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Actualizado: hace 47 mins 10 segs

Jolla Phone: el regreso del móvil Linux europeo centrado en la privacidad

Mié, 24/12/2025 - 16:49

La vuelta de Jolla al mundo del hardware ha encendido todas las alarmas entre quienes valoran la privacidad, el software libre y la soberanía tecnológica europea. Tras años centrada casi exclusivamente en licenciar su plataforma, la firma finlandesa regresa con un nuevo Jolla Phone que pretende ser algo más que otro smartphone del montón: un dispositivo que combina Linux, controles físicos de privacidad y una producción con fuerte simbolismo en Europa.

Lo interesante es que este proyecto no nace en un laboratorio aislado, sino de una comunidad muy activa de usuarios, desarrolladores y entusiastas de Linux que llevan años defendiendo alternativas a Android y iOS. El resultado es un teléfono que apuesta por un sistema operativo propio, Sailfish OS 5, con compatibilidad para apps Android, un interruptor físico de privacidad y una estrategia de preventa muy alineada con el modelo de las startups de hardware.

Jolla: el legado de Nokia, MeeGo y la apuesta por Sailfish OS

Detrás de este móvil está Jolla, una empresa finlandesa formada por exingenieros y antiguos empleados de Nokia que recogieron el testigo del sistema MeeGo cuando la histórica marca decidió abandonar aquella plataforma basada en Linux. De ese movimiento surgió Sailfish OS, un sistema operativo propio que mantiene el núcleo Linux y que se ha ido puliendo durante más de una década.

Tras lanzar su primer smartphone en 2013, la compañía dio un giro y se dedicó sobre todo a licenciar Sailfish OS a otros fabricantes y proyectos, colaborando con dispositivos como algunos modelos Xperia de Sony o con integraciones en marcas como OnePlus y Samsung. Durante años, el foco estuvo más en el software que en el hardware propio, hasta que en 2023 parte de la dirección tomó las riendas para impulsar una nueva etapa.

Ese relanzamiento se traduce ahora en un retorno decidido al mundo de los teléfonos, con un Jolla Phone que se presenta como la única opción europea con sistema operativo propio, independiente de iOS, Android y HarmonyOS. La idea no es solo competir en especificaciones, sino reivindicar que Europa puede seguir creando tecnología completa, desde el sistema a la experiencia de uso.

Un Linux “de verdad” en tu bolsillo: Sailfish OS 5

El corazón del dispositivo es Sailfish OS 5, un sistema que Jolla describe como un Linux auténtico, sin rastreo, sin analíticas ocultas y sin necesidad de cuenta de Google para funcionar, lo que refuerza su enfoque en la seguridad y privacidad. Esto encaja de lleno con el público al que se dirige: amantes de Linux, defensores del código abierto, desarrolladores y usuarios obsesionados con el control de sus datos.

Este sistema, a pesar de no ser tan conocido como Android o iOS, lleva muchos años cultivando una reputación de alternativa sin puertas traseras. Ha sobrevivido gracias a una comunidad fiel que lo ha mantenido vivo en el nicho de los entusiastas y que ahora ve en este nuevo Jolla Phone la oportunidad de salir de ese círculo reducido.

Uno de los puntos clave es que Sailfish OS 5 se ha diseñado con la premisa de que el teléfono no envía datos en segundo plano a grandes plataformas, ni incluye sistemas de telemetría encubiertos. La propia Jolla insiste en que el sistema no incorpora seguimiento de usuario, y promete al menos cinco años de actualizaciones, algo fundamental para quien prioriza seguridad a largo plazo.

Privacidad por diseño: más allá del marketing

Mientras los grandes ecosistemas móviles se financian en gran parte por la recolección y explotación de datos personales, la propuesta de Jolla va por el carril contrario. La empresa posiciona su sistema como una alternativa europea que cumple estándares de privacidad muy estrictos y evita depender de los servicios de Google para lo básico, además de ayudar a proteger tu privacidad móvil frente a amenazas reales.

La idea es ofrecer un móvil que no te obligue a ceder tus datos a cambio de usar funciones esenciales. No hay registro obligatorio en cuentas de grandes tecnológicas, ni sincronización encubierta; si quieres integrar servicios externos, lo haces bajo tus propias reglas. Para muchos usuarios, esto se siente como un soplo de aire fresco en un mercado saturado de ecosistemas cerrados.

Este enfoque conecta con un debate más amplio sobre soberanía digital y autonomía tecnológica en Europa. Directivos de la compañía, como el presidente del consejo de Jolla Group Oy, han llegado a defender explícitamente que el Jolla Phone responde a la necesidad de que el continente disponga de su propia infraestructura tecnológica y han invitado a otras firmas europeas a sumarse a la construcción de un nuevo sistema tecnológico propio.

Compatibilidad con Android gracias a AppSupport

Uno de los grandes problemas de todos los sistemas alternativos ha sido siempre el mismo: la falta de aplicaciones. Apostar por algo diferente a Android o iOS solía implicar renunciar a tu banco, a muchas apps de mensajería o a servicios que hoy se consideran imprescindibles en el día a día.

Jolla lleva tiempo atacando justo este punto con AppSupport, una capa de compatibilidad que permite ejecutar aplicaciones Android (APKs) dentro del entorno seguro de Sailfish OS. De este modo, el usuario puede seguir usando servicios habituales sin convertir el sistema en una copia de Android ni someterse a la lógica de Google Play.

La empresa insiste en que Sailfish OS 5 no depende de esas apps para las funciones básicas, pero brinda la opción de instalar aplicaciones Android cuando hace falta. Para tareas como la banca móvil, la mensajería popular o servicios imprescindibles, esto elimina una de las principales barreras a la adopción de un sistema alternativo.

En un guiño a otras propuestas como HarmonyOS de Huawei, muchos ven en Sailfish OS con AppSupport una especie de “HarmonyOS europeo”: un sistema independiente de Android, con reglas propias en materia de privacidad, pero capaz de ejecutar gran parte del ecosistema de aplicaciones que la gente ya utiliza.

El interruptor físico de privacidad: cómo funciona y qué implica

Si hay un elemento que hace que este teléfono llame poderosamente la atención es su interruptor de privacidad físico integrado en el chasis. No se trata de un simple atajo de software, sino de un control a nivel de hardware que permite desactivar componentes sensibles como el micrófono, las cámaras o ciertos sensores y conexiones.

El concepto es similar a lo que han intentado otros dispositivos centrados en privacidad, como algunos modelos muy nicho tipo Mudita, que incorporan interruptores reales para cortar el micro o la cámara. La diferencia es que Jolla quiere llevar esta filosofía a un smartphone que no sea solo para emergencias o uso hiperlimitado, sino un terminal utilizable a diario.

La comunidad más técnica se hace preguntas razonables sobre cómo se implementa realmente este tipo de mecanismo: qué partes quedan verdaderamente desconectadas, qué margen siguen teniendo los controladores y el firmware cerrado, o cómo se audita que el corte sea completo. En cualquier caso, el planteamiento de ofrecer un control físico y visible al usuario sobre estos elementos ya marca una diferencia clara con la mayoría de teléfonos convencionales.

En el caso concreto del Jolla Phone, el interruptor puede configurarse para desactivar directamente el micrófono, las cámaras, el Bluetooth u otros servicios con un solo gesto. Incluso se menciona la posibilidad de cortar la propia capa de compatibilidad de apps Android, para quienes quieran un modo especialmente “paranoico” en términos de privacidad.

Hardware y ficha técnica: un gama media-alta muy competente

A nivel de especificaciones, el Jolla Phone no pretende batir récords de potencia, pero sí ofrecer un hardware moderno y equilibrado que permita usarlo como móvil principal sin echar de menos demasiado a los fabricantes mainstream. Pese a ser un proyecto con producción limitada, los componentes están bien seleccionados.

En el interior encontramos un chip MediaTek con soporte 5G, muy probablemente de la familia Dimensity, aunque la firma aún no ha concretado el modelo exacto. Este procesador viene acompañado por 12 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento interno, una capacidad más que suficiente para la mayoría de usuarios avanzados.

El almacenamiento se puede ampliar mediante tarjetas microSD hasta unos 2 TB, algo cada vez menos habitual en los móviles actuales y muy valorado por quienes quieren controlar dónde guardan sus datos y no depender tanto de la nube. Además, el terminal admite dos tarjetas nanoSIM de forma simultánea, para gestionar líneas personales y profesionales o combinar una SIM física y otra más orientada a datos.

En pantalla, el Jolla Phone monta un panel AMOLED de 6,36 pulgadas con resolución Full HD+ y unos 390 píxeles por pulgada, protegido por cristal Gorilla Glass. La relación de aspecto es 20:9, y aunque no se han detallado cifras de tasa de refresco, la apuesta se centra en la nitidez y el contraste propios de esta tecnología de panel.

El diseño frontal recurre a un notch tipo ceja que recuerda mucho a los iPhone X y a generaciones posteriores de Apple, aunque el conjunto del teléfono también trae ecos de los antiguos Lumia, con líneas rectas y esquinas marcadas. Es una mezcla curiosa entre nostalgia y estética actual que le da bastante personalidad.

Cámaras y fotografía: sensor principal de 50 MP y gran angular

En el apartado fotográfico, el Jolla Phone incorpora un sensor principal de 50 megapíxeles, acompañado de un ultra gran angular de 13 megapíxeles. No estamos ante un dispositivo enfocado a pelear por el trono de la fotografía móvil, pero sí ante una configuración solvente para el día a día.

La cámara frontal es de tipo gran angular, pensada para selfies grupales o videollamadas en las que quieras encuadrar más escena, aunque por ahora la marca no ha detallado su resolución exacta. Es previsible que durante los próximos meses Jolla vaya afinando y comunicando mejor las capacidades fotográficas, sobre todo de cara a los envíos previstos para 2026.

Es importante entender que el énfasis del teléfono no está en filtros de moda o en saturar la cámara de funciones de IA, sino en mantener una experiencia fotográfica correcta y coherente con un dispositivo orientado a la privacidad y al control del usuario. No obstante, la base de hardware (50 MP + ultra gran angular) permite jugar con bastante flexibilidad en fotografía casual.

Batería reemplazable y diseño modular: derecho a reparar por bandera

Otro de los puntos donde este móvil se sale de la norma es la batería. El Jolla Phone integra un acumulador de 5.000-5.500 mAh, reemplazable por el usuario, una rareza en un mercado dominado por diseños unibody sellados que obligan a pasar por el servicio técnico para cualquier cambio.

La capacidad exacta que se menciona en distintas fuentes se mueve entre los 5.000 y los 5.500 mAh, pero en cualquier caso se trata de una cifra holgada que augura buena autonomía, sobre todo teniendo en cuenta que Sailfish OS suele ser menos tragón que muchas capas pesadas de Android.

La parte trasera del teléfono es intercambiable, con carcasas en Snow White, Kaamos Black y un naranja muy llamativo. Ese enfoque modular no llega al extremo de un Fairphone, pero sí permite jugar con el diseño y, sobre todo, facilita el cambio de cubierta en caso de desgaste o daño.

Esta combinación de batería extraíble y tapa posterior desmontable refuerza el discurso del derecho a reparar y la durabilidad. El usuario no está completamente atado al ciclo de renovación rápida que imponen otros fabricantes, y se abre la puerta a que la comunidad desarrolle accesorios y mods para el chasis.

Conectividad y extras: 5G, NFC, lector de huellas y más

En conectividad, el Jolla Phone llega bien equipado. Cuenta con 5G y 4G para llamadas y datos de alta calidad, además de WiFi 6 para conexiones rápidas en redes domésticas y de oficina. En el apartado inalámbrico también incluye Bluetooth 5.4 y NFC, este último fundamental para pagos móviles y otros usos como llaves digitales o proyectos DIY.

El lector de huellas se sitúa en el botón lateral de encendido, una posición que muchos usuarios consideran más cómoda que el sensor bajo pantalla. Además, el teléfono incluye un LED RGB de notificaciones, otro detalle práctico que muchos fabricantes han ido abandonando y que sigue siendo muy apreciado por quienes quieren saber de un vistazo si tienen algo pendiente.

Sumando todos estos elementos —5G, NFC, lector lateral, LED RGB, dual SIM— se obtiene un terminal que no renuncia a las comodidades modernas pese a su enfoque alternativo. No es un “móvil minimalista” pensado solo para desconectar, sino una herramienta completa para el día a día con un plus de control y privacidad.

Producción en Salo y mensaje de soberanía tecnológica europea

Más allá de los componentes, Jolla ha querido imprimir un fuerte componente simbólico al proceso de fabricación. El ensamblaje final del teléfono, la instalación de software y el control de calidad se realizan en Salo, Finlandia, la ciudad que vio a Nokia conquistar el mundo de la telefonía móvil hace un par de décadas.

Aunque la dependencia de piezas procedentes de Asia sigue siendo una realidad inevitable para prácticamente cualquier fabricante, este enfoque de manufactura local pretende enviar un mensaje claro de resiliencia y de control sobre la cadena de valor. No se trata de limitarse a reetiquetar hardware genérico, sino de implicarse en el diseño y la producción.

Para muchos defensores de la soberanía tecnológica, este tipo de proyectos son la prueba de que Europa puede volver a fabricar su propia tecnología bajo sus propias reglas, y no solo limitarse a regular lo que hacen las grandes Big Tech de fuera del continente. El Jolla Phone quiere ser estandarte de esa narrativa, aunque su escala sea todavía modesta.

Modelo de preventa, precios y mercados disponibles

El lanzamiento del Jolla Phone se está haciendo a través de una campaña de preventa muy transparente, con objetivos claros de unidades. La producción en serie solo se activaba si se alcanzaban al menos 2.000 reservas antes del 4 de enero, una cifra que se ha superado con creces.

Según los datos compartidos por la compañía y la comunidad, se han superado ya las 2.100-2.500 unidades reservadas, lo que ha permitido confirmar que el proyecto de hardware sigue adelante. Ante la buena acogida, Jolla abrió un segundo lote también limitado a otras 2.000 unidades, que se ha ido llenando rápidamente entre entusiastas de toda Europa.

Para reservar el dispositivo hay que realizar un pago de 99 euros como depósito, totalmente reembolsable. El precio final de venta se sitúa en torno a los 499-549 euros según la fuente, con Jolla hablando de un PVP previsto que se moverá entre los 599 y los 699 dólares cuando el terminal llegue al mercado de forma más amplia.

Los primeros envíos están previstos para la primera mitad de 2026, con un enfoque inicial en países de la Unión Europea, Reino Unido, Noruega y Suiza. Más adelante, la empresa no descarta expandirse a otros mercados si el interés internacional lo justifica.

Recepción de la comunidad y debate sobre la verdadera privacidad

Entre la comunidad de Sailfish OS y usuarios de Linux, la acogida del Jolla Phone ha sido especialmente entusiasta. Se destaca que es un teléfono “de la comunidad para la comunidad”, con un roadmap co-diseñado junto a los seguidores del proyecto: especificaciones, prioridades de desarrollo y hasta ciertos aspectos del diseño se han ido definiendo con sus aportaciones.

Este entusiasmo convive, eso sí, con debates técnicos muy vivos sobre los límites de la privacidad real en un smartphone. Algunos usuarios, por ejemplo, señalan que no basta con un interruptor físico para el micrófono y la cámara si el firmware, los drivers o partes cerradas del sistema siguen pudiendo comportarse como cajas negras difíciles de auditar.

Se suelen citar ejemplos como el Mudita 2, un teléfono minimalista con interruptores físicos “reales” para micro y cámara, que pese a su propuesta ha pasado bastante desapercibido fuera de círculos muy concretos. Estas discusiones ponen de relieve que, aunque Jolla va más lejos que la mayoría en transparencia, la batalla por la privacidad total en un dispositivo conectado es compleja y está llena de matices técnicos. También entran en juego controles más finos, como limitar qué fotos ve cada app, que forman parte del debate.

Lo positivo es que el proyecto ha generado un clima de debate sano, colaboración y entusiasmo entre usuarios, desarrolladores y curiosos. Muchos destacan lo estimulante que es ver tanta pasión por un tema tan técnico como la seguridad digital, y cómo iniciativas así sirven para elevar el nivel de exigencia a toda la industria.

El Jolla Phone se consolida como una de las propuestas más interesantes para quienes buscan un smartphone europeo, basado en Linux, con foco radical en la privacidad y una fuerte implicación comunitaria. No va a sustituir mañana a los gigantes del sector, pero demuestra que aún hay espacio para proyectos valientes que apuestan por hacer las cosas de otra manera, uniendo legado de Nokia, espíritu open source y una visión distinta de cómo deberían ser nuestros móviles. Comparte este artículo de seguridad para que más personas conozcan la noticia.

Control de versiones en Google Docs y Google Drive

Mié, 24/12/2025 - 16:37

Si trabajas a diario con Documentos, Hojas de Cálculo o Presentaciones de Google, seguramente alguna vez has pensado “ojalá pudiera volver a cómo estaba esto ayer”. La buena noticia es que sí puedes. Tanto Google Docs como Google Drive incorporan un potente sistema de control de versiones y de historial de actividad que te permite saber quién ha tocado qué, cuándo lo ha hecho y, sobre todo, recuperar versiones anteriores de tus archivos.

Además, cuando subes archivos externos como PDF, documentos de Word, imágenes o vídeos, también puedes aprovechar un sistema de versionado básico en Google Drive para sustituirlos, descargar versiones antiguas o eliminarlas sin liarla en carpetas compartidas. Y si trabajas con almacenamiento en la nube o incluso con sistemas avanzados tipo Git, entender cómo gestiona las versiones Google te ayuda a organizar mejor tus documentos, evitar sobrescrituras y ganar tranquilidad en el día a día.

¿Qué es el control de versiones en Google Docs y Google Drive?

Cuando hablamos de control de versiones en el ecosistema de Google nos referimos a dos cosas que se complementan: el historial de versiones dentro de los archivos nativos de Google (Docs, Sheets y Slides) y la gestión de versiones de archivos almacenados en Google Drive (incluidos PDF, Word, imágenes o vídeos) mediante la opción Gestionar versiones.

Un documento ofimático no es algo estático que se crea una vez y ya está; pasa por etapas de borradores, revisiones, correcciones y versiones finales. Mucha gente soluciona esto creando docenas de archivos tipo “borrador1”, “definitivo”, “definitivo OK” y así hasta el infinito. Con el control de versiones de Google, en lugar de multiplicar archivos, trabajas siempre sobre el mismo y Google va guardando los cambios como instantáneas cronológicas.

En paralelo, Drive incorpora una función de Actividad que lista qué ha pasado con tus archivos: quién los ha editado, quién los ha cambiado el nombre, quién los ha movido de carpeta o quién ha compartido algo con otra persona. Esta doble vertiente (Actividad + Versiones) te da un control bastante fino sobre la evolución y el uso de tus documentos, especialmente útil en entornos de trabajo colaborativo.

Ver actividad y cambios recientes en Google Drive

Google Drive mantiene un registro de lo que sucede con tus archivos, de forma que puedas identificar rápidamente quién ha hecho qué y en qué momento. Esta actividad incluye ediciones de documentos, comentarios, renombrados, movimientos entre carpetas, subidas nuevas y cambios de permisos de compartición.

Para revisar esta actividad general desde el ordenador, entra en drive.google.com, sitúate en Mi unidad y, en la parte superior derecha, despliega el panel lateral con el icono de Información. Dentro de ese panel dispones de una pestaña de Actividad donde se muestran, ordenados por fecha, los eventos más recientes que afectan a tus archivos y carpetas.

Si te interesa la actividad de un elemento concreto, basta con hacer clic sobre ese archivo o carpeta y mirar de nuevo el panel derecho en la pestaña Actividad. Allí verás qué usuarios han editado, comentado, movido o compartido ese recurso y en qué momento lo hicieron. Esto es especialmente útil cuando trabajas en equipo y quieres entender de un vistazo cómo ha evolucionado un proyecto.

Esta vista de Actividad no está siempre visible por defecto; tienes que abrirla manualmente, pero una vez la conoces se convierte en una herramienta muy práctica para auditoría ligera y para “tirar de memoria” cuando no recuerdas cuándo cambiaste algo. Además, la función de Actividad está disponible tanto en la versión web como en las aplicaciones móviles para Android, iPhone y iPad.

Historial de versiones en documentos de Google (Docs, Sheets y Slides)

Los archivos nativos de Google (Documentos, Hojas de Cálculo y Presentaciones) incluyen un historial de versiones muy completo que no tiene nada que ver con el simple registro de versiones de los archivos subidos a Drive como PDF o imágenes. Aquí hablamos de un sistema pensado para ver cambios dentro del contenido, restaurar estados previos y poner nombre a versiones clave.

Desde el propio documento, hoja o presentación, puedes acceder al historial yendo al menú Archivo > Historial de versiones > Ver el historial de versiones. Al hacerlo, se abre un panel lateral en el que encontrarás todas las versiones agrupadas por fechas y horas, y en muchos casos también por usuario si hay varias personas editando el archivo.

Al seleccionar una marca de tiempo, en el documento se resaltan con colores las partes modificadas, de forma que puedas identificar visualmente qué se añadió, qué se eliminó o qué se cambió y quién ha realizado cada modificación. Esto es muy cómodo para revisar revisiones extensas, validar si se han aplicado correctamente comentarios o entender el historial de un texto largo sin tener que comparar manualmente copias.

Dentro del historial puedes usar la opción Poner nombre a esta versión para marcar hitos importantes: por ejemplo, “Borrador para cliente”, “Versión final aprobada” o “Entrega legal revisada”. Nombrar versiones te permite saltarte docenas de cambios menores y volver directamente a un punto clave en la vida del documento, algo fundamental cuando hay muchas ediciones.

Si en algún momento necesitas deshacerte de cambios recientes, basta con seleccionar la marca temporal deseada y pulsar en Restaurar esta versión. El documento vuelve al estado de ese momento, aunque el historial seguirá mostrando las versiones anteriores, por lo que siempre puedes ir adelante y atrás en el tiempo sin miedo a perder información.

En Hojas de Cálculo, además, dispones de una función más granular: con clic derecho sobre una celda concreta puedes usar Mostrar historial de cambios, lo que te permitirá ver quién modificó exactamente esa celda y cuándo. Eso sí, no todos los cambios aparecen ahí (por ejemplo, inserción o borrado de filas y columnas, cambios de formato o modificaciones generadas por fórmulas no se reflejan en ese historial concreto).

Indicadores de cambios recientes en Google Docs, Sheets, Slides y vídeos

Cuando estás editando un documento, hoja, presentación o incluso cierto contenido de vídeo en el entorno de Google, en la parte superior derecha suele mostrarse un indicador tipo “Último cambio” que te dice quién ha sido la última persona en modificar el archivo y en qué momento lo hizo. Si ves un pequeño punto azul sobre ese icono significa que ha habido cambios desde la última vez que abriste el archivo.

Ese acceso rápido es muy útil para detectar de un vistazo si alguien ha tocado el archivo mientras tú no estabas, sin necesidad de entrar a fondo al historial de versiones. Para revisiones rápidas o para coordinarte con otras personas en tiempo real, es un pequeño detalle que agiliza mucho el trabajo.

Control de versiones en Google Drive para archivos subidos (PDF, Word, imágenes, vídeos…)

Además del historial interno de Docs, Sheets y Slides, Google Drive tiene su propia capa de control de versiones para los archivos que subes y que no son de Google, como PDF, documentos de Word, archivos de imagen, presentaciones de PowerPoint o vídeos. Aquí el enfoque es distinto: no ves cambios “dentro” del archivo, sino que Drive guarda y gestiona versiones completas de ese fichero.

En lugar de borrar una versión antigua de un archivo y subir luego la nueva, lo recomendable es usar la opción integrada de Gestionar versiones. Si haces clic derecho sobre un archivo en drive.google.com y eliges esta opción, se abre una ventana con todas las versiones guardadas de ese archivo, cada una con su fecha y tamaño.

Desde ese cuadro de versiones puedes subir una nueva versión del archivo con la opción Subir nueva versión. La nueva versión pasará a ser la que se sirve por defecto cuando alguien abre el archivo, y las anteriores quedarán como historial descargable y, si quieres, eliminable. Si subes una versión nueva de un archivo cuyo propietario es otra persona, esa propiedad no cambia: el dueño original seguirá siéndolo.

Este sistema soluciona un problema típico en las carpetas compartidas: cuando alguien borra una versión antigua para subir otra, pueden romperse enlaces o otros usuarios pueden seguir viendo la versión incorrecta si trabajan con copias o accesos directos. Al usar Gestionar versiones, todo el mundo mantiene el mismo enlace, pero el contenido se actualiza de manera controlada.

En esa misma ventana es posible borrar versiones anteriores de forma selectiva usando la opción Eliminar junto a la versión que ya no quieras conservar. Así liberas espacio de almacenamiento sin perder el historial completo si no te hace falta, manteniendo solo las versiones recientes o las que realmente tienen sentido conservar.

Ten en cuenta que, por defecto, Drive tiende a guardar principalmente las versiones recientes de archivos antiguos, salvo que indiques lo contrario con la opción de conservar una versión para siempre. Esto significa que en algunos casos el sistema puede combinar revisiones para ahorrar espacio, por lo que puede que no encuentres todas y cada una de las iteraciones intermedias de un archivo pesado.

¿Cómo ver cuándo se añadió un archivo a Google Drive?

En ocasiones lo que necesitas no es tanto ver el contenido histórico del archivo, sino saber cuándo se subió o se creó en Drive, por ejemplo para justificar una fecha de entrega o para revisar la evolución de un proyecto.

Para comprobarlo desde el ordenador, abre drive.google.com, localiza el archivo en cuestión, haz clic derecho y selecciona Información del archivo > Detalles. En el panel lateral aparecerán metadatos como la fecha de creación, la de última modificación, el propietario y otros datos relevantes, lo que te permite entender el ciclo de vida de ese documento dentro de Drive.

Diferencias entre historial de versiones en Docs/Sheets/Slides y en archivos subidos

Una de las confusiones más frecuentes es mezclar el historial de versiones interno de los documentos de Google con el sistema de versiones de los archivos almacenados en Drive, que son dos capas distintas y que se comportan de forma diferente.

En Docs, Sheets y Slides, el historial de versiones está pensado para ver cambios de contenido con mucho detalle: quién escribió cada párrafo, quién borró una tabla, qué texto se añadió, color por usuario, posibilidad de nombrar versiones y restaurar estados concretos del documento.

En cambio, con los archivos subidos (PDF, Word, imágenes, etc.) Google Drive solo gestiona versiones completas del archivo como unidades indivisibles. No puedes entrar al detalle de qué cambió dentro, ni ver texto resaltado por colores, ni comparar línea por línea; simplemente puedes descargar una versión antigua, borrarla o sustituirla por otra nueva.

Por eso es importante que, al trabajar con documentos que van a pasar por muchas rondas de edición colaborativa, valores si te conviene convertirlos a formatos nativos de Google (por ejemplo, importar un Word a Google Docs) para beneficiarte del historial avanzado, en lugar de limitarte al control de versiones básico de los archivos cargados.

Control de versiones en otras plataformas y comparación con Google

El concepto de control de versiones no es exclusivo de Google; está muy extendido en multitud de herramientas. Conocer cómo funcionan otras plataformas te ayuda a poner en contexto lo que ofrece Google Drive y Google Docs y a decidir qué encaja mejor en tu flujo de trabajo, incluidas las mejores alternativas a Google Drive.

En entornos de oficina tradicionales, Microsoft 365 y SharePoint mantienen un historial de hasta cientos de versiones por archivo, con opciones de versiones principales y secundarias, flujos de aprobación, políticas de retención y permisos avanzados. Las versiones se integran con Word, Excel o PowerPoint, de modo que cada guardado genera una nueva iteración accesible desde la interfaz web o el menú contextual.

Dropbox, por su parte, conserva versiones durante 30 días en cuentas personales y más tiempo en planes empresariales, con funcionalidades pensadas para manejar archivos grandes y acceder al historial incluso desde móviles. OneDrive, iCloud u otros servicios similares también integran versiones automáticas con distintos periodos de retención.

En el mundo del desarrollo de software se utilizan sistemas todavía más sofisticados como Git y plataformas como GitHub, que permiten no solo guardar iteraciones, sino también ramificar proyectos, fusionar ramas, revisar línea a línea y gestionar cambios distribuidos entre muchos colaboradores. Aunque esto va más allá del uso típico ofimático, comparte la misma idea de fondo: proteger el trabajo y mantener un rastro claro de cada modificación.

Frente a todo esto, Google Drive y Google Workspace se centran en ofrecer un control de versiones muy integrado en la edición en tiempo real, especialmente potente en Docs, Sheets y Slides, con guardado continuo, versiones con nombre, restauración con un clic y seguimiento detallado de cambios, mientras que para archivos subidos proporciona un sistema más sencillo pero suficiente en la mayoría de contextos ofimáticos.

Control de versiones y almacenamiento en la nube: espacio, sincronización y seguridad

Todo historial de versiones tiene un coste en espacio de almacenamiento, y Google no es la excepción. Cada versión adicional de un archivo, ya sea en formato nativo o subido, implica consumir parte de tu cuota de almacenamiento en la nube, aunque muchos sistemas aplican técnicas de compresión o almacenamiento incremental para reducir el impacto.

En la práctica, Google combina un enfoque de guardado continuo con políticas internas que pueden agrupar revisiones para ahorrar espacio, sobre todo en documentos muy activos. Por eso, aunque puedas ver un gran número de versiones en el historial, no necesariamente tendrás cada pequeño cambio microsegmentado si el sistema los ha consolidado.

En escenarios con archivos de gran tamaño (por ejemplo, vídeos o imágenes de alta resolución) es recomendable limpiar periódicamente versiones innecesarias desde la opción Gestionar versiones para que tu espacio no se dispare. Al mismo tiempo, mantener algunas versiones clave te da margen de maniobra si algo sale mal o necesitas volver atrás.

En cuanto al comportamiento sin conexión, muchas aplicaciones de Google permiten trabajar offline y sincronizar los cambios cuando recuperas la conexión. En ese momento, la plataforma genera las versiones correspondientes, respetando el historial y fusionando las modificaciones con lo que haya hecho otra gente mientras estabas desconectado, dentro de las capacidades de colaboración en tiempo real.

Con respecto a la seguridad, el control de versiones se combina con medidas como cifrado, autenticación en dos pasos y gestión de dispositivos conectados. Aunque el versionado no es en sí una función de seguridad, sí aporta una capa adicional de tranquilidad porque te protege frente a sobrescrituras accidentales, pérdida de contenido por error humano e incluso ciertos problemas derivados de modificaciones malintencionadas dentro de un documento.

Buenas prácticas al usar el control de versiones en Google Docs y Drive

Para sacarle todo el partido al sistema de versiones de Google es fundamental adoptar algunas rutinas sencillas de organización y limpieza, especialmente si trabajas con otros usuarios y con muchos archivos compartidos.

Una recomendación muy práctica es aprovechar las versiones con nombre en Docs, Sheets y Slides para marcar hitos claros, en lugar de duplicar documentos o cambiarles el título cada dos por tres. De este modo, mantienes un único archivo maestro y usas el historial para navegar entre “Borrador 1”, “Revisión legal”, “Aprobado cliente” y demás fases del proyecto.

Otra buena costumbre es revisar periódicamente las versiones almacenadas en los archivos pesados de Drive (PDF, vídeos, imágenes complejas) y eliminar las iteraciones que ya no aportan nada. Así consigues liberar espacio sin renunciar a conservar las pocas versiones que realmente importan, por ejemplo la inicial, alguna intermedia relevante y la final.

Si trabajas en equipo, merece la pena dedicar unos minutos a explicar al resto de usuarios cómo acceder al panel de Actividad y al historial de versiones, qué significan los colores en los documentos colaborativos, cómo restaurar una versión antigua y qué hacer si detectan cambios que no deberían haberse hecho. Este tipo de formación ligera reduce mucho los conflictos y las “guerras de sobrescrituras”.

Ultimas consideraciones

Por último, procura combinar el control de versiones de Google con otras medidas como copias de seguridad periódicas, políticas claras de compartición y una buena gestión de permisos. Aunque Google ofrece un nivel alto de protección, la organización interna (quién puede editar, quién solo ve, quién administra) sigue siendo clave para evitar incidentes y mantener tus archivos bajo control.

Entender y utilizar bien el control de versiones y el historial de actividad en Google Docs y Google Drive convierte el caos de los “borrador_final_definitivo” en un sistema claro, ordenado y recuperable, en el que cada cambio queda registrado, puedes volver atrás cuando lo necesites y tus documentos colaborativos se mantienen bajo control sin necesidad de malabares con carpetas y copias interminables. Comparte este tutorial y más usuarios conocerán la función de control de versiones para Google Docs y Google Drive.

Lanzamiento del Vivo X300 Pro en España: cámaras, precios y OriginOS 6

Mar, 23/12/2025 - 20:36

La batalla por coronarse como rey de la fotografía móvil tiene nuevo aspirante y viene directo desde China. Vivo, que ya juega en la misma liga que gigantes como Huawei en su mercado local, ha decidido pisar el acelerador en Europa con una apuesta de lo más ambiciosa: el lanzamiento del Vivo X300 y Vivo X300 Pro en España. Dos móviles de gama muy alta que llegan dispuestos a competir de tú a tú con los mejores del mercado tanto en cámaras como en rendimiento y experiencia de uso.

Tras su presentación en China hace apenas unas semanas, la firma ha movido ficha muy rápido para traer estos modelos a nuestro país. Los Vivo X300 y X300 Pro aterrizan en España el 30 de octubre con especificaciones de infarto, un sistema de cámaras firmado junto a ZEISS, baterías de nueva generación de silicio-carbono y el estreno mundial de OriginOS 6 basado en Android 16 como nueva capa en Europa. No vienen solo a hacerse notar: llegan para quedarse como una de las mejores opciones fotográficas del año.

Fecha de lanzamiento y disponibilidad en España

Vivo no ha querido alargar la espera y ha confirmado que sus nuevos buques insignia, el Vivo X300 y el Vivo X300 Pro, estarán disponibles en España desde el mismo 30 de octubre. Es un lanzamiento prácticamente simultáneo al del mercado chino, lo que deja claro que la compañía se toma muy en serio su expansión europea y, en particular, el mercado español.

Ambos dispositivos se podrán comprar tanto en la tienda oficial de Vivo en España como en los distribuidores habituales: MediaMarkt, Carrefour, FNAC y Worten. Además, la marca ha anunciado que también llegará a nuestro país el Photokit o Photographer Kit, un conjunto de accesorios que incluye el famoso teleobjetivo externo (o extensor de telefoto) que multiplica las posibilidades a la hora de hacer fotos con zoom.

Durante el día del lanzamiento se ha organizado, además, un evento de presentación en directo en plataformas como YouTube y TikTok, donde la compañía desvela todos los detalles del X300 Pro y, de paso, sortea una unidad del dispositivo entre los usuarios que participan a través de Instagram. La presentación para España se celebra a las 17:00 (16:00 en Canarias), y cuenta con horarios adaptados para países latinoamericanos como México, Colombia, Venezuela, Argentina y Chile.

