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Cómo usar App Ops para gestionar los permisos de apps
Controlar qué hacen las apps con tus datos se ha convertido en algo básico si te preocupa la privacidad en Android. Muchas aplicaciones piden acceso a la ubicación, a los contactos, al micrófono o a los SMS sin un motivo claro y, durante mucho tiempo, la única alternativa era tragar con todo o no instalar la app. Aquí es donde entra en juego App Ops y todo el ecosistema de herramientas que han nacido a su alrededor.
A lo largo de este artículo vas a ver cómo usar App Ops para gestionar los permisos de las apps, qué versiones de Android lo soportan mejor, qué puedes hacer con y sin root, qué alternativas interesantes existen (ASpotCat, Gemini App Manager, DroidWall, Xposed…) y qué papel juegan los desarrolladores en la seguridad de tus datos. La idea es que termines con una caja de herramientas completa para decidir, tú y no las apps, a qué puede acceder tu móvil.
¿Qué son los permisos de las apps y por qué te interesa controlarlos?Cada vez que instalas una aplicación desde Google Play y pulsas en aceptar, en realidad estás otorgando un paquete de permisos al sistema. Esos permisos son los que permiten a la app usar la cámara, el micrófono, tu ubicación mediante GPS, leer y enviar SMS, consultar tus contactos, acceder al almacenamiento, conectarse a Internet o manejar la configuración del dispositivo.
En muchas ocasiones esos permisos están totalmente justificados: una app de mapas o de restaurantes cercanos necesita acceso a la localización y a la red para ofrecerte rutas y recomendaciones; una app de mensajería precisa permisos de contactos, SMS o llamadas para funcionar. El problema llega cuando una linterna, un juego sencillo o una app que parece inocente quiere leer tus SMS, ver tus contactos o activar el micrófono sin explicación clara.
Además, algunos permisos van mucho más allá de lo que parece a simple vista y es importante que tengas esto presente para proteger tu privacidad y evitar sustos. Permitir acceso a los SMS, por ejemplo, no solo implica que la app pueda leerlos, sino también que puede enviarlos en tu nombre, con el riesgo de cargos inesperados o de verificaciones silenciosas. Lo mismo pasa con la ubicación: si das permiso, la app puede registrar tus movimientos con bastante precisión.
En las versiones antiguas de Android la situación era bastante rígida: o aceptabas todos los permisos en el momento de instalar la app o no podías usarla en absoluto. No existía un panel oficial para desactivar permisos concretos después. De este vacío nació App Ops, primero como herramienta oculta dentro de Android, más tarde como toda una familia de aplicaciones que sacan ese gestor a la luz y lo amplían.
App Ops: el gestor oculto de permisos en Android 4.3 y 4.4Con Android 4.3, Google introdujo de forma discreta una función interna denominada App Ops para gestionar permisos a nivel de sistema. No era un menú muy visible, pero permitía revisar qué permisos tenía cada app instalada y, lo más importante, revocarlos uno por uno sin necesidad de desinstalar nada.
Esta característica se mantuvo en Android 4.4 y 4.4.1, aunque permanecía tan escondida que la mayoría de usuarios ni sabía que existía. El acceso se hacía mediante activadores o apps concretas, y aun así no estaba pensada para el gran público. Con la actualización a Android 4.4.2, Google decidió eliminar la interfaz visible de App Ops, argumentando que era una característica experimental destinada a desarrolladores y que podía provocar fallos en aplicaciones que no esperaban perder determinados permisos.
A pesar de esa marcha atrás, el mecanismo interno de App Ops siguió estando presente en el sistema durante bastante tiempo. Esto permitió que desarrolladores independientes lanzaran herramientas en Google Play que reexponían el panel de control de permisos, dando al usuario una forma de seguir mandando sobre qué podía hacer cada app instalada, incluso aunque Google hubiera escondido el menú original.
¿Cómo es la interfaz de App Ops y qué puedes hacer con ella?Las aplicaciones que aprovechan App Ops suelen mostrar una lista completa de apps con sus permisos asociados, organizada de una forma mucho más clara que los ajustes tradicionales de Android, sobre todo en las versiones antiguas del sistema donde la gestión de permisos era más básica.
La información se agrupa normalmente en varias pestañas o secciones temáticas que facilitan mucho la vida: Localización, Mensajes, Información personal y Dispositivo son algunas categorías habituales. Así puedes ver de un vistazo qué aplicaciones pueden usar el GPS, cuáles leen tus SMS, cuáles acceden a tus contactos o cuáles tienen permiso para usar la cámara y el micrófono.
Dentro de cada categoría, App Ops muestra el listado de apps relacionadas; si pulsas sobre una de ellas, verás todos los permisos que tiene activos esa app en concreto, no solo los de la categoría donde estabas. Esto es muy útil porque te da una visión global del paquete de privilegios que aceptaste al instalarla, incluidos los que afectan a datos personales, red, hardware o configuración del teléfono.
Para cada permiso individual suele aparecer un interruptor o botón que te permite activar o desactivar ese acceso de forma granular. De esta forma, si quieres que una red social funcione pero sin rastrear tu ubicación, puedes apagar únicamente el permiso de localización. O puedes impedir que un juego acceda a tus contactos manteniendo el resto de accesos habilitados.
Ten presente, eso sí, que hay permisos que son críticos para el funcionamiento de una app y que si los bloqueas, la aplicación puede empezar a fallar, cerrarse sola o perder funciones. Si notas comportamientos extraños después de tocar algo en App Ops, lo normal es que debas volver a activar el permiso que hayas deshabilitado y comprobar si todo vuelve a la normalidad.
App Ops en Google Play: versiones, modos y funciones ProCon el tiempo, diferentes desarrolladores han publicado en Google Play clientes de App Ops que aprovechan la funcionalidad oculta de Android o que la recrean con sus propias técnicas. Uno de los nombres más conocidos es la app App Ops desarrollada por el equipo Lars Team, disponible en versión gratuita y versión Pro.
La edición gratuita de App Ops te permite ver y gestionar una gran variedad de permisos por aplicación: acceso a la ubicación, a los contactos, a la configuración del terminal, a la cámara, al micrófono, al almacenamiento, etcétera. Para la mayoría de usuarios esta versión es más que suficiente para ganar control sobre la privacidad sin complicarse demasiado.
La versión Pro va un paso más allá e incorpora funciones pensadas para usuarios avanzados y para quienes quieren automatizar parte de la configuración. Entre otras cosas, esta variante de pago permite revocar un mismo permiso de forma masiva en todas las apps que lo usen, por ejemplo, bloquear el acceso a la ubicación en todas las aplicaciones instaladas salvo en las que tú decidas mantener como excepción.
Además, App Ops Pro integra la posibilidad de definir reglas que se aplican a futuro: puedes configurar la app para que las nuevas aplicaciones instaladas no reciban ciertos permisos por defecto. De este modo, no tienes que acordarte de revisar todo cada vez que pruebas una app; ya partes de un nivel de protección más estricto.
En algunas implementaciones de App Ops también se añaden detalles útiles como notificaciones que avisan cuando la app en primer plano tiene permisos revocados. Si una función deja de funcionar porque tú mismo le has cortado un permiso, un aviso contextual puede ayudarte a entender qué está pasando y decidir si quieres restaurarlo o seguir con ese límite.
Uso de App Ops sin root: Native App Ops y límitesSi tu dispositivo Android no está rooteado, no te preocupes: las versiones modernas de App Ops y apps similares ofrecen normalmente un modo llamado Native App Ops que funciona sin acceso superusuario. La idea es aprovechar el gestor de permisos que Google ocultó, sacándolo de nuevo a la superficie sin necesidad de modificar el sistema.
Al pulsar en la opción Native App Ops dentro de estas apps, se abre el panel de permisos nativo de Android que estaba escondido, siempre que la versión concreta de tu sistema lo siga incluyendo en segundo plano. Desde ahí puedes empezar a desactivar accesos a ubicación, contactos, llamadas, SMS o cámara para las diferentes aplicaciones instaladas.
En terminales con Android 4.4.2 y versiones posteriores, donde la interfaz oficial de App Ops desapareció por completo, estas herramientas de terceros pueden llegar a recuperar parte de la funcionalidad sin necesidad de root. Aun así, debes saber que sin permisos de superusuario siempre habrá un cierto límite a lo que se puede hacer, especialmente con apps de sistema o componentes muy integrados del fabricante.
En resumen, sin root puedes ganar bastante capacidad de control sobre las apps descargadas desde Google Play, pero es posible que no puedas tocar ciertos permisos de aplicaciones preinstaladas o modificar aspectos demasiado profundos del sistema. Para eso vas a necesitar dar el salto a un uso más avanzado con root.
App Ops con root y App Ops X: control absoluto (y con cuidado)Cuando el dispositivo está rooteado la cosa se pone mucho más interesante, porque las aplicaciones tipo App Ops pueden actuar a un nivel más profundo del sistema operativo. Esto significa que no solo podrás gestionar permisos de las apps que tú has instalado, sino también de las aplicaciones nativas del sistema, de las que vienen de fábrica y de las que tu operador ha decidido preinstalar.
Para sacarle todo el partido a este escenario suelen utilizarse extensiones como App Ops X, una versión extendida pensada para usuarios con root. Esta variante aprovecha los privilegios de superusuario para manipular los permisos de absolutamente todas las aplicaciones, incluyendo las de sistema y los servicios en segundo plano.
Con App Ops X puedes, por ejemplo, denegar el acceso a la ubicación a cualquier app del sistema que esté rastreando de más, impedir que determinadas herramientas de analítica recojan información o cortar de raíz que ciertas apps preinstaladas accedan a tus contactos, al micrófono o al almacenamiento.
La activación de estas funciones suele seguir un patrón similar: primero haces root al dispositivo; después instalas la app App Ops desde Google Play; a continuación instalas la extensión App Ops X y concedes permisos de superusuario cuando la app te los pida. En algunos casos te pedirá reiniciar el dispositivo para que las nuevas capacidades de gestión de permisos se activen de forma completa.
Eso sí, aunque el control casi absoluto suena muy atractivo, también aumenta el riesgo de romper cosas si tocas donde no debes. Desactivar permisos críticos de aplicaciones del sistema puede provocar comportamientos raros, pérdidas de funcionalidad o incluso que el teléfono se vuelva inestable, así que es recomendable ir probando cambios poco a poco y guardar una copia de seguridad si vas a meterte en profundidad.
Otras herramientas para revisar permisos: ASpotCat y Gemini App ManagerAdemás de App Ops y sus variantes, en Android existen otras aplicaciones muy útiles para auditar qué permisos estás concediendo sin darte cuenta. No siempre te permiten revocar de forma tan fina, pero sí te ayudan a ver qué está pasando y a tomar decisiones como desinstalar apps innecesarias.
Una de las más conocidas es ASpotCat, que escanea todas las apps instaladas en el dispositivo y las organiza según los permisos que tienen activos. De esta manera puedes descubrir, por ejemplo, qué aplicaciones tienen acceso a tus SMS, cuáles pueden usar la cámara o qué apps están leyendo tu ubicación de manera constante.
ASpotCat te facilita también la tarea de limpiar el móvil: desde su propia interfaz puedes encontrar y desinstalar aplicaciones que ya no necesitas y que estaban acumulando permisos sin aportar ningún valor real. Menos apps sospechosas significa menos superficie de ataque y menos riesgo para tus datos.
Otra herramienta interesante es Gemini App Manager, que combina la gestión de permisos con funciones de administración de aplicaciones. Con esta app puedes ver y modificar ciertos permisos, hacer copias de seguridad de las apps en tu dispositivo, restaurarlas cuando lo necesites y moverlas entre la memoria interna y la tarjeta SD para optimizar el espacio disponible.
Aunque estas utilidades no siempre llegan al mismo nivel de detalle que App Ops con root, son perfectas para tener una visión global del panorama de permisos en tu Android, descubrir apps que se pasan de la raya y tomar decisiones de forma informada sobre qué mantienes instalado y qué prefieres borrar.
Gestión de permisos desde Android 10 y versiones recientesCon el tiempo, Google fue asimilando las demandas de privacidad de los usuarios y muchas ideas de App Ops se integraron en Android de forma nativa. A partir de Android 6 se introdujeron los permisos en tiempo de ejecución, y en Android 10 la cosa se organizó todavía mejor gracias al Gestor de permisos dentro del menú de Privacidad.
En Android 10 puedes ir a Ajustes > Privacidad > Gestor de permisos para encontrar una lista por tipos de permisos: ubicación, cámara, micrófono, SMS, contactos, almacenamiento, etcétera. Al entrar en cada categoría verás qué apps tienen permitido el acceso, cuáles lo tienen denegado y cuáles pueden usarlo solo en determinadas condiciones.
Desde ese panel nativo puedes permitir, denegar o restringir permisos a apps concretas sin necesidad de instalar herramientas de terceros. Además, muchas peticiones importantes aparecen ahora de forma contextual: cuando una app quiere usar la cámara, el micrófono o la ubicación por primera vez, Android muestra un cuadro de diálogo para que decidas si lo autorizas, si solo lo permites mientras la app está en uso o si lo bloqueas.
Este modelo se parece mucho al de iOS y tiene una ventaja clara: el sistema te avisa justo cuando una app intenta acceder a algo delicado, de manera que puedes tomar la decisión con toda la información delante. El peaje es que, si instalas muchas apps o toqueteas mucho, puede resultar algo pesado estar aceptando y denegando varias veces.
Aun así, incluso con estos avances, herramientas como App Ops siguen teniendo sentido para usuarios avanzados. Ofrecen un nivel de control más fino, reglas más potentes y la posibilidad de actuar sobre apps de sistema o comportamientos que el panel estándar no siempre te deja tocar, especialmente en versiones antiguas o capas muy modificadas por el fabricante.
DroidWall: completa el control de permisos con un cortafuegosUn aspecto que a menudo se pasa por alto es que, aunque gestiones los permisos internos de Android, si una app mantiene acceso a Internet puede seguir enviando datos hacia fuera. Para ponerle freno a esto existen cortafuegos específicos para Android, como DroidWall, que se apoyan en las capacidades de red del sistema para filtrar el tráfico.
DroidWall te muestra un listado de todas las apps y servicios que pueden conectarse a la red, cada uno con dos casillas: una para las conexiones Wi‑Fi y otra para los datos móviles (3G, 4G, etc.). A partir de ahí puedes ir marcando qué aplicaciones quieres que se conecten y mediante qué tipo de conexión.
La app ofrece dos enfoques de trabajo: el modo lista blanca, en el que solo pueden conectarse las apps que tú marques, y el modo lista negra, en el que se bloquean únicamente las apps seleccionadas y el resto sigue con acceso normal. Para la mayoría de usuarios es más cómodo empezar con lista negra y solo cortar la conexión de aquellas apps que no quieres que salgan a Internet.
Por ejemplo, puedes dejar que las redes sociales y el correo se conecten solo por Wi‑Fi para evitar consumo de datos, o directamente bloquear por completo tanto Wi‑Fi como datos móviles para juegos o utilidades que no necesitan comunicarse con servidores externos para funcionar.
Como muchos cortafuegos avanzados, DroidWall requiere permisos root para poder aplicar las reglas mediante las herramientas de red internas de Android. Una vez aceptas los permisos de superusuario y activas la opción de Firewall activo, el sistema empieza a bloquear o permitir conexiones de acuerdo con la configuración que has establecido.
Si en algún momento quieres cambiar algo, basta con ajustar las casillas de cada app y pulsar en aplicar reglas para que los nuevos filtros entren en funcionamiento al instante. Combinado con App Ops, esto te da un control muy fino tanto sobre qué recursos locales puede usar cada app como sobre qué tráfico sale realmente de tu teléfono.
Soluciones avanzadas: Xposed Framework, AppOpsXposed y ROMs personalizadasPara usuarios muy avanzados, desarrolladores o simplemente curiosos con ganas de exprimir su Android al máximo, existen opciones aún más potentes para integrar App Ops y la gestión de permisos dentro del propio sistema sin depender solo de apps sueltas.
Una de estas opciones es el módulo AppOpsXposed, pensado para funcionar sobre Xposed Framework. Xposed es una plataforma que permite modificar el comportamiento del sistema y de las aplicaciones mediante módulos sin necesidad de flashear constantemente nuevas ROMs.
El proceso habitual para aprovechar AppOpsXposed consiste en obtener acceso root, instalar Xposed Framework, ir a su apartado de descargas, localizar el módulo AppOpsXposed, instalarlo, activarlo y reiniciar el dispositivo para que se apliquen los cambios. Tras ese reinicio, suele aparecer de nuevo en los ajustes del sistema un apartado dedicado a App Ops, integrado como si fuera nativo.
La ventaja de este enfoque es que puedes controlar los permisos desde el propio menú de ajustes del móvil, con un nivel de integración muy superior al de una app independiente, y además conservarlo a través de reinicios o actualizaciones menores del sistema, siempre que sigas dentro del entorno Xposed.
Otro camino es instalar ROMs personalizadas como las antiguas CyanogenMod (y sus herederas, como LineageOS), que durante años han incorporado sus propios gestores de permisos y herramientas de privacidad. Estas ROMs ofrecen paneles específicos para revocar accesos, bloquear rastreo de anuncios, cifrar SMS o gestionar listas negras de llamadas y mensajes.
Al usar una ROM centrada en la privacidad, la gestión fina de permisos deja de depender de los bandazos de Google y pasa a formar parte del ADN del sistema que llevas instalado, con actualizaciones mantenidas por una comunidad de desarrolladores que suele estar muy concienciada con la seguridad.
Seguridad, privacidad y responsabilidad del desarrolladorTodo este asunto de los permisos no solo afecta a lo que tú haces con App Ops, sino también a cómo programan y publican sus apps los desarrolladores. La seguridad y la privacidad son preocupaciones crecientes tanto para quienes crean aplicaciones como para quienes las instalan, especialmente cuando se manejan datos sensibles: imágenes personales, contactos, mensajes, información bancaria o de salud.
Lo ideal es que una app solo solicite los permisos estrictamente necesarios para cumplir su función. Si se trata de una aplicación gastronómica que busca restaurantes cercanos, necesitará GPS y conexión de datos; si permite reservas, probablemente precise acceso a SMS o correo para confirmaciones y, quizá, a contactos para compartir la experiencia. Cualquier cosa que se salga de ahí debería estar muy bien justificada.
En la práctica, estudios sobre apps móviles han mostrado que una buena parte de las aplicaciones más descargadas sí incluyen políticas de privacidad acordes a la normativa y explican qué hacen con tus datos. Sin embargo, también existen muchos casos en los que se piden permisos de forma abusiva o se redactan textos legales tan ambiguos que no queda claro qué uso se hará de la información.
En sectores especialmente delicados, como el de la salud o m‑health, se recomiendan “buenas prácticas” que conviene tener en cuenta: control de acceso centrado en el usuario, autenticación robusta, cifrado fuerte (AES, TLS), políticas de retención de datos limitadas al tiempo necesario, comunicación segura con wearables y protocolos de aviso rápido en caso de brechas de seguridad, entre otras medidas.
Por muy bien diseñadas que estén las apps, la última palabra siempre la tienes tú: si una aplicación te pide permisos que te parecen excesivos, la opción más segura es no instalarla, buscar una alternativa, usar apps para bloquear el acceso o limitar los permisos mediante herramientas como App Ops. Ten presente que en algunas apps, si recortas demasiado los permisos, puede que dejen de funcionar del todo, y a veces es más sensato cambiar de aplicación que empeñarse en que funcione sin los accesos que realmente necesita.
¿Cómo revisar y cambiar permisos sin instalar apps externas?Aunque App Ops y compañía dan mucho juego, incluso con las herramientas nativas de Android puedes revisar y ajustar bastantes permisos sin complicarte, sobre todo en las versiones recientes del sistema y en las capas de fabricante más populares.
En muchas variantes de Android basta con ir a Ajustes > Aplicaciones > Descargadas, seleccionar la app que te interesa y desplazarte hacia abajo hasta el apartado de permisos. Ahí podrás ver de un vistazo qué accesos tiene concedidos y, dependiendo de la versión, activar o desactivar algunos de ellos.
Si tu móvil ya va por Android 10 o superior, lo más cómodo es entrar en Ajustes > Privacidad > Gestor de permisos. Desde allí, eliges el tipo de permiso (ubicación, contactos, cámara, micrófono, SMS…) y ves qué apps lo usan; después puedes cambiar la configuración app por app, sin necesidad de recordar en qué menú se escondía cada cosa.
Ultimas consideracionesEso sí, no olvides que algunos permisos son clave para que la aplicación haga su trabajo y que, si los bloqueas, es normal que empiece a mostrar errores, a cerrarse o a insistirte para que vuelvas a conceder el acceso. Una estrategia razonable es usar estos ajustes nativos para recortar lo más evidente y sospechoso, y dejar las modificaciones más finas para herramientas dedicadas como App Ops, ASpotCat o Gemini App Manager.
Al final, combinando las opciones de Android, las utilidades específicas de permisos, un cortafuegos como DroidWall y un poco de sentido común a la hora de instalar y aceptar condiciones, es posible mantener tus datos mucho más a salvo sin renunciar a las apps que realmente necesitas. App Ops nació como una función oculta y casi experimental, pero terminó marcando el camino de cómo gestionamos hoy los permisos en Android y sigue siendo una pieza clave para quienes quieren tener de verdad la sartén por el mango en lo que respecta a privacidad. Comparte esta información y más usuarios conocerán todo sobre App Ops.
Cómo optimizar Windows 11 para tablets y convertibles
Si tienes tablets o un convertible con Windows 11 y la sensación de que “no termina de ir fino”, no estás solo. Muchos equipos 2 en 1 funcionan bien como portátil, pero cuando quitas o pliegas el teclado la experiencia táctil se queda a medias: gestos poco pulidos, botones minúsculos, arranques lentos y una barra de tareas que no siempre ayuda cuando usas el dispositivo en modo sofá.
La parte buena es que con unos cuantos ajustes internos de Windows, varias configuraciones de rendimiento y alguna herramienta extra, puedes transformar bastante cómo se comporta Windows 11 en tablets y convertibles. En esta guía vas a ver tanto la “tripa” técnica que usa Windows para decidir si tu equipo es convertible, como trucos prácticos para mejorar la fluidez, la usabilidad táctil, el almacenamiento y hasta la experiencia en juegos.
¿Cómo decide Windows 11 si tu equipo son tablets o convertibles?Windows 11 incorpora “experiencias optimizadas las tablets” que se activan automáticamente cuando entiende que el dispositivo está en modo tableta: se separan más los iconos de la barra de tareas, se ajustan los gestos táctiles y la interfaz prioriza el uso con los dedos frente al ratón.
El problema aparece cuando el sistema no sabe realmente qué tipo de dispositivo tiene delante. Si el fabricante ha configurado mal ciertos parámetros, Windows 11 tratará tu convertible como un portátil clásico aunque hayas plegado o desacoplado el teclado, manteniendo la interfaz de escritorio y dejando de lado las mejoras táctiles.
Para tomar esa decisión, Windows utiliza principalmente tres indicadores internos definidos por el fabricante: el tipo de chasis SMBIOS, el valor DeviceForm y la clave ConvertibleSlateMode. En equipos bien configurados, todo esto está correcto y nunca tienes que tocar nada, pero conviene entender cómo funciona para saber por qué algunas tablets parecen “no enterarse” de que se han convertido en tablet.
Parámetros internos clave: Chassis Type, DeviceForm y ConvertibleSlateModeEl primer parámetro importante es el tipo de chasis (Chassis Type) que se declara en SMBIOS desde la BIOS/UEFI. Ahí el fabricante indica a Windows qué clase de dispositivo está montando, y para equipos táctiles los valores relevantes son:
- 0x1E (30 decimal): Tablet
- 0x1F (31 decimal): Convertible
- 0x20 (32 decimal): Desacoplable / Detachable
Cuando el chasis está marcado como Tablet, Convertible o Desacoplable, Windows se prepara para ofrecer de serie una interfaz más amigable al tacto. Si en cambio se marca como Desktop, Notebook u otro valor genérico, el sistema no activa las experiencias táctiles completas por defecto, por mucha pantalla táctil que tenga el equipo.
El segundo elemento de la ecuación es DeviceForm, otro identificador que clasifica el factor de forma. Aquí los valores más importantes para nuestro caso son:
- 2: Tablet
- 5: Convertible
- 6: Desacoplable
Windows combina el tipo de chasis y DeviceForm, junto con otros estados internos, para determinar si debe comportarse como tableta o como ordenador tradicional. Si uno de los dos está mal configurado, el sistema puede considerar tu convertible como un portátil normal y obviar por completo las optimizaciones táctiles hasta que hagas cambios manuales.
El tercer parámetro es ConvertibleSlateMode, un indicador lógico que le dice a Windows si el equipo se considera “pizarra” (tablet) o no:
- 0 → el dispositivo se considera Tablet/Convertible/Desacoplable
- 1 → el dispositivo se trata como portátil, escritorio o factor de forma clásico
Cuando al menos uno de los valores (Chassis Type o DeviceForm) indica que el equipo es tablet/convertible y ConvertibleSlateMode está en 0, Windows 11 ofrece la experiencia de tablets por defecto mientras no exista teclado conectado. En cuanto detecta el teclado físico, vuelve al modo escritorio tradicional.
Si nada de esto cuadra o ConvertibleSlateMode se queda forzado en 1, el sistema puede permanecer tozudamente en modo escritorio aunque estés sujetando el equipo como si fuera una tablet. Esta es una de las razones por las que algunos dispositivos 2 en 1 parecen no comportarse como deberían.
Convertibilidad forzada en Windows 11 22H2: la clave ConvertibilityEnabledA partir de Windows 11 versión 22H2, Microsoft añadió una especie de “interruptor maestro” para la convertibilidad, pensado sobre todo para OEM y entornos profesionales: la clave de Registro ConvertibilityEnabled, ubicada en:
HKLM\System\CurrentControlSet\Control\PriorityControl\ConvertibilityEnabled
Cuando este valor existe, tiene prioridad sobre el tipo de chasis y DeviceForm. Su funcionamiento es muy simple y permite forzar lo que el sistema considera:
- 0 → Windows entiende que el dispositivo NO es convertible
- Cualquier valor distinto de 0 → Windows lo trata como convertible
En un uso doméstico normal no es recomendable ponerse a trastear el Registro a ciegas, pero es útil saber que Windows 11 dispone de este atajo para corregir equipos mal catalogados por el fabricante. En empresas y laboratorios de pruebas resulta especialmente práctico para homogeneizar el comportamiento de flotas enteras de tablets y 2 en 1.
Si tu tablet Windows ignora sistemáticamente que has plegado el teclado o que has desacoplado la base, y no reacciona en absoluto, es muy probable que alguno de estos parámetros (chasis, DeviceForm, ConvertibleSlateMode o ConvertibilityEnabled) no esté definido como debería. En esos casos, conviene revisar también si hay actualizaciones de firmware del fabricante que corrijan el problema.
Modo tablets: cómo se veía en Windows 10 y qué queda en Windows 11En Windows 10 existía un “modo tableta” explícito que cambiaba de forma bastante agresiva la interfaz: el menú Inicio se hacía a pantalla completa, las barras de título de las aplicaciones UWP se ocultaban para dejar más espacio al contenido y la barra de tareas se transformaba en una especie de barra de navegación táctil simplificada.
Al activar ese modo, las apps de Microsoft Store y muchas Win32 podían reorganizar su diseño para favorecer los controles táctiles, permitiendo acciones como cerrar aplicaciones deslizando desde arriba hacia abajo, colocar dos apps lado a lado y ajustar ambas simultáneamente con el dedo, o hacer que el teclado táctil apareciera en cuanto tocabas un campo de texto.
Los dispositivos para los que se diseñó originalmente este modo eran principalmente tablets puras, desmontables (con teclado extraíble) y convertibles 2 en 1 con teclado plegable. El cambio al modo tableta podía hacerse a mano desde el Centro de actividades o dispararse por una transición de hardware notificada a través de ConvertibleSlateMode; aun así, el usuario siempre tenía la última palabra mediante un aviso.
En Windows 11 ya no hablamos de un botón de “Modo tablets” tan visible como en Windows 10, pero las bases conceptuales siguen ahí: el sistema adapta partes de la interfaz en función del factor de forma y el estado convertible del equipo. La idea sigue siendo que puedas trabajar con teclado y ratón como en un PC clásico y, al quitar el teclado, pasar a una experiencia más táctil sin renunciar al escritorio tradicional si no quieres.
Diseño y señalización de hardware: cómo se notifica el cambio de modoPara que todo esto sea transparente al usuario, el fabricante tiene varias formas de indicar a Windows que el dispositivo ha cambiado de “portátil” a “tableta” (o al revés):
Método basado en GPIO y ACPIEn muchos 2 en 1 modernos se utilizan pines GPIO físicos que cambian de estado cuando doblas el teclado, lo retiras o cambias el factor de forma. El OEM describe estos indicadores en ACPI, de forma que Windows recibe automáticamente las interrupciones y, a través del “controlador de indicador de tableta táctil y portátil de GPIO”, actualiza ConvertibleSlateMode.
Este método reduce la lógica que el fabricante tiene que implementar a medida y aprovecha el controlador estándar de Microsoft para gestionar las transiciones. Es ideal cuando el hardware dispone de sensores fiables para saber si estás en modo portátil o tablet.
Método por controlador de inyecciónHay dispositivos que no utilizan GPIO dedicados para ese cambio y, en su lugar, implementan un controlador propio (en modo usuario o kernel) que inyecta la transición de estado en el controlador de indicador de Microsoft.
Para ello se usa la interfaz definida por el GUID GUID_GPIOBUTTONS_LAPTOPSLATE_INTERFACE. Es básicamente una API a la que el controlador del fabricante escribe (con WriteFile u otras llamadas) para alternar el estado del indicador portátil/tableta. Es obligatorio describir también el dispositivo indicador en ACPI para que Windows cargue el controlador de Microsoft, aunque no se añada un recurso GPIO real.
En estos casos es crucial que el controlador compruebe, justo al arrancar el sistema, que ConvertibleSlateMode está sincronizado con la realidad física del equipo, ya que el controlador de Microsoft se inicializa suponiendo inicialmente un modo “tableta táctil”. Si el OEM o el proveedor del SoC ya aporta una solución de referencia, suele ser buena idea reutilizarla para evitar comportamientos inconsistentes.
Método por configuración desatendida para dispositivos no convertiblesSi el dispositivo no es convertible (por ejemplo, un portátil clásico o un sobremesa), el fabricante puede desactivar de raíz la petición de cambio de modo tableta usando el parámetro ConvertibleSlateModePromptPreference en el archivo de respuesta de instalación.
Establecer este valor en 0 evita que Windows muestre avisos o intente cambiar de modo cuando se detecta un supuesto cambio de factor de forma. Es una forma limpia de indicar que el equipo siempre se usará como PC tradicional. Además, se recomienda complementar esto especificando correctamente el DeviceForm (por ejemplo, Desktop o Laptop) para que aplicaciones y experiencias de Windows ajusten el contenido al tipo de dispositivo.
Comprobación y prueba del modo convertible y del modo tabletaSi tienes dudas sobre si tu dispositivo implementa correctamente estas funciones, lo primero es verificar en el Administrador de dispositivos la presencia del “Controlador de indicador de tableta táctil y portátil de GPIO”. A veces aparece solo al habilitar la opción de mostrar dispositivos ocultos.
En la práctica, hay dos caminos básicos para entrar o salir del modo tableta (en el modelo clásico de Windows 10):
- Cambio manual por parte del usuario, mediante el botón de modo tableta en el Centro de actividades.
- Transición disparada por el hardware, cuando el sistema recibe un evento que modifica ConvertibleSlateMode (normalmente por doblar o desacoplar el teclado).
No se admite usar teclados Bluetooth como desencadenantes del modo tableta, porque el emparejamiento y la proximidad de un teclado inalámbrico no reflejan de forma fiable si el usuario realmente está utilizándolo o si simplemente está cerca. Si quieres que la presencia física de un teclado Bluetooth influya en el modo, habría que recurrir a un sensor específico que indique el factor de forma y lo comunique a través de ConvertibleSlateMode.
Es vital que la implementación de ConvertibleSlateMode sea sólida. Un firmware mal afinado puede provocar cambios de estado falsos, pedir varias veces seguidas que entres o salgas del modo tableta o confundir el modo real del dispositivo si este cambia de posición muy rápido o durante una transición de energía (suspensión, apagado, etc.). Los fabricantes deben probar escenarios como cambios lentos o rápidos entre modos, sacudidas accidentales y variaciones de estado mientras el equipo entra o sale de suspensión.
