED (puntos cuánticos), mientras que LG apuesta por su solución W-OLED. 
  • Ambos fabricantes trabajan en configuraciones de "5 stacks" (cinco capas) para garantizar que el panel tenga la longevidad y el brillo que exige un ordenador de escritorio que pasa muchas horas encendido con elementos estáticos.
El último de la fila: una espera hasta finales de la década

Aunque la noticia confirma que el iMac no se quedará atrás en la era del OLED, los tiempos de desarrollo lo colocan al final de la cola. Si el iPad mini y los MacBook Pro OLED apuntan a 2026, el informe señala que Apple planea completar el desarrollo de los paneles para el iMac entre 2027 y 2028.

Con estos datos sobre la mesa, antes de que llegue esta revolución de pantalla al escritorio, veremos renovaciones del iMac centradas en el rendimiento (con los chips M5). Así queda la hoja de ruta de la transición al OLED según las filtraciones actuales:

Dispositivo

Llegada / Previsión del OLED

Apple Watch

2015

iPhone

2017 (iPhone X)

iPad Pro

2024 (M4)

iPad mini

Previsto para 2026

MacBook Pro

Previsto para 2026

iPad Air

Previsto para 2027

iMac 24"

Previsto para 2027 / 2028

MacBook Air

Previsto para 2028

El plan de Apple para unificar toda su gama "Pro" y media bajo la tecnología OLED avanza, dejando al iPad básico como el único reducto del LCD por una pura cuestión de costes. El iMac cierra el círculo, aunque sea llegando el último a la fiesta.

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El iPhone plegable tiene todo en contra para llegar a tiempo: desarrollo y alta demanda. Pese a todo, hay buenas noticias

Actualidad en Applesfera - Vie, 19/12/2025 - 08:58

Llega septiembre de 2026 y Apple presenta su flamante primer iPhone plegable. Y tú lo quieres. Lo deseas. Lo necesitas. Te mueres de ganas de tener ese iPhone plegable. Pero entonces vas a una Apple Store y te dicen aquello de "espera sentado", aunque no literalmente, ya que se han quedado sin stock hasta 2027.

No es una situación que se haya dado aún por una cuestión de tiempo, pero es probable que ocurra debido a las demoras previstas en la producción y stock del nuevo foldable de Apple que ya lleva años rumoreándose y que, ahora sí, según todos los filtradores, se sabe que llegará el año que viene. El problema estará en su alta demanda. O eso se prevé.

Un iPhone plegable "al estilo iPhone X"

La pasada semana supimos que Apple había encargado ya 22 paneles OLED a sus proveedores con el fin de construir 11 millones de iPhone plegables en 2026. Es lo mínimo que estiman que se venderá en el periodo de septiembre a diciembre.

Tamaños de pantalla filtrados del iPhone plegable (Imagen: AppleHub en X)

Sin embargo, en una reciente entrevista, el analista Ming-Chi Kuo afirma que, aunque las intenciones de Apple siguen estando en lanzar el iPhone plegable en el  último trimestre de 2026, la producción será más lenta que con el resto de iPhone debido a los "desafíos iniciales de rendimiento".

De acuerdo a anteriores filtraciones, y más allá de la particularidad de ser un terminal plegable, este nuevo dispositivo de Apple contará con un sistema de bisagra mejorado respecto a la competencia. Este le otorgará una mayor resistencia y hará que se note menos la arruga central (de hecho se espera que sea imperceptible a la vista), pero también provocará mayores problemas en el proceso de producción.

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De hecho, Kuo afirma que podría seguir una senda similar a la que recorrió en su día el iPhone X. Este se presentó oficialmente el 12 de septiembre de 2017 junto a los iPhone 8 y 8 Plus, pero dados sus problemas de producción, no llegó al mercado hasta el 3 de noviembre de ese año. Y cuando lo hizo, se agotó casi al instante haciendo que no hubiese stock suficiente para cubrir la demanda hasta bien entrado el 2018.

No sabemos si los más de 50 días entre presentación y lanzamiento del iPhone X serán aplicables al plegable, pero ya sabemos que no será extraño que ocurra. Y en teoría tampoco debería ser un problema para las cuentas de Apple si tenemos en cuenta que los iPhone 18 Pro sí se anunciarán y lanzarán en septiembre. No así el iPhone 18 básico, el cual ya se espera en la primavera de 2027.

El precio no parece un obstáculo {"videoId":"x9sv38g","autoplay":true,"title":"1 MES DE USO REAL con el iPHONE 17 PRO MAX: Yo al iPhone le pido MÁS", "tag":"Webedia-prod", "duration":"1146"}

Ni siquiera hace falta una filtración para intuir que el precio de un iPhone plegable será elevado. De serie, ya sabemos que será más que un iPhone 17 Pro Max, que actualmente parten de 1.469 euros. Pero sí, hay filtraciones que además lo aseguran y todas giran en torno a los 2.000 euros/dólares.

Por poner algo de contexto, el Samsung Galaxy Z Fold7 salió por 2.109 euros o el Honor Magic V5 por 1.999 euros. No son productos baratos en ningún caso, por lo que resulta aún menos extraño pensar que Apple estará por esa línea con su flamante plegable.

En cualquiera de los casos, los analistas creen que habrá una alta demanda que, además, servirá para que aumenten las ventas en todo el sector de plegables de otras marcas, el cual ahora apenas supone un 1,4% respecto a los "normales". Y el de Apple, según estudios como los de IDC, podría acaparar un 22% de cuota de ese mercado en su primer año, alcanzando el 34% en 2027.

Imagen de portada | Generada con Gemini

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Galaxy Z TriFold: el primer móvil triple plegable de Samsung

Actualidad en Androidsis - Jue, 18/12/2025 - 23:41

El futuro de los móviles plegables ya no es una promesa lejana: con el Samsung Galaxy Z TriFold, la marca surcoreana ha abierto una nueva categoría que va más allá de los clásicos Fold y Flip, como el primer móvil plegable de OPPO. Estamos ante un dispositivo que se pliega dos veces, que se transforma de móvil de bolsillo a una gran pantalla de 10 pulgadas y que, además, quiere ser tu sustituto real de tablet y hasta de portátil en muchos escenarios.

Este nuevo triple plegable combina hardware de gama ultra, una ingeniería muy refinada y un software muy trabajado para que la experiencia no se quede en lo llamativo del diseño. Desde sus bisagras de titanio hasta la integración de Galaxy AI, pasando por Samsung DeX independiente y una batería de tres celdas, todo está pensado para que no sea solo “un móvil raro”, sino una herramienta de productividad y entretenimiento muy seria, con opciones para personalizar tu móvil.

¿Qué es el Galaxy Z TriFold y por qué es tan especial?

El Galaxy Z TriFold es el primer teléfono triple plegable comercial de Samsung, fruto de una década de desarrollo en la gama de dispositivos plegables y de intentos previos como el ZTE Axon M. Su cuerpo se compone de tres paneles que se doblan hacia dentro, de forma que la pantalla principal queda protegida y, cuando está totalmente desplegado, ofrece una diagonal de 10 pulgadas con resolución QXGA+.

La idea de Samsung con este dispositivo es resolver un problema de la industria móvil que llevamos años arrastrando: cómo ofrecer pantallas grandes para trabajar y disfrutar de contenido sin renunciar a la portabilidad de un móvil. En la práctica, el TriFold se comporta como si tuvieras tres móviles de 6,5 pulgadas pegados entre sí, que puedes usar como una sola pantalla gigante o en varias secciones para tareas diferentes, aprovechando trucos para optimizar apps en plegables.

El formato no es solo un alarde de diseño. Samsung ha reforzado la experiencia con Galaxy AI, Samsung DeX independiente, conectividad de última generación y una construcción muy cuidada, buscando que el TriFold se sienta como un producto terminado y no como un prototipo caro.

Diseño, bisagras y materiales: ingeniería a medida

Para que un móvil se pueda plegar dos veces sin hacerse un ladrillo en el bolsillo, Samsung ha tenido que repensar prácticamente todo el interior. El Galaxy Z TriFold tiene, en su punto más fino, solo 3,9 mm de grosor cuando está completamente desplegado, una cifra que lo sitúa incluso por debajo de muchos móviles planos tradicionales.

El secreto está en una nueva generación de bisagras Armor FlexHinge. En lugar de una, el TriFold utiliza dos bisagras de distinto tamaño con una estructura de doble carril que trabajan coordinadas. Esto permite repartir el peso y los componentes internos de forma equilibrada, lograr un cierre más estable y reducir al mínimo la separación entre paneles al plegarse, lo que se traduce en un dispositivo más delgado y compacto.

El patrón de plegado es particular: el dispositivo se cierra en forma de U y debes empezar siempre plegando el panel izquierdo y después el derecho. Si te equivocas, el móvil no se calla: vibra y muestra un aviso en pantalla indicando que el cierre no es correcto. Puede chocar al principio, pero en pocos minutos de uso el gesto se vuelve natural y sirve para proteger tanto el mecanismo como la pantalla interna.

En la parte exterior, el TriFold combina una carcasa de bisagra de titanio con un marco de Advanced Armor Aluminum, una aleación de alta resistencia que aporta rigidez sin engordar el dispositivo. Este marco está diseñado para que las pantallas no entren nunca en contacto entre sí al plegarse. La parte trasera recurre a un polímero reforzado con fibra de vidrio y cerámica, que ayuda a mantener el grosor bajo control pero mejora la resistencia a grietas y golpes.

La calidad de fabricación se respalda con un control muy meticuloso en fábrica: cada unidad pasa por escaneos por tomografía computarizada (TC) del circuito flexible para asegurar que coincide con el diseño, así como escaneos láser para verificar que todos los componentes están a la altura y posición correctas. La idea es minimizar fallos de montaje en un dispositivo extremadamente complejo.

Pantallas: 10 pulgadas de productividad y cine en el bolsillo

El elemento central del Galaxy Z TriFold es su pantalla principal Dynamic AMOLED 2X de 10 pulgadas, con resolución 2160 x 1584, densidad de 269 ppp y brillo máximo de 1600 nits. Soporta frecuencia de actualización adaptativa de 1 a 120 Hz, lo que permite ajustar el refresco según el contenido para ahorrar batería o lograr la máxima fluidez cuando hace falta; esta frecuencia de actualización adaptativa es clave para el consumo energético en pantallas grandes.

En el exterior, cuando el móvil está plegado, encuentras una pantalla de cubierta de 6,5 pulgadas FHD+ (2520 x 1080, formato 21:9 y 422 ppp), también Dynamic AMOLED 2X, con hasta 2600 nits de brillo máximo y refresco adaptativo de 120 Hz. Esta pantalla es la que usarás para la mayoría de tareas rápidas, notificaciones, redes sociales o navegación ligera cuando no necesites desplegar todo el potencial del dispositivo.

Ambas pantallas ofrecen volumen de color móvil del 100 % en la gama DCI-P3, según las pruebas internas de Samsung, lo que evita colores lavados y mantiene tonos vivos a distintos niveles de brillo. La tecnología Vision Booster ajusta el contraste y la saturación en función de la luz ambiente, algo clave cuando usas la pantalla de 10 pulgadas a plena luz del día.

Para soportar los dos pliegues, Samsung ha rediseñado la estructura de la pantalla interna. Bajo la capa flexible se ha añadido una capa protectora reforzada capaz de absorber impactos, lo que incrementa la resistencia frente a presiones accidentales y al desgaste del uso continuo de apertura y cierre.

En el uso diario, los pliegues están ahí, pero no molestan más de lo que hacen en un Galaxy Z Fold7. Al pasar el dedo puedes notar dónde se encuentran, pero al consumir contenido, ver vídeos o jugar, la vista se acostumbra rápidamente y apenas interrumpen la experiencia. Donde sí se nota más la diferencia con otros plegables es en el formato: con 10 pulgadas, ver series, películas o YouTube con el móvil desplegado se siente muy cercano a una tablet dedicada, con el extra de que puedes ver un vídeo y los comentarios a la vez en la misma pantalla.

Dimensiones, peso y ergonomía: móvil, tablet y algo más

En cifras, el Galaxy Z TriFold mide 159,2 x 75,0 x 12,9 mm plegado y 159,2 x 214,1 x 3,9-4,2 mm desplegado, según el panel que tomemos como referencia. El peso se queda en 309 gramos, sin contar la película protectora preinstalada. No es un móvil ligero, pero teniendo en cuenta que integra lo que prácticamente equivale a una tablet de 10 pulgadas, el resultado es bastante equilibrado.

Al tenerlo plegado, el grosor de 12,9 mm no resulta escandaloso: de hecho, muchos usuarios comentan que es similar a llevar un gama alta con funda gruesa, como un Galaxy S24 Ultra con carcasa robusta. El formato 21:9 de la pantalla externa ayuda a agarrarlo con firmeza y a sacarlo del bolsillo mientras estás sentado, aunque el grosor extra hace que a veces acabes tocando las lentes de la cámara con los dedos sin querer.

Un detalle curioso del diseño es que, una vez plegado, lo que queda mirando hacia ti son las cámaras traseras, no la pantalla externa. Para ver esta última tienes que girar el móvil, lo que en ciertas situaciones rompe un poco la continuidad de uso. Por ejemplo, si estás en una videollamada en la pantalla grande y decides plegar el dispositivo sin colgar, tardas unos segundos más en recolocarte en la pantalla de portada y seguir con la conversación.

Rendimiento de gama ultra: Snapdragon 8 Elite y 16 GB de RAM

En el interior, el Galaxy Z TriFold monta la plataforma móvil Snapdragon 8 Elite para Galaxy fabricada en 3 nm, una versión personalizada para Samsung que prioriza rendimiento sostenido y eficiencia energética. Es el mismo corazón que encontramos en los modelos Galaxy más potentes, adaptado aquí a las exigencias de un formato triple plegable.

El dispositivo se vende en configuraciones de 16 GB de RAM con 512 GB o 1 TB de almacenamiento interno. No hay ranura para microSD, así que conviene elegir bien la capacidad según tu uso (sobre todo si vas a almacenar vídeos, contenido offline o proyectos pesados). Parte de la propuesta de valor se complementa con los 2 TB de almacenamiento en la nube que ofrece Google AI Pro durante seis meses, pero eso no sustituye al almacenamiento local cuando trabajas sin conexión.

La combinación de CPU, GPU y memoria está pensada para mover sin despeinarse multitarea extrema, editores de vídeo, herramientas de productividad y juegos exigentes en esa gran pantalla de 10 pulgadas. Además, Galaxy AI y las funciones de DeX sacan partido de ese músculo extra para procesar tareas de IA de forma local y en la nube.

Cámaras: sensor de 200 MP y zoom versátil

En el apartado fotográfico, Samsung ha optado por un conjunto muy cercano al de sus gamas altas más recientes. En la parte trasera encontramos una cámara gran angular de 200 MP con enfoque automático Quad Pixel, apertura f/1.7, estabilización óptica (OIS), tamaño de píxel de 0,6 μm y campo de visión de 85°. Este sensor permite un “zoom de calidad óptica” 2x aprovechando el recorte sobre los 200 MP, lo que mejora el detalle sin recurrir a un zoom digital agresivo. Si quieres sacar el máximo partido a este tipo de sensores, los consejos para la fotografía con tu móvil son muy útiles.

Junto a la principal hay una ultra gran angular de 12 MP con enfoque Dual Pixel AF, apertura f/2.2, píxeles de 1,4 μm y campo de visión de 120°, ideal para paisajes, arquitectura o escenas en interiores donde quieres abarcar más sin moverte.

Cierra el trío una cámara teleobjetivo de 10 MP con PDAF, OIS, apertura f/2.4, píxel de 1,0 μm y campo de visión de 36°. Ofrece zoom óptico 3x y zoom espacial hasta 30x combinando 3x óptico y 10x digital potenciados por IA Super Resolution. A partir de 3x, la calidad empieza a degradarse, pero sigue siendo útil para capturas ocasionales a distancia.

En el frontal hay dos cámaras de 10 MP: una en la pantalla de cubierta (F2.2, 1,12 μm, FOV 85°) para selfies rápidos y videollamadas con el móvil plegado; y otra en la pantalla principal (F2.2, 1,12 μm, FOV 100°) pensada para videoconferencias y selfies con campo de visión algo más amplio cuando estás trabajando o disfrutando contenido en la pantalla grande.

La experiencia fotográfica se refuerza con Galaxy AI: funciones como Photo Assist, Edición generativa y “Boceto a imagen” permiten retocar fotos, eliminar elementos, rellenar fondos o transformar garabatos en imágenes más elaboradas. Además, la interfaz aprovecha muy bien la pantalla de 10 pulgadas para mostrar comparativas antes/después en paralelo sin sensación de agobio.

Batería de tres celdas y carga rápida

Uno de los retos de un móvil así es alimentar tanta superficie de pantalla sin que la autonomía se desplome. Samsung ha optado por un sistema de batería de tres celdas de 5600 mAh, repartidas en cada uno de los paneles del dispositivo. El valor nominal es de 5437 mAh, y el típico, probado por laboratorios de terceros, se cifra en 5600 mAh. Si buscas comparativas sobre autonomía, modelos como el Nubia Z80 Ultra muestran enfoques distintos sobre capacidad y gestión energética.

Esta distribución permite un reparto de energía más equilibrado y una mejor gestión térmica, clave para que el calor no se concentre en un solo punto cuando estás forzando el dispositivo con DeX, juegos o multitarea avanzada. La autonomía real depende, como siempre, del uso que le des: si pasas horas con la pantalla de 10 pulgadas a 120 Hz y brillo alto, la batería sufrirá más que usando mayoritariamente la pantalla externa.

En carga, el Galaxy Z TriFold es compatible con carga ultrarrápida 2.0 de 45 W. Según las pruebas internas de Samsung, con el cargador oficial de 45 W y cable USB-C de 3A, puede recuperar alrededor de un 50 % de batería en unos 30 minutos, con el dispositivo apagado y sin servicios en segundo plano. También cuenta con carga inalámbrica rápida 2.0 de 15 W basada en el estándar Qi, y con Wireless PowerShare para cargar otros dispositivos compatibles, como relojes o auriculares, simplemente apoyándolos en su parte trasera.

La elección de 5600 mAh puede parecer corta si la comparamos con tablets de tamaño similar, como ciertas Galaxy Tab con más de 8000 mAh, pero hay que tener en cuenta que aquí prima el equilibrio entre grosor, peso y usabilidad. En la práctica, muchos analistas señalan que el resultado es razonable: no es un “maratoniano”, pero sí puedes pasar el día combinando trabajo y ocio si gestionas bien el uso de la pantalla grande.

Software, multitarea y Samsung DeX independiente

Si el hardware llama la atención, es el software el que termina de justificar el formato. El Galaxy Z TriFold llega con Android 16 y One UI 8, una versión de la capa de Samsung especialmente pulida para pantallas grandes y múltiples ventanas. En la pantalla de 10 pulgadas puedes tener hasta tres aplicaciones completas abiertas a la vez en orientación vertical, colocadas una junto a otra, más ventanas flotantes adicionales que puedes redimensionar y mover a tu gusto. Además, existen kits de apps que ayudan a sacar partido a pantallas no convencionales.

Esta forma de trabajar se parece mucho más a la de un PC o un monitor ultrapanorámico que a la de una tablet tradicional. Puedes, por ejemplo, revisar planos en una app de diseño, redactar una propuesta en un procesador de textos y hacer cálculos en una hoja de cálculo, todo simultáneamente, sin tener que estar cambiando constantemente de aplicación. Y si entra una llamada, la puedes contestar sin que se desmonte tu espacio de trabajo; además, otros plegables más compactos, como el Nubia Flip 2, ofrecen alternativas más enfocadas al bolsillo.

La barra de tareas, situada en la parte inferior derecha de la pantalla, muestra las aplicaciones recientes y te permite recuperar de un toque la misma disposición de ventanas que estabas usando, algo especialmente útil cuando alternas entre trabajo y ocio durante el día. Aplicaciones como Mis Archivos o Samsung Health también se han adaptado a la gran diagonal, presentando más información de un vistazo y reduciendo el número de toques necesarios para navegar.

Uno de los puntos fuertes del TriFold es que es el primer móvil Samsung con DeX “independiente”. Es decir, puedes activar DeX directamente en la pantalla de 10 pulgadas sin depender de un monitor externo. Desde el panel de ajustes rápidos, al seleccionar DeX, el dispositivo se transforma en un entorno de escritorio con hasta cuatro escritorios virtuales, cada uno capaz de ejecutar cinco aplicaciones simultáneamente.

Si necesitas todavía más espacio, puedes conectar un monitor externo y usar modo extendido para tener una configuración de doble pantalla. En este modo, es posible arrastrar y soltar aplicaciones entre el TriFold y el monitor, trabajar con ratón y teclado Bluetooth y, en la práctica, imitar la experiencia de un portátil de sobremesa en un formato que sigue cabiendo en el bolsillo.

Galaxy AI y Gemini Live: la IA se adapta al formato triple

La otra gran pata del dispositivo es la inteligencia artificial. Galaxy AI se integra en el TriFold para hacer más fluidas las tareas del día a día aprovechando la gran superficie de visualización y la potencia del Snapdragon 8 Elite. Además de las funciones de edición fotográfica ya mencionadas, encontramos herramientas como “Asistente de navegación” (Browsing Assist), que resume páginas web o traduce contenidos directamente en Samsung Internet, sin tener que copiar y pegar nada.

Gemini Live, la experiencia de IA conversacional de Google en el móvil, también da un salto en este formato. Gracias a la IA multimodal, Gemini entiende lo que ves, dices y haces. Puedes mantener una conversación por voz mientras le muestras la cámara apuntando a una habitación, una página de compras y unas muestras de pintura, y obtener recomendaciones de diseño personalizadas sin salir de la aplicación en la que estabas.

Con la función de compartir pantalla o usar la cámara dentro de Gemini Live, puedes plantear preguntas contextuales sobre lo que aparece en pantalla y recibir explicaciones o sugerencias en tiempo real. La gran pantalla del TriFold facilita que puedas tener la conversación con Gemini, el contenido de referencia y otras apps abiertas a la vez, sin sensación de agobio.

Resistencia, conectividad y seguridad

En lo que respecta a protección frente a elementos, el Galaxy Z TriFold cuenta con certificación IP48. Esto significa que está protegido frente a la entrada de objetos sólidos mayores de 1 mm y que soporta inmersión en agua dulce a hasta 1,5 metros durante un máximo de 30 minutos. No es un dispositivo pensado para la playa o la piscina, y la resistencia al agua puede reducirse con el tiempo por el desgaste del uso continuo, además de que no es resistente al polvo fino o a la arena.

La conectividad está a la altura de un gama ultra: tenemos 5G, LTE, Wi‑Fi 7 y Bluetooth 5.4. La disponibilidad de 5G y de modelos LTE depende del mercado y del operador; si tienes dudas sobre soporte de red o servicios, revisa qué móviles son compatibles por operador en tu país. Las velocidades reales pueden variar según la red y el entorno. Para aprovechar Wi‑Fi 7 necesitarás un router compatible y una conexión adecuada, pero el hardware está listo para redes de alta capacidad.

En cuanto a sensores, el dispositivo incluye lector de huellas lateral capacitivo, acelerómetro, giroscopio, barómetro, sensor geomagnético, sensor Hall, de proximidad y de luz. En seguridad, se apoya en Samsung Knox y Samsung Knox Vault, que protegen tanto el sistema operativo como los datos más sensibles a nivel de hardware.

Para las comunicaciones, el TriFold admite hasta dos tarjetas Nano SIM físicas y multi eSIM, dependiendo de la región y del operador. La compatibilidad con eSIM puede variar según el mercado y la versión de software, por lo que lo ideal es confirmarlo con tu operador antes de comprarlo si este punto es crítico para ti.

Experiencia de uso: ¿sirve realmente como sustituto de tablet y portátil?

Más allá de las especificaciones, lo que muchos se preguntan es si este formato triple plegable tiene sentido en el día a día. La respuesta, para muchos analistas y usuarios que lo han probado, es que el Galaxy Z TriFold es lo más cerca que hemos estado de tener un “PC completo en el bolsillo”. La combinación de pantalla de 10 pulgadas, One UI 8 adaptada, DeX independiente y la potencia de hardware hace que tareas que antes reservabas para el ordenador pasen a ser completamente viables en el móvil.

Firmar contratos, revisar y editar documentos complejos, gestionar hojas de cálculo, preparar presentaciones compartiendo pantalla, usarlo como teleprompter para vídeos o cargar con varias apps abiertas para tareas en segundo plano son escenarios donde el TriFold se siente especialmente cómodo. El formato multipantalla y la multitarea real le dan una ventaja clara frente a otros plegables orientados solo al ocio.

Eso sí, no todo es perfecto. La batería, aunque razonable, puede quedarse algo justa si exprimes la pantalla grande durante muchas horas seguidas. El grosor y el peso, aunque bien resueltos, suponen un compromiso frente a un móvil tradicional, y el precio es claramente de nicho. Pero para quienes necesitan un dispositivo profesional muy versátil, o para quienes quieren lo último en formato y tecnología, es un producto que marca un antes y un después.