Diseño premium y pantallas LTPO de alto nivel

La serie Vivo X300 apuesta por un diseño muy cuidado, con un cuerpo de cristal 3D unibody que integra de manera fluida el enorme módulo circular de cámaras en la parte trasera. El acabado posterior es de vidrio con efecto aterciopelado, suave al tacto y pensado para reducir las huellas dactilares, algo que se agradece en un móvil que quiere transmitir sensación de gama alta desde el primer contacto.

El Vivo X300 estándar está pensado para quienes prefieren un teléfono algo más compacto. Monta una pantalla de 6,31 pulgadas, con un grosor de solo 7,95 mm y un peso muy contenido de 190 gramos, ideal si buscas un móvil potente pero manejable con una mano. Pese a su tamaño, no recorta en prestaciones en comparación con su hermano mayor.

Por su parte, el Vivo X300 Pro sube el listón en diagonal de pantalla hasta las 6,78 pulgadas, con un cuerpo de unos 7,99 mm de grosor, también muy fino para la capacidad de batería que alberga. Es el modelo más indicado si te gusta consumir contenido multimedia, jugar o editar fotos y vídeos en un panel grande sin renunciar a la comodidad en el día a día.

Ambos modelos incorporan paneles LTPO AMOLED con refresco adaptativo de hasta 120 Hz, lo que permite una experiencia muy fluida tanto en navegación general como en juegos. Las pantallas alcanzan picos de brillo muy altos, con referencias de hasta 2.000 nits y cifras superiores en brillo máximo en determinadas condiciones, por lo que se ven sin problemas incluso bajo luz solar directa.

Vivo también ha prestado atención al confort visual. Las pantallas de la serie X300 incluyen atenuación PWM de 2.160 Hz, una tecnología pensada para reducir el parpadeo a bajo brillo y, con ello, la fatiga visual, algo que se nota cuando pasas muchas horas mirando el móvil. Todo ello se completa con un acabado de aluminio en los laterales, bordes ligeramente curvados y certificaciones de resistencia al agua y al polvo IP68 e IP69, un nivel muy alto que garantiza protección ante inmersión y chorros de agua a presión.

Sistema de cámaras: la apuesta total por la fotografía

Si hay un apartado en el que Vivo se ha propuesto romper la baraja es en el de la fotografía. Tanto el Vivo X300 como el Vivo X300 Pro se sitúan claramente en el segmento de móviles para amantes de la cámara, apoyándose en su colaboración con ZEISS y en sensores de último nivel firmados por Samsung y Sony. La idea es simple: ofrecer una calidad de imagen de nivel profesional tanto para foto como para vídeo, con especial énfasis en el zoom y la estabilidad.

Vivo X300 Pro: teleobjetivo ZEISS APO de 200 MP y gimbal avanzado

El gran protagonista de la familia es el Vivo X300 Pro, que llega con un sistema de cámaras pensado para convertirse en referencia. Su joya de la corona es una cámara teleobjetivo ZEISS APO de 200 megapíxeles, basada en un sensor de alta resolución (Ultra-Sensing HPB / HP8 según mercados) desarrollado junto a Samsung. Gracias a este teleobjetivo, el móvil puede ofrecer un zoom óptico de 85 mm con un nivel de detalle y nitidez fuera de lo común en un smartphone.

Este telefoto de 200 MP cuenta con estabilización óptica de imagen muy avanzada, pensada para mantener la escena firme incluso cuando usamos el zoom al máximo o disparamos en condiciones de baja iluminación. El gran número de píxeles permite además hacer “cropping” agresivo sobre la imagen sin que se desplome la calidad, lo que abre la puerta a acercamientos extremos manteniendo una resolución final muy alta.

La cámara principal del X300 Pro monta un sensor Sony LYT-828 de 50 megapíxeles con un tamaño generoso (1/1,28 pulgadas) y un sistema de estabilización tipo Gimbal desarrollado por Vivo. Esta tecnología va un paso más allá de la OIS tradicional, compensando mejor los movimientos y vibraciones para obtener fotos más nítidas y vídeos muy estables, incluso al caminar o grabar en situaciones complicadas.

Junto a estas dos cámaras, el terminal incorpora un ultra gran angular ZEISS de 50 megapíxeles con autoenfoque, que sirve tanto para paisajes como para fotografías de grupo y planos con mayor amplitud. Delante, la cámara frontal ZEISS también llega a los 50 megapíxeles con lente ultra gran angular y enfoque automático, pensada para selfies muy detallados y para creadores de contenido que graben en 4K con la cámara delantera.

Para rematar el conjunto, el Vivo X300 Pro integra el chip de imagen profesional VS1 (Pro VS1 o V3+ según región), dedicado al procesamiento fotográfico y de vídeo. Este procesador de imagen se encarga de mejorar la reducción de ruido, el rango dinámico y el color, además de acelerar tareas como el enfoque, el cálculo de exposición y las funciones avanzadas de vídeo. Gracias a él, el móvil puede ofrecer modos tan llamativos como el modo Escenario 2.0, que permite grabar desde dos perspectivas a la vez en 4K, y soporte para Dolby Vision con grabación en 10-bit Log 4K a 120 fps.

Vivo X300: sensor principal ZEISS de 200 MP en formato compacto

El Vivo X300 no se queda atrás, y aunque está un paso por debajo del Pro en especialización, sigue siendo un gama alta de fotografía muy serio. En este caso, la protagonista es su cámara principal ZEISS de 200 megapíxeles, con estabilización CIPA 4.5 y un sensor de gran tamaño (Samsung HP8 en muchas variantes). Esta cámara está diseñada para ofrecer fotos de altísima resolución, con mucha capacidad de recorte y detalle.

Junto al sensor principal, el X300 incluye un ultra gran angular de 50 megapíxeles y un telefoto periscopio de 50 megapíxeles con sensor Sony LYT-602, que mejora el rango dinámico y reduce el consumo energético. Este LYT-602 también se utiliza en algunos mercados como teleobjetivo del modelo estándar, aportando un rendimiento muy equilibrado en escenas con luz complicada y en tomas con zoom moderado.

Como en el modelo Pro, la cámara frontal ZEISS del X300 es de 50 megapíxeles, con formato ultra gran angular y enfoque automático. Se ha diseñado pensando tanto en selfies como en videollamadas y contenido para redes sociales, ofreciendo un aspecto natural de la piel y buena definición incluso de noche.

Aunque el X300 no llega a los niveles de sofisticación del telefoto de 200 MP del Pro, su combinación de sensor principal de 200 MP, ultra gran angular y telefoto periscopio lo coloca claramente por encima de la mayoría de móviles del mercado en versatilidad fotográfica, sobre todo si te interesa poder recortar y componer después sin perder apenas calidad.

Teleobjetivo externo y Kit ZEISS 2.35x: zoom profesional desde el móvil

Un elemento diferenciador de esta generación es la compatibilidad con un teleobjetivo externo o Photokit / Photographer Kit. Se trata de un accesorio que se acopla a la parte trasera del Vivo X300 Pro y que permite ampliar todavía más el alcance del zoom óptico, ofreciendo un aspecto de cámara profesional compacta, pero con toda la potencia del móvil.

En algunos mercados, este accesorio se comercializa como Kit ZEISS 2.35x Telephoto Extender, y está diseñado específicamente para trabajar en conjunto con el sistema de cámaras de la serie X300. Con él es posible capturar escenas a mucha distancia manteniendo un nivel de detalle muy elevado y un bokeh natural, ideal para retratos, fotografía de fauna o deportes.

Vivo ya experimentó con este tipo de accesorios en generaciones anteriores, pero en el X300 Pro se espera un salto considerable en calidad, precisamente porque el telefoto de base ya parte de un sensor de 200 megapíxeles con lentes ZEISS APO. La combinación de ambos sistemas multiplica las opciones para los usuarios más avanzados que quieran exprimir el móvil como si fuera una cámara con objetivos intercambiables.

Vídeo 8K, retrato en 4K y modos con IA

El vídeo es otro de los grandes puntos fuertes de la serie. Tanto el X300 como el X300 Pro son capaces de grabar en 4K a 120 fotogramas por segundo, lo que permite generar secuencias a cámara lenta de gran fluidez y calidad. En el caso del X300 Pro, además, se añade la posibilidad de capturar vídeo en 8K a 30 fps, orientado a usuarios que necesiten la máxima resolución para edición avanzada.

La serie Vivo X300 es también de las primeras en ofrecer vídeo retrato en 4K a 60 fps, con especial cuidado en la reproducción de tonos de piel realistas y texturas naturales. Gracias al chip de imagen y a la colaboración con ZEISS, los modos de vídeo buscan simular el estilo cinematográfico, con perfiles de color y bokeh que recuerdan a lentes de cine clásicas.

En el terreno de la inteligencia artificial, el sistema AI Image Studio se encarga de automatizar parte del trabajo creativo. Entre sus funciones se incluyen reencuadres automáticos, mejora de paisajes, eliminación de personas en movimiento y creación de múltiples versiones de una misma toma sin necesidad de editar manualmente. La IA también ayuda en fotografía nocturna, con un algoritmo de gestión de luz y sombras que busca conservar una apariencia más natural en escenas con iluminación complicada.

Rendimiento de gama alta con Dimensity 9500

Aunque Vivo ha centrado el foco mediático en la cámara, el apartado de rendimiento también está a la altura de los mejores de la gama alta. Tanto el Vivo X300 como el Vivo X300 Pro incorporan el procesador MediaTek Dimensity 9500, desarrollado junto a MediaTek y fabricado en proceso de 3 nanómetros de TSMC. Es un chip muy reciente que combina alta potencia con eficiencia energética para exprimir la batería.

El Dimensity 9500 incluye una GPU de 12 núcleos pensada para juegos exigentes y una NPU optimizada para tareas de inteligencia artificial, lo que se traduce en mejor rendimiento en funciones como el procesamiento de imagen, traducción en tiempo real o asistentes inteligentes integrados en el sistema. En la práctica, el móvil va sobrado tanto para multitarea pesada como para gaming en alta calidad.

En memoria y almacenamiento, Vivo apunta alto: el X300 llega a España con 16 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento interno en algunas configuraciones, mientras que el X300 Pro se comercializa también con 16 GB de RAM y 512 GB. Según la web oficial figuran variantes de 12/256 GB para el modelo estándar, pero en cualquier caso se trata de cifras más que generosas para un uso intenso y a largo plazo.

Pese a que la marca no ha optado por un Snapdragon de la gama más alta, el conjunto de Dimensity 9500 + RAM rápida + almacenamiento veloz sitúa a estos terminales en un nivel muy competitivo. En análisis preliminares se destaca que el rendimiento es muy fluido y estable, reforzado por las optimizaciones de OriginOS 6 y por tecnologías como Origin Smooth Engine, que mantiene la velocidad del sistema incluso con años de uso.

Batería de silicio-carbono y carga rápida

Otro de los puntos llamativos de la serie X300 es su autonomía. Sin superar los 8 mm de grosor y manteniendo pesos en torno a los 200 gramos, Vivo ha logrado integrar baterías de gran capacidad recurriendo a la tecnología de silicio-carbono y al sistema BlueVolt, que combina materiales de silicio y electrolitos semisólidos para mejorar la densidad energética y la seguridad.

El Vivo X300 Pro monta una batería de 5.440 mAh, mientras que el Vivo X300 se queda en unos muy respetables 5.360 mAh. Ambos modelos son compatibles con carga rápida por cable de 90 W y con carga inalámbrica (40 o 50 W según pack y región). En algunos casos, la compra incluye tanto el cargador de 90 W como un cargador inalámbrico de 50 W de regalo, lo que redondea el conjunto.

Vivo también se ha querido desmarcar en el apartado de durabilidad de la batería. La marca ofrece una garantía de 5 años sobre la salud de la batería en el X300 Pro, comprometiéndose a sustituirla sin coste si su capacidad máxima baja por debajo del 80 % durante ese periodo. Es un movimiento importante si piensas quedarte el móvil varios años y te preocupa la degradación típica de las baterías de litio.

OriginOS 6 y Android 16: software renovado para Europa

Con la llegada del Vivo X300 Pro a España se produce también el debut mundial de OriginOS 6 en el mercado internacional, la nueva capa de personalización de la marca basada en Android 16. Esta versión sustituye de forma progresiva a Funtouch OS fuera de China y quiere ofrecer una experiencia más fluida, visualmente cuidada e inteligente.

Una de las claves de OriginOS 6 es Origin Smooth Engine, un sistema que optimiza la gestión de memoria, CPU y pantalla para mantener el rendimiento constante incluso tras un uso prolongado. Gracias a estas mejoras, el Vivo X300 Pro ha obtenido una certificación SGS de fluidez sostenida tras simular cinco años de uso intensivo, algo que refuerza la idea de dispositivo pensado para durar.

La capa también incorpora Snap-Up Engine, un sistema que mejora la respuesta táctil hasta en un 41 %, priorizando acciones críticas como pagos, accesos o reservas. De esta forma, el móvil reacciona más rápido en gestos importantes, reduciendo la sensación de lag en situaciones de uso real.

En el apartado estético, OriginOS 6 renueva a fondo el diseño con iconos de peso variable, una nueva tipografía vivo Sans con soporte para más de 40 idiomas y efectos visuales como Translucent Color y Dynamic Glow. No faltan los widgets personalizables, fondos de pantalla dinámicos, opciones para personalizar la pantalla de bloqueo y una especie de “isla dinámica” al estilo del iPhone para mostrar notificaciones y controles contextuales.

La inteligencia artificial está muy integrada en el sistema. OriginOS 6 incluye compatibilidad con Google Gemini e integra funciones como Circle to Search, así como herramientas de productividad del tipo Copy & Go y Drag & Go, que permiten ejecutar acciones directamente desde fragmentos de texto o imágenes sin tener que cambiar de aplicación.

En el campo de la edición y creatividad, el sistema ofrece utilidades como AI Retouch, AI Erase, AI Image Expander y otros filtros pensados para retocar fotos de forma inteligente. A ello se suman aplicaciones de productividad potenciadas por IA, como Smart Call Assistant, DocMaster, AI Search y AI Creation, que ayudan desde la gestión de llamadas hasta la búsqueda rápida de documentos o la generación de contenido.

En materia de privacidad y seguridad, Vivo agrupa todas las opciones bajo la marca vivo Security, donde es posible controlar permisos, cifrado, protección de datos y otras funciones. Además, la serie X300 llega con la promesa de cinco años de actualizaciones de sistema y siete años de parches de seguridad, lo que debería llevar a estos móviles, en teoría, hasta Android 21.

Integración con otros dispositivos y ecosistema

Uno de los aspectos más curiosos de estos nuevos Vivo X300 es su enfoque en la integración con otros dispositivos. El sistema incluye herramientas de interconexión total con ordenadores Windows y tablets como la Vivo Pad5e, facilitando el intercambio de archivos, el uso del móvil como pantalla secundaria, o la gestión de notificaciones desde el PC, algo muy útil en entornos de trabajo.

Lo más llamativo, sin embargo, es la apuesta por la compatibilidad con el ecosistema de Apple. Vivo presume de que sus X300 y X300 Pro pueden trabajar con dispositivos como Apple Watch o AirPods, rompiendo en parte el tradicional “jardín cerrado” de Cupertino. Esto abre posibilidades interesantes para usuarios que tengan accesorios de Apple pero prefieran usar un móvil Android como dispositivo principal.

Precio oficial de los Vivo X300 y X300 Pro en España

En lo referente a precios, la apuesta de Vivo en España coloca a estos terminales claramente en la gama más alta del mercado. El Vivo X300 parte de los 1.099 euros en su versión con 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, aunque también se han anunciado configuraciones de 16/512 GB según el canal de venta y las promociones activas.

El Vivo X300 Pro se sitúa en los 1.399 euros para el modelo de 16 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento. Además, existe un pack especial del Vivo X300 Pro con Photokit, que incluye el teleobjetivo externo y otros accesorios, por un precio oficial de 1.599 euros. En algunos distribuidores, la compra de cualquiera de los modelos viene acompañada de regalos como el cargador de 90 W y el cargador inalámbrico de 50 W.

En lo relativo a colores, el Vivo X300 llega a España en Phantom Black y Halo Pink, mientras que el X300 Pro se comercializa en Phantom Black y Dune Brown. La estrategia es clara: ofrecer una paleta sobria y elegante que encaje con el posicionamiento premium de la gama.

Aunque en China los precios al cambio puedan parecer bastante más bajos, en Europa hay que tener en cuenta impuestos, logística y márgenes comerciales. Vivo ha decidido posicionar su serie X300 en línea con otros topes de gama de marcas reconocidas, apoyándose en su propuesta de valor en fotografía, batería y soporte de software a largo plazo.

La llegada del Vivo X300 y Vivo X300 Pro a España supone la entrada de una alternativa muy seria en la gama alta fotográfica. Entre su zoom de 200 megapíxeles con lentes ZEISS, el soporte para teleobjetivo externo, las baterías de silicio-carbono con carga veloz, el potente Dimensity 9500, OriginOS 6 basado en Android 16 con IA integrada y un compromiso de actualizaciones a largo plazo, estos modelos se colocan como candidatos firmes a móvil del año para los que priorizan la cámara sin renunciar al resto. Comparte la información y más usuarios conocerán las novedades de este dispositivo.

Motorola Edge X70: características filtradas y lo que podemos esperar

Mar, 23/12/2025 - 19:43

Motorola prepara un golpe sobre la mesa en la gama alta con su próximo buque insignia: el Motorola Edge X70 (Edge 70 Ultra en global). A partir de filtraciones, listados de rendimiento y el contexto de la familia Edge 70 ya presentada, podemos dibujar un retrato bastante completo de lo que está por venir en diseño, potencia, cámaras y experiencia con IA.

Conviene tener claro que muchas de las especificaciones proceden de fuentes sólidas pero aún no oficiales, por lo que algunos detalles podrían variar. Aun así, las coincidencias entre filtradores y medios especializados dejan claro el enfoque: un móvil ultrafino, muy potente, con pantalla OLED 1.5K, Snapdragon 8 Gen 5, 16 GB de RAM y un sistema de cámaras con teleobjetivo periscópico para competir con los mejores de 2026.

Motorola Edge X70 / Edge 70 Ultra: qué es y cómo encaja en la familia

Dentro de la nueva hornada de la marca, el Motorola Edge X70 sería la versión para China del modelo conocido internacionalmente como Motorola Edge 70 Ultra, siguiendo la tradición de renombrar los flagships en ese mercado como serie “Moto X”. En otras palabras: hablamos del top de gama no plegable de Motorola, por encima del actual Edge 70 “a secas”.

Motorola ya ha lanzado el Motorola Edge 70 estándar, un terminal ultradelgado de gama media-premium con grosor de solo 5,99 mm, batería de 4.800 mAh y Snapdragon 7 Gen 4. Ese modelo ha servido de carta de presentación de la familia Edge 70, demostrando que se puede ser fino, resistente (IP68/IP69 y certificación militar MIL-STD-810H) y mantener una ficha técnica muy equilibrada. El Edge X70 / Edge 70 Ultra buscaría llevar esa misma filosofía al territorio de los verdaderos flagships.

Las filtraciones apuntan además a una especie de “escalera” dentro del catálogo: el Moto X70 Air (futuro Edge 70 global), el Edge 70 Ultra (Edge X70 en China) y versiones especiales como el rumoreado Motorola Swarovski Crystal Edge 70, que se centraría en diseño de lujo con cristales y el Color del Año de Pantone. Todo encaja en una estrategia clara: diseño ultrafino, colores cuidados y un enfoque fotográfico muy serio.

Pantalla OLED 1.5K: nitidez y ahorro de batería

Una de las constantes en las filtraciones es la pantalla. El Motorola Edge X70 estrenaría un panel OLED plano de alrededor de 6,7 pulgadas con resolución 1.5K y tasa de refresco de 120 Hz. Esto supone un cambio sutil pero significativo frente a generaciones anteriores, como el Edge 50 Ultra con refresco de 144 Hz.

La elección de resolución 1.5K (en torno a 1.220 x 2.712 píxeles) se ha convertido en el nuevo punto dulce de la gama alta: ofrece más definición que el clásico Full HD+ sin el consumo extra de un panel 4K. Combinado con un refresco de 120 Hz, el resultado previsto es una experiencia muy fluida en navegación y juegos, pero con un impacto más contenido en autonomía.

Si tomamos como referencia el Edge 70 ya oficial, podemos esperar en el Edge X70 unos marcos especialmente reducidos (en el Edge 70 solo ocupan alrededor del 9,6 % del frontal), compatibilidad con HDR10+, un brillo muy elevado para ver la pantalla bajo sol intenso y tecnologías como PWM de alta frecuencia para reducir la fatiga visual. Todo ello, protegido probablemente por un cristal de última generación, similar al Gorilla Glass 7i que ya monta el modelo base.

Diseño ultradelgado: la seña de identidad de la serie Edge 70

El discurso de Motorola gira constantemente alrededor de ser “increíblemente delgado e increíblemente resistente”. En el teaser del Moto X70 Air (germen del Edge 70 global), la marca china presume de un perfil que prácticamente desaparece en la imagen, apuntando a un grosor por debajo de los 6 mm para toda la familia.

Siguiendo esa línea, el Edge X70 / Edge 70 Ultra jugaría en esa misma liga del milímetro: chasis ultrafino, peso muy controlado y un trabajo importante en estructura interna para evitar problemas de rigidez o sobrecalentamiento. Fabricantes como Apple o Samsung ya han demostrado que se puede hacer un móvil muy delgado sin “bend-gate”, pero la ventana de diseño es estrecha: hay que optimizar antenas, batería, cámaras y disipación.

En cuanto a materiales, se espera un marco de aluminio de calidad aeronáutica (ya presente en el Edge 70) y una trasera con textura cuidada. El Edge 70 apuesta por un acabado textil en silicona inspirada en nailon con certificación Pantone, muy agradable al tacto; las filtraciones del Edge 70 Ultra muestran, en cambio, acabados texturizados distintos y un módulo de cámaras más cuadrado y voluminoso, que rompe con lo visto en el Edge 50 Ultra.

Los colores también son parte del ADN de esta generación. El Edge 70 llega en tonos como PANTONE Bronze Green, Lily Pad y Gadget Grey; el Edge X70 / Ultra seguiría la misma línea con nuevas paletas certificadas por Pantone y detalles como anillos de cámara o botones con acentos de color. Además, el terminal mantendría un nivel de protección alto, con IP68/IP69 y certificación militar MIL-STD-810H, demostrando que ser fino no implica ser frágil.

Triple cámara con teleobjetivo periscópico: el salto fotográfico clave

El apartado de cámaras es donde Motorola parece querer plantar cara a los grandes. Todo apunta a que el Edge X70 montará un módulo triple de 50 megapíxeles, con sensor principal, ultra gran angular y un teleobjetivo de tipo periscopio, todos con la misma resolución base para ganar consistencia en detalle y color.

En el Edge 70 estándar ya vemos parte de esta estrategia: sensor principal de 50 MP con OIS, ultra gran angular de 50 MP con campo de visión de 120° y capacidades macro, y una cámara frontal también de 50 MP para selfies muy nítidos. En el Edge 70 Ultra se mantendría la idea de “tres cámaras de 50 MP”, pero se incorporaría el teleobjetivo periscópico de largo alcance que tantas filtraciones han destacado.

Este periscopio permitiría zoom óptico alto (se habla de 5x o incluso más), con mejoras muy claras en fotografía de larga distancia, tanto de día como de noche. El reencuadre digital sobre un sensor de alta resolución ayudaría además a ofrecer niveles intermedios de zoom sin pérdida excesiva de calidad.

En vídeo se espera grabación en 4K con estabilización avanzada, aprovechando tanto OIS como EIS. A nivel de procesado, entra en juego el ecosistema de moto ai: funciones como Signature Style para aplicar un estilo coherente a todas las fotos, Action Shot para congelar movimiento o Group Shot para mejorar fotos de grupo ya forman parte del Edge 70, y se darían por hechas (e incluso ampliadas) en el Edge 70 Ultra.

Snapdragon 8 Gen 5 y 16 GB de RAM: potencia de nueva generación

El registro del modelo XT2603-1 en Geekbench ha sido clave para perfilar el hardware del Edge X70. Bajo ese código se esconde un dispositivo Motorola que encaja con la numeración tradicional de las variantes chinas de su buque insignia, y que muestra un procesador Qualcomm de ocho núcleos con dos núcleos de alto rendimiento a 3,65 GHz y otros seis núcleos a 3,32 GHz, acompañado de una GPU Adreno 825.

Aunque el nombre comercial no aparece, la industria coincide en que se trata del Snapdragon 8 Gen 5, posiblemente en su versión estándar (por debajo de un hipotético Elite Gen 5 con frecuencias superiores a los 4 GHz). En Geekbench, este chip ha alcanzado 2.634 puntos en mononúcleo y 7.475 en multinúcleo, cifras que lo sitúan claramente en la élite de 2026.

El listado también revela la presencia de 16 GB de memoria RAM, que se consolidan como cifra de referencia en la gama alta del año que viene, y Android 16 como sistema operativo de serie. Ese combo garantiza no solo un rendimiento muy alto en uso diario, juegos y multitarea, sino también margen de sobra para IA generativa y procesos en segundo plano.

Si miramos al hermano pequeño, el Edge 70 con Snapdragon 7 Gen 4 ya roza el millón de puntos en AnTuTu 10 (unos 1.086.000), así que es razonable esperar que el Edge X70 suba claramente el listón, convirtiéndose en uno de los primeros móviles en estrenar la nueva plataforma de gama alta de Qualcomm con una apuesta por potencia y eficiencia a partes iguales.

Batería de alta densidad y carga muy rápida

El gran reto técnico de un teléfono ultradelgado es la autonomía. Motorola ya ha dado pistas claras con el Edge 70: batería de 4.800 mAh basada en tecnología de silicio-carbono, capaz de almacenar más energía en menos volumen. Según la marca, eso se traduce en hasta 50 horas de uso mixto, alrededor de dos días de uso moderado o medio día de uso intensivo sin pasar por el enchufe.

Para el Edge X70 / Ultra se espera una cifra muy similar, probablemente repitiendo 4.800 mAh con arquitectura de silicio-carbono o un valor cercano. La clave estará en la combinación con la pantalla 1.5K a 120 Hz y el Snapdragon 8 Gen 5, más eficiente. En conjunto, el dispositivo debería ofrecer una autonomía competitiva dentro de la gama alta, pese a su grosor reducido.

En carga, el listón ya está alto en el Edge 70 con 68 W por cable y 15 W en inalámbrico. Además, Motorola incluye adaptador de corriente de 68 W, cable USB‑C y una funda compatible con carga inalámbrica en la caja, algo cada vez menos habitual. Es de esperar que el Edge X70 mantenga o incluso mejore estas cifras, reforzando el mensaje de “carga ultrarrápida” donde unos 15 minutos de enchufe dan para muchas horas de uso.

Software, Android 16 y la apuesta por Moto AI

Uno de los puntos distintivos de la nueva Motorola es cómo combina Android muy limpio con su propia capa Hello UI. En el Edge 70, la marca promete hasta cuatro grandes actualizaciones de Android (incluida Android 16) y parches de seguridad bimensuales hasta 2031, un compromiso que la sitúa en el club de los fabricantes que se toman en serio el soporte a largo plazo.

En el Edge X70 / Edge 70 Ultra, el software partiría directamente de Android 16 instalado de fábrica, con todas las novedades de Google plenamente integradas desde el primer minuto: mejoras en notificaciones, modos inteligentes, Instant Hotspot y el empuje de Google Gemini como motor de IA en el sistema.

Sobre esa base, Motorola añade sus herramientas propias bajo el paraguas de moto ai. No solo hablamos de trucos para la cámara, sino de funciones más amplias: generación de imágenes personalizadas, ayuda para crear listas de reproducción en función de lo que estás viendo, identificación de información relevante en pantalla con un toque o incluso asistente de voz avanzado como Gemini Live integrado en el teléfono.

Un detalle llamativo del Edge 70, que se espera también en el Edge X70, es la inclusión de un botón físico dedicado a la IA. De este modo, el usuario lanza directamente las funciones inteligentes sin depender del “OK Google” de turno ni de atajos en pantalla, algo muy práctico cuando quieres asistencia rápida mientras usas otras apps.

Conectividad y extras: lo que deja entrever el Edge 70

Tomando como referencia el modelo ya presentado, es razonable esperar que el Edge X70 / Ultra incluya conectividad 5G, Wi‑Fi 7, Bluetooth 6.0, NFC, VoLTE, VoWiFi e infrarrojos, además de GPS de doble banda (L1+L5) compatible con GLONASS, BDS, Galileo y QZSS. Todo ello, acompañado de puerto USB‑C para datos y carga.

El Edge 70 ofrece además lector de huellas bajo la pantalla, desbloqueo facial, soporte para Dual SIM (nanoSIM + eSIM) y ranura microSD para ampliar almacenamiento hasta 1 TB, algo cada vez más raro en gama media‑alta y alta. De mantenerse estas características en el Edge 70 Ultra, Motorola ganaría muchos puntos entre los usuarios avanzados que valoran esta flexibilidad.

Eso sí, se repiten algunas ausencias típicas de los gamas altas recientes: sin radio FM ni jack de 3,5 mm. Para audio, Motorola apuesta por el ecosistema de accesorios como los nuevos moto buds bass y moto buds loop, además de ofertas promocionales donde combina el Edge 70 con auriculares, reloj y tag inteligentes para construir un pequeño ecosistema conectado.

Precio, disponibilidad y estrategia de lanzamiento

El camino de salida también parece claro. En China, el Moto X70 Ultra debutaría a finales de 2025, con presentación oficial tras el lanzamiento del Moto X70 Air. La versión global, bajo el nombre Motorola Edge 70 Ultra, se lanzaría durante la primera mitad de 2026, siguiendo un patrón ya visto: primero China, luego un despliegue progresivo por Europa, Estados Unidos y América Latina.

En España, el Motorola Edge 70 “normal” ya se vende en la web oficial y distribuidores por 799 euros, con una promoción muy agresiva: al comprarlo, el usuario se lleva un pack de productos valorado en unos 319 euros (moto tag, moto buds loop, moto watch fit y cargador TurboPower 68 W). Ese movimiento indica que Motorola quiere posicionar la familia Edge 70 como algo más que un móvil aislado, apostando por un ecosistema de accesorios atractivos.

¿Cuánto costará este dispositivo?

No se conoce todavía el precio del Edge 70 Ultra, pero todo apunta a que se situará claramente por encima, en el territorio de los granes flagships. La ventaja competitiva estaría en ofrecer diseño ultrafino, cámara periscópica y Snapdragon 8 Gen 5 a un precio algo más contenido que el de algunos rivales directos, apoyándose además en promociones de lanzamiento similares.

Con todo lo filtrado encima de la mesa, el Motorola Edge X70 se perfila como el paso lógico de la marca tras el éxito del Edge 50 Ultra y la llegada del Edge 70 ultradelgado: un smartphone que combina perfil finísimo, potencia bruta de nueva generación, teleobjetivo periscópico y fuerte integración de IA.

Si Motorola consigue cuadrar bien batería, temperaturas y experiencia fotográfica sin recortes incómodos, podría convertirse en uno de los móviles más interesantes de 2026 para quienes buscan algo distinto a los dos o tres gigantes de siempre. Comparte este artículo y otros usuarios conocerán todo sobre el Motorola Edge X70.

Huawei entra en la guerra de los ultrafinos: batería, IA y revolución del hardware

Mar, 23/12/2025 - 19:26

La batalla por el móvil más fino del mercado se ha calentado de golpe. Lo que hace nada parecía una carrera centrada en Apple y Samsung, con sus iPhone Air y Galaxy Edge poniendo a dieta a los teléfonos a base de sacrificar batería, ahora tiene un nuevo actor dispuesto a romper las reglas: Huawei y sus modelos ultrafinos. Y lo hace con un planteamiento muy agresivo, tanto en diseño como en capacidad de batería, precio y ecosistema.

Lejos de limitarse a sacar otro «rectángulo negro» algo más delgado, Huawei está moviendo ficha en varios frentes a la vez: móviles ultrafinos con baterías gigantes, plegables de triple pliegue, proyectos de hardware transparente, soluciones de inteligencia artificial basadas en software y una presencia cada vez más relevante en infraestructuras críticas. Todo ello en medio de tensiones geopolíticas, vetos tecnológicos y una industria del móvil que muchos daban por agotada a nivel de innovación.

Huawei entra de lleno en la guerra de los ultrafinos con el Mate 70 Air

En el mundo de los smartphones, los apellidos «Air» o «Edge» suelen significar una cosa: diseño extremado en delgadez a cambio de recortar por algún lado, casi siempre en la batería. Lo hemos visto con el iPhone Air de Apple o con terminales como el Galaxy S25 Edge de Samsung, que presumen de perfil casi de hoja de papel, pero que obligan a vivir pegado al cargador si aprietas un poco el uso diario.

Huawei, sin embargo, parece decidida a romper este pacto no escrito con el que se había resignado el sector. El próximo Huawei Mate 70 Air se perfila como el ataque directo de la marca china a este segmento «ultrafino» pero con un giro clave: mantener una estructura muy delgada sin destrozar la autonomía. Es, además, un movimiento que llega justo cuando la compañía ha recuperado mucha fuerza en su mercado doméstico, volviendo a pelear de tú a tú con Apple en la gama alta china.

Según filtraciones amplificadas por medios especializados internacionales, el Mate 70 Air apostará por un chasis de aluminio y cristal con un grosor que ronda los 6 – 6,6 milímetros, metiéndose de lleno en la liga de los terminales más finos del mundo. Lo interesante es que las imágenes que circulan mantienen muy claro el ADN visual de la familia Mate, incluido el clásico módulo circular de cámaras en la parte trasera, lo que demuestra un cuidado por el diseño que va más allá de adelgazar por adelgazar.

Una batería de 6.500 mAh en un cuerpo ultrafino: el gran golpe sobre la mesa

El gran titular del Mate 70 Air no es solo su grosor, sino la cifra que más está dando que hablar: una batería de 6.500 mAh. En un móvil tan delgado, eso suena casi a ciencia ficción si lo comparamos con la competencia directa. El iPhone Air ronda los 3.149 mAh, mientras que el Galaxy S25 Edge sube hasta unos 3.900 mAh, cifras que se quedan claramente por detrás de la apuesta de Huawei.

Si se confirma esta capacidad, estaríamos ante la batería más grande jamás vista en un móvil de Huawei, y además en un modelo que presume de ser el Mate más fino de su historia. La idea es clara: demostrar que se puede tener un móvil ligero y estilizado sin convertir la autonomía en un drama diario. Tras años en los que el «ultrafino» equivalía a compromisos importantes, la compañía quiere usar este lanzamiento como escaparate de hasta dónde han llegado las nuevas tecnologías de batería.