Comportamientos específicos del modo tableta: barra de tareas, notificaciones y rotaciónCuando Windows está en modo tableta, se optimizan varios aspectos del escritorio y de la barra de tareas para priorizar la interacción táctil. Se reduce la densidad de iconos, desaparecen elementos que no son críticos y se reordena lo esencial.
En el área de notificación, por ejemplo, se muestran siempre los iconos de batería, red, volumen y Centro de actividades, incluso si el usuario u OEM los había enviado al área de desbordamiento; se consideran básicos para una tablet. Sin embargo, si el propio usuario ha desactivado manualmente alguno desde “Activar o desactivar iconos del sistema”, su preferencia tiene prioridad y Windows no lo reactiva en modo tableta.
Otros iconos de notificación, tanto los anclados por el usuario como los añadidos por el OEM, pueden quedar ocultos y se bloquea la promoción automática de nuevos iconos al área principal, con la importante excepción del icono de servicios de ubicación si está permitido en la configuración. Si el usuario activa “Mostrar siempre todos los iconos en el área de notificación”, este comportamiento se desactiva y se vuelve al modelo clásico.
También se ajusta el comportamiento del botón del teclado táctil en la barra de tareas, que suele ocultarse automáticamente en modo tableta y puede mostrarse de nuevo desde el menú contextual. Además, por defecto se ocultan los iconos de aplicaciones en la barra de tareas cuando el modo tableta está activo, opción que puedes cambiar desde la configuración de la barra de tareas.
En cuanto a la rotación, el bloqueo de rotación suele estar deshabilitado por defecto para que el usuario note que la pantalla responde al girar la tablet. Un OEM puede asegurarse de esto estableciendo en modo auditoría la clave HKLM\Software\Microsoft\Windows\CurrentVersion\AutoRotation\Enable en 1 antes de preparar la imagen para el cliente. Rotación y modo tableta, eso sí, no están vinculados de forma estricta: puedes tener rotación automática activa sin estar en modo tableta.
API para aplicaciones: detectar si el usuario está en modo táctil o de escritorioPara que las aplicaciones puedan adaptarse al entorno (táctil o con ratón), Windows ofrece varias APIs tanto en aplicaciones UWP como en aplicaciones clásicas Win32. El componente común es la clase UIViewSettings y la propiedad UserInteractionMode.
En aplicaciones Win32 se puede usar la interfaz IUIViewSettingsInterop para obtener un objeto UIViewSettings asociado a una ventana concreta, y consultar su propiedad UserInteractionMode, que devuelve valores como Touch o Mouse. Las apps reciben además notificaciones WM_SETTINGSCHANGE con el mensaje “UserInteractionMode” cuando el modo cambia, de modo que pueden reorganizar su interfaz según convenga.
En aplicaciones UWP, UIViewSettings.GetForCurrentView().UserInteractionMode se puede consultar, por ejemplo, en el controlador del evento SizeChanged de la ventana. Esto permite cargar distintos VisualState (por ejemplo, “MouseLayout” y “TouchLayout”) en función de si el usuario interactúa mayoritariamente con dedos o con ratón.
El patrón típico es: al iniciar la app y cada vez que cambia el tamaño o el modo de interacción, la aplicación comprueba el UserInteractionMode y activa el diseño más adecuado. Por ejemplo, botones más grandes y espaciados para táctil, o una interfaz más compacta y con menús precisos para mouse y teclado.
Trucos de usabilidad táctil en Windows 11: barra de tareas, botón “atrás” y ChromeMás allá de la parte técnica interna, en el día a día muchos usuarios de Surface, convertibles Lenovo, HP u otros comentan que Windows 11 como tablet sigue por detrás de Android o iPadOS en ciertos detalles. Entre las quejas más habituales están la falta de un botón “atrás” global siempre visible, el comportamiento algo incómodo de la barra de tareas táctil en vertical y la gestión de pestañas en navegadores como Chrome.
Un truco frecuente es desactivar la opción “Optimizar la barra de tareas para el uso de la tableta” cuando usas el equipo en orientación vertical. La barra de tareas específica para tablet tiende a ocultarse y a veces resulta menos práctica que la barra clásica de Windows 11, que mantiene los iconos visibles y facilita el cambio de app con un solo toque, aunque esté menos “tuneada” para dedos.
En cuanto al famoso botón “atrás” al estilo Android o iOS, Windows 11 no ofrece un control permanente en la barra de tareas. Hay varias aproximaciones para compensar esta ausencia: aprovechar gestos de deslizamiento en apps UWP que soportan retroceso desde los bordes, configurar atajos de teclado virtual (por ejemplo, asignar una combinación a “Atrás” en el navegador y dispararla con un botón en pantalla) o recurrir a utilidades de terceros que añaden botones táctiles flotantes para retroceder y avanzar.
Chrome en Windows tampoco reproduce la vista de pestañas en cuadrícula que tiene en Android, lo que hace que manejar muchas pestañas con el dedo sea bastante menos cómodo. Un apaño es aumentar la escala de la interfaz desde la configuración de Chrome o probar navegadores alternativos mejor adaptados a pantallas táctiles (como Edge con algunas funciones táctiles mejor integradas), aunque a día de hoy sigue siendo un punto flojo para quien viene de un tablet Android.
Respecto a la emulación de touchpad, tener un panel táctil en pantalla no termina de ser natural en un dispositivo cuyo “trackpad” es toda la pantalla. Windows no incluye una opción nativa para que la pantalla entera se comporte como un gran touchpad y controlar un puntero pequeño, así que de nuevo toca apoyarse en soluciones de terceros o en los gestos multitáctiles propios de Windows (deslizar desde los bordes, cambiar de app, invocar la vista de tareas, etc.).
Optimizar el arranque y las aplicaciones de inicio en tablets y convertibles para Windows 11En una tablet o convertible, una de las cosas que más desespera es encender el equipo y que tarde una eternidad en estar listo. Suele deberse a que hay demasiadas aplicaciones arrancando en segundo plano nada más iniciar sesión.
Windows 11 permite controlar estas apps desde dos sitios. Por un lado, puedes ir a Configuración > Aplicaciones > Inicio, esperar a que cargue la lista de programas que se ejecutan al inicio y desactivar todo lo que no necesites activo desde el primer minuto. Esto reduce el consumo de RAM y CPU desde el arranque.
Por otro lado, desde el Administrador de tareas (Ctrl + Mayús + Esc) tienes un apartado de Aplicaciones de arranque donde ves cada programa junto a su impacto en el inicio. Allí puedes deshabilitar con clic derecho lo que no te interese que se cargue automáticamente y, tras reiniciar, notar un inicio mucho más ligero, algo clave en equipos con procesadores y almacenamiento modestos.
Control de software y aplicaciones en segundo planoOtro frente fundamental para mejorar la experiencia en Windows 11 sobre hardware limitado es eliminar programas que no utilizas y controlar qué puede quedarse trabajando en segundo plano. Cada aplicación instalada puede traer servicios residentes y tareas programadas que, aunque no los veas, están consumiendo recursos.
Para desinstalar software, entra en Configuración > Aplicaciones > Aplicaciones instaladas y revisa la lista con calma. Desde el botón de tres puntos de cada app puedes elegir Desinstalar y seguir el asistente. Es habitual encontrar juegos de prueba, bloatware del fabricante y utilidades que ni recuerdas haber instalado.
Si ves que faltan programas en esa lista, abre el Panel de control clásico y entra en “Desinstalar un programa”, donde seguirán apareciendo instaladores antiguos y suites clásicas. Aligerar esta sección puede marcar diferencias notables en tablets con poca RAM o almacenamiento ajustado.
Además de desinstalar, conviene restringir qué apps tienen permiso para ejecutarse en segundo plano cuando no las estás usando. Desde Configuración, entrando en cada aplicación y abriendo sus Opciones avanzadas, puedes ajustar los Permisos de aplicaciones en segundo plano y poner “Nunca” para muchas que solo necesitas de forma puntual.
Eso sí, es importante dejar activas en segundo plano aquellas que realmente deben estar siempre escuchando, como clientes de mensajería, apps de correo o servicios críticos. Si cortas su funcionamiento en segundo plano, dejarás de recibir notificaciones salvo que la app esté abierta en primer plano.
Ajustar efectos visuales y aspecto para ganar rendimientoWindows 11 apuesta fuerte por lo visual: transparencias, animaciones suaves, esquinas redondeadas y sombras. Todo ello se ve muy bien, pero tiene un coste en términos de CPU y GPU, que en tablets de gama media o baja se nota en forma de tirones y micro-lag al mover ventanas o cambiar de app.
Si priorizas la fluidez, puedes ir al buscador de Windows y abrir la herramienta “Ajustar la apariencia y rendimiento de Windows”. Desde ahí tienes la opción de desmarcar los efectos uno a uno o, directamente, seleccionar “Ajustar para obtener el mejor rendimiento” para desactivar casi todas las florituras de golpe.
Otra ruta más amigable es Configuración > Accesibilidad > Efectos visuales, donde puedes apagar animaciones, efectos de transparencia y otros detalles estéticos. El sistema parecerá algo más “seco”, pero tocar ventanas, arrastrar elementos y cambiar entre apps se vuelve más inmediato, algo que se agradece mucho en pantallas táctiles con hardware limitado.
También puedes rascar rendimiento usando fondos de pantalla simples: un color sólido o una sola imagen estática. Carruseles de fondos, efectos animados o fondos que se actualizan constantemente añaden un pequeño sobresfuerzo al sistema que, en conjunto con el resto de optimizaciones, merece la pena evitar si vas justo de recursos.
Limpieza de almacenamiento: archivos temporales y Sensor de almacenamientoMuchas tablets y convertibles vienen con un SSD relativamente pequeño. Cuando el almacenamiento se acerca al límite, el rendimiento del sistema de archivos cae y Windows 11 puede volverse perezoso abriendo programas, copiando archivos o aplicando actualizaciones.
Windows 11 incluye una función poco conocida pero muy útil llamada Sensor de almacenamiento. La encuentras en Configuración > Sistema > Almacenamiento. Al activarla y entrar en “Configurar Sensor de almacenamiento o ejecutarlo ahora”, puedes definir cada cuánto se limpia la basura: archivos temporales, contenido de la papelera, restos de actualizaciones viejas, etc.
En el mismo apartado de Almacenamiento dispones de “Recomendaciones de limpieza”, que agrupa sugerencias para liberar espacio de forma segura: eliminar archivos temporales de aplicaciones, borrar versiones anteriores de Windows que se queden tras una actualización grande, limpiar la carpeta Descargas de elementos antiguos, etc. También puedes recurrir a herramientas para compartir archivos de forma inalámbrica con tu PC para mover datos sin cables y liberar espacio.
Con estas limpiezas periódicas consigues dos cosas: ganas espacio libre y reduces la carga de trabajo del sistema de archivos. En SSD pequeños es fundamental mantener siempre un margen de espacio disponible para que el rendimiento no se desplome.
Notificaciones y telemetría: menos ruido, menos procesosOtro clásico en equipos con Windows 11 es el exceso de notificaciones: avisos del sistema, del navegador, de apps instaladas, promociones varias… Al margen de ser un incordio, cada notificación es un proceso que despierta el sistema, consume algo de CPU y memoria y puede interferir con lo que estás haciendo.
Para poner orden, ve a Configuración > Sistema > Notificaciones y desactiva todo lo que no necesites realmente. Mantén activas solo las apps que te aportan valor en forma de avisos (correo, mensajería esencial, calendario) y corta el resto. Tu tablet se sentirá más tranquila y, en momentos de carga alta, tendrá menos interrupciones.
En paralelo, Windows envía datos de diagnóstico y uso para mejorar el sistema y personalizar tu experiencia. Si quieres rascar un plus de rendimiento y privacidad, entra en Configuración > Privacidad y seguridad y revisa secciones como General, Voz, Personalización de entrada manuscrita y escritura, y Diagnóstico y comentarios.
Allí podrás desactivar opciones como el envío de datos de uso, el seguimiento de los inicios de aplicaciones o la muestra de contenidos sugeridos. No esperes un salto de rendimiento brutal, pero todo suma: menos servicios en segundo plano, menos tráfico de red innecesario y un entorno más ligero.
Actualizaciones de Windows, controladores y appsEn dispositivos táctiles, mantener al día Windows y los drivers es aún más importante, porque las actualizaciones suelen afinar comportamiento de pantalla táctil, sensores, batería, WiFi y GPU. Ignorarlas puede dejarte con bugs resueltos hace tiempo.
Entra en Configuración > Actualización de Windows y pulsa en Buscar actualizaciones. Revisa luego el apartado de “actualizaciones opcionales”, donde a menudo se esconden nuevos controladores para gráfica, red, chipset o pantalla táctil que, aunque no sean críticos, sí mejoran estabilidad o rendimiento.
Además, abre la Microsoft Store y comprueba en tu biblioteca que las aplicaciones UWP están todas actualizadas. Las apps instaladas fuera de la tienda suelen incluir sus propios sistemas de actualización, así que merece la pena revisar sus menús y activar las actualizaciones automáticas siempre que sea posible.
Rendimiento extra para juegos y tareas pesadas en convertiblesSi usas tu convertible o tablet Windows también para jugar o para edición de vídeo, quizá quieras exprimir al máximo la potencia, aunque sacrifiques algo de batería. Para ello, el Modo juego y la gestión de gráficos dedicados son tus aliados.
Desde Configuración > Juegos > Modo de juego puedes activar esta función para que, cuando Windows detecte un juego, reduzca la actividad de procesos en segundo plano, limite las instalaciones de Windows Update en ese momento y priorice los recursos para el juego.
En Configuración > Sistema > Pantalla > Gráficos puedes ajustar, aplicación por aplicación, qué perfil gráfico usar. Añade tus juegos y programas pesados, y márcalos como Alto rendimiento para que usen la GPU más potente disponible en lugar de la integrada cuando exista esa opción.
Si estás en un portátil convertible y lo usas con el cargador enchufado, entra en las Opciones de energía desde el Panel de control y selecciona un plan de Máximo rendimiento o Performance. Esto hará que el procesador y la GPU trabajen con menos restricciones, a costa de consumir más batería cuando te desconectes del enchufe.
Herramientas de terceros para afinar Windows 11Si no te apetece ir rastreando cada ajuste manualmente, existen utilidades de terceros pensadas para concentrar en un solo panel muchos de estos cambios de rendimiento. Hay que ir con cuidado, porque algunas son agresivas o poco transparentes, pero hay alternativas interesantes de código abierto.
Un ejemplo es Optimizer (proyecto hellzerg/optimizer en GitHub), una herramienta gratuita que permite desactivar telemetría, servicios innecesarios de Windows, Cortana, ciertas actualizaciones automáticas, funciones de fax o impresión, y aplicar optimizaciones de red y del propio sistema.
Cada cambio es independiente, así que puedes activar solo los que te interesen y dejar el resto intactos. Antes de tocar nada conviene leer cada opción y, si tienes dudas, crear un punto de restauración del sistema. Algunas configuraciones desactivan características que podrías necesitar más adelante, pero en general es una forma rápida de limpiar Windows sin bucear de manera manual en el Registro o en el Administrador de servicios.
¿Cuándo pensar en actualizar hardware o restablecer el sistema?Llega un momento en el que, por mucho que optimices, el hardware simplemente no da más de sí. Si tu tablet o convertible tiene 4 GB de RAM, un procesador muy modesto o un almacenamiento lento, siempre notarás límites claros al abrir muchas pestañas, usar varias apps pesadas o jugar.
En equipos donde se pueda, ampliar la RAM suele ser la mejora más agradecida: pasar de 4 a 8 GB cambia completamente la multitarea y la navegación web, y subir a 16 GB se nota si trabajas con edición o muchos programas a la vez. En muchos convertibles modernos la RAM viene soldada, así que en esos casos solo queda plantear un cambio de dispositivo si necesitas más margen.
Lo mismo ocurre con el almacenamiento: si sigues con un HDD o con un SSD de muy baja gama y hay posibilidad de cambiarlo, sustituirlo por un SSD rápido es como estrenar equipo nuevo en lo que respecta a arranques, aperturas de programas y copias de archivos. En tablets y convertibles la sustitución no siempre es trivial, pero en algunos modelos sí está soportada.
Si tras todas las optimizaciones Windows 11 sigue yendo mal, puedes recurrir a restablecer el PC a valores de fábrica desde las opciones de recuperación. Este proceso borra archivos personales, programas y configuraciones, así que primero debes hacer copia de seguridad en la nube o en un disco externo. Después del restablecimiento, reinstala solo lo imprescindible y vuelve a aplicar los ajustes clave, evitando llenar de nuevo el sistema con software prescindible.
Combinando las optimizaciones internas del modo tableta de Windows 11, la correcta detección del factor de forma, el control de procesos en segundo plano, la limpieza de almacenamiento y algunos recortes visuales y de energía, es posible convertir una tablet o convertible algo torpe en un dispositivo mucho más agradable de usar tanto con teclado como con los dedos, acercando la experiencia a la que esperarías de una buena tablet sin renunciar a toda la potencia del escritorio clásico. Comparte esta información y más usuarios sabrán optimizar Windows 11 en tablets.
Lo nuevo de iOS 26.3 para cumplir con Europa nos deja algo inédito: favorecer dispositivos que no sean de Apple
Donde antes hubo una empresa cerrada a su propio ecosistema, hoy hay una empresa que, aunque sigue brindando "magia" a la comunicación entre sus dispositivos, cada vez se abre más a terceros. Apple, impulsada por las normativas y peticiones de la Comisión Europea, sigue dando pasos para la interoperabilidad entre plataformas.
La primera beta de iOS 26.3, lanzada esta misma semana, confirma los siguientes pasos del iPhone en esa dirección. Desde favorecer el paso de iOS a Android hasta brindar funcionalidades a relojes de terceros que, hasta el momento, eran exclusivas del Apple Watch.
Pasarse a Android será más fácil... gracias a AppleHace años que Apple ofrece la app Move to iOS para que los nuevos usuarios de iPhone transiferan sus datos desde su anterior móvil, aunque no había una herramienta universal para el proceso inverso. Hasta que hace varias semanas supimos que Apple y Google se unirían para crear una herramienta que permita pasar de un iPhone a un móvil Android fácilmente.
Esa herramienta ya es visible en iOS 26.3 desde el apartado Ajustes > General > Transferir. Figura como Transferir a Android y al acceder a ello habrá que escanear desde el iPhone un código QR que aparecerá en el móvil Android. Tras ello, se podrá elegir qué datos pasar de un móvil a otro.
Evidentemente, es una gran noticia. En Applesfera somos muy de iPhone (vaya sorpresa, ¿verdad?), pero entendemos perfectamente que hoy día son sistemas muy maduros y que elegir entre uno u otro es cuestión de detalles y esto facilita las cosas a aquellos que quieran abandonar la manzana.
La herramienta parece destinada a contentar a la Unión Europea, pero estará disponible en todo el mundoSin embargo, no deja de ser llamativo que Apple sea una de las impulsoras de esta herramienta. Y Aunque no se ha sabido de ninguna petición formal por parte de la Comisión Europea, parece una respuesta anticipada a ello, ya que en el viejo continente se lleva años legislando para impedir los monopolios.
Véase como ejemplo lo nuevo de watchOS 26.2, sistema en el que ya no hay sincronización de redes Wi-Fi entre Apple Watch y iPhone por las exigencias de la UE. Apple debería permitir que terceros tengan también esa sincronización, pero ante lo que consideran un riesgo para la seguridad y privacidad del usuario, prefieren bloquearlo también en el Watch.
Los relojes de terceros asumirán algunos privilegios del Apple Watch {"videoId":"x9vq7cm","autoplay":true,"title":"Estos son los 7 MEJORES SMARTWATCH DE 2025", "tag":"webedia-prod", "duration":"900"}En iOS 26.1 ya se encontraron unas ciertas referencias a algo que, ahora sí, está disponible en la primera beta de iOS 26.3. Se trata de la posibilidad de recibir cualquier notificación del iPhone en un reloj inteligente que no sea un Apple Watch. Una función tan obvia, que parece mentira que no estuviese disponible anteriormente. Pero así es.
En Applesfera En plena subida de precios de la memoria RAM, Apple parecía tenerlo todo controlado. Hasta ahoraEn este caso sí se trata de una función exclusiva para la Unión Europea, dado que responde a una petición realizada por la Comisión Europea a principios de año.
Ahora bien, esto no significa que los Apple Watch vayan a ser compatibles con Android. Es un viejo anhelo de algunos fabricantes que, de hecho, han logrado implementar una cierta compatibilidad, aunque Apple siempre ha ido lanzando parches que lo impedían.
El sistema de reenvío de notificaciones, al menos por lo visto en la primera beta de iOS 26.3, permite seleccionar relojes con Wear OS, HarmonyOS u otros sistemas operativos para enviarles notificaciones. Eso sí, solo permitirá enviarlos a un dispositivo.
Dos de las tres principales novedades de iOS 26.3 han sido para favorecer a terminales de otras marcasNo hay muchas más novedades en iOS 26.3 más allá de nuevos fondos de pantalla nativos y, aunque no se descartan más cambios en futuras betas, es llamativo cuando menos que lo primero que sepamos de esta versión sean novedades orientadas a terceros.
La versión final de iOS 26.3 podría llegar en febrero, aunque hasta entonces se irán sucediendo diferentes betas. Puedes instalarla en tu iPhone, aunque bajo tu responsabilidad, dado que la beta es de momento para desarrolladores y la pública no ha salido por ahora (se espera para próximos días).
En Applesfera | ¿Cuántos años de actualizaciones le quedan a mi iPhone? Así podemos saberlo
En Applesfera | Nuevo iPhone plegable - Todo lo que creemos saber sobre él
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La noticia
Lo nuevo de iOS 26.3 para cumplir con Europa nos deja algo inédito: favorecer dispositivos que no sean de Apple
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Álvaro García M.
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VLC para Android: trucos avanzados que debes conocer
Si hay una app que casi siempre llevo instalada en el móvil, la tablet, el ordenador e incluso en la tele, esa es VLC. Lleva tantos años con nosotros que muchos la usamos por inercia, pero la mayoría se queda en lo básico: abrir vídeo, darle al play y poco más.
Sin embargo, debajo de ese reproductor sencillo se esconde una auténtica navaja suiza. VLC para Android y para escritorio está lleno de trucos avanzados: puedes convertir formatos, ajustar el búfer para que el 4K vaya fino, grabar la pantalla o la webcam, ripear discos, controlar el reproductor desde el navegador, gestionar podcasts y radios online, reproducir vídeos comprimidos, afinar audio y subtítulos al milímetro… y mucho más.
VLC más allá del play: funciones avanzadas que casi nadie aprovechaEn PC y Mac, VLC se ha ganado el puesto de imprescindible porque es capaz de reproducir prácticamente cualquier formato de audio y vídeo que le lances: MPEG‑2, H.264, MKV, WebM, WMV, MP3, etc., gracias a la librería ffmpeg integrada. Pero reducirlo a un simple reproductor es quedarse muy corto.
Una de sus grandes armas es que trabaja de maravilla con enlaces de Internet. Desde el menú “Medio > Abrir ubicación de red” puedes pegar la URL de casi cualquier vídeo online (por ejemplo, de YouTube) y verlo en VLC con todas sus ventajas: más estabilidad, mejores controles, filtros, subtítulos personalizados, etc., sin tener que descargar nada primero.
El truco se vuelve todavía más interesante cuando descubres que ese mismo sistema te sirve para descargar el vídeo. Tras reproducir el enlace, entras en “Herramientas > Información del códec” (o “Información multimedia” en macOS), copias la dirección que aparece en el campo “Lugar/Ubicación” y la pegas en el navegador. Ahí ya es un archivo de vídeo normal que puedes guardar con “Guardar vídeo como”.
Otra función muy potente que suele pasar desapercibida es la de grabar fragmentos concretos del vídeo o del audio que estás viendo. Activando los “Controles avanzados” desde el menú “Ver” en Windows (o la opción de “Grabar” en el menú “Reproducción” en macOS), aparece el clásico botón rojo que te permite capturar justo el trozo que te interesa y guardarlo en tus carpetas de Vídeos o Música.
Además, VLC incluye pequeñas funciones de edición sobre la marcha. Desde “Herramientas > Efectos y filtros > Efectos de vídeo > Superposición” puedes poner una marca de agua en forma de texto o logo en cualquier vídeo, eligiendo su posición en pantalla y el nivel de transparencia para que no sea demasiado invasiva.
Convertir, grabar escritorio y ripear discos con VLC en escritorioUna de las capacidades más infravaloradas de VLC es su módulo de conversión de archivos. Desde “Medio > Convertir” (o “Archivo > Convertir/Emitir” en Mac) puedes transformar vídeos a otros formatos más compatibles con tus dispositivos, o incluso extraer solo el audio para crear un MP3 de una charla, un concierto o un vídeo musical.
El flujo es sencillo: añades el archivo (o varios a la vez), eliges el perfil de salida (por ejemplo MP4 para vídeo o MP3/OGG para audio), indicas un nombre y una ruta de destino y pulsas en “Iniciar”. Para la mayoría de usuarios, los perfiles predefinidos de VLC son más que suficientes, aunque también puedes editar códec, bitrate, resolución y demás parámetros si quieres afinar.
VLC tampoco se queda corto si quieres grabar el escritorio sin instalar software extra. En “Medio > Abrir dispositivo de captura”, seleccionas “Escritorio” como modo de captura, fijas la tasa de fotogramas (unos 15 fps sirven para tutoriales sencillos; 25-30 fps si quieres algo más fluido), y en lugar de darle a “Reproducir” eliges “Convertir”. Ahí estableces el formato de salida, la ruta y pulsas “Iniciar” para que grabe mientras haces lo que quieras mostrar.
Si lo que necesitas es trabajar con soportes físicos, VLC también se defiende muy bien: desde el asistente de conversión, pestaña “Disco”, permite ripear Blu‑ray, DVD o CDs de audio. Puedes elegir qué pistas de vídeo, audio y subtítulos quieres incluir en la copia digital y así llevártela después a tu móvil Android, a una tablet o a un disco duro externo.
Incluso a la hora de reproducir archivos comprimidos, VLC se porta. En muchas descargas, los vídeos llegan en archivos ZIP o RAR, a veces divididos en varias partes. VLC puede reproducir directamente el contenido sin que tengas que descomprimirlo: basta con abrir el archivo comprimido o arrastrarlo al reproductor. Si el archivo está partido, asegúrate de que todas las partes estén en la misma carpeta y el programa se encargará del resto.
Ajustes finos de vídeo, audio, sincronización y bucles A‑BEl centro neurálgico de los ajustes avanzados está en “Herramientas > Efectos y filtros”. Desde ahí accedes a pestañas específicas para retocar la imagen y el sonido en tiempo real. En “Efectos de vídeo” puedes jugar con brillo, contraste, saturación, gamma, nitidez, recortes por píxeles o incluso rotar la imagen y hacer zoom interactivo.
Dentro de ese mismo panel de vídeo hay opciones muy prácticas pero poco conocidas, como eliminar un logotipo incrustado (en “Superposición”), aplicar un filtro antiparpadeo (en “Avanzados”) o activar el famoso modo “rompecabezas”, que trocea la imagen en piezas deslizantes con las que puedes jugar si te aburres.
En el apartado de audio encontrarás un ecualizador gráfico con varios perfiles predefinidos y la posibilidad de ajustar manualmente graves, medios y agudos. Esto es perfecto si tus altavoces o auriculares tienden a sonar muy planos o demasiado chillones, o si estás lidiando con grabaciones de calidad dudosa.
Justo ahí entra también una opción clave: la casilla de “Normalizar volumen”, accesible desde “Herramientas > Preferencias > Audio”. Activarla permite que VLC suavice los cambios bruscos de volumen entre diálogos y explosiones, o incluso entre vídeos distintos, para que no tengas que estar subiendo y bajando el volumen todo el rato. Hay que reiniciar el programa para que el cambio surta efecto.
En cuanto a la sincronización, VLC lo pone muy fácil. Desde “Herramientas > Sincronización de pista” o desde la pestaña “Sincronización” en “Efectos y filtros” puedes adelantar o retrasar el audio y los subtítulos con respecto a la imagen. Solo ajustas el desfase en segundos (positivo o negativo) y testas hasta que labios, sonido y textos vayan al unísono. Eso sí, si los subtítulos vienen “quemados” en la imagen, ya no hay nada que hacer.
Otro truco muy interesante es la reproducción en bucle de solo una sección de un archivo. Al activar los controles avanzados aparece el botón “A‑B”. Con ese botón puedes marcar un punto de inicio (A) y uno de fin (B); a partir de ahí VLC repetirá en bucle esa porción de forma indefinida hasta que vuelvas a pulsarlo. Ideal para estudiar idiomas, aprender una parte de una canción o revisar un fragmento técnico sin tener que rebobinar a mano.
Subtítulos, podcasts, radios online y marcadores personalizadosVLC se lleva muy bien con los subtítulos. Tienes varias formas de cargar pistas de subtítulos externas: desde el menú “Subtítulo > Añadir archivo de subtítulos”, arrastrando el archivo SRT directamente a la ventana de reproducción o usando el truco más cómodo, que consiste en colocar el SRT en la misma carpeta que el vídeo y con el mismo nombre. De esta forma el reproductor lo detecta y lo activa solo.
Más allá de vídeo y música, VLC también puede convertirse en un gestor ligero de podcasts. En la lista de reproducción (Ctrl + L o “Ver > Lista de reproducción”), dentro del apartado “Internet”, hay una sección de “Podcast”. Basta con conocer la URL RSS del podcast, pulsar en el icono “+”, pegarla y aceptar. A partir de ahí verás los episodios disponibles y los podrás reproducir igual que cualquier otro archivo.
Si prefieres el directo, VLC incorpora herramientas para gestionar emisoras de radio online. Introduces la URL del stream desde “Medio > Abrir ubicación de red”, lo reproduces y, cuando aparezca en la lista de reproducción, puedes arrastrarlo a la biblioteca multimedia para guardarlo. Así tendrás todas tus radios IP favoritas listas para usar sin tener que recordar cada enlace.
Para los que consumen mucho contenido educativo o técnico, otra joyita son los marcadores personalizados. Desde “Reproducción > Favoritos personalizados” puedes crear puntos de referencia en la línea de tiempo de un vídeo, darles un nombre descriptivo y retocar el tiempo exacto. Después solo hay que pinchar en el marcador para saltar directamente a esa escena concreta.
Y si tienes VLC instalado en un mediacenter, un miniPC o cualquier equipo conectado a la tele, te vendrá genial saber que puedes controlarlo desde el navegador web. En “Preferencias > Interfaz > Interfaces principales” activas la opción “Web”, luego en el submenú “Lua” configuras una contraseña para “Lua HTTP” y reinicias el programa. Desde ese momento, entrando en http://localhost:8080/ (o la IP del equipo en tu red) podrás manejar reproducción, volumen y lista de reproducción desde otro ordenador o incluso desde el móvil.
Atajos de teclado que convierten VLC en un coheteUna de las razones por las que VLC es tan cómodo en escritorio es que se controla casi entero con el teclado. Aprender unos cuantos atajos básicos te ahorra un montón de clics y paseos por menús.
Para el control de la reproducción, tienes varias teclas clave: con F entras o sales de pantalla completa, Espacio pausa o reanuda, S detiene por completo, mientras que N y P saltan al siguiente o anterior archivo. Si quieres ver rápidamente el nombre del archivo y el tiempo, T te muestra esa información en pantalla.
En el terreno de subtítulos y audio, VLC también se lo curra. La tecla V en Windows (S en Mac) activa o desactiva los subtítulos, H y G sirven para adelantar o retrasar los subtítulos unos milisegundos (ideal cuando van desacompasados), y con B cambias entre pistas de audio si el vídeo tiene varios idiomas.
Para navegar por la interfaz sin tocar el ratón, puedes usar Ctrl + L para mostrar u ocultar la lista de reproducción, Ctrl + H para los controles básicos, Ctrl + E para ir directo a “Efectos y filtros” y Ctrl + P para abrir las preferencias del programa. Si necesitas ir a un minuto concreto de un vídeo largo, Ctrl + T abre el cuadro “Ir a tiempo” para saltar exactamente donde quieras.