Un dato que habla por sí solo es que, en Corea del Sur, el Galaxy Z TriFold se agotó en minutos el día de su lanzamiento en las alrededor de 20 tiendas físicas seleccionadas. Pese a un precio que ronda los 3,59 millones de wones (unos 2.100 euros al cambio, probablemente más con impuestos en Europa), las colas y el interés demostraron que hay público dispuesto a apostar por este tipo de dispositivos de primera generación, confiando en la experiencia de Samsung tras siete series de Fold y Flip.

Disponibilidad, precio y promoción con Google AI Pro

Samsung ha confirmado que el Galaxy Z TriFold estará disponible primero en Corea el 12 de diciembre de 2025, y después irá llegando a otros mercados como China, Taiwán, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. Durante la fase de lanzamiento, se ofrecerá en tiendas seleccionadas para que los usuarios puedan probarlo en mano y recibir asesoramiento específico sobre el nuevo formato.

En Corea, su precio de salida se sitúa en torno a 3,6 millones de wones (unos 2.100 euros o 2.500 dólares). No hay confirmación oficial para otros países europeos, y en algunos mercados, como España o México, la propia marca ha dejado entrever que no hay planes inmediatos de comercializarlo, al menos en la primera oleada.

Como incentivo, Samsung incluye para los compradores del TriFold una prueba gratuita de seis meses de Google AI Pro. Este servicio ofrece acceso avanzado a la app Gemini, incluida la generación de vídeo con tecnología Veo3, así como 2 TB de almacenamiento seguro en la nube. Al acabar el periodo de prueba, la suscripción pasa a costar 19,99 dólares mensuales (precio de referencia en EE. UU., que puede variar según el país) salvo que la canceles antes, y la devolución del dispositivo adquirido puede implicar la cancelación de la oferta.

Además, la marca ha anunciado una ventaja exclusiva de reparación de pantalla para los dueños del TriFold: todos los compradores tendrán derecho a un descuento único del 50 % en el coste de reparación de la pantalla, una forma de mitigar el miedo a daños en un panel flexible de este nivel; si necesitas información sobre cuánto puede costar cambiar la pantalla del móvil, esa guía resulta muy útil.

El Galaxy Z TriFold se coloca como el plegable más ambicioso y orientado a la productividad que Samsung ha lanzado hasta ahora, un dispositivo que difumina de verdad la frontera entre móvil y tablet y que, para cierto perfil de usuario profesional y entusiasta, puede justificar su precio: un formato triple plegable muy fino, la pantalla más grande jamás vista en un Galaxy, potencia de gama ultra, IA avanzada y una experiencia cercana a la de un ordenador en un aparato que cabe en el bolsillo. Comparte esta información y otros usuarios sabrán sobre las novedades del Galaxy Z TriFold.

Cómo usar Google Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra

Actualidad en Androidsis - Jue, 18/12/2025 - 23:34

La llegada de Google Gemini Live al Galaxy S25 Ultra marca un antes y un después en la forma de usar el móvil en el día a día. No estamos hablando solo de un asistente de voz, sino de una experiencia completa en la que la IA entiende lo que ves en pantalla, lo analiza en tiempo real y te contesta de forma natural como si tuvieras a una persona experta a tu lado. Todo, sin tener que ir saltando de app en app ni perder el hilo de lo que estabas haciendo.

Gracias a la función Compartir Pantalla integrada con Gemini Live, el Galaxy S25 Ultra se convierte en una herramienta brutal para comprar mejor, planificar viajes, resolver dudas técnicas o simplemente curiosear sobre cualquier cosa que te llame la atención en la pantalla. El proceso para usarlo es muy sencillo, pero al mismo tiempo extremadamente potente: mantienes pulsado un botón, habilitas el acceso a la pantalla y a partir de ahí solo tienes que hablarle al móvil.

¿Qué es Google Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra?

Google Gemini Live es un asistente conversacional de inteligencia artificial que se integra a la perfección con la serie Galaxy S25, y muy especialmente con el Galaxy S25 Ultra. Va un paso más allá del típico asistente porque no solo escucha lo que dices, sino que también puede ver el contenido que aparece en tu pantalla cuando activas la opción de Compartir Pantalla. Así entiende el contexto de lo que estás haciendo y puede ayudarte con mucha más precisión.

En el Galaxy S25 Ultra, esta función se apoya en su pantalla grande, nítida y de alta resolución, lo que hace que toda la experiencia sea más cómoda y visual. Mientras navegas, comparas productos, revisas mapas o lees opiniones, Gemini Live analiza todo eso en segundo plano y te responde por voz. No tienes que copiar textos, ni hacer capturas, ni buscar manualmente: la IA trabaja directamente sobre lo que estás viendo.

Este asistente está pensado para ofrecer respuestas instantáneas y contextuales, ayudándote a tomar decisiones más inteligentes en muy poco tiempo. Da igual que estés de compras online, organizando una escapada, mirando reseñas de productos o incluso explorando algo que te genera curiosidad: con Gemini Live, el móvil se convierte en una especie de copiloto inteligente que te guía en el momento justo.

¿Cómo activar y abrir Google Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra?

El acceso a Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra está diseñado para ser rápido, directo y sin complicaciones. No tienes que perderte en menús ni ajustes avanzados: el disparador principal es el botón lateral del dispositivo, que ya usas a diario.

Para iniciar Google Gemini Live, simplemente mantén presionado el botón lateral del Galaxy S25 Ultra. Esta pulsación prolongada abre de inmediato la interfaz de Gemini Live, lista para escuchar tus preguntas y, si quieres, para ver el contenido de tu pantalla a través de la función Compartir Pantalla. Es un gesto sencillo que se integra de forma natural en el uso habitual del teléfono.

Una vez se abre la interfaz del asistente, verás las opciones para interactuar de forma conversacional por voz. Desde ahí podrás decidir si solo quieres hablar con Gemini sobre algo general o si prefieres que el asistente tenga acceso a lo que estás viendo en pantalla para darte respuestas todavía más precisas y adaptadas al contexto.

¿Cómo usar la opción “Compartir pantalla con Live” paso a paso?

La magia real de Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra llega cuando activas la opción “Compartir pantalla con Live”. Es aquí donde el asistente puede analizar al detalle lo que aparece en tu pantalla y responder con una precisión mucho mayor a tus dudas y peticiones.

Cuando ya tengas abierto Gemini Live, verás en la interfaz la opción llamada “Compartir pantalla con Live”. Solo tienes que tocarla para iniciar el proceso. Al hacerlo, el sistema mostrará un mensaje de confirmación pidiéndote que pulses en “Comenzar ahora”. Este paso es clave porque autoriza al asistente a ver el contenido que se muestra en tu pantalla en ese momento.

En cuanto aceptas con “Comenzar ahora”, el Galaxy S25 Ultra empieza a compartir de forma segura el contenido visual con Gemini Live. A partir de ese momento, el asistente puede interpretar texto, imágenes, botones, mapas, fichas de producto y prácticamente cualquier elemento que haya en pantalla. Todo se analiza en tiempo real sin que tengas que hacer nada más, y tú sigues usando el móvil con normalidad.

Lo mejor es que todo esto sucede sin que pierdas el control de lo que estás viendo. No cambias de app, no se interrumpe la pantalla y no se minimiza la ventana que estás usando. La experiencia es muy fluida: sigues usando tu móvil con total normalidad y, simultáneamente, hablas con Gemini para que te vaya ayudando sobre la marcha.

Interacción por voz: habla con Gemini mientras usas el Galaxy S25 Ultra

Una vez activada la función de compartir pantalla, toda la interacción con Google Gemini Live se basa en la voz como canal principal de comunicación. No necesitas ir escribiendo ni tocando menús constantemente: simplemente le hablas al teléfono como lo harías con cualquier persona.

Puedes formular preguntas naturales del tipo “¿Cuál de estos productos tiene mejores opiniones?”, “Explícame esta parte del mapa”, “¿Qué significa este término técnico?” o “Ayúdame a comparar este modelo con otro similar”. El asistente escucha tu consulta, analiza lo que hay en pantalla y te responde al instante, siempre adaptándose a lo que estás viendo en ese momento.

Esta forma de interacción por voz convierte al Galaxy S25 Ultra en un aliado perfecto para tareas multitarea. Por ejemplo, mientras navegas en una tienda online, puedes pedirle a Gemini que te resuma reseñas, que compare precios, que detecte diferencias clave entre productos o que te sugiera alternativas mejor valoradas. Todo, sin que tengas que tocar nada más que el propio móvil para seguir desplazándote y viendo contenido.

La respuesta del asistente se produce en tiempo real y de forma dinámica, de modo que puedes hacer repreguntas, pedir aclaraciones o profundizar más en un tema concreto. Si estás viendo un mapa, puedes pedir rutas alternativas o recomendaciones cercanas; si estás leyendo un artículo, puedes pedirle que lo resuma o que te aclare conceptos; si estás ante una ficha de producto, puedes preguntar si hay algo mejor o más barato con características similares.

Ventajas de la gran pantalla del Galaxy S25 Ultra con Gemini Live

Uno de los puntos fuertes de usar Google Gemini Live en este modelo concreto es la pantalla amplia y de alta calidad del Galaxy S25 Ultra. Al tener tanto espacio disponible, visualizar contenido mientras te comunicas con el asistente resulta mucho más cómodo y natural.

La gran diagonal y la nitidez del panel facilitan que puedas ver detalles, comparar fácilmente diferentes elementos en una misma página y leer información con claridad, incluso cuando estás recibiendo respuestas del asistente. Esto es especialmente útil cuando necesitas fijarte en pequeñas diferencias entre productos, revisar mapas detallados o leer bloques largos de texto sin forzar la vista.

Esa combinación entre una pantalla grande y un asistente que entiende el contexto hace que el Galaxy S25 Ultra funcione casi como una mesa de trabajo digital portátil. Puedes ir desplazándote por páginas web, aplicaciones de compras, redes sociales, mapas o reseñas mientras Gemini Live te va guiando por voz, sugiriéndote ideas o resolviendo dudas al momento.

En la práctica, esto significa que no tienes que elegir entre ver bien el contenido o interactuar con la IA: puedes hacerlo todo a la vez. La experiencia es continua y sin interrupciones, sacando partido tanto a la potencia del hardware del Galaxy S25 Ultra como a la inteligencia del sistema Gemini Live.

Usos prácticos de Google Gemini Live con Compartir Pantalla

La integración de Gemini Live con Compartir Pantalla no es solo una curiosidad tecnológica, sino una función pensada para ayudarte en situaciones reales del día a día. Hay varios escenarios donde brilla especialmente y en los que puedes notar un cambio claro en cómo usas el móvil.

Comprar y comparar productos con más criterio

Si sueles hacer compras online desde el móvil, Gemini Live se convierte en un compañero ideal para comparar opciones. Mientras navegas por una tienda o por varias webs a la vez, puedes pedirle al asistente que te resuma las opiniones, que destaque pros y contras o que señale diferencias importantes entre dos modelos que tengas en pantalla.

Por ejemplo, mientras ves la ficha de un móvil, un portátil o unos auriculares, puedes preguntar cosas como “¿Qué opinan los usuarios de este modelo?”, “¿Hay alguna alternativa mejor valorada?” o “Compárame este producto con el que miré antes”. Gemini analiza lo que ve, revisa la información disponible y te da una respuesta clara para que no tengas que ir leyendo todos los detalles por tu cuenta.

Planificar viajes, escapadas y actividades

Para organizar viajes o escapadas, la combinación de Gemini Live, mapas y recomendaciones online es especialmente potente. Puedes revisar destinos, hoteles, rutas o actividades en pantalla mientras el asistente te explica opciones, te sugiere recorridos o te ayuda a entender mejor la zona que estás mirando.

Imagina que estás mirando un mapa con diferentes puntos de interés: puedes pedirle a Gemini que te explique qué hay en cada zona, que te recomiende lugares cercanos que merezca la pena visitar o que te proponga un itinerario razonable según el tiempo del que dispones. Todo ello mientras tú sigues visualizando el mapa sin que nada se cierre ni cambie de app.

Resolver dudas técnicas y entender mejor lo que ves

Gemini Live también resulta muy útil para quienes se enfrentan a contenido más técnico o complejo. Si estás leyendo un artículo especializado, una guía o un manual online y hay conceptos que no te quedan claros, basta con que le pidas al asistente que te lo explique con palabras más sencillas.

Al estar viendo exactamente tu pantalla, el asistente puede detectar el término, gráfico o sección concreta sobre la que preguntas y darte una explicación adaptada. Puedes pedir resúmenes, aclaraciones, comparaciones con ejemplos más cercanos o incluso traducciones de algún fragmento, todo sin abandonar la página original.

Explorar y saciar la curiosidad al instante

Más allá de compras y planificación, hay situaciones en las que simplemente te pica la curiosidad sobre algo que ves en pantalla: una palabra que no conoces, un sitio del que nunca habías oído hablar, una referencia cultural o un dato histórico. En esos casos, Gemini Live actúa como un asistente para explorar el mundo en tiempo real.

Mientras navegas por redes sociales, noticias o vídeos, puedes hacer preguntas espontáneas tipo “¿Qué es este lugar?”, “¿Quién es esta persona?” o “Explícame esta referencia”. El asistente, al ver lo mismo que tú, entiende de inmediato a qué te refieres y te da la información sin que tengas que buscar manualmente.

Extensiones y conexión con otras apps y servicios

Otra parte clave de la experiencia con Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra es el uso de extensiones que permiten conectar el asistente con otras aplicaciones y servicios. Estas extensiones amplían enormemente lo que el asistente puede hacer por ti dentro del ecosistema del móvil.

Para activarlas, solo tienes que pulsar en el indicador situado junto a la extensión que quieras usar dentro de la sección correspondiente de Gemini. Al tocar ese indicador, activarás la integración con esa app o servicio concreto, lo que permitirá que el asistente pueda interactuar con él cuando lo necesites.

Cuando habilitas estas extensiones, Gemini puede comunicarse directamente con aplicaciones compatibles para ofrecer respuestas todavía más útiles y realizar ciertas acciones según tus indicaciones. Por ejemplo, dependiendo de las extensiones disponibles, puede ayudarte a gestionar reservas, consultar información adicional, interactuar con plataformas de contenidos o ejecutar comandos concretos en los servicios que hayas autorizado.

Es importante tener en cuenta que, al activar estas extensiones, permitas que el asistente use los datos de dichas apps de forma controlada para poder responder a tus preguntas y reaccionar a tus comandos. Todo se hace con tu consentimiento y puedes activar o desactivar cada extensión cuando quieras, ajustando así el nivel de integración a tu gusto.

Gemini Live como herramienta de apoyo para decisiones inteligentes

Con todo lo anterior, el Galaxy S25 Ultra se convierte en algo más que un móvil: es un centro de decisiones asistido por IA. Gemini Live no toma decisiones por ti, pero te da una base de información mucho más sólida y rápida para que tú puedas elegir con más criterio en cada momento.

En el ámbito de las compras, esto se traduce en evitar compras impulsivas mal informadas, ya que puedes pedir resúmenes, comparativas y opiniones de manera instantánea. En la planificación de viajes o actividades, te ayuda a optimizar rutas, ajustar planes y descubrir opciones que quizá se te habrían pasado por alto.

También es una herramienta muy útil para organizar mejor tu tiempo y tus tareas. Mientras revisas correos, documentos online o páginas relacionadas con tu trabajo o estudios, puedes pedirle a Gemini que te ayude a ordenar ideas, que te recuerde puntos clave o que convierta información dispersa en algo más manejable.

Experiencia fluida: todo en tiempo real y sin cambiar de app

Una de las grandes ventajas de la integración de Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra es que no rompe tu flujo de trabajo ni tu forma de usar el móvil. Puedes seguir en la misma app, en la misma página o en el mismo contenido mientras hablas con el asistente y recibes respuestas.

Todo sucede en tiempo real: no tienes que pausar lo que estás haciendo para irte a una pestaña de búsqueda, ni copiar y pegar texto en otros sitios, ni hacer capturas que luego tengas que abrir en otra aplicación. La IA entiende el contexto en vivo y te responde sobre la marcha, haciendo que cada interacción sea más natural.

Esta fluidez es especialmente apreciable cuando estás en situaciones en las que el tiempo cuenta: una compra rápida, una decisión durante un viaje, una duda técnica en mitad de una tarea importante… En vez de perder minutos saltando entre aplicaciones, lo resuelves al momento con una conversación por voz que no te saca de lo que estás viendo.

Integración con el ecosistema Galaxy S25 y más allá

El Galaxy S25 Ultra no solo aporta potencia y pantalla: también se integra con el resto del ecosistema Galaxy y servicios de Google, lo que hace que el uso de Gemini Live sea aún más completo. Tu cuenta de Google, tus apps habituales y tus ajustes personales se combinan para ofrecer una experiencia coherente.

Al usar Gemini Live, puedes aprovechar tus servicios y aplicaciones ya configurados, de modo que el asistente tiene contexto sobre tus preferencias, tu historial de uso y tus hábitos (siempre dentro de los permisos que hayas dado). Esto permite respuestas más finas y recomendaciones más acordes con lo que tú realmente necesitas.

Además, al estar integrado directamente en la serie Galaxy S25, el sistema está optimizado para sacar partido al hardware del dispositivo, tanto en rendimiento como en consumo de batería y gestión de recursos. Todo esto se traduce en una experiencia más estable y fluida cuando usas funciones avanzadas como Compartir Pantalla con IA.

Usar Google Gemini Live con Compartir Pantalla en el Galaxy S25 Ultra supone cambiar la forma en la que te relacionas con tu móvil: pasas de buscar tú toda la información a tener un asistente de IA que ve lo mismo que tú, entiende el contexto y te ayuda a decidir sobre la marcha.

Entre la gran pantalla del dispositivo, la interacción por voz en tiempo real, las extensiones para conectarlo con otras apps y su capacidad para analizar lo que tienes delante, el S25 Ultra se convierte en una herramienta perfecta tanto para comprar y planificar como para aprender, explorar y moverte con más seguridad en tu día a día. Comparte esta guía y más usuarios sabrán cómo usar Google Gemini en el Galaxy S25 Ultra.

SP Flash Tool: cómo flashear la ROM paso a paso

Actualidad en Androidsis - Jue, 18/12/2025 - 23:28

Si has llegado hasta aquí es porque quieres saber cómo flashear una ROM con SP Flash Tool sin liarla parda y, a ser posible, sin cargarte el móvil o la tablet en el intento. SP Flash Tool es una de esas aplicaciones imprescindibles para dispositivos con procesadores MediaTek, pero también es verdad que, usada sin cuidado, puede dejar tu equipo como un bonito pisapapeles.

A lo largo de esta guía vas a encontrar una explicación paso a paso y en castellano claro de cómo preparar el PC, instalar los drivers, configurar SP Flash Tool, entender qué hace cada archivo (incluyendo los peligrosos como PRELOADER, DSP_BL o NVRAM) y, por supuesto, cómo iniciar el proceso de flasheo de forma segura tanto en móviles como en tablets.

¿Qué es SP Flash Tool y para qué sirve?

SP Flash Tool es una herramienta para flashear firmware en dispositivos MediaTek, tanto teléfonos como tablets, desde un ordenador con Windows (y también hay versiones para otros sistemas). Permite cargar la ROM completa de fábrica, una ROM modificada o partes concretas del sistema (boot, recovery, system, etc.) usando un archivo especial llamado scatter que describe cómo está organizado el almacenamiento interno.

Este programa se usa sobre todo para instalar la ROM original, cambiar de firmware o recuperar dispositivos brickeados que no arrancan correctamente. Es especialmente útil en equipos muy limitados (como algunas tablets educativas o dispositivos con firmware controlado por gobiernos o fabricantes) donde quieres quitar una ROM capada y poner otra más abierta o la stock.

Material necesario antes de empezar

Antes de ponerte a flashear, necesitas preparar una serie de archivos y herramientas básicas en tu PC. Saltarte esta parte suele ser sinónimo de errores, cuelgues o que el dispositivo ni siquiera sea detectado.

1. Drivers Preloader / VCOM

Lo primero es contar con los drivers Preloader USB VCOM correctos para que Windows reconozca tu tablet o móvil MediaTek cuando lo conectes apagado. En muchos tutoriales estos drivers vienen en un paquete llamado algo tipo Preloader_Driver.zip, que suele incluir un instalador automático (por ejemplo, Install.bat).

Estos drivers permiten que, en el Administrador de dispositivos de Windows, tu equipo aparezca como PreLoader USB VCOM Port (COMx) durante unos segundos cuando lo conectas apagado. Es completamente normal que el puerto desaparezca al cabo de un rato y el dispositivo pase a modo carga como si nada, así que no te asustes.

2. SP Flash Tool

También necesitas descargar una versión estable de SP Flash Tool compatible con tu dispositivo. En muchos ejemplos se usa un paquete parecido a SP_Flash_Tool_v5.1352.01.zip, que contiene el ejecutable flash_tool.exe y todos los archivos necesarios para que el programa funcione.

Es recomendable que descomprimas SP Flash Tool en una carpeta sin espacios raros en la ruta (por ejemplo, en C:\SPFlashTool) y que siempre lo ejecutes como administrador para evitar problemas de permisos al acceder a los puertos COM o a los archivos de la ROM.

3. ROM compatible en formato SP Flash Tool

El tercer ingrediente imprescindible es una ROM preparada específicamente para SP Flash Tool. Al descomprimirla, verás varios archivos binarios e imágenes de partición, además de un archivo de texto llamado algo tipo MT6592_Android_scatter.txt (el nombre cambia según el chipset, pero siempre incluye la palabra scatter).

Este archivo scatter es una especie de mapa de las particiones del dispositivo, y es lo que SP Flash Tool usa para saber dónde colocar cada parte del firmware. Sin este archivo no vas a poder cargar la ROM con el programa, así que asegúrate de que tu firmware lo incluye.

4. Un PC con Windows y cable USB

Por último, necesitas un ordenador con Windows y un cable USB decente. Lo ideal es usar el cable original o uno de buena calidad, y conectarlo directamente a un puerto USB del PC (evita hubs o alargadores si puedes). El dispositivo debe estar apagado cuando lo conectes para iniciar el flasheo.

Instalación de los drivers Preloader (USB VCOM)

Sin drivers, SP Flash Tool no ve el dispositivo. Por eso el primer paso real es instalar correctamente el driver Preloader en Windows para que el sistema reconozca el modo de descarga de los MediaTek.

Normalmente, en la carpeta del paquete de drivers verás un instalador tipo Install.bat. Al ejecutarlo, el script suele detectar automáticamente tu versión de Windows (32 o 64 bits, y la edición concreta) y procede a instalar los controladores necesarios.

Durante la instalación puede que veas algunas ventanas de advertencia de seguridad de Windows indicando que el controlador no está firmado. En muchos tutoriales, la recomendación es aceptar la instalación, ya que estos drivers son necesarios para el funcionamiento de SP Flash Tool con tu dispositivo MediaTek.

Una vez termine la instalación, normalmente el instalador te pedirá que pulses cualquier tecla para cerrar la ventana. En ese momento, ya puedes conectar la tablet o el móvil al PC (siempre apagado) y comprobar en el Administrador de dispositivos si aparece el famoso PreLoader USB VCOM Port (COM…) de forma momentánea.

Si ves que aparece y desaparece al cabo de unos segundos, todo va en la línea correcta; ese comportamiento es normal. Después de la prueba, desconecta el dispositivo y déjalo apagado hasta que tengas configurado SP Flash Tool.

Preparar SP Flash Tool antes de flashear

Con los drivers ya operativos, toca configurar SP Flash Tool con la ROM que quieres instalar. Este paso es clave, porque aquí decides qué particiones vas a flashear y qué partes del firmware se van a quedar tal cual están ahora.

Abrir el programa y cargar el scatter

Accede a la carpeta donde descomprimiste SP Flash Tool y abre flash_tool.exe (si puedes, clic derecho y “Ejecutar como administrador”). La interfaz puede parecer un poco espartana, con muchas casillas en blanco y varias pestañas, pero el flujo básico es sencillo.

En la ventana principal, verás un botón llamado Scatter-loading. Al pulsarlo, se abrirá un cuadro de diálogo para que busques el archivo scatter dentro de la carpeta de tu ROM, identificado normalmente como algo tipo MTxxxx_Android_scatter.txt. Selecciona ese archivo y confirma.

Tras cargar el scatter, SP Flash Tool rellenará un listado con todas las particiones que forman el firmware: preloader, recovery, boot, system, cache, userdata, etc. Cada entrada tendrá marcada una casilla, el nombre de la partición, la ruta del archivo de imagen y la dirección de memoria donde se va a escribir.

Archivos peligrosos: PRELOADER, DSP_BL y NVRAM

En muchos manuales se insiste en que determinados archivos son especialmente delicados al flashear. Concretamente, suelen mencionar:

  • La partición PRELOADER
  • La partición DSP_BL (si aparece)
  • Cualquier archivo asociado a NVRAM

El PRELOADER y DSP_BL están muy ligados al arranque a bajo nivel del dispositivo y al hardware específico. Flashearlos incorrectamente o con un archivo que no toque tu modelo puede provocar un brick serio, en el que el equipo ni siquiera entra en modo preloader.

En cambio, NVRAM es la zona donde se almacenan datos críticos de configuración, entre ellos el IMEI y otros parámetros de red. Si flasheas un NVRAM que no es el tuyo o está vacío, es muy probable que pierdas el IMEI y el teléfono deje de poder conectarse a la red móvil hasta que lo recuperes manualmente.