El truco no es solo cuestión de ingeniería mecánica y de apilar componentes mejor. En la ecuación entran las baterías de silicio-carbono, un tipo de celdas que ya hemos empezado a ver en otros fabricantes chinos y que permiten elevar la capacidad sin disparar el volumen físico del paquete de batería. Marcas como Realme han presumido de llegar a 15.000 mAh en experimentos con este tipo de tecnología, y Honor ha rondado los 8.000 mAh, aunque todavía hay interrogantes sobre la durabilidad real a largo plazo.

Huawei no se va a esos extremos de laboratorio, pero los 6.500 mAh encajan perfectamente en lo que cabe esperar de una implementación conservadora pero muy avanzada. El Mate 70 Air se apoya en esta tecnología para cuadrar el círculo: un cuerpo alrededor de los 6 mm, una batería muy por encima de lo que solemos ver en móviles slim y el mensaje de que China ya está aplicando en productos reales la solución al eterno problema de la autonomía en dispositivos ultradelgados.

Diseño, cámaras y chasis: el Mate 70 Air no solo va de grosor

Reducir el grosor de un smartphone hasta la franja de los 6 milímetros sin que se convierta en un mero prototipo con concesiones por todas partes es una proeza de ingeniería pura y dura. En el caso del Mate 70 Air, los primeros detalles apuntan a un terminal que no solo se queda en el impacto visual de sacar el calibre, sino que pretende ser usable a diario sin sensación de fragilidad permanente.

El chasis combina aluminio y cristal, dos materiales muy habituales en la gama alta, pero aquí exprimidos al máximo para ganar rigidez sin aumentar el grosor. Las imágenes filtradas muestran un terminal muy estilizado que mantiene el gran módulo circular de cámaras en la trasera, un rasgo ya icónico en los Mate, de modo que cualquiera lo reconoce al primer vistazo.

En el apartado fotográfico, Huawei no parece dispuesta a relajar el nivel. Todo indica que el Mate 70 Air montará un sistema de triple cámara con un sensor principal de 50 megapíxeles (posiblemente de formato 1/1,3”), acompañado por un ultra gran angular de 13 megapíxeles y un teleobjetivo de tipo periscopio de 8 megapíxeles. En otras palabras: busca ser delgado, pero sin renunciar al tipo de conjunto fotográfico que se espera de un gama alta de la marca.

La apuesta por la fotografía tiene mucho sentido si miramos la estrategia reciente de Huawei. Terminales como el Pura 80 Ultra han llevado de nuevo a la compañía a lo más alto de los rankings de cámara móvil, con soluciones tan curiosas como teleobjetivos duales conmutables y sistemas muy avanzados de estabilización y procesado de imagen. Con el Mate 70 Air, la idea parece clara: aunque sea su móvil «esbelto», no quiere ser una versión descafeinada en cámaras.

Otro detalle relevante es el origen de los sensores de imagen. Huawei ha ido reforzando su colaboración con fabricantes chinos como SmartSens, con sede en Shanghái, especializado en sensores CMOS y con más de 350 clientes y unas 420 patentes (de las cuales 190 son invenciones propias). Este tipo de alianzas encaja con la estrategia general de la compañía de apoyarse en una cadena de suministro cada vez más nacional para esquivar vetos y limitaciones occidentales.

Corazón Kirin y HarmonyOS: la apuesta por el ecosistema propio

Desde el veto estadounidense, Huawei se ha visto obligada a reconstruir su plataforma tecnológica prácticamente desde cero. El Mate 70 Air es otro capítulo más de este proceso. En lugar de recurrir a chips de Qualcomm o MediaTek, el terminal apostará por un SoC Kirin 5G diseñado en casa, continuando la línea marcada por los Mate 70 estándar.

Las filtraciones apuntan a dos variantes internas. El modelo con 12 GB de RAM montaría un chip Kirin 9020B, una versión con frecuencias de reloj algo recortadas; mientras que la configuración con 16 GB de RAM se apoyaría en el Kirin 9020A, un procesador ya conocido dentro de la familia Mate 70. Esta diferenciación permite a Huawei jugar con consumos, temperaturas y costes manteniendo un rendimiento alto en todo el catálogo.

Más allá del hardware, el gran pegamento de esta generación es HarmonyOS, el sistema operativo propio con el que Huawei lleva años intentando independizarse de Android y de los servicios de Google. Cada nuevo Mate es una oportunidad para consolidar esta plataforma, probando nuevas integraciones con la nube de la marca, servicios propios y compatibilidad con su ecosistema de dispositivos (relojes, tablets, portátiles, coches conectados, etc.).

Proyectos como HarmonyOS NEXT apuntan todavía más alto, intentando crear un entorno donde las aplicaciones puedan moverse entre dispositivos con más facilidad y donde el usuario no dependa de ningún actor occidental para sus servicios básicos. Es una respuesta directa a un contexto en el que la resiliencia tecnológica se ha convertido en una cuestión de supervivencia para Huawei.

Precio y posicionamiento: competir con el iPhone Air sin ir a por el mismo público

En términos de mercado, el Mate 70 Air se sitúa como competidor directo del iPhone Air dentro de China, pero lo hace con un enfoque ligeramente distinto. El dispositivo mide aproximadamente 6,6 mm de grosor y se comercializa en torno a los 4.199 yuanes, lo que al cambio son unos 590 dólares, bastante por debajo de los 999 dólares del modelo ultrafino de Apple.

Es decir, Huawei no intenta necesariamente destronar al iPhone Air en el segmento más alto por precio, sino seducir a un usuario muy sensible al diseño que quiere un terminal estilizado, pero que también mira la relación prestaciones/coste. Esta combinación de delgadez, batería de 6.500 mAh, pantalla grande (alrededor de 7 pulgadas), altavoces estéreo y HarmonyOS lo convierte en una alternativa muy interesante dentro de la gama alta accesible en China.

Además, el terminal ya se puede reservar en la tienda online de Huawei en su país, y las entregas se han fijado para mediados de noviembre, lo que indica que no estamos ante un prototipo futurista, sino ante un producto pensado para volumen. Mientras tanto, otros fabricantes chinos como Xiaomi están siguiendo estrategias parecidas, renombrando sus gamas insignia (series Xiaomi 17 y 17 Pro, por ejemplo) y ajustando precios frente a Apple con el mismo objetivo: disputar el prestigio del segmento premium sin caer en tarifas inalcanzables.

La revolución de la IA de Huawei: más rendimiento sin más hardware

Paralelamente a la ofensiva en móviles, Huawei está moviendo ficha en otro campo crucial: la infraestructura de inteligencia artificial. Aquí la novedad no es un nuevo chip físico, sino una solución de software que, según fuentes asiáticas como el South China Morning Post, podría mejorar hasta un 70 % la eficiencia de GPUs y NPUs ya existentes.

La idea es sencilla de explicar, aunque compleja de ejecutar: en lugar de competir a ver quién lanza la GPU más potente o el nodo de fabricación más pequeño, Huawei estaría trabajando en un orquestador de recursos de IA capaz de exprimir de forma mucho más eficiente los clusters de procesamiento. Hoy en día, muchas infraestructuras de IA apenas consiguen usar entre el 30 y el 40 % del potencial real de la GPU; el objetivo de esta solución sería elevar esa tasa de utilización cercana al 70 %.

Este enfoque, que recuerda a lo que hacía la empresa israelí Run:ai (adquirida por Nvidia por unos 700 millones de dólares), permitiría gestionar de forma unificada todos los recursos, incluyendo GPUs de terceros fabricantes. De un plumazo, se reduce la dependencia directa de Nvidia y se abre la puerta a centros de datos mixtos que combinen hardware local de Huawei (como sus chips Ascend) con otros procesadores.

Para una compañía vetada del acceso a buena parte del hardware occidental de gama más alta, este tipo de software es casi una cuestión estratégica. Ren Zhengfei, el fundador de Huawei, ha reiterado su confianza en el talento de sus equipos de desarrollo para compensar desventajas de hardware con innovación en algoritmos y arquitectura de clúster. Y el presupuesto acompaña: solo en 2024, la inversión en I+D de la compañía rondó los 25.000 millones de dólares.

Todo esto llega en paralelo a otras novedades: avances en sistemas informáticos de ultra gran escala, nuevos SSD de próxima generación, mejoras en HarmonyOS, interconexiones ópticas, soluciones de conducción asistida y autónoma y nuevas tecnologías para móviles plegables y fotografía. En otras palabras, Huawei no solo quiere hacer móviles finos: quiere ser un actor imprescindible en el ecosistema de IA y computación avanzada, sin depender de hardware estadounidense.

Plegables y triple pliegue: el Mate XTs y la apuesta por pantallas gigantes

Mientras el mercado mira de reojo al futuro plegable de Samsung (el rumoreado TriFold o G Fold), Huawei ya ha puesto en circulación el primer triple pliegue comercial del mundo: el Mate XT Ultimate Design. Ahora, la compañía se prepara para su sucesor, el Mate XTs, que podría llegar con un precio bastante más digerible que el original.

El Mate XT Ultimate Design salió al mercado internacional con un precio cercano a los 3.500 euros, lo que lo convertía en un dispositivo prácticamente de coleccionista. Los rumores sobre el Mate XTs hablan de un precio en torno a los 15.000 yuanes, unos 1.800 euros al cambio directo. Es cierto que, si diese el salto a mercados internacionales, habría que contar con impuestos y márgenes, pero seguiría siendo bastante más barato que su predecesor.

Con una pantalla desplegada de alrededor de 10,2 pulgadas, este tipo de terminal se mueve en un terreno muy cercano al de las tablets, pero manteniendo la posibilidad de plegarse hasta adoptar el formato de un móvil relativamente manejable. Para ponerlo en contexto, muchos plegables tipo libro actuales se quedan en las 8 pulgadas por precios similares o incluso superiores, como el Galaxy Z Fold 7 o el Pixel 10 Pro Fold.

Eso sí, estos precios más “razonables” se aplicarían principalmente en el mercado chino. Un comprador europeo o latinoamericano que decidiera importarlo tendría que asumir gastos de envío, ausencia de servicios nativos de Google y una serie de limitaciones derivadas de los vetos que arrastra Huawei. Además, la marca no tiene acceso a algunos de los chips de gama más alta como el Snapdragon 8 Elite, de modo que no podemos esperar que compita de tú a tú en bruto con los mejores modelos de Samsung, Oppo o Motorola en rendimiento puro.

A cambio, ofrece algo extremadamente diferencial: un pliegue extra que permite pasar a una diagonal de pantalla enorme y un formato único. Para muchos usuarios, la posibilidad de llevar en el bolsillo un dispositivo que se abre hasta superar las 10 pulgadas puede compensar de sobra cualquier sacrificio en servicios o potencia máxima. Eso sí, todavía se sabe poco de las diferencias concretas entre el Mate XTs y el Mate XT Ultimate Design más allá de mejoras esperadas en cámara, chipset y diseño general.

El renacer de la innovación móvil: baterías, cámaras y nuevos formatos

Durante años, una sensación de aburrimiento tecnológico se había instalado en la industria del smartphone: más megapíxeles, un nanómetro menos en el procesador, algún gramo menos de peso… pero sin cambios realmente emocionantes. Muchos usuarios aguantaban con móviles de hace cuatro o cinco años porque no veían razones de peso para renovar.

En 2025 esa percepción ha empezado a cambiar. Terminales como el Huawei Pura 80 Ultra han devuelto la sensación de estar ante algo distinto. Uno de los elementos más llamativos es su teleobjetivo dual conmutable: un sistema formado por dos lentes (de 3,7x y 9,4x) sobre un sensor de 1/1,28″ que utiliza un mecanismo simétrico para bloquear la luz y ofrecer transiciones suaves entre diferentes distancias focales, manteniendo una calidad muy alta incluso a larga distancia.

Puede que en el día a día no todo el mundo exprima un tele tan específico, pero la clave es que, de nuevo, Huawei se ha atrevido a salirse del guion tradicional y proponer algo que nadie más ofrece. Algo parecido está ocurriendo con los kits fotográficos que empiezan a popularizarse en la gama premium de otros fabricantes, como los packs del Vivo X300 Pro o el Oppo Find X9 Pro, donde se incluyen accesorios que se enroscan sobre las cámaras para multiplicar el zoom óptico. La fotografía móvil se está convirtiendo en un campo donde la experimentación y los accesorios externos vuelven a cobrar protagonismo.

En audio, algunos fabricantes también están empezando a arriesgar, incorporando altavoces firmados por marcas especializadas en lugares poco habituales, como el módulo de cámaras, con resultados sorprendentemente buenos. Incluso se están explorando pantallas secundarias integradas en esa misma zona trasera, como en el caso del Xiaomi 17 Pro Max, que monta un panel pequeño en el módulo de cámara para mostrar notificaciones, previsualizar selfies o ejecutar miniapps.

El grosor, por su parte, se ha convertido casi en una obsesión este año. Se ha llegado a ver terminales de 5,6 mm, un hito técnico que, sin embargo, implica renunciar a batería y, a menudo, a una sensación de agarre cómodo. Para muchos usuarios, un móvil tan delgado genera una extraña sensación de fragilidad. Aun así, teléfonos como el iPhone Air han supuesto un soplo de aire fresco en términos de diseño, demostrando que todavía hay margen para sorprender solo con la forma del dispositivo.

En plegables, el salto cualitativo se ha dejado notar en modelos como el Honor Magic V5, un terminal que, cerrado, parece un móvil normal, con un ancho y un grosor mucho más razonables que los primeros intentos de hace años, y que desplegado reduce bastante la típica arruga central que tanto molestaba en generaciones anteriores. Esto, combinado con baterías que ya empiezan a estandarizarse en los 6.000 mAh gracias de nuevo al silicio-carbono, ha transformado lo que antes eran rarezas caras en dispositivos cada vez más maduros.

En ese contexto más animado, Huawei juega un papel protagonista: empuja por arriba con experimentos como el triple pliegue y por abajo con ultrafinos con baterías gigantes, mientras el resto de la industria se contagia de esa necesidad de ofrecer algo más que una hoja de especificaciones incremental.

Project Mirror: hacia un móvil con cuerpo transparente y realidad aumentada integrada

Si el Mate 70 Air representa el presente inmediato de la marca, proyectos como Project Mirror enseñan hacia dónde quiere ir Huawei en los próximos años. Según filtraciones tempranas, se trataría de un dispositivo con un cuerpo completamente transparente, pensado para liderar lo que podría ser la próxima revolución del hardware móvil.

El concepto se basa en un bloque monolítico de vidrio multicapa, donde el cuerpo central del teléfono sería visualmente transparente, mientras que componentes críticos como la batería o el procesador se desplazarían hacia un borde lateral ultrafino. De este modo, al mirar a través del dispositivo, veríamos el mundo real sin obstrucciones, con el móvil actuando como una especie de cristal inteligente.

El reto más grande de una pantalla transparente es conseguir que el contenido se vea bien cuando lo necesitamos. Para resolverlo, Huawei estaría apostando por una tecnología que combina paneles OLED con material electrocrómico. Este permitiría al terminal cambiar de estado: pasar de totalmente traslúcido a un modo opaco y mate con un simple impulso eléctrico, ofreciendo así un fondo sólido sobre el que mostrar contenido multimedia con buen brillo y contraste cuando haga falta.

Project Mirror no se quedaría en una curiosidad estética. El objetivo sería que funcionara como una plataforma de realidad aumentada apoyada en algo llamado Harmony Intelligence Core, un sistema de IA diseñado para superponer capas de información digital sobre el entorno real que se ve a través del dispositivo. En otras palabras, convertir el móvil en una interfaz espacial, a medio camino entre un smartphone y unas gafas de AR, pero sin obligar al usuario a llevar nada en la cara.

Aunque todo suena tremendamente futurista, las fuentes apuntan a que este sería un producto con vocación de producción masiva, no un simple prototipo de feria. Los primeros prototipos funcionales podrían llegar tan pronto como en 2026 si se cumplen los plazos internos. Con este movimiento, Huawei aspira no solo a recuperar la etiqueta de gran innovador global, sino también a empezar a jubilar el formato de móvil clásico que llevamos más de una década usando casi sin cambios profundos.

Huawei, infraestructuras críticas y la batalla geopolítica por la tecnología

Más allá de los móviles, Huawei se ha convertido en un actor clave en la infraestructura tecnológica de muchos países, y eso ha desatado una tormenta política que va mucho más allá de las especificaciones. Un ejemplo reciente ha sido el revuelo en torno a un contrato de 12,3 millones de euros adjudicado por el Ministerio del Interior español a la compañía para suministrar servidores de almacenamiento OceanStor 6800 V5 destinados al sistema SITEL, la plataforma de interceptación legal de comunicaciones.

Conviene remarcar que, en este caso, hablamos de almacenamiento seguro y auditable, no de antenas 5G ni de equipos de comunicaciones accesibles desde el exterior. El contrato se realizó mediante licitación pública y con el aval del Centro Criptológico Nacional, que validó que la parte de Huawei era una pieza aislada, certificada y sin conexión hacia fuera. De hecho, el propio CNI ya ni siquiera utiliza esa tecnología.

Aun así, la reacción desde Estados Unidos fue inmediata: altos cargos de los comités de Inteligencia del Congreso y el Senado enviaron una carta a la directora de Inteligencia Nacional estadounidense instando a revisar los acuerdos de intercambio de información con España. Medios como Politico amplificaron el mensaje, presentando al país como un posible «eslabón débil» frente a lo que describen como «amenaza china».

Lo chocante es la asimetría del discurso. Mientras Washington presiona con la amenaza de aranceles del 15 al 20 % (e incluso del 30 %) sobre productos europeos si no se alinean con sus demandas comerciales, exige al mismo tiempo lealtad incondicional en materia de tecnología y seguridad. Todo esto en paralelo a decisiones internas como el controvertido paquete legislativo One Big Beautiful Bill Act, que recorta incentivos a las renovables, encarece la electricidad y prolonga la vida de centrales fósiles, justo cuando el cambio climático exige lo contrario.

En salud pública, el panorama tampoco ayuda a reforzar la autoridad moral de Estados Unidos: con figuras negacionistas en puestos clave, las tasas de vacunación infantil han caído, la cobertura de refuerzos COVID se ha reducido y los brotes de enfermedades como el sarampión han alcanzado máximos de varias décadas. Son datos difíciles de cuadrar con la imagen de guardián responsable de la seguridad global que se pretende proyectar.

Mientras tanto, China avanza a una velocidad impresionante en energía limpia e industria tecnológica, instalando casi cien paneles solares por segundo y batiendo récords en eólica, hasta el punto de reducir las emisiones del sector eléctrico muy por debajo de los objetivos marcados para 2030… con años de adelanto. En ese contexto, empresas como Huawei lideran el número de patentes en muchos de sus campos y ofrecen una relación precio-prestaciones que resulta muy atractiva para países emergentes y, cada vez más, también para miembros de la UE como España.

El problema de fondo no es si Huawei presenta riesgos (como cualquier gran proveedor de tecnología estratégica), sino la doble vara de medir: se demoniza a la compañía china mientras se ignora el espionaje masivo de la NSA a sus propios aliados durante años. Se exige prescindir de soluciones competitivas como las de Huawei, pero se toleran prácticas igual de cuestionables cuando provienen de empresas estadounidenses. Al final, lo que muchos analistas señalan es que confundir lealtad con vasallaje es un peligroso error geopolítico.

Entre móviles ultrafinos con baterías descomunales, plegables de triple pliegue, proyectos de hardware transparente, soluciones de IA que exprimen GPUs sin más chips y contratos de infraestructura que sacuden la diplomacia, Huawei se ha colocado en el epicentro de la nueva era tecnológica.

Sus movimientos sacuden tanto el mercado de consumo como la geopolítica, obligando a la industria a innovar de nuevo y a los gobiernos a replantearse qué significa realmente seguridad, dependencia y competencia en un mundo donde la delgadez de un teléfono puede pesar tanto como una decisión de política internacional. Comparte esta información para que otros usuarios conozcan los nuevos modelos ultrafinos de Huawei.

Refrigeración por cámara de vapor en móviles: cómo funciona

Mar, 23/12/2025 - 12:37

Si alguna vez has estado jugando en el móvil o grabando vídeo a tope y has notado que el teléfono se pone tan caliente que casi quema la mano, ya sabes que la refrigeración en un smartphone no es ningún tema menor. Los chips actuales son auténticos monstruos de potencia en tamaño mini, y si no se controla bien el calor, el rendimiento cae en picado y la vida útil del dispositivo se acorta.

En los últimos años, muchos fabricantes han dado el salto a un sistema más sofisticado: la refrigeración por cámara de vapor en móviles. Es una tecnología heredada del mundo del PC gaming y los portátiles de alto rendimiento, pero miniaturizada para caber en el interior de un teléfono delgado. Vamos a ver con calma qué es, cómo funciona, qué ventajas tiene frente a otros sistemas y en qué móviles la podemos encontrar ya.

Qué es la refrigeración por cámara de vapor en un móvil

Una cámara de vapor es, dicho mal y pronto, una plaquita metálica muy fina y completamente sellada que en su interior lleva una cantidad mínima de líquido (normalmente agua purificada o desionizada) y un pequeño vacío para que el fluido se evapore con facilidad. No es un disipador macizo como los de toda la vida, sino un sistema de cambio de fase: el líquido pasa a vapor y vuelve a líquido una y otra vez para mover el calor de un sitio a otro.

En un smartphone, esta cámara se coloca en contacto directo con los componentes que más se calientan, sobre todo el procesador y la GPU, aunque en algunos diseños también toca zonas críticas como el área de la batería o los reguladores de energía. De este modo, en lugar de que el calor se concentre en un punto concreto, se reparte por toda la superficie de la cámara y luego se dispersa por el chasis.

La diferencia respecto a los tubos de calor tradicionales (heat pipes) es que, en vez de ser cilíndricos y alargados, las cámaras de vapor son planas y anchas, como una lámina metálica. Eso permite cubrir una superficie mucho mayor del interior del teléfono, algo clave cuando el espacio es ridículo y se busca mantener el grosor al mínimo.

Esta tecnología no es nueva: se utiliza desde hace años en tarjetas gráficas potentes, portátiles gaming e incluso en servidores y paneles LED de gran tamaño. Lo que ha cambiado es que los procesos de fabricación han mejorado tanto que ahora se pueden crear cámaras de vapor muy delgadas, ligeras y relativamente asequibles, lo justo para que encajen en un móvil de gama alta sin convertirlo en un ladrillo.

Cómo funciona la cámara de vapor paso a paso

El principio de funcionamiento de una cámara de vapor en un móvil se basa en un circuito cerrado de evaporación y condensación. Aunque por dentro es más complejo de lo que parece desde fuera, la idea general se puede resumir en unos cuantos pasos muy claros.

En primer lugar, la base de la cámara de vapor se pega firmemente al chip que queremos refrigerar, normalmente el SoC (donde van CPU, GPU, NPU, módem, etc.). Cuando el procesador empieza a trabajar fuerte, genera calor que se transmite a la pared interna metálica donde está el fluido. Esa zona se conoce como la «región caliente» o evaporador.

Cuando el líquido en esa zona alcanza la temperatura adecuada, se evapora. En ese cambio de fase de líquido a vapor, el sistema es capaz de absorber una cantidad enorme de energía térmica comparado con lo que absorbería simplemente calentando un metal sólido. El vapor generado se expande y se desplaza hacia las áreas más frías del interior de la cámara.

En las zonas frías, el vapor entra en contacto con la cara interna de la cubierta metálica, donde la temperatura es menor gracias a que está más lejos del chip. Allí el vapor se condensa, es decir, vuelve a convertirse en líquido liberando el calor que había transportado. Ese calor se reparte por la superficie metálica externa y se evacúa hacia el chasis y, en último término, al aire.

Para que el ciclo no se rompa, el líquido condensado tiene que regresar de nuevo a la parte caliente. Esto se consigue gracias a una estructura interna de mecha o pequeños canales y pilares que, apoyados en la capilaridad y la propia gravedad, devuelven el fluido a la zona del chip. Una vez allí, el proceso vuelve a comenzar. Es un bucle continuo de evaporación, transporte, condensación y retorno.

Dentro de la cámara también suele haber micropilares o refuerzos metálicos que cumplen dos funciones: evitar que la placa se deforme o colapse por la presión interna tan baja y, de paso, ayudar a guiar el retorno del líquido. Todo eso en unas décimas de milímetro de grosor, lo justo para que la solución quepa bajo la pantalla sin arruinar el diseño del móvil.

Por qué la cámara de vapor es tan eficaz para refrigerar móviles

La gracia de la refrigeración por cámara de vapor frente a soluciones clásicas como disipadores planos o tubos de calor es cómo gestiona el calor tanto en cantidad como en distribución. No solo extrae la energía térmica del procesador, sino que la reparte de forma homogénea para minimizar los puntos calientes.

Gracias al cambio de fase, la evaporación consigue absorber mucha más energía que la simple conducción sólida. Esto significa que, en un tamaño minúsculo, una cámara de vapor puede proporcionar una capacidad de disipación media-alta, suficiente para CPUs y GPUs móviles trabajando al límite durante juegos, grabación en 4K/8K o tareas de IA.

Otro punto clave es la uniformidad térmica. Mientras que un tubo de calor transfiere energía a lo largo de una línea, una cámara de vapor lo hace a través de una superficie plana mucho más amplia. El resultado es que el calor se reparte mejor: el teléfono se calienta menos en un solo punto y más de manera homogénea, con lo que el usuario percibe el móvil «templado» en vez de «abrasando» solo en una zona.

Al reducir los picos de temperatura en el procesador, se disminuye el riesgo de thermal throttling, es decir, de que el sistema tenga que bajar frecuencias y voltajes para no freír el chip. Esto se traduce en un rendimiento sostenido más alto: el teléfono mantiene la potencia durante más tiempo sin dar esos bajones repentinos que fastidian una partida o una grabación.

Este control térmico también tiene impacto directo en la durabilidad. Menos calor acumulado implica menos estrés para los componentes internos y para la propia batería, que es especialmente sensible a las altas temperaturas. Por tanto, un buen sistema de cámara de vapor no solo da más rendimiento, sino que ayuda a reducir la degradación prematura del hardware.

Todo esto, además, se logra de manera totalmente pasiva: no hay ventiladores ni partes móviles. Para el usuario, la cámara de vapor supone una refrigeración silenciosa, sin ruidos ni mantenimiento, perfectamente compatible con móviles finos y ligeros que no pueden permitirse soluciones voluminosas.

Diferencias entre cámara de vapor, heat pipes y refrigeración líquida clásica

Aunque a veces se mete todo en el mismo saco y se habla de «refrigeración líquida» sin matices, hay diferencias importantes entre tuberías de calor, cámaras de vapor y sistemas de refrigeración por agua como los que vemos en PC de sobremesa.

Las heat pipes son tubos metálicos sellados, normalmente de cobre, que también contienen un fluido y una estructura de mecha. Su funcionamiento básico es similar: se evapora el líquido en el extremo caliente y se condensa en el frío. La gran diferencia es la forma: son tubos cilíndricos, diseñados para transportar calor de un punto a otro de forma lineal, no para repartirlo en un plano amplio.

Las cámaras de vapor se pueden entender como «heat pipes achatados y expandidos». Al ser planas, permiten cubrir todo el área del procesador y buena parte del interior del teléfono, generando una distribución de calor más homogénea. Esto las hace ideales para dispositivos en los que la superficie es más importante que la distancia.

En cuanto a la refrigeración líquida tradicional (la de radiador, bomba y tubos con líquido circulando) que se usa en ordenadores gaming o estaciones de trabajo, hablamos de otro nivel. Estos sistemas tienen una capacidad de disipación extrema y permiten gestionar potencias muy altas, pero requieren mucho espacio, piezas móviles, mantenimiento y un coste superior.

Por eso, en móviles y portátiles ultrafinos se apuesta por cámaras de vapor: ofrecen una relación tamaño-rendimiento excelente, son completamente pasivas y caben en el interior del chasis sin destrozar el diseño. La refrigeración por agua con bomba y radiador queda reservada al sobremesa o a portátiles gaming gruesos, donde el volumen no es tan crítico y se busca exprimir al máximo CPU y GPU.

Dicho de otra manera: si quieres un teléfono, tablet o portátil delgado, ligero y silencioso, la cámara de vapor es la solución lógica. Si lo que necesitas es un PC para overclocking salvaje, entonces el camino adecuado sigue siendo un sistema de refrigeración líquida completo.

Ventajas prácticas de la cámara de vapor en el día a día

Más allá de la teoría, lo que realmente importa es qué se nota cuando usas un móvil con cámara de vapor frente a uno que no la tiene. La diferencia es bastante evidente en varios escenarios de uso intensivo en los que el calor suele ser un problema.

La primera mejora se ve en el rendimiento sostenido. En juegos exigentes, grabación de vídeo prolongada o apps de edición y IA, un móvil con buena cámara de vapor mantiene la velocidad durante más tiempo antes de que el sistema tenga que bajar el rendimiento para protegerse. Esto es especialmente claro en títulos AAA o cuando la CPU y la GPU van al límite.

También cambia la sensación térmica al tacto. En dispositivos sin este tipo de refrigeración avanzada, es normal notar una zona concreta del teléfono muy caliente, normalmente alrededor del procesador. Con una cámara de vapor, el calor se reparte mejor y la temperatura superficial se suele mantener en rangos más cómodos, típicamente unos grados por debajo. Menos quemazón en los dedos, vaya.

Otra ventaja indirecta es el ruido (o la ausencia de él). En algunos móviles gaming que optan por ventiladores internos, se nota claramente cuándo se activan, y a la larga pueden acumular polvo o desgastarse. La cámara de vapor, en cambio, es un sistema totalmente sellado y sin mantenimiento, algo que el usuario agradece aunque no lo vea.

Por último, hay un efecto positivo en la estabilidad general del dispositivo. Al reducirse los picos térmicos, se atenúan riesgos como cierres inesperados, bajadas bruscas de brillo por seguridad o bloqueos temporales en plena carga. Todo ello contribuye a una experiencia más consistente y predecible, que al final es lo que se busca en un móvil de gama alta.

Limitaciones y desafíos de las cámaras de vapor en smartphones

No todo son ventajas; durante años, una de las principales pegas de las cámaras de vapor ha sido su elevado coste de fabricación comparado con soluciones más sencillas como placas de grafito o pequeños tubos de calor. Esto hizo que al principio se vieran sobre todo en tarjetas gráficas, portátiles gaming y algún que otro smartphone muy concreto.

Otro problema evidente es el espacio. Dentro de un teléfono cada milímetro cuenta, y reservar área para una cámara de vapor grande implica renunciar a algo: batería más pequeña, altavoces menos voluminosos o cambios en el diseño interno para encajar todo. Los fabricantes han tenido que afinar muchísimo los procesos para obtener cámaras cada vez más delgadas sin perder eficiencia.

Aun así, la evolución tecnológica ha ido arreglando parte de estas trabas. Hoy en día existen cámaras de vapor ultra slim con espesores mínimos, capaces de integrarse sin aumentar de forma significativa el grosor del dispositivo. Eso sí, sigue siendo una solución que encarece el producto, de ahí que esté mucho más presente en la gama media-alta y alta que en los móviles baratos.

También hay que tener en cuenta que, aunque mejore la refrigeración, la cámara de vapor no hace magia: si un procesador consume demasiada energía sin control, el calor generado puede superar lo que cualquier sistema pasivo es capaz de disipar. Por eso, se combina con mejoras en eficiencia de los SoC y algoritmos de gestión térmica que adaptan frecuencias y voltajes a tiempo real.

En definitiva, la adopción masiva de cámaras de vapor depende de que se siga reduciendo su coste y tamaño, y de que los fabricantes encuentren el equilibrio entre autonomía, diseño, potencia y temperatura. Poco a poco, esa combinación se está volviendo viable incluso fuera de los móviles puramente gaming.

Dispositivos donde ya se usa la cámara de vapor

Las cámaras de vapor empezaron a dejarse ver en smartphones hace ya unos cuantos años, con modelos como el Samsung Galaxy S7 o el Lumia 950 XL entre los pioneros. En aquel momento era casi una curiosidad técnica reservada a unos pocos terminales de gama alta.

Más tarde, fueron los móviles gaming los que impulsaron realmente su popularización. Teléfonos como el ASUS ROG Phone, el Razer Phone 2 o el POCO F4 GT apostaron claramente por sistemas de refrigeración avanzados con cámara de vapor para aguantar sesiones largas de juego sin estrangulamiento térmico. En algunos casos se combinaron incluso con ventiladores externos o internos.

Paralelamente, otros fabricantes como LG presentaron proyectos como el LG G8 con cámaras de vapor integradas, y marcas chinas orientadas al gaming, como Nubia con su serie Red Magic, exploraron soluciones mixtas con ventiladores físicos y disipación por vapor expulsando el calor por los laterales del teléfono.

Más recientemente, esta tecnología ha saltado de los móviles gaming a los buques insignia generalistas. Teléfonos de gama alta como los Samsung Galaxy S23, algunos Xiaomi con cámara Leica o gamas premium de OPPO han ido incorporando cámaras de vapor para mantener a raya los chips Snapdragon más potentes durante juegos, grabación en alta resolución o multitarea pesada.

En el ecosistema Apple, la llegada de la cámara de vapor a modelos como el iPhone 17 Pro ha supuesto un cambio notable: se reducen los calentones en grabación de vídeo prolongada o juegos muy exigentes, y el terminal mantiene frecuencias altas de CPU y GPU sin recurrir tan pronto al throttling. Los rumores apuntan a que esta misma filosofía de diseño térmico se extenderá a futuras generaciones de iPad Pro, donde el espacio interno permite jugar todavía más con este tipo de refrigeración avanzada.

Otros sistemas de refrigeración que conviven con la cámara de vapor

En el mundo móvil no todo pasa por la cámara de vapor. Hay fabricantes que han optado por ventiladores en miniatura integrados en el propio teléfono, como en algunos Nubia Red Magic, donde el aire caliente se expulsa por aberturas laterales para evitar que se concentre en la parte trasera.

Otros modelos utilizan una refrigeración líquida más clásica basada en heat pipes y placas metálicas, como algunos smartphones gaming de Xiaomi, capaces de reducir varios grados la temperatura del procesador con soluciones híbridas. También siguen existiendo dispositivos que confían en capas de grafito y chasis metálicos para esparcir el calor sin recurrir aún a la cámara de vapor.

La realidad es que la gestión térmica en un móvil moderno suele ser una combinación de varias piezas: conducción a través del chasis, materiales internos que reparten la temperatura, cámaras de vapor o tubos de calor y, en algunos casos, ventiladores. Cada fabricante ajusta esa mezcla según el tipo de dispositivo y el público al que va dirigido.

En portátiles ultrafinos y consolas portátiles, la situación es parecida. Muchas máquinas compactas recurren a cámaras de vapor para complementar a los disipadores y ventiladores clásicos, mejorando la uniformidad térmica sobre la placa base y las GPUs integradas. En servidores y paneles LED de gran tamaño, el objetivo es más bien evitar puntos calientes que acorten la vida útil de los componentes o generen inestabilidades.