Otros atajos muy útiles: con “+” y “-” ajustas la velocidad de reproducción sin entrar en menús; con Shift + S tomas capturas de pantalla (en Mac se usa Cmd + Alt + S); la tecla M activa o quita el silencio; y Ctrl + Q cierra el reproductor. Con unos cuantos de estos en la cabeza, manejar VLC se vuelve mucho más ágil.
Dominar el búfer y la caché en VLC para que el 4K vaya fluidoCuando empiezas a reproducir vídeos en 4K, con altas tasas de bits o a través de redes no muy estables, el búfer por defecto de VLC puede quedarse corto. Ese búfer es, básicamente, la cantidad de datos que el reproductor pre‑carga antes de mostrarlos para compensar altibajos en la velocidad de lectura, ya sea desde un disco, una unidad USB o Internet.
Si la caché es demasiado pequeña, apreciarás tirones, microcortes y pixelaciones a la mínima que la velocidad de lectura caiga un poco. Pero si te pasas ampliando el búfer, el vídeo tardará mucho más en arrancar, habrá retardo al saltar de un punto a otro y se consumirá más memoria RAM, algo que en equipos modestos se nota.
Para ajustar la caché de forma general, entra en “Herramientas > Preferencias” y, abajo a la izquierda, cambia “Mostrar ajustes” a “Todo”. Luego ve a “Entrada/Códecs” y desplázate hasta la sección de ajustes avanzados de caché. Ahí verás opciones como “Caché de archivo” (para contenidos locales) y “Caché de red” (para streaming) expresadas en milisegundos.
Como referencia práctica, muchos usuarios obtienen buenos resultados con 1500 ms para vídeos HD desde disco o red local estable. Para 4K o streams inestables, suele funcionar bien subir a 3000 ms, y en escenarios muy extremos (vídeo en 4K por streaming con muchos microcortes) se puede probar hasta 5000 ms. Más allá de ahí, lo habitual es que el remedio sea peor que la enfermedad.
Si el problema solo se da con un vídeo online concreto, no hace falta tocar la configuración global. En “Medio > Abrir ubicación de red”, una vez pegada la URL, marca “Mostrar más opciones” y ajusta el valor del campo “Caché” en milisegundos. Ese cambio se aplica solo a la reproducción actual; al cerrar, VLC vuelve a sus valores por defecto.
Aun así, por mucho que ajustes la caché, no hay milagros: si tu CPU o tu GPU no dan la talla, o si el disco duro es muy lento, seguirás teniendo límites. En esos casos, la solución pasa por bajar la resolución, convertir el archivo a un formato más ligero o reproducirlo en un dispositivo con decodificador nativo, como una Smart TV o un reproductor dedicado.
Rendimiento: CPU, procesos, aceleración por hardware y salidas de vídeoCuando VLC va a trompicones, lo primero es comprobar si el problema está en el propio reproductor o en el equipo. Los vídeos 4K con HDR, 60 FPS y bitrates altos pueden poner en aprietos a procesadores modestos. Un vistazo al Administrador de tareas (Ctrl + Shift + Esc) te dirá enseguida si tu CPU, GPU o RAM se van al 100 % en cuanto lanzas un archivo pesado.
En ocasiones, sobre todo tras un cierre forzoso, quedan procesos de VLC colgados en segundo plano que consumen recursos sin que te des cuenta. Con el reproductor cerrado, abre el Administrador de tareas, busca procesos “vlc.exe” y finalízalos manualmente. Así arrancas una sesión limpia y evitas conflictos extraños.
También conviene echar un ojo al resto de procesos en segundo plano. Navegadores con muchas pestañas, aplicaciones de edición de vídeo, juegos o incluso programas residentes poco optimizados pueden comerse buena parte de la CPU y la RAM. Cierra todo lo que no te haga falta, pero con cuidado de no matar procesos del sistema que no conozcas.
Otra pieza clave es la aceleración por hardware. Por defecto, VLC puede decodificar los vídeos por software (tirando solo de CPU), pero si activas la decodificación acelerada por hardware usarás también la GPU, lo que aligera mucho la carga. En “Preferencias > Entrada/Códecs” tienes la opción “Decodificación acelerada por hardware”: ponla en “Automática” o en el modo específico recomendado para tu gráfica.
No hay que olvidarse de las actualizaciones. Usar una versión vieja de VLC o de los drivers de vídeo es pedir problemas. Instalar la última versión del reproductor y de los controladores de la tarjeta gráfica, además de mantener Windows al día, suele arreglar glitches, parpadeos y cortes que antes parecían misteriosos.
Finalmente, merece la pena experimentar con los módulos de salida de vídeo. En “Preferencias > Vídeo > Salida” puedes elegir entre DirectX, OpenGL, GDI y otros. En Windows, DirectX suele ser la apuesta ganadora, pero en algunos equipos OpenGL se comporta mejor, sobre todo si ves pantallazos en negro, parpadeos o comportamientos raros al cambiar de ventana.
VLC para Android: gestos, subtítulos, red local y ChromecastEn móviles y tablets Android, VLC mantiene su filosofía: ligero, gratuito y sin anuncios pesados. Lo instalas desde Google Play, le das permisos de almacenamiento y ya está listo para tragarse prácticamente cualquier archivo de vídeo o audio que tengas en la memoria interna, en la SD o en unidades de red.
La interfaz móvil está pensada para usarse con una mano. Con gestos puedes subir y bajar volumen o brillo deslizando en vertical en cada lado de la pantalla, y avanzar o retroceder en la reproducción deslizando en horizontal. Desde los controles también puedes cambiar velocidad de reproducción, bloquear la orientación o activar el modo de repetición.
Además de vídeos, VLC para Android incluye un modo de música bastante completo. Te permite organizar tus canciones por artistas, álbumes, pistas o carpetas, crear listas de reproducción, activar un ecualizador para adaptar el sonido a tus cascos y controlar la reproducción desde la notificación o la pantalla de bloqueo.
Uno de los puntos fuertes de la app móvil es su gestión de subtítulos. Puedes cargar archivos SRT locales, pero también buscar y descargar subtítulos de Internet directamente desde el reproductor para una película o serie concreta. Esto viene de lujo si sueles ver contenido en versión original.
Otro aspecto clave es la conexión con tu red doméstica. VLC para Android es capaz de reproducir archivos almacenados en tu PC, NAS u otros dispositivos usando protocolos como SMB, DLNA, FTP o HTTP. En la práctica, tu móvil se convierte en un mini centro multimedia capaz de abrir casi todo lo que tengas en casa sin tener que andar copiando archivos de un lado a otro.
Por último, si tienes un Chromecast o una TV con Chromecast integrado, puedes enviar el contenido desde VLC al televisor con el icono de “cast” que aparece en la barra. El móvil se convierte en mando avanzado y la tele en la pantalla principal, ideal para montar sesiones de cine caseras sin cables.
Gestionar tu videoteca Android con Wondershare Dr.FoneReproducir con VLC está muy bien, pero cuando tu móvil se llena de grabaciones, películas descargadas, memes, reels y demás, hace falta un poco de orden. Ahí es donde entra Wondershare Dr.Fone – Administrador de Teléfonos, una herramienta pensada para gestionar datos de Android desde el ordenador.
El proceso es sencillo: descargas Dr.Fone desde la web oficial, lo instalas, conectas tu dispositivo Android por USB (o de forma inalámbrica con la app Dr.Fone Link y un código QR) y entras en la sección “Mi Dispositivo > Administrador de Teléfonos”. Desde ahí navegas por fotos, vídeos, música y otros archivos con la comodidad de una pantalla grande.
En el apartado “Fotos” puedes importar nuevas imágenes, exportar las que quieras al PC, o borrar de golpe lo que ya no necesitas. Además, permite previsualizar las fotos en una ventana independiente con opciones para girar y hacer zoom, así no borras nada a ciegas.
En “Vídeos” ocurre algo similar: puedes subir archivos desde el ordenador al móvil, descargar los que pesan demasiado o simplemente limpiar material viejo. Tienes vistas tipo álbum y tipo lista para adaptarte a cómo prefieres organizar tu biblioteca, algo muy útil cuando acumulas gigas y gigas de contenido.
Dr.Fone también se encarga de las copias de seguridad. Con unos pocos clics es posible respaldar toda tu colección de fotos y vídeos en el PC para no perderla si cambias de teléfono, lo pierdes o tienes que hacer un reseteo completo. Es un buen complemento para que todo lo que ves con VLC en Android esté a salvo.
Editar tus vídeos más allá de VLC con CapCutVLC es perfecto para reproducir y hacer retoques ligeros (marcas de agua, pequeños recortes, ajustes de imagen), pero cuando quieres montar algo vistoso para redes sociales o un proyecto más cuidado, te conviene apoyarte en un editor dedicado como CapCut.
CapCut se ha hecho muy popular porque combina una interfaz bastante intuitiva con herramientas creativas potentes. Puedes recortar, dividir y reorganizar clips en una línea de tiempo muy cómoda, añadir transiciones, filtros, textos animados, stickers, música, efectos de sonido y efectos visuales avanzados sin necesidad de tener experiencia previa en edición.
Uno de sus puntos fuertes son las plantillas: eliges un tipo de vídeo (Reels, Shorts, TikTok, anuncio, presentación, etc.), importas tus clips o fotos y la app monta automáticamente un resultado con música y animaciones que luego puedes retocar a tu gusto. Es una forma muy rápida de transformar un vídeo plano reproducido en VLC en algo listo para publicar.
Además, CapCut ofrece una biblioteca bastante extensa de recursos: pistas de audio, efectos, filtros y stickers. Combinados con funciones como las rampas de velocidad o los recortes inteligentes, puedes conseguir resultados que se acercan bastante a un editor profesional de escritorio, pero todo desde el móvil.
Si prefieres trabajar en una pantalla grande o colaborar con otras personas, también tienes la versión online de CapCut. Desde su web puedes subir clips, aplicar los mismos efectos y compartir proyectos para que varias personas editen sobre la misma línea de tiempo. De esta forma, VLC se queda como tu visor y reproductor universal, y CapCut como el taller creativo donde pulir el resultado final.
Combinando todo lo anterior, VLC pasa de ser “el reproductor de siempre” a convertirse en el eje de un ecosistema mucho más completo: lo usas para verlo todo en Android y en escritorio, lo apoyas con Dr.Fone para mantener tus archivos bajo control y rematas con CapCut cuando toca editar en serio. Si además dominas los ajustes de caché, los efectos avanzados, los atajos y el control remoto, tendrás entre manos un centro multimedia muy potente que va mucho más allá de darle simplemente al play.
Mejores juegos 4X y estrategia profunda para Android
Si vienes de jugar en PC a grandes sagas 4X y de estrategia por turnos como Civilization, XCOM o títulos de Paradox, es normal que al pasar al móvil te dé la sensación de que “no hay nada a la altura”. Pero lo cierto es que, rebuscando bien en Google Play y en algunos ports muy cuidados, en Android (y a veces también en iOS) hay una buena colección de joyas para amantes de la exploración, expansión, explotación y exterminio.
En esta guía vamos a repasar los mejores juegos 4X y de estrategia profunda que puedes disfrutar en Android, mezclando ports de PC, joyas diseñadas para móvil y algunos títulos tácticos por turnos que, sin ser 4X puros, suelen gustar mucho al mismo tipo de jugador. Verás desde experiencias “hardcore” espaciales tipo Uciana hasta propuestas más ligeras como Polytopia, pasando por Civilization VI en versión de bolsillo y otros juegos donde la planificación a largo plazo lo es todo.
Qué significa realmente que un juego sea 4XCuando se habla de un título 4X se hace referencia a cuatro pilares jugables que definen el subgénero: Explorar, Expandirse, Explotar recursos y Exterminar rivales. Son juegos que beben fuerte de los clásicos de tablero, pero que en digital se vuelven mucho más complejos y profundos.
La primera “X”, la exploración del mapa, consiste en ir revelando poco a poco el terreno para localizar zonas con recursos, posiciones defensivas interesantes o puntos estratégicos donde fundar tus primeras ciudades o bases. Esa niebla de guerra inicial y la incertidumbre de qué te espera más allá del siguiente hexágono es parte clave del encanto.
La segunda “X” es la expansión territorial: reclamar nuevas casillas, sectores o sistemas gracias a asentamientos, colonias o conquistas militares. Buena parte del juego gira en torno a decidir cuándo consolidarse y cuándo arriesgarse a seguir creciendo, a menudo con un coste económico o diplomático importante.
La tercera “X”, la explotación de recursos, implica gestionar al detalle materias primas, ingresos, producción e incluso población. Bosques, minas, campos de cultivo, planetas ricos en minerales… todo entra en la ecuación y suele ser la base para tu tecnología y tu potencia militar.
Por último está el exterminio de tus rivales, que no siempre significa arrasar a tiros: puede ser dominación militar, victoria científica, hegemónica o incluso diplomática. Pero el conflicto, ya sea abierto o encubierto, casi siempre acaba apareciendo.
Con el tiempo han aparecido variantes llamadas “5X”, que mantienen estas cuatro fases pero le añaden una capa extra, como la democracia o la excavación de reliquias y ruinas para potenciar todavía más la explotación de recursos. Es una etiqueta menos extendida, pero que verás de vez en cuando en títulos muy centrados en la gestión política o en la búsqueda de tesoros.
Uciana: auténtico 4X espacial hecho para móvilSi buscas un 4X “puro y duro” pensado desde cero para Android, Uciana es probablemente el nombre que más se repite entre veteranos del género. Aquí construyes tu propio imperio interestelar, expandiéndote por una galaxia generada de forma procedural en cada partida, conquistando sistemas, contactando con razas alienígenas y desarrollando tecnologías cada vez más potentes.
Cada nueva campaña arranca en un mapa distinto, con sistemas estelares y galaxias creados aleatoriamente, así que no hay dos conquistas iguales. Te obliga a adaptarte a la orografía espacial: zonas ricas en recursos pero difíciles de defender, cuellos de botella ideales para fortificarte o sectores donde un vecino agresivo puede amargarte la partida.
Uno de los puntos fuertes de Uciana es la gestión de recursos. Debes decidir cómo repartir la producción entre investigación, agricultura y construcción según la situación de tu imperio. Tal vez necesites priorizar comida para evitar hambrunas, retrasando el avance científico, o quizá tengas que volcar toda tu economía en astilleros y defensas porque se avecina una guerra galáctica.
En cada sistema puedes apostar por desarrollar infraestructuras internas (edificios, puertos espaciales, defensas orbitales) o por dedicar tus recursos a una gran flota capaz de proteger territorios lejanos. Ese tira y afloja entre fortificar lo que ya tienes o seguir expandiéndote es constante y castiga bastante los errores de planificación.
El combate es completamente por turnos y se juega en batallas de nave contra nave, con una capa táctica notable. Puedes personalizar el equipamiento de cada tipo de nave con armas, defensas y módulos especiales, lo que te permite diseñar flotas adaptadas a tu estilo: desde acorazados lentos pero casi indestructibles hasta escuadrones ligeros de hostigamiento. No basta con tener más barcos; necesitas maniobrar bien y aprovecharte de tus puntos fuertes.
Uciana es, además, un proyecto muy personal de sus desarrolladores, que llevan años puliendo el título. Prometen seguir añadiendo contenido, mejorando la IA y afinando el equilibrio, algo que ya se nota en la profundidad actual del juego para ser un proyecto móvil independiente.
Civilization VI: la experiencia Civ en tu smartphoneCivilization VI, portado a Android por Aspyr Media, traslada casi por completo la experiencia de PC al móvil: un juego de construcción de civilizaciones donde diriges a tu pueblo desde los primeros cazadores-recolectores hasta las sociedades tecnológicas contemporáneas.
Te pones en la piel de un líder histórico y controlas personalmente todos los elementos clave del desarrollo de tu nación: vivienda, agricultura, irrigación, infraestructuras, ciencia, cultura, religión y, por supuesto, el ejército. La asignación de recursos es crítica; descuidar un pilar básico puede suponer guerras civiles, colapso económico o quedarte siglos por detrás de tus rivales.
El aspecto militar es otro de los grandes protagonistas. Expandir un imperio poderoso suele pasar por conquistar o defender territorios con sentido geográfico: ríos que sirven de línea defensiva, montañas que bloquean pasos, llanuras perfectas para tus ejércitos mecanizados… No es solo cuestión de tener más unidades, sino de cómo las posicionas y cómo aprovechas el terreno.
Visualmente, la versión móvil de Civ VI mantiene unos gráficos muy cuidados para tratarse de un juego de smartphone. La interfaz está adaptada a pantallas táctiles, y aunque las partidas largas siguen siendo más cómodas en tablet que en móviles pequeños, la sensación general es de estar jugando “al mismo Civ” que en PC, no a una versión recortada.
En Google Play, Civilization VI acumula cientos de miles de descargas y una nota media en torno al aprobado, en parte porque es un port exigente en rendimiento y porque el modelo de negocio combina demo y desbloqueo completo. Aun así, para fans de la saga sigue siendo uno de los grandes imprescindibles 4X en Android.
The Battle of Polytopia: 4X minimalista para partidas rápidasThe Battle of Polytopia es una de las sorpresas del género en móvil: un 4X simplificado con estética low poly que consigue condensar la esencia de Civilization y Age of Empires en sesiones cortas perfectas para jugar en el metro o en ratos sueltos.
Lo primero que llama la atención es su apartado visual. Todo, desde los personajes hasta edificios, montañas o nubes, está construido con grandes polígonos, lo que le da un aire cuadrado, colorido y muy reconocible. Los diseños son sencillos pero muy expresivos, y con un vistazo rápido entiendes qué es cada cosa.
La idea base es la de siempre: fundar y hacer crecer tu civilización hasta que sea la más destacada del mapa. Para ello tienes acceso a varias tribus (16 en total en la versión completa), cada una con su propio estilo, bonificaciones y forma de afrontar la expansión. Elegir bien la tribu influye bastante en tus primeras decisiones tácticas.
Polytopia ofrece tres modos principales. El modo Perfección te da 30 turnos para sacar la máxima puntuación posible, tras lo cual se comparan civilizaciones. En Dominación, la meta es directamente conquistar y dominar todo el mapa, expandiéndote sin piedad. Y el modo Creativo funciona como un sandbox todos contra todos donde ajustas el tamaño del mapa y decides si jugar agresivo o defensivo.
Aunque es una versión recortada respecto a un 4X de PC, la gestión de economía y tecnología sigue siendo importante. Debes equilibrar la investigación de nuevas mejoras con la producción de unidades y el crecimiento de tus ciudades, vigilando la posición de tus rivales. Por algo acumula millones de descargas y una nota altísima en Google Play: engancha muchísimo con muy poco.
De la fantasía épica al espacio profundo: grandes 4X para PC que marcan el estándarAunque muchos de los títulos que comentaremos aquí no cuentan con versión completa en Android, es útil tenerlos como referencia porque marcan el listón de lo que se espera de un 4X profundo en cuanto a diseño. Si vienes de estos juegos en PC, entenderás por qué algunos ports o adaptaciones móviles se quedan cortos… y por qué otros sorprenden.
Endless Legend, por ejemplo, destaca por su énfasis en la exploración y la variedad de misiones. Su mapa está lleno de biomas diferentes y cada facción tiene una forma muy particular de jugar, desde imperios nómadas hasta grandes ciudades fortificadas. El combate táctico quizá no sea lo más espectacular del género, pero el conjunto es una experiencia de fantasía 4X muy inmersiva.
Dentro del universo Warhammer, Gladius – Relics of War es un caso curioso: es de los pocos que encajan totalmente en la etiqueta 4X, pero con un enfoque casi exclusivo en la guerra. Aquí no hay apenas diplomacia ni política, solo conflicto continuo. Mejoras tanques, fortaleces tus ejércitos y te dedicas a conquistar, lo que lo convierte en una especie de punto de encuentro entre los 4X clásicos y los juegos de guerra por turnos más puros.
Europa Universalis IV se sale un poco del molde al apostar por un enfoque histórico extremadamente detallado. Su gran baza es el nivel de realismo con el que recrea la política y la expansión en Europa, desde la Edad Media hasta la Revolución Industrial. Más que un simple 4X, es casi una lección de historia interactiva: planificas tus jugadas en un mapa detallado y luego observas cómo se desencadenan a escala global.
Galactic Civilizations III, por su parte, lleva el concepto de conquista espacial a otro nivel, generando una nueva galaxia aleatoria cada vez que creas una partida. Cada seed de mapa exige estrategias diferentes, lo que le da una rejugabilidad enorme si te seduce la idea de controlar imperios completamente únicos en cada campaña.
Estrategia, rol y narrativa: otros pesos pesados del géneroCrusader Kings 3 es casi un género en sí mismo. Aunque comparte mecánicas típicas de juegos de gobierno y expansión, aquí la clave es la dinastía y el rol. Es un simulador de política medieval a muy largo plazo, centrado en intrigas familiares, herencias, matrimonios y traiciones, todo ello con una profundidad que raras veces se ve en otros 4X.
Shadow Empire es el polo opuesto en cuanto a presentación: su interfaz y gráficos son bastante sobrios, pero ofrece una simulación estratégica extremadamente detallada en un mundo postapocalíptico. Es 2D, duro, exigente y pensado para quienes priorizan la profundidad sistémica por encima del apartado visual.
Stellaris se ha ganado la fama de ser uno de los grandes representantes de los 4X espaciales modernos. Su particularidad es que no se juega por turnos, sino en tiempo real con pausa, lo que favorece un ritmo distinto donde no tienes que esperar a que los rivales terminen su turno. Con sus expansiones, la galaxia se llena de eventos, razas y situaciones emergentes que van mucho más allá de la simple guerra de conquista.
Old World, por último, propone una vuelta de tuerca al formato clásico: limita las partidas a 200 turnos, obligándote a planificar sabiendo que hay un final relativamente cercano. Incorpora personajes con personalidad muy marcada, decisiones dinásticas y una capa narrativa fuerte, lo que ayuda a que te impliques mucho más con tu imperio y sus líderes.
Juegos de estrategia destacados en Android que encantan a fans del 4XAunque no todos sean 4X en sentido estricto, hay una serie de juegos de estrategia muy potentes en Android que suelen gustar a quienes ya disfrutan de Civilization, Uciana o Polytopia. Mezclan gestión, táctica y toma de decisiones exigente.
Kingdom Rush es un clásico de los tower defense, con millones de descargas y una nota altísima en Google Play. Su mecánica es sencilla de entender: colocar torres de distinto tipo (cuarteles, artillería, arqueros, magos) en puntos concretos del mapa para detener oleadas de enemigos. Tiene más de 18 tipos de torres con ventajas y desventajas, además de 12 héroes controlables y varios niveles de dificultad para ajustar el reto.
Maze Machina apuesta por un enfoque de puzle táctico por turnos en una cuadrícula 4×4. Encarnas a un pequeño ratón atrapado en un laberinto construido por un Automatron sádico, y cada movimiento consume resistencia. El truco está en optimizar el posicionamiento, vencer enemigos usando el mínimo de desplazamientos y conservar energía, que solo se repone cada cierto número de turnos con piezas de queso.
Plague Inc. te pone al mando de un patógeno cuyo objetivo es infectar y aniquilar a toda la población mundial antes de que se descubra una cura. Puedes elegir entre bacterias, virus, hongos, parásitos, armas biológicas, nanovirus, priones e incluso agentes ficticios como el gusano Neurax o un virus zombi. Cada tipo funciona distinto y tendrás que adaptar tu estrategia según modo de dificultad, clima, medios de transmisión y síntomas que desarrolles.
En Plague Inc. el jugador decide si quiere maximizar al principio la infectividad, la resistencia ambiental o la letalidad. El patógeno puede propagarse por aire, agua, sangre, insectos, roedores, aves de corral y otros medios, y debes investigar resistencias a frío, calor o fármacos para llegar a regiones poco propicias. Es un título con una profundidad sorprendente para jugarse en sesiones cortas, y acumula más de cien millones de instalaciones con una valoración muy alta.
Más estrategia para móvil: tácticos, defensa y sigiloEnyo, también de Arnold Rauer, propone un combate táctico por turnos con estética de tablero. Controlas a Enyo, diosa griega de la guerra, en un escenario 2D lleno de peligros como pozos de lava y pinchos. La gracia es que no se trata tanto de golpear al rival como de empujarlo o atraerlo hacia esas trampas usando cuatro movimientos clave: golpe de escudo, gancho, lanzamiento de escudo y un salto que aturde.
La estructura no va por niveles crecientes de dificultad, sino por buscar la máxima puntuación en partidas generadas al vuelo. Existe además un modo de desafío diario de pago que introduce reto extra. Al dominar el sistema de empujones y posicionamiento, el juego se vuelve muy satisfactorio y menos frustrante, ideal para echar “una más” antes de dejar el móvil.
Hello Neighbor cambia completamente de registro: es un juego de sigilo y terror con fuerte componente de puzle. Controlas a Nicky Roth, que sospecha que su vecino, el señor Peterson, esconde algo terrible en el sótano. A lo largo de varios actos sigues la historia, infiltrándote en la casa, recolectando objetos y resolviendo rompecabezas para intentar descubrir qué hay tras la puerta del sótano.
Una de sus particularidades es la IA adaptativa del vecino: registra por dónde sueles colarte y coloca trampas en esos mismos lugares, obligándote a variar de estrategia. A medida que avanzas, las pesadillas de Nicky desvelan el oscuro pasado del vecino y añaden una capa narrativa muy lograda. No es un 4X, pero sí un buen ejemplo de cómo la planificación y el ensayo-error también enganchan fuera del combate por turnos clásico.
Mushroom Wars 2 mezcla elementos de estrategia en tiempo real con defensa de torres. La acción transcurre en un bosque fantástico donde distintas tribus de hongos luchan por el control del territorio. Cuenta con cuatro campañas narrativas (una por ejército) de 50 misiones cada una y un modo multijugador donde puedes enfrentarte a amigos o a otros jugadores.
Antes de cada partida eliges un héroe de entre las cuatro tribus, cada uno con habilidades especiales únicas que se activan al llenar una barra que se alimenta con las almas de los soldados caídos. El mapa se articula en torno a tres tipos de edificios: aldeas que generan tropas, torres defensivas y fraguas que mejoran tus fuerzas. Las aldeas y torres pueden mejorarse hasta tres veces, haciéndolas más eficientes y resistentes, y la clave está en gestionar bien ese crecimiento mientras conquistas edificios neutrales y enemigos.
Estrategia con toques de simulación y rolThe Escapists 2: Pocket Breakout apuesta por una combinación de estrategia, sigilo y simulación carcelaria con vista cenital y gráficos de estilo 8 bits. Tu objetivo es escapar de trece prisiones distintas, cada una con su propio diseño, rutina y nivel de seguridad.
El día a día dentro de la prisión se rige por horarios y rutinas muy marcadas: pases de lista, comidas, trabajo, tiempo libre, duchas… Es importante respetar ciertas obligaciones, como los recuentos, para no levantar sospechas ni provocar bloqueos totales de la cárcel. Entre medias, aprovechas para robar, comerciar, fabricar objetos y pedir favores a otros reclusos.
El sistema de crafteo es esencial. Combinando objetos sencillos puedes crear herramientas y llaves falsas que abrirán nuevas vías de escape. Por ejemplo, mezclar pasta de dientes con polvos de talco genera masilla, que sirve como molde para copiar llaves de los guardias. La relación con los otros presos también importa, ya que pueden conseguirte contrabando o distraer a la seguridad a cambio de ayudarles.
Además, tu personaje puede mejorar atributos como fuerza, velocidad, inteligencia o aguante haciendo ejercicio, yendo a la biblioteca o usando el ordenador. Estas estadísticas determinan tu capacidad para pelear, fabricar objetos avanzados o correr más rápido durante una fuga.
The Banner Saga, por su parte, es un RPG táctico con enorme carga estratégica ambientado en un mundo inspirado en la mitología nórdica. Humanos y varls (gigantes con cuernos creados por los dioses) forman una alianza tensa para sobrevivir a un mundo al borde del colapso, donde el sol ha dejado de salir y una antigua raza enemiga, los Dredge, regresa.
La historia se desarrolla en función de las decisiones que vas tomando durante el viaje: a quién ayudas, cómo repartes los escasos recursos del clan, qué batallas aceptas o rehúyes… El combate es por turnos y recuerda a clásicos como Final Fantasy Tactics, pero con un detalle interesante: no hay compras ingame, y el recurso principal, el Renombre, se gana a pulso y debes decidir en qué invertirlo (mejorar héroes, provisiones, etc.).
Una de las decisiones de diseño más valientes es que el juego no está pensado para que recargues una y otra vez un punto de guardado. Si cometes un error y muere un personaje importante, la historia sigue sin que puedas deshacerlo fácilmente. El estudio anima al jugador a aceptar la derrota parcial y a convivir con las consecuencias, lo que aumenta la tensión de cada decisión.
Entre ports 4X profundos como Civilization VI, joyas móviles diseñadas desde cero como Uciana o Polytopia y un buen puñado de títulos de estrategia, táctica, defensa y sigilo como Kingdom Rush, Plague Inc., Enyo, Hello Neighbor, Mushroom Wars 2, The Escapists 2 o The Banner Saga, Android se ha convertido en una plataforma muy seria para amantes de la estrategia. Hay propuestas para sesiones rápidas y para partidas maratonianas, con ambientaciones que van desde la fantasía nórdica hasta el espacio profundo o las pandemias globales, así que si vienes de PC y echas de menos tus 4X, aquí tienes material de sobra para engancharte otra vez.
Feedly vs News Aggregators: cuál es mejor para feeds RSS
Si pasas el día saltando entre periódicos digitales, blogs, newsletters y redes sociales, es normal que acabes con veinte pestañas abiertas y la sensación de que siempre te dejas algo importante sin leer. Ahí es donde los lectores RSS y los agregadores de noticias vuelven a cobrar protagonismo: concentran todas tus fuentes en un único sitio para leer sin distracciones ni pérdida de tiempo.
Feedly se ha convertido en el sucesor natural de Google Reader y es la referencia para muchos periodistas, analistas, marketers y curiosos empedernidos. Pero hoy en día convive con un buen puñado de agregadores de noticias “clásicos”, visuales, comunitarios, autoalojados y orientados a empresas. Vamos a ver, con calma y en detalle, qué ofrece Feedly y cómo se compara con el resto para que sepas qué herramienta te encaja mejor según tu forma de informarte.
Qué es un agregador de noticias y cómo encaja Feedly en ese mapaUn agregador de noticias es un software o servicio web que recopila contenidos de muchas fuentes distintas (medios, blogs, podcasts, boletines, redes sociales…) y los muestra en una interfaz unificada. En vez de ir tú una por una a las webs, las novedades llegan automáticamente a tu “bandeja de entrada informativa” en forma de titulares, resúmenes y enlaces.
La mayoría se apoyan en feeds RSS o Atom, aunque los más modernos combinan RSS con APIs, búsquedas por palabra clave, listas en redes sociales o incluso scrapers para fuentes que no publican RSS. El resultado es una especie de buzón universal de información donde puedes filtrar, organizar, archivar y compartir sin salir de la misma app.
Feedly encaja aquí como un lector RSS avanzado que no solo centraliza blogs y medios, sino también boletines, canales de YouTube, Reddit, X (Twitter), Google News y hasta fuentes de la dark web en sus planes más potentes. Sobre esa base añade un asistente de IA, Leo, capaz de priorizar lo relevante, resumir textos y crear feeds inteligentes alrededor de temas, empresas o tecnologías concretas.
Frente a otros agregadores más simples o cerrados, la propuesta de Feedly es bastante ambiciosa: empieza como lector personal gratuito y escala hasta suites de inteligencia de mercado y ciberseguridad para empresas. Eso explica por qué muchos lo ven como el estándar del sector.
Ventajas prácticas de usar un lector RSS o agregador de noticiasAntes de comparar nombres conviene tener claro qué te aporta cualquier buen agregador, uses Feedly, Inoreader, Google News o soluciones autoalojadas. Más allá de la “frikada” de los RSS, hay ventajas muy tangibles en el día a día.
Todo en una sola web o app. En lugar de abrir cinco periódicos, tres blogs y dos redes sociales, abres una única aplicación y ves de un vistazo qué hay nuevo. Para muchos usuarios esto sustituye a tener instaladas las apps oficiales de cada medio, lo que ahorra espacio, notificaciones duplicadas y tiempo cada mañana.