Por todo esto, muchos tutoriales recomiendan que, si tu dispositivo todavía enciende y funciona en parte, desmarques o borres de la carpeta los archivos PRELOADER, DSP_BL y NVRAM para no tocarlos. La idea es flashear solo lo necesario para cambiar la ROM, manteniendo intactas las zonas más críticas.

Elegir qué particiones flashear

Tras cargar el scatter y revisar las particiones, lo normal es que quieras dejar activadas system, boot, recovery y tal vez cache y userdata, dependiendo de la guía que sigas y del tipo de ROM. Si tu objetivo es poner la ROM stock completa desde cero, seguramente dejarás casi todo marcado menos los elementos delicados comentados antes.

Si se trata de una ROM de fábrica que se usa para recuperar un dispositivo muy dañado que ni siquiera arranca, puede ser que el propio tutorial te indique que también flashees el preloader. En ese caso, asumes más riesgo, pero en algunos bricks profundos es la única forma de rescatar el equipo.

Primer contacto con el proceso de flasheo

Cuando tengas todo configurado, llega el momento clave: iniciar el flasheo desde SP Flash Tool. Es importante seguir el orden correcto para que el programa detecte bien el dispositivo cuando lo conectes.

Seleccionar el modo y pulsar Download

En la parte superior de SP Flash Tool suele haber un desplegable para elegir el modo de operación (Download Only, Firmware Upgrade, Format All + Download, etc.). Para la mayoría de casos, lo más seguro es optar por Download Only, que escribe las particiones marcadas sin formatear completamente otras zonas sensibles.

Antes de conectar el teléfono o la tablet, pulsa el botón Download. Verás que el programa entra en un estado de espera, listo para detectar el dispositivo en cuanto se produzca la conexión por el puerto USB.

Conectar el dispositivo apagado

Con SP Flash Tool esperando, es el momento de conectar el dispositivo totalmente apagado al PC. Usa el cable USB y enchúfalo directamente al ordenador. Si los drivers están bien instalados, Windows detectará brevemente el modo preloader y SP Flash Tool comenzará automáticamente el proceso de flasheo.

En la parte inferior de la ventana verás una barra de progreso que va cambiando de color y porcentaje a medida que se van escribiendo las distintas particiones definidas en el scatter. Este proceso suele durar desde unos segundos hasta varios minutos, dependiendo del tamaño de la ROM y de la velocidad del puerto.

Qué hacer si el programa no detecta el dispositivo

Si al conectar el móvil o la tablet no pasa nada y SP Flash Tool sigue esperando, puede que tengas un problema de detección del dispositivo. En algunos tutoriales se sugiere un truco muy usado en MediaTek:

  • Quita la batería (si es extraíble).
  • Mantén pulsado el botón de volumen (-).
  • Con el botón todavía presionado, conecta primero el cable al PC y luego al dispositivo.

Con este procedimiento, muchos equipos entran más fácilmente en el modo preloader o en el modo adecuado para que SP Flash Tool los reconozca. En dispositivos con batería interna no extraíble, puedes probar a apagarlo completamente, dejarlo unos segundos, mantener pulsado volumen (-) y enchufar el cable.

Finalización del flasheo y mensaje Download OK

Si todo ha ido bien, al terminar el proceso verás una ventana emergente con el mensaje “Download OK” acompañado, según la versión, de un icono verde. Esta es la confirmación de que la ROM se ha flasheado correctamente en las particiones seleccionadas.

En ese punto puedes cerrar el aviso y también cerrar SP Flash Tool, ya no hace falta que el programa siga abierto. Desconecta el dispositivo del cable USB, espera un momento y procede a encenderlo pulsando el botón de encendido de forma prolongada.

El primer arranque tras un flasheo suele tardar bastante más de lo normal, así que no te pongas nervioso si ves el logo durante un buen rato. Si tras varios minutos el equipo sigue eternamente en el logo, podría ser síntoma de que queda “atrapado” en el arranque, lo que a menudo se soluciona con un par de wipes desde el recovery.

Recomendación: entrar al recovery y hacer wipes

Muchos usuarios y guías aconsejan que, tras instalar una ROM con SP Flash Tool, es muy recomendable entrar al modo recovery y hacer unos borrados básicos para evitar conflictos entre restos de la ROM anterior y la nueva.

Una vez dentro del recovery (stock o personalizado), se suele sugerir realizar estos dos wipes:

  • wipe data/factory reset (restablecer datos de fábrica)
  • wipe cache (borrar la partición de caché)

Estos borrados ayudan a que el sistema arranque limpio, sin residuos de configuraciones antiguas que puedan provocar cuelgues, bucles de reinicio o bloqueos en el logo. Eso sí, ten presente que el wipe data borra las aplicaciones y datos del usuario, así que actúa sabiendo que perderás la información almacenada en la memoria interna si no la has respaldado.

Advertencias importantes y responsabilidad

Todo este proceso, aunque extendido y bastante probado en la comunidad, conlleva riesgos reales para tu dispositivo. Flashear siempre implica la posibilidad de errores, cortes de energía, archivos corruptos o ROMs inadecuadas para tu modelo concreto.

Aunque muchas personas comparten sus métodos después de haberlos probado con éxito en su propio teléfono o tablet, eso no garantiza que vaya a funcionar igual en tu caso. Puede haber revisiones de hardware distintas, variantes de modelo, cambios en el firmware original o simplemente un archivo mal descargado.

Por todo ello, cualquier modificación que hagas con SP Flash Tool la haces bajo tu única responsabilidad. Ni los autores de los tutoriales, ni la comunidad, ni esta guía pueden ofrecer garantías de que el procedimiento vaya a salir perfecto en todos los casos.

SP Flash Tool y tablets educativas o dispositivos restringidos

Un uso bastante habitual de SP Flash Tool es en tablets educativas o dispositivos entregados por instituciones que vienen con ROMs muy limitadas, llenas de restricciones o software impuesto. Muchos usuarios quieren recuperar la ROM original del fabricante o instalar una ROM funcional para poder aprovechar el hardware sin las trabas preinstaladas.

Por ejemplo, hay casos de tablets con nombres similares a Multilaser M8 4G con modelos tipo ML_SO1V que traen una ROM educativa o gubernamental muy cerrada. La idea de algunos usuarios es colocar mediante flasheo una ROM que simplemente sirva para sustituir esa versión capada y, a partir de ahí, instalar otra ROM coherente con el hardware usando SP Flash Tool.

En contextos así es esencial entender que no todas las ROMs que encuentres por internet serán compatibles con tu modelo exacto, aunque el nombre del dispositivo parezca similar. Usar SP Flash Tool con una ROM que no corresponde a tu variante puede dejar el equipo inutilizable, así que conviene investigar bien, contrastar referencias y asegurarse de que el firmware elegido ha sido probado en el mismo modelo.

Consejos prácticos para minimizar problemas

Además de seguir los pasos básicos, hay una serie de buenas prácticas que reducen mucho el riesgo de acabar con un brick:

  • Comprueba que la ROM sea específica para tu modelo y revisión, no solo “parecida”.
  • Haz, si es posible, una copia de seguridad de NVRAM e IMEI antes de tocar nada.
  • Evita flashear PRELOADER, DSP_BL y NVRAM si tu dispositivo aún arranca y no es imprescindible.
  • Usa siempre un cable USB de calidad y puertos USB directos en el PC.
  • Asegúrate de que el PC no se quede sin batería (en portátiles) durante el proceso.
  • No toques nada ni desconectes el cable mientras SP Flash Tool muestre progreso.

Con estas ideas claras y un poco de paciencia, flashear con SP Flash Tool deja de ser una lotería y se convierte en un procedimiento relativamente controlado y predecible para recuperar, actualizar o liberar el potencial de tu móvil o tablet MediaTek.

Dominar SP Flash Tool consiste en entender qué hace cada elemento que tocas, respetar los archivos críticos y seguir un orden lógico: preparar drivers, cargar correctamente el scatter, seleccionar bien las particiones, pulsar Download antes de conectar el dispositivo apagado y verificar que el proceso termina con el esperado “Download OK”.

Si a eso le sumas prudencia con PRELOADER, DSP_BL y NVRAM, y rematas con los wipes adecuados en recovery, tendrás muchas más papeletas de que tu flasheo sea un éxito y no una fuente de sustos. Comparte la información para que más usuarios conozcan sobre esta herramienta.

KineMaster vs CapCut: comparativa de las apps de edición

Actualidad en Androidsis - Jue, 18/12/2025 - 19:23

Si estás dudando entre KineMaster vs CapCut y no sabes cuál te compensa más —sobre todo si te estás planteando pagar la versión PRO—, aquí tienes una guía muy completa donde se cruzan lo que ya se ha publicado en la red, la experiencia real de creadores pequeños y un análisis a fondo de funciones, precios, rendimiento y comunidad. La idea es que termines de leer esto sabiendo muy claro cuál encaja mejor contigo y con tu móvil.

KineMaster vs CapCut: dos formas de entender la edición móvil

Dentro de la edición en Android hay decenas de apps, pero pocas han logrado el tirón de KineMaster y CapCut. Las dos permiten recortar clips, añadir música, texto, filtros y exportar en buena calidad, pero su filosofía es muy distinta: KineMaster tira hacia un flujo de trabajo “de estudio”, mientras que CapCut se centra en sacar vídeos llamativos en tiempo récord, especialmente pensados para formato vertical y redes sociales.

En la práctica, esto se traduce en que si vienes de editores de PC tipo Premiere, Final Cut o DaVinci te sentirás mucho más cómodo en KineMaster, porque su estructura se parece bastante a la de un programa de escritorio. Si, en cambio, tu objetivo principal es seguir trends, crear Reels, Shorts o TikToks sin comerte demasiado la cabeza, CapCut es tremendamente agradecido desde el minuto uno.

También chocan en su modelo de negocio. Mientras KineMaster apuesta por un sistema freemium clásico con suscripción (versión gratis con marca de agua y límites, versión Pro de pago), CapCut ofrece la mayoría de funciones gratis y sin marca de agua, reservando algunos efectos, recursos o paquetes para compras puntuales o suscripciones más caras en ciertos mercados.

Con este marco claro, la mejor forma de comparar KineMaster vs CapCut es ir punto por punto: interfaz, herramientas, exportación, rendimiento, precios, comunidad y nivel recomendado según tu experiencia. Y sí, también veremos qué conviene más si eres un creador pequeño pensando si renovar CapCut Pro o arriesgarte con KineMaster.

Interfaz y experiencia de uso: profesional frente a “todo a un toque”

La primera bofetada de realidad llega al abrir las apps. KineMaster apuesta por una interfaz en horizontal con clara inspiración en los editores de ordenador: línea de tiempo multipista, panel lateral con herramientas, controles detallados y un montón de opciones a la vista.

En KineMaster verás una línea de tiempo por capas donde puedes apilar vídeos, fotos, audio, textos, stickers y efectos. Cada pista se puede recortar, dividir, mover o animar casi fotograma a fotograma. Para quien ya ha editado algo en PC, la transición a esta app móvil resulta muy natural; para quien no ha tocado un editor en su vida, la interfaz impone un poco los primeros días.

CapCut, por el contrario, se ha diseñado para que cualquiera pueda editar sin sentirse perdido. Su interfaz es más limpia, con predominio del formato vertical, menús sencillos y nombres de herramienta muy claros. Las acciones más comunes —cortar, dividir, añadir texto, filtros o música— están siempre a un toque, y las opciones avanzadas quedan algo más escondidas.

Esto hace que CapCut sea la opción ideal para empezar desde cero: escoges clips, eliges una plantilla, arrastras algún efecto y en pocos minutos tienes un vídeo digno de redes. El precio de esta simplicidad es que te chocas antes con los límites si buscas ediciones complejas, máscaras precisas o mezclas de audio trabajadas.

En el lado de KineMaster, la curva de aprendizaje es algo más exigente, sobre todo si quieres exprimir bien las capas, el chroma key o los fotogramas clave. Pero una vez superado ese mini “curso intensivo”, la sensación es que tienes un control casi total del proyecto, incluso en pantalla pequeña.

Hay un matiz curioso en el ecosistema KineMaster: la app hermana llamada Spring. Spring funciona en vertical, permite quitar la marca de agua a cambio de ver anuncios y hereda casi todas las funciones de KineMaster salvo detalles como los marcadores. En Android, si bloqueas la orientación para que se muestre en horizontal, la interfaz se acerca muchísimo a la de KineMaster clásico, logrando algo así como “KineMaster sin marca de agua” sin pagar suscripción.

Herramientas de edición y funciones avanzadas

Cuando toca editar en serio es donde se ve de verdad la filosofía de cada app. Ambas traen un arsenal potente para ser herramientas móviles, pero apuntan en direcciones distintas: KineMaster a la edición tradicional, CapCut a la edición rápida apoyada en IA y plantillas.

En KineMaster sobresale su sistema de edición multicapa real. Puedes superponer varios vídeos simultáneos, imágenes, gráficos, textos, stickers y diferentes pistas de audio, cada uno en su propia capa, con controles independientes de recorte, posición, escala, opacidad y animación. Es una forma de trabajar muy cercana a un editor profesional de sobremesa.

Además, KineMaster ofrece pantalla verde con chroma key avanzado (con ajustes finos de tolerancia y recorte), modos de fusión de capas (multiplicar, aclarar, superponer…), máscaras de vídeo, efectos de desenfoque, herramientas completas de recorte, y animación por fotogramas clave para multitud de parámetros (posición, escala, opacidad, filtros, etc.). A esto se suma un control de color bastante decente, con ajustes de brillo, contraste, saturación, tono e incluso curvas, algo que no es tan habitual en móvil.

Su tienda interna añade transiciones, efectos, fuentes, música, stickers y packs gráficos. Muchos son gratuitos, otros de pago, pero la política no es tan agresiva como en otros competidores: si descargas un asset de pago durante un periodo promocional en el que es gratis, se queda vinculado a tu cuenta mientras no borres los datos de la app.

CapCut, por su parte, juega su partido con funciones de inteligencia artificial y recursos creativos listos para aplicar en segundos. Su generador de subtítulos automáticos transcribe el audio del vídeo en hasta 23 idiomas con bastante precisión, y luego puedes corregir texto, tipografía y estilo. La herramienta de texto a voz convierte textos en locuciones bastante naturales, con varios estilos de voz disponibles.

Otra baza importante es el eliminador de fondo basado en IA, que permite separar al sujeto del fondo sin necesidad de pantalla verde, para después sustituir ese fondo por colores planos, otras imágenes o incluso vídeos diversos. A esto se añaden filtros modernos, efectos tipo glitch, VHS, transiciones muy vistosas, stickers animados y una biblioteca de música pensada para redes.

La cara B es que, cuando buscas control milimétrico —por ejemplo, mezclar muchas pistas de audio, refinar un chroma difícil o encadenar animaciones complejas—, CapCut se queda más corto que KineMaster. Sus herramientas cubren sobradamente a la mayoría de usuarios de redes, pero no tienen la misma profundidad técnica ni el mismo margen de personalización.

Un detalle que muchos usuarios avanzados señalan es que KineMaster permite trabajar prácticamente todo sin conexión, incluidas ciertas funciones recientes basadas en IA. CapCut, en cambio, suele depender más de la nube para algunas plantillas, efectos o procesos automáticos, lo que puede ser un incordio si normalmente editas con mala cobertura.

Compatibilidad de formatos y opciones de exportación

En un mundo donde ya se graba de forma rutinaria en Full HD e incluso en 4K, es clave saber en qué calidad puedes exportar y qué formatos soporta cada app. Tanto KineMaster como CapCut han tomado esto muy en serio.

Las dos aplicaciones permiten exportar proyectos en 4K a 60 fotogramas por segundo en dispositivos compatibles, algo muy notable siendo software móvil. Sin embargo, KineMaster ofrece un abanico mucho más amplio de ajustes técnicos: puedes elegir resolución exacta, tasa de bits, formato de archivo y otros parámetros que afectan tanto a la calidad como al peso del vídeo.

Esta flexibilidad hace que puedas adaptar cada exportación al destino concreto: un archivo ligero para redes sociales, un máster con alta tasa de bits para un proyecto profesional, o un equilibrio intermedio para conservar buena calidad sin que el archivo sea gigante.

En lo que respecta a la entrada, KineMaster es también bastante permisivo con formatos de vídeo, imagen y audio de lo más variado. Esto resulta especialmente útil si recibes material de cámaras externas, clientes o diferentes dispositivos, no solo de la galería del móvil.

CapCut también permite exportar en 4K y 60 fps con buena nitidez, pero ofrece menos control sobre la trastienda técnica del archivo. Por lo general puedes escoger resolución y fotogramas, a veces calidad baja/media/alta, pero no hay tanto margen para ajustar manualmente bitrate u otros detalles.

Para la mayoría de usuarios que solo quieren que el clip se vea bien en TikTok, Reels o Shorts, estas limitaciones son irrelevantes, ya que las propias plataformas recomprimen el vídeo. Pero si trabajas en proyectos de cliente, necesitas cumplir requisitos concretos de exportación o eres muy maniático con la calidad, KineMaster puntúa claramente más alto.

Rendimiento y compatibilidad con dispositivos

No es lo mismo editar en un gama alta recién salido del horno que en un Android veterano. Por eso, el apartado de rendimiento marca diferencias importantes en la experiencia real con KineMaster y CapCut.

KineMaster está muy optimizado para exprimir móviles de gama media y alta. Con un dispositivo decente puedes manejar proyectos con varios clips 4K, varias capas, transiciones y efectos sin que la previsualización se vuelva una tortura. Aun así, si aprietas con proyectos enormes o tu teléfono va justo de RAM y procesador, se pueden notar lags, tiempos de render largos e incluso algún cierre ocasional.

Por eso suele recomendarse que, si quieres usar KineMaster como herramienta principal, dispongas de al menos un móvil de gama media actual. No hace falta un buque insignia, pero sí algo con músculo suficiente para lidiar con montajes complejos sin desesperarte.

CapCut, en cambio, destaca por ir muy fino incluso en dispositivos modestos. La interfaz es ligera, la app rara vez se atranca y los tiempos de exportación resultan bastante razonables para el hardware que pide. Esto la convierte en una opción fantástica si tu móvil ya tiene unos años o si no quieres que la app se coma todos los recursos.

Otro aspecto a su favor es que CapCut cuenta con versión para PC y versión web, lo que te permite editar en pantalla grande cuando el proyecto lo pide, o combinar flujo móvil y escritorio según te convenga. KineMaster, por su parte, sigue completamente centrado en el ecosistema móvil, si bien con la ayuda de Spring y otras herramientas cercanas.

Si tu prioridad es edición potente y detallada directamente desde el móvil y tienes un terminal relativamente moderno, KineMaster encaja como un guante. Si lo que más te importa es que la app vaya fluida en casi cualquier Android y poder saltar a PC cuando lo necesites, CapCut tiene ventaja clara.

Modelos de suscripción, precios y política de recursos

El dinero manda, y en el mundo de la edición móvil cada app ha elegido su propio camino. KineMaster y CapCut no juegan a lo mismo en cuanto a monetización, y eso influye mucho en la percepción de valor.

KineMaster sigue el modelo freemium de toda la vida: puedes descargar y usar la app gratis, con acceso a muchas funciones, pero todos los vídeos exportados incluyen una marca de agua visible y ciertos assets quedan reservados a usuarios de pago. Si quieres un resultado limpio para subir a redes o trabajar con clientes, prácticamente estás obligado a pasar por la suscripción.

Los precios orientativos se mueven en torno a 3,99 € al mes o unos 22,99 € al año, aunque pueden variar según región y promociones. En el contexto de la edición profesional, no es una cifra especialmente alta, y para alguien que genera ingresos con sus vídeos puede ser una inversión muy razonable.

CapCut, por el contrario, se ha posicionado como una app mayoritariamente gratuita. Permite editar, aplicar gran parte de sus efectos, usar herramientas de IA y exportar en alta resolución sin marca de agua en muchos casos, todo sin pagar. Existen packs premium, plantillas y recursos avanzados que sí cuestan dinero, y en algunas regiones han aparecido planes de pago sobre los 7,9 € al mes o incluso paquetes anuales alrededor de 75 €, pero para un usuario medio no es imprescindible suscribirse.

Esto convierte a CapCut en la opción número uno si tu presupuesto es cero euros pero quieres seguir disfrutando de filtros, subtítulos automáticos, música y efectos resultones. KineMaster, en cambio, requiere asumir la suscripción o recurrir a la combinación Spring + anuncios si no quieres ver su marca de agua.

Como truco intermedio, algunos creadores tiran de Spring para eliminar la marca de agua viendo anuncios. Aunque es algo más incómodo, y la app está pensada en vertical, puede ser una solución aceptable si estás empezando y todavía no tienes claro si te merece la pena pagar KineMaster Pro.

Actualizaciones, comunidad y recursos de aprendizaje

Una app de edición no es solo lo que trae de serie, sino también el ecosistema que la rodea: actualizaciones frecuentes, tutoriales, presets, foros, canales de YouTube especializados, etc. Aquí también hay diferencias notables entre KineMaster y CapCut.

KineMaster lleva años consolidando una comunidad internacional muy potente. Hay montones de vídeos formativos en YouTube, desde trucos básicos hasta workflows complejos, así como foros y grupos donde se comparten proyectos, ajustes de color, plantillas de títulos y packs de recursos. La app recibe actualizaciones regulares con nuevas funciones, mejoras de estabilidad y soporte ampliado, lo que da bastante confianza si piensas usarla a largo plazo.

CapCut tampoco se queda quieta: se actualiza muy a menudo, sobre todo para añadir nuevos efectos visuales, plantillas virales, filtros de tendencia y herramientas de IA. Al estar vinculada al universo TikTok, suele incorporar rápidamente los efectos de moda y plantillas virales que ves en los retos del momento.

La diferencia está en el tipo de comunidad que se ha formado. En el caso de CapCut, abundan los vídeos cortos tipo “cómo hacer X efecto viral” y los tutoriales rápidos para replicar trends. Sin embargo, hay menos contenido profundo sobre flujo de trabajo profesional, mezcla de audio avanzada o corrección de color detallada.

Con KineMaster sucede justo lo contrario: quizá veas menos “trucos virales” pero más contenido enfocado a aprender edición de verdad, con proyectos complejos y explicaciones extensas. Si te ilusiona ir subiendo el nivel, practicar técnicas nuevas y pulir tus montajes, esa base formativa marca la diferencia.

En la práctica, se podría decir que KineMaster resulta más adecuado como herramienta con la que crecer a nivel semiprofesional, mientras que CapCut está más centrado en seguir el ritmo frenético de las redes con efectos de moda, plantillas de tendencia y automatizaciones apoyadas en IA.

Qué debe ofrecer un buen editor de vídeo móvil y cómo encajan KineMaster y CapCut

Para valorar correctamente ambas apps conviene repasar qué le pedimos hoy en día a un editor de vídeo móvil decente y ver cómo encaja cada uno en esa lista de requisitos básicos.

En primer lugar, es vital que permita usar contenido de distintas fuentes y formatos. Lo ideal es poder combinar vídeos y fotos en varios formatos y, si puede ser, tirar también de servicios en la nube como Google Drive, OneDrive o Dropbox. En este aspecto, KineMaster suele mostrar algo más de flexibilidad con archivos variados, mientras que CapCut se centra sobre todo en el material disponible en el dispositivo y en su propio ecosistema.

También es fundamental disponer de buenas herramientas de recorte y división de clips, para controlar exactamente qué fragmento de vídeo usamos y cuánto dura cada plano. Tanto KineMaster como CapCut cumplen con creces, aunque KineMaster ofrece un control fotograma a fotograma realmente preciso que facilita crear transiciones muy suaves y montajes al milímetro.

Los ajustes de imagen básicos (exposición, contraste, saturación, tono, temperatura) son ya obligatorios incluso en ediciones sencillas. CapCut los integra de forma clara y accesible para que cualquiera pueda jugar con ellos. KineMaster, además de esos controles básicos, añade opciones más avanzadas de colorimetría y curvas que se acercan a lo que esperarías en un editor profesional.

En cuanto a filtros, efectos, marcos y estilos visuales, CapCut arrasa en cantidad de filtros modernos, efectos tipo glitch, VHS, desenfoques creativos y transiciones diseñadas para redes sociales. KineMaster también tiene buenos efectos y una biblioteca extensa, pero su fuerte está en que puedes retocar y combinar esos efectos con mucha más precisión, en lugar de limitarte al “aplicar y listo”.

Un buen editor debe permitir también insertar fundidos y transiciones variadas entre clips. Ambas apps cubren bien este apartado: CapCut suele inclinarse por transiciones más espectaculares y llamativas, mientras que KineMaster ofrece un abanico equilibrado entre efectos discretos y opciones llamativas más profesionales.

En la parte de sonido, es clave soportar música de tu propia biblioteca, efectos de sonido y voz en off, además de poder ajustar el volumen de cada clip para que todo quede nivelado. KineMaster cuenta con herramientas detalladas de edición de audio, incluyendo ecualización, control fino de volumen, fundidos de entrada y salida y mezcla de varias pistas. CapCut no se queda atrás y suma funciones IA como reducción de ruido para limpiar audio grabado en entornos complicados.