De cara al futuro, lo más probable es que la cámara de vapor se convierta en una pieza estándar dentro del circuito de refrigeración de casi cualquier dispositivo potente y delgado, complementando otras técnicas en lugar de sustituirlas por completo.

Hoy, la cámara de vapor en móviles es uno de esos avances que no se ven desde fuera pero que marcan la diferencia: gracias a este sistema de cambio de fase en miniatura, los smartphones actuales pueden ser más delgados, potentes y silenciosos, manteniendo el calor bajo control, evitando cortes de rendimiento en juegos y tareas pesadas y alargando la vida útil del hardware sin que el usuario tenga que hacer absolutamente nada más que disfrutar del dispositivo.

IFTTT: automatización desde Android

Mar, 23/12/2025 - 12:33

¿Te gustaría que tu móvil Android hiciera cosas solo sin que tengas que estar todo el día pendiente de cada detalle? Encender y apagar el WiFi, cambiar el volumen, guardar tus fotos en la nube o encender las luces de casa al llegar son tareas repetitivas que, con un poco de automatización, puedes olvidar para siempre.

IFTTT es una de las herramientas más potentes y sencillas para automatizar tu vida digital, tu móvil Android y hasta tu casa conectada. Funciona sin necesidad de saber programar, se integra con cientos de servicios y dispositivos, y está pensada para que crees flujos de trabajo que te ahorren horas cada semana tanto en tu día a día personal como en tu trabajo.

Qué es IFTTT y por qué es tan útil en Android

IFTTT son las siglas de “If This Then That”, que traducido sería algo así como “Si pasa esto, haz aquello”. La idea es muy simple: eliges un disparador (lo que ocurre primero) y una acción (lo que IFTTT hará automáticamente por ti). Cada combinación de disparador + acción se llama applet, y antes también se les conocía como “recetas”.

IFTTT actúa como intermediario entre más de un millar de servicios y dispositivos: redes sociales, herramientas de productividad, apps de almacenamiento en la nube, asistentes de voz, bombillas inteligentes, cámaras, termostatos, cerraduras y, por supuesto, tu smartphone Android y tu reloj con Wear OS. Todo eso conectado sin que tú tengas que tocar una sola línea de código.

Lo interesante de IFTTT es que replica y amplía la idea de los atajos y las las rutinas que quizá ya conozcas de iOS, Google Assistant o Alexa, pero llevándola mucho más lejos y con servicios de terceros. Puedes hacer desde cosas muy sencillas, como guardar en Google Drive los adjuntos que te lleguen a Gmail, hasta flujos complejos que combinen ubicación, estado de la batería, condiciones meteorológicas y domótica.

La plataforma cuenta con una comunidad gigantesca de usuarios formada por creadores, entusiastas del hogar inteligente, pequeñas empresas y personas que simplemente quieren rascarle unas horas al día. Hablamos de decenas de millones de usuarios que activan y crean applets constantemente, así que casi siempre encontrarás algo ya hecho que se ajuste a lo que necesitas.

Su app para Android y Wear OS está pensada para usar IFTTT sobre la marcha: puedes gestionar y activar applets, recibir notificaciones personalizadas, usar servicios exclusivos para móvil como ubicación o widgets, y controlar al detalle cómo interactúa tu smartphone con el resto de tu ecosistema digital.

Cómo funciona IFTTT: applets, servicios y automatizaciones

La mecánica básica de IFTTT es siempre la misma: eliges un servicio que actuará como disparador (por ejemplo, “cuando llegue un correo”, “cuando cambie tu ubicación”, “cuando alguien te llame”) y luego defines qué acción quieres que suceda en otro servicio o en el mismo (como “envía una notificación”, “guarda un archivo”, “enciende una luz”).

Cada applet relaciona al menos dos servicios distintos, aunque en la práctica puedes encadenar comportamientos mucho más sofisticados usando filtros y condiciones avanzadas. La mayoría de usuarios se queda en lo sencillo, pero los que quieren hilar fino tienen a su disposición funciones como el código de filtro en JavaScript, consultas o condiciones adicionales.

Los servicios compatibles superan de largo el millar e incluyen nombres de peso pesado en productividad como Acuity, Airtable, Aweber, Buffer, Calendly, ClickUp, Constant Contact, Discord, DocuSign, Dropbox, Eventbrite, Facebook Lead Ads, Gmail, Google Ads, Google Calendar, Google Docs, Google Forms, Google Meet, Google My Business, Google Sheets, Gumroad, Instagram, LinkedIn, Mailchimp, Microsoft, Notion, Pipedrive, QuickBooks, RSS, Shippo, Slack, Stripe, SurveyMonkey, Todoist, Telegram, Webflow, WordPress, X (Twitter), YouTube o Zoom.

En el terreno del hogar inteligente la lista también es enorme: Aqara, Arlo, August, Blink, Coinbase, ESPN, Fitbit, GE, Google Assistant, Google Nest, Google Wifi, Home Connect, Honeywell, Husqvarna, iRobot, LaMetric, LIFX, Midea, MyQ, Nanoleaf, NZXT, Philips Hue, Ring, Sengled, Somfy, Smart Life, SmartThings, SoundCloud, Spotify, Strava, SwitchBot, Twitch, Weather Underground, WeMo, Wink, Withings, Wyze, Yeelight, Yelp… Prácticamente cualquier dispositivo conectado que tengas en casa puede hablar con IFTTT.

La filosofía es que no tengas que reinventar la rueda: la propia plataforma te sugiere applets ya hechos y muy populares, pero siempre tienes la opción de crear los tuyos desde cero con una interfaz visual bastante clara, sin pasos raros ni tecnicismos complicados.

Primeros pasos: crear tu cuenta y encontrar applets útiles

Para empezar a usar IFTTT lo primero es registrarte en su web o en la app. Puedes hacerlo con tu correo electrónico y una contraseña, o si prefieres ir más rápido, utilizar tu cuenta de Google o Facebook para iniciar sesión sin complicaciones adicionales.

Una vez dentro, lo que te interesa es localizar los servicios que quieres automatizar. En la parte superior encontrarás un buscador donde puedes escribir el nombre de una app concreta (por ejemplo, “Instagram”, “Android SMS” o “Google Calendar”) o incluso combinar dos nombres para encontrar applets que conecten ambas (por ejemplo, “Android Dropbox”).

Los resultados se organizan en dos pestañas principales: “Applets”, donde verás las automatizaciones ya creadas relacionadas con tu búsqueda, y “Services”, que te muestra las tarjetas de cada servicio compatible. Si entras en un servicio, verás un listado mucho más ordenado de los applets disponibles para él.

Al abrir la ficha de un applet verás su título, una descripción y los servicios implicados. También suele aparecer cuántas personas lo utilizan, lo que da una idea de su popularidad o de lo bien que funciona. Para activarlo sólo tienes que pulsar el botón “Turn on” y seguir los pasos.

En ese momento IFTTT te pedirá permisos de acceso a las cuentas implicadas, ya sean redes sociales, apps de almacenamiento, tu cuenta de Google o tus servicios domóticos. Normalmente se solicita permiso para leer datos básicos, crear contenido en tu nombre o acceder a elementos privados como mensajes o fotos, siempre en la medida en que sea necesario para que el applet pueda actuar en tu lugar.

IFTTT en el móvil: app para Android, Wear OS y servicios exclusivos

La app de IFTTT para Android es gratuita y está diseñada para que tengas control total de tus automatizaciones desde el bolsillo, sin tener que sentarte delante del ordenador. La misma filosofía se traslada a Wear OS, donde puedes disparar acciones directamente desde el reloj.

Aunque puedes usar casi todo desde la web, el móvil desbloquea funciones exclusivas como servicios específicos de Android, notificaciones personalizables, widgets o el uso de la ubicación del dispositivo como disparador. Además, la app incluye modo oscuro, un editor de filtros pensado para pantallas pequeñas y un diseño bastante cómodo de usar.

La sincronización entre la web y el móvil es completa, así que da igual desde dónde crees o actives tus applets: siempre tendrás el mismo estado en todos los dispositivos. Puedes revisar automatizaciones, pausarlas o modificarlas en cualquier momento.

Si todavía estás empezando, la propia plataforma ofrece una guía de bienvenida con consejos básicos sobre cómo crear tu primer applet y ejemplos de uso. Y si quieres profundizar, hay multitud de blogs, vídeos y tutoriales oficiales explicando paso a paso cómo integrar IFTTT en distintas áreas de tu vida.

Servicios exclusivos para móvil: widgets, ubicación y Android

Una de las joyas de la corona en Android son los widgets dinámicos de IFTTT. Tienes varias opciones como el widget de nota, el de botón o el de cámara. La idea es que con un solo toque lances un applet: por ejemplo, pulsar un botón en la pantalla de inicio para llamarte a ti mismo y salir de una situación incómoda, guardar una nota rápida en tu correo o en una hoja de cálculo, o hacer una foto de un recibo y enviarla directamente a tu almacenamiento en la nube.

La ubicación es otro disparador clave cuando hablas de automatización desde Android. Puedes crear applets que se activen al entrar o salir de un área concreta (geovalla), como tu casa, la oficina o el gimnasio. Eso permite cosas como apagar luces y cerrar la puerta del garaje al salir, encender el sistema de seguridad, o activar determinadas escenas de iluminación y música cuando llegas.

El servicio de localización también sirve como herramienta de seguridad y control: avisar por Telegram o SMS a tus familiares cuando salgas del trabajo, registrar automáticamente las horas que pasas en la oficina en una hoja de cálculo, o marcar tu estado como “en casa” o “fuera” en distintas plataformas según dónde estés.

IFTTT ofrece varios servicios específicos de Android que multiplican lo que puedes hacer con tu móvil: Android Battery, Android SMS, Android Phone Call, Android Device, Android Photos, Android Activity y Wear OS. Cada uno aporta disparadores y acciones distintas, desde detectar el nivel de batería hasta interceptar llamadas o procesar fotos nuevas.

Combinando estos servicios puedes hacer cosas tan variadas como cambiar automáticamente el fondo de pantalla, reenviar notificaciones de apps concretas a otros dispositivos, o ajustar parámetros del teléfono según el contexto (en casa, en el trabajo, conduciendo…).

Automatización práctica: 17 ideas con IFTTT para tu Android

Con la teoría ya clara, toca meterse en harina con ejemplos muy concretos que puedes poner en marcha en tu smartphone Android. Muchas de estas recetas son variaciones de applets muy populares, y demuestran hasta qué punto IFTTT puede convertir tu móvil en un dispositivo verdaderamente “inteligente”.

A nivel técnico, la mayoría de estas ideas combinan servicios de Android (como batería, llamadas o SMS) con otros como Google Calendar, Google Drive, Dropbox o notificaciones móviles. Tú eliges si activas recetas ya preparadas o si las replicas a tu gusto creando tu propio applet desde cero.

  • Desconectar el WiFi al salir de casa. Muchos móviles siguen buscando redes WiFi aunque no haya ninguna conocida cerca, con el consiguiente gasto de batería. Con una automatización basada en tu ubicación puedes hacer que, al abandonar la área de tu casa, el WiFi se apague automáticamente.
  • Volver a activar el WiFi al llegar de nuevo. El complemento perfecto es otro applet que detecte tu regreso a casa y active de nuevo la conexión WiFi, de forma que ahorras datos móviles sin tener que acordarte de tocar nada.
  • Notificación cuando se corta el WiFi. Si estás viendo vídeos o descargando algo pesado, puede venirte bien que el móvil te avise cuando pierdes la conexión WiFi, para que no te fundas la tarifa de datos sin darte cuenta.
  • Cambiar el fondo de pantalla con imágenes de Reddit. IFTTT puede ir descargando periódicamente las mejores imágenes de ciertos subreddits y establecerlas como fondo de pantalla de tu Android, de forma que estrenas look casi cada día sin buscar fotos manualmente.
  • Usar la foto del día de la NASA como fondo. Si te encanta el espacio, puedes configurar un applet que coja la imagen astronómica del día de la NASA y la aplique directamente como fondo en tu dispositivo.
  • O tirar de las fotos destacadas de 500px. Otra alternativa para los amantes de la fotografía es nutrirse de la selección diaria de 500px y dejar que tu móvil se vaya renovando sólo con imágenes espectaculares.
  • Crear recordatorios para devolver llamadas perdidas. Cuando te pierdes una llamada importante, un applet puede añadir de forma automática un recordatorio en tu calendario para que no se te pase devolverla más tarde.
  • Subir el volumen al máximo tras una llamada perdida. Si sueles tener el móvil bajo o en vibración, puedes hacer que IFTTT suba el volumen del timbre al máximo cuando alguien te llama y no respondes, de forma que si insisten lo oirás sí o sí.
  • Dar prioridad absoluta a un número concreto. Todos tenemos a alguien de quien no queremos perder ni una sola llamada. Con una automatización especial, tu Android puede subir el volumen al máximo sólo cuando te llame esa persona concreta.
  • Evitar perder llamadas urgentes con llamadas repetidas. Otro truco clásico es activar el sonido cuando recibes una segunda llamada del mismo número en un corto intervalo. Si alguien insiste tanto, probablemente sea importante, y así no dependerás de tener el móvil en silencio.
  • Llevar un registro detallado de tus llamadas en una hoja de cálculo. El registro del teléfono está bien, pero es limitado. Puedes hacer que todas tus llamadas entrantes y salientes se guarden en una hoja de Google Sheets con fecha, hora, duración y número.
  • Hacer lo mismo con tus SMS. Si aún usas los mensajes de texto, puedes automatizar su volcado a una hoja de cálculo y conservar un historial estructurado y fácilmente consultable.
  • Guardar todas las fotos nuevas en Dropbox. Cada vez que hagas una foto con tu Android, un applet puede subirla a una carpeta de Dropbox: ideal como copia de seguridad o para tener tus imágenes accesibles desde el PC al instante.
  • Respaldar tus fotos en Google Drive. Si prefieres el ecosistema de Google, puedes hacer algo similar con Google Drive. Eso sí, tanto en este caso como en Dropbox, si haces muchas fotos quizá te toque ampliar espacio de almacenamiento.
  • Silenciar el móvil por la noche. Aunque muchas versiones recientes de Android ofrecen un modo “No molestar”, también puedes replicarlo por medio de IFTTT. También tienes la opción de aprender a programar el apagado y encendido del móvil para complementar estas automatizaciones; normalmente se hace en dos pasos: uno para silenciar a una hora concreta y otro para restaurar el sonido más tarde.
  • Restaurar el sonido por la mañana. El segundo applet complementario se encarga de devolver el volumen a la normalidad a la hora en la que sueles despertarte, para que no te pierdas llamadas ni notificaciones importantes durante el día.
  • Recibir avisos cuando haya nuevos artículos en tu web favorita. Un ejemplo muy práctico es crear un applet que te mande una notificación cuando un blog o medio concreto publique contenido nuevo, aprovechando su RSS. Es una forma estupenda de no perderte nada sin tener que entrar cada poco a revisar.
Automatizar redes sociales, contenido y tareas con IFTTT

IFTTT brilla especialmente cuando se trata de unir redes sociales y creación de contenido. Si publicas con frecuencia en Instagram, por ejemplo, puedes configurar automatizaciones para que cada foto que subas se comparta también en Twitter, Facebook o incluso en tu blog de WordPress sin hacer nada más.

La misma publicación puede además guardarse de forma ordenada en Google Photos, Evernote o Dropbox, o enviarse a un grupo o canal de Telegram automático cuando publiques algo nuevo. Así mantienes copias de tu trabajo y avisas a tu comunidad en distintos canales desde un único punto.

Los flujos de trabajo con herramientas profesionales son igual de potentes: puedes capturar leads de Facebook Lead Ads y volcarlos a Airtable o Google Sheets, sincronizar eventos de Calendly con Google Calendar, pasar formularios de Google Forms a tu CRM en Pipedrive o registrar ventas de Gumroad en QuickBooks de manera automática.

Además, IFTTT ha incorporado funciones de IA para creación y resumen de contenido. Eso te permite, por ejemplo, generar resúmenes automáticos de determinados correos o noticias, o preparar borradores de publicaciones a partir de fuentes específicas. Aunque conviene revisar todo lo que genere la IA, puede ahorrarte bastante tiempo en tareas rutinarias.

Para quienes gestionan blogs o webs en WordPress o Webflow, la plataforma abre posibilidades como publicar automáticamente lo que subes a YouTube, compartir artículos recientes en X (Twitter) o LinkedIn, o enviar resúmenes periódicos de tus nuevos contenidos a una lista de correo en Mailchimp o Aweber.

Domótica y hogar inteligente con IFTTT desde Android

Si tienes un hogar conectado, IFTTT se convierte en una especie de centralita universal. Puedes vincular luces, termostatos, enchufes, cámaras, cerraduras y sensores de movimiento para que reaccionen a tu ubicación, a la hora del día o incluso al tiempo que hace fuera.

Un caso súper habitual es utilizar la localización de tu Android como disparador para luces y seguridad: al salir de casa, se apagan las luces, se bajan las persianas, se cierra la puerta del garaje y se activa el sistema de alarma; al llegar, se hace justo lo contrario y, si quieres, suena una lista de reproducción tranquila en Spotify para darte la bienvenida.

También puedes aprovechar servicios de meteorología en tiempo real para ajustar calefacción y aire acondicionado. Por ejemplo, si la previsión indica que la temperatura va a caer, se sube un poco la calefacción; si viene una ola de calor, el sistema de climatización se prepara para mantener la casa fresca.

Con dispositivos como Philips Hue, Nanoleaf, LIFX o SmartThings se pueden crear escenas de iluminación que se enciendan al anochecer, cuando llegas del trabajo o cuando empieza tu serie favorita. Y si añades cámaras, timbres inteligentes o sensores de movimiento, es posible recibir avisos en el móvil, encender luces exteriores o grabar clips automáticamente cuando se detecte actividad sospechosa.

Todo esto se termina conectando con asistentes de voz como Google Assistant o Siri, de manera que con un comando sencillo puedas disparar applets que abren o cierran puertas, cambian la temperatura o empiezan a grabar una cámara, sin tocar el móvil.

Notificaciones avanzadas y personalizadas

Las notificaciones móviles son otra de las grandes bazas de IFTTT. No se limitan a avisarte de que un applet se ha ejecutado, sino que puedes convertirlas en auténticos recordatorios inteligentes sobre noticias, cambios en servicios, movimientos en cuentas o cualquier evento que te interese.

El contenido de esas notificaciones se puede personalizar al detalle gracias a los llamados “ingredientes”: fragmentos de información que IFTTT extrae del disparador (como el asunto de un correo, el título de un post, la temperatura actual o el número de teléfono que llama) y que puedes incorporar al texto que recibes.

Esto permite construir avisos realmente útiles que no descartas sin mirar, porque están pensados exactamente para lo que tú necesitas: desde un mensaje cuando sube o baja el valor de una criptomoneda en Coinbase, hasta un aviso con el parte meteorológico del día antes de salir de casa.

Muchos usuarios utilizan las notificaciones como sistema de recordatorios alternativo: controlar cuánto tiempo pasas en el trabajo, recibir avisos de tareas pendientes de Todoist o recordar pagos gracias a la integración con herramientas financieras y hojas de cálculo.

La clave está en combinar bien los disparadores y la información que incluimos, de forma que cada notificación tenga sentido y no acabe convirtiéndose en ruido. Bien usadas, pueden cambiar por completo la forma en la que te organizas y tomas decisiones a lo largo del día.

Mirando el panorama general, IFTTT se ha consolidado como una navaja suiza para automatizar tu móvil Android, tu casa conectada y una buena parte de los servicios que usas a diario: desde redes sociales hasta almacenamiento en la nube y herramientas de productividad. Con applets sencillos puedes ganar minutos en tareas repetitivas, y con automatizaciones más complejas, literalmente rediseñar tu rutina diaria para que la tecnología trabaje en segundo plano mientras tú te centras en lo importante.

Widgets dinámicos con KWGT para exprimir tu pantalla de inicio

Lun, 22/12/2025 - 19:09

Si llevas tiempo con Android seguro que te has cansado de ver siempre los mismos relojes planos, widgets del tiempo sosos y controles de música sin gracia. Con KWGT y sus widgets dinámicos puedes darle la vuelta a tu pantalla de inicio y montarte un escritorio que refleje exactamente cómo usas el móvil, con información en tiempo real y un diseño totalmente a tu gusto.

Esta guía te va a servir como referencia completa para entender cómo crear widgets dinámicos con KWGT, qué tipo de diseños se pueden montar, qué funciones avanzadas esconde la app, cómo aprovechar packs inspirados en Android 13 y Material You y qué necesitas a nivel técnico para sacarle todo el jugo. Está pensada para que la entiendas aunque seas principiante, pero sin escatimar en detalles para quienes quieren ponerse serios con la personalización.

¿Qué es KWGT y por qué es la navaja suiza de los widgets?

KWGT (Kustom Widget Maker) es una aplicación de personalización para Android centrada en la creación de widgets desde cero. En lugar de limitarte a los widgets que traen las apps de serie, esta herramienta te deja fabricar los tuyos: eliges el tamaño, el contenido, el diseño, la tipografía, las animaciones e incluso el comportamiento al tocarlos.

La app funciona como una especie de fábrica de widgets que se integran en cualquier launcher compatible. Creas el widget dentro de KWGT, lo guardas, y luego lo colocas en tu pantalla de inicio como si fuera un widget normal. A partir de ahí puedes editarlo cuando quieras sin tener que volver a crearlo desde cero.

Su gran baza es un editor visual del tipo WYSIWYG: lo que ves en el lienzo mientras diseñas es prácticamente lo que vas a ver luego en el escritorio. Esto hace que el proceso sea muy menos abstracto, incluso cuando entras en funciones más “frikis” como variables, condicionales o datos descargados de Internet.

Otro punto clave es que KWGT está optimizado para manejar gran cantidad de datos sin destrozar la batería ni el rendimiento, y aplicando trucos para que el móvil vaya rápido. Puede mostrar hora, fecha, clima, estado de la batería, estadísticas de sistema, datos astronómicos, música en reproducción, pasos de Google Fit, próximos eventos de calendario y un largo etcétera, todo actualizado en segundo plano.

Con la versión Pro se desbloquea lo realmente potente: importar presets de la tarjeta SD, usar packs externos de widgets, integrar Tasker para automatizaciones avanzadas y gestionar mejor copias de seguridad de tus creaciones. Es la opción preferida de quienes diseñan temas completos o setups muy elaborados.

KWGT Kustom Widget Maker (Free, Google Play) →

Editor WYSIWYG: el corazón de los widgets dinámicos

El centro de operaciones de KWGT es su editor WYSIWYG, un lienzo donde trabajarás capa a capa. Desde aquí puedes partir de un widget en blanco o cargar un preset existente y empezar a retocarlo hasta que encaje con lo que buscas.

El sistema se basa en capas u “objetos” apilados, muy similar a lo que verías en un editor de imagen profesional. Cada elemento (texto, forma, imagen, progresos, elementos de sistema, etc.) ocupa una capa que puedes mover, reordenar, agrupar y transformar sin afectar a las demás.

La vista previa es dinámica, así que cada cambio en color, posición, tamaño, fuente o animación se refleja al momento en el lienzo. Esto te permite iterar y corregir sobre la marcha sin salir continuamente a la pantalla de inicio a comprobar cómo queda el widget.

Si no te apetece diseñar desde cero, puedes tirar de los skins y presets que incluye KWGT o de los que descargues de la comunidad. Cargas uno, le cambias textos, modificas colores, sustituyes iconos o fotos, reubicas partes del diseño y, casi sin darte cuenta, terminas con un widget que ya no se parece al original.

El editor se adapta además a los diferentes tamaños de widget que permite tu launcher (2×2, 4×1, 4×2, 4×4, etc.). En la pantalla de inicio colocas primero un widget vacío de KWGT con el tamaño deseado y, desde la app, ajustas el contenido interno para que encaje al milímetro en ese espacio.

Texto y tipografías: control absoluto sobre la parte escrita

Uno de los grandes motivos por los que la gente se engancha a KWGT es que ofrece un control brutal sobre el texto que aparece en el widget. Desde un reloj tipográfico minimalista hasta paneles llenos de información en varias líneas, todo se puede personalizar al detalle.

Cada elemento de texto te deja elegir fuente (del sistema o personalizada), tamaño, color, alineación, interlineado y espaciado de letras. Esto es ideal para afinar la legibilidad, mantener coherencia con el resto de tu tema o simplemente crear composiciones más vistosas.

Además, KWGT incluye efectos avanzados como texto curvo, transformaciones 3D, perspectiva y rotaciones sobre trayectorias circulares. Son perfectos para hacer esferas de reloj, títulos envolventes o diseños un poco más “locos” sin pasar por Photoshop ni apps externas.

También puedes jugar con sombras, contornos, degradados y cambios de color dinámicos en el texto. Estos efectos ayudan a destacar información importante sobre fondos complejos, fotos o tarjetas con mucho color sin que pierdas legibilidad.

Lo mejor es que el contenido textual puede ser totalmente dinámico: en lugar de escribir un texto fijo, puedes insertar variables internas de KWGT. Por ejemplo, hora actual, fecha, nivel de batería, temperatura, ciudad, canción en reproducción, evento de calendario próximo, pasos del día o incluso cadenas obtenidas de Internet mediante funciones avanzadas.

Con un poco de imaginación puedes montar textos como “buenos días, son las X y hoy tienes Y eventos”, o mostrar mensajes diferentes según la hora, el día de la semana o el estado del dispositivo, todo gestionado mediante fórmulas.

Formas, imágenes y capas: construcción visual pieza a pieza

Más allá de las letras, KWGT permite montar la parte visual del widget mediante formas geométricas y elementos gráficos que actúan como bloques de construcción. Tienes rectángulos, óvalos, círculos, arcos, triángulos, hexágonos y más, todos con radio de esquinas, bordes y colores ajustables.

Combinando estas formas puedes crear tarjetas al estilo Material You, marcos para relojes, barras de progreso lineales o circulares y fondos con patrones sencillos o fondos de pantalla. Al ir en capas independientes, controlarás su opacidad, posición, tamaño y relación con el resto del diseño sin complicaciones.

La app soporta imágenes en formatos habituales como PNG, JPG, WEBP y también gráficos vectoriales SVG. Eso significa que puedes usar iconos propios, logotipos, pequeñas ilustraciones o fotografías para integrarlas directamente en el widget, con escalado nítido en el caso de los SVG.

Sobre cada una de estas capas se pueden aplicar filtros de color, desenfoques, cambios de saturación, inversiones de color, ajustes de brillo e incluso efectos de mosaico. Esta parte convierte KWGT casi en un “mini Photoshop” enfocado a widgets, porque no necesitas salir de la app para conseguir resultados visuales profesionales.

Gracias al sistema de capas, reordenar, agrupar o duplicar elementos es coser y cantar: puedes probar variantes del mismo widget manteniendo la estructura base, cambiando solo algunos componentes sin miedo a romperlo todo.

Efectos visuales y animaciones para dar vida al escritorio

Los widgets de KWGT no tienen por qué ser estáticos. La aplicación incluye animaciones y efectos visuales que permiten introducir movimiento y transiciones controladas, manteniendo un consumo moderado si no te pasas con las florituras.

Entre las opciones disponibles puedes aplicar transformaciones como flips, skew (sesgados), rotaciones y cambios de color a lo largo del tiempo. Esto hace posible que partes del widget giren al actualizarse, cambien de tono según la hora del día o respondan sutilmente al estado de la batería.

En la sección de color dispones de ajustes para rotar el tono, invertir colores, aplicar efectos sepia, modificar brillo y saturación. Lo interesante es que muchos de estos cambios pueden vincularse a variables o condicionales, de forma que solo se activen cuando se cumplan ciertas condiciones.

Actualizaciones recientes de la app, como la serie 3.8x, han ido añadiendo animaciones más complejas y nuevas opciones de color y filtros, además de arreglar pequeños fallos en acciones de notificaciones o flujos que no se disparaban correctamente. El resultado es un entorno cada vez más pulido para crear widgets “vivos”.

Si te gusta experimentar, puedes configurar elementos que reaccionen al clima, a la reproducción de música, al nivel de batería o a la hora. Eso convierte la pantalla de inicio en algo cambiante, que se adapta a lo que está ocurriendo en tu dispositivo o a tu entorno.

Hotspots y acciones táctiles: widgets realmente interactivos

Una de las mayores ventajas de KWGT frente a otros sistemas es que permite añadir zonas táctiles (hotspots) a casi cualquier elemento del widget. Es decir, no solo informan, también sirven como botones camuflados en el diseño.

Puedes hacer que tocar el reloj abra la app de alarmas, que al pulsar el icono del clima salte tu app meteorológica favorita, o que al tocar la carátula de un disco se abra el reproductor de música. Cada componente del widget puede llevar asociada una acción específica.

Las acciones disponibles van desde abrir una aplicación o un acceso directo, lanzar un ajuste del sistema, modificar variables internas de KWGT, forzar una actualización del widget o disparar tareas más avanzadas si utilizas Tasker como complemento.

De este modo, puedes montar paneles muy completos donde un único widget ofrece accesos rápidos perfectamente integrados en el diseño, sin tener que llenar la pantalla de iconos sueltos. Ideal para setups limpios pero muy usables.

Cuando combinas hotspots con variables y lógica condicional, consigues widgets que no solo muestran información, sino que además cambian cuando los tocas: alternan vistas, modifican colores, revelan datos adicionales o activan modos diferentes.

¿Qué tipos de widgets dinámicos se pueden crear con KWGT?

Una vez entiendes las herramientas básicas, te das cuenta de que con KWGT el límite lo pone tu paciencia. Hay algunas categorías de widgets muy populares que suelen servir como punto de partida para la mayoría de usuarios.

Los más comunes son los widgets de reloj, tanto digitales como analógicos. Puedes crear relojes minimalistas de texto, esferas clásicas con manecillas, diseños que muestran varias zonas horarias, información de amanecer y atardecer, fases lunares o datos astronómicos más específicos.

Otra categoría muy recurrente son los widgets del tiempo enriquecidos. KWGT puede conectarse a varios proveedores meteorológicos para acceder a datos como sensación térmica, velocidad y dirección del viento, humedad, previsión por horas o por días y más.

También es habitual crear widgets de música y multimedia (incluyendo widgets de YouTube). Estos muestran el tema actual, el nombre del artista, el álbum y la carátula, con botones de play, pausa, siguiente y anterior. El aspecto visual encaja completamente con tu tema porque lo diseñas tú, no el reproductor.

Si te va el lado más técnico, puedes preparar monitores de sistema con nivel de batería, memoria usada, almacenamiento disponible, estado de red WiFi, velocidad de conexión y temperatura del dispositivo. Todo se puede presentar con barras, indicadores circulares, gráficas sencillas o texto numérico.

Para quienes buscan organización, KWGT permite montar widgets de productividad y salud: próximos eventos de calendario, tareas pendientes, recordatorios, pasos y calorías mediante integración con Google Fit, todo dentro de un mismo panel compacto y bien diseñado.

Además, hay una línea muy demandada de widgets puramente estéticos y fotográficos. Marcos de fotos, citas motivacionales, collages minimalistas o tarjetas que combinan imagen y texto para dar un toque más personal al escritorio.

Material You, Android 13 y packs de widgets ya diseñados

Con la llegada de Android 12 y Android 13 y el auge de Material You, han aparecido packs de widgets para KWGT inspirados en este lenguaje de diseño moderno. Muchos de estos paquetes incluyen más de 170 widgets listos para usar, centrados en la estética limpia y en el color dinámico.

En este tipo de colecciones sueles encontrar relojes, tarjetas de clima, controles de música, indicadores de batería, paneles de sistema y otros layouts informativos que comparten una coherencia visual enorme entre ellos.

La clave de estos packs es la adaptación automática de color en función del fondo de pantalla. Siguiendo la filosofía de Material You, el widget toma los tonos del wallpaper y ajusta su paleta para integrarse perfectamente con el resto del sistema.

Muchos están optimizados tanto para modos claros y oscuros como para pantallas AMOLED, con fondos negros profundos o muy oscuros que ayudan a ahorrar batería y quedan muy elegantes en móviles con panel OLED.

Para usar la mayoría de estos packs necesitas KWGT Pro y un launcher personalizable (Nova Launcher, Lawnchair, Smart Launcher y similares). El flujo es sencillo: instalas la app del pack, añades un widget vacío de KWGT en tu pantalla de inicio, entras en el editor y eliges el preset que quieras dentro del paquete.

Una vez cargado ese preset, puedes editarlo como si fuera tuyo: cambiar textos, modificar fuentes, recolocar elementos, ajustar márgenes o eliminar partes que no te interesen. Es una forma rápida de conseguir un resultado muy cuidado sin partir de cero.

Lógica avanzada, fórmulas y datos dinámicos: el lado “pro”

KWGT no se limita a poner información estática encima de un fondo bonito. Para quienes quieren ir más allá, incorpora un lenguaje de funciones, condicionales y variables que convierte cada widget en algo casi programable.

En muchos campos del editor (texto, color, posición, tamaño y otros) puedes introducir fórmulas que se evaluarán en tiempo real. Estas fórmulas permiten hacer operaciones matemáticas, comparar valores, concatenar textos, trabajar con fechas y horas o consultar el estado de distintas variables internas.

Con esta lógica condicional se consiguen cosas como cambiar el color del widget cuando la batería baja de cierto nivel, alternar mensajes según el día de la semana, mostrar distintos iconos dependiendo del clima o esconder y enseñar elementos según el contexto.

Además, KWGT es capaz de descargar contenido desde Internet mediante peticiones HTTP. Puedes conectarte a feeds RSS, analizar datos XML con XPath, procesar texto de páginas web o leer APIs sencillas, y volcar esa información en el widget tras pasarla por las funciones de la app.

A nivel interno, el abanico de datos que la aplicación puede mostrar es enorme: fecha, hora, próxima alarma, ubicación aproximada, velocidad a la que te mueves, estado del WiFi, tráfico, estimaciones de batería, canción en reproducción y otros muchos parámetros del sistema.

Gracias a las variables globales, puedes definir valores compartidos entre varios widgets (por ejemplo, un color principal o un modo día/noche) y utilizarlos para cambiar de golpe la apariencia de toda tu configuración con un solo ajuste. Esto es perfecto para temas completos que reaccionan al entorno o a tus acciones.

Integración con Tasker y automatización de widgets

Para los usuarios más avanzados, uno de los mayores atractivos de KWGT es su integración con Tasker, la app de automatización más popular de Android. Combinando ambas herramientas puedes conseguir que tus widgets cambien solos según lo que esté pasando a tu alrededor.

Tasker puede modificar variables globales de KWGT, cargar presets nuevos o forzar actualizaciones del widget cuando ocurre un evento concreto: llegar a casa, conectar unos auriculares, enchufar el cargador, vincularte a cierta red WiFi o activar un modo de trabajo.

Por ejemplo, puedes preparar un sistema en el que, al conectar tus cascos, Tasker indique a KWGT que cargue un widget de música a pantalla grande con controles claros y accesibles. Cuando desenchufas los auriculares, se vuelve a tu widget habitual más sobrio.