Organización por temas, fuentes y etiquetas. Puedes agrupar tus suscripciones por categorías (tecnología, economía, cultura, ciencia, deporte…), por tipo de medio (local, nacional, internacional), por idioma, o ir al detalle: Android por un lado, iOS por otro, noticias de operadores, ciberseguridad, series, etc. La clasificación fina es lo que convierte al agregador en una herramienta realmente útil.
Control claro de lo leído y lo pendiente. A diferencia de la portada de un periódico, donde todo se mezcla, aquí puedes marcar artículos como leídos, limpiar feeds saturados, ver solo lo que tienes pendiente o guardar lo interesante para más tarde. Ideal para quienes siguen muchos medios por trabajo y necesitan saber qué “ya está cubierto”.
Funciones extra que van más allá de leer titulares. Los agregadores modernos suelen ofrecer favoritos, listas “read later”, subrayados, notas, etiquetas personalizadas, modo oscuro, lectura sin conexión y una larga lista de integraciones (Pocket, Evernote, Google Drive, Dropbox, Slack, etc.). Al final, se convierten en el centro de control de tu información, no solo en un buzón de noticias.
Las noticias te encuentran a ti. Una vez configuradas las fuentes o los temas, no tienes que ir de caza todos los días: los artículos nuevos van apareciendo en el lector en tiempo real o en intervalos muy cortos. Combinado con buenas reglas de filtrado, el ahorro de tiempo es notable.
Feedly: puntos fuertes, límites y para quién tiene sentidoFeedly nació como sustituto directo de Google Reader en 2013 y, desde entonces, ha pasado de ser “solo” un lector RSS elegante a convertirse en una plataforma de inteligencia de información. Aun así, su cara más conocida sigue siendo Feedly News Reader, el lector clásico que cualquiera puede usar.
En su versión de lector, Feedly ofrece una interfaz muy pulida y rápida, con versión web y apps para iOS y Android. El estado de lectura se sincroniza en todos los dispositivos, puedes añadir fuentes pegando una URL, buscando por tema o explorando recomendaciones, y cada artículo se muestra con imagen, titular, resumen, medio y hora de publicación.
El plan gratuito permite seguir hasta 100 feeds y crear varios “feeds personales” organizados en carpetas. Para alguien que quiere centralizar sus medios favoritos, blogs y algún canal de YouTube, suele ser suficiente. Aun así, lo que hace especialmente potente a Feedly son sus planes de pago, pensados para usos intensivos.
Feedly Pro amplía el límite hasta alrededor de 1.000 fuentes, acelera las actualizaciones y desbloquea búsquedas avanzadas, filtros, automatismos e integraciones con herramientas como Pocket, Evernote, Zapier o IFTTT. Es el rango ideal para periodistas, analistas de mercado, consultores, gente de marketing o cualquiera que siga cientos de webs.
Feedly Pro+ da el salto grande: sube el límite a unos 2.500 feeds, permite suscribirse también a listas y búsquedas de Twitter/X, búsquedas en Google News y otras fuentes sin RSS, y activa todo el potencial de Leo, el asistente de IA. Leo no solo recomienda cosas: filtra ruido, quita duplicados, detecta tendencias, resume textos largos y crea feeds de IA centrados en temas ultraespecíficos (por ejemplo, “startups europeas de IA”, “movimientos de mis competidores directos”, “nuevas vulnerabilidades en X tecnología”).
A nivel corporativo, Feedly tiene dos familias de productos: Market Intelligence y Threat Intelligence. La primera se orienta a equipos de marketing, innovación o dirección que necesitan vigilar competidores, tecnologías, regulaciones y señales de mercado; la segunda está pensada para equipos de ciberseguridad que monitorizan vulnerabilidades, actores maliciosos, campañas de ransomware y TTPs. Ambas suites aprovechan la misma base de IA, pero con conectores y cuadros de mando específicos para cada disciplina.
La cara B de Feedly también existe. Las suites empresariales tienen un precio elevado, claramente enfocado a organizaciones medianas y grandes, y no hay una oferta intermedia muy cómoda para pymes que se les quede corta la Pro+. Además, toda la interfaz, documentación y soporte oficial está solo en inglés, lo que para algunos equipos hispanohablantes es una barrera real.
Principales alternativas a Feedly como lector de feeds RSSQue Feedly sea el “rey” no significa que tengas que usarlo sí o sí. Dependiendo de si priorizas sencillez, automatización, visuales, aspecto social o privacidad, hay alternativas muy serias que merece la pena considerar para gestionar tus feeds RSS y tus fuentes de información.
Inoreader: la alternativa más completa y flexibleInoreader es probablemente el rival más directo de Feedly si buscas un lector RSS multiplataforma con muchas opciones de organización y automatización. Está disponible en web, iOS y Android, ofrece un plan gratuito bastante generoso y soporta unas 150 suscripciones sin pagar, con panel personalizable, búsquedas integradas, alertas de noticias por palabra clave e integración con Pocket, Evernote, Google Drive o Dropbox, entre otros.
Su punto diferencial está en las reglas y el etiquetado avanzado. Puedes crear automatismos tipo “si llega un artículo que contenga X palabra, márcalo como leído / añádele esta etiqueta / envíalo a Pocket / guárdalo en esta carpeta”, lo que ayuda muchísimo a quienes siguen cientos de fuentes y necesitan separar la paja del grano al vuelo.
La interfaz quizá sea algo menos refinada que la de Feedly, y las funciones más avanzadas de seguimiento por temas finos también se reservan a planes de pago. Pero si quieres una mezcla de potencia, control y un buen free tier, Inoreader es una baza muy seria.
NewsBlur: entrenar al lector para que esconda lo que no quieres verNewsBlur apuesta por un enfoque curioso: “educar” el algoritmo. Además de permitirte organizar tus fuentes, ofrece múltiples modos de lectura (texto original, vista limpia, etc.) y te deja indicar qué autores, palabras o temas quieres que destaque o que oculte. Con el tiempo, tu vista principal acaba llena casi solo de lo que te encaja.
Su plan gratuito limita el número de sitios que puedes seguir (unas pocas decenas) y restringe las búsquedas globales. El plan de pago amplía drásticamente el número de fuentes, desbloquea búsquedas, acceso a feeds privados y mejores tiempos de actualización. Si te gusta la idea de ir afinando la “personalidad” del lector, NewsBlur es muy entretenido de usar.
The Old Reader, CommaFeed y otros lectores sencillosThe Old Reader recupera bastante bien el espíritu del antiguo Google Reader: interfaz tipo correo electrónico, enfoque muy centrado en leer rápido y una capa social suave para seguir a otros usuarios, ver qué comparten y comentar artículos. Soporta OPML, categorías, favoritos y está disponible tanto vía web como con apps y extensiones para navegadores.
CommaFeed se va al extremo minimalista. Es un agregador muy básico, pensado para quien quiere algo rapidito, sin florituras ni aplicaciones móviles oficiales. Permite importar OPML, guardar noticias para más tarde y compartir a redes sociales. Es una buena opción si solo necesitas algo funcional en el navegador y no te importa renunciar a app nativa.
Flipboard, PressReader y otros agregadores visuales o temáticosFlipboard juega en otra liga: la de la “revista digital”. Presenta noticias, artículos, fotos y vídeos en un interfaz muy visual, a pantalla completa, donde vas “pasando páginas” con gestos. Puedes seguir temas, usuarios y colecciones, integrar tus redes sociales y hasta crear tus propias revistas públicas para que otros se suscriban. Si te interesan apps similares, en artículos como otras apps de noticias para Android encontrarás buenas opciones.
PressReader (que hereda parte del espíritu de News360) se centra más en ofrecer versiones digitales de periódicos y revistas, además de un feed personalizado por temas. Si buscas una experiencia parecida a ir al quiosco, con cabeceras de todo el mundo, es una alternativa muy interesante a Google News y Feedly.
Otros agregadores temáticos como Panda o Techmeme cumplen muy bien en nichos concretos. Panda agrupa contenido para diseñadores, desarrolladores y emprendedores (Dribbble, Behance, TechCrunch, Wired…), mientras que Techmeme se focaliza en noticias tecnológicas de alto nivel. No sustituyen a un lector RSS general, pero son complementos perfectos para seguir sectores muy específicos.
Google News, Apple News y otros grandes agregadores generalistasAdemás de los lectores RSS clásicos, hay grandes portadas personalizables que funcionan como agregadores “de masas” y que para un usuario medio pueden ser suficientes sin tocar un solo feed.
Google News utiliza todo el músculo de búsqueda y de IA de Google para reunir titulares de miles de periódicos, revistas y blogs. Te muestra primero lo más relevante según tu ubicación y tu historial, pero puedes guardar temas, medios y búsquedas para ajustar el feed. Tiene secciones de noticias locales, internacionales, tecnología, economía, ciencia, salud, etc., y facilita suscribirse a cabeceras de pago desde la propia app.
Su punto fuerte es el descubrimiento de fuentes nuevas y la panorámica global; su punto débil, que no te permite la personalización quirúrgica de un lector RSS donde eliges exactamente qué webs y secciones sigues. Es ideal para tener un panel generalista siempre a mano.
Apple News sigue un enfoque similar dentro del ecosistema Apple. Viene preinstalado en iPhone, iPad y Mac, mezcla curación editorial con algoritmos y se apoya en el historial de navegación (Safari, apps) para ajustar lo que te enseña. El plan de pago añade acceso a revistas y medios premium, audioartículos con locuciones profesionales y un diseño muy cuidado para leer en pantalla.
SmartNews, Bing News o Yahoo News son alternativas en la misma línea: grandes agregadores generalistas que no requieren configurar feeds ni pelearse con OPML, simplemente los usas y el algoritmo va aprendiendo. Si no necesitas un control estricto sobre tus fuentes y solo quieres “enterarte de lo que pasa”, estos servicios pueden bastarte sin complicaciones.
Agregadores como servicio para webs, marcas y eventosMás allá del consumo personal, los agregadores también son herramientas para empresas que quieren mostrar contenido externo en su propia web, pantallas o campañas sin tener que redactarlo todo.
Plataformas como Taggbox, Social Walls, Walls.io, Flockler o FeedWind permiten recopilar feeds RSS y publicaciones de redes sociales (hashtags, menciones, perfiles) y mostrarlos en widgets incrustados, muros sociales para eventos, señalización digital en oficinas o pantallas en tiendas. Suelen ofrecer moderación de contenido (a menudo con IA para filtrar lo tóxico o irrelevante), temas visuales, animaciones y analítica de participación.
En WordPress, el ecosistema se complementa con plugins específicos como WP RSS Aggregator, Feedzy RSS Feeds, RSSImport o Category-Specific RSS Feed Subscription. Con ellos puedes importar feeds RSS, fusionarlos, filtrarlos por palabras clave, convertir elementos en entradas o tipos de contenido personalizados y mostrarlos mediante shortcodes o bloques. Ideales para montar portales temáticos que agregan contenido de muchas fuentes o secciones tipo “lo último sobre X” que se actualizan solas.
WP RSS Aggregator, por ejemplo, permite incluso utilizar servicios de texto completo e integraciones de IA para generar resúmenes o adaptar titulares, mientras que Feedzy se orienta más a automatizar el republicado con plantillas y reglas comerciales (como añadir parámetros de afiliado a los enlaces). Todo esto convierte a los agregadores en aliados potentes para nutrir webs corporativas con contenido fresco sin disparar los costes editoriales.
Soluciones autoalojadas y de código abierto: control total y privacidadSi eres de los que no quieren depender de servicios externos ni regalar datos a nadie, también tienes opciones de agregadores open source que puedes instalar en tu propio servidor. Requieren algo más de maña técnica, pero a cambio ganas control y privacidad.
Selfoss es uno de los proyectos más conocidos. Es una aplicación web que se aloja en tu hosting o servidor y que se puede extender con plugins y temas desarrollados por la comunidad. Permite seguir feeds RSS tradicionales, cuentas y listas de Twitter y otras fuentes, unificando todo en un panel limpio. Para perfiles técnicos, es la forma de montarse un “Feedly propio” sin cuota mensual.
Tiny Tiny RSS (tt-rss) es otra alternativa veterana y muy potente. Soporta RSS/Atom, atajos de teclado, importación/exportación OPML, plugins para compartir en redes, incrustación de texto completo, deduplicación avanzada (incluyendo imágenes) y filtrado flexible. También maneja podcasts y permite compartir contenido arbitrario entre usuarios del mismo servidor.
En ambos casos, al alojarlo tú te conviertes en tu propio proveedor de agregación. No dependes de que una empresa cierre el servicio o cambie las condiciones, y no entregas tu historial de lectura a terceros. La contrapartida es que tienes que encargarte de instalar, actualizar, hacer copias de seguridad y, en general, cuidar del servidor. Para muchos entusiastas de la privacidad y admins de sistemas, el intercambio merece la pena.
Herramientas complementarias: Pocket y los servicios “leer más tarde”Incluso con un buen agregador, no siempre tienes tiempo de leer todo lo interesante al momento. Ahí entran en juego herramientas como Pocket o Instapaper, o las propias listas “read later” que integran muchos lectores RSS.
Pocket destaca por su sencillez y amplitud de soporte: puedes guardar artículos, vídeos e historias desde navegadores, móviles, apps y redes sociales, y luego leerlo todo en una maquetación limpia, sin distracciones, incluso sin conexión. Dispone de categorías como “imprescindibles”, “tendencias”, tecnología, finanzas, salud, etc., y suele proponerte lecturas afines a tus gustos.
Combinado con Feedly, Inoreader o cualquier otro lector, Pocket funciona como archivo personal de contenidos: filtras en el agregador el ruido, guardas en Pocket lo que de verdad te interesa, y lo lees con calma luego desde el móvil o la tablet. Es especialmente útil si usas el lector RSS como radar profesional y Pocket como biblioteca.
Muchos agregadores ya incorporan listas internas de “leer después”, pero Pocket sigue teniendo sentido por su enfoque multiplataforma, sus recomendaciones y su experiencia de lectura. En cualquier caso, el combo agregador + read-later es casi obligatorio si consumes mucha información.
Visto el panorama, la pregunta de “Feedly vs News Aggregators: cuál es mejor para feeds RSS” no tiene una respuesta única. Si necesitas un entorno robusto, con IA avanzada, integraciones profesionales y capacidad de crecer hasta suites de inteligencia de mercado o ciberseguridad, Feedly (especialmente Pro+ y las soluciones Enterprise) está muy por delante del resto. Para un uso más relajado o más específico, alternativas como Inoreader, NewsBlur, The Old Reader, Flipboard, Google News, Selfoss, Tiny Tiny RSS, Taggbox o WP RSS Aggregator pueden encajar mejor según tus prioridades de simplicidad, estética, control de datos o presupuesto. Lo bueno es que el ecosistema actual de lectores y agregadores RSS es tan amplio que, uses el dispositivo que uses y tengas el perfil que tengas, hay una herramienta capaz de convertir el caos informativo en algo mucho más manejable.
Ya sabemos cómo será el iPhone plegable: una filtración masiva destripa sus pantallas, cámaras y la solución de Apple para hacerlo ultrafino
El camino hacia el iPhone plegable ha sido largo, pero todas las señales empiezan a apuntar hacia una misma fecha: 2026. Lo que hace apenas unos meses eran patentes sueltas o rumores tímidos, hoy se está convirtiendo en un flujo de información mucho más constante. Si hace unas semanas hablábamos de las estimaciones de ventas y de los avances para solucionar la "arruga" en la pantalla, hoy recibimos una nueva pieza que encaja bastante bien en el puzzle.
Esta nueva filtración masiva aporta detalles técnicos y reafirma muchos de los puntos que llevábamos meses escuchando por separado. La fuente es Digital Chat Station, un filtrador que ya adelantó con acierto detalles del iPhone Air, y lo que describe dibuja un dispositivo que parece estar entrando en una fase de desarrollo más madura.
La apuesta por la delgadez traería de vuelta el Touch IDEsta filtración insiste en uno de los rumores más recurrentes y debatidos de los últimos tiempos: el posible retorno de la huella dactilar. Todo indica que Apple tendría una prioridad absoluta con este dispositivo: la delgadez.
{"videoId":"x8nek4q","autoplay":true,"title":"SAMSUNG GALAXY Z FOLD 5 UN MES DESPUÉS | ¿Y si me paso al plegable?", "tag":"webedia-prod", "duration":"477"}Para conseguir que el iPhone plegable no resulte incómodo al llevarlo cerrado, los ingenieros habrían optado por una solución pragmática: prescindir del Face ID. Los sensores necesarios para el reconocimiento facial ocupan un volumen interno considerable y, según estos datos, Apple habría preferido sustituirlos por un sensor Touch ID montado en el lateral.
Además, aparte del grosor, la elección de la vuelta del Touch ID al iPhone sería también para simplificar el uso. Al poder utilizarse abierto o cerrado, Apple tendría que incluir dos Face ID (con el grosor que esto conlleva) o tener Face ID en una sola de las pantallas. Al elegir Touch ID, siempre se desbloquearía igual, esté el iPhone plegable abierto o cerrado.
Apple tiene patentes de dispositivos plegables desde el año 2016 Dos pantallas, cuatro cámaras y tecnología invisibleEl informe es bastante específico con las dimensiones y apuesta por el formato tipo "libro". Tendrá una pantalla externa y otra interna al abrirse.
- Pantalla interna de 7,58 pulgadas: aquí es donde veríamos el mayor salto. La filtración sugiere que Apple usaría una cámara bajo la pantalla. De ser cierto, nos olvidaríamos de la Isla Dinámica en el panel principal para tener una experiencia de pantalla completa real al desplegarlo.
- Pantalla externa de 5,25 pulgadas: un tamaño más pequeño para el uso a una mano que, en este caso, sí mantendría un diseño más tradicional con perforación para la cámara, prescindiendo de la muesca habitual.
En cuanto a la parte trasera, el diseño bebería directamente de la filosofía del iPhone Air: máxima delgadez posible. Sin embargo, a diferencia del Air, que solo monta una cámara trasera y delantera, la mayor superficie del plegable permitiría a Apple integrar un sistema dual de 48 megapíxeles. La filtración habla de sensores con una "base grande", lo que sugiere que Apple priorizará la calidad y captación de luz del sensor principal por encima de añadir un tercer teleobjetivo que engordaría el dispositivo. Por lo que tendríamos:
- Cámara ultra gran angular trasera de 48 megapíxeles con zoom x0,5.
- Cámara Fusion gran angular trasera de 48 megapíxeles con zoom x1 y x2.
- Cámara frontal en la pantalla externa similar a la del iPhone 17, seguramente de 18 megapíxeles.
- Cámara interna bajo la pantalla, con una resolución y calidad algo más baja.
Sabíamos por informes anteriores que Apple estaba trabajando en la durabilidad de la pantalla. Esta nueva información añade el componente mecánico a esa ecuación: describe la bisagra como "muy fuerte" y diseñada con estándares muy exigentes.
Esto coincidiría con la estrategia habitual de Apple de esperar hasta que la tecnología esté lo suficientemente madura. El objetivo es eliminar toda clase de dudas sobre la fragilidad mecánica que suelen acompañar a estos dispositivos. Una empresa como Apple no se puede permitir que, al cabo de dos o tres años, la doblez se note más de la cuenta o la bisagra empiece a sentirse más floja. Todos estos años de trabajo "en la sombra" habrían servido de campo de pruebas para solucionar todos estos aspectos.
Si cruzamos los datos que ya teníamos (como la colaboración con Samsung para los paneles) con esta nueva filtración, el retrato robot del iPhone plegable empieza a verse mucho más nítido. Ya no estamos ante rumores aislados que se contradicen, sino ante filtraciones que, poco a poco, se van reforzando entre sí. Todo apunta a que en septiembre de 2026 veremos un lanzamiento histórico de Apple.
En Applesfera | Nuevo iPhone plegable - Todo lo que creemos saber sobre él
En Applesfera | Nuevos iPhone 18 - Todo lo que creemos saber sobre ellos
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Ya sabemos cómo será el iPhone plegable: una filtración masiva destripa sus pantallas, cámaras y la solución de Apple para hacerlo ultrafino
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Applesfera
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Guille Lomener
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No son los Apple Days, pero el iPhone Air vuelve a protagonizar un nuevo descuento histórico tras el Black Friday
Hay tiendas que normalmente ponen de oferta un producto con el mismo precio en todos sus colores, pero hay otras tantas que hacen lo contrario: ponen de oferta un único color y el resto tienen precios diferentes. Lo solemos ver en Amazon, y esta vez lo ha hecho con el iPhone Air: si lo compras en color azul cielo, te llevas un descuento adicional de casi 100 euros.
Estos son todos los colores disponibles en la tienda:
- iPhone Air (color azul cielo) por 1.049 euros —el mejor precio—.
- iPhone Air (color blanco nube) por 1.139 euros.
- iPhone Air (color dorado claro) por 1.139 euros.
- iPhone Air (color negro espacial) por 1.139 euros.
El iPhone Air es el único de la última hornada de la actual generación de móviles de Apple que llegó con descuento por su lanzamiento. Por esto mismo lo hemos ido encontrando de oferta en bastantes ocasiones, aunque pocas han sido tan buenas como la que tiene ahora mismo Amazon. De hecho, es el precio mínimo histórico de la tienda.
{"videoId":"x9qa29s","autoplay":true,"title":"Introducing iPhone Air Apple", "tag":"", "duration":"150"}Hablar del iPhone Air es hablar del móvil más delgado que ha lanzado Apple en toda su historia. Tiene un grosor de 0,56 cm, su peso es de 165 gramos y su pantalla OLED es de 6,5 pulgadas. Su pantalla también ofrece una tasa de refresco de 120 Hz y un brillo máximo de 3.000 nits.
Pese a que es muy delgado, su batería ofrece una autonomía teórica de hasta 27 horas de reproducción de vídeo. Además, incorpora el procesador A19 Pro, su sistema de altavoces es compatible con Dolby Atmos y viene con 256 GB de almacenamiento interno.
En Xataka Los mejores chollos en tecnología hoy, 16 de diciembre, en Amazon: descuentos de más del 50% También te puede interesarAlgunos de los enlaces de este artículo son afiliados y pueden reportar un beneficio económico a Applesfera. En caso de no disponibilidad, las ofertas pueden variar.
Imágenes | Pedro Aznar, Apple
En Applesfera | Qué iPhone comprar. Guía para elegir el smartphone de Apple más adecuado para ti
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No son los Apple Days, pero el iPhone Air vuelve a protagonizar un nuevo descuento histórico tras el Black Friday
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Alberto García
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El Apple Watch y el iPhone ya no comparten redes Wi-Fi. Esto es lo qua ha cambiado en iOS 26.2 y watchOS 26.2
Recibir una novedad exclusiva en el Apple Watch que no está en otro territorio suena apetecible, pero si esa novedad es en realidad una restricción, ahí ya el asunto pinta más feo. Y es lo que ha ocurrido con las redes Wi-Fi de watchOS 26.2 en virtud de las leyes de la Unión Europea.
Con esta última actualización, el Apple Watch ya no sincroniza nuevas redes Wi-Fi a las que se conecte el iPhone. Y aunque es lógicamente una restricción que perjudica al usuario por hacer más tedioso el proceso, no son tan malas noticias para las redes a las que ya te hayas conectado.
Qué cambia en las redes Wi-Fi con watchOS 26.2En lo que a redes Wi-Fi se refiere, el Apple Watch lleva desde sus inicios nutriéndose de lo que habitualmente describimos como ventajas del ecosistema de Apple. Y eso implicaba que al conectarnos a una red Wi-Fi en el iPhone, el reloj también se conectaba a esa red sin necesidad de escribir contraseñas.
Siempre se ha permitido que nos conectemos manualmente a una red Wi-Fi desde los ajustes del Apple Watch y es algo que se mantiene. La diferencia está en que ahora las nuevas redes a las que se conecte el iPhone ya no se comparten automáticamente con el reloj, por lo que será necesario introducir la contraseña directamente en el Apple Watch.
El origen de esta restricción está en los requisitos de interoperabilidad de la DMA (Ley de Mercados Digitales). En ella se pide a grandes plataformas como las de Apple que sus funciones no estén limitadas a productos propios, sino que sean accesibles también para terceros. Y es ahí donde está la clave.
La restricción solo se aplica si el usuario está en la Unión EuropeaTécnicamente, la norma no impide la sincronización de redes Wi-Fi entre iPhone y Apple Watch. Sin embargo, la normativa sí obliga a que Apple mantenga esa idéntica sincronización con otros dispositivos de terceros, ya sean relojes o pulseras inteligentes, así como otros accesorios.
Por tanto, si Apple permitiese que terceros también se sincronizasen, no habría problema en el hecho de que el Apple Watch también lo haga. El problema es que Apple no quiere abrirlo a terceros. Y tiene sus razones para ello.
En Applesfera No quiero que las fiestas navideñas me corten la racha con el Apple Watch. Así pauso los anillos para evitarloPara la compañía, esta apertura supone un riesgo para la seguridad y privacidad de los usuarios, ya que implicaría compartir credenciales y otros datos sensibles con dispositivos y fabricantes sobre los que no tiene un control directo. Y esto es algo que, como ha demostrado Apple a lo largo de su historia (y más en estos últimos años) es incompatible con sus valores en materia de protección de datos.
Qué ocurre con las redes a las que ya estuviese conectado el Watch {"videoId":"x8b7x6l","autoplay":true,"title":"MI WIFI VA LENTO TRUCOS para MEJORAR TU CONEXIÓN", "tag":"webedia-prod", "duration":"639"}Si has actualizado tu iPhone y tu Apple Watch a las versiones 26.2 de sus sistemas operativos y observas que ambos están conectados a la misma red Wi-Fi, no estarás ante algo extraño. Y es que sí se mantendrán aquellas redes a las que se hubiese conectado previamente el Apple Watch, ya fuese manualmente o por sincronización con el iPhone.
Si cambiases la contraseña de acceso a la red, te quisieses conectar a una nueva o configurases desde cero el Apple Watch, ahí sí tendrías que escribir manualmente la contraseña en el Apple Watch. Y es ahí donde entra lo tedioso, ya que no es algo complicado (se hace desde Ajustes > Wi-Fi), pero sí incomodo debido a que la pantalla es pequeña y, por ende, también el teclado.
En cualquier caso, de primeras no deberás preocuparte por la red Wi-Fi de tu casa y otros lugares conocidos. Ahí se mantendrá el reconocimiento de la red por parte del Apple Watch y no tendrás que hacer nada. Aunque en cualquier caso, recomendamos revisarlo para asegurarte de que está conectado.
En Applesfera | El ajuste del Apple Watch para cambiar de esfera con un solo toque. El truco que no debió haberse ido nunca
En Applesfera | Nuevo iOS 27 - todo lo que creemos saber sobre el futuro sistema operativo para el iPhone
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El Apple Watch y el iPhone ya no comparten redes Wi-Fi. Esto es lo qua ha cambiado en iOS 26.2 y watchOS 26.2
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Álvaro García M.
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Ya disponible la primera beta de iOS 26.3: Apple prepara el 2026 mirando curiosamente hacia Android
Menos de una semana después de poner en circulación iOS 26.2, la maquinaria de Cupertino vuelve a lanzar software. Apple ya ha puesto en circulación la primera beta de iOS 26.3 para desarrolladores, en la que será la próxima actualización del sistema operativo del iPhone que veremos a finales de enero.
No es una versión cargada de funciones como otras anteriores, como iOS 26.1 o iOS 26.2, pero sí trae dos cambios interesantes: cambiarse de iPhone a Android (o viceversa) va a ser más fácil que nunca, y los relojes de terceros empiezan a jugar en una liga un poco más parecida a la del Apple Watch. Todo ello, con algún que otro cambio visual de acompañamiento.
Importante: la beta para desarrolladores (ya disponible) y la beta pública (que llegará en las próximas semanas) no son versiones finales y pueden presentar fallos.
Si decides instalarlas, hazlo bajo tu propia responsabilidad. Siempre puedes volver a iOS 26.2 si lo necesitas. La versión estable de iOS 26.3 se lanzará para todos a finales de enero.
Transferencia de datos de iPhone a Android, sin apps extraLa gran novedad de iOS 26.3 beta 1 es una nueva herramienta nativa para pasar tus datos de un iPhone a un móvil Android. Sin aplicaciones intermedias, sin cables: basta con colocar ambos teléfonos uno al lado del otro y seguir las instrucciones en pantalla.
{"videoId":"x9p0gwq","autoplay":true,"title":"Pantalla de bienvenida de iOS 26", "tag":"", "duration":"54"}Durante el proceso se podrán mover fotos, mensajes, notas, apps compatibles, contraseñas, tu número de teléfono y otros datos básicos. Todo ocurre desde el propio asistente del iPhone, sin necesidad de descargar ninguna app adicional ni en iOS ni en Android. Solo habrá que escanear un código QR o iniciar la transferencia de datos en Ajustes > General > Transferir a Android.
Eso sí, hay excepciones: los datos de la app Salud, los dispositivos vinculados por Bluetooth y el contenido protegido, como las notas bloqueadas, no salen del iPhone. Se quedan donde están por motivos de seguridad y privacidad.
Google, por su parte, también ha habilitado un sistema parecido para facilitar el salto de Android a iPhone, de forma que el traspaso de información entre plataformas pasa a ser, por fin, un camino de doble sentido. Menos fricción para cambiar de móvil, sea en la dirección que sea.
Reenvío de notificaciones a relojes de terceros (solo en la UE)La segunda gran función de iOS 26.3 se llama Reenvío de notificaciones y cambia el funcionamiento de los relojes conectados a un iPhone que no son un Apple Watch. A partir de esta beta, hay un nuevo apartado en Ajustes > Notificaciones que permite reenviar los avisos que te llegan al iPhone directamente a un wearable de terceros, como un reloj con WearOS de Google por ejemplo.
Hay dos matices a tener en cuenta:
- Solo puedes reenviar las notificaciones a un dispositivo a la vez. Si activas un reloj de otro fabricante, tu Apple Watch dejará de recibirlas mientras tanto.
- Esta opción está limitada a la Unión Europea, donde Apple responde así a las presiones regulatorias que buscan que los accesorios de terceros tengan acceso a las mismas funciones básicas que los suyos.
iOS 26.3 también trae un pequeño cambio visual centrado en la pantalla de bloqueo. Apple ha separado la categoría de Tiempo de la de Astronomía a la hora de elegir fondos de pantalla.
Dentro de esa nueva categoría hay tres fondos prediseñados, con combinaciones de tipografías para la hora y widgets meteorológicos ya colocados. Son una especie de plantillas listas para usar que ayudan a ver de un vistazo cómo se puede aprovechar este tipo de fondos sin tener que montar todo desde cero.
Como suele ocurrir con las versiones ".3", iOS 26.3 aprovecha para seguir puliendo detalles internos del sistema. Apple continúa centrada en mejorar el rendimiento general, corregir errores detectados en iOS 26.1 y 26.2 y preparar el terreno para futuras funciones que llegarán a lo largo de 2026. Sobre todo iOS 26.4, la cual traerá la esperada nueva Siri.
Cómo instalar iOS 26.3 beta 1 en tu iPhoneEstas instrucciones son para la beta de desarrollador. Si no eres desarrollador, lo más recomendable es esperar a la beta pública, que llegará en una o dos semanas. Suele ser más estable y ofrece una experiencia con menos errores.
Si aun así quieres probar ya iOS 26.3 beta 1, el proceso es el habitual:
- Regístrate gratuitamente en la web de Apple para desarrolladores, en developer.apple.com.
- Inicia sesión con tu Apple ID en la sección Account y acepta los términos y condiciones del programa.
- En tu iPhone, ve a Ajustes > General > Actualización de software.
- En "Actualizaciones beta", selecciona la opción de beta de desarrollador de iOS 26.
- Vuelve a la pantalla de actualización y espera a que aparezca iOS 26.3 beta 1 para descargarla e instalarla.
Con este lanzamiento se abre un nuevo ciclo de betas que debería seguir un calendario parecido al de iOS 26.2: varias versiones preliminares durante las próximas semanas y una versión final que, si todo va según lo previsto, llegará a finales de enero.