La opción de añadir rótulos, títulos y texto animado también es importante. CapCut ofrece textos muy vistosos con estilos orientados a redes sociales, fáciles de aplicar con plantillas prediseñadas. KineMaster, por su parte, da más libertad a la hora de apilar varias capas de texto, controlando animaciones y tiempos al detalle sobre la línea de tiempo.

Por último, está la cuestión de la resolución de exportación y las marcas de agua. KineMaster en su versión gratuita inserta una marca de agua clara que resulta difícil de aceptar para trabajos serios, obligando a valorar la suscripción o la vía alternativa de Spring. CapCut, en cambio, permite normalmente exportar sin marca de agua y en alta calidad, lo que la hace muy atractiva si no contemplas pagar nada.

Otros editores de vídeo Android y el hueco que ocupan KineMaster y CapCut

Para acabar de encajar cada pieza, merece la pena echar un vistazo rápido a otros editores de vídeo destacados en Google Play y ver cómo KineMaster y CapCut se diferencian del resto.

Por un lado tenemos a CyberLink ActionDirector y PowerDirector, con un enfoque heredado del mundo PC. Permiten combinar fotos y vídeos, aplicar decenas de filtros, efectos y transiciones, y añadir textos y pegatinas. Sin pagar, te quedas con resoluciones como 720p o 480p y marca de agua; para pasar a 1080p sin ella toca suscribirse, con precios cercanos a los 4,29 € al mes.

InShot Video Editor es famoso por ser muy completo, pero también por su agresividad a la hora de monetizar: mucha publicidad y presión constante para que pases por caja. Ofrece recorte de clips, textos, música, efectos y voz en off, con unos 50 filtros (varios de pago). Permite exportar hasta 1080p, pero incluye marca de agua a menos que veas anuncios o compres la versión Pro.

En una línea parecida está VideoShow, que presume de tener más de 40 filtros y casi 70 transiciones, pero buena parte de ellos quedan reservados a usuarios VIP, con un acceso de por vida que ronda los 41,99 € o suscripción anual sobre los 22,99 €. Se pueden sumar vídeos y fotos, añadir música, voz en off y textos, pero sin pagar, el clip final lleva marca de agua.

FilmoraGo adopta otro enfoque: la app es gratuita y no hay suscripción fija, pero vende paquetes de filtros, transiciones y la eliminación de marca de agua como compras independientes. Permite crear vídeos combinando fotos y clips, añadir transiciones, voz en off, títulos y filtros de forma sencilla. Quitar la marca de agua cuesta alrededor de 1,99 €, lo cual es asumible para muchos usuarios.

Completan el panorama soluciones como Quik (GoPro Quik), que brilla cuando no tienes una idea muy clara de montaje y prefieres que la app haga casi todo por ti. Seleccionas los clips, marcas las partes importantes, eliges música y duración, y Quik monta automáticamente un vídeo bastante resultón. No da tanto control como KineMaster o CapCut, pero es perfecto para quien busca algo rápido y vistoso sin complicarse.

En medio de todo este abanico, KineMaster destaca como el editor más cercano a un programa de sobremesa en tu móvil, con capas, chroma key, mezcla de audio avanzada y gran control de exportación. CapCut, por su parte, reina en el terreno de los vídeos verticales para redes, con IA, plantillas, efectos de moda y una curva de aprendizaje prácticamente inexistente.

¿Qué es mejor para principiantes y pequeños creadores que se plantean pagar PRO?

Uno de los perfiles más habituales hoy en día es el del creador pequeño que empieza a tomarse en serio su contenido y se pregunta si le compensa pagar una suscripción. El caso típico es: “ya tengo CapCut Pro, está a punto de caducar, ¿me cambio a KineMaster o renuevo?”.

Si nunca has editado en serio y tu prioridad es publicar vídeos llamativos para redes sin comerte la cabeza, CapCut es difícil de batir. Sus plantillas para TikTok, Reels o Shorts, los efectos de un toque y los subtítulos automáticos hacen que en poco rato tengas contenido más que decente para tu audiencia, incluso con el plan gratuito.

En este escenario, la suscripción de CapCut solo tiene sentido si realmente vas a exprimir los extras de pago: plantillas exclusivas, efectos premium o funciones avanzadas que uses a diario. Para muchos creadores pequeños, la versión gratis ya da muchísimo de sí.

Con KineMaster la situación cambia: la versión gratuita es potente en herramientas, pero la marca de agua resulta muy intrusiva si tus vídeos son públicos y quieres construir una imagen cuidada. Aquí pagar Pro suele ser casi obligatorio para trabajar con cierta seriedad.

Si estás dudando entre renovar CapCut Pro o apostar por KineMaster, la pregunta clave es qué tipo de contenido quieres hacer en los próximos meses. Si lo tuyo son sobre todo trends, vídeos cortos, plantillas virales y formatos verticales de consumo rápido, seguir con CapCut —incluso sin Pro— tiene mucho sentido. En cambio, si empiezas a notar que te falta margen para proyectos más complejos, montajes largos, multicapa, chroma key bien afinado y mezcla de audio más seria, KineMaster Pro ofrece muchísimo por lo que cuesta al año.

Para un “pequeño creador” que ya ha probado CapCut mensual, arriesgar con un año de KineMaster suele ser rentable si de verdad piensa subir el nivel de sus vídeos y no quedarse solo en contenido efímero de redes. No obstante, antes de pagar siempre es buena idea trastear unos días con la versión gratuita (o con Spring) para comprobar si la interfaz y el flujo de trabajo te convencen.

Mirando todo lo anterior, se ve que no existe una ganadora absoluta entre KineMaster y CapCut, sino dos formas distintas de entender la edición móvil: una más profesional y meticulosa, otra más rápida y apoyada en automatismos. Elegir bien pasa por ser sincero con lo que necesitas ahora mismo, el tipo de proyectos que quieres crear, el móvil que llevas en el bolsillo y lo que estás dispuesto a invertir en tu herramienta de trabajo o de ocio creativo.

Snapdragon vs Dimensity vs Exynos: pros y contras

Actualidad en Androidsis - Jue, 18/12/2025 - 19:21

Elegir móvil hoy no va solo de cámara, diseño o pantalla gigante: al final, lo que manda es el procesador que lleva dentro, el “cerebro” que lo hace todo posible. De él dependen la velocidad al abrir apps, lo bien que van los juegos, cuánta batería se gasta y hasta cómo salen las fotos y los vídeos nocturnos. Por eso cada vez más gente se fija en nombres como Snapdragon, Dimensity o Exynos antes de soltar el dinero.

Dentro del mundo Android, la verdadera pelea se libra entre Qualcomm Snapdragon, MediaTek Dimensity y Samsung Exynos, tres familias de chips con puntos fuertes y flaquezas. Unos apuestan por la máxima potencia y la mejor IA, otros por eficiencia y precio contenido, y otros por integración perfecta con su propio ecosistema. Si estás dudando entre ellos, aquí vas a ver pros, contras y ejemplos reales para tenerlo mucho más claro.

Por qué el procesador es tan importante en un móvil Android

Cuando decimos que un móvil va “fino” o “se atranca”, en realidad estamos hablando de que su procesador es capaz (o no) de mover el sistema operativo y las apps con soltura. Eso incluye abrir aplicaciones sin esperas, cambiar entre varias tareas sin tirones y hacerlo todo sin que el teléfono parezca una estufa ni se beba la batería en un suspiro.

En términos técnicos, un SoC o System on a Chip integra en una sola pieza la CPU, la GPU, el módem de red, los motores de inteligencia artificial y el ISP para foto y vídeo. La forma en que se diseña ese chip es lo que marca la potencia en bruto, el rendimiento gráfico en juegos, el consumo energético y la calidad de la conexión 4G/5G y WiFi.

Detalles como la litografía de fabricación en nanómetros, el número y tipo de núcleos, la GPU y el soporte de IA son fundamentales cuando comparamos procesadores. Una tecnología de fabricación más avanzada (por ejemplo, 4 nm frente a 7 nm) permite meter más transistores, subir la potencia y a la vez reducir el gasto de energía, algo clave para que la batería aguante.

También hay que tener en cuenta que el procesador influye de lleno en cómo hace las fotos y vídeos el móvil. El ISP, que viene integrado en el propio SoC, se encarga del enfoque, el HDR, el modo noche, la grabación en 4K u 8K y todos esos procesados mágicos que ves en pantalla. Un buen chipset puede hacer que una cámara correcta parezca mucho mejor y que el modo noche pase de “ruido y manchas” a algo muy aprovechable.

Por si fuera poco, la parte de IA del chip es la responsable de funciones como la traducción en tiempo real, el desenfoque de fondo en vídeo, el reconocimiento de escenas y muchas optimizaciones automáticas. De ahí que no solo importe cuántos GHz tiene el procesador, sino también qué motor de inteligencia artificial monta y cómo lo aprovecha el fabricante.

Snapdragon, Dimensity y Exynos: quién fabrica qué y en qué se diferencian

En el ecosistema Android hay tres grandes nombres que se repiten una y otra vez: Qualcomm (Snapdragon), MediaTek (Dimensity) y Samsung Electronics (Exynos). Cada uno diseña varias gamas, desde chips básicos para móviles baratos hasta auténticas bestias para la gama alta más premium.

Qualcomm Snapdragon es quizá la familia más conocida y extendida. Marcas como Xiaomi, Motorola, OnePlus, Honor e incluso Samsung en algunos modelos confían en estos chips porque suelen ofrecer un equilibrio muy bueno entre potencia, compatibilidad de apps, juegos y conectividad. Eso sí, también se han visto casos de vulnerabilidades de seguridad en algunos micros de Qualcomm, lo que recuerda que no hay sistema perfecto.

MediaTek, por su parte, ha pasado en pocos años de ser vista como la opción barata para gama de entrada a plantar cara en serio con sus series Dimensity de gama alta, como los Dimensity 9300 y 9400. Estos procesadores han sorprendido con resultados en benchmarks muy altos, a la altura o incluso por encima de algunos Snapdragon, y con una eficiencia energética muy competitiva.

Mientras tanto, Samsung lleva tiempo empujando sus chips Exynos, diseñados en casa y usados sobre todo en sus Galaxy, aunque también los hemos visto en algunos modelos de otros fabricantes como Vivo. Exynos ha tenido generaciones brillantes y otras más discutidas, pero las últimas propuestas, como el Exynos 2200, han apostado fuerte por el rendimiento gráfico, la IA y el recorte de consumo.

Cómo funcionan las gamas Snapdragon y qué aportan en la práctica

Los Snapdragon son obra de Qualcomm, una empresa estadounidense con muchísima experiencia en conectividad móvil y chipsets. Dentro de su catálogo, la serie 600 y 700 apunta a la gama media, mientras que la serie 8 y los modelos “Elite” se reservan a móviles top con precios más altos, donde se busca exprimir al máximo el rendimiento.

En los últimos años hemos visto procesadores como el Snapdragon 888+, el Snapdragon 8 Gen 1, el Snapdragon 8 Gen 2, el Snapdragon 8 Gen 3 y el Snapdragon 8 Elite. Cada nueva generación mejora en potencia de CPU y GPU, sube el nivel de la inteligencia artificial integrada, añade un módem 5G más completo y afina la eficiencia energética para controlar mejor la temperatura y el gasto de batería.

El Snapdragon 8 Gen 1 fue el primer chip de Qualcomm fabricado en 4 nanómetros, un salto importante frente a los procesos anteriores. Esta litografía más fina permitió combinar más potencia con menor consumo en la mayoría de escenarios, lo que se traduce en móviles que rinden mejor, calientan menos (dependiendo del diseño térmico del fabricante) y aguantan más horas encendidos.

Con esta generación, Qualcomm reforzó especialmente la parte de IA, el músculo gráfico Adreno y las capacidades fotográficas y de vídeo. Gracias a ello, los móviles con este procesador pueden grabar a resoluciones muy altas, aplicar efectos avanzados en tiempo real y mover juegos exigentes con tasas de refresco de 120 Hz o más, siempre que la pantalla lo permita.

En la gama más alta actual, el Snapdragon 8 Gen 3 y el Snapdragon 8 Elite son los protagonistas en móviles de marcas como Honor o OnePlus. Aportan mejoras muy notables en rendimiento de CPU multinúcleo, capacidades de IA generativa (para tareas de foto, vídeo o asistentes inteligentes) y una conectividad 5G muy avanzada, con agregación de bandas y compatibilidad con un buen puñado de frecuencias.

Ventajas y desventajas de los Snapdragon de gama alta

Si miramos a los modelos tope de gama como el Snapdragon 8 Elite, nos encontramos con chips pensados para dar el máximo en juegos, multitarea y uso intensivo. Su CPU con varios núcleos potentes y su GPU Adreno están diseñadas para ofrecer fotogramas muy estables y altos en títulos exigentes, ideales para pantallas de 120 Hz o incluso más.

Otro punto muy fuerte de Qualcomm es su motor de IA y aprendizaje automático, que está entre los más avanzados del mercado móvil. Esto se traduce en mejoras automáticas de fotografía, funciones inteligentes en vídeo, asistentes de voz más capaces y un sistema que aprende patrones de uso para optimizar el rendimiento y el consumo.

En el día a día se nota también que la compatibilidad y optimización de apps y juegos suele estar muy trabajada en Snapdragon. Muchos desarrolladores prueban y afinan sus títulos principalmente en hardware de Qualcomm, por lo que es raro encontrarse tirones o errores raros en juegos populares si el móvil está bien refrigerado.

La parte menos agradable viene por el lado del consumo: los Snapdragon de gama muy alta pueden gastar algo más de energía que algunos rivales directos cuando se les exprime fuerte. Eso implica que, en sesiones largas de juego o uso intensivo, la batería puede caer rápido si el móvil no lleva una buena capacidad y una gestión de energía fina.

Además, hay que contar con que estos chips son caros y encarecen bastante el precio final de los teléfonos que los montan. Para mantener térmicas bajo control, los fabricantes suelen tener que montar sistemas de refrigeración por cámara de vapor o soluciones similares, complicando el diseño y aumentando todavía más el coste.

MediaTek Dimensity: la subida silenciosa hasta la gama alta

MediaTek ha cambiado mucho su imagen en los últimos años: de ser “la opción barata” ha pasado a competir mano a mano con Qualcomm en la parte alta del catálogo gracias a sus procesadores Dimensity. Los Dimensity 9300 y 9400 son dos buenos ejemplos de esta apuesta por potencia y eficiencia a la vez.

El Dimensity 9300 se ha posicionado como una alternativa muy seria al Snapdragon 8 Gen 3, con benchmarks que lo sitúan o bien al mismo nivel o muy cerca. En muchos tests ha demostrado ofrecer un rendimiento muy alto sin disparar las temperaturas, algo que se agradece sobre todo en sesiones largas de juego.

El Dimensity 9400 va un paso más allá y se ha dejado ver en móviles de gama altísima como el OPPO Find X8 Pro o el Vivo X200 Pro. En estos teléfonos, el procesador permite una experiencia muy fluida incluso en juegos AAA y en multitarea intensa, manteniendo una autonomía muy competitiva gracias a su buena eficiencia.

Uno de los grandes argumentos de los Dimensity de gama alta es su excelente eficiencia energética: logran un equilibrio muy interesante entre potencia y consumo. Eso se traduce en más horas de pantalla y menos calor, algo que los usuarios notan en el día a día aunque no se fijen en cifras técnicas.

Además, hay un factor clave para muchos bolsillos: el coste de estos chips suele ser algo más contenido que el de los Snapdragon equivalentes. Eso permite a los fabricantes destinar más presupuesto a montar mejores cámaras, baterías de gran capacidad o pantallas superiores sin que el precio final se dispare.

Puntos fuertes y pegas de los Dimensity de gama alta

Si nos centramos en un chip como el MediaTek Dimensity 9400, lo primero que brilla es su rendimiento general, más que suficiente para cualquier juego o app que le eches. En edición de vídeo móvil, productividad intensa o uso profesional tampoco se queda corto.

En segundo lugar, su gran baza es que suelen ofrecer una de las mejores autonomías del mercado cuando el fabricante acompaña con una batería decente. Gracias a su arquitectura y litografía avanzada, los móviles con Dimensity 9400 aguantan bien incluso con pantallas grandes y altas tasas de refresco.

También conviene destacar que, al ser chips algo más económicos, favorecen la aparición de móviles de gama alta con una relación calidad/precio muy atractiva. Es decir, pagas menos por un rendimiento similar, o pagas lo mismo pero te llevas extras como mejor cámara o más almacenamiento.

En la parte menos brillante, sus capacidades de IA y aprendizaje automático suelen estar un pequeño escalón por debajo de lo que ofrece un Snapdragon 8 Elite. No es que vayan mal, pero en tareas muy avanzadas de IA, Qualcomm suele tener ventaja por madurez y ecosistema.

Por último, aún se nota que la compatibilidad y optimización con algunas apps o juegos concretos está más afinada en Snapdragon. Aunque MediaTek ha mejorado muchísimo aquí, todavía hay títulos famosos muy optimizados para Qualcomm en los que Dimensity no termina de exprimir el 100% del rendimiento, y en 5G de última generación Qualcomm sigue algo por delante en ciertos mercados muy avanzados.

Samsung Exynos: los procesadores “de la casa”

Los Exynos son los chips diseñados por Samsung Electronics para sus propios móviles Galaxy, aunque de vez en cuando también se montan en modelos de otras marcas como Vivo. Samsung los ha usado históricamente para tener mayor control sobre su hardware y no depender siempre de terceros.

En los últimos años hemos visto procesadores como el Exynos 2100 y el Exynos 2200 en la parte alta del catálogo. El Exynos 2100 se fabricó en 5 nm, mientras que el Exynos 2200 dio el salto a los 4 nm para ponerse a la altura de los procesos más avanzados del sector y recortar distancia con Qualcomm y MediaTek.

El Exynos 2200 centró sus esfuerzos en fotografía, inteligencia artificial y, sobre todo, mejora gráfica enfocada al gaming. Para ello, Samsung incorporó una GPU Xclipse desarrollada en colaboración con tecnologías gráficas de nivel consola, con el objetivo de ofrecer una experiencia de juego más fluida y vistosa.

Con este chip, la compañía también trabajó a conciencia en reducir el consumo, mejorar la autonomía y reforzar las medidas de seguridad integradas. El resultado fue un comportamiento bastante sólido en la gama alta Galaxy S22, con tiempos de respuesta rápidos y una experiencia muy estable en uso normal.

Aun así, la propia Samsung ha ido valorando alternativas y, como se ha visto en movimientos recientes, para la serie Galaxy S25 apuesta por el Snapdragon 8 Elite como procesador principal. Esto deja claro hasta qué punto la competencia en la gama más alta de Android es feroz y cómo Qualcomm sigue siendo la elección preferente cuando se busca el máximo rendimiento.

Fortalezas y debilidades de Exynos frente a Snapdragon y Dimensity

En sus generaciones recientes, Exynos ha ofrecido un rendimiento muy competente en la gama alta de Samsung. El Exynos 2200 permite ejecutar juegos exigentes, mover la interfaz con suavidad y gestionar cámaras muy avanzadas, incluyendo grabación en 8K y modos fotográficos nocturnos dignos de tope de gama.

La GPU Xclipse y el motor de IA integrado permiten que funciones como las fotos con poca luz, el modo retrato o el reconocimiento automático de escenas funcionen realmente bien. Esto sitúa a los Galaxy con Exynos en un nivel fotográfico muy alto, especialmente cuando Samsung exprime su propio hardware con procesado de imagen agresivo.

En eficiencia y autonomía, los Exynos modernos han mejorado bastante respecto a generaciones anteriores, en las que el sobrecalentamiento era un problema recurrente. Ahora controlan mejor la temperatura y el gasto en tareas prolongadas, aunque en algunos escenarios concretos Snapdragon o Dimensity pueden ofrecer una estabilidad térmica ligeramente superior.

Un punto a favor de usar chip propio es que la integración con el software de Samsung (One UI) está muy bien pulida. Al controlar tanto el hardware como el sistema, la marca puede afinar detalles, añadir funciones exclusivas y optimizar consumos de forma más agresiva que si dependiese totalmente de terceros.

Como parte negativa, no siempre alcanzan el mismo nivel de rendimiento sostenido que los Snapdragon o Dimensity más punteros en sesiones largas de juego o cargas pesadas continuadas. Además, fuera de Samsung, la adopción de Exynos es muy limitada, así que la mayoría de fabricantes se decantan por Qualcomm o MediaTek.

Ejemplos reales de móviles con Snapdragon y Exynos

Para ver todo esto en tierra firme, conviene mirar qué móviles concretos montan estos procesadores y cómo se traduce eso en uso real. Así es más fácil hacerse una idea sin perderse en benchmarks y siglas.

Por el lado de Snapdragon, un ejemplo claro es el Xiaomi 12 Pro, que monta un Snapdragon 8 Gen 1. Este teléfono combina mucha potencia con 8 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento y una batería con carga rápida de 120 W que puede pasar del 0 al 100% en torno a 18 minutos, algo que en la práctica cambia totalmente la forma de usar el móvil.

En foto, el Xiaomi 12 Pro apuesta por una triple cámara de 50 MP con funciones avanzadas como Ultra Night Video, que mejora iluminación y detalle en escenas con poca luz. La pantalla AMOLED de 6,7 pulgadas con tecnología LTPO ofrece tasa de refresco de 120 Hz, ideal para que la GPU Adreno del Snapdragon luzca todo su músculo.

Otro caso interesante es el Motorola Moto G200, equipado con Snapdragon 888+. Aunque no es el chip más nuevo, sigue siendo muy potente y ofrece una experiencia fluida en prácticamente cualquier tarea, con buena autonomía y carga rápida para completar el conjunto.

Su pantalla de 6,8 pulgadas es compatible con HDR10 y presume de una tasa de refresco altísima de 144 Hz, algo que pocos móviles pueden decir. La triple cámara con sensor principal de 108 MP resuelve bien la mayoría de situaciones, con imágenes muy detalladas, especialmente de día.

En el universo Exynos, la serie Samsung Galaxy S22 fue la primera en estrenar el Exynos 2200 en varios mercados. Los Galaxy S22, S22+ y S22 Ultra aprovechan este procesador para ofrecer un rendimiento ágil y opciones de almacenamiento de hasta 512 GB en el modelo Ultra.

El Galaxy S22 Ultra destaca por su configuración de cámara cuádruple con sensor principal de hasta 108 MP y cámara frontal de 40 MP, además de la captura de vídeo en 8K. Los S22 y S22+ montan módulos triples con sensor principal de 50 MP y cámara delantera de 10 MP, también con grabación 8K.

En la generación anterior, la serie Galaxy S21 apostó por el Exynos 2100 en los modelos europeos. S21, S21+ y S21 Ultra, junto al S21 FE, ofrecen un rendimiento sólido, capaces de mover varias apps pesadas a la vez y juegos exigentes con buenas tasas de fotogramas.

Snapdragon vs Dimensity vs Exynos: las diferencias técnicas que importan

Más allá de nombres comerciales, cuando enfrentamos Snapdragon 8 Gen 3, Dimensity 9300/9400 y Exynos 2200 conviene fijarse en una serie de aspectos técnicos que marcan diferencias reales en el uso cotidiano.

Uno de ellos es la tecnología de fabricación medida en nanómetros (nm). Los chips de 4 nm —como Snapdragon 8 Gen 1/Gen 3, Exynos 2200 o Dimensity 9000/9300/9400— permiten integrar más transistores en menos espacio, mejorando rendimiento y reduciendo consumo frente a generaciones en 5 o 7 nm.

También importa la configuración de núcleos de CPU y el uso de tecnologías como big.LITTLE y Heterogeneous Multi-Processing (HMP). Con HMP, el sistema puede usar todos los núcleos a la vez cuando hace falta la máxima potencia, o solo uno de baja energía para tareas fáciles, logrando un buen equilibrio entre rendimiento y batería.

Por ejemplo, el Exynos 2200 utiliza una CPU de 8 núcleos con 1 núcleo Cortex-X2 de máximo rendimiento, 3 núcleos Cortex-A710 más potentes y 4 núcleos orientados a la eficiencia. Esta mezcla permite adaptarse a cada situación sin disparar el consumo cuando estamos solo chateando o mirando redes sociales.

Otro aspecto clave es la GPU: Adreno en Snapdragon, Xclipse en Exynos y las soluciones propias de MediaTek en Dimensity. Estas unidades se encargan de mover juegos, animaciones del sistema y todo lo que implique gráficos 2D/3D. Su potencia, frecuencia y optimización marcan la diferencia en títulos como Warzone Mobile, Genshin Impact y compañía.

En conectividad, los tres ofrecen módems 5G integrados con altas velocidades, pero Qualcomm suele ir un pasito por delante en agregación de bandas, velocidades teóricas máximas y compatibilidad con más frecuencias, algo que se nota sobre todo en países con despliegues 5G muy avanzados.

Tampoco hay que olvidar elementos internos como el tamaño de las cachés L1, L2 y L3 y el multiplicador de reloj. Cachés más grandes permiten que la CPU tenga a mano datos frecuentes sin tener que ir constantemente a la memoria RAM, lo que mejora el rendimiento global. El multiplicador, por su parte, controla la frecuencia final de la CPU y, en consecuencia, la rapidez con la que se ejecutan las instrucciones.