Otro caso típico es usar la localización o la hora para cambiar entre un widget de productividad para el trabajo, con calendario y tareas, y otro más relajado para casa, centrado en multimedia, domótica o accesos a tus apps de ocio.

Esta integración hace que KWGT se convierta en un panel central totalmente adaptativo, que se reorganiza solo en función del contexto. No tienes que estar cambiando de widget manualmente, todo va automatizado en segundo plano.

Versión gratuita y KWGT Pro: qué aporta cada una

La versión gratuita de KWGT se puede descargar desde Google Play y es más que suficiente para empezar a trastear y crear tus primeros widgets personalizados. Te permite usar el editor WYSIWYG, acceder a muchas funciones de diseño y guardar tus creaciones básicas.

Sin embargo, si de verdad quieres aprovechar todo el potencial de la app, la clave KWGT Pro se vuelve casi imprescindible. Al comprarla se eliminan los anuncios dentro de la aplicación, algo que se nota mucho si pasas un buen rato ajustando capas y fórmulas.

Con Pro se desbloquea además la importación de presets externos desde la memoria interna o la tarjeta SD, así como el uso de la gran mayoría de packs de widgets de terceros que encuentras en Google Play o en comunidades especializadas.

Otra ventaja es la posibilidad de gestionar copias de seguridad y recuperación de tus widgets con más comodidad. Si cambias de móvil, reseteas el dispositivo o quieres compartir tus creaciones, esta función te ahorra horas de trabajo perdido.

Al comprar la licencia también estás apoyando el desarrollo continuo de KWGT, lo que se traduce en actualizaciones periódicas con nuevas funciones, mejoras de rendimiento y corrección de errores. Dada la profundidad de la app, suele ser una de esas compras que se amortizan rápido si te va la personalización.

Requisitos, instalación y recomendaciones de uso

Para ponerte manos a la obra con KWGT no necesitas nada raro, pero sí conviene cumplir ciertos requisitos mínimos de sistema y configuración. Lo primero es descargar la aplicación principal “KWGT Kustom Widget Maker” desde Google Play.

Si quieres disponer de todas las funciones, especialmente la importación de packs externos y la integración con presets de terceros, deberás instalar también la “KWGT Pro Key”, que actúa como licencia de desbloqueo. Ambas apps se mantienen pequeñas en tamaño (en torno a unas decenas de MB).

KWGT funciona correctamente en dispositivos con Android 8.0 en adelante, aunque cuanto más moderno sea el terminal, mejor rendimiento tendrás con widgets complejos. A nivel de espacio, el peso de la app no debería ser un problema en móviles actuales.

Aunque muchos launchers preinstalados permiten usar widgets, lo más recomendable es trabajar con un launcher personalizable como Nova, Lawnchair o Smart Launcher. Estos te dan más control sobre cuadrículas, tamaños, márgenes y comportamiento de los widgets, algo vital cuando quieres que todo quede perfecto.

La instalación desde Google Play es la vía más segura. Existen APKs en webs de terceros, pero solo merece la pena planteárselo si tienes la seguridad de que la fuente es fiable y está libre de malware, ya que KWGT gestiona bastante información del sistema y no conviene jugársela.

Clima, música, notificaciones y otros módulos especializados

Además de los elementos genéricos, KWGT integra varios módulos específicos para ciertos tipos de información muy usados en el día a día, lo que facilita construir widgets complejos sin partir de cero.

En el apartado meteorológico, la app soporta varios proveedores de clima y saca datos como temperatura, sensación térmica, viento, humedad, previsiones detalladas y estado general del cielo. Esto te permite crear desde pequeños indicadores hasta paneles del tiempo muy completos.

En el ámbito musical, KWGT se engancha a los reproductores más habituales para mostrar canción actual, artista, álbum, carátula y controles básicos de reproducción. Puedes diseñar tarjetas tipo “ahora suena” que encajen a la perfección con tu tema general.

También cuenta con opciones para gestionar notificaciones personalizadas, pequeños recordatorios o indicadores persistentes en la barra de estado que se alimentan de información generada desde KWGT. Esto puede servir para recordatorios discretos o avisos permanentes sin depender de otras apps.

La integración con calendario y Google Fit añade aún más juego: puedes mostrar tus próximas citas, eventos del día, tareas importantes, pasos recorridos, calorías quemadas o distancia, todo dentro de un único widget pensado a tu medida.

Al final, con la cantidad de datos que puede manejar, es posible montar una especie de panel de control personal donde concentras toda la información clave de tu jornada sin necesidad de ir abriendo aplicaciones una por una.

Comunidad, soporte oficial y actualizaciones constantes

Una gran parte del éxito de KWGT se debe a su comunidad de usuarios y creadores de presets. Hay foros, grupos, canales y sobre todo un subreddit muy activo donde la gente comparte capturas de sus pantallas, widgets descargables, dudas y soluciones.

El desarrollador mantiene un sitio oficial de soporte con documentación, noticias y recursos adicionales, además de un correo de contacto para gestionar problemas serios o peticiones de reembolso. De hecho, piden explícitamente que no se utilicen las reseñas de Google Play como sistema de soporte.

En estas comunidades se ven auténticas barbaridades creativas: desde diseños ultraminimalistas con solo la hora y poco más, hasta dashboards con decenas de datos, gráfico de progreso y animaciones. Muchos de estos widgets se pueden descargar y editar, así que son un recurso estupendo para aprender técnicas avanzadas. Además, no está de más curiosear un kit de apps Android que ayude a complementar tu flujo de trabajo.

KWGT recibe actualizaciones frecuentes que corrigen errores, añaden nuevas funciones y mejoran la compatibilidad con versiones recientes de Android. Algunas de las últimas han potenciado el tema de animaciones, colores avanzados y arreglos en acciones de notificaciones o flujos internos.

Ultimas consideraciones

Gracias a este desarrollo continuo y al feedback de la comunidad, la app se mantiene al día y sigue siendo la referencia cuando hablamos de widgets dinámicos y personalización extrema de la pantalla de inicio en Android.

Con todo lo que ofrece KWGT —desde su editor WYSIWYG, pasando por capas, texto avanzado, lógica condicional, integración con Tasker y packs inspirados en Material You— es fácil convertir tu escritorio en un espacio único donde diseño y funcionalidad van de la mano, con widgets dinámicos que se adaptan a tu rutina diaria, a tu estilo visual y a la información que realmente te importa. Comparte esta información para que otros usuarios conozcan la herramienta.

¿Se puede usar una máquina virtual en Android?

Lun, 22/12/2025 - 18:19

Si alguna vez te has preguntado si se puede usar una máquina virtual en Android, la respuesta es un sí bastante claro… pero con matices. Hoy en día no solo es posible ejecutar otro Android dentro de tu móvil, sino que también hay quien ha llegado a correr Windows 11 ARM y distribuciones Linux en un teléfono como el Pixel 6. Eso sí, no todas las soluciones son iguales ni sirven para lo mismo.

En este artículo vamos a ver con detalle qué opciones tienes para virtualizar sistemas en Android, qué tal rinden, qué limitaciones tienen y en qué casos merece la pena usarlas. Verás alternativas tipo “Android dentro de Android” como VMOS o Virtual Master, enfoques más de pruebas y desarrollo como el Android Emulator tradicional, y también ejemplos más frikis como levantar una distro ligera de Linux con apps como Limbo o incluso Windows 11 en un móvil moderno.

¿Qué es realmente una máquina virtual en Android?

Cuando hablamos de máquinas virtuales en el móvil, nos referimos a ejecutar otro sistema operativo o entorno aislado dentro de Android, de forma parecida a como harías con VirtualBox o VMware en un PC. En el contexto de Android, esto se traduce sobre todo en dos grandes escenarios:

  • Android sobre Android: una segunda instalación de Android que corre como app, aislada del sistema original (lo que ofrecen VMOS o Virtual Master).
  • Otros sistemas dentro de Android: Linux o Windows ARM ejecutándose en una capa de virtualización o emulación (como con QEMU o Limbo).

Este aislamiento permite que las apps o sistemas que corren dentro de esa “caja” no toquen ni modifiquen el Android principal, algo muy útil tanto para desarrollo y pruebas como para temas de privacidad, seguridad o simplemente para tener dos espacios distintos en el mismo móvil.

VMOS: un Android virtual que vive como app

VMOS es uno de los nombres que más suenan cuando se habla de máquinas virtuales en Android. Básicamente es un “teléfono virtual” que se instala como una aplicación más desde Google Play (o desde su web), pero que en realidad descarga y ejecuta un sistema Android completo e independiente dentro de tu dispositivo.

Este Android virtual se comporta como si fuera otro móvil separado: tiene su propio escritorio, sus apps, sus ajustes y su almacenamiento. Las aplicaciones que instales dentro de VMOS no tienen por qué afectar al sistema real; incluso si una app es maliciosa o tiene un virus, en teoría se queda encerrada en la máquina virtual y no puede “escapar” al Android principal. Esto hace de VMOS una especie de sandbox avanzada ideal para pruebas y para proteger tu teléfono.

Funciones clave de VMOS

Entre las características más interesantes de VMOS destacan varias funciones pensadas tanto para usuarios avanzados como para quienes solo quieren un entorno más seguro o separado:

  • Protección y aislamiento: ejecuta un sistema Android independiente, ideal para hacer pruebas de desarrollo, testear APK sospechosos o experimentar sin miedo a cargarme el sistema original.
  • Varias máquinas a la vez: permite tener múltiples instancias de Android virtual funcionando en segundo plano, de forma que puedas usar espacios distintos según lo que necesites (trabajo, juegos, pruebas, etc.).
  • Multitarea sencilla: incluye un “botón flotante” para cambiar rápidamente entre el sistema real y la máquina virtual, lo que hace que moverse entre ambos entornos sea bastante cómodo.
  • Configuración ajustable: puedes modificar parámetros de la VM (como recursos asignados o ajustes del sistema) para adaptarla a diferentes usos y dispositivos.
  • Transferencia de archivos: ofrece opciones de pasar apps y ficheros del teléfono físico a la VM y viceversa, algo clave si quieres mover datos o instalar apps fácilmente.

Un extra interesante es que esta arquitectura también puede servir para cifrar archivos o fotos manteniéndolos dentro del entorno virtual, lejos de la vista directa de otras apps que tengas instaladas en el sistema principal.

¿Para qué sirve tener Android dentro de Android?

Puede sonar raro tener “un Android corriendo dentro de otro Android”, pero en la práctica abre bastantes posibilidades. Con VMOS puedes crear un espacio totalmente separado que te sirva, por ejemplo, para:

  • Usar dos cuentas de apps que normalmente no permiten sesión múltiple, como WhatsApp, Facebook o ciertos juegos.
  • Montar un entorno “paralelo” donde guardar fotos, contactos y datos sin mezclarlos con los del móvil principal.
  • Hacer pruebas con permisos de root dentro de la VM sin rootear el teléfono real, algo ideal para desarrolladores o curiosos.
  • Dejar apps o juegos en segundo plano en el sistema virtual mientras sigues usando el Android principal para otras tareas.
  • Probar cómo se comportan apps en versiones antiguas de Android como Lollipop, ya que las ROM que descarga VMOS suelen ser ligeras y sin muchas apps preinstaladas.

El sistema virtual arranca inicialmente con Android Lollipop 5.1 bastante limpio, ocupando menos de 300 MB de ROM descargada. El primer arranque puede tardar entre cinco y diez minutos, dependiendo de la potencia del teléfono, pero una vez creada la imagen del sistema, las siguientes aperturas son mucho más rápidas.

Root dentro de la máquina virtual

Una de las grandes bazas de VMOS es que te permite tener root en el Android virtual con un simple ajuste, sin tocar para nada el sistema original. De serie la máquina virtual no viene rooteada, pero puedes activarlo desde las Opciones de desarrollador del propio Android interno.

Dentro de esas opciones aparece un conmutador llamado “ROOT”. Tras activarlo, tendrás que reiniciar la máquina virtual (es decir, “apagarla” y volver a iniciarla desde la app). Cuando arranque de nuevo, verás que se ha instalado la app típica de gestión de permisos de súperusuario, desde la cual podrás controlar qué apps dentro de la VM obtienen acceso root.

Es importante recalcar que este root solo afecta al sistema virtual. El Android del teléfono sigue intacto y sin root, de manera que si algo se rompe o una app se pasa de lista, el daño se queda confinado en la máquina virtual.

Permisos y rendimiento en VMOS

Para que la experiencia sea lo más realista posible, VMOS pide un buen puñado de permisos sensibles: acceso al IMEI, almacenamiento, ubicación y otros datos. Según los desarrolladores, se usan para que el Android virtual pueda comportarse como un dispositivo real, pero conviene ser consciente de que, en la práctica, confías bastante en la app al concederle estos accesos.

En cuanto al rendimiento, hay que asumir que tu teléfono está moviendo dos sistemas a la vez: el Android real y el emulado. Eso implica que el rendimiento se resiente, sobre todo en terminales de gama media-baja. Aun así, con un móvil decente el funcionamiento es lo suficientemente fluido para tareas cotidianas y para muchas apps, y además se puede usar a pantalla completa o en modo picture-in-picture mediante el botón flotante, lo que añade bastante comodidad.

Virtual Master: otro “teléfono virtual” en tu Android

Virtual Master es otra aplicación basada en tecnología de virtualización Android sobre Android. Su propuesta es muy parecida a la de VMOS: crea un “segundo teléfono” aislado dentro de tu dispositivo, con su propio sistema basado (en este caso) en Android 7.1.2.

El sistema virtual que crea Virtual Master funciona como un espacio paralelo o incluso como un “cloud phone” local, solo que todo corre en el propio móvil. Puedes instalar sus aplicaciones, organizar su escritorio, cambiar fondos de pantalla y personalizarlo a tu gusto como si fuera un móvil independiente.

Usos principales de Virtual Master

Virtual Master está pensado sobre todo para quienes necesitan manejar múltiples cuentas o entornos separados dentro del mismo dispositivo. Entre sus casos de uso más destacados:

  • Varias cuentas de juegos o redes sociales funcionando al mismo tiempo. Las apps se “clonan” dentro del sistema virtual y puedes iniciar sesión con cuentas distintas a las del Android principal.
  • Apps y juegos en paralelo: soporta ejecución en segundo plano, de forma que puedes estar jugando en la VM mientras ves un vídeo o navegas en el sistema real.
  • Soporte para Vulkan en el sistema virtual, lo que mejora la ejecución de muchos juegos exigentes dentro de Virtual Master.
  • Privacidad reforzada: las apps que corren en el sistema virtual no tienen acceso directo a contactos, SMS, ID de dispositivo u otros datos del móvil físico, convirtiendo la VM en una especie de “caja de arena” para proteger tu información.

Si utilizas juegos online o apps de redes sociales y quieres separar tu vida personal de la laboral, o simplemente tener cuentas de prueba, este tipo de Android virtualizado es una solución muy cómoda.

Requisitos y comportamiento de Virtual Master

Virtual Master necesita descargar una imagen del sistema Android 7.1.2 de aproximadamente 300 MB, y para funcionar con holgura requiere alrededor de 1,6 GB de espacio interno. Obviamente, cuanto más instales dentro de la VM, más espacio acabará ocupando.

El primer arranque puede tardar entre uno y dos minutos, porque en ese momento se está instalando y configurando la imagen en el dispositivo. A partir de ahí, los tiempos de boot se reducen a un rango de entre 4 y 10 segundos, dependiendo de la potencia del procesador y de la carga de trabajo del sistema.

Hay algunas limitaciones importantes: de momento solo se puede instalar en el usuario principal o administrador del dispositivo, no en perfiles secundarios de Android. Si en algún momento la VM no arranca, se recomienda comprobar que haya espacio suficiente, cerrar la app, reiniciar el móvil y, si sigue fallando, usar la opción de “Repair VM” en los ajustes de Virtual Master o incluso desinstalar y reinstalar la app para regenerar la imagen.

Espacios virtuales y sandboxes de apps en Android

Más allá de estas soluciones “pesadas” de máquinas virtuales, en Android existe la idea de espacios virtuales o sandboxes para ejecutar aplicaciones de forma aislada. Son sitios donde instalas APKs y los pruebas sin que interactúen directamente con el resto del sistema, algo parecido a una máquina virtual ligera.

Una opción nativa del sistema es crear otro usuario o perfil dentro de Android. Eso ya te da cierto aislamiento (apps y datos separados), pero también tiene limitaciones importantes: no es tan flexible como una VM, hay restricciones en notificaciones, recursos compartidos, permisos de sistema y algunas funciones avanzadas. Por eso muchas personas recurren a apps tipo “espacio paralelo” o a sistemas virtuales como VMOS/Virtual Master, que ofrecen más control y aislamiento granular.

Android Emulator y AVD: máquinas virtuales para desarrollo

Cuando se habla de máquinas virtuales de Android, no se puede obviar el Android Emulator oficial, aunque en este caso no se ejecuta dentro de un teléfono, sino en un PC. Android Emulator corre el sistema operativo Android en una máquina virtual denominada Android Virtual Device (AVD), que incluye toda la pila de software de Android y se comporta como un dispositivo físico; también sirve para instalar APKs en Windows usando la máquina virtual y el SDK.

Arquitectura y creación de imágenes AVD

La arquitectura de Android Emulator se basa en una máquina virtual que arranca una imagen de sistema Android. Google proporciona un buen número de imágenes listas para usar (x86, x86_64, ARM, diversas versiones de Android, etc.), pero también puedes compilar tus propias imágenes personalizadas a partir del código fuente de AOSP.

El flujo típico para crear una imagen de AVD personalizada pasa por:

  1. Descargar el código fuente de Android en un directorio (por ejemplo, aosp-main) con las herramientas de repo, ejecutar repo init y repo sync para traer todas las ramas necesarias.
  2. Configurar el entorno de compilación con source ./build/envsetup.sh, elegir un target como lunch sdk_phone_x86_64 y ejecutar make -j32 (o el número de hilos que admita tu máquina) para generar la imagen.
  3. Arrancar el emulador con el comando emulator, pasando las opciones de línea de comandos oportunas si necesitas configurar hardware, redes, etc.

Para compartir estas imágenes con otros usuarios de Android Studio, se pueden generar paquetes sdk y sdk_repo o, en versiones recientes (Android 13 y posteriores), utilizar la tarea make emu_img_zip, que produce un archivo ZIP del tipo sdk-repo-linux-system-images-eng..zip. Ese zip se aloja en un servidor, se referencia desde un XML de repositorio (en Android 12 y anteriores) y se añade como sitio de actualización personalizado en el SDK Manager de Android Studio.

Soporte para varias pantallas en el emulador

Android 10 mejoró el modo multipantalla para cubrir nuevos casos de uso, como modo escritorio o configuraciones automáticas. El Android Emulator ha seguido este camino, permitiendo emular entornos con varias pantallas sin necesidad de contar con hardware real.

Para añadir compatibilidad con múltiples pantallas en un AVD personalizado hay que tocar la configuración del producto, añadiendo un proveedor de multipantalla en el archivo build/target/product/sdk_phone_x86.mk e incluir librerías como libemulator_multidisplay_jni.so (en 32 y 64 bits) y el paquete MultiDisplayProvider.apk. Además, se habilita la marca de función correspondiente en device/generic/goldfish/data/etc/advancedFeatures.ini con una línea como MultiDisplay = on.

Todo esto convierte al emulador en una herramienta muy potente para probar apps en dispositivos plegables, varios monitores o escenarios avanzados que sería complicado reproducir solo con un teléfono físico.

Máquinas virtuales avanzadas en Android 13: Windows 11 y Linux en un Pixel 6

Con Android 13 han llegado mejoras importantes en el subsistema de virtualización, y ya se han visto ejemplos bastante llamativos, como el de un desarrollador (Danny Lin, alias @kdrag0n) que logró ejecutar Windows 11 ARM como máquina virtual en un Google Pixel 6 con una versión preliminar de Android 13 (Developer Preview 1).

El caso tiene su gracia si recordamos que Microsoft nunca consiguió que Windows Phone o Windows 10 Mobile cuajaran en el mercado, y sin embargo ahora vemos Windows 11 funcionando de forma bastante usable dentro de un móvil Android. En los vídeos que mostró Lin se ve cómo Windows arranca, inicia sesión y se maneja con fluidez razonable, pese a que en aquel momento no había aceleración gráfica por GPU y los gráficos iban algo limitados.

Para levantar esa máquina virtual se utilizó QEMU, un proyecto clásico de emulación y virtualización. Aun con las carencias de drivers gráficos, el rendimiento era sorprendentemente bueno, hasta el punto de poder ejecutar juegos como Doom y manejar la interfaz en modo apaisado con una experiencia no tan lejana a la de un portátil.

Además de Windows 11 ARM, el mismo sistema de virtualización permitía crear y ejecutar máquinas virtuales con diversas distribuciones Linux para arquitectura ARM. En modo consola, Lin describía el rendimiento como “casi idéntico al nativo”, lo que abre la puerta a usar el móvil como un mini PC Linux cuando lo conectas a monitor, teclado y ratón.

Este tipo de usos sigue siendo algo experimental y reservado a usuarios avanzados, pero muestra hacia dónde pueden ir los tiros: que tu próximo PC de escritorio pueda ser, en realidad, tu smartphone ejecutando máquinas virtuales potentes gracias al hardware moderno y al soporte de virtualización en Android.

Virtualizar Linux en Android con Limbo

Si lo que necesitas es algo más sencillo, como tener una pequeña terminal Linux a mano en tu móvil, existen soluciones como Limbo, que permiten virtualizar sistemas ligeros sin necesidad de entrar en historias complejas como QEMU puro o builds a medida.

Un uso típico de Limbo consiste en instalar la app, descargar una imagen ISO ligera de Linux (por ejemplo, DSL – Damn Small Linux, que pesa unos 50 MB) y crear una máquina virtual nueva desde la opción “Load Machine > New”. A partir de ahí, configuras la ISO como disco de arranque y arrancas la VM dentro de tu Android.

Con este enfoque puedes ejecutar un entorno Linux reducido para pruebas de scripts, automatizaciones o utilidades que solo tengas para Linux, directamente desde el teléfono. Eso sí, la experiencia dependerá mucho del hardware del dispositivo y de lo ligera que sea la distribución que uses.

¿Qué tal funciona todo esto en la práctica?

A la hora de la verdad, la viabilidad de usar una máquina virtual en Android depende de dos factores clave: la potencia del dispositivo y el uso que quieras darle. Para sistemas Android sobre Android (VMOS, Virtual Master), con un gama media actual ya puedes moverte con cierta soltura, aunque notarás un consumo extra de recursos y batería.

En configuraciones más extremas como Windows 11 ARM o distros Linux completas con QEMU, vas a necesitar procesadores potentes y bastante RAM (dispositivos como un Pixel 6 o similares). Incluso así, hay limitaciones de aceleración gráfica, drivers y compatibilidad de hardware que hacen que estas soluciones sigan siendo más bien proyectos para entusiastas y desarrolladores, no tanto productos para el usuario de a pie.

Frente a alternativas como crear otro usuario en Android, las máquinas virtuales ofrecen un aislamiento mucho más profundo y configurable, permitiendo desde clonar apps con varias cuentas hasta probar software potencialmente peligroso en un entorno cerrado. Eso sí, hay que gestionar permisos, espacio y rendimiento, y asumir que todo esto no está al nivel de plug-and-play de un PC con virtualización nativa.

El ecosistema actual demuestra que sí es posible usar máquinas virtuales en Android con resultados más que decentes, desde pequeñas sandboxes para apps hasta verdaderos “PCs dentro del móvil”.

Lo que marque la diferencia será lo que quieras hacer: si solo necesitas separar cuentas y datos, apps como VMOS o Virtual Master son más que suficientes; si buscas compilar, probar o desarrollar a fondo, el emulador oficial y las imágenes AVD personalizadas en PC siguen siendo la opción más potente; y si lo tuyo es experimentar al límite, la virtualización avanzada de Android 13, QEMU y distros Linux o Windows ARM te permiten exprimir al máximo tu smartphone como si fuera un ordenador de bolsillo. Comparte esta información y más usuarios sabrán como usar una máquina virtual en Android y sus bondades.

Mejores funciones de IA del Samsung Galaxy Z Flip 7

Lun, 22/12/2025 - 17:53

El Samsung Galaxy Z Flip 7 no es solo otro plegable llamativo: es un móvil que lleva la inteligencia artificial al centro de todo lo que haces, desde cómo hablas por teléfono hasta cómo editas tus fotos, estudias o te organizas el día. Más que un simple salto de potencia o de diseño, lo que marca la diferencia es cómo la IA se integra en cada rincón de One UI y del ecosistema Galaxy.

Mientras muchos fabricantes siguen prometiendo funciones “del futuro”, en el Galaxy Z Flip 7 las mejores herramientas de IA ya vienen listas para usarse desde el primer encendido. Traducción en tiempo real en llamadas, edición generativa de fotos, resúmenes automáticos de audios y vídeos, búsquedas visuales con solo dibujar un círculo en pantalla o ayuda para los deberes: todo eso está disponible hoy, con la advertencia lógica de Samsung de que la precisión no es perfecta y de que la disponibilidad varía según país, idioma y operador.

Un diseño plegable más delgado con la IA como cerebro

El Samsung Galaxy Z Flip 7 se presenta como el modelo Flip más fino y avanzado que Samsung ha lanzado hasta ahora. El chasis es más delgado tanto plegado como abierto, con una construcción reforzada y una sensación en mano muy compacta, pensada para caber sin problema en cualquier bolsillo.

La gran protagonista en el exterior es la FlexWindow ampliada, una pantalla de cubierta más grande y aprovechada que ya no se limita a mostrar notificaciones. Desde ahí puedes ver información útil, usar widgets, revisar tu agenda o incluso sacar selfies de alta calidad sin desplegar el terminal.

Este formato plegable encaja con la idea de Samsung de que el móvil es el centro de un ecosistema que incluye relojes, anillos inteligentes y dispositivos XR. El Flip 7 actúa como mando de control silencioso: coordina datos de salud, rutinas, notificaciones y accesos rápidos, todo apoyado en Galaxy AI y en servicios como Google Gemini.

La bisagra refinada, la pantalla interior inmersiva y el peso contenido permiten usar el Z Flip 7 como mini portátil de bolsillo para productividad, cámara flexible para selfies creativas o pequeña consola para juegos. El modo Flex, que mantiene la pantalla plegada a distintas inclinaciones, abre muchas posibilidades para consumo de contenido y grabación de vídeo sin trípode.

Traducción instantánea en llamadas y conversaciones cara a cara

Uno de los apartados donde más brilla Galaxy AI en el Z Flip 7 es en la traducción en tiempo real aplicada a llamadas, mensajes y diálogos en persona. Ya no tienes que ir copiando frases en traductores externos: el sistema integra estas funciones en el propio teléfono.

Con Live Translate, las llamadas tradicionales se pueden traducir casi al momento entre dos idiomas diferentes. La otra persona habla en su lengua, tú ves y escuchas el contenido en la tuya, y al revés. La función requiere conexión de red para recibir los mensajes de voz de la llamada y una Samsung Account para funcionar, aunque una vez recibidos ciertos datos, parte de la traducción puede seguir sin conexión.

El modo Intérprete está pensado para diálogos cara a cara cuando viajas o tratas con alguien que no comparte tu idioma. Cada participante habla al teléfono, y la IA muestra en pantalla la traducción en el idioma contrario, pudiendo alternar entre vista dividida o pantalla completa para facilitar la lectura a dos personas.

Samsung recalca que la exactitud de las traducciones no está garantizada y que la oferta de idiomas puede cambiar según región. Algunos paquetes deben descargarse para usarse sin conexión, y ciertas funciones solo aparecen en modelos concretos o en combinación con apps preinstaladas de Samsung Phone.

Cámara de 50 MP, selfies flexibles y filtros con IA

En el apartado fotográfico, el Samsung Galaxy Z Flip 7 apuesta por una cámara principal de 50 MP que se convierte en tu mejor objetivo para selfies, fotos del día a día y retratos con mucho detalle. Este sensor trabaja junto con el motor ProVisual Engine, diseñado para afinar texturas finas y tonos de piel más naturales.

La FlexWindow de mayor tamaño hace que puedas encuadrar selfies a lo grande directamente en la pantalla exterior, viendo casi la foto completa antes de disparar. Esto es ideal para autorretratos rápidos, fotos con amigos y mascotas o encuadres creativos usando el modo Flex, que permite apoyar el móvil medio plegado sobre una mesa.

Los algoritmos de Samsung aplican filtros personalizados asistidos por IA que ajustan color, contraste y estilo sin destrozar la naturalidad de la toma. Puedes dar ese toque “tuyo” a cada foto con pequeños toques, en lugar de pelearte con ediciones manuales complejas.

En fotografía nocturna entra en juego la tecnología Nightography: gracias a la combinación de hardware y software, el Flip 7 es capaz de levantar detalle en escenas oscuras con menos ruido, mejor contraste y un balance más agradable entre luces y sombras. No convierte la noche en día, pero sí consigue que muchas fotos que antes salían para borrar ahora sean totalmente aprovechables.

AI Zoom y edición generativa para llevar tus fotos un paso más allá

Además de la calidad base del sensor, el Galaxy Z Flip 7 incluye funciones como AI Zoom y Edición Generativa para ir más lejos con tus imágenes. El zoom digital, que puede llegar a niveles muy altos, se apoya en modelos de IA para reconstruir detalle y mejorar nitidez en escenas lejanas.

La Edición Generativa en la galería permite enderezar fotos, ampliar el encuadre y rellenar huecos del fondo cuando giras una imagen o eliminas personas y objetos que molestan. El sistema analiza la escena y genera contenido coherente para cubrir lo que falta.

Por transparencia, Samsung marca las imágenes resultantes con una marca de agua visible que indica que la foto ha sido generada o modificada con IA. Además, advierte que la precisión y fiabilidad de estos resultados no se puede asegurar al 100 %, por lo que conviene revisar bien las ediciones, sobre todo si son para uso profesional.

Edición de fotos y vídeo asistida: resultados pro en pocos toques

Si lo tuyo no es pasar horas retocando, las herramientas de Galaxy AI y Photo Assist convierten el Flip 7 en un pequeño “estudio móvil” de fotografía y vídeo. Desde la app de galería puedes eliminar objetos, corregir la composición, ajustar la iluminación o reparar selfies complicadas con gestos muy simples.

La parte de vídeo tampoco se queda atrás: Photo Assist dispone de un recorte automático de clips que analiza el metraje y detecta los momentos clave. Puedes trabajar con fragmentos de hasta 90 minutos y proyectos combinados de hasta 180 minutos, con un máximo de 60 clips por proyecto, lo que es más que suficiente para vlogs o resúmenes de viajes.

Otra función llamativa es la separación inteligente de sonidos dentro de un vídeo. La IA es capaz de identificar voces, música, ruido ambiente, viento, sonidos de naturaleza o bullicio de multitudes, y te permite ajustar el nivel de cada uno para que lo importante se escuche mejor. Los resultados pueden variar según el tipo de audio y la grabación, y Samsung insiste en que no siempre serán perfectos.

De boceto a ilustración: creatividad con IA sin saber dibujar

Una herramienta distinta pero muy divertida es la función que transforma bocetos rápidos en imágenes digitales elaboradas. Puedes hacer un garabato a mano alzada y dejar que Galaxy AI lo convierta en un dibujo de estilo acuarela, cartoon, 3D o en una escena casi fotorrealista.

Esta opción abre la puerta a que cualquier usuario pueda jugar con la ilustración sin ser artista. Es útil para quienes necesitan un concepto visual rápido (por ejemplo, un storyboard sencillo) o simplemente para pasar el rato generando imágenes originales para redes sociales.

Creación de contenido para redes: textos, tono y formato a tu gusto

Para quienes viven en Instagram, TikTok o similares, el Galaxy Z Flip 7 se convierte en una especie de central de contenidos que acelera tanto la parte visual como la de texto. La IA puede generar descripciones para tus posts, sugerir hashtags o reescribir tus mensajes adaptando el tono (más formal, más cercano, más desenfadado) según el contexto.

Sobre la pantalla interior, más alargada y cómoda, es sencillo revisar guiones, corregir textos largos y pedir a Writing Assist que pula el estilo, reorganice ideas o aclare tus frases. Esto viene muy bien para correos de trabajo, colaboraciones con marcas o publicaciones donde quieres sonar profesional sin que parezca demasiado robótico.

Combinando esto con las capacidades de foto y vídeo, el Flip 7 permite subir contenido más trabajado sin tener que pasar por un ordenador. Y gracias al modo Flex, puedes apoyar el móvil medio plegado en una mesa y grabar reels, directos o tutoriales cortos en vertical sin accesorios adicionales.

Multitarea inteligente: productividad real en un tamaño de bolsillo

Uno de los puntos fuertes del formato plegable es que, al abrir el Flip 7, obtienes una pantalla interior grande donde usar varias apps a la vez. One UI aprovecha esto con ventanas flotantes y pantalla dividida, y Galaxy AI se integra para hacer de asistente en segundo plano.

Es perfectamente posible tener el navegador en una mitad y Samsung Notes en la otra, mientras le pides a la IA que resuma una web extensa y convierta tus apuntes en un correo ordenado. Así reduces mucho el tiempo que pierdes copiando, pegando y reescribiendo.

Las funciones de Writing Assist ayudan también a ajustar el tono de tus mensajes, corregir estructuras y hacer que los textos suenen más claros. Algunas de estas características requieren conexión de red, un mínimo de longitud de texto y el inicio de sesión en Samsung Account, y su disponibilidad depende de la región y el idioma.

En la pantalla de cubierta, la tarjeta Now Brief te ofrece un resumen organizado de tu día nada más desbloquear el móvil: previsión del tiempo, resumen de entrenamientos, eventos del calendario y avisos relevantes. Es una forma rápida de ponerte al día sin ir abriendo aplicación por aplicación.

Búsqueda visual y reconocimiento musical: entiende lo que ves y oyes

El Galaxy Z Flip 7 también apuesta fuerte por la IA multimodal, es decir, aquella que entiende imágenes, texto y sonido al mismo tiempo. Un buen ejemplo es Circle to Search (Busca con un círculo) de Google: basta con rodear en pantalla cualquier elemento —una prenda, un mueble, un edificio, un monumento que aparece en un vídeo— para obtener información, productos similares o contexto.

Esta búsqueda visual requiere conexión a internet, la app de Google actualizada y se limita a superficies y aplicaciones compatibles. Los resultados dependen de las coincidencias que encuentre el sistema, por lo que ni Google ni Samsung garantizan una precisión absoluta. Aun así, es una herramienta excelente para comprar directamente desde lo que ves en redes o para identificar lugares que aparecen en fotos y vídeos.

Otra función práctica es Music Search, que se encarga de reconocer canciones que están sonando a tu alrededor o en el propio dispositivo. En cuestión de segundos, el móvil te muestra el título del tema, el artista e incluso el álbum, siempre que la música no provenga de unos auriculares o el volumen no esté completamente silenciado.