En Applesfera | Cómo instalar una beta de iOS 26.3 en el iPhone: paso a paso para hacerlo de una manera segura y oficial
En Applesfera | Nuevo iOS 27 - todo lo que creemos saber sobre el futuro sistema operativo para el iPhone
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Ya disponible la primera beta de iOS 26.3: Apple prepara el 2026 mirando curiosamente hacia Android
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Applesfera
por
Guille Lomener
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En plena subida de precios de la memoria RAM, Apple parecía tenerlo todo controlado. Hasta ahora
El precio de las memorias RAM está disparado y es algo que, por lo que hemos podido ir viendo, ha afectado principalmente a la industria de Windows. Especialmente para todos aquellos que deciden montarse un PC por piezas. Y aunque los Mac parecían una excepción, está a punto de cambiar.
Los acuerdos de Apple están a punto de expirarApple siempre se ha caracterizado por tener precios elevados para el aumento de su memoria RAM en ordenadores. Si vamos a configurar, por ejemplo, el nuevo MacBook Pro M5 lanzado en octubre, comprobamos que de serie parte con 16 GB de memoria (integrada en el SoC, en este caso). Ampliarla a 24 GB supone desembolsar 250 euros extra y 32 GB nos costará 500 euros.
Previsión de subidas de precio para este año de TrendForceLa media de Apple lleva años entre 250-350 euros para los saltos en memorias. Y aunque siempre existió una cierta percepción de ser precios inflados, lo cierto es que ahora se queda incluso corto si lo comparamos con otros fabricantes. Véanse como prueba fabricantes como Dell y su salto de 16 a 32 GB por 550 dólares.
Apple tenía la "suerte" de tener un acuerdo cerrado con proveedores como SK Hynix y Samsung, que desde hace años les garantizan un precio estable que les ha permitido no aumentar el precio de las memorias en los Mac. De paso, han ido manteniendo sus márgenes altos. Pero eso, parece estar cambiando.
En Applesfera Si quieres comprar un Mac, esta es la guía actualizada para saber cuándo se renovará cada gamaUn informe de Wccftech ha revelado que los acuerdos con Apple están a punto de expirar. Esto implica que, a partir del mes de enero, Apple tendría que asumir un aumento de costes equiparable a la inflación de la industria. Eso sí, tal como relatan en el citado medio, hay dos factores fundamentales para Apple.
La posición negociadora de Apple es fuerte porque juega con dos cartas clave: su enorme volumen de compras y su capacidad para absorber costes sin trasladarlos al consumidor. Al menos de forma inmediata.
Los caminos de Apple pasan por subidas, aunque quizás no sean inmediatas {"videoId":"x95dx7a","autoplay":true,"title":"Cómo GRABAR la PANTALLA de tu MAC GRATIS", "tag":"webedia-tech", "duration":"224"}Apple es una de los mayores compradoras de memoria DRAM del mundo. Solo con sus líneas de Mac, iPad e incluso Vision Pro suponen pedidos masivos y sostenidos en el tiempo, algo que fabricantes como Samsung y SK Hynix difícilmente pueden ignorar. Según Wccftech, incluso aunque Apple empiece a pagar una prima por la DRAM a partir de 2026, seguiría obteniendo condiciones más favorables que la mayoría de fabricantes de PCs con Windows.
En cuanto al margen de beneficio, Apple lleva años con una arquitectura unificada, en la cual integran la memoria directamente en el SoC. Esto le permite tener un mayor control sobre el coste del chip al completo, brindándole un margen adicional para asumir subidas de precio sin modificar el precio final de los Mac. Al menos en el corto plazo.
Aunque por ahora no se suba de precio, se antoja complicado no ver subidas en el medio-largo plazoNo obstante, es innegable que el escenario no es nada halagüeño para el medio y largo plazo. Wccftech apunta a que la expiración de los acuerdos actuales obligará a Apple a pagar más por cada módulo. Y en un contexto en el que la memoria seguirá encareciéndose por la presión de la IA, los centros de datos y la transición a DDR5 y LPDDR5X, mantener precios es complicado incluso para Apple.
No se sabe a ciencia cierta qué pasará, pero hay dos escenarios muy posibles, aunque no se darían a la vez. El primero es que Apple siga incrementando la memoria base de sus equipos (como ya hizo el año pasado) para justificar un aumento de precio. El segundo es que directamente suba el precio de las ampliaciones, tratando de mantener lo máximo posible el precio base a un precio similar al actual.
Primavera, la primera revelaciónAunque los precios de la RAM llevan meses disparados, cuando Apple lanzó en octubre su último MacBook, aún podía beneficiarse de los acuerdos existentes antes de la crisis. El primer momento crucial para comprobar si suben o no de precios está en marzo-abril, meses en los que se esperan nuevos Mac.
En Applesfera Apple tuvo en su mano frenar a Windows. Su proyecto funcionaba a la perfección y se llamaba 'Star Trek'Las filtraciones apuntan a que será el momento de conocer a los MacBook Air M5, así como las versiones de MacBook Pro con chip M5 Pro y M5 Max. Puede que incluso veamos también versiones M5 de los iMac y Mac Studio.
Sea como fuere, cualquiera de los Mac que se lancen serán perfectos para comprobar si Apple ha logrado "salvar los muebles" y mantener precios de sus memorias o si, por el contrario, ha tenido que empezar a asumir los sobrecostes y los repercute en el cliente.
En Applesfera | Nuevo MacBook Pro táctil con pantalla OLED - Todo lo que creemos saber sobre el próximo portátil profesional de Apple
En Applesfera | Apple macOS: todas las versiones hasta la fecha, cómo saber la que estás usando y cómo actualizar el sistema operativo
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En plena subida de precios de la memoria RAM, Apple parecía tenerlo todo controlado. Hasta ahora
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Álvaro García M.
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Cómo crear un acceso directo en Android paso a paso
Si usas un móvil Android a diario, tener todo a mano marca la diferencia entre ir rápido o perder tiempo navegando por menús. Un acceso directo en Android son justo esa ayuda extra que te permite saltarte pasos y abrir lo que más usas con un solo toque en la pantalla de inicio.
Más allá de los típicos iconos de apps, Android permite crear accesos a webs, contactos, chats de WhatsApp, archivos, ajustes del sistema e incluso a acciones internas de las aplicaciones. En esta guía vas a ver, paso a paso, cómo exprimir todas esas opciones, desde lo más básico hasta atajos avanzados para desarrolladores.
¿Qué es un acceso directo en Android y qué tipos hay?En Android, un acceso directo es básicamente un icono o elemento en la pantalla de inicio que te lleva directamente a una función concreta: puede ser abrir una app, ir a una web, abrir un documento o saltar a un ajuste específico del sistema.
Cuando mantienes pulsado un icono en la pantalla de inicio, verás que, según el móvil y la app, aparecen varias opciones: quitar, desinstalar o acciones rápidas. “Quitar” solo elimina el icono de la pantalla de inicio (la app sigue instalada), mientras que “Desinstalar” borra la aplicación del dispositivo.
En versiones modernas de Android existen, a nivel técnico, tres tipos de accesos directos que las apps pueden usar internamente: estáticos, dinámicos y fijos (pinneados). Esto es más relevante para desarrolladores, pero conviene entenderlo a grandes rasgos:
- Estáticos: se definen en el manifiesto de la app y casi no cambian. Ideales para acciones generales y recurrentes, como “redactar correo” o “ver calendario de hoy”.
- Dinámicos: se crean y actualizan sobre la marcha según el uso. Por ejemplo, un juego que te ofrece continuar desde el último nivel, o una app de mensajería que sugiere conversaciones recientes.
- Fijos o anclados: se colocan como iconos independientes en el launcher, normalmente con confirmación del usuario. Son perfectos para acciones muy específicas elegidas por el propio usuario, como anclar un chat o un sitio web concreto.
En el día a día, tú verás simplemente iconos y widgets, pero por debajo Android gestiona estos distintos tipos de atajos para que funcionen de forma coherente, tanto en la pantalla de inicio como en el selector de apps o incluso con el Asistente de Google.
¿Cómo crear un acceso directo básico para aplicaciones?El acceso directo más común es el que apunta a una aplicación instalada. Suele crearse de forma automática al instalar la app, pero si lo has borrado o quieres moverlo, el truco es muy sencillo.
- Abre el cajón de aplicaciones (el listado completo de apps, normalmente deslizando hacia arriba en la pantalla de inicio).
- Mantén pulsado el icono de la app que quieras llevar a la pantalla de inicio.
- Arrastra el icono a la zona de la pantalla de inicio que prefieras y suelta.
Si en lugar de arrastrar a la pantalla lo mueves a la parte superior donde aparece Quitar o Desinstalar, ten en cuenta la diferencia: “Quitar” solo retira el icono del escritorio, “Desinstalar” borra la app del móvil. Es fácil equivocarse, así que fíjate bien en el texto que aparece.
Accesos directos a páginas web en AndroidUno de los atajos más útiles es añadir un enlace directo a una web en la pantalla de inicio. Así no tienes que abrir el navegador, ir a marcadores o escribir la dirección cada vez.
La forma más cómoda de hacerlo es con Google Chrome, aunque otros navegadores como Firefox funcionan de forma muy similar.
Para crear un acceso directo a una web con Chrome en Android, sigue estos pasos:
- Abre Google Chrome en tu móvil.
- Ve al sitio web que quieres tener siempre a mano.
- Toca el icono de tres puntos verticales en la esquina superior derecha.
- Elige la opción “Agregar a pantalla de inicio”, “Añadir a pantalla de inicio” o “Agregar acceso directo” (el texto puede variar según la versión y la web).
- En el cuadro que aparece, edita el nombre del acceso directo si te interesa y pulsa en “Añadir”.
El launcher colocará ese nuevo icono en la pantalla de inicio o en la siguiente página disponible. A partir de ahí podrás moverlo, agruparlo en carpetas o borrarlo como si fuera cualquier otra app.
Acceso directo a archivos, fotos, música y documentosSi lo que quieres es ir directo a un archivo concreto: una foto, un PDF, un vídeo o una canción, Android de serie es algo más limitado y suele requerir ayuda de apps de terceros.
Algunas aplicaciones de archivos y galerías incluyen su propio sistema de accesos directos, pero una de las formas más sencillas es usar apps especializadas como Shorty o utilidades similares pensadas justo para esto.
Con Shorty, por ejemplo, el flujo es muy simple porque se integra en el menú Compartir de Android:
- Abre el archivo que quieras fijar (desde la galería o el gestor de archivos).
- Pulsa en el botón Compartir.
- En la lista de apps, elige la opción “Pin to home screen” de Shorty (o similar).
- Configura el nombre (Tag) del acceso y el tipo de icono: vista previa de la imagen o icono de color para otros tipos de archivo.
Tras esto, tendrás en la pantalla de inicio un icono que te lleva directamente a ese archivo. Es perfecto, por ejemplo, para documentos de trabajo que abres a diario o fotos que necesitas enseñar constantemente.
También puedes crear accesos directos a archivos y carpetas de Google Drive sin instalar nada extra:
- Abre la app Google Drive.
- Localiza el archivo o carpeta que consultas con frecuencia.
- Toca en los tres puntos junto al elemento.
- Elige “Añadir a la pantalla de inicio”.
El icono que se crea te llevará directamente a ese contenido en la nube, ahorrándote el tener que navegar por carpetas cada vez.
Accesos directos a contactos y llamadasSi llamas o escribes siempre a las mismas personas, tiene mucho sentido crear accesos directos a contactos en la pantalla principal. Así puedes iniciar una llamada, SMS o videollamada en muy pocos toques.
Con la app Contactos de Google (o la agenda de muchos fabricantes) el procedimiento suele ser parecido:
- Abre la aplicación de Contactos.
- Busca el contacto que quieras tener más accesible.
- Entra en su ficha y toca en el icono de tres puntos de la esquina superior derecha.
- Selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” o una opción equivalente.
En algunos móviles, el acceso directo abre directamente la ficha del contacto y desde ahí eliges si quieres llamar, enviar SMS o videollamar, lo que ayuda a evitar llamadas accidentales.
Accesos directos a conversaciones de WhatsAppWhatsApp permite crear un acceso directo a una conversación concreta, ya sea con una persona o un grupo. Es una función muy útil si siempre hablas con los mismos contactos o si tienes un grupo “estrella” al que entras constantemente.
Para añadir un chat de WhatsApp a la pantalla de inicio:
- Abre WhatsApp en tu móvil.
- Ve a la pestaña de chats y entra en la conversación (individual o grupal) que quieres fijar.
- Toca los tres puntos de la esquina superior derecha.
- Elige “Más”.
- Pulsa en “Crear acceso directo” o “Añadir acceso directo”.
- Confirma en la ventana emergente para añadirlo a la pantalla de inicio.
Ese icono funcionará como atajo directo al chat, y se comporta igual que una app: lo puedes mover, agrupar en carpetas o eliminar de la pantalla cuando ya no lo necesites.
Accesos directos mediante widgets en AndroidEn Android, muchos accesos directos realmente son widgets con funciones rápidas. Un widget no solo puede mostrar información; también puede servir como puente directo a una sección concreta de una app.
Para añadir un widget (y, de paso, un acceso directo potente) normalmente tienes que:
- Mantener pulsado un hueco vacío de la pantalla de inicio.
- Tocar en la opción “Widgets” que aparece.
- Buscar en la lista el widget de la app que quieras (WhatsApp, Telegram, Chrome, Google Fotos, Spotify, herramientas del sistema, etc.).
- Arrastrar el widget a la pantalla y soltarlo donde te interese.
Algunos ejemplos de widgets que actúan como accesos directos muy útiles:
- WhatsApp: listado de conversaciones, con la posibilidad de abrir rápidamente las que tienen mensajes sin leer.
- Telegram: acceso directo a contactos frecuentes o chats con mensajes pendientes.
- Chrome: widget de marcadores para entrar a tus webs favoritas en un solo toque.
- Herramientas del sistema (según la capa, como MIUI): bloque de pantalla, activar/desactivar Wi-Fi, linterna, etc.
- Google Fotos: accesos a álbumes o recuerdos generados automáticamente.
- Spotify: controles de reproducción y acceso directo a lo que se está escuchando.
Cada app y cada capa de personalización ofrece su propio catálogo de widgets, así que merece la pena dedicar unos minutos a explorarlos para descubrir atajos que igual ni sabías que existían.
Si usas un móvil con muchas opciones propias del fabricante, por ejemplo, la capa de personalización suele incluir accesos y widgets extra que no están en Android stock.
Accesos directos a ajustes del sistemaAndroid también permite crear atajos a secciones concretas de los ajustes, algo muy útil si cambias a menudo la configuración de Wi‑Fi, punto de acceso, uso de datos, memoria, etc.
Estos accesos se crean normalmente como widgets de Ajustes:
- Mantén pulsado en un espacio vacío de la pantalla de inicio y pulsa en “Widgets”.
- Busca el widget de Ajustes.
- Arrástralo a la pantalla de inicio.
- Al soltarlo, el sistema te mostrará una lista de secciones de configuración a las que puedes enlazar (Wi‑Fi, uso de memoria, hotspot, etc.).
La lista exacta depende bastante del fabricante y de la versión de Android, pero en general podrás entrar directamente a la pantalla de configuración que más toqueteas sin pasar por el menú principal de ajustes.
Accesos directos a acciones internas de appsDesde Android Nougat, muchas apps incorporan las llamadas “app shortcuts” o acciones rápidas. Se activan dejando el dedo pulsado sobre el icono de la app, y muestran opciones como “Nueva conversación”, “Buscar”, “Redactar correo”, “Selfie”, etc.
- Mantén pulsado el icono de una app que tenga acciones rápidas.
- Cuando aparezca el menú con acciones, mantén pulsada la acción concreta que quieras convertir en acceso directo.
- Arrástrala a la pantalla de inicio y suelta.
No todos los launchers soportan esto, y el lanzador que viene de fábrica con algunos móviles no siempre permite anclar esas acciones. En ese caso, puedes usar métodos alternativos, como accesos a actividades internas mediante widgets especiales o apps como QuickShortcutMaker.
Accesos directos a actividades internas de una appLas actividades en Android son como las distintas pantallas de una aplicación. A veces es posible abrir directamente una de esas pantallas sin pasar por la principal, lo que te permite crear atajos muy específicos.
Con lanzadores avanzados como Nova Launcher puedes añadir un widget que muestra todas las actividades de las apps instaladas:
- Mantén pulsado en la pantalla de inicio y entra en “Widgets”.
- Busca el widget llamado “Actividades” dentro de Nova Launcher.
- Arrástralo a la pantalla y espera a que cargue la lista de actividades de todas las apps.
- Elige la actividad específica a la que quieras crear un acceso directo.
No todas las actividades funcionarán a la perfección (algunas solo se entienden dentro del flujo normal de la app), pero puedes probar antes de añadirlas definitivamente. Si tu lanzador no tiene esta función, apps de terceros hacen un trabajo muy similar.
Crear accesos directos en la cortina de notificacionesAdemás de la pantalla de inicio, también puedes personalizar los ajustes rápidos de la cortina de notificaciones. No es exactamente lo mismo que un icono en el escritorio, pero cumple la misma idea: tener funciones clave siempre a mano.
Para reorganizar o añadir botones de ajustes rápidos:
- Desliza desde arriba para abrir la cortina de notificaciones y vuelve a deslizar para ver todos los accesos rápidos.
- Toca en el botón de edición o el icono de lápiz (según tu capa de Android).
- Añade los elementos disponibles y ordénalos a tu gusto arrastrando.
De este modo puedes priorizar accesos a funciones como modo avión, datos móviles, compartir Internet, linterna o grabación de pantalla, que en muchos móviles se pueden mover y reorganizar libremente.
Apps especializadas para crear atajos avanzadosSi con las opciones nativas no te basta, en Google Play hay varias aplicaciones que amplían muchísimo lo que puedes hacer con accesos directos personalizados.
Shortcut MakerShortcut Maker permite crear accesos directos a opciones de sistema, apps, archivos, imágenes y hasta URLs, con un nivel de personalización muy alto en iconos y comportamiento.
Con ella puedes, por ejemplo, crear un botón que encienda o apague el Bluetooth sin pasar por los ajustes rápidos, o un atajo directo a una pantalla interna de una app que no expone acciones rápidas por defecto.
Shortcut CreatorShortcut Creator ofrece una interfaz algo más simple pero también permite enlazar opciones específicas de casi cualquier app o del propio sistema, generando un icono en la pantalla de inicio.
Normalmente eliges el tipo de contenido (app, archivo, ajuste, etc.), seleccionas el destino y luego personalizas el icono entre una serie de diseños básicos, con la opción de buscar el recurso exacto que quieres enlazar.
ShortyShorty está más centrada en crear accesos directos a elementos de la memoria interna: documentos, fotos, vídeos, etc. Su fuerte es la simplicidad, evitando menús complicados.
El flujo típico es:
- Abres la galería o el gestor de archivos.
- Eliges el elemento que quieres tener en la pantalla de inicio.
- Tocas en Compartir y seleccionas la app Shorty.
- Le das un nombre y eliges estilo e icono del acceso directo.
Es perfecto para tener siempre a un toque esos archivos clave de trabajo o personales que consultas constantemente.
Gestión avanzada de accesos directos para desarrolladoresSi desarrollas apps Android, es importante conocer la API de ShortcutManager y ShortcutManagerCompat para ofrecer accesos directos potentes y coherentes con el sistema y las plataformas de Google.
Accesos directos estáticos en el manifiestoLos accesos estáticos se definen mediante un archivo XML y una referencia en el AndroidManifest.xml de tu aplicación:
- En el manifiesto, localiza la actividad con android.intent.action.MAIN y android.intent.category.LAUNCHER.
- Añade un bloque <meta-data> con android:app.shortcuts apuntando a un recurso XML, por ejemplo @xml/shortcuts.
- Crea el archivo res/xml/shortcuts.xml con el elemento raíz <shortcuts>.
- Dentro, define uno o varios <shortcut> con sus atributos clave e intents asociados.
Algunos atributos importantes de cada <shortcut> son:
- android:shortcutId: identificador único en forma de literal de cadena (no puede ser un recurso).
- android:shortcutShortLabel y android:shortcutLongLabel: textos de nombre corto y largo (como recursos de cadena).
- android:shortcutDisabledMessage: mensaje que se muestra si el atajo está deshabilitado.
- android:enabled: indica si el acceso está activo.
- android:icon: recurso de icono, preferiblemente adaptativo.
Dentro de cada shortcut debes incluir al menos un elemento <intent> con la acción y destino de la actividad. También puedes usar <categories> y <capability-binding> para integrar funciones como Acciones en apps con el Asistente de Google.
Accesos directos dinámicos con ShortcutManagerCompatLos atajos dinámicos se crean y gestionan en tiempo de ejecución usando la API de ShortcutManager o la versión de compatibilidad ShortcutManagerCompat (Jetpack), que simplifica el código y mantiene un comportamiento consistente en versiones antiguas de Android.
Con ShortcutManagerCompat puedes:
- Publicar y actualizar accesos dinámicos con pushDynamicShortcut(). Si ya existe un acceso con el mismo ID, se actualiza.
- Eliminar accesos con removeDynamicShortcuts() o limpiar todos con removeAllDynamicShortcuts().
Además, la Biblioteca de integración de accesos directos de Google permite que esos atajos dinámicos se muestren también en plataformas como el Asistente. Basta con añadir las dependencias de AndroidX y core-google-shortcuts en build.gradle y asegurarte de usar pushDynamicShortcut() para no chocar con límites de atajos por dispositivo.
De este modo, tu app puede, por ejemplo, enviar un acceso dinámico cada vez que el usuario inicia un entrenamiento o habla con un contacto concreto, y el Asistente podrá proponer esos atajos de forma proactiva en función de los hábitos del usuario.
Accesos directos fijos (pinned) y actividades personalizadasDesde Android 8.0, además de los atajos estáticos y dinámicos, puedes crear accesos directos fijos que se muestran como iconos individuales en el launcher. Para ello:
- Comprueba con isRequestPinShortcutSupported() que el lanzador admite fijar atajos.
- Crea un objeto ShortcutInfo con un ID estable y, si es nuevo, la acción y etiqueta.
- Llama a requestPinShortcut(), opcionalmente con una PendingIntent para saber si el usuario ha aceptado fijar el acceso.
El sistema mostrará una ventana de confirmación al usuario. Si este no acepta, no hay devolución de llamada. Una vez fijado, puedes actualizar el contenido con updateShortcuts(). Para compatibilidad hacia atrás, existen también las versiones de compatibilidad que usan extras como EXTRA_SHORTCUT_INTENT en Android 7.1 y anteriores.
También es posible crear una actividad especializada para que el propio usuario configure atajos personalizados. En el manifiesto, debes declarar un filtro con ACTION_CREATE_SHORTCUT para esa actividad. El flujo típico es:
- El sistema lanza tu actividad de creación de accesos.
- El usuario elige opciones y confirma.
- Tu app construye el acceso con createShortcutResultIntent(), lo devuelve con setResult() y finaliza con finish().
Este enfoque encaja muy bien para proponer al usuario la creación de accesos fijos al completar ciertos flujos dentro de la app, como la primera configuración o tras realizar una acción frecuente.
¿Cómo eliminar y organizar accesos directos en Android?Cuando un acceso directo deja de ser útil, borrarlo es tan simple como con cualquier icono de app: mantén pulsado el acceso y arrástralo hacia la parte superior de la pantalla, donde aparecerá una papelera, una cruz o el texto “Quitar”.
Eliminar un acceso directo de este modo no borra la aplicación ni el contenido original, solo el icono de la pantalla de inicio. La app seguirá en el cajón de aplicaciones y las webs, contactos o documentos seguirán existiendo en su sitio.
Para tener la pantalla más ordenada puedes agrupar iconos y accesos en carpetas. Basta con arrastrar un icono encima de otro para crear una carpeta y luego ir añadiendo ahí contactos, webs, apps o atajos relacionados, por ejemplo: una carpeta con tus contactos favoritos o otra con tus webs de noticias habituales.
Resolver fallos frecuentes con accesos directosEn ocasiones, un acceso deja de funcionar: tocas y la app no se abre, el documento ya no existe o el sistema muestra un error. Es algo relativamente habitual y suele deberse a que la ruta interna ha cambiado (por ejemplo, moviste un archivo) o a que ha habido una actualización del sistema o del launcher.
Si el acceso apuntaba a un archivo, intenta localizarlo de nuevo en tu gestor de archivos; probablemente sigue ahí pero en otra carpeta o con otro nombre. En ese caso, borra el acceso antiguo y crea uno nuevo.
Si sospechas que el problema viene del lanzador (launcher), puedes reiniciarlo borrando caché y datos:
- Entra en Ajustes > Aplicaciones (o “Administrador de aplicaciones”).
- Toca en los tres puntos y elige mostrar todas las apps.
- Busca el lanzador que estés usando (ya sea el sistema o uno externo) y entra.
- Accede a la sección de Almacenamiento del launcher.
- Pulsa en borrar caché y, si es necesario, en borrar datos o restaurar a valores predeterminados.
Tras hacer esto tendrás que reorganizar la pantalla de inicio, pero en muchos casos soluciona errores persistentes con iconos y accesos que no reaccionan como deberían.
Los accesos directos en Android son una de esas funciones que parece menor, pero que, bien aprovechada, hace que el móvil se sienta mucho más ágil y “tuyo”: puedes ir a tus webs favoritas, a tus conversaciones clave, a tus documentos de trabajo o a los ajustes que más tocas con apenas uno o dos toques, y si además te apoyas en widgets, launchers avanzados y APIs como ShortcutManager, es posible montar un entorno de uso muy fluido y personalizado que encaja como un guante con tu forma de usar el teléfono. Comparte esta información para que más personas puedan crear un acceso directo en android.
El creador de 'Breaking Bad' ha superado a 'Separación' en tiempo récord. Y lo mejor: hay formas de ver su nueva serie sin que te cueste un euro
La nueva serie del creador de Breaking Bad se acaba de convertir en la serie más vista de la historia de Apple TV. El récord lo tenía hasta ahora Separación, que a su vez había desbancado en su día a Ted Lasso. A Separación le hicieron falta dos temporadas completas y un fenómeno boca a oreja bastante largo para llegar ahí. Pluribus, en cambio, todavía no ha terminado su primera temporada y ya se ha colocado en lo más alto.
La nueva serie de récord en Apple TVApple ha confirmado que Pluribus es ya la producción más vista de toda la historia del servicio. No ha dado números concretos, pero sí un dato: ha superado a Separación, que hasta ahora era la serie de referencia de la plataforma, además de a clásicos como Ted Lasso o The Morning Show.
{"videoId":"x9sjkfq","autoplay":true,"title":"Trailer Pluribus", "tag":"", "duration":"123"}El contexto ayuda a entender la dimensión. Ted Lasso fue, durante años, la carta de presentación de Apple TV para el gran público. Separación llegó después con una propuesta mucho más arriesgada, casi de culto, y acabó coronándose tras el estreno de su segunda temporada. Pluribus solo ha necesitado unas cuantas semanas y una primera temporada todavía en emisión para adelantar por la derecha a ambas.
La primera temporada tiene nueve episodios y el final está previsto para el 26 de diciembre. La serie ya tiene una segunda temporada confirmada y, por lo que ha ido comentando su creador, la historia está pensada para desarrollarse a lo largo de varias temporadas más.
Parece "otra serie de zombis", pero nunca hemos visto nada asíSi uno mira por encima la sinopsis o ve los primeros minutos del episodio uno, es inevitable pensar que estamos ante terreno conocido. Una señal misteriosa del espacio, un incidente en un laboratorio y un contagio rápido. Sobre el papel, tiene todos los ingredientes de la enésima historia de apocalipsis viral que hemos visto mil veces en cine y televisión.
Sin embargo, quedarse en esa primera impresión es un error, porque la serie utiliza esos clichés precisamente para revertirlos. Pluribus juega con nosotros durante un rato para luego girar la historia en una dirección distinta. Lo que se expande por el mundo no es un virus que convierte a la gente en monstruos descerebrados, sino algo mucho más raro: una infección que los hace felices.
A partir de ahí, la humanidad empieza a conectarse a una conciencia común. El mundo, en apariencia, funciona mejor que nunca. El precio que se paga es la individualidad. En medio de esa nueva realidad está Carol, una escritora que resulta ser inmune. A partir de aquí comienza todo, y no puedo entrar en más detalles por no darte más spoilers.
Cómo ver Pluribus gratis (y legalmente) ahora mismoSi todo esto te suena interesante y todavía no tienes Apple TV, la buena noticia es que el calendario juega a tu favor. Con el final de temporada fijado para el 26 de diciembre, estás en un momento ideal para entrar, ponerte al día y, si quieres, hacerlo sin pagar un solo euro. Hoy por hoy, estas son las opciones más sencillas.
Por un lado, están las promociones ligadas a hardware. Si estas Navidades cae en tus manos un iPhone, iPad, Mac o Apple TV nuevos, tienes tres meses de servicio incluidos. La oferta suele aparecer directamente en la app Apple TV cuando configuras el dispositivo por primera vez o en los días posteriores. Es importante tener en cuenta que no se aplica a accesorios como AirPods o Apple Watch: tiene que ser uno de esos cuatro productos.
También siguen activas las promociones con algunos fabricantes y consolas. Si tienes una PlayStation 4 o 5 y nunca has iniciado sesión en la app de Apple TV desde ahí, merece la pena abrirla y comprobarlo. Algo parecido ocurre con muchos televisores LG recientes, donde la app suele ofrecer periodos promocionales de varios meses nada más abrirla o desde la sección de ofertas del propio sistema.
Y, aunque no tengas nada de lo anterior, siempre queda la vía más directa: la prueba gratuita del propio servicio. Apple sigue ofreciendo 7 días gratis a nuevas suscripciones. Si te organizas un poco, una semana da de sobra para ver los nueve episodios de Pluribus sin prisas. Otra alternativa es probar Apple One por primera vez: el paquete que agrupa varios servicios de la compañía incluye un mes de prueba, y en ese mes también tienes acceso completo al catálogo de series y películas.
Una vez pasada la prueba, la suscripción se queda en 9,99 euros al mes. En un momento en el que casi todas las plataformas están subiendo precios, añadiendo publicidad y complicando sus planes, sigue siendo una de las opciones más bajas en coste y más cuidadas en catálogo: sin anuncios, con calidad 4K y sonido de primer nivel, y con posibilidad de compartirla con tu familia.
Plan con anuncios (HD)
Plan sin anuncios (HD/4K)
Netflix
Estándar con anuncios: 6,99 euros
HD: 13,99 euros
4K: 19,99 euros
HBO
Estándar con anuncios: 6,99 euros
HD: 10,99 euros
4K: 15,99 euros
Disney+
Estándar con anuncios: 6,99 euros
HD: 10,99 euros
4K: 15,99 euros
Amazon Prime
Estándar con anuncios: 4,99 euros
4K Sin anuncios: +1,99 euros
APPLE TV
-
4K 9,99 euros
Puede que te acerques solo por curiosidad, para ver de qué va la serie que ha roto todos los registros de la plataforma. Pero es bastante probable que, cuando termines, te quedes disfrutando de las otras series que Pluribus ha sobrepasado en tiempo récord.
En Applesfera | Apple TV y sus estrenos: las próximas series, películas y documentales que veremos en su catálogo
En Applesfera | Las 19 mejores películas de Apple TV según la crítica y cómo verlas sin pagar un solo euro
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La noticia
El creador de 'Breaking Bad' ha superado a 'Separación' en tiempo récord. Y lo mejor: hay formas de ver su nueva serie sin que te cueste un euro
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Guille Lomener
.
Cómo hacer un autodiagnóstico de tu Samsung Galaxy paso a paso
Si tu móvil empieza a ir raro, se cuelga, la batería se agota antes de tiempo o alguna función deja de responder, lo normal es pensar que ha llegado la hora de pasar por el servicio técnico. Pero antes de dar ese paso, tu Samsung Galaxy tiene una herramienta muy potente llamada Samsung Members, que te permite revisar por tu cuenta qué está pasando y en qué estado se encuentra el dispositivo.
Nos referimos a la aplicación Samsung Members y, en concreto, a su función de diagnóstico y autocomprobación. Con ella puedes analizar en pocos minutos la batería, la pantalla, la cámara, los altavoces, la conexión de red y muchas otras partes del teléfono. Así tendrás una idea bastante clara de si el problema es serio o se puede solucionar con unos pequeños ajustes sin moverte de casa.
Información importante antes de usar el autodiagnósticoEl contenido que vas a leer tiene un carácter informativo y orientativo. No sustituye en ningún caso a la documentación oficial que acompaña a tu dispositivo, como el manual de usuario, las guías de configuración o las instrucciones de montaje. Para conocer todos los detalles técnicos y las indicaciones más precisas, es fundamental que consultes esos documentos que vienen con tu Galaxy.