Experiencias reales en juegos y productividad

Más allá de las especificaciones sobre el papel, lo que muchos usuarios miran es cómo se comportan estos procesadores en juegos pesados y tareas reales. Pruebas con chips como Snapdragon 8+ Gen 1, Snapdragon 8 Gen 2 y MediaTek Dimensity 9000 ayudan a entender mejor sus diferencias.

En títulos exigentes como Warzone Mobile, se ha visto que el Dimensity 9000 suele moverse entre unos 28 y 44 fps, algo por detrás de lo que logran algunos Snapdragon de gama alta. No está claro si el problema es solo la optimización del juego o limitaciones del propio chip, pero la diferencia se nota.

Por su parte, el Snapdragon 8+ Gen 1 consigue mantener 60 fps constantes en ajustes medios, con un comportamiento muy estable. El Snapdragon 8 Gen 2 va todavía más allá y llega a 60 fps con la configuración gráfica al máximo, utilizando alrededor del 88-92% de la GPU, demostrando un margen de potencia muy holgado.

Curiosamente, en estas pruebas el consumo de energía se percibió muy similar en los tres chips, sin grandes quejas en cuanto a autonomía. En productividad (abrir apps, cambiar entre ellas, cargar contenidos, etc.), tanto el 8 Gen 2 como el 8+ Gen 1 se sienten muy rápidos, mientras que el Dimensity 9000 tampoco flojea, proporcionando una experiencia más que suficiente para la mayoría.

Si miramos la relación calidad/precio, muchos usuarios opinan que el Dimensity 9000 ofrece un rendimiento coherente con lo que cuesta. Los móviles que lo integran suelen tener un precio contenido para lo que dan, mientras que los modelos con Snapdragon tope de gama se disparan más en coste por ese extra de potencia y optimización.

Cuál es el procesador más potente en cada fabricante

Si nos fijamos en lo que ofrece ahora mismo cada casa, podemos decir que el Exynos 2200 es uno de los chips más potentes de Samsung en sus gamas altas recientes, montado en la serie Galaxy S22. La compañía trabaja en sucesores como el Exynos 2600 para seguir recortando distancias.

En Qualcomm, el Snapdragon 8 Gen 3 y el Snapdragon 8 Elite son los reyes de la corona. Están presentes en móviles de gama alta como el Honor Magic 7 Pro o el OnePlus 13, y su objetivo es claro: ofrecer la máxima potencia posible, la mejor IA para fotografía y asistentes y una conectividad 5G de primer nivel.

En el lado de MediaTek, los Dimensity 9300 y 9400 representan su tentativa más ambiciosa en la parte premium. Se montan en modelos como el OPPO Find X8 Pro o el Vivo X200 Pro y han logrado colocarse muy alto en rankings de potencia, combinando buen rendimiento, eficiencia y precios algo más ajustados.

Vistos en conjunto, estos procesadores punteros son capaces de mover cualquier juego, app profesional o tarea de IA que les pongas por delante. De hecho, muchos se acercan al rendimiento de ciertos portátiles ligeros, lo que deja claro hasta qué punto ha evolucionado el hardware móvil en los últimos años.

Elegir entre Snapdragon, Dimensity y Exynos pasa por valorar qué te importa más: potencia máxima, eficiencia y precio, o integración con el ecosistema. Snapdragon suele llevarse el gato al agua en rendimiento bruto, IA y compatibilidad con apps y juegos; Dimensity destaca por su gran relación rendimiento/consumo y terminales algo más baratos; y Exynos brilla en móviles Samsung por la integración fina con One UI, cámaras potentes y un rendimiento muy equilibrado. Conociendo estas diferencias, resulta mucho más fácil acertar al escoger el próximo móvil sin llevarse sustos con la fluidez, las temperaturas o la duración de la batería.

Interfaz Coolwalk de Android Auto: guía completa y trucos clave

Actualidad en Androidsis - Jue, 18/12/2025 - 19:19

Si ya tienes la interfaz Coolwalk de Android Auto en la pantalla de tu coche o estás a punto de activarla, seguramente te estarás preguntando cómo sacarle todo el jugo de forma cómoda, rápida y sin volverte loco entre menús. Coolwalk ha cambiado por completo la forma en la que usamos Android Auto, con más multitarea, un diseño mucho más pulido y un montón de pequeños trucos que, si los conoces, marcan la diferencia en el día a día.

En esta guía vas a encontrar una explicación muy completa y práctica de todos los trucos, ajustes y configuraciones relacionados con la interfaz Coolwalk de Android Auto: cómo personalizar la pantalla, cómo cambiar el orden de las apps, cómo activar funciones ocultas (con y sin root), cómo mejorar Google Maps y hasta cómo ver vídeos o la TDT en la consola del coche. Todo explicado en español de España, con ejemplos claros y sin pasos innecesarios.

Qué es exactamente la interfaz Coolwalk de Android Auto

Google presentó Coolwalk como el gran rediseño de la interfaz de Android Auto después de años con un aspecto prácticamente invariable. La idea era modernizar la experiencia, hacerla más parecida a lo que ofrece CarPlay de Apple y, sobre todo, mejorar la multitarea y la comodidad al volante.

Con Coolwalk puedes ejecutar varias aplicaciones a la vez en la misma pantalla de la consola del coche: normalmente verás la app de navegación ocupando la parte más grande (a la izquierda, cerca del conductor), y otra(s) tarjeta(s) secundaria(s) de música, comunicación u otros contenidos a la derecha.

Entre las principales novedades de Coolwalk destacan varias funciones clave que conviene tener claras desde el principio: una experiencia multitarea mucho más trabajada, Google Maps más protagonista y visible, una tarjeta multimedia rediseñada que se adapta al contexto, sugerencias más inteligentes del Asistente y un aspecto general más refinado y práctico que la antigua interfaz.

Cómo funciona el mosaico: multiventana vs pantalla completa

El corazón de Coolwalk es su sistema de pantalla dividida en mosaico. En lugar de ver solo una app ocupando toda la pantalla, puedes mostrar varias al mismo tiempo repartidas en tarjetas.

Cuando solo tienes una aplicación activa, por ejemplo Google Maps en navegación, verás la app a pantalla completa en el sistema de infoentretenimiento. En cuanto abres otra app compatible (Spotify, YouTube Music, WhatsApp, llamadas, etc.), Android Auto puede organizar la pantalla para mostrar un mosaico con dos o incluso tres zonas.

Para forzar esa vista en mosaico, tienes que tocar el icono de mosaico que aparece en la esquina inferior izquierda de la interfaz. Al hacerlo, la pantalla pasará a mostrar varias tarjetas a la vez, normalmente con el mapa a la izquierda ocupando la mayor parte del espacio y las apps secundarias (música, llamadas o mensajes) en la zona derecha.

Una vez activado el mosaico, el icono de la esquina inferior izquierda cambia: ya no verás un mosaico pequeño, sino un botón con varios circulitos que te llevan directamente al menú de aplicaciones. Desde ahí puedes abrir otras apps compatibles sin abandonar la vista actual.

Si en un momento dado quieres volver a ver una sola app a pantalla completa, basta con que toques sobre la tarjeta de esa aplicación en el mosaico. Esa ventana se ampliará automáticamente y ocupará todo el panel, dejando el resto en segundo plano.

Algo importante que debes saber es que actualmente Android Auto Coolwalk no permite modificar manualmente el tamaño exacto de cada ventana ni la distribución del mosaico. El sistema prioriza siempre la navegación (Google Maps o Waze), colocándola en el área más grande y a la izquierda, mientras que las aplicaciones de entretenimiento quedan a la derecha y las notificaciones de mensajería se muestran en la esquina superior derecha cuando llegan.

Muchos usuarios, entre ellos quienes han probado Coolwalk a fondo, prefieren mantener el modo mosaico activo casi siempre, precisamente porque permite ver más información de un solo vistazo: ruta, canción, mensajes, etc. No obstante, en situaciones complicadas (incorporaciones, cruces liosos, salidas de autovía poco claras), es habitual volver a la navegación a pantalla completa para ver el mapa lo más grande posible.

Cómo poner cualquier app en pantalla completa con Coolwalk

Uno de los límites actuales de Coolwalk es que, de forma oficial, solo algunas apps como Google Maps y Waze pueden usarse de verdad a pantalla completa sin que el interfaz insista en dividir la pantalla.

Si quieres que prácticamente cualquier app se vea en grande, existe un truco algo avanzado: cambiar la resolución de vídeo de Android Auto desde las opciones de desarrollador para forzar que el sistema deje de usar la pantalla dividida. Esto no es una función diseñada específicamente para eso, pero en la práctica hace que todo se muestre en grande, aunque a costa de que algunos elementos puedan verse algo desproporcionados.

Los pasos generales son estos: abre en el móvil la aplicación de Android Auto, desplázate hasta abajo del todo en su configuración y toca varias veces sobre el número de versión. Al hacerlo, se activará automáticamente el modo desarrollador de Android Auto.

Después, dentro de esos ajustes, toca el icono de tres puntos de la esquina superior derecha y entra en “Ajustes de desarrollador”. Ahí verás un buen número de opciones avanzadas; la que te interesa es “Resolución de vídeo”.

Dentro de “Resolución de vídeo” puedes rebajar la resolución de salida hasta encontrar el punto en el que el sistema deja de utilizar el modo de pantalla dividida y pasa a mostrar las apps ocupando todo el panel. No hay un valor universal, dependerá del tipo de pantalla que lleve tu coche, así que toca hacerlo por prueba y error: baja un nivel, prueba en el coche y así sucesivamente.

Si ese método no te funciona o quieres ir aún más allá, existen herramientas de terceros como AA AIO Tweaker que permiten forzar modos de visualización diferentes, incluida la pantalla completa para más aplicaciones. Eso sí, estas soluciones suelen requerir acceso root en el móvil, pueden hacer la experiencia inestable y no son recomendables para usuarios sin experiencia técnica.

Cambiar el fondo de pantalla y apariencia básica de Android Auto

Aunque Android Auto no es una fiesta de personalización como el móvil, sí permite ajustar algunos detalles estéticos para que la interfaz Coolwalk tenga un aspecto más acorde a tus gustos.

Uno de los ajustes visuales más sencillos es el fondo de pantalla: en la pantalla del coche, entra en Ajustes > General > Seleccionar fondo de pantalla. Allí verás varios fondos disponibles integrados por Google. Solo tienes que elegir el que más te guste.

Hay quien prefiere un fondo completamente negro o muy oscuro, ya que distrae menos, aporta más contraste y facilita la lectura de los elementos de la interfaz, especialmente por la noche o con mucha luz directa en la pantalla.

Además del fondo, puedes decidir cómo se comporta el modo claro/oscuro de los mapas. Por defecto, Android Auto cambia a modo nocturno automáticamente cuando es de noche o entras en un túnel, pero en los ajustes puedes forzar que los mapas usen siempre el tema oscuro o siempre el claro. Para ello, en la pantalla del coche ve a Ajustes y entra en la opción “Modo Noche/diurno para mapas”, donde podrás elegir el modo que prefieras.

Personalizar el menú de aplicaciones: orden y limpieza

La pantalla de Android Auto no es un cajón desastre: cuanto más claro y ordenado esté el menú, más rápido encontrarás lo que necesitas mientras conduces y menos te distraerás.

Es importante tener en cuenta que la consola de Android Auto simplemente refleja las aplicaciones compatibles que tienes instaladas en el móvil. Eso significa que, si quieres que una app aparezca en el coche, primero debe estar instalada en tu smartphone.

Para decidir qué aplicaciones se muestran y en qué orden, debes ir a la app de Android Auto en el móvil y buscar la opción “Personalizar menú de aplicaciones”. Allí verás una lista con todas las apps compatibles, junto a una casilla a la derecha de cada una para mostrarla u ocultarla en la interfaz del coche.

Si quieres aplicar una filosofía de minimalismo y practicidad, lo más recomendable es dejar visibles solo las apps que realmente usas en el coche (navegación, música, mensajería, teléfono) y ocultar las demás, de forma que el menú quede mucho más limpio.

Desde ese mismo apartado también puedes cambiar el orden del menú de aplicaciones. Para ello, entra en “Ordenar menú de aplicaciones” y elige entre orden alfabético o personalizado. Si seleccionas personalizado, podrás colocar arriba las apps que más utilizas para que estén siempre a mano sin tener que desplazarte por toda la lista.

Cómo activar la interfaz Coolwalk: betas, root y opciones ocultas

Durante bastante tiempo, Coolwalk ha ido llegando de forma escalonada y, en muchos casos, limitada a usuarios de versiones beta o a quienes se animaban a tocar ajustes internos. Aunque a día de hoy la mayoría de usuarios la reciben de forma oficial, sigue siendo útil conocer los caminos alternativos que han existido.

Acceso mediante programa beta oficial

Google planificó el lanzamiento de Coolwalk para Android Auto de forma gradual, primero en forma de pruebas cerradas y después abriendo el acceso a testers públicos a través del programa Android Auto Beta.

Para participar en ese programa, había que inscribirse en el Programa Android Auto Beta desde la web oficial de Google y esperar a ser aceptado como tester. Una vez admitido, solo había que actualizar la aplicación Android Auto desde Google Play, reiniciar el móvil, conectarlo al coche y dejar que el sistema se configurase de nuevo, con la advertencia de que, al ser una beta, podía haber fallos.

Forzar Coolwalk y otras funciones ocultas con root

Antes de que Coolwalk se extendiera de forma más amplia, muchos usuarios impacientes recurrieron a mods de terceros como AA AIO Tweaker para activar opciones que aún estaban ocultas en Android Auto.

AA AIO Tweaker es una aplicación pensada para modificar parámetros internos de Android Auto, incluyendo la activación manual del diseño Coolwalk. Para utilizarla, es obligatorio tener el móvil rooteado, ya que la app necesita acceso a la raíz del sistema para editar la base de datos de Android Auto.

El procedimiento general consistía en descargar el APK desde su repositorio de GitHub, instalarlo en el móvil, otorgarle permisos root al abrirlo y, después, localizar la opción “Activar diseño Coolwalk”. Tras pulsar y reiniciar el teléfono, al conectar el móvil al coche y entrar en los ajustes de Android Auto en la pantalla del vehículo debía aparecer la opción de habilitar Coolwalk.

Conviene dejar claro que, aunque este tipo de herramientas son muy potentes, no son recomendables para usuarios sin experiencia. Pueden provocar fallos, inestabilidad o incluso que Android Auto deje de funcionar correctamente si se tocan parámetros sensibles.

Trucos clave de Google Maps con Android Auto Coolwalk

Evitar escribir en la pantalla del coche

Uno de los errores más habituales al usar Maps en Android Auto es intentar introducir direcciones en la consola del coche. El teclado suele ser lento, a veces torpe y, sobre todo, te obliga a prestar demasiada atención a la pantalla.

Lo más sensato es que, antes de conectar el móvil al coche, abras Google Maps en el teléfono y escribas allí la dirección o el destino. Cuando conectes el móvil y Android Auto se inicie, solo tendrás que pulsar “Iniciar” en la pantalla del vehículo para comenzar la ruta.

Si durante el trayecto decides cambiar de destino, lo ideal es detenerte en un lugar seguro, coger el móvil, ajustar la dirección en Google Maps y volver a lanzar la navegación. Así evitas búsquedas incómodas y peligrosas sobre la marcha.

Deslizar para ver maniobras futuras

En carreteras con muchas salidas, cruces complejos o grandes rotondas, puede ser complicado anticipar las maniobras solo con la indicación inmediata que sale arriba en Maps. Por suerte, existe un truco muy útil: deslizar sobre el bocadillo de la dirección que aparece en la parte superior de la pantalla.

Al hacer ese gesto, Google Maps adelanta las indicaciones y te muestra las próximas maniobras que llegarán en la ruta: giros, cambios de carril, salidas de autopista, etc. No necesitas hacer zoom manual ni toquetear el mapa, simplemente deslizar sobre la tarjeta de instrucciones.

Esta función está disponible tanto en Android Auto como en la versión móvil de Google Maps, por lo que también puedes usarla antes de iniciar un viaje para visualizar con calma el recorrido completo.

Combinar Google Maps con otras apps gracias al mosaico

Coolwalk brilla especialmente cuando combinas Google Maps con otras aplicaciones en la misma pantalla. Por ejemplo, puedes tener Maps como app principal en silencio y, a la vez, usar Waze o una app de radares que te vaya cantando avisos de velocidad o controles en segundo plano.

El truco está en configurar bien las alertas de la app secundaria (por ejemplo, Waze con avisos de radares activos) y luego mantener Google Maps como aplicación visible en el mosaico. Las notificaciones de la segunda app se seguirán oyendo aunque no esté ocupando la parte principal de la pantalla.

Activar la vista 3D en grandes ciudades

En entornos urbanos complejos, con muchos edificios y calles laberínticas, puede ser fácil perderse con la vista plana del mapa. Para mejorar la orientación, Google Maps ofrece una vista 3D de edificios y estructuras que ayuda a identificar mejor los puntos de referencia.

Para activarla, abre Google Maps en tu móvil, toca el icono de capas (el de los tres planos superpuestos) y selecciona la opción de “Vista 3D”. A partir de ahí, las estructuras principales se verán elevadas y, cuando conectes el móvil a Android Auto, esa configuración se reflejará también en la pantalla del coche.

Mejorar la navegación en túneles con balizas Bluetooth

Los túneles largos son el enemigo natural del GPS: la señal se pierde y las indicaciones pueden quedar desfasadas o congeladas. Para minimizar este problema, Google Maps incluye una opción específica llamada “Balizas de túnel Bluetooth”.

Esta función no suele venir activada por defecto. Para encenderla, debes ir en el móvil a los ajustes de navegación de Google Maps y buscar la opción de balizas Bluetooth. Una vez activada y otorgados los permisos necesarios, Maps utilizará estas referencias adicionales para mejorar la precisión dentro de túneles y evitar despistes al salir a superficie.

Trucos avanzados y ajustes potentes de Android Auto

Más allá de la interfaz Coolwalk en sí, Android Auto esconde una serie de opciones y trucos muy útiles para usuarios avanzados, algunos de ellos especialmente interesantes cuando quieres personalizar todavía más tu experiencia.

Encontrar y usar los ajustes de Android Auto

Debido a los cambios que Google ha ido aplicando, no todos los usuarios tienen el mismo acceso directo a la app de Android Auto en el cajón de aplicaciones. Si no la ves, puedes entrar a sus ajustes fácilmente desde Google Play: busca Android Auto en la tienda y, desde ahí, abre la configuración.

Si vas a entrar a menudo, puedes crear un acceso directo en la pantalla de inicio del móvil para llegar rápidamente a los ajustes generales, de coches conectados y de personalización.

Activar el modo desarrollador

Al igual que Android en el móvil, Android Auto tiene un modo de desarrollador que desbloquea opciones extra. Muchas de las funciones más avanzadas (como cambiar la resolución, hacer capturas, etc.) dependen de este modo.

Para activarlo, entra en los ajustes de Android Auto, desplázate hasta el final, al apartado “Versión e información de permisos”, toca una vez para mostrar la información y luego toca repetidamente sobre esa zona hasta que aparezca una ventana emergente. Acepta y, a partir de ese momento, podrás acceder a “Ajustes de desarrollador” desde el menú de tres puntos.

Hacer capturas de pantalla de Android Auto

Si quieres compartir cómo te ha quedado la configuración de Coolwalk, un error extraño o cualquier detalle de la pantalla, puedes hacer capturas directamente desde Android Auto sin pelearte con botones físicos.

Una vez tengas activado el modo desarrollador, entra en esas opciones y pulsa en “Compartir captura de pantalla ahora”. El sistema generará la captura y te permitirá enviarla por la app que elijas (puedes mandártela a ti mismo por correo o mensajería, por ejemplo).

Reiniciar Android Auto desde cero si algo falla

Si Android Auto empieza a comportarse de forma rara, se desconecta sin motivo o no entra bien en Coolwalk, una de las mejores soluciones es restablecer la app a su estado inicial, como si la acabaras de instalar.

En tu móvil, ve a Ajustes > Aplicaciones, busca Android Auto y entra en el apartado de almacenamiento. Allí tendrás la opción de “Borrar datos” o similar. Esto resetea la configuración de la app, por lo que tendrás que volver a conectar el móvil al coche como la primera vez, pero a cambio suele arreglar muchos problemas.

Notificaciones, atajos y personalización práctica

Coolwalk no solo cambia la forma de ver las apps, también permite que la interacción con mensajes, llamadas y acciones frecuentes sea más rápida y segura.

Controlar qué notificaciones ves al conducir

Las notificaciones pueden distraer bastante, así que es buena idea revisar cómo se muestran en Android Auto. En los ajustes de la app en el móvil encontrarás varias opciones clave: “Mostrar primera línea de conversaciones” (una pequeña vista previa del mensaje), “Mostrar conversaciones” (para ver o no los chats recientes), “Mostrar conversaciones en grupo” y “Reproducir sonido de conversación”.

Ajustando estas opciones puedes decidir si quieres ver solo lo mínimo necesario o si prefieres silenciar avisos y notificaciones en marcha para centrarte en la conducción.

Crear atajos a comandos del Asistente

Si siempre le pides lo mismo al Asistente de Google (por ejemplo, que ponga una lista de música concreta o active una rutina de casa), puede que acabes harto de repetir el comando. Android Auto permite crear accesos directos a acciones del Asistente en el menú de apps.

En los ajustes de Android Auto ve a “Personalizar menú de apps” y pulsa en “Añadir acceso directo al menú de apps”. Escoge “Acción del Asistente”, escribe el comando que quieras automatizar, ponle un nombre al botón y guarda. La próxima vez que conectes el móvil al coche, tendrás un icono que ejecuta ese comando con un solo toque.

Añadir un botón directo para llamar a un contacto

Si llamas siempre a las mismas personas (pareja, familia, trabajo), te puede venir genial crear botones directos para llamarles desde Android Auto, sin buscar en listas.

El proceso es similar al de los atajos del Asistente: en “Personalizar menú de apps”, pulsa “Añadir acceso directo al menú de apps” y elige “Llamar a un contacto”. Selecciona el contacto y se creará un icono propio que aparecerá en la consola del coche cuando Android Auto esté conectado.

Cambiar resolución de vídeo y otras opciones técnicas

Dentro de los ajustes de desarrollador hay varias opciones pensadas para quienes quieren afinar el comportamiento de Android Auto a nivel técnico.

Una de las más relevantes es la mencionada “Resolución de vídeo”, que permite recomendar a las apps una resolución concreta (aunque no todas obedecen). Jugar con esta opción puede ayudar en algunos coches que tienen pantallas con formatos raros, problemas de escalado o, como se comentaba antes, para intentar forzar la vista de pantalla completa en ciertas circunstancias.

Funciones extra: ver TDT, YouTube, usar navegador web y duplicar pantalla

Oficialmente, Google limita bastante lo que se puede hacer en Android Auto por seguridad. Pero, si estás dispuesto a usar apps de terceros, puedes ampliar muchísimo las posibilidades de la pantalla del coche. Eso sí, siempre teniendo claro que muchas de estas cosas están pensadas para usar con el coche parado.

Ver la TDT en Android Auto

Con la aplicación IPcarTV, disponible a través de AA Store, es posible ver canales de TDT en la consola del coche. El procedimiento general es descargar e instalar AA Store, concederle permisos, buscar IPcarTV desde ella, instalarlo, abrir la app en el móvil y añadir una lista de canales M3U (por ejemplo, una de TDTChannels). Luego, al conectar el móvil al coche y abrir IPcarTV en Android Auto, podrás acceder a esos canales.

Reproducir vídeos de YouTube

Para YouTube, una de las soluciones más populares es CarTube. Igual que antes, se instala usando AA Store: se descarga CarTube, se conceden permisos y, una vez conectado al coche, se abre desde el menú de apps de Android Auto. De nuevo, es algo que deberías usar solo con el coche estacionado, por seguridad evidente.

Un navegador web en Android Auto

Aunque Android Auto no incluye navegador web de serie, se puede recurrir a WebViewAuto. Se instala desde su APK, se activan las fuentes desconocidas en los ajustes de Android Auto y, al conectar el móvil al coche, aparecerá como una app más. Permite navegar por la web desde la pantalla del coche, algo útil para consultas puntuales en parado.

Duplicar la pantalla del móvil

Cuando una app no es compatible con Android Auto, siempre te queda la opción de duplicar la pantalla del teléfono en la consola. Una de las soluciones más usadas para esto es Screen2Auto, también distribuida a través de AA Store. Tras instalarla y otorgar permisos, al conectarte al coche podrás abrir Screen2Auto y ver en la pantalla del vehículo lo mismo que en tu móvil.

Android Auto sin coche compatible: usar una tablet como pantalla

Si tu coche no soporta Android Auto de forma nativa, puedes reciclar una tablet antigua como “unidad principal” improvisada. Para ello existe una app llamada Headunit Reloaded, disponible en Google Play por un precio moderado.

El proceso implica instalar la app en la tablet, configurarla como si fuera la unidad del coche y conectarla al móvil que hará de “fuente” de Android Auto. Antes de pagar la versión completa, es aconsejable probar la versión de prueba para asegurarte de que todo funciona bien con tu modelo de tablet y tu móvil.