Gemini Live y Galaxy AI: asistentes conversacionales en tu bolsillo

El Z Flip 7 no solo se apoya en la IA de Samsung, sino también en Gemini, la plataforma de Google pensada para entender lenguaje natural y manejar múltiples modalidades. Con Gemini Live puedes mantener conversaciones de voz más naturales, pedir explicaciones, solicitar ideas de contenido o recibir ayuda mientras navegas.

Además, en algunas funciones de cámara y de la pantalla de cubierta, puedes “hablar con Gemini sobre lo que estás viendo”, de forma que el asistente analiza la imagen en pantalla y te da información relacionada. La disponibilidad de estas características depende de la región, del idioma, del modelo del dispositivo y del tipo de cuenta de Google que uses, y suele requerir conexión permanente a internet.

Samsung deja claro que debes cumplir determinadas edades mínimas para usar Gemini (por ejemplo, 13 años para cuentas personales en muchos países, 18 para ciertas cuentas de trabajo) y que las funciones y resultados pueden variar en función de la suscripción y de los ajustes administrados.

Gestión de comunicaciones: resúmenes, transcripción y bandeja más limpia

En una época de saturación de mensajes, el Galaxy Z Flip 7 pone mucho énfasis en reducir el ruido y dejarte solo con lo esencial. Transcript Assist es capaz de transcribir grabaciones de voz y audios creados con apps preinstaladas de Samsung, así como de generar resúmenes automáticos cuando alcanzan cierta longitud.

La transcripción de llamadas, disponible en determinados países, puede convertir conversaciones grabadas en texto y posteriormente condensarlas. Hay límites de duración (por ejemplo, archivos de menos de 3 horas) y de número de caracteres antes de que se active el resumen, y todo ello requiere iniciar sesión con tu Samsung Account y conexión de red.

Además, Galaxy AI puede resumir cadenas de mensajes especialmente largas y adaptar el tono de correos electrónicos para que sean más claros y adecuados al contexto. También convierte notas de voz a texto en cuestión de segundos, lo que te facilita encontrar luego información concreta en tus apuntes o conversaciones.

Herramientas para estudiar mejor: Homework AI y YouTube Notes

Para quienes usan el móvil como principal herramienta de estudio, el Flip 7Samsung Galaxy Z Flip 7 integra funciones como Homework AI, diseñada para resolver ecuaciones, explicar conceptos paso a paso y ayudar con ejercicios complejos. No se trata solo de darte el resultado, sino de mostrar cómo se llega a él.

Por otro lado, YouTube Notes permite crear resúmenes automáticos del contenido de un vídeo y guardarlos directamente como notas. Es muy práctico para clases online, cursos, tutoriales o conferencias largas donde prefieres tener una versión condensada para repasar.

Estas funciones se integran con Samsung Notes y pueden sincronizarse con otros dispositivos Galaxy, de modo que puedas revisar tus apuntes desde el móvil, la tablet o el reloj. Sin embargo, muchas de estas experiencias están sujetas a restricciones de edad, región, idioma y versión de One UI.

Privacidad, datos personales y seguridad con Knox Matrix

Con tanta IA de por medio, era obligatorio que Samsung dedicara una parte importante a explicar cómo gestiona los datos y qué control tiene el usuario. El llamado motor de datos personales funciona solo si el usuario activa el menú correspondiente; si lo desactivas, los datos analizados para ofrecer sugerencias se eliminan.

El sistema es capaz de reconocer distintos idiomas y acentos, incluido el español en sus variantes regionales, cuando procesa contenido en apps nativas de Samsung, pero su análisis se centra en contextos específicos (como sugerencias de rutinas o resúmenes) y no en una vigilancia generalizada de todo lo que haces.

En el plano de la seguridad, Knox Matrix ofrece una capa adicional para proteger teléfonos y tabletas Galaxy que ejecutan One UI 7.0 o superior. El objetivo es que los dispositivos del ecosistema compartan entre sí información relevante sobre el estado de seguridad, creando una especie de “red” que ayude a mantener todo más protegido.

Salud conectada: Galaxy Watch, Galaxy Ring y Energy Score

El Galaxy Z Flip 7 está muy pensado para funcionar de la mano con wearables como Galaxy Watch8 y el futuro Galaxy Ring, integrando sus datos en la app Samsung Health. Uno de los resultados más visibles de esta unión es Energy Score, una métrica que intenta estimar tu nivel de energía diario.

Energy Score se basa en datos de actividad, sueño y frecuencia cardiaca durante la noche, que se sincronizan desde el reloj o el anillo al móvil. Con esa información, la IA intenta darte una indicación de cómo de preparado estás para afrontar el día, aunque Samsung insiste en que no es un dato médico, sino una referencia orientativa.

El acceso a estas funciones requiere iniciar sesión en Samsung Account, usar versiones recientes de Samsung Health y contar con dispositivos compatibles actualizados. Además, muchas métricas pueden cambiar o no estar disponibles en determinadas regiones o idiomas.

Todas estas herramientas convierten al Galaxy Z Flip 7 en un dispositivo que no solo hace fotos espectaculares o traduce llamadas, sino que coordina salud, seguridad, productividad y creatividad en un mismo punto, con la IA como “director de orquesta” que se encarga de que todo encaje de forma más fluida y personalizada. Comparte esta información para que más personas conozcan las funciones del Samsung Galaxy Z Flip 7.

Acceso a la beta de juegos en Android Early Access y TestFlight

Lun, 22/12/2025 - 13:12

Probar antes que nadie un juego o una app no es solo cuestión de postureo: es la forma más directa de ver las novedades antes del lanzamiento, influir en el desarrollo y ayudar a pulir errores. Hoy en día, muchos estudios de videojuegos y desarrolladores de aplicaciones se apoyan en betas, accesos anticipados de Google Play y builds distribuidas por TestFlight en iOS para construir sus proyectos junto a la comunidad desde fases tempranas.

El problema es que todo este mundillo de versiones alpha, betas públicas y privadas, Early Access y TestFlight puede resultar un follón si no lo has tocado nunca. ¿Dónde se encuentran las betas en Android? ¿Qué diferencia real hay entre una alpha y una beta? ¿Cómo se controla quién entra en una prueba sin que el APK acabe rulando por webs de piratería? A lo largo de este artículo vamos a desmenuzar todo el proceso paso a paso, con ejemplos reales y explicaciones claras, para que sepas exactamente cómo acceder y cómo sacarle partido a estas pruebas.

Betas, acceso anticipado y versiones alpha: en qué se diferencian

En desarrollo de software se usan varias etiquetas para indicar en qué punto está un proyecto: las más habituales son las versiones alpha, las versiones beta y las builds de producción. Cada una marca un estado del juego o la app y condiciona bastante lo que te vas a encontrar cuando la instalas.

Cuando se habla de versión alpha, por lo general se hace referencia a una fase muy temprana del desarrollo. El núcleo jugable o la funcionalidad básica ya existen, pero faltan un montón de sistemas, contenidos y estabilidad. Es normal que haya cuelgues, menús a medio hacer, secciones sin traducir o características prometidas que todavía no aparecen. En algunos proyectos incluso se usa el término “pre-alpha” para esos prototipos jugables que acaban de salir de la fase de idea y todavía están verde, verde.

Las versiones beta, en cambio, suelen estar mucho más cerca del producto final. El juego o la app ya se puede usar casi como si fuera la versión definitiva, pero el objetivo principal es detectar errores, pulir la experiencia y equilibrar sistemas. Aquí suelen participar tanto equipos de QA profesionales como usuarios normales que se apuntan a programas de prueba, lo que permite ver cómo aguanta todo cuando entra mucha gente a la vez.

El concepto de Early Access o acceso anticipado va un paso más allá: en lugar de pruebas cerradas puntuales, los usuarios pueden acceder de forma continuada a versiones en desarrollo, a menudo incluso pagando por ello. Plataformas como Steam han hecho muy popular este modelo; hay casos emblemáticos como Nuclear Throne, que se construyó prácticamente en público gracias al feedback constante de la comunidad durante el acceso anticipado.

En cualquiera de estas modalidades, los testers dan por hecho que el producto está incompleto, que se puede romper y que va a cambiar sobre la marcha. A cambio, los desarrolladores reciben datos y comentarios muy valiosos sobre qué funciona, qué chirría y hacia dónde orientar el proyecto cuando todavía no es tarde (ni carísimo) para dar un giro.

Cómo se entiende el número de versión en juegos y aplicaciones

Además de las etiquetas tipo alpha, beta o Early Access, los desarrolladores usan números de versión para marcar la evolución del proyecto con más precisión. Son los clásicos 1.0, 1.2.3, 0.98, 2.0.1, etc. Esta numeración no es decorativa: sirve para saber qué ha cambiado exactamente entre una build y la siguiente.

Lo más normal es usar un esquema de tres bloques del estilo mayor.menor.parche (por ejemplo, 1.4.2). El primer número (mayor) indica un salto importante: nuevas mecánicas, rediseños gordos o cambios estructurales. El segundo suele marcar añadidos medianos o mejoras de cierto calado: niveles nuevos, idiomas adicionales, opciones extra, ajustes de equilibrio. El tercer número se reserva para correcciones menores de errores y microajustes.

Mientras un proyecto está en desarrollo, es habitual ver versiones del tipo 0.x para indicar que aún no se ha alcanzado la “primera versión estable” 1.0. Ver una build 0.98, por ejemplo, sugiere que el juego está casi listo pero que todavía se espera introducir un cambio o pulido importante antes de etiquetarla como 1.0.0.

También es muy frecuente que se añadan sufijos como “-beta”, “-RC1” (Release Candidate), “-alpha” o similares. Estos sufijos dejan claro que, aunque el número principal parezca maduro, esa build pertenece a una fase concreta de pruebas. No existe un estándar rígido, pero casi todos los estudios usan variaciones de esta idea para separar ramas estables de ramas experimentales.

Por otro lado, muchas herramientas y motores mantienen una rama estable y otra de acceso temprano con numeraciones claramente diferenciadas, de forma que el usuario reconoce de un vistazo si está utilizando la versión recomendada para producción o la experimental en la que se testean funciones nuevas. Un ejemplo clásico es el de editores que etiquetan la rama de Early Access con una secuencia de números muy distinta de la estable precisamente para evitar confusiones.

Acceso anticipado y betas en Google Play para Android

En Android, Google Play se ha convertido en el centro de operaciones para las pruebas públicas. La tienda ofrece dos vías principales: las apps y juegos con acceso anticipado y las versiones beta de aplicaciones ya publicadas. Cada opción cubre una necesidad distinta del desarrollador y ofrece una experiencia algo diferente para el usuario.

Las aplicaciones y juegos de acceso anticipado son títulos que todavía no han salido oficialmente. Aparecen en secciones especiales de Play Store como “Aplicaciones en desarrollo” o “Juega antes que nadie”, y cuando te apuntas descargas una versión que está, literalmente, en plena cocina. Aquí es normal que falten características, que las actualizaciones cambien cosas de arriba abajo, o incluso que el proyecto termine cancelándose si no cuadra.

Las versiones beta de Google Play, en cambio, son ramas de prueba de apps que ya están publicadas de forma estable. El usuario medio ve la versión “normal” en la tienda, mientras que los testers que se apuntan a la beta reciben builds con funciones nuevas, rediseños o cambios de comportamiento antes de que pasen a la rama principal. Es la forma perfecta de probar una gran actualización sin jugársela con toda la base de usuarios.

En ambos casos, Google avisa claramente de que se trata de versiones potencialmente inestables. Bloqueos, cierres inesperados, opciones que no terminan de ir finas o comportamientos raros son parte del trato al entrar en estos programas. La idea es que el usuario los entienda como entornos de prueba, no como productos terminados sobre los que poner una nota definitiva.

Además, no todas las betas y accesos anticipados son de inscripción ilimitada. Muchos estudios fijan un tope máximo de testers para poder gestionar mejor el feedback y no saturar sus sistemas. Si ese límite se alcanza, verás mensajes tipo “el programa beta está completo” y tendrás que esperar a que se liberen plazas, ya sea porque alguien se sale o porque el desarrollador abre el cupo.

Cómo conseguir acceso anticipado a apps y juegos en Android

Google Play integra una sección específica para localizar títulos que aún no han llegado a su lanzamiento final. Desde la propia tienda puedes instalar versiones en desarrollo de aplicaciones y juegos sin recurrir a webs externas ni a archivos APK sueltos, lo que simplifica mucho el proceso y aporta seguridad.

Si quieres localizar aplicaciones en desarrollo, el camino estándar es abrir la Play Store y entrar en la pestaña “Para ti”. Dentro de ese apartado suele aparecer un bloque llamado “Aplicaciones en desarrollo” con una selección de títulos que todavía no se han publicado de forma oficial. Al tocar en una de ellas se abre su ficha y, desde ahí, puedes pulsar el botón de instalación como con cualquier otra app.

Para los juegos con acceso anticipado, el recorrido es muy similar. En la sección de Juegos de Google Play, puedes ir a la pestaña “Nuevo”, donde suele aparecer un carrusel identificado como “Juega antes que nadie”. Cualquier juego que veas en ese listado está en fase previa al lanzamiento público y admite instalación anticipada, siguiendo las instrucciones que se muestran en la ficha.

Un detalle importante es que, si instalas una app antes de su salida oficial, en muchos casos quedas automáticamente apuntado al programa beta cuando se publique. Eso significa que continuarás recibiendo actualizaciones de prueba, con nuevas funciones antes de tiempo, salvo que decidas darte de baja del programa desde la misma ficha de Play Store.

En algunos proyectos, como herramientas de emulación, lanzadores rápidos o utilidades muy especializadas, la versión de Android en acceso anticipado puede ser de pago. Es habitual que los desarrolladores recompensen a quienes apoyan desde el principio con ventajas especiales, como acceso gratuito cuando el producto sale de beta, o beneficios vinculados a plataformas de patrocinio tipo Patreon. De esta manera, se financia el desarrollo mientras se mantiene una relación más cercana con los early adopters.

Unirse a betas de aplicaciones ya instaladas en Android

Cuando una aplicación ya está disponible de forma normal en Google Play, el desarrollador puede activar un programa beta (abierto o cerrado) para probar novedades con parte de su comunidad. La única condición para apuntarse a estas betas es tener la app instalada en el dispositivo correspondiente.

Desde la propia Play Store, puedes entrar en tu sección de “Gestionar aplicaciones y dispositivos” y revisar las apps instaladas para ver cuáles ofrecen programa beta. En la ficha de cada aplicación aparecerá, si existe, un apartado del estilo “Únete al programa beta”. Con un simple toque en “Unirme” pasarás a formar parte de la lista de testers.

Una vez te unes, Play Store te hará llegar la versión beta a través de las actualizaciones normales de la tienda. No necesitas instalar nada aparte: simplemente, a partir de ese momento, recibirás antes que el resto las funciones nuevas, rediseños de interfaz o cambios que el estudio quiera validar con usuarios reales.

Hay que tener en cuenta que, si un mismo usuario tiene acceso a un canal alpha y a un canal beta del mismo juego o aplicación, Google Play suele dar prioridad al canal más experimental. Es decir, lo habitual es que termines recibiendo la build alpha por encima de la beta. Esto permite a los estudios testear distintas ramas simultáneamente y decidir más tarde cuál se convertirá en la versión estable.

Otro punto relevante es que, si se trata de una app o juego de pago, apuntarte a la beta no sustituye la compra. Los testers tienen que comprar igualmente la aplicación si el modelo de negocio se basa en pago único: el acceso anticipado no salta esa restricción, simplemente te coloca en el canal de pruebas.

Gestión de versiones alpha, beta y producción en Google Play

Desde la perspectiva del desarrollador, Google Play ofrece pestañas diferenciadas para producción, beta testing y alpha testing cuando se suben archivos APK o Android App Bundles. Cada canal puede tener su propia versión, su propio grupo de usuarios y un ritmo de actualizaciones distinto.

La pestaña de producción es la que ve cualquiera que entra a la ficha del juego o la app. Ahí se publica la versión estable, la que se supone probada y apta para todo el mundo. Las pestañas de beta y alpha se usan para pruebas previas con grupos reducidos, que reciben las builds nuevas antes que el resto para ayudar a detectar bugs o problemas de rendimiento.

Internamente, Google Play maneja un código de versión numérico distinto del número “bonito” que tú ves. Por ejemplo, una versión 1.1.0 puede corresponder a un código entero 1001000. El desarrollador es quien decide qué build sube a cada canal y cómo versiona cada rama, de forma que es posible tener una versión muy experimental en alpha, otra más madura en beta y una tercera totalmente estable en producción.

Para controlar quién entra en las pruebas, Google se apoya en grupos de usuarios y enlaces especiales. El estudio puede crear comunidades o listas de correo y asociarlas al canal de testing. Solo las personas incluidas en esos grupos podrán descargar los APK de prueba, aunque la aplicación exista públicamente en la tienda.

En estos casos, la URL de acceso a las pruebas suele seguir el patrón “https://play.google.com/apps/testing/com.nombre.paquete”, cambiando “com.nombre.paquete” por el identificador real de la app en Play Console. Si el usuario cumple las condiciones (pertenece al grupo correcto, el cupo no está lleno…), esa dirección mostrará el botón para unirse al programa y descargar la build de test.

Conviene recordar que los cambios en estos canales no aparecen al instante. Subir un nuevo APK, modificar el grupo de testers o añadir miembros extra puede tardar varias horas en propagarse por los servidores de Google. Es normal que un tester no reciba la actualización al segundo, así que hay que armarse un poco de paciencia.

TestFlight en iOS: el centro neurálgico de las betas de Apple

En el ecosistema de Apple, la herramienta estándar para gestionar pruebas se llama TestFlight. A través de esta plataforma, los desarrolladores distribuyen versiones beta de sus apps y juegos en iPhone, iPad, Apple TV y Apple Watch, manteniendo el control sobre quién recibe cada build y durante cuánto tiempo está disponible.

Una de las grandes ventajas de TestFlight es que evita tener que andar compartiendo archivos IPA de manera manual. En vez de eso, el desarrollador invita a los testers mediante direcciones de correo electrónico o enlaces (que pueden ser públicos o privados), y la aplicación TestFlight se encarga de gestionar las instalaciones y las caducidades de las builds.

Durante años, TestFlight llegó a ofrecer también un SDK para integrar sus servicios en Android, incluyendo recopilación de sesiones de uso, checkpoints dentro de la app, envío de feedback desde la propia beta e informes de errores muy detallados con información del dispositivo y del contexto del fallo. Eso permitía a los equipos priorizar errores, marcar problemas ya corregidos y reducir el ruido en su sistema de seguimiento de bugs.

En la práctica, TestFlight se convirtió en algo así como un panel de mando central para la gestión de betas. Desde su interfaz se podía ver qué builds estaban activas, qué grupos de usuarios tenían acceso a cada una, qué estabilidad mostraban (en base a los crash reports) y qué tipo de comentarios estaban enviando los testers. Todo en el mismo sitio y con un flujo bastante ordenado.

Para el usuario final la experiencia es bastante cómoda: basta con instalar TestFlight desde la App Store y aceptar la invitación del desarrollador para una app concreta. A partir de ahí, la propia TestFlight te notificará cuando haya nuevas versiones de prueba, y podrás instalar y actualizar con un par de toques igual que si fueran apps normales, pero sabiendo que estás en un canal beta.

Alternativas y preocupaciones sobre la distribución de betas en Android

En Android, además del sistema oficial de Google Play, muchos desarrolladores se han planteado en algún momento enviar los APK directamente a los testers, por ejemplo por correo electrónico, enlaces de descarga directa o repositorios propios. Es una opción viable, pero tiene inconvenientes claros.

El principal problema es la pérdida de control sobre los archivos. Un APK enviado por email o compartido en un enlace directo puede terminar reenviándose sin permiso, colándose en foros de descargas o generando confusión cuando versiones antiguas siguen circulando por ahí junto a builds más nuevas. Además, es complicado revocar el acceso o limitarlo a un grupo específico una vez el archivo ha salido al mundo.

Por eso, muchos estudios prefieren usar las herramientas oficiales de testing integradas en Google Play: canales alpha y beta, comunidades de testers y enlaces privados de acceso. Estas opciones permiten controlar con mayor precisión quién instala cada build, sin tener que ir repartiendo archivos individuales que puedan acabar pirateados.

Aun así, hay desarrolladores que apuestan por enfoques híbridos, combinando Play Store con servidores propios, Discord, Patreon u otras plataformas. De este modo coordinan el acceso, anuncian novedades de la beta, priorizan a ciertos perfiles (por ejemplo, usuarios que ya han probado la versión web o de escritorio) y centralizan el feedback en comunidades activas.

Un caso típico es organizar una TestFlight cerrada en iOS seleccionando testers desde un canal de Discord concreto. Los interesados publican su usuario o correo, el equipo elige a quienes le interesan y les manda la invitación desde TestFlight. En paralelo, la versión de Android se publica como acceso anticipado en Google Play, a veces incluso como app de pago con acceso gratuito o recompensas especiales para suscriptores de Patreon u otros mecenas.

Ejemplo real: app de compatibilidad para emuladores en Android e iOS

Un buen ejemplo de cómo encajan todas estas piezas es el de las aplicaciones de compatibilidad y lanzadores rápidos para emuladores. Son proyectos que avanzan a mucha velocidad, añadiendo soporte para distintos emuladores y plataformas, y que dependen muchísimo del feedback de una comunidad entusiasta.

Imagina una app que, en Android, ya funciona con emuladores como GameNative y Eden, mientras que el equipo está negociando con otros proyectos (por ejemplo, Azahar) para dar soporte en próximas versiones. Cada nuevo emulador compatible implica un montón de pruebas con usuarios reales para asegurarse de que la integración es estable, de que los juegos cargan bien y de que no aparecen bugs raros según el dispositivo.

En iOS, el mismo proyecto puede estar centrado en integrarse con emuladores concretos como MeloNX, aprovechando la infraestructura de TestFlight para enviar builds experimentales a un grupo de testers reducido. Dado que las restricciones de la App Store son más exigentes, TestFlight se vuelve la puerta de entrada natural para ir validando las nuevas funciones sin tener que pasar por una publicación completa cada vez.

La estrategia de distribución puede ser dual: en Android se lanza la app como acceso anticipado de pago en Google Play, ofreciendo claves gratuitas o reembolsos a los suscriptores de Patreon que apoyen el desarrollo, mientras que en iOS se mantiene la beta cerrada con un número limitado de personas. Más adelante, cuando el proyecto madure y salga de la fase beta, las versiones de Android e iOS pueden pasar a ser gratuitas para instalación manual o sideload, premiando a quienes confiaron y pagaron en las primeras etapas.

Este tipo de apps suele apoyarse en comunidades activas de Discord, repositorios de GitHub, canales de YouTube y páginas de Patreon. Ahí se publican changelogs, teasers de nuevas features, guías de uso y encuestas rápidas, mantenido un flujo constante de comunicación entre usuarios avanzados, desarrolladores y testers curiosos que siempre tienen ganas de cacharrear con la siguiente build.

Cómo se gestiona el feedback y los datos de uso en betas y Early Access

Ser tester no es solo “jugar antes que nadie” y contarlo en redes. La clave está en enviar comentarios útiles al equipo de desarrollo, especialmente cuando se trata de juegos o aplicaciones en Early Access. Google Play y TestFlight incluyen mecanismos específicos para que ese feedback llegue de forma ordenada y privada.

En Android, desde la sección “Gestionar aplicaciones y dispositivos” de Play Store, los usuarios que forman parte de una beta pueden localizar rápidamente qué apps tienen en prueba. Al entrar en la ficha de una de estas aplicaciones, aparece un apartado llamado algo así como “Comentarios privados para el desarrollador”, donde se puede dejar una valoración y un texto explicando la experiencia.

Normalmente es obligatorio acompañar la reseña con una puntuación de estrellas y un comentario de texto para que el feedback cuente. Esto reduce el número de opiniones vacías que no aportan nada. Todo lo que escribas en ese canal es privado: solo lo ve el desarrollador, no se muestra en la parte pública de reseñas de la app.

Además de estos comentarios directos, la mayoría de programas beta recopilan ciertos datos de uso de forma automática y anónima, siempre dentro de las políticas de privacidad correspondientes. Hablamos de información sobre el dispositivo (modelo, versión de Android o iOS), métricas de uso de la app, eventos activados por el usuario (lograr un logro, abrir un menú concreto, finalizar una partida), así como datos técnicos necesarios para entender y depurar errores.

La combinación de estos datos con los comentarios escritos permite a los equipos detectar patrones de fallo, identificar pantallas conflictivas y comprobar si el uso real se ajusta a lo que el diseño pretendía. Si, por ejemplo, la mitad de los testers se atascan en un mismo punto del tutorial o nadie usa una función que costó semanas implementar, esos datos saltan a la vista en los paneles de analítica.

En plataformas como TestFlight, el desarrollador dispone de un panel donde se agrupan informes de bloqueo, estadísticas de uso y comentarios de los testers en un solo lugar. Eso facilita muchísimo decidir si una versión está lista para pasar a la siguiente fase (por ejemplo, de beta interna a beta pública, o de beta a lanzamiento en App Store / Play Store) o si todavía hay que seguir puliendo.

Al final, todo este ecosistema de betas, Early Access, pruebas cerradas con TestFlight y canales alpha y beta en Google Play permite lanzar juegos y aplicaciones con mucha más información real de uso. Menos errores graves, decisiones de diseño más alineadas con lo que la comunidad demanda y una relación más transparente entre quienes desarrollan y quienes juegan o utilizan la app hacen que cada vez más usuarios se animen a probar estas versiones tempranas y a participar activamente en su evolución.

Si te gusta trastear y no te importa encontrarte algún bug por el camino, aprovechar los accesos anticipados de Android y las betas de TestFlight en iOS es una manera estupenda de disfrutar de tus juegos y apps favoritas antes que nadie, a la vez que echas una mano real a sus creadores; y si desarrollas, entender bien estos canales y cómo sacarles partido puede marcar la diferencia entre ir a ciegas o construir tu proyecto de la mano de una comunidad implicada desde el primer día.

Móviles plegables: mantenimiento de la pantalla y la bisagra

Lun, 22/12/2025 - 13:09

Los móviles plegables se han convertido en el capricho tecnológico de muchos usuarios: combinan el formato de un smartphone con la comodidad de una pantalla casi de tablet en el bolsillo. Pero esa “magia” tiene letra pequeña: pantalla flexible, bisagra mecánica, más puntos de entrada de polvo y reparaciones que, si algo se tuerce, pueden costar casi como un móvil nuevo.

Si ya tienes un plegable o estás pensando en comprar uno, te interesa saber cómo cuidar la pantalla y la bisagra para que no se conviertan en un agujero en tu bolsillo. A partir de la experiencia de fabricantes, servicios técnicos y usuarios, vamos a ver qué hacer (y qué evitar) para alargar la vida de tu teléfono plegable, reducir averías y mantenerlo suave al abrir y cerrar durante años.

Por qué el mantenimiento en móviles plegables es tan crítico

Un plegable no es un móvil más: es una inversión elevada y con componentes mucho más delicados que un smartphone clásico. La pantalla flexible está formada por varias capas flexibles, recubrimientos especiales y una zona central que se dobla cientos de veces al día, mientras que la bisagra es un mecanismo con múltiples piezas diminutas trabajando al milímetro.

Los fabricantes presumen de realizar pruebas de más de 200.000 pliegues en laboratorio (lo que equivaldría a unos cinco años abriéndolo y cerrándolo unas 100 veces al día), pero eso se hace en condiciones ideales: sin arena, sin golpes, sin bolsillos apretados ni cambios bruscos de temperatura. En el uso real, el trato que le des marca la diferencia entre un plegable que envejece bien y otro que empieza a fallar al poco tiempo.

Un móvil plegable bien cuidado suele fallar menos, conserva mejor la pantalla y mantiene la bisagra firme y silenciosa. Además, si más adelante decides venderlo, el estado de la bisagra, el pliegue de la pantalla y la ausencia de marcas graves influye mucho en su valor de reventa.

No hay que olvidar que cada apertura y cierre suma desgaste mecánico. Por eso, el mantenimiento debe verse como una mezcla de limpieza preventiva, manipulación responsable y buena protección física. Con unos pocos hábitos sencillos puedes reducir mucho el riesgo de rotura de pantalla, entrada de suciedad en la bisagra y reparaciones de varios cientos de euros.

Limpieza segura de la pantalla flexible y la bisagra

La suciedad es uno de los peores enemigos de cualquier plegable: el polvo, las migas o la arena pueden colarse por la zona de la bisagra y marcar la pantalla desde dentro o trabar el mecanismo. A la vez, una limpieza agresiva puede cargarse el recubrimiento de la pantalla flexible en cuestión de segundos.

Lo ideal es hacer una limpieza ligera cada semana y una revisión algo más a fondo de vez en cuando, sobre todo si usas el móvil en la calle, en la playa, en el trabajo con polvo o en ambientes con partículas (talleres, obras, etc.). No se trata de obsesionarse, pero sí de tener una rutina.

Herramientas recomendadas para limpiar un plegable

Para no jugarte ni la pantalla ni la bisagra, conviene usar materiales suaves y productos pensados para electrónica. Con este kit básico vas sobrado:

  • Paño de microfibra suave, como los de limpiar gafas o monitores.
  • Alcohol isopropílico al 70 % o superior, siempre aplicado en el paño, nunca directamente sobre el teléfono.
  • Cepillo de cerdas muy suaves (brocha antiestática o cepillo para cámaras).
  • (Opcional) Aire comprimido específico para electrónica, utilizado a distancia y con ráfagas cortas.

Evita usar papel de cocina, pañuelos de papel, limpiacristales domésticos o productos con amoníaco, porque rascan el recubrimiento y pueden dañar las capas superiores de la pantalla plegable.

Cómo limpiar la pantalla interna sin dañarla

La pantalla flexible interna es la parte más delicada del dispositivo, por lo que hay que tratarla con mucha calma. Para empezar, es mejor que el móvil esté apagado y desenchufado para evitar toques accidentales y ver mejor las manchas sobre el fondo oscuro.

  1. Apaga el teléfono y espera unos segundos a que la pantalla se enfríe.
  2. Humedece ligeramente un paño de microfibra con unas gotas de alcohol isopropílico o con una solución específica para pantallas electrónicas.
  3. Limpia la superficie con movimientos suaves y circulares, sin apretar fuerte y evitando “clavar” la uña o el dedo en la zona del pliegue.
  4. Pasa otra zona seca del paño para retirar la humedad sobrante hasta que no queden restos visibles.
  5. Espera a que la pantalla esté completamente seca antes de encender o plegar el móvil.

Muchos plegables vienen con una lámina protectora interna de fábrica que forma parte del diseño. En muchos modelos el fabricante indica expresamente que no debe retirarse ni sustituirse por cualquier protector genérico rígido, porque puede dañar el panel flexible o el pliegue. Siempre es recomendable seguir al pie de la letra las instrucciones de la marca o acudir al SAT si quieres cambiar esta lámina.

Limpieza correcta de la bisagra y la zona del pliegue

La bisagra es un punto crítico: si se llena de polvo o arenilla, puede aparecer la típica sensación de “granitos” al abrir y cerrar, ruidos raros, atascos o incluso daños internos. La regla de oro es no meter objetos ni líquidos en el mecanismo.

  1. Con el móvil cerrado, pasa un cepillo de cerdas suaves por la parte exterior de la bisagra para arrastrar el polvo superficial.
  2. Si utilizas aire comprimido, hazlo con ráfagas cortas y a cierta distancia, evitando pegar la boquilla o soplar directamente hacia el interior.
  3. Abre el dispositivo con cuidado y repite la operación por los bordes del pliegue, usando el paño seco de microfibra para limpiar las zonas accesibles.
  4. No emplees agua, sprays líquidos, aceites ni cinta adhesiva para intentar sacar la suciedad, porque puedes dejar residuos dentro o enganchar alguna pieza.

En algunos foros circula el truco de “meter cinta adhesiva” en la ranura de la bisagra para que se lleve la porquería. Es una idea bastante peligrosa: el pegamento puede quedarse dentro, arrancar partes del mecanismo o incluso tirar de la lámina de la pantalla. Si notas chasquidos, durezas raras o un cambio claro en el tacto de la bisagra, lo responsable es ir al servicio técnico oficial antes de forzar más.

Protección física: fundas, protectores y transporte diario

Aunque a muchos usuarios les encanta lucir el diseño limpio de su plegable, llevarlo “a pelo” es jugar con fuego: una caída tonta o una mala presión pueden salir carísimas. Por suerte, cada vez hay más fundas y protectores diseñados específicamente para estos formatos.

Hoy en día la mayoría de marcas, tanto los propios fabricantes como terceros, ofrecen fundas adaptadas a modelos concretos de plegables, con recortes para la pantalla externa y para la bisagra. Algunas incluso cubren parte de la bisagra sin bloquear el movimiento, añadiendo una protección extra frente a golpes y rozaduras.

Cómo elegir la funda ideal para un plegable

Al comprar una funda no te quedes solo con el color o el estilo: fíjate sobre todo en el nivel de protección y cómo afecta al uso diario. Las opciones más habituales son:

  • Fundas rígidas o semirrígidas: protegen muy bien esquinas y bordes ante impactos fuertes y suelen ajustarse a la forma del dispositivo.
  • Fundas de silicona o TPU: ofrecen un agarre excelente, reducen las probabilidades de caída y absorben golpes moderados, aunque son algo menos robustas que las rígidas.
  • Fundas oficiales: suelen ser las más equilibradas cuando te preocupa mantener funciones como la carga inalámbrica o el modo flexible, y en general se diseñan para no forzar la bisagra.

Es clave que la funda no interfiera con el pliegue ni ejerza presión extra sobre la bisagra. Si al abrir o cerrar notas roces, crujidos o que el ángulo de apertura cambia, descarta esa funda y busca un modelo más compatible con tu móvil en concreto.

Protectores de pantalla: interna y externa

Con los protectores también hay que andarse con ojo. En la pantalla interna, muchos fabricantes montan de serie una lámina especial que no se debe quitar salvo en un servicio técnico autorizado. En esos casos, sólo se deben usar protectores flexibles diseñados para ese modelo y, a ser posible, recomendados por la propia marca.

En la pantalla externa sí es más habitual poder poner un protector de vidrio templado o flexible similar al de un móvil normal, siempre que no choque con la funda ni bloquee la bisagra. Esta protección extra es muy útil frente a llaves y monedas, porque la pantalla externa es la que más golpes sufre en el día a día.

Cómo transportar el móvil sin destrozar la pantalla o la bisagra

La forma de llevar el móvil de un sitio a otro tiene mucho más impacto de lo que parece. Un plegable puede aguantar muchos pliegues, pero no está pensado para soportar presiones puntuales bestias o torsiones al sentarte encima.

  • Evita el bolsillo trasero del pantalón: es la receta perfecta para sentarte sobre él y doblar el marco o dañar el pliegue.
  • No lo metas suelto en bolsos o mochilas con llaves, monedas o tarjetas rozando la pantalla, especialmente la interna.
  • Antes de cerrarlo, comprueba que la parte interior está totalmente libre de objetos: un simple grano de arena o una tarjeta fina pueden dejar marcas profundas o perforaciones.
  • No coloques el móvil bajo libros, portátiles u objetos pesados que puedan ejercer presión irregular.