Ten en cuenta también que las características del software, las funciones y las opciones de Samsung Members pueden cambiar con las actualizaciones sin previo aviso. La marca no se hace responsable de daños directos o indirectos, lesiones o perjuicios que puedan derivarse del uso de la información que se proporciona en este tipo de contenidos formativos, así que conviene utilizar estas indicaciones como apoyo, pero no como única referencia.
¿Qué es Samsung Members y por qué merece la pena usarlo?Samsung Members es una aplicación oficial de Samsung pensada para los usuarios de dispositivos Galaxy y diseñada como un centro de soporte, comunidad y diagnóstico. Suele venir preinstalada en la mayoría de móviles recientes de la marca y actúa como punto de entrada para resolver dudas, revisar el estado del teléfono y acceder a ventajas exclusivas.
Dentro de la app encontrarás un apartado de soporte técnico personalizado disponible 24/7, con el que puedes obtener ayuda para problemas con el sistema, las aplicaciones, la batería, la conectividad y otros fallos habituales. Este soporte se adapta a tu modelo concreto de Galaxy y a la versión de software que estás utilizando.
Otro de los grandes atractivos de Samsung Members son sus beneficios y promociones exclusivas. Desde la propia aplicación se pueden conseguir pruebas gratuitas de servicios, suscripciones temporales a plataformas musicales, ofertas en aplicaciones, eventos especiales y distintos tipos de recompensas pensadas para usuarios Galaxy.
Además, Samsung Members incluye una sección de comunidad donde puedes intercambiar información, trucos y opiniones con otros usuarios. Es un buen lugar para descubrir soluciones que a otros ya les han funcionado, comentar problemas frecuentes y aprender a sacarle más partido a tu móvil en el día a día.
Uno de los recursos más prácticos es el bloque de preguntas frecuentes organizadas por temas, como batería, aplicaciones, ajustes del sistema, conectividad o seguridad. Desde ahí también es posible enviar consultas a expertos de Samsung o remitir informes de errores cuando algo no funciona como debería.
La función de diagnóstico en Samsung MembersDentro de Samsung Members, el apartado de Diagnóstico es el que te permite hacer un autodiagnóstico completo del Samsung Galaxy. Esta herramienta está pensada para que cualquier usuario, sin necesidad de tener conocimientos técnicos, pueda revisar el estado de más de 24 funciones y componentes del teléfono.
El módulo de Diagnóstico analiza aspectos clave como el rendimiento de la batería, la tarjeta SIM, la red móvil, el NFC y el Bluetooth. También revisa si la conectividad Wi‑Fi funciona como debe y ayuda a detectar posibles problemas con la recepción o el envío de datos.
Además, el sistema de pruebas de Samsung Members comprueba elementos físicos como los altavoces, el micrófono, la cámara principal y la frontal. En algunos casos te pedirá que realices acciones sencillas, como sacar una foto o reproducir un sonido, para confirmar que todo responde correctamente.
La pantalla y los sensores tampoco se quedan fuera. El diagnóstico incluye test de pantalla táctil, sensores de movimiento, reconocimiento facial y otros elementos que intervienen en el uso diario del móvil. Así se puede localizar si un toque no se registra, si el reconocimiento no es estable o si algún sensor se comporta de forma extraña.
Una de las ventajas de esta función es que puedes optar por un diagnóstico completo de todas las pruebas o seleccionar únicamente los componentes que te interesen. Por ejemplo, si solo te preocupa la batería y el rendimiento de la red, puedes centrarte en esos apartados sin necesidad de revisar el resto de funciones.
Requisitos previos: tener tu Samsung Galaxy actualizadoPara que la función de diagnóstico de Samsung Members funcione al máximo nivel, es importante que el software de tu Galaxy esté completamente actualizado. Las nuevas versiones suelen incorporar mejoras en la estabilidad, corrección de errores y nuevos test de comprobación.
Comprobar si tienes actualizaciones pendientes es muy sencillo. Solo tienes que ir al menú «Ajustes» del dispositivo y abrir el apartado «Actualización de software». Desde ahí puedes ver si hay nuevas versiones disponibles para tu modelo.
Dentro del menú de actualización, pulsa en la opción «Descargar e instalar». Si el sistema detecta una versión más reciente de Android o de la capa de personalización de Samsung, te mostrará el tamaño del archivo y las notas de la versión antes de comenzar la descarga.
Una vez iniciada la descarga, solo queda seguir las indicaciones que aparecen en pantalla hasta que la instalación se complete. Es recomendable que tengas batería suficiente o que mantengas el teléfono conectado al cargador durante el proceso, y que dispongas de una conexión Wi‑Fi estable para no consumir demasiados datos móviles.
¿Cómo instalar y abrir Samsung Members?En la mayoría de smartphones Galaxy recientes, la aplicación Samsung Members viene preinstalada de fábrica en el dispositivo, normalmente dentro de la carpeta de apps de Samsung o en el cajón de aplicaciones junto al resto de herramientas del sistema.
Si por algún motivo no aparece en tu móvil, puedes descargarla desde la Google Play Store o Galaxy Store buscando «Samsung Members». Una vez localizada, solo tendrás que instalarla como cualquier otra aplicación gratuita.
Cuando abras la app por primera vez, es posible que te pida iniciar sesión con tu cuenta Samsung. Este paso permite vincular tus datos, preferencias, informes y beneficios a tu perfil, de forma que puedas acceder a todo desde cualquier dispositivo Galaxy que uses con esa misma cuenta.
¿Cómo hacer un autodiagnóstico completo paso a paso?Una vez tengas instalada y actualizada la aplicación, ya puedes utilizar la función de Diagnóstico para realizar un análisis completo de tu Samsung Galaxy. El proceso es guiado y bastante intuitivo, y no necesitas conocimientos técnicos para completarlo.
El primer paso es abrir Samsung Members y entrar en el apartado de «Ayuda» o «Asistencia», dependiendo de la versión de la aplicación que tengas. Este suele concentrar todas las herramientas relacionadas con el soporte y las comprobaciones del dispositivo.
Dentro de Ayuda encontrarás la sección de «Diagnóstico» o «Comprobaciones», donde se listan las pruebas disponibles. Ahí verás las distintas categorías que puedes analizar y un acceso directo para revisar, de una sola vez, todos los elementos del teléfono.
Si quieres revisar tu Galaxy a fondo, selecciona la opción «Probar todo» (o similar, como «Comprobar todo»). De esta forma, la app iniciará un recorrido por todos los test: batería, memoria, cámara, altavoces, conectividad, pantalla táctil, sensores y otras funciones relevantes.
Durante el autodiagnóstico, puede que la aplicación te pida interactuar manualmente con ciertas funciones. Por ejemplo, puede solicitar que pulses sobre diferentes puntos de la pantalla, que escuches un tono en los altavoces, que hables cerca del micrófono o que desbloquees el móvil con el reconocimiento facial.
Cada una de las pruebas se irá marcando como correcta o con incidencias según los resultados que obtenga el sistema. En algunos apartados también puede aparecer información adicional, como el estado de desgaste de la batería o la intensidad de la señal de la red móvil en ese momento.
Cuando se complete el recorrido por todos los test, podrás consultar un resumen de resultados desde la misma pantalla de Diagnóstico. Normalmente verás una lista con los elementos revisados, indicando cuáles funcionan bien y cuáles podrían requerir atención o revisión adicional.
¿Cómo hacer diagnósticos específicos de funciones concretas?No siempre es necesario lanzar todas las pruebas. Si ya sabes qué parte del móvil te preocupa, puedes usar el diagnóstico de forma más selectiva y centrarte en funciones concretas, como la batería, la cámara o el sonido.
En lugar de pulsar en «Probar todo», elige en la lista la función específica que quieras analizar. Por ejemplo, «Batería», «Pantalla táctil», «Altavoz», «Bluetooth» o «Tarjeta SIM». Al tocar sobre una de ellas, Samsung Members iniciará solo los test relacionados con ese componente.
El procedimiento es parecido al del diagnóstico completo: la app ejecutará las pruebas necesarias para esa función, te pedirá que realices ciertas acciones si hace falta, y te mostrará el resultado indicando si ha detectado un comportamiento normal o algún tipo de anomalía.
Esta opción de análisis individual viene muy bien cuando llevas tiempo notando fallos repetidos en una misma parte del dispositivo. Por ejemplo, si la pantalla no responde bien a los toques en un área concreta, si el Bluetooth se desconecta con frecuencia o si los altavoces se oyen distorsionados.
¿Qué componentes y funciones puede revisar el diagnóstico?La herramienta de Diagnóstico de Samsung Members es capaz de comprobar más de 24 características y funciones distintas del teléfono. El listado exacto puede variar según el modelo y la versión de software, pero suele incluir los elementos más utilizados a diario.
Entre los componentes relacionados con la energía y la conectividad, el sistema revisa el estado de la batería, la tarjeta SIM, la red móvil, el Wi‑Fi, el NFC y el Bluetooth. De esta forma se puede saber si hay problemas de consumo excesivo, mala recepción de señal o fallos de emparejamiento con otros dispositivos.
En la parte de audio y multimedia, el diagnóstico analiza altavoces, micrófono, auriculares con cable y, según el modelo, también la salida de sonido por otros accesorios conectados. Durante estas pruebas suele reproducirse un tono o pedirse que hables cerca del móvil para detectar posibles distorsiones.
Las cámaras también se someten a examen. Se comprueba el funcionamiento de la cámara principal y la cámara frontal, verificando que pueden abrirse sin errores, que enfocan correctamente y que capturan imágenes como es debido. Algunas pruebas pueden pedirte que hagas una foto o que grabes un pequeño vídeo.
En cuanto a la interacción con el usuario, se revisa tanto la pantalla táctil como el panel de imagen. En el test táctil se suele mostrar una cuadrícula o un patrón para que toques diferentes zonas, lo que permite detectar áreas muertas o con menor sensibilidad.
También se analizan varios sensores internos, como los relacionados con el reconocimiento facial, la orientación del dispositivo y el movimiento. Gracias a estas pruebas se puede comprobar si el móvil detecta correctamente cuando lo giras, cuando lo acercas a la cara o cuando lo alejas del oído durante una llamada.
¿Por qué es útil el autodiagnóstico antes de ir al servicio técnico?Usar la función de Diagnóstico de Samsung Members antes de acudir a una tienda o a un servicio de reparación te ayuda a entender mejor qué está fallando en tu Galaxy. Eso hace que la conversación con el técnico sea más clara y que sea más fácil explicar qué ocurre exactamente.
En muchos casos, el autodiagnóstico puede indicar que todo funciona correctamente a nivel de hardware y que el problema está relacionado con alguna aplicación concreta, con la configuración o con un conflicto de software. En estas situaciones, quizá puedas solucionar el fallo ajustando opciones, restaurando una app o actualizando el sistema.
Si las pruebas señalan fallos repetidos en un componente (por ejemplo, batería con estado degradado, altavoz que no responde o sensor que no se activa), es una señal de que conviene plantearse la reparación en un servicio técnico oficial. Llevar el informe de las pruebas realizadas puede acelerar el diagnóstico profesional.
Además, esta herramienta sirve para hacer una especie de revisión periódica del estado general del móvil. Aunque tu Galaxy parezca funcionar bien, no está de más pasar las pruebas de vez en cuando para detectar pequeños problemas antes de que se conviertan en algo más grave.
¿Cómo enviar informes de error a Samsung desde Samsung Members?Si encuentras un fallo extraño que no termina de solucionarse, Samsung Members te permite enviar un informe de error directamente a Samsung. Esto ayuda a que la marca pueda analizar lo que ha ocurrido y, si es necesario, introducir cambios en futuras actualizaciones para evitar que se repita.
Para hacerlo, ve de nuevo al apartado de «Ayuda» dentro de Samsung Members. Ahí, además de la sección de Diagnóstico, verás la opción de enviar informes sobre problemas detectados durante el uso del teléfono.
Dentro de ese menú, toca en «Informes de error». Se abrirá una lista con diferentes categorías o funcionalidades: batería, aplicaciones, red, pantalla, sonido y otras áreas en las que puede haberse producido el fallo que quieres reportar.
Selecciona la opción que mejor se ajuste al problema y elige también con qué frecuencia has experimentado el error. Puede ser algo puntual o un fallo que se repite a menudo; indicar esta información ayuda mucho a la hora de buscar la causa.
Cuando envías el informe, los datos se remiten a Samsung para que analicen la situación y estudien posibles mejoras. Una vez revisado, es habitual que recibas una respuesta o recomendación a través de la propia aplicación Samsung Members, con pasos a seguir o con información sobre actualizaciones futuras.
¿Cuándo acudir a un servicio técnico oficial Samsung?Si después de realizar el autodiagnóstico ves que algunas pruebas indican fallos claros o notas que el teléfono sigue comportándose de forma anómala, puede haber llegado el momento de llevar el móvil a un servicio técnico oficial Samsung. Esto es especialmente importante cuando se sospecha un problema de hardware o cuando hay partes físicas dañadas.
Los servicios técnicos autorizados cuentan con profesionales especializados en la reparación de terminales Galaxy, acceso a piezas originales y herramientas específicas para diagnosticar a fondo el dispositivo. Esto permite abordar tanto problemas internos como externos sin comprometer la calidad del equipo.
Otra ventaja de acudir a un centro homologado es que se mantienen las condiciones de la garantía del teléfono. Reparar el móvil en lugares no autorizados puede suponer la pérdida de la cobertura oficial, mientras que en un servicio técnico certificado se respetan los procedimientos y repuestos indicados por la marca.
Algunos servicios cuentan también con redes de tiendas físicas en distintas ciudades, lo que facilita entregar el dispositivo en persona y gestionar la reparación con mayor comodidad. En muchas ocasiones te informarán previamente de plazos estimados y posibles costes, sobre todo si el terminal ya está fuera de garantía.
Usar la app Samsung Members como compañero de tu Galaxy es una forma muy sencilla de tener siempre a mano herramientas de diagnóstico, soporte técnico, comunidad y beneficios exclusivos. Gracias a su función de autodiagnóstico puedes comprobar el estado real de tu teléfono, localizar posibles fallos, enviar informes de error y decidir con más criterio cuándo merece la pena acudir a un servicio técnico oficial para reparar tu dispositivo. Comparte esta información y más usuarios sabrán cómo funciona Samsung Members.
Cómo usar Bluesky en Android: guía completa paso a paso
Si te estás preguntando cómo usar Bluesky en Android sin volverte loco con menús, feeds y opciones nuevas, estás en el lugar perfecto. Bluesky se ha convertido en la alternativa más interesante a X (la antigua Twitter), y en esta guía vamos a verla a fondo para que la domines desde tu móvil como si llevaras meses dentro.
A lo largo del artículo vas a descubrir qué es exactamente Bluesky, cómo registrarte, cómo publicar, cómo funcionan los feeds personalizados, qué ofrecen sus herramientas de seguridad, cómo migrar parte de tu red desde X y qué la diferencia realmente de Threads o Mastodon. Todo explicado en español de España, con ejemplos pensados para móvil Android y sin rodeos innecesarios.
¿Qué es Bluesky y por qué tanta gente se está mudando?Bluesky es una red social de microblogging basada en mensajes cortos, muy similar a lo que fue Twitter en sus buenos tiempos: publicaciones breves, respuestas, republicaciones, citas, me gusta, hashtags y un diseño muy reconocible con predominio del color azul.
Su objetivo principal es construir un espacio menos tóxico, con más control del usuario y menos dependencia de algoritmos que deciden por ti qué tienes que ver. Mucha gente ha abandonado X por el ambiente enrarecido, la desinformación, los cambios constantes y el impulso de contenido polémico, y Bluesky intenta justo lo contrario: transparencia, cronologías claras y herramientas de moderación potentes.
La plataforma nació inicialmente como un proyecto dentro de la propia Twitter, cuando Jack Dorsey todavía estaba al mando. La idea era crear un protocolo abierto y descentralizado para redes sociales. Tras la llegada de Elon Musk, ese proyecto se independizó, tomó vida propia y terminó convertiéndose en Bluesky, una alternativa que ya compite con opciones como Threads o Mastodon.
Uno de sus pilares técnicos es el protocolo AT (Authenticated Transfer Protocol), una tecnología de código abierto pensada para que tu identidad, tus datos y tus conexiones no queden secuestrados en una única aplicación. La visión a largo plazo es que puedas moverte entre distintas apps compatibles llevando contigo tu cuenta, tus contactos y tu historial.
A nivel de estructura, Bluesky apuesta por un modelo descentralizado con distintos servidores o proveedores de alojamiento interconectados, cada uno con sus normas y su estilo de moderación. Hoy la mayoría de usuarios está en el servidor oficial Bluesky Social, pero la base del sistema está preparada para que existan muchas instancias sin que todo dependa de una sola empresa.
A diferencia de Threads o Mastodon, Bluesky no utiliza ActivityPub, el estándar del fediverso, sino su propio protocolo AT. Esto implica que de momento no puedes interactuar de forma nativa con otras redes descentralizadas, algo que para algunos es una desventaja importante en cuanto a Internet abierto.
¿Cómo funciona Bluesky en el día a día?En el uso cotidiano, Bluesky funciona como una red de mensajes cortos donde sigues cuentas y ves lo que publican en tu feed. Puedes responder, hacer repost, citar con comentario, dar me gusta, compartir enlaces y publicar tus propios posts.
Las publicaciones admiten texto con un límite aproximado de 256-300 caracteres, además de imágenes, vídeos, GIF y emojis. Si te quedas corto, puedes crear hilos encadenando varios mensajes, igual que se hacía con los antiguos hilos de Twitter.
Por defecto dispones de un feed cronológico con los mensajes de las personas a las que sigues en orden temporal, sin algoritmos que reordenen todo ni anuncios metidos con calzador. A partir de ahí puedes añadir otros feeds personalizados basados en algoritmos concretos que eliges tú.
Además, tienes acceso a un buscador para encontrar usuarios, publicaciones, hashtags y feeds; un sistema de listas de usuarios; paquetes de inicio que agrupan cuentas y feeds recomendados; y un feed Discover o Discovery que propone contenido popular según tus intereses.
Bluesky incluye también mensajes privados entre usuarios. De momento los DMs se centran en texto, pero cumplen de sobra si quieres mantener conversaciones más personales sin que el resto del mundo se entere.
Instalar Bluesky en Android y crear tu cuentaDurante su fase inicial, Bluesky solo admitía usuarios por invitación, pero desde 2024 el registro está abierto a cualquiera. El proceso en Android es sencillo y no te llevará más de unos minutos.
Lo primero es instalar la app de Bluesky desde Google Play. Abre la tienda en tu móvil Android, busca “Bluesky” y descarga la aplicación oficial. Si lo prefieres, también puedes entrar en tu navegador y visitar la web bsky.app, donde podrás iniciar sesión o crear la cuenta desde la versión web.
Al abrir la app por primera vez tendrás que elegir un proveedor de alojamiento. Verás varias opciones, pero si no quieres complicarte, selecciona Bluesky Social, que es el servidor principal donde está la mayoría de gente ahora mismo.
El proceso de alta te pedirá correo electrónico, contraseña y fecha de nacimiento. La plataforma está destinada a mayores de 13 años, y tendrás que confirmar tu dirección de correo mediante un email de verificación antes de seguir.
Después de esto pasarás a la elección de tu nombre de usuario, que normalmente tendrá el formato nombre.bsky.social. Tiene que tener al menos tres caracteres, puedes usar letras, números y guiones, y será la forma en la que otros podrán encontrarte dentro de la red.
Si cuentas con un dominio propio, Bluesky te permite usar la URL de tu web como identificador. Para ello debes añadir un pequeño código de verificación en tu sitio. De esta manera, si alguien ve un usuario tipo midominio.com sabrá que está vinculado realmente a esa página, funcionando como un sistema de pseudo-verificación sin necesidad de check azul de pago.
Por último, podrás subir una foto de perfil, una imagen de cabecera y redactar una breve biografía. No te obsesiones con dejarlo perfecto a la primera, porque todo se puede cambiar desde tu perfil más adelante cuando tengas clara tu presencia en la red.
Primer vistazo a la app de Bluesky en AndroidUna vez dentro, lo que verás será una interfaz muy familiar si vienes de X o Threads. La pantalla principal te muestra tu feed, y en la parte superior tendrás pestañas con los diferentes feeds que tengas anclados, como “Siguiendo” o “Descubrir”.
El feed de “Siguiendo” muestra las publicaciones de las cuentas que sigues en orden cronológico, sin mezclar con sugerencias raras. El feed de “Descubrir” te enseña contenido popular, cuentas recomendadas y temas que podrían interesarte según tu actividad inicial.
En la parte inferior o en un lateral, según la versión de la app, encontrarás iconos para acceder rápidamente a las secciones principales: búsqueda, notificaciones, mensajes privados, tu perfil y los ajustes. Con estos accesos te moverás por la app sin perderte en menús ocultos.
El buscador de Bluesky te permite encontrar usuarios, posts, hashtags y feeds personalizados. Al empezar, es buena idea buscar a personas que ya sigues en otras redes, medios de comunicación, creadores de contenido o comunidades de tu interés para ir llenando tu cronología.
Además, existe una sección específica de “Feeds” donde se agrupan tus algoritmos personalizados. Aquí verás “Mis feeds”, con los que ya has añadido, y por otro, “Descubrir nuevos feeds”, donde puedes explorar un amplio catálogo de algoritmos creados por la comunidad.
¿Cómo publicar en Bluesky desde tu móvil Android?Para crear tu primer post en Android solo tienes que tocar el botón de “Nuevo post” en la pantalla principal. Se abrirá un cuadro de texto donde podrás escribir tu mensaje, añadir menciones con @, meter hashtags y usar emojis.
El texto tiene un límite de caracteres de alrededor de 256-300, según la evolución de la plataforma. Si se te queda corto, puedes crear un hilo: en la parte inferior del editor verás un botón con un símbolo “+” para ir añadiendo mensajes encadenados y publicar todo ese hilo de una sola vez.
Debajo del cuadro de texto encontrarás las opciones para adjuntar imágenes, vídeos o GIF que tengas en tu móvil. Bluesky permite subir contenido multimedia de forma muy similar a X. Además, puedes añadir texto alternativo a las imágenes para mejorar la accesibilidad de tus publicaciones.
Antes de publicar, verás un pequeño desplegable donde se indica quién puede interactuar con tu mensaje. Aquí puedes decidir si cualquiera puede responder, solo las personas que sigues, solo las cuentas mencionadas o directamente nadie, lo que es útil para anuncios o comunicados sin debate.
En esa misma pantalla también puedes desactivar que tu publicación pueda ser citada, de manera que nadie pueda hacer una cita con comentario sobre tu mensaje. Esta configuración se guarda y se mantiene para futuros posts hasta que la cambies de nuevo.
Si quieres publicar en un idioma concreto, puedes modificar manualmente el idioma del post. Tocando el idioma que aparece junto al contador de caracteres se abre una lista para elegir la lengua, algo útil si sueles alternar entre varios idiomas en tu cuenta.
Interactuar con otros: respuestas, me gusta, repost y citasDebajo de cada publicación verás iconos muy similares a los de Twitter: una burbuja para responder, dos flechas para repostear y un corazón para marcar “me gusta”.
Si tocas la burbuja, podrás responder directamente a ese post. Tu respuesta aparecerá vinculada al mensaje original y se mostrará en la sección de respuestas, de forma que se pueda seguir la conversación con claridad.
Con el icono de las flechas podrás elegir entre hacer un repost simple o un repost con cita. El repost simple comparte el contenido original con tus seguidores tal cual, mientras que la cita te permite añadir tu propio comentario sobre ese mensaje, a modo de mini reseña o reacción.
El corazón sirve para indicar que una publicación te ha gustado o te parece interesante. Ten en cuenta que los me gusta son públicos, por lo que cualquier persona puede ver qué contenido has marcado, algo importante si cuidas tu imagen profesional o pública.
En el menú de tres puntos de cada post dispones de opciones adicionales, como copiar el enlace directo a la publicación para compartirlo en otras aplicaciones o sitios web. También encontrarás la función para copiar el texto del post, de forma que no tengas que seleccionar manualmente palabra por palabra.
Desde ese mismo menú puedes usar la opción de traducir el contenido del post. Bluesky abrirá un navegador interno con Google Translate y pegará el texto automáticamente para que se traduzca, lo cual no es lo más elegante del mundo, pero al menos te saca del apuro con publicaciones en idiomas que no dominas.
Feeds personalizados: el arma secreta de BlueskyUna de las cosas más especiales de Bluesky es su sistema de feeds personalizados que funcionan como algoritmos elegidos por ti. En lugar de tener una única cronología manipulada por la plataforma, aquí puedes instalar diferentes vistas temáticas y alternar entre ellas según te apetezca.
En la sección de Feeds verás, por un lado, “Mis feeds” con los que ya has añadido, tanto los que están anclados a la pantalla principal como los que no, y por otro, “Descubrir nuevos feeds”, donde puedes explorar un amplio catálogo de algoritmos creados por la comunidad.
Encontrarás feeds que muestran todas las publicaciones en español en orden cronológico, otros dedicados a temas concretos como tecnología, política, música, ciencia ficción o deporte, y también algunos que se centran solo en cuentas que te siguen a ti aunque tú no las sigas, o en contenido muy popular tipo “Discover”.
Cuando entras en la ficha de un feed, puedes anclarlo a tu pantalla de inicio para que aparezca como pestaña en la parte superior de la app, o simplemente guardarlo en “Mis feeds” para tenerlo accesible pero sin ocupar espacio visible todo el rato.
Cada feed tiene su propia URL única que puedes compartir con otros usuarios. Así, si encuentras un feed especialmente útil, puedes pasar el enlace a tus amigos o seguidores para que también lo instalen en su cuenta.
Además de feeds sueltos, existen “paquetes de inicio” o starter packs, que son colecciones que incluyen varias cuentas recomendadas y a veces feeds concretos asociados a un tema. Siguiendo un paquete puedes montar muy rápido una cronología decente en torno a un interés específico.
Trucos y configuraciones avanzadas del feedDentro de los ajustes de Bluesky, en el apartado de contenido y medios, encontrarás opciones para modificar cómo se muestran las respuestas en los hilos. Puedes hacer que aparezcan primero las más recientes, las más antiguas, las que más me gusta han recibido o incluso priorizar las respuestas de las personas a las que sigues.
También tienes la posibilidad de ajustar el comportamiento del feed de “Siguiendo”. Desde las preferencias del feed puedes desactivar que se muestren respuestas, reposts o citas en tu cronología principal, dejando solo las publicaciones originales de la gente a la que sigues para reducir el ruido.
Si instalas un feed tipo Discover basado en algoritmo, podrás domar lo que te muestra a través de las opciones “ver más” o “ver menos como este” en el menú de cada post. De esta manera vas afinando el tipo de contenido que te propone ese algoritmo concreto.
Opciones de seguridad, moderación y privacidadBluesky ha puesto un enfoque muy fuerte en la moderación y la protección frente a contenido no deseado. Desde la sección de Moderación en los ajustes de la app puedes controlar al detalle qué quieres ver y con quién quieres tratar.
Para empezar, puedes b loquear, silenciar o restringir cuentas. Bloquear impide que esa persona pueda seguirte, interactuar contigo o verte con facilidad; silenciar hace que dejes de ver lo que publica, pero sin que la otra parte reciba ninguna alerta; y restringir hace que sus respuestas en tus posts no sean públicas de forma automática.
Otra herramienta muy potente son las listas de moderación masiva. Puedes crearlas tú mismo o suscribirte a listas públicas que agrupan cuentas problemáticas, como perfiles de spam, bots, usuarios tóxicos o grupos que se dedican a molestar. Con un solo clic puedes silenciar o bloquear a todos los integrantes de esa lista.
En el mismo apartado encontrarás un sistema para silenciar palabras, etiquetas y expresiones concretas. Si hay temas que no te apetecen en absoluto, puedes hacer que las publicaciones que contengan esos términos se oculten por completo o aparezcan detrás de un aviso de contenido sensible.
Bluesky también ofrece filtros específicos para contenido adulto o sensible. Puedes decidir si quieres ver publicaciones con desnudez no sexual, por ejemplo artística, si prefieres que aparezcan con aviso o si directamente no quieres que se muestren en tus feeds.
Otra opción interesante es la “visibilidad de desconexión”, que permite que tu contenido solo pueda verse si el usuario que te busca está conectado con su propia cuenta. De esta forma, personas que navegan sin iniciar sesión no podrán acceder fácilmente a tus publicaciones.
La plataforma incluye además herramientas de detección de enlaces sospechosos y verificación de correo para reducir el spam y las cuentas falsas. Y en la configuración de mensajes directos puedes limitar quién puede escribirte: todo el mundo, solo seguidores o directamente nadie.
Buscar contenido como un pro: comandos y filtrosEl motor de búsqueda de Bluesky no se limita a escribir palabras sueltas, sino que admite comandos avanzados para localizar publicaciones concretas de forma muy precisa.
Para buscar posts con un hashtag concreto, solo tienes que escribirlo con la almohadilla delante, por ejemplo #tecnología o #Xataka. El buscador te mostrará las publicaciones que usen esa etiqueta.
Si quieres localizar una frase exacta, debes escribirla entre comillas. Por ejemplo, si buscas «Hola mundo», verás solo los posts donde aparezca esa expresión tal cual, con esas palabras juntas y en ese orden.
Para acotar el resultado a publicaciones de un usuario específico, puedes usar el comando from:. Por ejemplo, si introduces Hola from:usuario.bsky.social, la búsqueda mostrará los posts de esa cuenta donde aparezca la palabra Hola.
También puedes buscar publicaciones que mencionen a una cuenta concreta, usando los comandos to:usuario.bsky.social o mention:usuario.bsky.social. Esto es útil si quieres ver qué se dice sobre alguien o qué conversaciones se han generado alrededor de ese perfil.
En lugar de escribir tu propio usuario, puedes usar el atajo me para referirte a tu cuenta. Así, si pones from:me verás tus publicaciones, y si utilizas mentions:me verás los posts en los que otros te han mencionado.
Otro filtro muy útil es el de idioma mediante el comando lang:. Si añades lang:es verás resultados en español, y si utilizas lang:en, resultados en inglés. Estos filtros se pueden combinar con otros comandos para refinar aún más la búsqueda.
Por último, Bluesky permite acotar las publicaciones por fecha con since: y until: en formato AAAA-MM-DD. Por ejemplo, Hola since:2024-10-01 until:2024-11-14 mostrará posts con la palabra Hola publicados entre esas dos fechas.
Funciones extra: hilos, mensajes privados, listas y más trucosAdemás de publicar mensajes sueltos, puedes crear hilos formados por varias publicaciones enlazadas. Solo tienes que empezar un post, pulsar el botón “+” en la parte inferior del editor e ir añadiendo mensajes. Cuando publiques, todo el hilo aparecerá ordenado para que cualquiera pueda leerlo de principio a fin.
Bluesky incluye la posibilidad de anclar una publicación en la parte superior de tu perfil. Desde el menú de opciones de un post tuyo puedes fijarlo como destacado, de forma que sea lo primero que vea quien entre en tu cuenta, ideal para hilos importantes, presentaciones o anuncios.
Los mensajes privados se gestionan desde el icono de chat en la parte inferior de la app. Al pulsarlo, puedes iniciar una nueva conversación tocando el botón “+” y eligiendo el usuario. También es posible empezar un DM directamente desde el perfil de una persona a través del botón de “Enviar mensaje”.
Si una conversación pública se descontrola, puedes silenciar un hilo concreto para dejar de recibir notificaciones de ese post y de todas sus respuestas. Esta opción aparece en el menú de opciones de la publicación. Si más tarde cambias de opinión, puedes “desmutear” el hilo desde el mismo sitio.
Otra característica interesante son las listas de usuarios, que te permiten agrupar cuentas por temática o tipo de relación (trabajo, amigos, medios, etc.). Estas listas pueden ser privadas o compartidas, y te ayudan a organizar mejor a quién sigues o incluso a estructurar tus propias listas de moderación.
Migrar desde X (Twitter) a BlueskyUno de los dolores de cabeza al cambiar de red social es perder contacto con la gente a la que seguías. Bluesky no dispone de una herramienta oficial para importar seguidos desde X, pero sí existen soluciones de terceros que intentan facilitarte el proceso.