Más trucos útiles con Android Auto y Coolwalk

Además de todo lo anterior, Android Auto esconde un buen puñado de detalles curiosos que pueden hacerte la vida más fácil en viajes largos o situaciones concretas.

Por ejemplo, a través del Asistente puedes hacer sonar tu teléfono diciendo “¿Dónde está mi teléfono?” si lo has perdido por el coche. También puedes dictar mensajes de WhatsApp tanto como respuesta a notificaciones como iniciando una conversación desde cero, ya sea con comandos de voz o pulsando el botón de nuevo mensaje dentro de la app en Android Auto.

Cuando el coche está aparcado o esperando a alguien, tienes a tu disposición la app Gamesnacks, que incluye varios minijuegos sencillos tipo puzzle, arcade o 2048, sin anuncios ni compras integradas.

También hay aplicaciones especializadas como Gasolinera+, que permiten encontrar la gasolina más barata cerca de tu ubicación y son compatibles con Android Auto. Y si no quieres que Google Maps muestre tus lugares guardados o quieres que la interfaz sea más despejada, puedes activar el modo incógnito en Google Maps desde el móvil y, al conectar al coche, se respetará ese modo.

Por último, si necesitas ir un paso más allá y probar funciones que Google todavía no ha liberado del todo, herramientas como AA AIO Tweaker (con root) permiten activar opciones ocultas, modificar ajustes internos y experimentar, siempre con el riesgo de inestabilidad que eso conlleva.

Con todos estos trucos, ajustes y combinaciones, la interfaz Coolwalk de Android Auto deja de ser solo un “lavado de cara” y se convierte en un auténtico panel de control adaptable a tu forma de conducir: desde la simple navegación y música hasta el uso avanzado con vistas 3D, radares, TDT, YouTube, duplicación de pantalla o atajos personalizados. Dedicando un rato a configurarla, puedes lograr que cada trayecto sea más cómodo, más seguro y, por qué no, bastante más entretenido.

Tu iPhone lleva años preparado, pero quizás tu coche o tu alarma no: España activa el plan para apagar el 2G y 3G

Actualidad en Applesfera - Jue, 18/12/2025 - 19:01

Cuando Steve Jobs sacó del bolsillo el primer iPhone en 2007, el público enloqueció con la pantalla multitáctil, pero por aquel entonces solo funcionaba con redes 2G (EDGE). Aquella red, que por entonces nos parecía suficiente para cargar una versión móvil de la web, se ha convertido hoy en una reliquia que ocupa un espacio muy valioso. Casi veinte años después, el gobierno de España ha decidido poner fecha de caducidad a la infraestructura que hizo posible la era del smartphone.

El Ministerio para la Transformación Digital ha iniciado los trámites y abierto una consulta pública para coordinar el apagado total de estas redes. Mantener encendidas las antenas de 2G y 3G supone un coste energético enorme para un tráfico de datos que ya es mínimo, además de ocupar las bandas de 900 y 2100 MHz que el 4G y el 5G necesitan para funcionar mejor.

Sin embargo, la realidad de este apagón tiene también otra lectura. Mientras tu iPhone ni se inmutará ante el cambio, el proceso esconde una letra pequeña que afecta a miles de dispositivos "invisibles" que usamos a diario sin saber que llevan una tarjeta SIM dentro.

Un calendario con distintas velocidades

El adiós a estas redes no ocurrirá de golpe, aunque el proceso ya está en marcha. Vodafone tomó la delantera y comenzó a desconectar su red 3G en noviembre de 2022. Por su parte, tanto Movistar como MasOrange (la fusión de Orange y MásMóvil) manejan un calendario que sitúa el apagado entre 2026 y 2027.

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El objetivo del gobierno con esta nueva consulta pública, abierta hasta el 20 de enero de 2026, es que la transición sea ordenada. De hecho, el Ministerio creará un grupo de trabajo para vigilar que nadie se quede desconectado, poniendo el foco en zonas rurales y colectivos vulnerables (como la teleasistencia) para garantizar servicios críticos como el 112.

Para nosotros, usuarios de Apple, la transición casi ni se notará. Tan solo tienes que echar un vistazo a la barra de cobertura para ver que rara es la ocasión en la que no estás conectado a una red 5G o 4G.

De hecho, la insistencia de Apple por adoptar las nuevas redes juega ahora a nuestro favor. Seguro que recuerdas el lanzamiento del iPhone 12 en 2020: los ejecutivos de la compañía repitieron la palabra "5G" más de 50 veces durante la keynote, un detalle que se convirtió en meme en redes sociales.

Aquella obsesión, que en su día pareció excesiva e incluso puro marketing, confirma hoy que el ecosistema lleva años preparado. Teniendo en cuenta que cualquier modelo desde el iPhone 5 ya soporta 4G (LTE), la inmensa mayoría de smartphones activos en España seguirán funcionando con total normalidad. Apple hizo los deberes antes de tiempo y, gracias a eso, el problema hoy no está en tu bolsillo.

Pero no todo tiene conexión 4G o 5G

Si tu iPhone está a salvo, ¿dónde está el problema? En el llamado "Internet de las Cosas" y en sistemas de seguridad instalados hace años que dependen exclusivamente de las redes antiguas para comunicarse.

El caso más delicado se encuentra en la automoción. Desde 2018, todos los coches nuevos vendidos en la Unión Europea deben incluir el sistema eCall, una función que llama automáticamente a emergencias en caso de accidente grave. La sorpresa es que muchos de estos vehículos, incluso modelos comprados hace poco tiempo, montan módems económicos que operan únicamente bajo 2G o 3G.

Lo mismo ocurre al entrar en casa. Hay miles de alarmas domésticas instaladas hace una década que usan GPRS (2G) para avisar a la central, por no hablar de los ascensores, cuyo botón de emergencia es esencialmente un móvil antiguo incrustado en la pared. Todos estos aparatos corren el riesgo de quedarse sin señal si no se revisan a tiempo.

En Applesfera Si tu cobertura móvil falla siempre que viajas al pueblo, con este mapa sabrás quién tiene la culpa

Por suerte, este escenario no nos pilla de sorpresa. Precisamente para evitar un caos de dispositivos desconectados, el gobierno ha lanzado esta consulta y las operadoras han establecido plazos hasta 2027. Este margen de dos años es el "tiempo de descuento" que tienen los fabricantes para actuar. En muchos casos implicará una sustitución física del módulo de comunicaciones (el módem) por uno compatible con 4G.

Visto lo visto, ¿qué tengo que revisar?
  • Si tienes un iPhone 5 o superior: no tienes que hacer nada. Tu móvil ya tiene redes 4G y 5G. Seguirás teniendo cobertura y datos como siempre.
  • Si tienes un coche fabricado entre 2017 y 2024: echa un vistazo al manual o pregunta en tu concesionario qué tipo de conectividad usa el sistema eCall. Es el punto más crítico de esta transición.
  • Si tienes una alarma antigua en casa: contacta con tu proveedor de seguridad. La mayoría ya están realizando campañas para cambiar los modelos antiguos por nuevos compatibles con 4G, pero mejor asegurarse antes del apagón.

El 2G y el 3G cumplieron su misión: nos conectaron a internet cuando nadie creía que fuera posible hacerlo desde la calle. Ahora toca dejar sitio a lo nuevo, aunque por el camino nos toque actualizar la tecnología de cosas que nunca pensamos que tendrían que "actualizarse".

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He vuelto a jugar a 'Pou' diez años después. Y ahora entiendo que vuelva a ser de los juegos más descargados en el iPhone

Actualidad en Applesfera - Jue, 18/12/2025 - 18:01

Nunca se me dio bien eso de cuidar un Tamagotchi. A mí, eso de que me tengas requiriendo atención constante, que te limpie, te de comer o si no te mueres me suena a chantaje emocional de los duros. Y por ahí no paso. Como tampoco quise pasar en su día por cuidar a esa suerte de excremento que visualmente parece Pou (lo siento, ¿pero lo parece o no?).

El caso es que, pese a todo, fui de los que hace una década jugaba a 'Pou' en su iPhone porque, a diferencia del Tamagotchi en el que se inspira, este nunca se moría. Al menos, no el mío, que podía pasarse semanas sin comer y sucio como un contenedor, y pese a todo me esperaba con una sonrisa. Volver a jugarlo a las puertas de 2026 no estaba en mis planes, pero...

En los rankings de la App Store, de donde nunca salió realmente, 'Pou' ha vuelto a emerger este año con un valorado tercer puesto entre los juegos de pago más descargados en los iPhone. No es que creyese que iba a descubrir un mundo nuevo con él, pero me picó la curiosidad de rejugarlo años después. Y me arrepiento con toda mi alma.

Esta vez seré un buen padre (spoiler: no)

Ahorrándome los 2 euros que cuesta 'Pou' (1,99 euros para ser exactos) porque ya lo había pagado en su día, creía que no tenía excusa para no descargarlo. Ahora sí la tengo: trabajo y vida social. Pou me está consumiendo... Y bueno, quizás exagero, pero lo cierto es que me ha enganchado de nuevo.

Me ha pasado exactamente lo mismo que me ocurrió la primera vez. Empecé entusiasmado con mi pequeña criatura. Eso sí, sin notificaciones. Ya digo que a mí eso de las exigencias no me va mucho (menos aún si no me pagan por ello) y no me apetecía recibir avisos para dar de comer constantemente a esta criatura del averno. Pero le cuidaba. De verdad que le cuidaba.

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Que si me gastaba monedas virtuales en comprarle comida, que si ropita, que si una pelotita... Los primeros días con mi nuevo Pou me habrían servido para presentar mi candidatura a padre virtual del año (¿existirá semejante reconocimiento?). Pero entonces me aburrí y agradecí que Pou no fuese un niño de verdad, porque tendría a los servicios sociales llamando a mi puerta desesperadamente.

Lo mejor de 'Pou' no es Pou

Pero no desinstalé el juego y seguí abriéndolo. Aunque no para cuidarle, sino para jugar con él. Y no me refiero a tirarle una pelotita virtual y observar como sigue su rastro con los ojos y como ríe. Es demasiada ternura para mí. Literalmente jugué con el a sus minijuegos integrados dentro de la propia aplicación.

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Allí estaban títulos que, no exagero, casi me costaron los estudios hace una década cuando estaba enganchado a ellos. Ahora no tengo peligro de suspender la asignatura de contabilidad, pero sí de que mis jefes me pregunten qué hago que no estoy trabajando. Así que con cierta moderación, me he reenganchado.

Entre esos minijuegos, hay algunos "nuevos". Y pongo comillas porque, después de diez años sin jugar, uno que se añadiese hace siete años sería ya nuevo para mí. Y aunque los he probado, me sigo quedando con los clásicos. Los de aquel imberbe Álvaro que jugaba en su iPhone 4s (es mentira, ya tenía barba, pero quedaba muy bien para el texto decir que no).

Si te genera curiosidad, es el de Sky Jump el que más horas me ha robado (antes y ahora). Se trata básicamente de ir saltando por plataformas desde el subsuelo hasta llegar a la estratosfera y más allá, todo con pequeños movimientos del iPhone. Aunque hay más.

El caso es que rejugarlo me ha hecho no solo recordar otros tiempos, sino darme cuenta de lo feliz que te puede hacer un pequeño bicho virtual que siempre ha estado ahí esperando a que un día vuelvas. 

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Y podía haberlo dejado ahí, como una anécdota nostálgica. Pero la realidad es que 'Pou' funciona hoy por la misma razón que funcionaba hace diez años: no pedir nada. Sí, te pide que le cuides y estés pendiente, pero en realidad no ocurre nada si no le atiendes durante horas e incluso días. La gracia está en esos ratitos muertos, en esos "una partida más y ya" que se convierten en veinte minutos. Y que no nos vamos a engañar, si sabemos no descuidar nuestras tareas, entretenerse jamás es perder el tiempo.

Su sistema simple, sin que nadie te juzgue por abandonar la criatura y jugar sin presión sigue siendo la clave de este juego. Y si alguna vez lo jugaste, volver es casi inevitable. Si nunca lo hiciste, quizás ahora tenga más sentido que nunca, ya que no compite con nada moderno. Ni quiere, ni necesita reinventarse. Simplemente está ahí, esperando. Sin presiones. Y eso, a veces, es lo único que yo busco en un juego del iPhone.

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Regalar un AirTag es un acierto seguro, salvo que lo quieras para la cartera. Aquí tienes las mejores alternativas que sí caben en el bolsillo

Actualidad en Applesfera - Jue, 18/12/2025 - 17:00

A todos nos ha pasado o conocemos a alguien a quien le pasa: ese momento de pánico al tocarse el bolsillo y notar que falta la cartera, o la duda existencial de si hemos metido las llaves en la mochila antes de cerrar la puerta. Para combatir esos pequeños infartos diarios, la respuesta de cualquier usuario de Apple suele ser regalar un AirTag.

Y ojo, es un regalo fantástico, queda genial bajo el árbol y funciona de miedo. Pero estamos casi en 2026 y, si quieres afinar el tiro estas Navidades, quizás la "pastilla" de Apple no sea la única (ni la mejor) opción.

El AirTag sigue siendo el rey de la precisión, pero el verdadero regalo no es el dispositivo en sí, sino la Red Buscar (Find My). Apple tuvo el acierto de certificar accesorios de terceros, creando un abanico de posibilidades que solucionan los dos grandes problemas del AirTag original: su forma y, a veces, su precio. Si tienes que hacer un regalo a alguien despistado, aquí tienes cómo elegir la mejor opción sin salir del ecosistema del iPhone.

AirTag: la apuesta segura con y sus "peros"

Empecemos por lo obvio. Si tu presupuesto ronda los 30 o 35 euros (o aprovechas las ofertas del pack de cuatro por unos 89 euros), el AirTag es la referencia. Es el que tiene la mejor construcción, el que te garantiza actualizaciones y el único que te ofrece la búsqueda de precisión metro a metro. Además, regalar algo con la manzana siempre "viste" más.

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Sin embargo, el AirTag tiene un problema de física: es una moneda de plástico y metal abombada. Esto obliga a comprar un llavero aparte si quieres colgarlo (aumentando el precio del regalo) y lo hace bastante incómodo para llevarlo en una cartera. Es fiable, sí, pero no siempre es el formato más práctico.

Chipolo: cuando el diseño importa más que la marca

Aquí es donde entra Chipolo, una marca que ha sabido leer las carencias del diseño de Apple. Para mí, es la alternativa más inteligente si buscas ergonomía. Su gama "Spot" funciona nativamente con la app Buscar de tu iPhone, igual que un AirTag, pero con dos ventajas:

La primera es el Chipolo POPt para las llaves: a diferencia del AirTag, este ya trae un agujero integrado en el cuerpo del dispositivo. Parece una tontería, pero te ahorras el accesorio extra; lo sacas de la caja y a las llaves.

La segunda, y mi favorita, es el Chipolo CARD: si el regalo es para alguien que pierde la cartera, es una tarjeta fina, de un grosor similar a un par de tarjetas de crédito, que se desliza en el billetero sin deformarlo.

La opción inteligente (y barata) para llenar el árbol

Quizás tu intención no sea hacer un gran regalo tecnológico, sino tener un detalle en un amigo invisible o equipar cuatro o cinco objetos (maleta, mochila del gimnasio, llaves de casa, llaves del coche) sin dejarte mucho dinero. Aquí es donde Amazon se ha llenado de opciones certificadas y que son un auténtico descubrimiento.

Algunas marcas blancas ofrecen localizadores que se conectan a la app Buscar por precios de derribo. Es fácil encontrar unidades sueltas por 9,99 euros o packs de cuatro por menos de 25 euros. ¿La diferencia? Los materiales son plásticos más sencillos, pero cumplen su función: aprovechar los millones de iPhone que hay en el mundo para decirte dónde está tu maleta. Por el precio de un solo AirTag, equipas a toda la familia.

La regla de oro antes de comprar

Da igual si te decides por la fiabilidad de Apple, el diseño de tarjeta de Chipolo o el precio de derribo de las marcas blancas. Solo hay una cosa que debes mirar en la caja antes de pagar: el sello "Works with Apple Find My".

El objetivo de este regalo es la paz mental, y eso pasa por la privacidad y la sencillez. Huye de cualquier localizador barato que te pida instalar una aplicación extraña y mantenerla abierta en segundo plano, chupando batería. La gracia de esto es abrir la app Buscar que ya viene instalada en el iPhone y ver todos tus objetos en el mapa, sin configuraciones raras ni cesión de datos a terceros. Si cumple eso, habrás hecho el mejor regalo posible: la tranquilidad de que, pase lo que pase en 2026, sus cosas volverán a casa.

En Applesfera | Apple AirTag 2: todo lo que creemos saber sobre la nueva generación del localizador más popular

En Applesfera | Nuevos iPhone 18 - Todo lo que creemos saber sobre ellos

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Carga rápida PD, QC y VOOC: guía completa y comparativa real

Actualidad en Androidsis - Jue, 18/12/2025 - 16:06

Si alguna vez te has preguntado por qué algunos móviles llegan al 100% en menos de media hora mientras otros tardan casi dos, o qué demonios cambia entre USB Power Delivery (PD), Qualcomm Quick Charge (QC) y VOOC / SuperVOOC, aquí vas a encontrar una explicación con calma, pero sin rodeos sobre la carga rápida: qué hace cada sistema, cómo se reparten el calor, qué pasa con la batería y qué cargadores merece la pena comprar.

A lo largo del artículo vamos a ir hilando toda la información sobre PD, QC, VOOC y otros protocolos propietarios, comparando cifras reales de potencia, compatibilidades entre marcas y qué debes mirar en especificaciones, cargador y cable para conseguir cargas muy rápidas sin freír la batería… ni jugar a la ruleta rusa con un ladrillo de dudosa procedencia.

¿Qué es realmente la carga rápida y por qué no todo vale?

Cuando hablamos de carga rápida nos referimos a un conjunto de tecnologías que permiten que la batería reciba más vatios en menos tiempo que con el típico cargador antiguo de 5 V y 1 A (5 W). La potencia (W) es el resultado de multiplicar voltaje (V) por intensidad o corriente (A), así que para acelerar la carga se sube una, la otra o ambas a la vez.

Sobre el papel parece fácil, pero en la práctica manda la física: cada batería está diseñada para aguantar solo cierta potencia máxima y cierto margen de temperatura. Si se intenta forzar por encima de lo que soportan sus celdas y su circuito de gestión, se degrada antes, puede hincharse y en el peor escenario llega a ser peligrosa.

Por eso no sirve enchufar “el cargador más bruto” que encuentres y ya está: móvil, cargador y cable deben hablar el mismo idioma de carga rápida (protocolo) y negociar en tiempo real cuánta energía se puede entregar en cada momento sin disparar el calor.

Los fabricantes han seguido caminos distintos. Algunos sistemas elevan sobre todo el voltaje; otros, como VOOC y derivados, rehúyen los voltajes muy altos y apuestan por corrientes enormes a bajo voltaje; y muchos combinan ambas cosas. De ahí salen nombres como Quick Charge, USB PD, SuperVOOC, Warp Charge, SuperCharge, Pump Express, TurboPower, etc.: son básicamente protocolos de comunicación y control de potencia.

Un matiz clave: cargar más deprisa casi nunca sale gratis en calor. El calor es el gran enemigo de la batería, así que cada estándar implementa su propia estrategia: unos mueven la mayor parte de la conversión de energía al cargador, otros afinan el voltaje con PPS, y casi todos ya tiran de componentes más eficientes como el GaN (nitruro de galio) para reducir pérdidas y tamaño.

VOOC y SuperVOOC: la receta de Oppo a base de bajo voltaje y mucho amperaje

Dentro de las tecnologías más llamativas está VOOC (Voltage Open Loop Multi-step Constant-Current Charging), desarrollada por Oppo y extendida al resto del grupo BBK (OnePlus 8T con Warp/Dash, Realme con sus propios nombres). Es un sistema propietario y patentado, así que su compatibilidad oficial se ciñe a móviles con hardware específico dentro de este ecosistema.

La idea detrás de VOOC y, sobre todo, de SuperVOOC es clara: en lugar de disparar el voltaje como hacía el Quick Charge clásico, se mantiene un voltaje relativamente bajo (en torno a 5-11 V según generación) y se aumenta mucho la intensidad. Un VOOC original rondaba los 5 V y 4 A (20 W), mientras que las generaciones SuperVOOC actuales alcanzan 50 W, 65 W y más de 100 W a base de jugar con corrientes muy altas.

Esta estrategia tiene una ventaja práctica: al no subir tanto el voltaje, se reduce la generación de calor dentro del propio teléfono. El cargador asume casi todo el trabajo de conversión, así que es él quien se calienta más, mientras el móvil va bastante más fresco, algo que alarga la vida de la batería y hace más cómodo usarlo mientras carga.

En números concretos, un sistema SuperVOOC de 65 W puede llenar una batería de unos 4.000 mAh en unos 25-35 minutos, dependiendo del modelo y la temperatura ambiente. Para lograrlo, Oppo y OnePlus suelen usar baterías de doble celda y una comunicación continua cargador-teléfono que ajusta la intensidad, vigila termistores y modifica la curva de carga cuando se acerca al 100%.

Eso sí, hay una condición no negociable: VOOC y SuperVOOC exigen adaptador específico y cable reforzado, pensados para manejar más de 4 A de forma segura. Si conectas un Oppo o un OnePlus con un cargador o cable genérico, el móvil carga, pero se cae a ritmos normales, sin activar la carga ultra rápida de la casa.

El protocolo de carga de Oppo y un ecosistema entero alrededor

Lo que solemos llamar “protocolo de carga de Oppo” no es solo un logo en el cargador: es un estándar propio con gestión avanzada de voltaje, control térmico muy agresivo y comunicación exclusiva entre adaptador y dispositivo, con negociación dinámica de potencia según el estado de la batería.

VOOC usa una filosofía de corriente constante por etapas: el cargador va ajustando la intensidad en varios peldaños a medida que avanza la carga, sin necesidad de subir mucho la tensión. Con ello se minimizan las pérdidas térmicas en el teléfono y se consigue una eficiencia altísima, sobre todo en los primeros minutos donde el usuario ve subir el porcentaje como un cohete.

El protocolo de Oppo suele reservarse para gamas medias potentes y gamas altas (Find X, Reno, muchos Realme, buena parte de OnePlus bajo Warp / SUPERVOOC). No es raro ver cifras de 65 W, 80 W, 100 W o más, dejando viejos estándares a la altura del betún en tiempos de carga.

Para cubrir la demanda de marcas que quieren integrar estas tecnologías, fabricantes B2B como Wecent producen cargadores GaN y accesorios OEM/ODM con soporte para el protocolo de Oppo, normalmente combinándolo con USB PD, PPS o Quick Charge en el mismo ladrillo. De esta forma una marca puede vender un único cargador compatible con VOOC/SuperVOOC y, a la vez, con móviles, tablets y portátiles PD.

Buena parte de esta producción se concentra en Shenzhen y la provincia china de Guangdong, donde ya tienen rodados los procesos de fabricación de GaN, las pruebas de laboratorio y las certificaciones internacionales (CE, FCC, RoHS, PSE, etc.) para abastecer a clientes de todo el mundo.

Seguridad, GaN y AirVOOC: cómo se controla el riesgo

Una preocupación muy extendida es si la carga rápida estropea la batería. En el ecosistema de Oppo la respuesta pasa por dos ejes: un protocolo muy controlado y un sistema de seguridad por capas que monitoriza tensión, corriente, temperatura y estado de la celda continuamente.

Entre sus protecciones típicas hay corte por sobretensión, protección frente a cortocircuitos, control de sobrecarga y algoritmos específicos para el tramo final de la recarga, justo cuando la batería es más delicada. Esta arquitectura multicapa reduce al mínimo el riesgo de sobrecalentamiento serio y ayuda a que la pérdida de capacidad con los años sea más gradual.

En paralelo, Oppo y sus socios han ido migrando sus adaptadores a semiconductores GaN (nitruro de galio). El GaN es más eficiente que el silicio clásico: permite cargadores más compactos, con más potencia y menos calor. De ahí que hoy tengamos ladrillos de bolsillo capaces de entregar más de 100 W sin convertirse en una estufa.

La apuesta también llega a la parte inalámbrica. Con AirVOOC, Oppo traslada su filosofía de cargas agresivas pero controladas al mundo de las bases Qi modificadas, consiguiendo potencias altas (muy por encima de los 5-10 W tradicionales) y tiempos que se acercan a la carga por cable, siempre que uses una base certificada para este protocolo.

Fabricantes como Wecent no se quedan solo en el diseño: también asumen las pruebas de estrés, control de calidad y certificaciones necesarias para que los cargadores puedan venderse en Europa, Estados Unidos y Asia sin tropiezos legales ni problemas de seguridad.

USB Power Delivery (PD): el estándar abierto y todoterreno

Frente a sistemas propietarios tipo VOOC, el rey de los estándares abiertos es USB Power Delivery (USB PD). Es el protocolo recomendado por Google en Android y el que usa Apple para iPhone, iPad y la mayoría de MacBook con USB‑C. Su gran baza es que es flexible y multimarca de origen.