Cerrar un plegable con algo dentro es una de las formas más rápidas de provocar grietas internas, zonas sin respuesta táctil o líneas permanentes en el panel, y esas averías suelen implicar sustituir todo el módulo de pantalla, con facturas de varios cientos de euros.

Uso diario: cómo abrir, cerrar y manipular un plegable

Más allá de la limpieza y la funda, la forma en que abres, cierras y sujetas tu teléfono a diario también influye directamente en su durabilidad. Al fin y al cabo, la bisagra está diseñada para moverse en un eje muy concreto, y cada gesto que se salga de ahí suma estrés.

Lo ideal es que todos los movimientos con el móvil sean suaves, sin tirones y siguiendo el recorrido natural del pliegue. No hace falta tratarlo como si fuera de cristal fino, pero sí conviene evitar golpes secos, aperturas “de película” y torsiones raras.

Consejos para abrir y cerrar sin castigar la bisagra

Para alargar la vida del mecanismo, acostúmbrate a unos cuantos hábitos sencillos que marcan la diferencia:

  • Siempre que puedas, utiliza ambas manos para abrir y cerrar, especialmente en modelos tipo libro (Fold, Magic V, OnePlus Open, etc.).
  • No metas el dedo entre las dos mitades para hacer palanca en la pantalla; usa el canto o los marcos.
  • Respeta el tope natural del aparato y no fuerces el ángulo de apertura más allá de lo que permite el diseño.
  • Si percibes que algo se atasca, hace chasquidos o ofrece una resistencia extraña, no insistas ni fuerces: revisa si hay suciedad o acude al SAT.

En los modelos con formato concha (Galaxy Z Flip, Razr y compañía) es tentador abrir y cerrar de golpe con una sola mano. Aunque lo aguanten durante un tiempo, estos gestos repetidos aumentan el estrés mecánico y pueden adelantar el desgaste de la bisagra.

Evitar daños por presión y torsión en la pantalla

La combinación de pantalla flexible y pliegue central hace que los plegables sufran mucho con presiones puntuales en zonas indebidas. Incluso sin golpe fuerte, apretar de más donde no toca puede dejar marca.

  • No uses el móvil abierto como tabla de apoyo para escribir o apoyar otros objetos encima.
  • Evita utilizarlos sobre superficies irregulares que puedan presionar la pantalla de forma desigual cuando lo apoyas abierto.
  • Procura no apretar con fuerza la línea del pliegue al tocar o deslizar el dedo.
  • Ten cuidado con anillos, pulseras y uñas largas, que tienden a rayar antes las pantallas flexibles.

Las pantallas plegables admiten millones de flexiones, pero a cambio suelen ser más delicadas frente a arañazos y pinchazos. Un gesto descuidado con un objeto punzante puede hacer más daño que meses de uso normal.

Humedad, polvo y temperatura: el entorno también importa

El ambiente en el que utilizas el móvil tiene un impacto directo en su vida útil. Muchos plegables recientes cuentan con cierta resistencia al agua, pero siguen siendo bastante sensibles al polvo y a las partículas finas, sobre todo en la zona de la bisagra y los huecos del pliegue.

La arena de la playa, el serrín o el polvo de obra son enemigos declarados: pueden colarse en el mecanismo y provocar desde pequeños crujidos hasta bloqueos. Además, el agua salada y los cambios extremos de temperatura afectan a adhesivos, batería y recubrimientos internos.

Cómo proteger tu plegable de la humedad

Aunque algunos modelos presumen de certificaciones tipo IPX8, eso solo garantiza resistencia a cierta profundidad de agua dulce en condiciones controladas, y no implica protección frente al polvo o al agua salada. Conviene no confiarse.

  • Evita usar el móvil bajo la lluvia si no es estrictamente necesario, incluso con certificación; el agua siempre encuentra caminos inesperados.
  • Mantén el dispositivo lejos de salpicaduras en piscina o, sobre todo, en el mar, y no lo uses en la ducha ni en baños con mucho vapor.
  • Si trabajas en ambientes húmedos, valora una funda con protección extra o bolsitas estancas cuando no lo estés usando.

Incluso los modelos con mejor resistencia al agua suelen estar peor preparados frente a la entrada de arena o polvo fino. Un poco de arena en una bisagra puede causar daños estéticos y funcionales difíciles de reparar sin desmontar medio móvil.

Temperaturas extremas y cambios bruscos

Los adhesivos internos, la propia pantalla flexible y la batería sufren con el calor y el frío intensos. En los plegables, donde todo va al límite de espacio, esto se nota todavía más.

  • No dejes el móvil al sol directo durante horas, por ejemplo en una mesa de terraza o en el salpicadero del coche.
  • Evita guardarlo en el coche en pleno verano o en invierno con temperaturas muy bajas.
  • Si el móvil se calienta mucho jugando o grabando vídeo, déjalo descansar unos minutos para que baje la temperatura.

Cuidar la temperatura no solo protege la pantalla y el chasis: también ayuda a alargar la vida útil de la batería, que es otro de los puntos sensibles en este tipo de dispositivos.

Software, optimización y salud de la batería

El mantenimiento de un plegable no se limita a lo físico. El software es clave para gestionar el cambio entre pantalla externa e interna, el modo flexible, la multiventana y el consumo energético. Un sistema desactualizado puede provocar tirones, errores al plegar o desplegar y un gasto de batería excesivo.

Los fabricantes de plegables lanzan actualizaciones de forma relativamente frecuente para pulir la experiencia de uso y corregir fallos. Ignorarlas supone perder mejoras importantes y, a veces, aguantar bugs que parecen “fallos de hardware” cuando en realidad se corrigen con una simple actualización.

Mantener el sistema al día

Conviene adoptar una rutina básica para que el software no vaya por detrás del hardware:

  • Instala siempre las actualizaciones oficiales de sistema operativo cuando te salte el aviso.
  • Comprueba de vez en cuando si hay parches de seguridad o actualizaciones de firmware específicos de tu modelo plegable.
  • Revisa las opciones de modo flexible, continuidad de apps entre pantallas y multiventana, ya que suelen mejorarse con el tiempo.

Un buen software ayuda a que el cambio de estado (plegado/desplegado) sea fluido, evita errores de detección del ángulo y reduce situaciones extrañas en las que la pantalla se queda congelada justo al cerrar o abrir el móvil.

Aplicaciones útiles para el cuidado del dispositivo

También puede ser buena idea usar algunas apps fiables para controlar el estado general del teléfono, sin pasarse con “optimizadores milagro” que prometen demasiado:

  • Aplicaciones que monitorizan temperatura, ciclos de carga y salud de la batería.
  • Herramientas de gestión de almacenamiento que te avisan cuando te quedas corto de espacio.
  • Suites de seguridad ligeras si sueles instalar apps fuera de la tienda oficial, para evitar malware que exprima el hardware sin necesidad.

La clave está en tener visibilidad y detectar comportamientos raros a tiempo (calentones constantes, drenaje de batería en reposo, cierres de apps al plegar), antes de pensar que la única salida es cambiar de móvil.

Cómo alargar la vida de la batería en un plegable

Muchos plegables montan sistemas de batería divididos en varios módulos, y a veces de menor capacidad que un tope de gama “normal”, porque la bisagra y la pantalla interna ocupan mucho espacio. Por eso es importante mimar la batería (más sobre baterías de silicio-carbono) si quieres autonomía razonable a largo plazo.

  • Procura mantener la carga entre el 20 % y el 80 % siempre que sea posible.
  • Evita dejar que se apague siempre al 0 % o mantenerlo enchufado al 100 % durante horas cada día.
  • Usa cargadores y cables originales o certificados por el fabricante.
  • Activa los modos de ahorro de energía cuando no necesites toda la potencia.
  • Revisa qué apps se comen más batería en segundo plano y limita las que no uses.

Con estos hábitos, la batería conservará mejor su capacidad, y no tendrás la sensación de que tu plegable se queda sin batería precisamente cuando quieres usarlo como “mini tablet” para trabajar, jugar o ver series.

Durabilidad real, problemas habituales y costes de reparación

Una pregunta muy repetida es si los móviles plegables son realmente duraderos o se rompen con mirarlos. La realidad está a medio camino: los últimos modelos han mejorado mucho frente a las primeras generaciones, pero siguen teniendo dos puntos débiles claros: la bisagra y la pantalla flexible.

Marcas como Samsung, HONOR, Huawei, OnePlus y otras han ido refinando el diseño con bisagras más avanzadas y materiales más resistentes, incluyendo metales como el titanio, sistemas de doble eje virtual y módulos internos diseñados para repartir bien las fuerzas del pliegue. Dispositivos como el HONOR Magic V2 o el Magic V2 RSR, por ejemplo, apuestan por bisagras de titanio, recubrimientos reforzados (NanoCrystal Shield) y baterías de alta capacidad para ofrecer más resistencia y autonomía.

Aun así, en el uso del día a día aparecen problemas recurrentes: bisagras que se aflojan o se vuelven rígidas, pantallas con arrugas muy marcadas en el pliegue, protectores internos que se levantan solos, o pequeñas zonas sin respuesta táctil cerca de la línea de pliegue. Algunos modelos concretos, como el Galaxy Fold4, han dado más quebraderos de cabeza por el diseño de la bisagra, que con el tiempo podía aflojarse y terminar partiéndose.

La pantalla plegable: arrugas, marcas y roturas

Por construcción, la pantalla flexible es más propensa a arañazos, marcas de presión y pliegues visibles que el cristal rígido tradicional. Una pequeña arruga en el centro suele ser normal y no implica por sí misma un fallo. El problema aparece cuando surgen:

  • Manchas oscuras o brillantes en la zona del pliegue.
  • Zonas con tacto poco preciso o sin respuesta.
  • Grietas, líneas de colores o píxeles muertos que atraviesan la pantalla.

En muchos casos, estos daños se deben a golpes, presiones fuertes, objetos atrapados al cerrar o defectos internos. Y casi siempre obligan a cambiar todo el módulo de pantalla, que es una de las reparaciones más caras en un plegable y rara vez baja de varios cientos de euros incluso en modelos “asequibles”.

La bisagra: corazón mecánico y punto débil

La bisagra agrupa piezas, engranajes y módulos minúsculos que permiten que el móvil se doble suave y mantenga ciertas posiciones intermedias. Si entra suciedad en zonas clave, o si el diseño no es suficientemente robusto, con el tiempo puede aflojarse, bloquearse o partir.

En el caso del Galaxy Fold4, muchos usuarios reportaron que la bisagra tendía a aflojarse y volverse rígida hasta acabar rompiéndose, lo que forzaba a pasar por un mantenimiento profundo o directamente por el taller para sustitución. Samsung ajustó el tiro en el Galaxy Fold5 con un sistema de bisagra de doble eje virtual, siete módulos delicados equilibrados y pruebas internas de más de 200.000 pliegues para garantizar una resistencia cercana a los cinco años de uso intenso.

Si notas que tu bisagra hace ruidos extraños, ofrece una resistencia irregular o no mantiene bien la posición, lo más prudente es llevar el dispositivo a un servicio técnico autorizado antes de que el fallo derive en una rotura que acabe dañando también la pantalla.

Coste de reparación fuera de garantía

Cuando la garantía cubre el problema, el arreglo de la bisagra o la pantalla suele salir gratis o por un coste reducido, siempre y cuando el fabricante considere que no ha habido mal uso. Pero una vez caducada la garantía o si el daño se atribuye a un golpe o maltrato, la cosa cambia.

En el caso de modelos muy populares, los precios aproximados fuera de garantía en servicios oficiales se mueven en cifras altas: reparar la bisagra de un Galaxy Z Flip5 o de un Galaxy Z Fold5 en el servicio técnico oficial ronda los 600 €. En talleres de terceros puede bajar a torno a 300-350 € en algunos casos, pero ahí entra en juego otro factor: la calidad de las piezas y del montaje, que en un plegable resulta aún más crítica.

Otros dispositivos como el OnePlus Open pueden tener costes algo inferiores: en torno a 400 € en servicio oficial y unos 300 € en terceros, según estimaciones de servicios técnicos, pero siguen siendo importes altos. Ten en cuenta, además, que a menudo el taller se ve obligado a cambiar módulos completos, no sólo una pieza pequeña, lo que dispara el coste final.

Por todo esto, conviene revisar bien la política de garantía específica de tu móvil plegable desde el primer día, incluyendo coberturas adicionales, seguros de daño accidental o programas de sustitución con descuento. Saber de antemano qué te cubren y qué no puede ahorrarte disgustos cuando algo se tuerza.

Los móviles plegables pueden ofrecer una experiencia espectacular si se tratan con algo más de mimo que un smartphone convencional: limpieza regular de pantalla y bisagra, funda adecuada, cuidado frente a polvo, humedad y golpes, uso responsable al abrir y cerrar, y software siempre actualizado. Con estos hábitos, la probabilidad de sufrir una avería cara baja mucho y podrás disfrutar durante más tiempo de una pantalla grande que cabe en el bolsillo sin que tu bolsillo (el económico) se resienta más de la cuenta.

Desbloquear el Bootloader de Android: ventajas e inconvenientes

Vie, 19/12/2025 - 13:06

El bootloader de Android es una de esas piezas clave del sistema de la que se oye hablar cada vez que alguien quiere rootear, instalar una ROM personalizada o exprimir su móvil más allá de lo que permite el fabricante. Sin embargo, también es un componente muy ligado a la seguridad, a la garantía y a la protección de tus datos, por lo que no es algo que deba tocarse a la ligera.

Conviene entender qué es y cómo funciona antes de decidir si desbloquear o no el bootloader, tanto positivas como negativas. A lo largo de este artículo vamos a repasar con calma el concepto de bootloader, qué significa tenerlo bloqueado o desbloqueado, qué posibilidades abre a nivel de personalización y qué riesgos reales asumes cuando lo modificas.

Qué es el bootloader en Android y qué papel tiene en el arranque

Ejecutar comprobaciones iniciales es la función principal del bootloader, también llamado cargador o gestor de arranque, presente en cualquier sistema operativo, ya sea en un ordenador, un móvil o una tablet. Después indica al propio sistema qué debe cargar y en qué orden.

Es lo primero que entra en acción al pulsar el botón de encendido en un teléfono Android. Este pequeño software revisa que las particiones de sistema y de recuperación (recovery) estén donde tienen que estar, que no se haya manipulado el código sin autorización y que los archivos fundamentales del sistema sigan siendo los que ha validado el fabricante.

Cede el control al kernel y termina de arrancar Android cuando todo lo que comprueba cuadra con lo esperado. En cambio, si detecta algún problema o algo que no coincide con la firma digital que debería tener, el dispositivo puede quedarse en una pantalla fija de inicio, mostrar un mensaje de error o incluso negarse a arrancar el sistema por completo, lo que muchos usuarios conocen como bootloop.

Actúa como un guardián entre el hardware y el sistema operativo desde un punto de vista práctico. Supervisa qué particiones pueden cargarse, se asegura de que el software sea legítimo y, dependiendo de cómo lo haya configurado el fabricante, permitirá o no que se ejecuten imágenes de sistema modificadas, recovery personalizados u otros elementos que no sean estrictamente oficiales.

Está muy relacionado con la seguridad y con las exigencias actuales de los servicios móviles. Con funciones como el pago con el móvil, el reconocimiento de huella o el almacenamiento de información sensible, los fabricantes intentan asegurarse de que el teléfono no está ejecutando código potencialmente malicioso en las partes más críticas del sistema.

Bootloader bloqueado frente a bootloader desbloqueado

Bootloader bloqueado de fábrica: casi todos los fabricantes venden sus teléfonos con el gestor de arranque configurado para cargar únicamente particiones firmadas por el fabricante o, en algunos casos, por la operadora que distribuye el terminal.

Control sobre la capa de personalización es una de las consecuencias de ese bloqueo: la empresa se asegura de que el móvil siempre ejecute la versión de Android que ha preparado y certificado para ese modelo, reduce la posibilidad de modificaciones profundas que comprometan la seguridad y mantiene su política de software.

Bootloader desbloqueado significa que ese control se relaja: al abrir el gestor de arranque, el teléfono deja de exigir que todo lo que se cargue en el arranque esté firmado por el fabricante, y pasa a permitir el arranque de recoveries modificados, ROMs personalizadas, kernels alternativos y otros tipos de imágenes adaptadas al modelo.

Hay marcas que facilitan el proceso, otras lo toleran y no lo ponen sencillo, y algunas lo bloquean por completo —como ha ocurrido con determinados modelos de Huawei— impidiendo incluso obtener códigos de desbloqueo oficiales.

El proceso de desbloqueo no es estándar: en ciertos dispositivos basta con habilitar opciones de desarrollador, activar el desbloqueo OEM y usar un comando en modo fastboot, mientras que en otros se requieren herramientas del fabricante, registros previos en sus webs oficiales o no existe un método admitido.

El teléfono puede registrar el cambio internamente, de forma que aunque luego se intente volver a bloquear, quede rastro técnico que los servicios de garantía pueden consultar.

Qué permite hacer un bootloader abierto en Android

Libertad para modificar el software del teléfono es la razón principal por la que muchos usuarios se plantean abrir el bootloader. Android, al basarse en código abierto (AOSP), ha dado pie a una enorme comunidad que crea versiones alternativas del sistema, módulos y herramientas avanzadas.

Instalación de ROMs personalizadas es uno de los usos más habituales del bootloader desbloqueado. Estas ROMs pueden traer versiones más nuevas de Android a móviles que ya no se actualizan, eliminar capas pesadas del fabricante, mejorar consumos de batería o aportar funciones que la ROM original nunca incorporó.

Instalar un recovery personalizado como TWRP suele ser el primer paso para flashear una ROM modificada, ya que permite cargar imágenes de sistema desde el almacenamiento interno o desde un PC. Sin el bootloader abierto, el teléfono se negaría a arrancar ese recovery no firmado.

Kernels personalizados y otros mods también pueden instalarse con un bootloader abierto, permitiendo afinar el rendimiento de la CPU/GPU, cambiar políticas de ahorro de energía o activar funciones experimentales no habilitadas de fábrica.

Ventajas de desbloquear el bootloader en Android

Control total del dispositivo es la primera gran ventaja: estarás a un paso de poder rootear el móvil, instalar recoveries avanzados y cambiar casi cualquier parte del sistema operativo sin depender de las actualizaciones del fabricante.

Instalar ROMs modificadas permite que un móvil abandonado por el fabricante pueda recibir versiones más modernas, parches de seguridad y novedades que de otra forma nunca llegarían o lo harían con mucho retraso.

Seguir recibiendo actualizaciones oficiales es posible en algunos modelos incluso tras abrir el bootloader, siempre y cuando no se cambie la ROM original; esto depende de la política de OTA de cada marca.

Recuperar poder sobre las apps preinstaladas es otra ventaja: combinado con root, se pueden desinstalar o congelar bloatware, liberar espacio y mejorar la autonomía al reducir procesos en segundo plano.

Casi imprescindible para desarrolladores y entusiastas, ya que permite probar kernels propios, portar ROMs de otros modelos, analizar mejor el comportamiento del sistema y trastear a fondo sin las restricciones del fabricante.

Inconvenientes y riesgos de desbloquear el bootloader

Pérdida de la garantía suele ser el principal inconveniente: muchas marcas indican que modificaciones profundas del software, incluyendo el desbloqueo del gestor de arranque, anulan la cobertura oficial.

Indicadores internos que delatan manipulaciones pueden permanecer aunque reviertas el proceso, y con ese dato el servicio técnico puede rechazar una reparación en garantía alegando manipulación del software base.

Formateo completo del dispositivo es habitual al desbloquear el bootloader: el proceso suele borrar todas las particiones de usuario, aplicaciones, configuraciones y datos personales.

Aumento del riesgo de seguridad al abrir el gestor de arranque, ya que un atacante con acceso físico al dispositivo podría cargar una imagen modificada que robe datos o desactive protecciones si no se toman medidas adecuadas.

Peligro de dejar el dispositivo inutilizado si algo sale mal: flashear archivos equivocados, usar herramientas con malware o no seguir correctamente los pasos puede causar soft brick o hard brick.

Seguridad, pagos móviles y postura de los fabricantes

Funciones que gestionan información muy sensible se han ido incorporando a Android, como tarjetas bancarias para pagos contactless, datos biométricos y contraseñas, lo que convierte al móvil en un objetivo atractivo para atacantes.

Bloquear el bootloader por defecto es visto por Google y muchos fabricantes como una barrera adicional para evitar que código malicioso llegue a las partes más profundas del sistema.

La comunidad avanzada reclama más libertad, argumentando que quien compra el dispositivo debería decidir sobre su uso, y pidiendo procesos de desbloqueo sencillos y que no impliquen perder la garantía.

La mayoría de modelos de gama alta siguen llegando bloqueados, aunque en muchos casos se ofrece la opción de desbloqueo bajo responsabilidad del usuario para equilibrar seguridad y libertad.

El dilema es asumir riesgos por una minoría avanzada frente a priorizar la protección del grueso de usuarios que solo quieren que su móvil funcione y mantenga a salvo sus cuentas y datos personales.

Perfil de usuario: ¿para quién tiene sentido desbloquear el bootloader?

Orientado a un perfil concreto: desarrolladores, aficionados al modding y personas con curiosidad técnica suelen ser quienes más se benefician de un bootloader abierto.

La posibilidad de “trastear” el sistema es parte de la gracia para estos usuarios, que disfrutan depurando errores, mejorando el rendimiento y ajustando detalles del terminal.

Para la mayoría de usuarios no es recomendable: si lo único que se busca es que el móvil funcione y dure, los riesgos de perder datos o dañar el dispositivo no compensan las ventajas.

Quienes valoran estabilidad y garantía tienden a preferir mantenerse en el software oficial proporcionado por el fabricante, sobre todo en marcas con versiones globales bien pulidas.

Algunos usuarios optan por no abrir el bootloader en dispositivos de terceros, incluso sabiendo flashear, para evitar problemas de compatibilidad y el uso de herramientas poco fiables.

Buenas prácticas, recomendaciones y advertencias

Asegúrate de entender cada paso del proceso antes de desbloquear el bootloader: no sirve con seguir un vídeo a ciegas; lee documentación específica de tu modelo y utiliza herramientas oficiales o recomendadas por comunidades reconocidas.

Respeta siempre los archivos diseñados para tu modelo exacto, ya que flashear una ROM o un recovery de otro terminal puede provocar inestabilidades, fallos de conectividad o impedir que el móvil arranque.

Descarga utilidades desde fuentes fiables (ADB, fastboot, recoveries, ROMs, scripts), porque se han detectado ejecutables con troyanos camuflados en foros y blogs aparentemente de confianza.

Haz copias de seguridad completas de los datos importantes antes de tocar nada: el desbloqueo suele implicar formatear el dispositivo y todo lo que no esté guardado en la nube o en otro soporte se perderá.

Acepta que habrá mantenimiento y posibles problemas si te adentras en este mundo: ROMs no oficiales, kernels experimentales y recoveries modificados pueden requerir reinstalaciones o provocar comportamientos extraños.

Valora si realmente necesitas esa libertad extra, si estás dispuesto a asumir los riesgos en términos de garantía, seguridad y estabilidad, y si cuentas con el conocimiento (o las ganas de aprender) suficiente para moverte con cierta soltura en un terreno donde un paso mal dado puede dejar tu Android fuera de juego.

Mejores apps Android para diagnóstico de hardware

Vie, 19/12/2025 - 13:04

Los móviles Android pueden aguantar años dando guerra, pero tarde o temprano empiezan a aparecer fallos raros de batería, pantalla, sensores o conexiones que no siempre se detectan a simple vista. Si además el teléfono ha pasado por varias manos, fiarse solo de las sensaciones es como jugar a la lotería: puedes acabar pagando de más por un dispositivo tocado sin saberlo.

La forma más sensata de salir de dudas es usar apps de diagnóstico de hardware y herramientas de verificación. Con ellas puedes hacer desde un chequeo rápido antes de comprar o vender un móvil de segunda mano, hasta pruebas avanzadas de rendimiento, batería y salud general de todos los componentes. En las próximas secciones verás con detalle qué revisan, cómo acceder a menús ocultos de Android y cuáles son las mejores aplicaciones gratuitas y profesionales para exprimir esta información.

Qué hacen realmente las pruebas de diagnóstico en Android

Una prueba de diagnóstico en Android funciona como una ITV completa para el hardware de tu smartphone. La app lanza distintos test para comprobar si la pantalla responde bien, si los altavoces suenan como deben, si la batería mantiene la carga, si los sensores reportan valores coherentes y si la conectividad WiFi, datos móviles, Bluetooth o GPS está a la altura.

Este tipo de revisión es clave cuando compras o vendes un móvil usado en plataformas como Wallapop, Milanuncios, eBay o similares, porque te permite demostrar con datos objetivos en qué estado se encuentra el dispositivo. También resulta muy útil cuando notas comportamientos extraños —reinicios aleatorios, cortes de audio, fallos táctiles, un GPS que no termina de ubicarte— y quieres saber si el origen es de hardware o de software.

Un buen diagnóstico puede revelar desde cuánta capacidad útil le queda realmente a la batería y por qué se vacía tan rápido, hasta si hay píxeles muertos en el panel, problemas con el sensor de proximidad, errores en la memoria, fallos en la antena WiFi o Bluetooth, o incluso componentes sustituidos que no son originales del fabricante (no OEM).

Además de detectar averías concretas, muchas apps de diagnóstico permiten monitorizar la salud del teléfono en el día a día, algo especialmente interesante si exprimes el móvil para trabajar o jugar y quieres adelantarte a una posible avería grave antes de que te deje tirado.

Otra función importante de algunos programas avanzados es la comprobación de autenticidad del dispositivo. Este tipo de chequeo revisa si pantalla, cámaras, botón de huella, batería y placa base son originales (OEM) o han sido reemplazados por piezas genéricas. En el mercado de segunda mano esto marca diferencia, porque las piezas no originales suelen tener menos calidad y reducen el valor del teléfono.

Diagnóstico sin instalar apps: códigos secretos y herramientas integradas

Antes de liarte a descargar aplicaciones, merece la pena probar las opciones de diagnóstico que trae el propio sistema o el fabricante. Muchos móviles Android incluyen menús ocultos y utilidades preinstaladas que permiten hacer una revisión bastante completa sin instalar nada.

La forma más conocida de acceder a estos menús es mediante los llamados “códigos secretos” desde el marcador telefónico. Introduciendo combinaciones especiales, el sistema abre paneles de pruebas internas reservados para servicio técnico, pero que tú también puedes usar con cuidado.

  • Código *#*#4636#*#*: en muchos Android muestra información avanzada sobre teléfono, estadísticas de uso, batería y red.
  • Código *#0*# en Samsung: abre un completo menú de diagnóstico con tests de pantalla, colores, vibración, sensores, altavoces, cámara y más.
  • Códigos en Xiaomi como *#*#6484#*#* o *#*#64663#*#*: activan un modo de pruebas de fábrica con test guiados para botones, cámaras, vibración, sensores, conectividad, etc.

En otras marcas, el diagnóstico se hace desde apps preinstaladas. Motorola, por ejemplo, incluye la aplicación Device Help (Ayuda del dispositivo), que ofrece un apartado de “Diagnóstico del dispositivo” y pruebas específicas de batería, audio, cámaras, conectividad y pantalla táctil.

Huawei esconde una herramienta llamada HwMMITest, accesible desde Ajustes > Aplicaciones si activas la opción de ver todas las apps del sistema. Desde ahí se puede lanzar una prueba guiada de hardware, aunque normalmente exige que el nivel de batería esté entre un porcentaje mínimo y máximo (por ejemplo, entre 55 % y 80 %) e incluso reiniciar en un modo especial.

En los Google Pixel la cosa es algo diferente: no hay una aplicación de diagnóstico tan clara, y los códigos secretos no siempre funcionan igual en todos los modelos. En estos casos se suele recurrir al soporte oficial y a los foros de ayuda de Pixel, donde se plantean flujos de autoayuda según el problema (pantalla, batería, conectividad, etc.), además de usar el número IMEI y la cuenta de Google para algunas comprobaciones.

Estos sistemas nativos son perfectos para un primer filtrado de fallos importantes sin instalar nada, pero tienen limitaciones claras: los menús resultan técnicos, algunos operadores deshabilitan los códigos y, por lo general, no generan informes bonitos y fáciles de compartir como sí hacen las apps especializadas.

Las mejores apps Android para diagnóstico de hardware

Cuando quieres algo más que un simple menú oculto y buscas informes claros, pruebas guiadas y datos muy detallados, toca instalar aplicaciones específicas. A continuación tienes una selección de las herramientas más completas y populares basadas en comparativas, reseñas y documentación técnica de las principales webs especializadas.

TestM: diagnóstico rápido y entendible para cualquiera

TestM es una de las apps más amigables para quien solo quiere saber “si el móvil está bien o no” sin complicarse. Organiza las comprobaciones en seis bloques principales: pantalla, conexión, sensores, hardware, sonido y cámara.

En pocos minutos puedes lanzar hasta 19 pruebas diferentes: test de colores para detectar píxeles muertos, revisiones del táctil, altavoces, micrófonos, botones físicos, vibración, sensores básicos, etc. La app te va guiando con instrucciones sencillas tipo “pulsa aquí”, “desliza allá” o “habla por el micrófono”.

Su punto fuerte es que no se limita a mostrar datos técnicos. Después de cada test indica claramente si el componente ha superado la prueba o si ha detectado algún problema, dando recomendaciones fáciles de entender. Al final genera un informe que puedes guardar o compartir por mensajería o correo, muy útil si vas a vender el móvil o quieres enseñárselo a un técnico.

Phone Doctor Plus: más de 40 pruebas de hardware y sistema

Phone Doctor Plus da un salto de nivel y ofrece un “chequeo médico” casi profesional sin necesidad de ser experto. Incluye más de 40 tipos de pruebas automáticas para localizar fallos en pantalla, cámara, micrófonos, altavoces, RAM, almacenamiento, sensores, conectividad móvil, WiFi, Bluetooth y mucho más.

Además de los test puntuales, Phone Doctor Plus permite monitorizar día a día el hardware, la batería y el uso de memoria. Registra la capacidad real de la batería y los ciclos de carga, de forma que puedes ver cómo se degrada con el tiempo y decidir si te compensa cambiarla.

Otro extra interesante es el control del consumo de datos, que ayuda a evitar sustos con la tarifa al vigilar el uso de la red móvil. Todo ello lo convierte en una app especialmente indicada si sospechas que tu batería ya no rinde como antes o tienes problemas intermitentes difíciles de cazar con otras herramientas.

Dr.Fone (Verificación de Teléfono): enfoque en salud general del dispositivo

Dr.Fone es una suite muy conocida por su capacidad para gestionar, transferir y recuperar datos, pero dentro del paquete incluye un módulo específico de “Verificación de Teléfono” que actúa como herramienta de diagnóstico de hardware y estado general del móvil.

Esta función analiza a fondo batería, memoria RAM, almacenamiento interno, temperatura y ciclos de carga, generando un informe detallado con indicadores clave de salud. Es muy práctico para valorar si un teléfono está en condiciones de seguir un tiempo más o si, de cara a venderlo, puede presumir de buen estado.

Además, Dr.Fone ayuda a localizar cuellos de botella de rendimiento como falta de memoria disponible, calentones frecuentes o una batería ya muy castigada que lastra el día a día y hace que incluso tareas sencillas se noten pesadas.

Device Info HW: radiografía ultradetallada de todos los componentes

Device Info HW está pensada para los que quieren saber con pelos y señales qué hay dentro de su Android. La app intenta identificar uno a uno los componentes de hardware: panel LCD, pantalla táctil, cámaras, sensores, chips de memoria, almacenamiento flash, audio, NFC, cargador, WiFi, Bluetooth y batería.

En muchos dispositivos llega a mostrar el modelo concreto del panel, del touchscreen y de varios sensores, algo muy útil para técnicos, desarrolladores de ROMs, cocineros de kernels o simplemente usuarios curiosos que quieren conocer el “ADN” de su móvil.

Incorpora tests prácticos como comprobación multitáctil, prueba de colores de pantalla, test de sensores o medición de velocidad de descarga. Si el dispositivo tiene root, Device Info HW puede leer todavía más información sensible, como detalles de la memoria flash o listas internas de controladores que en equipos recientes están parcialmente bloqueadas.

La versión PRO añade funciones pensadas para uso avanzado y profesional: generación de informes en HTML o PDF, temas oscuros permanentes, listado de dispositivos i2c y SPI, particiones, reguladores de voltaje (PMIC), codecs, dispositivos USB OTG, etc. También es una de las herramientas más valoradas para detectar piezas no originales o cambios de hardware tras una reparación.

Device Info / My Device: datos completos y pruebas sencillas

Junto a Device Info HW existen otras apps de “información del dispositivo”, como My Device – Device info o Device Info de Toralabs, centradas en mostrar de forma clara todos los detalles esenciales sin abrumar.

Estas aplicaciones suelen cubrir datos sobre el sistema en chip (SoC), memoria RAM, almacenamiento, batería, sensores y versión de Android, añadiendo en muchos casos pequeños test para comprobar elementos como altavoz, micrófono, linterna, sensor de luz, acelerómetro, WiFi, Bluetooth, lector de huellas, volumen, temperatura o cámara.

La gracia es que combinan ficha técnica con funciones de diagnóstico: en una sola app puedes saber qué procesador y cuánta RAM lleva tu móvil, y a la vez lanzar pruebas básicas que te digan si algo no está funcionando del todo fino, incluyendo la visualización de salud de batería y niveles de desgaste.

Test Your Android / Prueba tu Android

Test Your Android, conocida también como “Prueba tu Android” en español, está orientada a usuarios que quieren un chequeo rápido de los componentes clave sin liarse demasiado. La interfaz es sencilla y agrupa distintas pruebas en iconos muy reconocibles.

Permite testar cámara, altavoces, micrófono, lector de huellas, panel multitáctil, colores de pantalla, GPS, brújula, sensores de luz, presión o temperatura, entre otros. Solo tienes que pulsar en la prueba que te interesa y seguir las indicaciones de la app.

El punto fuerte es lo fácil que resulta usarla, incluso para personas con pocos conocimientos técnicos. Como contrapartida, algunas versiones muestran bastantes anuncios y el modo de detección de píxeles defectuosos puede ser algo lento, además de que no siempre genera informes exportables.

Droid Hardware Info

Droid Hardware Info se centra en ofrecer una ficha organizada y clara de las especificaciones del dispositivo. La información se agrupa en pestañas como dispositivo, sistema, memoria, cámara, batería y sensores, facilitando localizar cada dato.

Encontrarás detalles sobre el SoC, el modelo exacto del teléfono, resolución y tamaño de pantalla, capacidad de almacenamiento, temperatura y voltaje de la batería, listado de sensores presentes, etc. Aunque no es la app con más pruebas activas, cumple muy bien como herramienta de referencia rápida.