El primer paso es descargar una copia de tus datos de X desde la sección de configuración, en el apartado de descarga de datos (x.com/settings/download_your_data). Ese archivo incluirá información sobre tus seguidores, seguidos y actividad en la plataforma.
Con esos datos puedes recurrir a herramientas como Follow the Sky, Skeeter o Sky Follower Bridge. Follow the Sky te permite subir tu lista de seguidos de Twitter y te indica quién tiene cuenta en Bluesky para que puedas seguirles allí.
Skeeter funciona de forma similar, pero además puede trabajar también con datos exportados desde Mastodon, analizando los archivos .js que genera X con tu información para encontrar coincidencias en Bluesky.
Sky Follower Bridge destaca por su sencillez: instalas una extensión en tu navegador, entras en las páginas de seguidores y seguidos de X, y la extensión marca automáticamente qué usuarios tienen cuenta en Bluesky, facilitando que los sigas allí en bloque.
Estas herramientas no son perfectas y, sobre todo, requieren que confíes tus datos personales a servicios externos. Es probable que no localicen a todo el mundo y existe el riesgo de que esa información pueda ser utilizada con fines comerciales, así que conviene usarlas con cabeza y leer bien sus condiciones.
Diferencias clave entre Bluesky, X, Threads y MastodonAunque visualmente Bluesky recuerde mucho a la antigua Twitter, su filosofía y sus mecanismos internos son bastante distintos. Conviene tener claras las diferencias entre Bluesky y Twitter para decidir si te encaja.
Frente a X, Bluesky ofrece un entorno hoy por hoy más limpio, menos polarizado y con menos presencia de campañas organizadas. No es un paraíso, pero de momento la toxicidad es mucho menor y la toma de decisiones parece menos caprichosa que en la etapa actual de Musk.
Comparada con Threads, la gran ventaja de Bluesky es que no te impone un único feed algorítmico. En Threads, la cronología mezcla sin parar publicaciones de gente que sigues con sugerencias, y el algoritmo manda. Con Bluesky puedes quedarte con un feed cronológico puro, instalar solo los algoritmos que te interesen y decidir cuál es tu vista principal.
En relación con Mastodon, Bluesky opta por simplificar la experiencia de la descentralización. En Mastodon tienes que elegir servidor, entender su comunidad y lidiar con algunos conceptos algo técnicos; en Bluesky el alta se parece más a la de cualquier red social tradicional, aunque por debajo funcione con un sistema de servidores interconectados.
Debilidades de BlueskySu mayor punto débil para quienes abogan por un Internet muy abierto es que Bluesky no se integra con el fediverso mediante ActivityPub, sino que utiliza su propio protocolo. Esto hace que no puedas interactuar directamente con Mastodon, Threads o otras redes basadas en ese estándar.
Tampoco existe un sistema de verificación tradicional con insignias de pago, aunque se suple en parte con la posibilidad de usar tu dominio web como nombre de usuario, lo que actúa como forma de identificación fiable para marcas, medios o profesionales.
A cambio, Bluesky ofrece feeds personalizados, herramientas de moderación avanzadas y ausencia de anuncios en su estado actual, lo que hace que la experiencia de uso sea bastante agradable para quienes valoran un entorno más controlado y sin ruido comercial constante.
Funciones disponibles y límites actuales de BlueskySi miramos el conjunto, Bluesky ya dispone de las principales funciones que se esperan de una red de microblogging moderna. Puedes publicar texto corto, fotos, vídeos y GIFs, crear hilos, usar hashtags, enviar mensajes privados y personalizar tu perfil con imágenes y biografía.
Sobre cada publicación puedes dar me gusta, responder, hacer repost, citar, copiar el enlace y traducir el texto mediante servicios externos. Además, el buscador unificado te permite encontrar usuarios, posts y feeds desde un solo cuadro de búsqueda.
En materia de seguridad tienes a tu disposición bloqueo completo de cuentas, silencio, restricción de respuestas, listas de bloqueo masivo, filtros por palabras clave, avisos de contenido sensible y opciones para evitar que tu contenido sea visible para usuarios sin sesión iniciada.
En el lado de las carencias, todavía se echa en falta un sistema de analíticas avanzado para creadores de contenido y marcas (más allá de ver me gusta, respuestas y compartidos), así como un ecosistema de monetización claro y estable. Algunas opciones multimedia se han ido añadiendo poco a poco y no siempre al mismo ritmo que en plataformas gigantes como X o Instagram.
El crecimiento de la red en los últimos meses ha sido notable, con picos de altas diarias muy elevados y decenas de millones de usuarios registrados. Eso también ha provocado algunas interrupciones puntuales y problemas técnicos, normales en una plataforma en plena expansión.
Ultimas consideraciones sobre BlueskyCon todo lo que ofrece hoy, Bluesky se ha convertido en una opción muy sólida para quienes buscan una “Twitter alternativa” en su móvil Android: sin invitaciones, con control sobre lo que ves, con feeds personalizados, buenas herramientas de moderación y una comunidad que, por ahora, se percibe más ilusionada y menos crispada que en otras redes.
Con esta guía ya deberías tener claro qué es Bluesky, cómo instalarla y usarla en Android, cómo configurar tu experiencia con feeds personalizados y filtros, cómo mantener tu cuenta limpia con las herramientas de moderación y cómo empezar a reconstruir tu red si vienes de X, así que a partir de aquí el siguiente paso es abrir la app, trastear sin miedo y hacer de Bluesky un espacio que se adapte de verdad a ti. Comparte esta guía para que otros usuario sepan todo sobre Bluesky.
The Rise of Jun Aslan. Tráiler de EXODUS
Cómo usar scrcpy desde Windows para controlar Android paso a paso
Si alguna vez has querido manejar tu móvil Android desde el PC como si fuera una ventana más, sin lags raros, sin apps llenas de publicidad y sin root, scrcpy es justo lo que estabas buscando. Es una herramienta ligera, gratuita y de código abierto que se ha convertido en la favorita de desarrolladores, formadores y usuarios curiosos que quieren exprimir al máximo su teléfono.
Con scrcpy puedes ver la pantalla de tu Android en Windows, Mac o Linux y controlarlo con ratón y teclado, ya sea por USB o de forma inalámbrica. Además, ofrece funciones avanzadas como grabación de pantalla, ajuste de resolución, conexión por red y un montón de parámetros para tunear el rendimiento a tu gusto. Vamos a ver, paso a paso y con mucho detalle, cómo usar scrcpy desde Windows para controlar Android y qué más cosas interesantes puedes hacer con él.
Qué es scrcpy y qué lo hace tan especialScrcpy (abreviatura de “screen copy”) es una herramienta de escritorio que muestra en una ventana la pantalla de tu Android y te permite controlarlo en tiempo real. La desarrolla Genymobile y se distribuye como software libre, con todo el código publicado en GitHub, lo que la hace transparente y muy mantenida por la comunidad.
A diferencia de un emulador, scrcpy no simula un dispositivo Android, sino que usa tu móvil real; lo que ves es la pantalla de tu teléfono transmitida al PC con muy baja latencia y una calidad de imagen sorprendentemente buena. Todo sucede en cuestión de milisegundos, así que la sensación es prácticamente la de estar usando el móvil directamente.
Otra ventaja clave es que no necesitas instalar nada en el teléfono ni hacer root. Scrcpy “empuja” un pequeño servidor temporal al dispositivo usando ADB, lo ejecuta, y a partir de ahí cliente y servidor se comunican mediante un protocolo propio que envía vídeo y entrada de teclado/ratón. Cuando cierras scrcpy, en el móvil no se queda nada instalado.
El flujo interno funciona así: al conectar tu Android al PC y lanzar scrcpy, se inicia un servidor en el móvil que captura la pantalla y la codifica en tiempo real. El cliente en el ordenador recibe los fotogramas, los decodifica y los pinta en una ventana, mientras que cada clic o pulsación que haces en el PC se envía de vuelta al dispositivo como eventos táctiles o de teclado. Todo esto sucede de forma transparente para el usuario.
Scrcpy se ha ganado su fama porque es muy ligero, gratuito, multiplataforma y sin publicidad. Existen otras aplicaciones que hacen algo parecido, pero muchas son pesadas, apps adicionales en el móvil, añaden latencia o ponen mil pegas. Scrcpy, en cambio, es una herramienta “joyita”: abre rápido, va fluida y se integra de maravilla con el flujo de trabajo en un ordenador.
Requisitos previos para usar scrcpy con AndroidAntes de lanzarte a descargar nada, conviene tener claros los requisitos mínimos para que scrcpy funcione bien con tu teléfono Android. La lista es corta, pero importante.
En primer lugar, necesitas un dispositivo Android con versión 5.0 (Lollipop) o superior. Cualquier móvil o tablet con API 21 en adelante debería funcionar, incluyendo versiones modernas como Android 12 o 13, siempre que el fabricante no haya capado las opciones de desarrollador.
También es imprescindible activar la depuración USB en el dispositivo, ya que scrcpy se apoya en ADB (Android Debug Bridge) para comunicarse con el móvil. Sin depuración USB no hay forma de que el PC pueda controlar el teléfono de manera segura.
En el lado del ordenador, scrcpy es compatible con Windows, macOS y Linux. Necesitarás una versión razonablemente actual del sistema y permisos para instalar paquetes o ejecutar binarios. En la práctica, con un PC de hace unos años ya puedes mover scrcpy sin problemas.
Por último, te vendrá bien contar con un buen cable USB que no se desconecte a la mínima, sobre todo si piensas usar scrcpy por cable. Los cables de mala calidad pueden provocar cortes aleatorios y hacer que la sesión se caiga justo cuando más lo necesitas.
Cómo descargar e instalar scrcpy en Windows, Mac y LinuxEl modo de conseguir scrcpy cambia un poco según el sistema operativo, pero en todos los casos el proceso es bastante directo y rápido. Lo más habitual es usarlo en Windows, aunque el comportamiento es muy similar en cualquier plataforma.
En Windows, lo normal es descargar un archivo comprimido con todos los ejecutables desde el repositorio oficial de scrcpy en GitHub. Allí encontrarás paquetes para 32 y 64 bits; basta con elegir el que corresponda a tu sistema.
Una vez descargado el ZIP, solo tienes que extraer su contenido en una carpeta de tu elección (por ejemplo, Escritorio\scrcpy o C:\Herramientas\scrcpy). No hay instalador como tal: dentro de la carpeta encontrarás archivos como scrcpy.exe y scrcpy-noconsole.exe listos para lanzar.
En macOS el camino más cómodo es tirar de Homebrew o MacPorts para instalar scrcpy desde la terminal. Con Homebrew, por ejemplo, basta con ejecutar un comando del estilo brew install scrcpy y el gestor de paquetes se ocupa del resto, instalando dependencias y dejando el binario disponible en el sistema.
En Linux, scrcpy suele estar en los repositorios oficiales de muchas distribuciones. En Debian o Ubuntu puedes instalarlo con apt install scrcpy, mientras que en Arch Linux se usa pacman -S scrcpy. El resultado es el mismo: el comando scrcpy queda disponible en la terminal y ya puedes empezar a usarlo sin más pasos.
Cómo activar la depuración USB en tu AndroidLa depuración USB es la llave que permite al PC comunicarse con tu móvil a través de ADB. Es una opción pensada para desarrolladores, pero activarla es sencillo y reversible; no afecta al funcionamiento normal del teléfono si la usas con cabeza.
El primer paso es habilitar las opciones de desarrollador en el dispositivo, que suelen venir ocultas por defecto. Para ello, entra en Ajustes, busca el apartado Acerca del teléfono o Información del software y localiza el Número de compilación.
Cuando lo encuentres, pulsa varias veces seguidas (normalmente siete) sobre Número de compilación hasta que veas un mensaje del estilo “Ahora eres desarrollador” o “Las opciones de desarrollador se han activado”. Ese es el indicador de que el menú oculto ya está disponible.
A continuación, vuelve al menú principal de Ajustes y busca Opciones de desarrollador u Opciones para desarrolladores. Entra ahí, desplázate hasta encontrar la opción Depuración USB y actívala. Es posible que el sistema te muestre un aviso de seguridad explicando qué implica; confirma para continuar.
A partir de ese momento, cuando conectes el móvil al ordenador con depuración activa, te aparecerá en el teléfono un cuadro de diálogo para autorizar la depuración USB con ese PC en concreto. Es recomendable marcar la casilla de “Permitir siempre desde este ordenador” si vas a usar scrcpy con frecuencia, así no tendrás que aceptar la ventana cada vez.
Conectar el móvil al PC y lanzar scrcpy por USBCon scrcpy descargado en tu ordenador y la depuración USB activada en el móvil, ya puedes hacer la primera conexión entre Android y Windows (o el sistema que uses) usando un cable USB. Este es el método más estable y el que ofrece menor latencia.
Empieza por conectar el dispositivo Android al PC mediante el cable. El sistema puede instalar controladores ADB si es la primera vez; deja que termine el proceso. En el móvil debería aparecer la ventana pidiendo permiso para la depuración con ese ordenador, que tendrás que aceptar.
En Windows, ve a la carpeta donde descomprimiste scrcpy y ejecuta scrcpy.exe o scrcpy-noconsole.exe. El primero abre también una consola con información y posibles errores; el segundo solo muestra la ventana del móvil y es más limpio visualmente si ya sabes que todo funciona.
Al lanzarse, scrcpy se encargará de iniciar el servidor en el teléfono, establecer la conexión ADB y empezar a transmitir la pantalla. En cuestión de segundos aparecerá una ventana en el escritorio con la pantalla de tu Android, lista para ser controlada con ratón y teclado.
A partir de ahí, puedes mover el cursor como si fuera tu dedo, hacer clic para tocar, arrastrar para deslizar y escribir en cualquier campo usando el teclado físico. Incluso es posible arrastrar archivos desde el explorador del PC hasta la ventana de scrcpy para copiarlos al teléfono, lo que resulta muy cómodo para pasar documentos, APKs o imágenes.
Uso inalámbrico de scrcpy: conectar por red (Wi‑Fi)Si te molesta estar atado a un cable, scrcpy también permite controlar Android desde el PC de forma inalámbrica a través de la red, utilizando ADB sobre TCP/IP. El rendimiento depende de la calidad del Wi‑Fi, pero para muchas tareas es más que suficiente.
La idea general es que primero conectas el dispositivo por USB solo para activar la depuración por red y después te comunicas con él mediante su dirección IP, sin necesidad del cable. Esto es especialmente útil si quieres moverte por la habitación con el móvil o si el puerto USB está dañado.
En una terminal o consola de comandos, se suele ejecutar un comando ADB para habilitar la depuración sobre red indicando el puerto, y luego se llama a scrcpy con un parámetro del tipo –tcpip=IP_DEL_MÓVIL:PUERTO. El formato típico sería algo similar a scrcpy –tcpip=192.168.1.1:5555, sustituyendo la IP por la del dispositivo en tu red local.
Una vez establecido el enlace, puedes desconectar el cable USB y seguir usando scrcpy solo a través de Wi‑Fi. La ventana seguirá mostrando la pantalla del móvil y aceptarás las interacciones con el ratón y el teclado como siempre, solo que ahora ambos dispositivos se comunican por la red.
Ten en cuenta que, para que todo funcione fino, PC y móvil deben estar conectados a la misma red y es preferible que la señal no sea débil. Si notas mucho retraso o tirones, probablemente se deba a la calidad de la conexión inalámbrica, no a scrcpy en sí.
Opciones y comandos avanzados de scrcpyUsar scrcpy “a pelo”, simplemente ejecutando el comando sin parámetros, es suficiente para la mayoría de usuarios. Aun así, la herramienta esconde un buen número de opciones avanzadas que permiten ajustar resolución, tasa de fotogramas, grabación y otros aspectos para adaptar la experiencia a tus necesidades.
Una de las funciones más útiles es la grabación de la pantalla del dispositivo directamente desde scrcpy. Puedes hacer que todo lo que ocurra en la ventana se guarde en un archivo de vídeo añadiendo el parámetro adecuado al comando, por ejemplo indicando un nombre de archivo MP4.
También puedes limitar la resolución máxima de la imagen transmitida para reducir el consumo de ancho de banda y rebajar la carga sobre el PC. Esto es especialmente interesante si tu ordenador no es muy potente o si la red es algo justita y notas saltos al mover la pantalla.
Scrcpy permite igualmente modificar la tasa de fotogramas (FPS) a la que se envía el vídeo. Reducirla a 30 FPS o menos puede ser una buena idea si priorizas estabilidad frente a fluidez, mientras que mantenerla alta da más suavidad en juegos o animaciones, a costa de mayor uso de recursos.
En sistemas Linux, la herramienta ofrece además opciones como simular un teclado físico a través de HID o incluso exponer la pantalla del dispositivo como una webcam virtual, lo cual puede resultar muy interesante para streamings o videoconferencias en las que quieres mostrar la pantalla del móvil como si fuera una cámara.
Si quieres ver la lista completa de parámetros, solo tienes que abrir una terminal en la carpeta de scrcpy y ejecutar scrcpy –help. Aparecerá un resumen exhaustivo de todas las banderas disponibles, con explicaciones breves de lo que hace cada una, tal y como se detalla también en la documentación del proyecto en GitHub.
Casos de uso prácticos y ventajas para distintos perfilesScrcpy se ha popularizado no solo entre usuarios avanzados, sino entre desarrolladores, formadores, comerciales y técnicos de soporte, ya que resuelve problemas muy concretos de manera sencilla y eficiente.
Para los desarrolladores de apps Android, poder mostrar en una pantalla grande lo que ocurre en un móvil real mientras se depura es oro puro. Pueden enseñar el funcionamiento de la aplicación en tiempo real durante una demo, grabar vídeos de presentación o reproducir errores que solo aparecen en hardware físico con toda comodidad y usar gestores para controlar tus apps.
En entornos de ventas y presentación de producto, scrcpy ayuda a mostrar aplicaciones móviles a clientes sin tener que pasarles el dispositivo de mano en mano. Basta con proyectar la pantalla del PC o compartirla en una videoconferencia para que todos vean el comportamiento de la app en un teléfono real.
Los consultores y especialistas en soporte remoto pueden usarlo para diagnosticar problemas en dispositivos Android viendo exactamente lo que ocurre en el terminal del usuario, siempre que tengan acceso físico o remoto al PC al que se conecta el móvil.
Educadores, creadores de contenido y youtubers también sacan mucho partido a scrcpy, ya que permite grabar tutoriales, cursos y demostraciones de apps o juegos móviles con una calidad muy alta y sin necesidad de capturadoras externas. Simplemente replican la pantalla del Android en el PC y graban esa ventana con su software habitual.
A nivel usuario, scrcpy es perfecto para usar el móvil mientras trabajas en el ordenador sin tener que estar cambiando la vista constantemente. Puedes contestar mensajes, revisar apps o escribir textos largos usando el teclado físico sin tocar el teléfono, algo que se agradece mucho en el día a día.
Scrcpy frente a otras alternativas y herramientas similaresExisten bastantes soluciones para duplicar la pantalla de Android en el PC o controlarlo de forma remota, pero no todas juegan en la misma liga. Muchas requieren instalar una app pesada en el móvil, dependen de servicios en la nube, muestran anuncios o introducen una latencia que hace la experiencia bastante pobre.
Lo que ha hecho que scrcpy barra del mapa a buena parte de estas alternativas es que combina ligereza, ausencia total de publicidad, código abierto y resultados de alta calidad. No se queda nada residente en el teléfono cuando terminas, no pide registros raros ni credenciales y no mete bloatware en el sistema.
Hay herramientas comerciales que añaden funciones de gestión remota más complejas o integraciones corporativas, y otras opciones que ofrecen interfaces más “amigables” con menos terminal y menos comandos, pero casi siempre a cambio de renunciar al control fino que da scrcpy o de soportar límites y restricciones.
Scrcpy se ha posicionado como la opción ideal para quienes priorizan rendimiento, flexibilidad y transparencia. Al ser open source, cualquier usuario puede revisar el código, reportar errores o incluso contribuir con mejoras, lo que ha permitido que la herramienta se mantenga muy viva y adaptada a las nuevas versiones de Android.
Si aun así te resultan engorrosos ciertos comandos o prefieres algo totalmente orientado al usuario final, siempre puedes combinar scrcpy con alternativas más visuales y de “clic y listo” para tareas concretas, pero teniendo claro que difícilmente igualarán la fluidez y control que ofrece scrcpy en escenarios exigentes.
Tras recorrer cómo funciona scrcpy, cómo instalarlo en distintos sistemas, cómo activar la depuración USB, conectar por cable o por red y aprovechar sus opciones avanzadas, queda claro que esta herramienta es una de las formas más potentes y sencillas de controlar un Android desde Windows (o cualquier otro sistema de escritorio); ya sea para trabajar más cómodo, hacer demostraciones profesionales o grabar contenidos, scrcpy ofrece una combinación de calidad, rapidez y libertad que cuesta encontrar en otras soluciones, todo sin necesidad de root, sin apps extra en el móvil y sin renunciar a tu dispositivo físico.
Consejos clave si cambias de un iPhone a un Android
Dar el salto de un iPhone a un móvil Android puede parecer un pequeño caos, pero con unos consejos claros y algo de preparación previa puedes mudarte de sistema sin dramas ni datos perdidos. No se trata solo de encender el nuevo teléfono y ya está: fotos, contactos, chats, calendarios, música y contraseñas tienen que viajar contigo.
En esta guía tienes reunidos todos los consejos clave si cambias de un iPhone a un Android, combinando lo que explican Apple, Google, Samsung y medios especializados, pero contado en un castellano cercano y práctico. Verás qué puedes transferir, qué no, qué apps usar (Smart Switch, Switch to Android, Google Drive, Google One, etc.) y qué detalles conviene ajustar para que la experiencia en Android sea lo más parecida posible a la que tenías en iOS… o incluso mejor.
Pasos previos antes de abandonar tu iPhoneAntes de tocar el nuevo móvil, conviene que dejes tu iPhone listo: esto reduce muchísimo las posibilidades de perder contenido y de llevarte un susto después. Lo primero es asegurarte de que todo lo importante del iPhone está guardado en alguna copia de seguridad, ya sea de Apple (iCloud) o de Google.
Entra en los ajustes del iPhone, toca en tu nombre (ID de Apple) y ve a iCloud para activar la sincronización de contactos, calendario, notas, recordatorios, fotos y el resto de apartados que te interesen. Así te quedará un respaldo completo en la nube de Apple, aunque después vayas a vivir en Android.
Además, es muy buena idea usar herramientas de Google ya en el iPhone. Si instalas Google Drive o Google One en iOS, podrás crear una copia de seguridad directamente en tu cuenta de Google con contactos, calendario y fotos, que se restaurarán casi solas al encender el móvil Android.
Por último, intenta que el cambio no sea a lo loco: mantén tu iPhone encendido y sin formatear durante al menos unos días mientras pruebas el Android. Así, si detectas que falta alguna foto, un documento o una app con datos importantes, podrás recuperarlos a tiempo.
Qué cuenta vas a usar: de Apple ID a GoogleCuando pasas de iOS a Android, también cambias de ecosistema. Tu Apple ID sigue existiendo, pero en el mundo Android mandarás con tu cuenta de Google (tu correo de Gmail). Es la que se usará para la Play Store, para las copias de seguridad y para sincronizar contactos, calendarios, contraseñas y demás.
Si no tienes todavía una, crea una cuenta de Gmail antes de encender el Android, o hazlo durante la configuración inicial del nuevo móvil. Todo lo que migres desde el iPhone se vinculará a ese usuario, así que elige una dirección que vayas a usar a largo plazo.
Aunque dejes de usar iPhone, no borres tu Apple ID ni tu cuenta de iCloud: podrás seguir entrando en iCloud.com desde el navegador de tu Android para ver fotos, notas, recordatorios o documentos que se hayan quedado allí.
Copias de seguridad: iCloud, Google Drive y Google OneAntes de meternos con cables y apps de migración, deja hechas las copias gordas. Cuanto más respaldo tengas, menos dependes de que falle el proceso automático entre iPhone y Android.
En el iPhone, entra en Ajustes > tu nombre > iCloud y revisa qué tipos de datos se están copiando (fotos, contactos, calendarios, etc.). Luego entra en “Copia en iCloud” y pulsa “Realizar copia de seguridad ahora”. Esto guardará el estado completo del iPhone en la nube de Apple, por si algún día necesitas volver o consultar algo desde la web.
Después, instala Google Drive o Google One en el iPhone. Desde sus ajustes, entra en la sección de copia de seguridad y marca contactos, calendario y fotos. Comprueba que las fotos se suben con calidad original para no perder resolución; si tienes muchísimas, quizá te toque ampliar almacenamiento con Google One.
Si te preocupa la música que tienes en iTunes, puedes instalar Google Play Music Manager en tu ordenador (o su alternativa actual) para subir hasta decenas de miles de canciones a la nube de Google. Así las tendrás accesibles en tu Android sin depender del cable.
Cómo mover contactos, fotos y calendario del iPhone a AndroidLos tres pilares básicos de cualquier cambio de móvil son siempre los mismos: contactos, fotos y calendario. La buena noticia es que son de lo más sencillo de trasladar si sigues el camino correcto.
Con Google Drive o Google One en tu iPhone puedes lanzar una copia que envía todos los contactos a Google Contacts, las citas al calendario de Google y las fotos a Google Fotos. Solo tendrás que iniciar sesión con esa cuenta de Google en el Android para que todo aparezca casi al instante.
Si prefieres el método clásico, también puedes exportar tus contactos desde iCloud.com en formato vCard y luego importarlos en Gmail. En iCloud, selecciona todos los contactos, pulsa en “Export vCard” y guarda el archivo. Después, en los contactos de Google en la web, usa la opción “Importar” y selecciona ese fichero.
En cuanto a las fotos, otra opción oficial es entrar en privacy.apple.com con tu Apple ID y solicitar una copia de las fotos y vídeos de iCloud para enviarlos a Google Fotos. Apple transferirá automáticamente el contenido que tengas en iCloud a tu cuenta de Google, sin que tengas que descargar nada al ordenador.
El calendario también puede ir sincronizado con una app específica si tienes un móvil Samsung. Por ejemplo, hay aplicaciones en Play Store como “Sync for iCloud Calendar” que, con una contraseña específica de Apple para apps de terceros, sincronizan eventos de iCloud con el calendario de Samsung y viceversa.
Configurar el nuevo móvil Android con los datos del iPhoneCuando enciendas tu Android por primera vez, el asistente de inicio te preguntará si quieres copiar aplicaciones y datos desde otro dispositivo. Aquí es donde entra en juego la transferencia directa desde el iPhone, ya sea con cable o de forma inalámbrica.
Si tu móvil trae Android 12 o superior, o es un Pixel o un Samsung reciente, lo habitual es que tengas la opción de conectar un cable USB‑C a Lightning (o USB‑C a USB‑C si tu iPhone es de los nuevos con ese puerto). El método con cable es el que más datos consigue mover: fotos, vídeos, SMS, historial de llamadas, apps compatibles, chats de WhatsApp, notas, fondos de pantalla, música y más.
En el proceso, el asistente te pedirá que selecciones qué tipos de datos quieres copiar. Lo más cómodo es marcarlo todo y dejar que transfiera mientras terminas de configurar idioma, WiFi, PIN, huella y demás. Asegúrate de que la pantalla del iPhone no se bloquea durante la copia y de que ambos móviles tienen suficiente batería o están conectados al cargador.
Si por lo que sea tu Android no permite conectar el iPhone con cable, se apoyará en las copias de Google Drive o Google One que ya hiciste. También puede invitarte a usar la app Cambiar a Android (Switch to Android) desde tu iPhone, que funciona de forma inalámbrica.
Usar la app Cambiar a Android (Switch to Android)Google ofrece una aplicación oficial llamada Cambiar a Android (Switch to Android) que facilita el proceso sobre todo si no tienes un cable compatible a mano. Eso sí, necesitas un móvil con Android 12 o superior y que tu iPhone tenga al menos iOS 15.
Durante la configuración inicial del Android, en el paso de copiar apps y datos, verás una opción del estilo “¿No tienes cable?” o “No tengo un cable válido”. Si la eliges, el móvil te mostrará un código QR que tienes que escanear con la cámara del iPhone para descargar la app Cambiar a Android.
Una vez instalada, abres la app en el iPhone, inicias sesión en tu cuenta de Google y sigues los pasos que te vaya indicando. Este método permite copiar contactos, eventos del calendario, fotos y vídeos, pero no todo lo que se mueve con el cable (por ejemplo, se quedan fuera algunos SMS, música local, llamadas o WhatsApp completo).
Es importante que durante todo el proceso de traspaso inalámbrico tengas ambos móviles conectados a la misma red WiFi y que estén cargados o enchufados, ya que la transferencia puede tardar desde unos minutos hasta varias horas dependiendo de la cantidad de datos.
Opciones específicas si tu nuevo móvil es un Samsung GalaxySi das el salto de iPhone a un Galaxy, Samsung pone a tu disposición su propia herramienta: Samsung Smart Switch. Está pensada justo para esto y suele venir ya preinstalada en los Galaxy más recientes.
Durante la configuración inicial del Samsung, el asistente te preguntará si quieres traer datos desde otro teléfono. Elige la opción de iPhone, conecta ambos dispositivos con el cable correspondiente y autoriza en el iPhone el acceso a los datos cuando te aparezca el mensaje de confianza.
Smart Switch permite transferir fotos, vídeos, contactos, SMS, historial de llamadas, calendario, parte de tu configuración y, muy importante, los chats de WhatsApp de iOS a Android (en modelos compatibles). Simplemente marca WhatsApp al seleccionar lo que quieres copiar y sigue las instrucciones.
Una vez finalizada la transferencia, el Galaxy se encargará de descargar desde Play Store las apps que tenías en el iPhone y que existen también en Android. Las apps exclusivas de iOS, evidentemente, no aparecerán y tendrás que buscar alternativas equivalentes.
WhatsApp, iMessage y otras apps de mensajeríaUno de los temas que más preocupan al cambiar de plataforma son los chats. No todas las apps guardan las conversaciones igual, así que hay diferencias importantes entre WhatsApp, Telegram, iMessage y otros servicios.
En Telegram, Messenger, Instagram y mensajerías similares no tienes que hacer absolutamente nada especial: los chats están ligados a tu cuenta y se almacenan en los servidores del servicio. Basta con iniciar sesión en tu Android y tendrás todo como en el iPhone.
Con WhatsApp es más delicado. De forma nativa, las copias se guardan en iCloud en iPhone y en Google Drive en Android. Desde hace tiempo, sin embargo, ya es posible pasar tus conversaciones de iOS a Android durante la configuración inicial usando cable (o con Smart Switch en los Galaxy compatibles). El asistente de cambio te mostrará un código QR para que lo escanees con el iPhone y confirmes la transferencia de chats.
iMessage es otro cantar: es un sistema exclusivo de Apple. No existe versión para Android, ni forma oficial de llevarte las conversaciones. Lo único que debes hacer sí o sí es desactivar iMessage en tu iPhone antes de quitar la SIM, entrando en Ajustes > Mensajes y apagando iMessage (y de paso FaceTime). Si no lo haces, los mensajes de otros iPhone pueden seguir quedándose atrapados en el antiguo dispositivo.
Si ya no tienes el iPhone y olvidaste desactivar iMessage, todavía puedes pedir desde la web de soporte de Apple que desvinculen tu número del servicio para evitar que los SMS se pierdan por el camino.
Qué datos y aplicaciones no se pueden trasladar (o cuesta más)Por mucho que los sistemas hayan mejorado en compatibilidad, hay algunos elementos que no viajan de iPhone a Android de forma directa. Conviene saberlo de antemano para no llevarse decepciones.
En general, no se transfieren las aplicaciones de pago compradas en la App Store ni sus compras internas o suscripciones hechas directamente allí. Son dos tiendas diferentes, dos ecosistemas diferentes; si quieres la misma app de pago en Android, te tocará volver a comprarla en Google Play (salvo que el desarrollador gestione licencias por su cuenta y no dependan de la tienda).
Tampoco se suelen mover los datos internos de muchas aplicaciones (ajustes, partidas de juegos, bases de datos locales…). Algunas apps sí se sincronizan con una cuenta propia o con redes sociales, y en ese caso recuperarás el historial al iniciar sesión en el Android. Pero en otras muchas tendrás que empezar de cero.