Con PD, cargador y dispositivo negocian no solo el voltaje, sino también la intensidad y el perfil de potencia. Un único adaptador puede cargar un móvil a 18-30 W, una tablet a 30-45 W y un portátil ligero a 60-100 W sin despeinarse. Las versiones actuales de PD llegan de sobra a 100 W, y con PD 3.1 se abre la puerta hasta los 240 W para equipos muy tragones.

Un ejemplo típico: desde el iPhone 8, si usas un adaptador USB‑C compatible con PD (18, 20, 29, 30, 61, 87 W, etc.), el teléfono puede subir hasta el 50% de batería en unos 30 minutos. Lo mismo ocurre con muchos Android modernos que combinan su sistema propietario con PD como “plan B” universal.

Otra gracia de PD es el modo PPS (Programmable Power Supply), una extensión de PD 3.0 que permite ajustar el voltaje en pasos muy pequeños (del orden de 20 mV) y la corriente de forma dinámica durante la carga. Esto mejora la eficiencia, baja la temperatura y permite mantener potencias altas más tiempo sin castigar tanto la batería.

Si quieres un único adaptador que sirva para casi todo, lo más sensato es un cargador USB‑C PD con PPS: te vale para móviles Android, iPhone (con cable adecuado), tablets modernas, consolas portátiles como Nintendo Switch y la mayoría de portátiles con USB‑C. Eso sí, la velocidad real la marca siempre el dispositivo y la calidad del cable.

Quick Charge (QC): del pionero a su fusión con PD

Qualcomm Quick Charge fue durante años sinónimo de carga rápida en Android, especialmente en móviles con procesadores Snapdragon. Aunque hoy convive con muchos otros sistemas, sigue muy presente, y algunas marcas basan sus tecnologías propias directamente en QC.

QC ha evolucionado bastante: QC 1.0 se quedaba en 5 V y 2 A (10 W); QC 2.0 añadió niveles a 5, 9 y 12 V y hasta 18 W; QC 3.0 mejoró la regulación de voltaje con pasos más finos para reducir el calor; con QC 4.0 y 4+ Qualcomm se alinea con USB PD 3.0, mantiene potencias en torno a 27 W y refuerza protección y eficiencia.

Uno de sus puntos fuertes es la retrocompatibilidad: un cargador QC 4+ puede cargar sin problema un móvil QC 2.0 o 3.0 a la máxima velocidad que el terminal admita. Marcas como Motorola (TurboPower) o Samsung con su antigua Adaptive Fast Charging se apoyan en QC 2.0, de modo que muchos cargadores QC de terceros funcionan a toda máquina con estos teléfonos.

En el mercado actual es muy habitual ver cargadores multipuerto que anuncian compatibilidad simultánea con QC 3.0 y USB PD. En esos casos la potencia total se reparte entre puertos cuando conectas varios aparatos, así que conviene mirar siempre la tabla de salida para saber qué te da cada puerto en cada escenario.

Para que Quick Charge se active de verdad, tanto el adaptador como el móvil deben soportar el protocolo. Si enchufas un teléfono sin QC a un cargador Quick Charge, cargará, pero se quedará en los perfiles USB básicos de 5 V y la velocidad será muy inferior a la esperada.

Otros sistemas propietarios: SuperCharge, Warp, Pump Express, TurboPower…

Además de VOOC/SuperVOOC, PD y QC, casi cada gran fabricante ha creado su salsa propia de carga rápida para aprovechar al límite su hardware y diferenciarse.

En el ecosistema BBK, además de VOOC, tenemos Warp Charge de OnePlus (30 W, 65 W, etc.). Por ejemplo, Warp Charge 30T promete cargar un OnePlus 7T del 0 a ~70% en unos 30 minutos con 30 W. Otra vez el truco está en que la gestión térmica y la mayor parte de conversión se hace en el cargador, que debe ser el oficial para activar la velocidad máxima.

MediaTek Pump Express va ya por su cuarta generación. Comparte muchos conceptos con Quick Charge y en su versión 4.0 también es compatible con USB PD 3.0, así que un móvil con Pump Express 4.0 puede aprovechar bien un cargador PD 3.0.

Meizu Super mCharge llega a unos 55 W (11 V, 5 A) en ciertos modelos de la marca. Como en otros sistemas de alto amperaje, exige cargador y cable dedicados para mantener la temperatura controlada por debajo de unos 39 ºC.

Por su parte, Motorola TurboPower se monta sobre la base de Qualcomm, pero añade un plus de gestión por software para vigilar el estado de la batería y el calor. Otras marcas han lanzado variantes sobre QC o PD con nombres comerciales propios, pero en el fondo todas giran alrededor de lo mismo: más vatios con control estricto de temperatura.

VOOC frente a PD y QC: diferencias técnicas y reparto del calor

Una duda recurrente es si USB Power Delivery puede ser tan eficiente y “suave” con el móvil como VOOC/SuperVOOC, y qué pasa exactamente con el calor que se genera.

Los sistemas de tipo VOOC (Oppo, OnePlus, Realme) suelen trabajar con voltajes contenidos (5-11 V) y corrientes muy altas. Un cargador de 100 W de OnePlus, por ejemplo, puede entregar algo del estilo de 11 V y más de 9 A. En cambio, un cargador PD genérico de 100 W suele irse a 20 V y 5 A, o combinaciones similares con el voltaje bastante más alto.

Si nos ponemos eléctricos, subir el voltaje y bajar la corriente reduce las pérdidas en el cable (efecto Joule), pero obliga a que el móvil integre convertidores internos para bajar de 20 V a lo que realmente necesita la batería. Esa conversión dentro del teléfono genera calor adicional en los chips de gestión de energía.

La estrategia de VOOC es desplazar casi toda esa conversión al cargador externo, de forma que el teléfono recibe ya un voltaje mucho más cercano al de la batería, necesita menos pasos intermedios y se calienta menos por dentro. La contrapartida es obvia: hace falta un cable especial y pierdes parte de la universalidad de PD.

¿Por qué PD no sube tanto el amperaje? Porque manejar corrientes muy altas choca con la idea de un estándar masivo basado en cables USB‑C relativamente finos y baratos. Corrientes superiores implican cables más gruesos, mejor aislamiento y más requisitos de seguridad, así que PD prefiere aumentar el voltaje dentro de unos márgenes razonables.

En términos de vida útil de la batería, lo determinante no es tanto la combinación exacta de voltios y amperios, sino cómo gestiona cada sistema la temperatura, la curva de carga y las protecciones. PD moderno (especialmente con PPS), VOOC y Quick Charge 4+/5 han avanzado mucho justo en eso, así que en móviles bien diseñados el impacto de la carga rápida es mucho menor de lo que era hace unos años.

¿Cómo saber si tu móvil tiene carga rápida y de qué tipo?

Con tantos nombres encima de la mesa, es normal preguntarse: ¿qué sistema de carga rápida soporta mi móvil? La forma más directa es ir a la ficha oficial del fabricante y ver qué indica: cosas como “carga rápida 25 W”, “SUPERVOOC 65 W”, “SuperCharge 40 W”, “USB PD 45 W”, etc.

Si no tienes esa información a mano, mira la etiqueta del cargador original. Suele indicar varias salidas, por ejemplo 5 V ⎓ 3 A, 9 V ⎓ 2 A, 10 V ⎓ 4 A, 11 V ⎓ 7,3 A, y a menudo aparece el logo del sistema (VOOC, SuperVOOC, Quick Charge, PD, Adaptive Fast Charging…). Eso te da una buena pista del protocolo y la potencia máxima.

En muchos Android puedes entrar en Ajustes > Acerca del teléfono > Batería y buscar referencias a carga rápida, carga superrápida, SuperVOOC, Power Delivery, etc. Algunos fabricantes son muy claros y ponen el dato en vatios; otros solo diferencian entre “carga normal” y “rápida”.

También existen listas oficiales de compatibilidad: Qualcomm publica catálogos de dispositivos con Quick Charge, Oppo recoge los modelos con VOOC/SuperVOOC, etc. El problema es que a veces no están al día, así que lo ideal es cruzar esa info con la web del fabricante o la caja del móvil.

Importante: aunque pertenezcan a la misma marca, no todos los modelos comparten la misma tecnología de carga. No todos los Oppo montan SuperVOOC de última generación, no todos los Samsung admiten Super Fast Charging 2.0, ni todos los Huawei llegan a 40 W. Antes de comprar un cargador nuevo merece la pena dedicar dos minutos a comprobarlo.

¿Qué mirar al comprar un cargador rápido?

Cuando te planteas comprar un cargador rápido compatible con tu móvil (y de paso con otros cacharros), no basta con fijarse en el número grande de vatios del anuncio.

Lo primero es el tipo y número de puertos. Cada vez abundan más los cargadores con varios USB‑C y USB‑A para alimentar móvil, tablet, portátil y auriculares a la vez. Ojo porque la potencia máxima suele repartirse entre puertos: un cargador que anuncia 65 W quizá solo da 45 W a un puerto y 20 W al otro si usas ambos a la vez.

También importa el diseño físico. Es preferible un cargador compacto, robusto y con buena ventilación. Si integra GaN probablemente será más pequeño y frío para la misma potencia. Y que los puertos estén colocados de forma que el cable no salga doblado a lo bestia, porque eso acorta su vida útil.

No olvides fijarte en el tipo de clavija. Si compras por internet un cargador pensado para Estados Unidos o Reino Unido, te tocará usar adaptador o no te servirá para el uso diario. En España y gran parte de Europa continental se emplean enchufes tipo C y F.

La parte de seguridad no es negociable: busca cargadores con certificaciones oficiales como CE, FCC o RoHS, que garantizan que pasan unos mínimos de seguridad eléctrica, materiales y compatibilidad electromagnética. En el ecosistema Apple, los accesorios con sello MFi han sido validados por la propia marca.

Usar adaptadores de dudosa procedencia puede acabar en picos de tensión, sobrecalentamientos o fallos graves que dañen el móvil o, directamente, planteen un riesgo personal. Ahorrar unos pocos euros en un cargador es una mala idea cuando va a estar enchufado muchas horas cada día.

Ejemplos de cargadores PD, QC y multiprotocolo

Si tu móvil admite carga rápida con cargadores de terceros, el mercado está lleno de adaptadores con combinaciones de puertos y protocolos muy interesantes.

Entre las opciones basadas en Quick Charge 3.0 abundan los cargadores compactos con dos puertos USB‑A de hasta 18 W, capaces de cargar dos móviles o un móvil y unos auriculares a la vez. Muchos incluyen electrónica para detectar automáticamente el tipo de dispositivo y ajustar la entrega de energía, con protección frente a sobrecorriente y temperatura.

También son comunes los cargadores algo más grandes con cuatro salidas (dos USB‑C, dos USB‑A) compatibles con PD y QC 3.0, con potencias combinadas de 40 W, 65 W o 100 W. Son perfectos para escritorios o mesillas donde cargan a la vez varios móviles, una tablet y quizá un portátil ligero.

Marcas especializadas como Anker, Belkin o Native Union ofrecen modelos con USB‑C PD de 30-60 W pensando tanto en móviles como en iPad, Nintendo Switch o portátiles. Algunos incorporan LED de estado, clavijas plegables o adaptadores intercambiables para usarlos en distintas regiones.

En el otro extremo están las estaciones de carga con cinco o seis puertos (varios USB‑C y varios USB‑A) y hasta 100 W o más de potencia, que hacen de hub energético para casa u oficina. Suelen soportar PD, QC y a veces otros protocolos menores, de forma que cada puerto “negocia” lo que necesita su dispositivo.

Cargadores originales VOOC y por qué marcan tanta diferencia

Cuando entramos en el terreno de VOOC y SuperVOOC, usar un cargador original u OEM certificado no es un capricho de la marca: es lo que marca la diferencia entre cargar en media hora o en más de una hora y pico.

Un cargador VOOC genuino de Oppo de, por ejemplo, 20 W o 33 W nominales está diseñado para manejar corrientes muy por encima de 4 A y para hablar el protocolo propietario con el móvil. Si no detecta la “conversación” VOOC, el teléfono no activa la carga ultra rápida.

Estos cargadores oficiales suelen venir con un cable USB‑C o USB‑A a USB‑C de alta calidad, con conectores reforzados y conductores internos dimensionados para los amperajes que exige SuperVOOC. Esa combinación cargador+cable es la que permite activar las capas de seguridad propias de VOOC: detección de sobrecarga, control fino de la temperatura, corte inmediato en caso de anomalía, etc.

Para servicios técnicos y tiendas de reparación, proveedores como Celuinfo distribuyen cargadores originales VOOC, herramientas y recambios, además de ofertas para compras al por mayor. Eso les permite ofrecer recambios que mantienen las especificaciones del fabricante en lugar de recurrir a clones genéricos que ni cargan tan rápido ni dan las mismas garantías.

Cuando usas un cargador oficial VOOC con un Oppo compatible, el sistema despliega toda su curva de carga y su esquema de protección en cinco capas. En cambio, si conectas un cargador no oficial sin soporte completo para el protocolo, el teléfono limita automáticamente la potencia para curarse en salud, con el resultado de tiempos de carga mucho más largos.

Power Delivery a fondo: por qué se ha convertido en el estándar dominante

Más allá del mundo móvil, el USB PD o Power Delivery se ha convertido en la referencia cuando hablamos de “un cargador para casi todo”. Emplea el puerto USB‑C, que ya es obligatorio en Europa para muchos dispositivos, y permite potencias de hasta 240 W con PD 3.1 si el sistema completo lo soporta.

En la práctica, el cargador anuncia sus “capacidades de origen” (por ejemplo: 5 V/3 A, 9 V/3 A, 15 V/3 A, 20 V/5 A), y el dispositivo envía una solicitud pidiendo el perfil de potencia que necesita. Si ambos coinciden, se establece un “contrato de energía” y el voltaje del bus se ajusta al valor acordado.

Las revisiones de PD han ido subiendo el listón: PD 2.0 extendió la carga rápida hasta 100 W, sobre todo para portátiles; PD 3.0 mejoró la seguridad, la detección de fallos y trajo PPS; y PD 3.1 añadió el rango de potencia extendido (EPR) con nuevos niveles de 28 V, 36 V y 48 V para llegar a los 240 W.

PPS, la función “estrella” introducida en PD 3.0, permite que el dispositivo solicite pequeños ajustes de voltaje cada pocos segundos dentro de un rango determinado. Al casar mejor el voltaje del cargador con lo que necesita la batería, se reducen las pérdidas de conversión internas, baja la temperatura y se prolonga la fase de carga rápida sin tanto castigo térmico.

Hoy muchos smartphones de gama alta (Galaxy S22/S23, Pixel recientes, etc.), tablets, portátiles y bancos de energía modernos ya soportan PD y, a menudo, PPS. Algunos fabricantes incluso exigen compatibilidad PD para obtener los servicios de Google en sus móviles Android, lo que está acelerando aún más su adopción.

Quick Charge en detalle: de los primeros “trucos” de voltaje a QC 5

Quick Charge nació como respuesta de Qualcomm a la necesidad de cargar rápido móviles con sus SoC. Las primeras versiones básicamente elevaban el voltaje a través de las líneas de datos del USB para enviar más energía sin engordar el cable.

Con QC 2.0, el cargador ofrecía varios niveles fijos (5, 9, 12 V) y el móvil escogía. QC 3.0 introdujo INOV (Intelligent Negotiation for Optimum Voltage), un algoritmo que permite al dispositivo ir solicitando variaciones de voltaje en pasos de 200 mV, buscando el punto óptimo de eficiencia.

Las generaciones QC 4, 4+ y QC 5 ya convergen hacia PD y PPS, sobre todo cuando usan USB‑C. QC 5, por ejemplo, está pensado para potencias superiores a 100 W en móviles con baterías de varias celdas y arquitecturas de carga en paralelo, prometiendo cifras de “50% en 5 minutos” bajo condiciones de laboratorio.

En el ecosistema real encontramos una mezcla curiosa: muchos cargadores de pared y coche económicos siguen usando QC 2.0/3.0, mientras que los modelos de gama alta se anuncian como PD + QC + PPS para cubrir el máximo rango de compatibilidades.

¿Qué necesita de verdad la carga rápida para funcionar bien?

La carga rápida no consiste solo en usar un cargador de muchos vatios. Es un equilibrio entre dispositivo, cargador, cable y entorno. Si uno de esos cuatro falla, la velocidad baja o el sistema desactiva los modos rápidos para protegerse.

Por un lado, el móvil o tablet debe ser compatible con un protocolo concreto (PD, PPS, QC, VOOC, SuperCharge…). Si no lo es, dará igual el cargador que uses: se quedará en 5 V y corrientes moderadas.

Luego está la salida del cargador y qué estándares soporta. Un ladrillo de 100 W solo PD no va a explotar por conectar un móvil con QC 3.0, pero ese teléfono se cargará a velocidad USB estándar salvo que el cargador implemente también el protocolo Quick Charge.

El papel del cable se suele infravalorar. Un cable barato, muy largo o de mala sección interna puede no soportar bien corrientes altas, calentarse, activar protecciones y limitar de facto la velocidad. Para potencias altas (por encima de ~60 W), se recomiendan cables USB‑C de 5 A con chip e‑marker que acrediten su capacidad.

Por último, la temperatura ambiente y la ventilación importan. La carga rápida genera calor y, si el móvil detecta temperaturas elevadas (porque hace mucho calor, está sobre una manta, le da el sol, etc.), reduce potencia automáticamente para proteger la batería, por lo que cargar en una superficie rígida y ventilada ayuda más de lo que parece.

Todo este ecosistema de protocolos como PD, QC, VOOC y sus variantes existe precisamente para que podamos pasar de estar en las últimas a disponer de varias horas de uso en cuestión de minutos, pero sin poner en juego la batería ni la seguridad.

Entender qué sistema usa tu móvil, qué potencia admite, qué hace exactamente tu cargador y por qué el cable no es un simple “trozo de goma” es lo que te permitirá elegir buenos accesorios, aprovechar de verdad la carga rápida y alargar la vida útil de tu teléfono y demás dispositivos sin renunciar a la comodidad de enchufar un rato… y salir de casa con todo listo. Comparte esta información y más usuarios sabrán del tema.

Meta Oakley Vanguard, análisis: la interfaz del futuro para el deporte que imaginábamos

Actualidad en Applesfera - Jue, 18/12/2025 - 15:00

De pequeño soñaba con la ciencia ficción, como si fuera un destino, un pueblo de verano, una tarde bonita. Con la idea casi mágica de que todo era posible allí, pero también con un aspecto demasiado barroco: la tecnología era parte del paisaje, de los dispositivos, de todo. Se parecçia más a algo ciberpunk a lo BladeRunner que a unos trucos de magia. Hoy pienso que vivimos en parte de ese futuro, pero no es como lo imaginé: los dispositivos tienen más de Arthur C. Clarke que de Philip K. Dick.

Y sí. Hay algo casi mágico en la idea de ponerte unas gafas inteligentes deportivas aparentemente normales y que, sin hacer nada más, empiecen a leerte el ritmo al que corres, grabar vídeo en primera persona y responderte dudas mientras esquivas personas y badenes. Durante años, las gafas inteligentes sonaron más a promesa de feria tecnológica que a producto real: demasiado aparatosas, demasiado feas, demasiado prototipo. Y, sin embargo, aquí estamos, con unas Oakley Meta Vanguard que parecen sacadas de una grupeta ciclista de los 90, pero llevan dentro un pequeño set de rodaje, un asistente de IA y un puente directo con tu Garmin y Strava.

Lo interesante de estas Oakley no es solo que tengan cámara integrada y audio abierto, sino que, por primera vez, el relato encaja. No son unas gafas “a las que le han colgado tecnología”, sino unas gafas de rendimiento de Oakley a las que Meta ha metido su cerebro conectivo y Garmin ha puesto el contexto deportivo. Es una sinergia muy parecida a la que vimos cuando el Apple Watch dejó de ser un “iPhone en la muñeca” para convertirse en un dispositivo casi invisible que mide entrenos, salud y te acompaña sin molestar.

Unas Oakley de siempre que ahora también son un gadget El proceso de configuración no tiene nada que envidiar a ningún dispositivo de Apple

Las Meta Vanguard, vistas de lejos, son exactamente lo que esperarías de unas gafas deportivas Oakley: lente envolvente, patillas robustas y un diseño agresivo que la marca lleva décadas refinando. Si no sabes que llevan electrónica, pasan perfectamente por unas gafas premium de ciclismo o running. Ese “camuflaje”, en mi opinión, es una de sus mayores virtudes.

El peso ronda los 66 gramos bien repartidos, una cifra que puede asustar sobre el papel, pero que en uso real se diluye gracias a un equilibrio muy trabajado. Oakley recurre a su material O Matter, resistente y flexible, pensado para sudor, golpes y uso intensivo. En carrera o sobre la bici, las gafas no rebotan ni se desplazan, algo clave cuando llevas electrónica cerca de la cara.

Las lentes Prizm, en tonos como Prizm 24K, Road o Black, siguen siendo protagonistas. No están para eliminar reflejos de forma radical, sino para mejorar contraste y la lectura del terreno. Es una elección coherente con el enfoque deportivo, donde ver bien un bache importa más que una polarización perfecta. Además, son intercambiables, manteniendo esa modularidad tan típica de Oakley.

Diseño deportivo que esconde un ordenador en las patillas

Donde las Meta Vanguard se transforman en gadget es en el interior de las patillas, donde vive todo el ecosistema Meta con micrófonos y altavoces. Al ponértelas, no ves pantallas ni elementos invasivos, pero en cuanto se encienden, un pequeño sonido te recuerda que llevas algo más que unas gafas de sol. Aquí empieza la magia.

El control se reparte entre superficies táctiles y botones físicos. En la patilla derecha puedes gestionar música, llamadas y volumen con gestos intuitivos, mientras que el botón dedicado a la cámara permite disparar fotos o grabar vídeo sin sacar nada del bolsillo. Todo está donde esperarías encontrarlo tras unos minutos de uso.

En el interior hay 32 GB de almacenamiento, conectividad Bluetooth 5.3 y Wi-Fi 6E, y una batería que según mir pruebas, te puede acompañar perfectamente durante varias salidas. No son especificaciones de smartphone, pero sí las justas para que el conjunto se sienta ágil, estable y pensado para el día a día deportivo, no como un prototipo experimental.

Cámara en primera persona para vivir el momento sin sacar el móvil

La cámara de 12 megapíxeles con ultra gran angular está situada justo entre los ojos, capturando exactamente lo que tú ves. En fotos cumple con solvencia para redes sociales y recuerdos personales, mientras que en vídeo ofrece resolución cercana a 3K con estabilización electrónica suficiente para running y ciclismo. Está más centrada que en las Ray-Ban Meta, y eso permite una grabación en primera persona algo más fiel a lo que vemos.

La verdadera ventaja no es la calidad absoluta, sino la inmediatez de captura. No hay que montar soportes, ni parar, ni sacar el móvil. Si estás bajando por una pista o encima de la bici tampoco podrías hacer eso. Basta con un comando de voz o pulsar un botón para grabar ese momento que normalmente se pierde. Es una cámara pensada para el “ahora”, no para la producción audiovisual.

Los modos de cámara lenta y hyperlapse añaden variedad, muy cercanos a los que ofrecen toda una “action-cam” dedicada - divertidos y prácticos para trasladar lo que hemos vivido en nuestro entreno: más que suficientes para contar una historia visual de un entreno, una bajada o una excursión sin complicaciones técnicas.

Sonido abierto para entrenar con banda sonora sin aislarte del mundo

El sistema de audio abierto direccional es una de las grandes sorpresas. Los altavoces integrados suenan más fuerte y claro que en generaciones anteriores de gafas Meta, permitiendo escuchar música o podcasts incluso con tráfico o viento moderado. Esto particularmente me ha sorprendido tanto, que incluso he alargado alguna tirada media para terminar de escuchar algún podcast o mi playlist favorita...

Otra cosa que me encantó de las Vanguard es la gran ventaja es mantener la conciencia del entorno, algo fundamental en ciudad o carretera. No te aíslas, no te desconectas del mundo, y aun así tienes tu banda sonora o tus indicaciones de entreno. Es una filosofía muy alineada con el deporte al aire libre.

Los cinco micrófonos ofrecen buena captación de voz y cancelación de ruido, permitiendo llamadas claras y comandos de voz fiables. Esto es más ciencia que magia, pero funciona lo suficientemente bien como para que hablarle a las gafas no resulte ridículo ni frustrante.

Meta AI Garmin y Strava como copilotos invisibles del entrenamiento

Meta AI actúa como un asistente contextual por voz, capaz de responder preguntas, tomar notas o ayudarte a gestionar pequeños recordatorios mientras te mueves. No es una IA revolucionaria, pero sí lo bastante útil como para justificar su presencia (y mejorando a buen ritmo, la verdad).

La integración con Garmin y Strava convierte a las gafas en una capa adicional de información. El reloj sigue siendo el centro de datos, pero ahora puedes recibir feedback por voz sin mirar la muñeca, algo especialmente útil en terrenos técnicos o tráfico urbano.

Los resúmenes automáticos que mezclan vídeo y métricas de entreno son quizá la función más potente para quienes disfrutan compartiendo su actividad. No es solo medir, también contar una historia visual de lo que has hecho y conseguido.