Además, hay tipos de información especialmente sensibles que se quedan en el entorno Apple: datos de salud, notas de voz, llavero de contraseñas de iCloud, marcadores de Safari o alarmas, entre otros. Algunos podrías exportarlos a mano o a través del ordenador, pero no esperes que el asistente de migración se encargue de todo.
Otra cosa que no se migra automáticamente es tu eSIM. Tendrás que pedir a tu operador que te genere un nuevo código QR para instalar la eSIM en el Android, o bien usar una SIM física si aún la tienes.
Contraseñas, llaveros y autocompletado en AndroidEl llavero de iCloud es muy cómodo en iPhone, pero cuando cambias a Android toca reorganizarte un poco. La buena noticia es que puedes exportar tus contraseñas del iPhone en un archivo CSV y luego importarlas al gestor de Google o al de Samsung.
En iOS, entra en la configuración del navegador (Safari) y busca la opción para exportar contraseñas. El sistema generará un archivo .csv que deberás guardar de forma segura. Después, en Android, puedes importarlo en Google Password Manager o en Samsung Pass y seleccionar uno de ellos como gestor por defecto.
Para que el autocompletado funcione de manera fluida, es recomendable usar Gboard (el teclado de Google) y marcar en ajustes de idioma y entrada que Google sea tu administrador de contraseñas principal. La experiencia es muy parecida a la de iOS: los campos de usuario y contraseña se rellenan prácticamente solos.
Como siempre que manejas archivos con claves, borra el archivo en cuanto termines la importación y evita dejarlo tirado en el almacenamiento del móvil o del ordenador por seguridad.
Ajustes y trucos para adaptar Android si vienes de iPhoneMás allá de los datos, hay muchos pequeños detalles de uso diario que cambian al pasar de iOS a Android. Algunos usuarios echan de menos funciones concretas del iPhone, pero existen trucos y aplicaciones que imitan bastante bien ese comportamiento.
Si tienes un Samsung y echas de menos que la pantalla se encienda al llegar una notificación, puedes usar apps como Glimpse que activan la pantalla cada vez que entra un aviso. Así la experiencia se parece más al comportamiento del iPhone.
Para los nostálgicos de la Isla Dinámica, hay apps como Dynamic Spot que recrean algo similar en Android: un área flotante configurable que muestra música, navegación, temporizadores y notificaciones en la parte superior de la pantalla. Puedes ajustar tamaño, posición y qué apps se muestran.
Si te gustaba tocar la pantalla para activarla, muchos Android lo permiten con la opción de pantalla siempre encendida. Basta con configurarla para que solo se muestre al tocar y tendrás un gesto muy parecido al “tap to wake” de iOS: un toque para encender la pantalla sin pulsar el botón físico.
Y si sigues atado a iCloud para notas, recordatorios o fotos antiguas, puedes abrir iCloud.com desde Chrome, iniciar sesión y usar la opción de “añadir a pantalla de inicio”. Así obtendrás una especie de app web de iCloud en tu Android, siempre a mano para consultar o gestionar tus datos de Apple.
Batería y rendimiento tras el cambio de iPhone a AndroidUna de las cosas que más desconciertan cuando te pasas a Android es cómo se muestra el consumo de batería. Muchos modelos ofrecen estadísticas muy detalladas de uso por hora y por aplicación, lo que hace que algunos usuarios se obsesionen un poco más que con el iPhone.
Como referencia, puedes considerar que un consumo de alrededor del 10 % de batería por hora de uso de pantalla (dependiendo de las apps) es relativamente normal. Juegos pesados y apps de vídeo o mapas gastan más que mensajería o navegadores. Si quieres datos finos, apps como AccuBattery te dan un desglose exhaustivo.
Para ahorrar batería, muchos Android permiten poner apps en “suspensión” o “suspensión profunda”. Esta función hace que las aplicaciones que no usas apenas no puedan ejecutarse en segundo plano, reduciendo el gasto. Eso sí, evita poner en suspensión profunda apps de mensajería o correo, porque podrían dejar de llegar notificaciones.
Otras medidas típicas para exprimir autonomía son usar resolución FHD+ en vez de QHD, activar el tema claro si la pantalla no es OLED o calibrar la pantalla y ajustar las gamas de color, desactivar brillo adaptable si no te convence cómo se comporta, limitar la búsqueda automática de Bluetooth o desactivar la personalización de anuncios y servicios que consumen datos en segundo plano.
Ten en cuenta que la primera semana con un Android nuevo puede ser algo caótica, igual que pasa al estrenar un iPhone: el sistema indexa, descarga, restaura copias y ajusta fotos en segundo plano. Es normal notar más consumo de batería y cierto calentamiento durante esos días iniciales; suele estabilizarse solo.
Archivos sueltos, música y otros contenidos a no olvidarMás allá de fotos y contactos, es muy posible que tengas documentación variada repartida en carpetas del iPhone: PDFs, archivos descargados, proyectos de trabajo, etc. Esos contenidos no siempre entran en las copias automáticas, así que te conviene revisarlos uno a uno.
Abre la app Archivos en iOS y localiza todo aquello que quieras conservar. Puedes moverlo a iCloud Drive, subirlo a Google Drive o enviártelo por correo, Telegram o similar para recuperarlo luego en el Android. Lo importante es que nada se quede solo en el almacenamiento local del iPhone si te vas a deshacer de él.
Si tienes tus listas de reproducción en iTunes y quieres seguir disfrutándolas en Android, la estrategia pasa por usar servicios como Google Play Music (o su sustituto actual) para subir tu biblioteca musical a la nube. Una vez allí, podrás acceder desde el nuevo móvil o desde cualquier navegador.
Con los juegos sucede algo parecido a las apps: muchos guardan las partidas en servidores propios mediante login (correo, Facebook, Apple ID, etc.), mientras que otros lo almacenan solo en el dispositivo. Siempre que se pueda, activa las opciones de cuenta o sincronización en tus juegos favoritos antes de cambiar de móvil.
Finalmente, revisa tus apps autenticadoras (Google Authenticator, Authy y similares). Algunas permiten exportar claves a otro dispositivo; en otros casos tendrás que regenerar códigos 2FA en cada servicio. Hazlo con calma antes de perder el iPhone para evitar quedarte bloqueado fuera de tus cuentas.
Después de leer todo esto, se ve que cambiar de un iPhone a un Android no es tan dramático si dedicas un rato a preparar copias, elegir bien tu cuenta de Google y usar las herramientas oficiales de migración; así, tus fotos, contactos, chats y buena parte de tu configuración viajarán contigo, podrás suplir casi todas las funciones que echas de menos de iOS con apps o ajustes de Android y tendrás margen para pulir detalles mientras mantienes el iPhone unos días como salvavidas por si algo se ha quedado atrás.
Cómo sincronizar archivos entre Windows y Android con y sin SMB
Si sueles pasarte el día moviendo documentos, series, fotos o vídeos entre el PC y el móvil, seguro que ya has comprobado que vivir enganchado al cable USB es un auténtico tostón. Conecta, desconecta, busca la carpeta, arrastra archivos… y vuelta a empezar. Además, cuando manejas muchas subcarpetas o ficheros muy pesados, el método tradicional no es precisamente el más cómodo.
Por suerte, hoy en día puedes sincronizar archivos entre Windows y Android de mil maneras distintas, con y sin SMB: desde carpetas compartidas de toda la vida, pasando por sincronización P2P sin nube (Resilio, Syncthing), aplicaciones oficiales como Enlace a Windows, soluciones clásicas tipo AirDroid, hasta las nubes típicas como Google Drive, OneDrive o Dropbox. Vamos a repasar todas las opciones con calma, sus pros, sus pegas y cuándo compensa cada una.
Sincronizar Windows y Android con SMB y carpetas compartidas en red localCuando hablamos de SMB en este contexto nos referimos al típico recurso compartido de Windows al que accedes desde la red local. Básicamente conviertes una carpeta del PC en una especie de “servidor de archivos casero”, y desde el móvil entras a esa ruta como si fuera otra unidad más sin necesidad de cables ni de subir nada a Internet.
El primer paso es preparar en Windows una carpeta compartida con los permisos correctos. Creas o eliges una carpeta, entras en sus propiedades, pestaña Compartir, y la compartes con el usuario que prefieras (o con “Todos” si estás en una red doméstica muy controlada). En el Centro de redes y recursos compartidos conviene activar el uso compartido de archivos e impresoras en el perfil de red privada y, si quieres máxima comodidad, desactivar la protección por contraseña en “Todas las redes”.
Desde Android lo que necesitas es un explorador de archivos compatible con SMB: FX File Explorer, Cx Explorador de Archivos, Gestor de Archivos, RS Administrador de archivos, MiXPlorer, Solid Explorer o similares. En estas apps suele haber un apartado de “Red”, “LAN” o “Windows Host (SMB)” donde puedes escanear la red local o introducir manualmente la IP del PC, el nombre del recurso compartido y, si procede, tus credenciales de Windows.
Una vez enlazado, podrás navegar por las carpetas compartidas del PC y copiar, mover o borrar archivos desde el propio Android. Muchas de estas aplicaciones permiten además crear accesos directos a las rutas SMB, de forma que la próxima vez entras con un toque sin tener que configurar nada. Dependiendo del gestor, también podrás montar esa carpeta remota casi como si fuera local y automatizar copias o sincronizaciones puntuales.
En las opiniones de usuarios se repite bastante que las apps SMB de Android suelen ser sencillas pero les faltan funciones avanzadas: soporte más fino para múltiples carpetas en el mismo servidor, mejor recuperación ante cortes de Wi-Fi, conservación de fechas originales de los ficheros o la posibilidad de mantener sincronizaciones en segundo plano sin que el sistema cierre la app para ahorrar batería.
Compartir carpetas en Windows paso a paso y apps Android recomendadasPara que todo esto funcione bien conviene configurar correctamente el uso compartido de archivos en Windows. Desde el icono de red en la barra de tareas, entras a “Configuración de red e Internet”, abres el “Centro de redes y recursos compartidos” y revisas que en la red privada esté activa la opción de compartir archivos e impresoras. En el apartado de “Todas las redes” puedes decidir si quieres o no requerir contraseña.
Para compartir una carpeta concreta, haces clic derecho, entras en Propiedades, pestaña Compartir y pulsas en “Compartir…”. Ahí eliges a qué usuarios das acceso, normalmente el grupo “Todos” con permisos de lectura o lectura/escritura si es tu red de casa. Desde ese momento, lo que metas en esa carpeta será accesible desde Android mediante SMB siempre que estéis en la misma Wi-Fi.
En Android tienes varios gestores muy completos que se llevan de maravilla con SMB. Con FX File Explorer, por ejemplo, entras en la sección “Network”, tocas en añadir y eliges “Windows Host (SMB)”. La app puede escanear la red en busca de equipos con carpetas compartidas o dejarte introducir manualmente el host. Una vez añadido el PC, verás sus recursos compartidos como si fueran carpetas más.
Con Gestor de archivos (el clásico “File Manager” de Android), desde la pantalla principal entras en “Remoto”, añades una ubicación y seleccionas “Red local” o SMB. El programa escaneará la red, te mostrará el nombre del equipo Windows y, al tocarlo, te enseñará la lista de carpetas publicadas. Es una de las apps más bien valoradas en Google Play porque combina sencillez con buen soporte para LAN, FTP, WebDAV y nubes.
Otra alternativa es Cx Explorador de Archivos, que organiza el contenido en Local, Biblioteca y Red. Dentro de Red puedes crear una “Nueva ubicación”, el explorador detecta los equipos disponibles en LAN y tú eliges el Windows que te interese. Si en el PC has quitado la protección por contraseña para compartir, el acceso será directo y verás todas las carpetas SMB disponibles sin tener que teclear credenciales.
Si prefieres algo especializado, AndSMB es una app centrada casi exclusivamente en SMB/CIFS. Admite conexiones tanto en la red local como a través de VPN, permite subir y bajar archivos, gestionar directorios y funciona sin necesidad de root. Su punto fuerte es que no depende de otros exploradores: toda la gestión SMB se hace desde la propia aplicación.
SMB, SAMBA y acceso desde otros sistemas operativosEl protocolo SMB no es exclusivo de Windows. Gracias a Samba, los sistemas GNU/Linux y muchos NAS pueden compartir carpetas y hasta impresoras usando el mismo estándar, de forma que desde Windows, Android o macOS se ve todo prácticamente igual: equipos en red, recursos compartidos y permisos de usuario.
Un servidor Samba bien configurado te permite centralizar tanto archivos como colas de impresión. Las impresoras conectadas al servidor se exponen en la red y son accesibles desde distintos sistemas operativos, lo que simplifica muchísimos entornos mixtos donde conviven Windows, Linux y a veces macOS. Además, Samba se integra bien con LDAP y otros sistemas de autenticación para controlar usuarios y permisos de acceso.
En la práctica, Samba actúa como puente de interoperabilidad entre plataformas muy diferentes. Un servidor Linux con Samba puede comportarse de cara a Windows como si fuera un servidor de archivos más del dominio. Para Android esto es transparente: tu explorador SMB ve un recurso más y tú te limitas a abrir carpetas y a copiar archivos como si estuvieras conectando con un PC normal.
Sincronización directa 1:1 sin nube: Resilio Sync y SyncthingSi quieres ir un paso más allá y no solo acceder a carpetas SMB, sino mantener una carpeta de Windows y otra de Android sincronizadas 1:1 de forma continua sin Internet, las soluciones P2P sin nube son lo que buscas. Aquí destacan dos nombres: Resilio Sync y Syncthing.
Resilio Sync (el antiguo BitTorrent Sync) se basa en tecnología P2P para copiar datos directamente de un dispositivo a otro, sin pasar por servidores de terceros. Eso significa que el límite de espacio lo pone el almacenamiento de tus equipos, no una cuota de suscripción, y que tus archivos no acaban en la nube de ninguna compañía. Está disponible para Windows, macOS, Linux y también como app para Android e iOS.
En el PC descargas el cliente (Sync Home), lo instalas y, al abrirlo, introduces tu nombre y aceptas las condiciones. En la interfaz verás un botón “+” con el que puedes crear una “Carpeta estándar” sincronizada. Lo ideal es usar una carpeta fija como si fuera tu nube privada, donde ir guardando todo lo que quieras replicar en el resto de dispositivos.
Al añadir esa carpeta Resilio te deja elegir los permisos: solo lectura o lectura/escritura. Después puedes generar un enlace secreto o un código QR para compartir esa carpeta con el móvil. Dejas el QR en la pantalla del PC, coges el Android, abres la app de Resilio Sync, pulsas el “+” y escoges “Escanear código QR”. La app detecta la carpeta y te pregunta si quieres agregarla; al aceptar, comienza la sincronización en segundo plano.
En Android, Resilio trabaja sobre carpetas locales, normalmente dentro de Download/Sync/ (aunque puedes moverlas o cambiar la ruta). Si desactivas la “sincronización selectiva” para esa carpeta, la app se descargará todos los ficheros y mantendrá una copia completa en el teléfono, accesible desde cualquier otra aplicación. Mientras haya Wi-Fi y ambos dispositivos estén encendidos, los cambios se replican casi en tiempo real.
En iOS, Resilio se integra con la app Archivos: las carpetas sincronizadas aparecen como una ubicación más. Puedes abrir y guardar directamente ahí, aunque por las restricciones de iOS suele hacer falta abrir la app de Sync de vez en cuando para que todo se actualice. Aun así, es perfectamente válida para tener documentos compartidos entre iPhone, iPad y PC.
Por su parte, Syncthing es una alternativa open source, gratuita y muy centrada en la privacidad. Funciona también vía P2P, con cifrado de extremo a extremo y sin servidores centrales. Cada dispositivo tiene un identificador único que debes aprobar manualmente, de modo que nadie puede colarse en tu red de sincronización si tú no lo has autorizado. Está disponible para Windows, macOS, Linux, BSD y Android.
Una de las grandes ventajas de Syncthing es cómo maneja los cambios: divide los archivos en bloques y solo transmite lo que ha cambiado. Si modificas un trozo de un archivo grande, no vuelve a enviar el fichero entero, sino solo los bloques alterados. Esto ahorra ancho de banda, batería y tiempo, algo especialmente apreciable si sincronizas muchos gigas entre portátil y móvil.
La configuración básica es siempre la misma: instalas o ejecutas Syncthing en los dispositivos que quieras, defines las carpetas a sincronizar, compartes el ID de cada equipo y apruebas la vinculación. Después decides si una carpeta es de solo envío, solo recepción o bidireccional, y puedes activar versiones para mantener copias antiguas cuando se sobrescribe algo. Una vez hecho, te olvidas: el servicio se queda corriendo en segundo plano.
Por qué muchos usuarios evitan la nube para sincronizar archivosCuando pensamos en sincronizar un PC con un móvil, lo primero que suele venir a la cabeza es la nube: carpetas tipo Google Drive, OneDrive o Dropbox que se replican solas. Es un planteamiento cómodo y tremendamente extendido, pero no todo el mundo está contento con este modelo y por eso herramientas como SMB, Resilio o Syncthing han ganado tanto terreno.
Las plataformas de almacenamiento en la nube están pensadas para que cualquier cambio en un archivo se reproduzca en todos tus dispositivos. Editas un documento en el ordenador y, en cuanto se sincroniza, lo tienes actualizado en el móvil y en la web. Además, disfrutas de una copia remota (por si se estropea el disco duro) y de funciones de compartición muy fáciles para trabajar con otras personas.
El problema es la privacidad y el control real que tienes sobre tus datos. Proveedores como Google o Microsoft dejan claro en sus condiciones que pueden analizar el contenido, bloquear cuentas si detectan actividades ilegales e incluso usar cierta información de tus archivos para mejorar sus servicios. Existen nubes con cifrado de extremo a extremo, pero suelen ser menos cómodas y no siempre están tan integradas con el ecosistema de apps.
Otro punto delicado es que una nube de sincronización no equivale a copia de seguridad intocable. En la mayoría de servicios, si borras definitivamente un fichero (incluso de la papelera) en uno de los equipos, el borrado se propaga al resto. No hay un “santuario” donde los archivos se conserven pase lo que pase, a menos que actives versiones o contrates opciones específicas de backup.
Y por último está el aspecto de delegar todo en un tercero: dependes totalmente de la infraestructura y decisiones del proveedor. Normalmente su disponibilidad es altísima, pero si hay una caída, un bloqueo de cuenta o cambios en las políticas, tu margen de maniobra es nulo. Por eso muchos usuarios avanzados prefieren sincronizar directamente entre sus propios dispositivos, sin intermediarios y con herramientas donde ellos marcan las reglas.
OneDrive, Google Drive y Dropbox para unir Windows y AndroidSi no te importa que los datos pasen por servidores externos, los servicios de almacenamiento en la nube siguen siendo una de las formas más sencillas de mantener Windows y Android al día. Los clásicos aquí son OneDrive, Google Drive y Dropbox, cada uno con cliente para escritorio y app para Android.
En Windows, instalas el cliente correspondiente y se crea una carpeta especial (OneDrive, Google Drive o Dropbox) que se sincroniza automáticamente con la nube y con tus móviles. Todo lo que metas ahí aparece en la app de Android cuando el dispositivo tiene conexión, y los cambios desde el móvil se replican al PC al poco tiempo.
En Google Drive, además, la interfaz web incluye un apartado de “Ordenadores” donde puedes ver las rutas que se sincronizan desde cada PC. Esto ayuda a distinguir entre los archivos puramente “de la nube” y las carpetas que proceden de equipos concretos. Con la app de escritorio de Drive puedes elegir qué directorios de Windows quieres subir y mantener enlazados.
Dropbox funciona de manera parecida, pero suele destacar por su sincronización muy pulida y una buena gestión de versiones. El cliente para Windows te deja habilitar “sincronización selectiva” para que no todo lo que tienes en la nube ocupe espacio en el disco local, y en Android puedes acceder a los mismos archivos, subir fotos y gestionar documentos al vuelo.
Recuerda que, aunque son soluciones seguras y muy prácticas para trabajar desde cualquier lugar, dependen totalmente de Internet y de las políticas del proveedor. Si tu prioridad es el acceso offline en una red sin salida a Internet o la máxima privacidad, quizás te interese más apostar por SMB y sincronización P2P sin nube.
Aplicaciones específicas para conectar Android y WindowsAdemás de SMB y la nube, existe todo un ecosistema de apps que actúan como puente entre Android y Windows, ofreciendo desde transferencia de archivos hasta duplicado de pantalla, control remoto del móvil y gestión de notificaciones.
La solución más integrada con Windows 10 y 11 es Enlace Móvil / Enlace a Windows (Phone Link) de Microsoft. En el PC tienes la app Enlace Móvil (suele venir preinstalada), y en Android instalas Enlace a Windows desde Google Play o la Galaxy Store. Tras iniciar sesión con la misma cuenta de Microsoft y seguir el asistente, el ordenador y el teléfono quedan vinculados, ya sea por la misma Wi-Fi o usando datos móviles.
Una vez configurado, desde el PC puedes ver las notificaciones del móvil, responder SMS, revisar la galería de fotos recientes e incluso abrir algunas apps Android en ventana (sobre todo en ciertos modelos Samsung y HONOR). En muchos casos también se permite arrastrar y soltar archivos entre el explorador de Windows y el almacenamiento del teléfono, usar el móvil para hacer y recibir llamadas y compartir el portapapeles entre ambos.
En la configuración de Enlace Móvil tienes la opción de “Copiar y pegar entre dispositivos”, que habilita un portapapeles compartido. Si está activo, el texto que copies en el PC lo puedes pegar en Android y viceversa, siempre dentro de ciertos límites de tamaño. Si ves que deja de funcionar, suele bastar con cerrar y volver a abrir ambas apps o, como último recurso, reiniciar PC y móvil.
Otra veterana muy popular es AirDroid. Es una suite bastante completa: permite enviar archivos en ambas direcciones, controlar el móvil desde el PC, hacer mirroring de pantalla, gestionar notificaciones, localizar el dispositivo e incluso responder mensajes de apps como WhatsApp o Telegram desde el ordenador. Puedes usarla mediante un cliente de escritorio o vía web en navegador.
En este mismo terreno se mueven alternativas como KDE Connect, MyPhoneExplorer, AirMore o la propia aplicación Phone Link para distintas marcas, todas ellas centradas en evitar que dependas siempre del cable USB para comunicar el móvil y el ordenador. Cada una aporta matices distintos en cuanto a funciones de control remoto, transferencia y sincronización.
Otros métodos: USB, Bluetooth, Quick Share, FTP y mensajeríaPor muy modernas que sean las alternativas inalámbricas, el cable USB sigue siendo la vía más universal para pasar archivos entre Android y Windows. Conectas el móvil, en Android eliges el modo “Transferir archivos” o “Transferir fotos” y el dispositivo aparece en el Explorador como una unidad MTP desde la que puedes copiar, mover y borrar elementos a mano.
Es un sistema simple y directo, perfecto cuando no tienes Wi-Fi disponible o no quieres instalar aplicaciones adicionales, pero algo incómodo si lo que quieres es tener una carpeta en el PC y otra en el móvil sincronizadas de forma permanente. La velocidad tampoco es siempre la mejor, sobre todo si el cable es de mala calidad o el puerto USB no es muy rápido.
El Bluetooth también está ahí como salvavidas. Es bastante más lento que el Wi-Fi, pero si tu PC tiene Bluetooth, puedes compartir archivos desde el menú “Compartir” de Android, y en Windows usar la opción “Recibir un archivo” o “Enviar un archivo” desde el icono de Bluetooth en el área de notificación. Eso sí, tienes que aceptar manualmente las transferencias en el dispositivo receptor, así que no es precisamente automático.
Otra opción curiosa es montar un servidor FTP o HTTP en uno de los dos extremos. Muchos exploradores de Android, como MiXPlorer, permiten levantar un servidor FTP con un toque y te muestran una dirección tipo ftp:// o http://. Desde Windows, te conectas con un cliente FTP (FileZilla, por ejemplo) o incluso con el propio navegador si es HTTP, y ya puedes subir o bajar archivos como si fuese una pequeña web local.
Y luego están las apps de mensajería convertidas en nubes improvisadas. Mucha gente se envía archivos a sí misma por Telegram, WhatsApp, Messenger y similares para tenerlos luego en la versión de escritorio o en otros móviles. Telegram en particular ofrece almacenamiento prácticamente ilimitado y un chat de “Mensajes guardados” ideal para ir acumulando documentos, fotos o incluso grandes ficheros de vídeo.
Compartir archivos entre cualquier combinación de dispositivosAdemás de la interacción Windows-Android, los mismos principios se pueden aplicar a otras combinaciones de sistemas. Entre PCs con Windows puedes usar compartir por proximidad, grupos en red local o simplemente un pendrive USB. En entornos mixtos Windows-macOS también te sirven las redes locales SMB, nubes como iCloud, OneDrive o Google Drive y, de nuevo, el omnipresente USB formateado en exFAT para que ambos sistemas lo lean sin problemas.
Entre dos móviles Android puedes echar mano de Nearby Share / Quick Share, que actúa como el AirDrop del ecosistema Google, o aprovechar funciones de envío entre dispositivos que comparten la misma cuenta de Google. Y entre Android y iOS tienes alternativas web como Snapdrop, que permiten enviar archivos a través del navegador cuando ambos equipos comparten la misma Wi-Fi, además de, otra vez, nubes y apps de mensajería cruzadas.
Seguridad, VPN y buenas prácticas al compartir y sincronizarCuando empiezas a compartir carpetas y a sincronizar datos entre móviles y ordenadores, es fácil olvidarse de la seguridad. Sin embargo, abrir recursos SMB o montar servidores sin cuidado puede exponer tus archivos si alguien consigue entrar en tu red o si tú mismo te conectas a redes públicas poco fiables.
Lo mínimo es usar contraseñas robustas para tus cuentas de usuario y para los recursos protegidos. Nada de “1234” ni variantes fáciles de adivinar. Un gestor de contraseñas te permitirá usar claves complejas sin tener que memorizarlas. Además, siempre que haya opción, conviene habilitar cifrado de extremo a extremo (como hace Syncthing) para que los datos viajen cifrados incluso dentro de la LAN.
También es crucial revisar qué permisos das a cada carpeta compartida. Muchas veces es suficiente con acceso de solo lectura para ciertos dispositivos, reservando la escritura para el equipo principal. Limitar quién puede ver qué y con qué privilegios reduce muchísimo el impacto de un posible fallo de seguridad o de un despiste borrando algo donde no toca.
No te olvides de mantener actualizado tanto Windows, Android como las aplicaciones de sincronización y de acceso remoto. La mayoría de ataques se aprovechan de vulnerabilidades ya corregidas pero que siguen presentes en equipos sin parches. Y, por supuesto, evita conectarte a carpetas compartidas desde Wi-Fi públicas sin una VPN: alguien podría estar capturando tráfico o intentando ataques de intermediario.
Por último, recuerda que ni la nube ni los sistemas de sincronización sustituyen a un buen backup tradicional. Lo ideal es combinar tus carpetas sincronizadas (ya sea con SMB, Resilio, Syncthing o nubes) con una herramienta de copia de seguridad hacia un disco externo o NAS, configurada para no borrar ficheros antiguos aunque se eliminen del origen. En Windows, programas como Cobian Backup siguen siendo una opción muy sólida para este propósito.
Con todas estas piezas encima de la mesa —SMB y Samba para compartir carpetas en la red, sincronización P2P sin nube con Resilio o Syncthing, nubes clásicas como OneDrive, Drive o Dropbox, y herramientas puente como Enlace a Windows o AirDroid— tienes un abanico enorme para montarte tu propio flujo de trabajo entre Windows y Android. Puedes optar por algo tan sencillo como una carpeta compartida en LAN, montar una nube privada P2P, seguir usando las nubes comerciales o mezclar varios enfoques, siempre que lo acompañes de buenas prácticas de seguridad y copias de seguridad independientes.
Una de las mejores formas de darle una segunda vida a un iPad es convertirlo en un marco digital. Y así se hace en unos pocos pasos
Convertir un iPad antiguo en un marco digital es una de esas ideas sencillas que, cuando la pruebas, te preguntas por qué no lo hiciste antes. Es mejor que tenerlo olvidado en un cajón, siendo una de las mejores formas de darle una segunda vida muy útil.
Mostrar tus fotos favoritas de forma continua es un proceso que es más fácil de lo que parece, aunque implica realizar ciertos ajustes adicionales que van más allá de crear un álbum. En este artículo te contaré cómo puedes hacerlo, paso a paso.
Índice de Contenidos (6)- Lo básico: crea el álbum que quieres que se vea
- Evita que la pantalla se apague
- Desactiva todas las molestias del iPad
- Impide que el iPad pueda ser "manoseado"
- Reproduce el álbum y activa el acceso guiado
- Colócalo y ponle el cargador
Parece obvio, pero lo primero de todo es elegir qué fotos quieres que se vean. Si ya tienes un álbum creado en la app Apple Fotos, fenomenal. En caso contrario, te recomendamos añadir todas las fotos que quieras que se vean y crear un álbum en el que añadirlas. Pueden ser unas pocas (dos o tres) o cientos de ellas.
Para ello, una vez hayas añadido las fotos, deberás hacer estos pasos:
- Selecciona todas las fotos que quieras añadir al álbum.
- Pulsa el icono de tres puntos.
- Selecciona la opción Añadir a álbum.
- Elige el álbum al que quieres añadirlas o pulsa en el botón + para crear uno nuevo, dale nombre y pulsa en Crear.
La idea de convertir el iPad en un marco digital pasa por que este reproduzca las fotos sin pausa, así que evitar que la pantalla se apague es fundamental y debes activar esta opción:
- Abre Ajustes en el iPad.
- Ve a la sección Pantalla y brillo.
- Pulsa en Bloqueo automático.
- Selecciona la opción Nunca.
Otro punto conflictivo es que, de repente, estén pasándose fotos y recibas tus notificaciones. Si ya no es un iPad al que dar un uso "normal", en su nueva vida no interesa que tenga notificaciones de ningún tipo. Y aquí se nos ocurren dos opciones (elige una u otra):
- Desactiva todas las notificaciones yendo a Ajustes > Notificaciones y entrando en cada una de esas apps, desactives la casilla de Permitir notificaciones.
- Crea un modo de concentración desde Ajustes > Modos de concentración y se lo más restrictivo posible en la configuración para impedir que llegue cualquier tipo de notificación. Después deberás activar este modo.
Otro elemento problemático, sobre todo si tienes peques en casa, es que alguien agarre el iPad y se ponga a utilizarlo como normalmente se usa una tablet. Siendo ahora un marco digital, es interesante establecer un bloqueo que impida usarlo. O, mejor dicho, que lo dificulte.
Todo pasa por activar estas opciones:
- Abre Ajustes en el iPad.
- Ve al apartado Accesibilidad.
- Entra en Acceso guiado y actívalo.
- Ve después a Ajustes de código y establece un código seguro y que recuerdes fácilmente (pero no sepan otros).
- Ve después a Bloqueo automático y elige la opción Nunca.
Llegados a este punto, el iPad ya casi está convertido en un marco digital. Antes, tendrás que abrir la app Fotos, abrir el álbum que creaste y pulsar en el botón play que aparece encima. En ese momento empezarán a pasarse las diapositivas y será el momento en el que también puedas quitarle el sonido para que no esté continuamente sonando.
Ahora deberás activar el acceso guiado pulsando tres veces el botón de bloqueo del iPad. De ese modo, quien quiera salirse de esas diapositivas de fotos tendrá que escribir el código que previamente estableciste.
En Applesfera Si tienes mala letra como yo, este truco para tomar notas en el iPad con el Apple Pencil es una locura y funciona de lujo Colócalo y ponle el cargadorUna vez hayas hecho todo lo anterior, solo te queda colocar el iPad en una superficie donde no peligre. Utiliza, si tienes, alguna funda o soporte que le permita mantenerse estable y a la vista. Eso sí, cerca de un enchufe.
Y es que, pese a que no se le vaya a d arun uso exigente, el hecho de que el iPad vaya a estar reproduciendo fotos de forma continua hace que consuma batería. Por eso conviene que lo mantengas cargando de forma constante. De paso, si tienes algo de ingenio, puedes esconder lo máximo posible el cable para que no moleste a la vista.
Vía | Engadget
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La noticia
Una de las mejores formas de darle una segunda vida a un iPad es convertirlo en un marco digital. Y así se hace en unos pocos pasos
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Álvaro García M.
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