Batería resistencia y vida con ellas más allá de la ficha técnica

La autonomía, con hasta 9 horas de uso moderado, es suficiente para el perfil al que van dirigidas. El estuche añade varias cargas extra (es algo voluminoso pero las protege de forma perfecta también), y la experiencia se parece mucho a la de unos auriculares inalámbricos: las usas, las guardas, se cargan.

Grabando vídeo de forma intensiva, la batería cae más rápido, pero eso entra dentro de lo esperado porque tampoco es el principal caso de uso de este dispositivo. Estas gafas están pensadas para capturas puntuales, no para grabar horas continuas de metraje.

La certificación IP67 contra agua y polvo garantiza resistencia a lluvia, sudor y nieve, aunque no invita a sumergirlas sin algo de miedo. En el uso deportivo real, cumplen sobradamente, incluso con lluvia abundante he comprobado que tienen muy buena resistencia y además el sonido y los micros siguen funcionando de forma perfecta.

¿Quien debería comprarlas?

El precio de las Oakley Meta Vanguard, situado alrededor de los 549 euros, marca claramente su posicionamiento dentro del mercado tecnológico y deportivo. Se trata de un producto de gama alta, pensado desde el inicio para usuarios que ya están acostumbrados a invertir en equipamiento de calidad y que entienden la tecnología como una herramienta que acompaña su actividad diaria. No buscan ser una compra impulsiva, sino una elección consciente dentro de un ecosistema personal de deporte, datos y experiencias.

Estas gafas van dirigidas a corredores, ciclistas y deportistas activos que valoran la integración natural de la tecnología en objetos cotidianos. También encajan especialmente bien en perfiles que disfrutan registrando y compartiendo su actividad, capturando momentos desde su propio punto de vista sin interrumpir el movimiento ni añadir dispositivos adicionales al cuerpo. Es un producto para quien quiere entrenar, escuchar, grabar y comunicarse desde un único objeto que ya formaba parte de su rutina.

Las Oakley Meta Vanguard están pensadas para deportistas que integran tecnología en su rutina, mientras que las Ray-Ban Meta ofrecen una opción más urbana y accesible para uso cotidiano

Dentro del mismo ecosistema existe una alternativa más accesible en forma de las Ray-Ban Meta, con precios que parten aproximadamente de los 329 euros, orientadas a un uso más urbano y cotidiano. Comparten la filosofía de audio abierto, cámara integrada y asistente por voz, y se dirigen a usuarios interesados en capturar momentos del día a día, escuchar música o interactuar con la IA sin sacar el móvil del bolsillo. Son una puerta de entrada más amable al concepto de gafas inteligentes, con un enfoque menos deportivo y más ligado al estilo de vida.

El valor de las Meta Vanguard está en la suma de funciones que concentran: gafas deportivas con calidad premium, sistema de audio abierto, cámara en primera persona y asistente inteligente funcionando de forma coordinada. Su precio refleja esa convergencia y apunta a usuarios que priorizan la comodidad, la continuidad y la simplicidad en su experiencia tecnológica, apostando por soluciones que reduzcan fricción y se integren de forma casi invisible en el día a día.

El futuro ya estaba aquí y parecía magia

Arthur C. Clarke escribió que toda tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia, y lo interesante es que no hablaba de complicados deus ex machina tecnológicos, sino de esa sensación casi infantil de que algo complejo sucede sin que tengamos que entenderlo ni prestarle atención. Eso es exactamente lo que transmiten dispositivos como las Oakley Meta Vanguard que funcionan tan bien: no te piden que pienses en ellas, no reclaman protagonismo, no interrumpen tu experiencia. Simplemente están ahí, acompañándote mientras corres, pedaleas o miras el mundo, y esa naturalidad es lo que convierte la tecnología en algo cercano, casi invisible.

Lo verdaderamente relevante de lo que está haciendo Meta con estas gafas no es la IA, ni la cámara, ni siquiera el audio, sino la manera en que todo eso se integra de forma orgánica en un objeto que ya tenía sentido antes de ser “inteligente”. Las Vanguard no intentan redefinir cómo interactúas con la tecnología; respetan cómo ya te mueves, cómo ya usas unas gafas, cómo ya entrenas. La innovación no está en cambiar tus hábitos, sino en amplificarlos sin fricción. Y ahí es donde aparece esa sensación de futuro que no abruma, el que no busca imposición. Ese pueblo tranquilo un domingo por la tarde en 2025.

Apple, que históricamente ha sido maestra en convertir complejidad en experiencia humana, debería mirar muy de cerca este enfoque si realmente quiere llevar su ecosistema a la cara de las personas. No se trata de competir en potencia o en espectacularidad, sino de entender que la próxima frontera no va de hacer más cosas, sino de hacerlo todo con menos ruido. Meta, con un recorrido de ciertas contradicciones, está explorando de forma magistral una idea muy poderosa: la de una tecnología que se diluye en el día a día, que se apoya en el cuerpo y en el contexto, y que no necesita ser el centro de la experiencia para aportar valor.

Meta explora con acierto una tecnología invisible y cotidiana, marcando un camino que Apple debería observar si quiere integrar su ecosistema de forma natural en la vida diaria

Parece que el futuro, al final, no llega como lo imaginábamos en las películas (o de niños), sino como lo describía Clarke en sus relatos más íntimos: de forma casi trivial, cotidiana, hasta que un día miras atrás y te das cuenta de que ya no sabrías vivir sin ello. Estas gafas no parecen revolucionarias en el momento en que te las pones, y quizá por eso lo son. Es justo ahí. Es justo cuando la tecnología deja de parecer tecnología y empieza a sentirse como una extensión natural de ti mismo, cuando de verdad hemos cruzado al futuro. Cuando hemos llegado al destino. Y ese futuro, que ahora por fin parece magia, sí: ya está aquí.

En Applesfera | Las Ray-Ban Meta no son sólo unas gafas inteligentes. Esto es lo que he descubierto usándolas tres semanas

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La noticia Meta Oakley Vanguard, análisis: la interfaz del futuro para el deporte que imaginábamos fue publicada originalmente en Applesfera por Pedro Aznar .

Los iPhone sin cámara existen y no son nada baratos. Y la duda no está en por qué, si no en "para quién"

Actualidad en Applesfera - Jue, 18/12/2025 - 14:01

Si ya del iPhone Air se echa en cara el precio y tener una sola cámara, ¿cómo te quedas si te digo que hay iPhone 6s sin cámara por 1.000 euros? Suena a broma y, en el peor de los casos, a un intento de estafa. Sin embargo, esconde un valor importante y que, en según qué contextos, es de lo más apropiado.

De hecho, esto de los iPhone sin cámara no es algo nuevo. Hace ya años que existen en un contexto alejado de Apple, ya que no es la compañía quien lo fabrica. No al menos que se sepa y mucho menos al público general. En este caso viene de la singapurense NonCam.

La duda no es por qué. Es para quién

Militares, políticos de alto rango, personal de inteligencia, directivos de grandes empresas o empleados de compañías con secretos industriales son solo algunos de los ejemplos de personas que querrían un iPhone sin cámara. Y sí, específicamente iPhone y no "móvil" en general, que también podrían servir, pero iOS tiene demostrada una mayor privacidad por su construcción (aunque no es infalible).

Esos perfiles corresponden a personas que, por su tipo de trabajo, necesitan la mayor privacidad. De hecho, es habitual que en algunos casos no se permita la entrada al puesto de trabajo con el móvil y es precisamente por la cámara. Al trabajar con información confidencial, sus estamentos vigilan que no se tomen fotos o vídeos de ese modo.

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Con un iPhone sin cámara, se garantiza que los usuarios podrán hacer un uso seguro del dispositivo sin renunciar al ecosistema de Apple, a sus apps habituales y a las copias de seguridad. Porque a efectos prácticos, son iPhone idénticos a cualquier otro. Aunque si pulsan el icono de la cámara, no verán nada, claro.

Todo empezó con el iPhone 4

Tal como la propia empresa confirma en su web, sus inicios datan de 2011, cuando el iPhone 4 era el teléfono de moda y que, los citados perfiles, no podían tener en su trabajo. Un día, "se hartaron" y decidieron contactar con fábricas en China para obtener piezas del iPhone 4 con el fin de construir dispositivos idénticos, pero sin cámara.

Se desconocen los costes que tuvieron que asumir en aquel entonces y los que aún tienen, ya que no especifican nada más allá de que "no fue barato". Y por lo que hemos podido averiguar, no hay evidencias de que utilicen a proveedores de Apple. NonCam simplemente afirma que consiguen piezas a través de contactos en China.

No hay ninguna garantía de que las carcasas sin cámara que vemos en su catálogo sean originales o estén compuestas por idénticos materiales a las originales. En cualquier caso, en apariencia dan el pego. Aunque se ven extrañas al estar acostumbrados a ver los iPhone con cámaras.

La empresa no fabrica los iPhone desde cero como los haría Apple. A lo largo de los años se han ido especializando en la modificación de iPhone originales para poder ofrecerlos a sus clientes sin cámara. Aunque eso no es lo único que venden.

También ofrecen kits con carcasas de reemplazo que no incluyen orificios para las cámaras. Los acompañan de las herramientas necesarias para que el cliente desmonte las piezas originales e incluya las modificaciones por su cuenta.

Y estas son sus piezas a la venta

Cabría esperar que en una tienda en la que se venden iPhone haya modelos recientes. Y no. No es solo que no dispongan de terminales actuales como los iPhone 17. Es que la mayoría de lo que ofrecen son teléfonos ya considerados obsoletos. Funcionales, pero sin posibilidad de que Apple los repare o reciban nuevas actualizaciones de iOS.

Entre los modelos más recientes nos encontramos un iPhone SE 2020, con la única opción de color en negro y pudiendo adquirirlo desde 1.380 dólares en su versión de 64 GB y alcanzando los 1.530 dólares en la de 256 GB. Y el más antiguo es el ya citado iPhone 6s, cuyo precio ronda los 1.000 dólares (aunque justamente ahora está agotado).

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Lo que más económico resultan son los kits de conversión, que se venden desde 100 dólares para modelos como los iPhone 4 y iPhone 4s. Algo más se eleva el precio para dispositivos como el citado iPhone SE de 2020, por 250 dólares.

Evidentemente, son precios elevados y puede parecer incluso absurdo que se ofrezca en terminales tan antiguos. Sin embargo, hay que pensar que al final estos dispositivos no se venden con idea de que se les de un uso "normal" como le daríamos cualquiera de nosotros.

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Al final pueden ser incluso adquiridos por empresas y entidades gubernamentales con el fin de que sea el "móvil de trabajo" de sus empleados. Se garantizan que sus comunicaciones serán privadas añadiendo protocolos adicionales y se aseguran de que no tienen posibilidad alguna de hacer fotos, ya que por delante tampoco tienen cámara selfie. Y con esa orientación, no se necesita la última tecnología, ni el último iOS.

Para dar una mayor credibilidad al producto, NonCam también ofrece certificados que acreditan que las cámaras han sido retiradas. Algunas empresas y departamentos gubernamentales así lo exigen y en ellas figura también el IMEI, la fecha en la que se modificó el iPhone y el técnico que se encargó de ello.

Imágenes | NonCam

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La noticia Los iPhone sin cámara existen y no son nada baratos. Y la duda no está en por qué, si no en "para quién" fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

Apple experimentó con un "MacBook barato" hace años, pero pisó el freno a tiempo. Fue la mejor decisión para no repetir el fracaso

Actualidad en Applesfera - Jue, 18/12/2025 - 13:00

La historia del MacBook es una de las más curiosas (y frustrantes) de todo el catálogo de la compañía. Quienes llevamos tiempo en esto recordamos con cariño aquel MacBook blanco de policarbonato del 2006. O el valiente pero incomprendido MacBook de 12 pulgadas de 2015.

Apple lleva años intentando recuperar esa esencia de "portátil para todos" y una reciente filtración en el código interno confirma que lo intentaron hace unos años con un chip A15 del iPhone 13, pero decidieron cancelarlo. Y viendo los datos, menos mal que lo hicieron. Lanzar ese equipo habría significado repetir los errores del pasado.

Lo mejor que han podido hacer, es esperar

La información, extraída de un kit de depuración del kernel, revela la existencia del proyecto J267. Un MacBook con el mismo procesador del iPhone 13 que existió físicamente en los laboratorios de Cupertino. Sin embargo, la prudencia se impuso.

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Para entender por qué Apple guardó el proyecto en un cajón, solo hay que mirar el rendimiento bruto. Comparar el chip que iban a usar (A15) con el que planean usar ahora (A18 / A18 Pro) y con el primer M1 nos da la respuesta.

chip

single-core

multi-core

memoria ram

a15

2.345

5.748

4 GB

a18

3.235

8.247

8 GB

m1

2.312

8.383

8 GB

La diferencia salta a la vista. El A15 es un chip fantástico para un iPhone, pero sus 4 GB de RAM habrían convertido la experiencia de macOS en una pesadilla la mínima que abriéramos tres pestañas y un documento de Word. El sistema habría tenido que tirar constantemente del disco duro para compensar la falta de memoria, provocando ralentizaciones. Era inviable.

En cambio, el nuevo hallazgo del código (identificador J700) apunta a un modelo con el A18 o A18 Pro. Sea cual sea, aquí ya hablamos otro idioma. Con 8 GB de RAM (que hasta hace poco era el estándar en los MacBook Air) y una potencia que empata con el M1 en tareas multinúcleo y lo supera en un solo núcleo, este equipo sí tiene el corazón para ser un ordenador de verdad.

La lección de 2015: el problema nunca fue el diseño, fue Intel

Para valorar la importancia de este futuro MacBook, hay que echar la vista atrás al modelo de 12 pulgadas de 2015. Yo tuve uno y, a nivel de diseño, sigue pareciéndome insuperable. Pesaba menos de un kilo y era una maravilla de ingeniería. Pero tenía un lastre: Intel.

MacBook de 12 pulgadas del año 2015

Aquel ordenador llegó cinco años antes de tiempo. Montaba procesadores Intel Core M que se calentaban y ofrecían un rendimiento que difícilmente justificaba los 1.500 euros que costaba. Apple aprendió la lección. Ahora, con el control total de sus propios chips, el escenario es distinto. Un A18 ofrece esa eficiencia térmica que buscaban en 2015, pero con una potencia de verdad para trabajar.

La puntuación del A18 es el doble de potente respecto al MacBook del año 2015 La regla de las tres gamas: la pieza que falta en el puzle

Steve Jobs popularizó la famosa cuadrícula de productos, pero la Apple actual funciona mejor bajo la "regla de tres". Tenemos iPhone (base, Plus/Air, Pro) y tenemos iPad (base, Air, Pro). Sin embargo, el Mac sigue cojo: solo tenemos Air y Pro. Falta la gama de entrada, el MacBook a secas.

El Mac sigue siendo la única categoría con una cuadrícula de 2x2

Si los rumores terminan confirmándose, veremos un equipo de 13 pulgadas en colores y con un chip A18. Un portátil que rellena ese hueco en la estrategia de precios, y con potencia de sobra para mover macOS.

La gran duda que nos queda es dónde encajará en el mercado. Se habla de un precio muy por debajo de los mil dólares (que aquí se traducirían seguramente en unos 700-800 euros) para plantar cara a los Chromebooks en las escuelas. La jugada tiene sentido, pero choca con el propio catálogo de Apple: el iPad Air ya cuesta 699 euros y viene sin teclado. Si le sumamos el Magic Keyboard, el precio de la tablet se dispara casi a los 1.000 euros.

¿Está Apple dispuesta a vender un portátil completo más barato que su tablet de gama media? Es la pieza que me falta para completar el rompecabezas. Lo que tengo claro es que, si logran cuadrar el precio, estaremos ante el renacer de una categoría que nunca debió desaparecer: el MacBook que (casi) cualquiera puede permitirse.

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La noticia Apple experimentó con un "MacBook barato" hace años, pero pisó el freno a tiempo. Fue la mejor decisión para no repetir el fracaso fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

He puesto a prueba la traducción de los AirPods. Y he descubierto algunos usos más útiles de lo que imaginaba

Actualidad en Applesfera - Jue, 18/12/2025 - 11:31

Viajar al extranjero y comunicarte con los AirPods es el uso más típico y evidente de la nueva función de traducción en tiempo real que se ha estrenado con iOS 26.2. Y yo, sin un viaje fuera de España a la vista, me resignaba a no poder usar esta función. Hasta que recordé que hay muchos más usos de los que parece.

En la semana que llevamos desde que se lanzó la actualización, he hecho casi de todo y en la mayoría de casos sin moverme de casa. Y aunque debo decir que la traducción sigue sin ser perfecta, encuentro que es más útil de lo que pensaba.

Una traducción que sirve hasta para ver series

El primer uso que se me ocurrió, y que quizás recurra a él en el futuro, es uno propio de un periodista tecnológico y fanboy: ver una keynote de Apple. Pero ojo, porque los AirPods no traducen un vídeo que se esté reproduciendo en local en el propio iPhone, sino que tiene que estar reproduciéndose de una fuente externa. En este caso, de los altavoces de mi Mac.

Aluciné desde el primer y clásico "Good morning" de Tim Cook, ya que la traducción tiene muy poco retardo. No es inmediata y de hecho ahí comprobé que puede ir variando para que sea más natural. Si lo que se dice es una frase corta y tras ello hay un momento de transición a otra cosa sin que nadie hable, se traduce casi al momento. Pero si es un discurso algo más largo, es como que el sistema espera un poco más a tener más texto que traducir y lanzarlo seguido.

Y dado que el inglés es el idioma universal y en el que más especializada está Apple, quise ponerlo a prueba con el chino. Y encima un chino no nativo, el de mi jefa María Gónzalez, que lleva estudiándolo varios años. En los últimos Premios Xataka, entregando el Xataka Leyenda a Stella Li, María se animó a introducir la conversación con Stella en chino y yo, que estuve en el teatro presente en aquel momento, no entendí ni una sola palabra.

Ya desde casa y con la función de traducir de los AirPods, me puse el vídeo en la tele. La prueba fue un poco desastrosa, ya que había demasiadas palabras fuera de lugar, pero que por el contexto al final se podía llegar a comprender. Y eso, en un idioma tan particular, con una función en beta y una persona no nativa en el idioma hablando, me sorprendió mucho. Y para bien. Aunque demuestra que no es perfecto.

En Applesfera La mejor forma de probar la traducción de los AirPods era someterla a una telenovela china. Ha sido el banco de pruebas perfecto

La auténtica prueba de fuego la hice en alemán, idioma del que me sacas del guten morgen y ya me pierdo. Un compañero del gimnasio es de origen alemán y, aunque normalmente hablamos en español, quise hacer la prueba con él. Aprovechando que tenía un iPhone y AirPods compatibles, le pedí que charlásemos cada uno en nuestro idioma nativo con los auriculares puestos.

El momento fue un tanto distópico porque, por mucho que sea tecnología del presente y futuro, se hacía raro. Pero a efectos funcionales, el resultado fue excelente. Yo hablaba en español, él en alemán y cada uno escuchaba la locución del otro en el idioma nativo. Fue una charla interesantísima sobre gastronomía y deporte. Aunque yo soy más de tortilla y del Madrid, y él de codillo al estilo alemán y del Eintracht de Frankfurt.

Pero la función sigue sin ser perfecta

Aunque iOS 26.2 ya sea una versión pública para todos, la función del traductor sigue estando en beta, tal y como figura dentro de la app Traducir. Funciona en general muy bien y creo que está bastante avanzada, pero estar en beta aún es motivo suficiente como para perdonar ciertos problemas que puedan encontrarse. Pero haberlos, haylos.

El primero de ellos ya lo he mencionado anteriormente, aunque de pasada. Y es que aún hay palabras que no acaba de traducir del todo bien, ya sea por la pronunciación o velocidad, o porque esa palabra pueda tener alguna otra semejante que haga que se confundan. 

A veces, el problema es el contrario, que traduce literalmente una palabra, pero que no tiene tanto contexto en español. Un ejemplo que me llamó la atención fue "Eventually the company went bankrupt", cuya traducción más correcta sería "Con el tiempo, la empresa quebró". Sin embargo, los AirPods me lo tradujeron como "Eventualmente, la empresa quebró".

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Es cierto que "Eventualmente" es la traducción literal de "Eventually", pero en ese contexto concreto, no tenía mucho sentido la traducción. Y me ocurrió también con otras expresiones propias que sonaban extrañas en español.

La solución que imagino es la de introducir un modelo de lenguaje que sea capaz de traducir las conversaciones de la forma más literal posible, pero adaptando ciertos términos y expresiones del otro idioma para que suenen oportunas en el nuestro. 

Aparte, y esto es irremediable aunque la traducción fuese perfecta e instantánea, cuando se usa con otra persona, uno no puede dejar de sentirse algo estúpido. Quizás sea una apreciación personal, pero aunque entiendo que el propósito final es entenderse, al final es añadir una capa artificial para algo tan natural como es conversar. Pero, como todo avance tecnológico, estoy convencido de que solo es cuestión de tiempo adaptarse e integrarlo para que acabe siendo natural. Y esta función promete.

En Applesfera | Actualizar AirPods: guía paso a paso para poner tus auriculares al día (2025)

En Applesfera | Nuevos AirPods 5 - Todo lo que creemos saber sobre los próximos auriculares de Apple

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La noticia He puesto a prueba la traducción de los AirPods. Y he descubierto algunos usos más útiles de lo que imaginaba fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

Ya puedes adelantarte a la primera actualización de 2026: Apple lanza la beta pública de iOS 26.3 con estas novedades

Actualidad en Applesfera - Jue, 18/12/2025 - 10:33

La próxima actualización de tu iPhone llegará a finales de enero, pero tú ya puedes tenerla. La beta pública de iOS 26.3 ya está disponible y, aunque es una versión pensada para pulir el sistema, trae una novedad fruto de una colaboración histórica: un nuevo sistema nativo para transferir datos a Android, diseñado conjuntamente por Apple y Google para facilitar la interoperabilidad entre ambos mundos.

Pero no solo se queda ahí: en iOS 26.3 también hay ajustes visuales en la personalización y cambios para los usuarios europeos respecto a los wearables de terceros. Todo esto llegará previsiblemente a finales de enero o inicios de febrero, pero puedes adelantarte gracias al programa de betas públicas de Apple. Una ventana al futuro de iOS, hoy.

Un puente directo hacia Android (y viceversa)

Puede sonar extraño en una actualización de iOS, pero la gran novedad técnica es una herramienta para salir del ecosistema. Apple ha implementado en iOS 26.3 un sistema de transferencia a Android mucho más completo que lo que existía hasta ahora. El funcionamiento se ha simplificado al máximo: basta con colocar el iPhone junto al dispositivo Android para iniciar una conexión inalámbrica escaneando un código QR. Sin descargar apps ni conectar por cable.

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El sistema permite migrar fotos, mensajes, notas y aplicaciones compatibles. Eso sí, Apple avisa de que hay límites por seguridad: datos sensibles como la información de Salud, los dispositivos Bluetooth emparejados o las notas bloqueadas se quedan en el iPhone. Es un paso adelante en la colaboración entre gigantes tecnológicos que seguiremos viendo evolucionar en próximas betas.

Otras novedades que llegan con iOS 26.3

Más allá de la interoperabilidad, iOS 26.3 trae cambios específicos que afectan a la personalización y al cumplimiento de normativas en Europa.

  • Reenvío de notificaciones en la UE: Para cumplir con la DMA, iOS 26.3 activa el "Reenvío de notificaciones". Esto permite que las notificaciones del iPhone lleguen directamente a relojes inteligentes y pulseras de terceros.
  • Nueva organización de fondos de pantalla: Apple ha retocado el menú de personalización. Ahora las categorías de "Tiempo" y "Astronomía" están separadas en secciones distintas. Además, se han añadido nuevos fondos preconfigurados en la sección del tiempo.
  • Estabilidad pre-vacacional: al ser la última beta antes del parón navideño de Apple, el código está muy pulido para ser una primera versión pública, priorizando la corrección de errores sobre la introducción de funciones que de llegar, ya serán en próximas betas.
Cómo instalar la beta pública en tu iPhone

Si quieres probar iOS 26.3 ahora mismo y ver cómo se prepara tu iPhone para 2026, el proceso es el de siempre:

  1. Entra en beta.apple.com desde Safari en tu iPhone.
  2. Regístrate en el programa de betas públicas de Apple (si no lo has hecho ya).
  3. Después, ve a Ajustes > General > Actualización de software. Toca en "Actualizaciones beta" y selecciona "iOS 26 Public Beta". A partir de ahí, la actualización de iOS 26.3 aparecerá disponible para descargar e instalar.

Eso sí, recuerda que es una beta. Aunque parece muy estable de cara a las vacaciones, pueden aparecer errores puntuales. Apple tiene previsto lanzar la versión definitiva de iOS 26.3 a finales de enero de 2026. Pero si eres de los que prefieren ir un paso por delante, la beta pública ya está lista para ti.

En Applesfera | Cómo instalar una beta de iOS 26.3 en el iPhone: paso a paso para hacerlo de una manera segura y oficial

En Applesfera | Nuevo iOS 27 - todo lo que creemos saber sobre el futuro sistema operativo para el iPhone


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La noticia Ya puedes adelantarte a la primera actualización de 2026: Apple lanza la beta pública de iOS 26.3 con estas novedades fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

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