Uno de sus grandes aciertos es la posibilidad de exportar toda la información para guardarla como informe. Esto es muy cómodo si reparas móviles, si quieres adjuntar la ficha al vender el dispositivo o si necesitas mandársela a un técnico sin tener que ir enumerando datos a mano.

CPU-Z para Android

CPU-Z es un clásico en ordenadores que también tiene versión para Android, muy apreciada para comprobar a fondo el procesador y los sensores. Su punto de partida es la identificación precisa de la CPU y su comportamiento.

La app muestra modelo, número de núcleos, frecuencia de cada clúster, arquitectura, nivel de carga de la CPU, así como información de RAM, resolución, fabricante y versión de Android. En la pestaña de batería verás nivel, temperatura, voltaje y estado general, y en sensores se listan todos los presentes con sus valores en tiempo real.

No es una herramienta que “te diga si algo está bien o mal” con mensajes sencillos; más bien muestra datos en bruto, lo que la hace ideal para usuarios con un mínimo de conocimientos técnicos que quieran comprobar si las especificaciones coinciden con las prometidas o comparar rendimientos entre dispositivos.

AIDA64: información exhaustiva de hardware y software

AIDA64, heredada del ecosistema Windows, es probablemente una de las apps más completas para identificar cada componente de un móvil Android. Está disponible también para iOS, pero en Android brilla especialmente por el nivel de detalle.

Es capaz de mostrar información de diagnóstico sobre CPU (incluidas frecuencias en tiempo real), GPU, memoria RAM y almacenamiento, fabricante, dimensiones y densidad de pantalla, cámaras, batería, red WiFi y móvil, IMEI, tipos de memoria y mucho más. También enumera apps instaladas, directorios del sistema y sensores presentes.

Aunque no hace pruebas interactivas de pantalla o sonido, su función principal es verificar que todo lo que declara el fabricante o el vendedor coincide con la realidad. Es muy utilizada para desenmascarar móviles falsos, dispositivos manipulados o teléfonos en los que se han cambiado piezas sin avisar.

DevCheck: monitorización en tiempo real del sistema

DevCheck está pensada para quienes quieren ver cómo rinde el hardware del móvil en cada momento, más allá de un simple listado estático de especificaciones. Su interfaz, basada en Material Design, muestra gráficos y estadísticas en tiempo real.

Podrás revisar uso y frecuencia de CPU y GPU, consumo y temperatura de la batería, memoria usada y libre, velocidad de red, sensores activos, cámaras y versión del sistema operativo, todo ello con paneles visuales fáciles de leer.

Si tu dispositivo está rooteado, DevCheck desbloquea todavía más métricas internas, muy valiosas para usuarios avanzados, desarrolladores y quienes afinan el rendimiento del sistema con ROMs personalizadas o kernels modificados.

3DMark, PCMark, Geekbench, GFXBench, CPU X y AI Benchmark: pruebas de rendimiento (benchmarks)

Además de las apps de diagnóstico, existen las herramientas de benchmark, diseñadas para medir la potencia bruta de CPU, GPU y, en algunos casos, la batería y la velocidad de almacenamiento. No son diagnósticos de salud como tal, pero sí te dicen si tu móvil rinde por encima o por debajo de lo esperado.

3DMark se centra en el rendimiento gráfico y de CPU en juegos 3D y cargas pesadas. Ejecuta escenas gráficas muy exigentes y luego asigna una puntuación que puedes comparar con otros dispositivos Android, así como con modelos de iPhone o iPad, para ver si tu móvil está a la altura de los juegos más potentes.

PCMark se enfoca más en tareas del día a día como navegar, editar documentos, fotos y vídeo. Además de medir el rendimiento, permite perfilar la autonomía con escenarios de uso real, analizando cuánto aguanta la batería realizando distintas actividades continuadas.

Geekbench 5 realiza pruebas de CPU y GPU tanto en un solo núcleo como en multinúcleo, e incluye test relacionados con inteligencia artificial y realidad aumentada. Es multiplataforma (Android, iOS, Windows, macOS, Linux) y deja subir los resultados a su navegador web para compartir y comparar puntos entre dispositivos.

GFXBench Benchmark está orientada a la evaluación gráfica de largo recorrido: mide rendimiento y estabilidad de GPU con efectos 3D complejos, pruebas on-screen y off-screen, soporte para APIs como OpenGL o Vulkan, y chequeos que también tienen en cuenta la temperatura y cómo se comporta el dispositivo cuando se calienta.

CPU X es otra utilidad que combina información detallada de CPU, memoria, sensores, cámara, velocidad de Internet, temperatura y amperaje de batería, además de proporcionar utilidades extra como regla, nivel de burbuja, brújula o herramientas de señal, convirtiéndose en un todo en uno bastante completo.

AI Benchmark se especializa en medir el rendimiento de las tareas de inteligencia artificial: reconocimiento facial, clasificación de imágenes, efecto bokeh, corrección de imperfecciones, etc. Ejecuta 46 pruebas repartidas en 14 secciones y está optimizada para chips con NPU o aceleradores de IA como muchos Dimensity, Exynos, Helio, Kirin o Snapdragon.

Con estas apps de benchmark puedes comprobar si tu Android sigue rindiendo al nivel esperado frente a otros modelos y si el salto a un nuevo teléfono merecerá la pena en potencia bruta. Eso sí, a la hora de comprar, conviene combinar estos datos con diagnósticos de salud reales del hardware. Consulta también nuestra selección de mejores apps de benchmarking para comparar puntuaciones.

Software profesional de diagnóstico y certificación para empresas

Cuando entran en juego tiendas de segunda mano, empresas de reacondicionamiento o mayoristas que procesan cientos de móviles, las apps gratuitas se quedan cortas. En estos casos se recurre a soluciones profesionales como Phonecheck, diseñadas para automatizar diagnósticos y certificar dispositivos.

Phonecheck ofrece escaneos automatizados de hasta unos 80 puntos de control por teléfono: WiFi, Bluetooth, GPS, pantalla, sensores, cámaras, altavoces, micrófonos, botones físicos, vibración, batería, conectividad móvil y mucho más. El objetivo es tener un control de calidad estandarizado y repetible para todos los terminales.

Una de sus grandes ventajas es la generación de informes de certificación muy detallados. Estos informes recogen marca, modelo, número IMEI, fechas de producción y venta, estado de la garantía, posibles bloqueos de operador, si el dispositivo está reportado como perdido o robado, y resultados de todos los test de hardware.

Phonecheck también comprueba la autenticidad de componentes clave como pantalla, cámaras, batería, placa base o botón de huella, marcando cualquiera que no sea OEM. Esto es crucial en el mercado de segunda mano, donde los recambios genéricos son cada vez más frecuentes y afectan tanto al valor económico como a la fiabilidad.

Otro pilar de estas plataformas es el borrado seguro de datos certificado, con estándares como ADISA, para garantizar que los móviles se entregan completamente limpios de información personal antes de revenderlos. De esta manera se protege al propietario anterior y se mejora la confianza del comprador.

Los resultados de cada escaneo se almacenan en la nube y pueden exportarse como informes PDF o incluso como etiquetas físicas pegadas al dispositivo, facilitando a la tienda mostrar que el móvil ha pasado un proceso de certificación reconocido y justificar mejor su precio.

Problemas de hardware que estas pruebas suelen destapar

Cuando se ejecutan diagnósticos completos no es raro encontrar fallos que el usuario no había detectado o que creía que eran “cosas del sistema”. Algunos patrones se repiten con bastante frecuencia en móviles Android con cierto tiempo.

La batería degradada o descalibrada es de los problemas más habituales. La capacidad real cae muy por debajo de la original y el móvil se apaga con porcentajes aparentemente altos, salta de un valor a otro de forma rara o baja a toda velocidad en cuanto se empieza a usar.

También son comunes los fallos en audio y vibración: micrófonos que dejan de captar bien la voz, altavoces que distorsionan o suenan muy bajos, auricular de llamadas defectuoso o motores de vibración que trabajan a trompicones, muchas veces por golpes, humedad o desgaste.

En pantallas táctiles aparecen con frecuencia píxeles muertos, zonas sin respuesta o descalibración del panel. A simple vista pueden pasar desapercibidos, pero un test dedicado de panel y multitáctil los saca a la luz, permitiendo valorar si toca cambiar pantalla o negociar el precio de un dispositivo usado.

Los sensores también dan guerra: proximidad, giroscopio, acelerómetro o sensor de luz ambiental pueden reportar lecturas incoherentes o directamente no funcionar, generando problemas con el apagado de pantalla en llamadas, con la rotación automática o con el brillo adaptativo.

Por último, no es raro encontrar fallos en WiFi, Bluetooth y GPS que afectan a experiencias tan cotidianas como las llamadas con manos libres, juegos online, navegación por mapas o el uso de wearables conectados. Los diagnósticos ayudan a distinguir entre un problema de hardware (antena tocada, módulo dañado) y un simple bug de software.

Cómo elegir la mejor app de diagnóstico para tu caso

Con toda la artillería de apps disponible, lo importante es escoger la que encaje con tu nivel y con lo que necesitas realmente. No tiene sentido instalar una herramienta profesional si solo quieres comprobar que la pantalla no tiene píxeles muertos, ni quedarse con una app básica si gestionas docenas de móviles.

Como mínimo, fíjate en que la aplicación cubra las áreas principales del hardware: batería, pantalla, audio, cámaras, sensores básicos, memoria RAM, almacenamiento interno y conectividad inalámbrica, y, si es posible, botones físicos y vibración.

La fiabilidad y reputación de la app también son clave. Echa un ojo a las valoraciones en Google Play, la frecuencia de las actualizaciones y el soporte del desarrollador. Android cambia rápido, y una herramienta que no se mantiene al día puede dejar de mostrar datos o fallar en móviles recientes.

Si necesitas usar los resultados para ventas, reparaciones o peritajes, busca apps que permitan exportar o compartir informes en PDF, HTML u otros formatos. Y si manejas muchos dispositivos, la automatización y ejecución de pruebas por lotes te ahorrará una barbaridad de tiempo.

El diseño y la claridad de la interfaz tampoco son un detalle menor. Las mejores herramientas mezclan información técnica con explicaciones sencillas e instrucciones paso a paso. Si una app te bombardea con números que no entiendes, al final no le sacarás partido por muy potente que sea.

Quién debería usar herramientas de diagnóstico de hardware en Android

Lo bueno del ecosistema Android es que hoy hay herramientas para todo tipo de usuarios, desde el más novato hasta el técnico de laboratorio. Conviene tener claro qué perfiles se benefician más de estos diagnósticos.

Si compras móviles de segunda mano, pedir al vendedor un test reciente con alguna de las apps comentadas es casi obligatorio. Un informe de TestM, Phone Doctor Plus, Device Info HW o AIDA64, por ejemplo, da mucha más confianza que un simple “va perfecto, palabra”.

Si vendes tu propio terminal, acompañar el anuncio de un informe de diagnóstico actualizado te permite justificar mejor el precio, reducir discusiones posteriores y diferenciarte del resto de anuncios genéricos. En un mercado saturado, esa transparencia se valora mucho.

Para técnicos, tiendas y negocios de reacondicionamiento, el uso de software profesional de certificación como Phonecheck se ha vuelto casi imprescindible. Permite documentar cada dispositivo, automatizar pruebas, asegurar un borrado seguro de datos y entregar informes claros tanto al cliente final como a otros intermediarios.

Y, cómo no, también son herramientas ideales para usuarios curiosos o entusiastas de la tecnología que quieren saber qué piezas monta su móvil, comparar rendimientos, vigilar temperaturas mientras juegan o comprobar si el dispositivo sigue rindiendo como el primer día o ya va pidiendo jubilación.

Contar con buenas apps de diagnóstico y saber interpretar mínimamente sus resultados marca la diferencia entre ir a ciegas cuando algo falla y poder tomar decisiones con datos en la mano: desde evitar una mala compra de un móvil usado, hasta detectar a tiempo un problema de batería o pantalla antes de que la reparación sea más cara de la cuenta.

Mejores juegos gacha para Android: guía completa y actualizada

Vie, 19/12/2025 - 13:02

El universo de los juegos gacha para Android se ha disparado en popularidad y hoy es uno de los géneros que más enganchan en el móvil. Si te gustan el anime, los RPG y la sensación de abrir “sobres” virtuales a la espera de un personaje legendario, aquí vas a sentirte como en casa. En esta guía vas a encontrar una explicación clara de qué son los gacha, cómo funcionan y un repaso muy completo por los títulos más recomendados, desde los clásicos hasta propuestas más creativas y casuales.

A lo largo del texto verás ejemplos reales de juegos gacha muy distintos entre sí: JRPG narrativos, defensa de torres, RPG tácticos, mundos abiertos, idle games relajados e incluso apps centradas en crear personajes y contar tus propias historias. La idea es que puedas elegir con criterio qué descargarte, qué puedes esperar de cada uno y cómo disfrutar del género sin frustrarte ni dejarte el sueldo en micropagos.

Qué es exactamente un juego gacha y por qué engancha tanto

El término gacha viene de las máquinas japonesas “Gashapon”, esas cabinas de cápsulas sorpresa donde metes una moneda y recibes al azar una figurita coleccionable. Los videojuegos gacha trasladan esa idea al móvil: usas moneda del juego (o dinero real) para hacer tiradas y conseguir personajes, armas, cartas u otros objetos de diferentes rarezas.

La clave del género está en ese componente aleatorio y coleccionista. Nunca sabes qué te va a salir en la siguiente tirada, y eso genera una mezcla de emoción, suspense y pequeñas “subidas” de dopamina cuando toca algo raro. A esto se suma la progresión típica de los RPG: subir de nivel, equipar mejor a tu equipo, superar mazmorras, retos diarios y eventos limitados en el tiempo.

Casi todos los juegos gacha lucen una estética inspirada en el anime o en ilustraciones muy trabajadas, lo que refuerza el apego a los personajes. No solo buscas la carta más poderosa, también la waifu, el husbando o el héroe de tu serie favorita que quieres tener sí o sí en tu colección.

Además del puro coleccionismo, los títulos de este género suelen apostar por historias elaboradas, combates llamativos (por turnos o en tiempo real) y variedad de modos de juego: historia, PvP, cooperativo, incursiones, mazmorras, puzzles, minijuegos, etc. Es muy difícil aburrirse si el juego está bien llevado y se actualiza con frecuencia.

Cómo funciona la mecánica gacha: tiradas, eventos y progresión

Todos los juegos gacha para Android comparten una serie de sistemas básicos, aunque cada uno los adorna a su manera para diferenciarse. Entenderlos te ayudará a no perderte y a exprimir mejor tu tiempo y tus recursos.

  • Sistema de invocaciones o tiradas: Es el corazón de cualquier gacha. Gastas gemas, monedas, tickets u otra divisa para hacer “pulls” y obtener personajes, armas o cartas. Los objetos más raros suelen tener probabilidades muy bajas, a menudo inferiores al 1 %, lo que anima a seguir jugando, ahorrando o gastando dinero real.
  • Banners y eventos temporales: Los juegos lanzan con frecuencia banners limitados donde aparecen personajes exclusivos o suben las tasas de obtención de ciertas unidades. Estos eventos suelen ir acompañados de misiones especiales, desafíos y recompensas extra que premian jugar a diario.
  • Progresión y mejora de personajes: No basta con sacar una unidad buena; hay que subirla de nivel, mejorar sus habilidades, equiparle armas, accesorios y, en muchos casos, “romper límites” o ascenderla para desbloquear todo su potencial.
  • Modos de juego variados: Aparte del modo historia, suelen incluir arenas PvP, raids cooperativas, mazmorras diarias para farmear materiales, modos roguelike, torres de retos y minijuegos. Así se mantiene el interés incluso cuando no hay evento gordo.
  • Presentación visual y narrativa: La mayoría de juegos gacha apuestan por historias de largo recorrido, cinemáticas, voces en japonés o inglés y diseños de personajes muy carismáticos. No es solo tirar de la ruleta: también es seguir una trama y encariñarte con tu escuadrón.

Muchos títulos incorporan además sistemas de “pity” o compasión: si llevas muchas tiradas sin que te salga una unidad de máxima rareza, el juego garantiza o aumenta drásticamente la probabilidad de conseguir una. Esto suaviza un poco la frustración del puro azar.

Ventajas de los mejores juegos gacha para Android

Entrar en el mundillo gacha tiene sus riesgos si te dejas llevar por los impulsos, pero también ofrece un puñado de ventajas muy interesantes para jugadores móviles. Sobre todo si disfrutas de los RPG y te gusta ir formando equipo poco a poco.

  • Variedad brutal de temáticas: Fantasía épica, ciencia ficción, universos de anime, sagas clásicas como Pokémon, Fire Emblem o Star Wars, mundos postapocalípticos, estética kawaii… Si tienes un gusto concreto, casi seguro que hay un gacha que encaja contigo.
  • Modelos free-to-play accesibles: Casi todos se pueden descargar y jugar gratis. La moneda premium suele obtenerse tanto jugando como pagando, por lo que, con paciencia, puedes avanzar sin gastar un euro.
  • Actualizaciones y eventos constantes: Nuevos personajes, banners temáticos, colaboraciones con otras franquicias, modos de juego adicionales… La mayoría de estudios alimentan sus gacha de forma continua, así que siempre hay algo nuevo que hacer.
  • Comunidad y funciones sociales: Gremios, clanes, chat, cooperativo, PvP y comunidades externas (Discord, Reddit, foros, redes sociales) donde compartir estrategias, builds y fanarts. Formar parte de la comunidad es casi la mitad de la gracia.
Los mejores juegos gacha para Android: selección imprescindible

Vamos ahora con una lista larga y variada de juegos gacha recomendados para Android. Verás propuestas con estilos de jugabilidad y ambientaciones muy diferentes, pero todos comparten tiradas, coleccionismo y progresión profunda.

Another Eden

Another Eden es un JRPG de corte clásico con sistema gacha donde viajas por distintas eras encarnando a Aldo, un héroe que intenta evitar la destrucción de la humanidad. La historia es extensa, con muchas misiones secundarias y puzzles, y su combate por turnos recuerda a los grandes RPG de consola.

La parte gacha se basa en las Piedras Chrono, que obtienes jugando o comprando con dinero real. Con ellas invocas personajes adicionales y equipamiento. Cada héroe cuenta con habilidades propias, árboles de mejora y sinergias con otros miembros del grupo, de modo que la construcción de equipos es clave para avanzar.

Una de sus mayores virtudes es su narrativa cuidada y la sensación de estar jugando a un JRPG “de toda la vida” adaptado al móvil, sin tanta presión por el PvP competitivo. Está disponible tanto en Android como en iOS.

Pokémon Masters EX

Si lo tuyo es Pokémon, en Pokémon Masters EX encarnas a un entrenador que forma equipos de tres parejas de sincronización (entrenador + Pokémon) para disputar combates 3 vs 3 en tiempo real. El planteamiento es más estratégico de lo que parece y obliga a coordinar bien las habilidades de tu trío.

El sistema gacha gira alrededor de estas Sync Pairs, que puedes conseguir usando moneda del juego o moneda premium adquirida con dinero real. A medida que avanzas, las parejas pueden subir de nivel, aprender nuevas técnicas e incluso evolucionar, lo que añade buena capa de progresión.

Incluye modo historia, eventos cooperativos, misiones especiales y constantes campañas temáticas basadas en personajes icónicos de la saga. Se puede jugar gratis en Android y iOS, y resulta especialmente atractivo si llevas años siguiendo la franquicia.

Arknights

Arknights mezcla defensa de torres con RPG táctico en un mundo distópico donde una enfermedad devastadora ha cambiado el planeta. Te conviertes en un alto mando de Rhodes Island, una organización farmacéutica-militar que intenta contener el caos.

La jugabilidad central consiste en desplegar operadores (los personajes) en mapas donde hay que frenar oleadas de enemigos. Cada operador tiene un rol (tanque, healer, sniper, caster, etc.), y el posicionamiento y el timing de las habilidades marcan la diferencia.

Su sistema gacha te permite reclutar nuevos operadores usando recursos del juego o dinero real. Además, cuenta con un sistema de “pity” que garantiza que, si la suerte te da la espalda durante muchas tiradas, acabarás consiguiendo operadores de alta rareza.

El juego se actualiza con eventos frecuentes, nuevas unidades, historias paralelas y modos adicionales, por lo que siempre hay contenido que farmear y misiones que resolver. Está disponible en Android e iOS.

Alchemy Stars: Aurora Blast

Alchemy Stars: Aurora Blast propone un RPG táctico en el que reúnes un equipo de alquimistas llamados Guardianes para combatir contra máquinas ancestrales que han tomado el control. Sus combates por turnos se desarrollan en un tablero de casillas por el que debes trazar rutas estratégicas.

Mediante el sistema gacha consigues Guardianes de diferentes elementos y rarezas, con los que formas escuadras combinando habilidades, colores y sinergias. El juego ofrece una historia amplia, desafíos complejos, eventos temporales y un apartado audiovisual de estilo anime realmente llamativo.

También destaca por su banda sonora, su doblaje y la personalidad de sus personajes, que hacen que te apetezca seguir leyendo diálogos y descubriendo su universo. Está disponible para Android e iOS.

Azur Lane

Azur Lane es un gacha de acción y estrategia donde las naves de guerra se transforman en chicas antropomórficas (shipgirls). Tu objetivo es formar una flota optimizada, entrenarla y llevarla al combate en misiones y eventos.

La mecánica principal combina batallas semiautomáticas con gestión de recursos y subida de nivel. Mediante el sistema gacha obtienes nuevas shipgirls y equipamiento, muchas de ellas inspiradas en buques históricos de distintas armadas.

Incluye modos PvP, cooperativo, eventos frecuentes que introducen personajes y tramas nuevas, y una estética anime que ha llegado incluso a una adaptación televisiva. Se puede jugar en Android e iOS y sigue recibiendo contenido de manera constante.

Star Wars: Galaxy of Heroes

Para los fans de la saga galáctica, Star Wars: Galaxy of Heroes es un gacha de EA donde coleccionas héroes y villanos de todas las épocas: trilogía original, precuelas, secuelas, series animadas y mucho más.

Las batallas se desarrollan por turnos, combinando creación de escuadras y estrategia para aprovechar sinergias entre personajes (por ejemplo, equipos centrados en Jedis, Sith, cazarrecompensas, rebeldes o la Primera Orden). La progresión exige subir de nivel, equipar y mejorar habilidades.

El sistema gacha se articula en torno a sobres y packs que incluyen fragmentos de personajes y equipo. Se puede avanzar sin pagar, pero las compras dentro de la app permiten acelerar el progreso y acceder antes a unidades poderosas.

Ofrece raids cooperativas, arenas PvP, eventos temáticos ligados al estreno de nuevo contenido de Star Wars y un sinfín de objetivos para los coleccionistas más completistas. Disponible en Android e iOS.

Ni no Kuni: Cross Worlds

Ni no Kuni: Cross Worlds traslada la magia del universo Ni no Kuni a un MMORPG con mecánicas gacha. Asumes el papel de un tester de un juego de realidad virtual que acaba envuelto en una aventura épica en un mundo alternativo.

El título ofrece varias clases jugables (espadachín, ilusionista, artillero y más), combates en tiempo real y un sistema de familiares coleccionables, criaturas que capturas, entrenas y llevas contigo al combate.

La parte gacha sirve para conseguir nuevos familiares, objetos y equipamiento usando monedas que puedes ganar jugando o comprando. Aunque es free-to-play, integra múltiples opciones de monetización para quien quiera avanzar deprisa o asegurarse las unidades más fuertes.

Su punto fuerte es el apartado artístico, muy cercano al estilo Studio Ghibli, y una narrativa envolvente que combina exploración, mazmorras, misiones principales y secundarias. Está disponible en Android e iOS.

Guardian Tales

Guardian Tales es un ARPG con cámara cenital que rinde homenaje a los RPG clásicos de la era 16 bits, repleto de humor, referencias y puzles. Sigues la historia de una joven caballera que se embarca en una misión para salvar su mundo de una gran amenaza.

Durante la aventura exploras mundos variados llenos de secretos, resuelves rompecabezas ambientales y te enfrentas a enemigos en combates ágiles. El sistema gacha permite reclutar nuevos guardianes y armas, cada uno con habilidades y estilos distintos.

El juego incluye contenidos endgame, modos cooperativos, PvP, eventos especiales y un sistema de progresión bastante profundo. Se puede jugar tanto en Android como en iOS.

Cookie Run: Kingdom

Cookie Run: Kingdom combina construcción de ciudad y RPG por turnos con un carismático elenco de galletas vivientes como protagonistas. Tu misión es levantar tu propio reino de galletas, decorarlo y defenderlo.

La acción se reparte entre la gestión del reino (edificios, producción de recursos, decoración) y las batallas por etapas donde un equipo de galletas se enfrenta a enemigos de todo tipo. El gacha se usa para invocar nuevas galletas y conseguir recompensas especiales.

La colección de coleccionismo de galletas rara y legendaria, sumada a eventos temáticos y recompensas por completar ciertos sets, hace que resulte especialmente adictivo para fans del coleccionismo y de las estéticas coloridas. Está disponible en Android e iOS.

Fire Emblem Heroes

Fire Emblem Heroes adapta la mítica saga táctica de Nintendo al formato gacha para móviles. Reúnes héroes de prácticamente todos los títulos de la franquicia y los llevas a combatir en mapas pequeños pensados para partidas rápidas.

Las batallas son tácticas por turnos sobre cuadrículas; cada unidad tiene un rol, un arma con ventajas y desventajas (triángulo de armas) y habilidades activas y pasivas. Construir equipos equilibrados y aprovechar el terreno resulta clave.

Mediante el sistema gacha, usando orbes obtenidos en el juego o comprados, puedes invocar héroes nuevos, algunos extremadamente raros y poderosos. La vertiente coleccionista se refuerza con eventos temporales, historias adicionales, modos competitivos y actualizaciones continuas.

Es uno de los gacha móviles que más ingresos genera gracias a su jugabilidad, carisma de personajes y la nostalgia que despierta entre fans de Fire Emblem. Está disponible tanto en Android como en iOS.

Punishing: Gray Raven

Punishing: Gray Raven es un ARPG de ciencia ficción oscura en el que controlas a un escuadrón de cyborgs que lucha contra máquinas corrompidas por un virus conocido como “Punishing”. Su estilo recuerda a otros hack and slash rápidos y técnicos.

El combate es en tiempo real y se basa en combos, esquivas precisas y gestión de habilidades. Cada personaje (llamado Constructo) tiene un set de movimientos y un rol definido dentro del equipo, lo que permite crear composiciones para todo tipo de misiones.

El sistema gacha sirve para desbloquear nuevos Constructos y armas mediante moneda del juego o pagos. Además de la campaña principal, incluye misiones diarias, modos cooperativos, PvP y otros retos para quienes buscan algo más que tirar de banner.

Visualmente es muy espectacular, con animaciones fluidas, diseños detallados y una banda sonora potente. Está disponible gratis en Android e iOS, con compras opcionales.

AFK Arena

AFK Arena es uno de los representantes más conocidos del género idle gacha. Aquí coleccionas héroes de distintas facciones y los envías a combatir incluso cuando no estás conectado; al volver, recoges las recompensas acumuladas.

La jugabilidad se centra en gestionar tu escuadra, mejorar a tus héroes, equiparlos y superar etapas de dificultad creciente. El sistema gacha te permite obtener nuevas unidades tanto mediante tiradas como cumpliendo desafíos y objetivos.

Cuenta con gremios, modos cooperativos, eventos especiales y muchos sistemas de progresión paralelos. Es perfecto si quieres un juego que avance “solo” y al que puedas dedicar ratos cortos sin necesidad de estar farmeando horas.

Se puede descargar de forma gratuita en Android e iOS, con compras integradas para acelerar el progreso o ampliar tu colección.

Counterside

Counterside es un RPG estratégico donde diriges una compañía que lucha contra amenazas sobrenaturales en un mundo futurista. Formas equipos de hasta ocho unidades y los despliegas en el campo de batalla, donde combaten de manera semiautomática.

Su atractivo reside en sus combates dinámicos en 2D y estética anime, sumados a una narrativa con bastante peso. Los personajes, llamados agentes, cuentan con habilidades específicas, roles bien definidos y amplias posibilidades de personalización.

El sistema gacha se utiliza para reclutar nuevos agentes y conseguir equipamiento, usando tanto moneda in-game como moneda premium. Los eventos constantes y la comunidad activa lo han convertido en un título muy popular entre los fans de la estrategia gacha.

Está disponible de forma gratuita en Android e iOS y ofrece un buen equilibrio entre historia, gestión y acción.

Tower of Fantasy

Tower of Fantasy combina mundo abierto, acción RPG y mecánicas gacha. Encarnas a un Errante que despierta sin recuerdos en un planeta futurista y debe explorar, recuperar su memoria y enfrentarse a amenazas de todo tipo.

El juego ofrece un vasto entorno por el que moverte libremente, con misiones, jefes, puzzles, cofres y actividades repartidos por el mapa. El combate es en tiempo real, con posibilidad de alternar rápidamente entre armas y estilos para crear tu propio estilo de lucha.

Gracias al sistema gacha puedes conseguir personajes jugables, armas y otros objetos de alto nivel. Cada uno tiene habilidades únicas, y parte del encanto está en encontrar las combinaciones que mejor se adaptan a tu forma de jugar.

Con su mundo vivo, su progresión y su enfoque multijugador, es uno de los gacha más completos que puedes probar en Android e iOS si buscas algo más cercano a un MMO o un RPG de gran escala.

Juegos gacha creativos y centrados en la personalización

No todo en el género son combates y raids. Existen juegos gacha para Android enfocados a la creatividad, donde el objetivo principal es crear personajes, diseñar escenas y jugar con historias propias.

  • Gacha Life: Permite crear personajes de estilo anime, vestirlos con multitud de prendas, personalizar poses, fondos y diálogos, y explorar diferentes modos, incluidos minijuegos y modo historia. Usa mecánicas gacha para desbloquear nuevos ítems y regalos, y se puede jugar incluso sin conexión.
  • Gacha Club y MODs: Gacha Club expande aún más las posibilidades de personalización, añadiendo más ropa, accesorios, escenarios y opciones de animación. Sus numerosos MODs creados por la comunidad añaden nuevos elementos cosméticos, personajes inspirados en animes populares y colaboraciones entre usuarios. Perfecto para quienes quieren libertad creativa total.
  • Otros gacha de estética kawaii y moda: Hay muchos juegos ligeros centrados en crear avatares, mascotas, habitaciones y escenas con temática escolar, fantasía o slice of life. Incorporan tiradas para conseguir prendas, decoraciones y personajes adicionales, siendo ideales para un público amplio y casual.
Novedades y tendencias recientes en el género gacha

El mercado gacha está en movimiento constante, con lanzamientos continuos y experimentos de diseño. En los últimos tiempos se han popularizado varias líneas claras dentro del género.

  • RPGs con ambientación futurista, combates tácticos por turnos y sistemas de sinergias complejos, muy pensados para quienes disfrutan optimizando escuadras.
  • Juegos con elementos roguelike, donde cada run es distinta, los mapas se generan de forma procedural y la gestión de recursos es crítica.
  • Títulos basados en grandes franquicias como Final Fantasy, Disney o Gundam, donde el atractivo principal es coleccionar personajes icónicos y revivir sus historias en formato móvil.
  • Idle gacha extremadamente relajados, diseñados para avanzar con muy poca interacción, perfectos para quienes solo quieren logros diarios y progresión pasiva sin dedicar muchas horas seguidas.
Consejos para empezar en los juegos gacha sin frustraciones

Si vas a meterte en un gacha por primera vez, conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones básicas para no liarla con los recursos ni con la cartera. El género puede ser muy divertido, pero también está pensado para tentar al jugador.

  • No quemes tus recursos nada más empezar: Lo ideal es guardar gemas y tickets para banners especiales donde suben las probabilidades de unidades clave o aparece el personaje que realmente quieres. Informarte antes de tirar suele ahorrar muchos disgustos.
  • Aprovecha la comunidad: Foros, Discord, grupos de Telegram y redes sociales están llenos de guías, tier lists y consejos para optimizar tus tiradas y tu progreso. Preguntar antes de gastar siempre es buena idea.
  • Pon límites de tiempo y dinero: Algunos gacha pueden exigir bastante farmeo, y los banners limitados pueden presionar para gastar. Si te organizas, puedes disfrutar del juego a tu ritmo sin que se convierta en una obligación.
  • Disfruta del viaje, no solo del meta: Perseguir el personaje más roto es tentador, pero la gracia suele estar en probar equipos, explorar la historia, participar en eventos y experimentar con tácticas distintas.

Los mejores juegos gacha para Android ofrecen mucho más que una simple ruleta de azar: son aventuras repletas de personajes memorables, sistemas de combate profundos, modos para todo tipo de jugadores y comunidades muy activas. Conociendo bien cómo funciona la mecánica, eligiendo títulos que encajen con tu estilo y manteniendo a raya los micropagos, el género gacha puede convertirse en una de las formas más entretenidas de disfrutar de tu móvil día a día.

Galaxy Z TriFold: el primer móvil triple plegable de Samsung

Jue, 18/12/2025 - 23:41

El futuro de los móviles plegables ya no es una promesa lejana: con el Samsung Galaxy Z TriFold, la marca surcoreana ha abierto una nueva categoría que va más allá de los clásicos Fold y Flip, como el primer móvil plegable de OPPO. Estamos ante un dispositivo que se pliega dos veces, que se transforma de móvil de bolsillo a una gran pantalla de 10 pulgadas y que, además, quiere ser tu sustituto real de tablet y hasta de portátil en muchos escenarios.

Este nuevo triple plegable combina hardware de gama ultra, una ingeniería muy refinada y un software muy trabajado para que la experiencia no se quede en lo llamativo del diseño. Desde sus bisagras de titanio hasta la integración de Galaxy AI, pasando por Samsung DeX independiente y una batería de tres celdas, todo está pensado para que no sea solo “un móvil raro”, sino una herramienta de productividad y entretenimiento muy seria, con opciones para personalizar tu móvil.

¿Qué es el Galaxy Z TriFold y por qué es tan especial?

El Galaxy Z TriFold es el primer teléfono triple plegable comercial de Samsung, fruto de una década de desarrollo en la gama de dispositivos plegables y de intentos previos como el ZTE Axon M. Su cuerpo se compone de tres paneles que se doblan hacia dentro, de forma que la pantalla principal queda protegida y, cuando está totalmente desplegado, ofrece una diagonal de 10 pulgadas con resolución QXGA+.

La idea de Samsung con este dispositivo es resolver un problema de la industria móvil que llevamos años arrastrando: cómo ofrecer pantallas grandes para trabajar y disfrutar de contenido sin renunciar a la portabilidad de un móvil. En la práctica, el TriFold se comporta como si tuvieras tres móviles de 6,5 pulgadas pegados entre sí, que puedes usar como una sola pantalla gigante o en varias secciones para tareas diferentes, aprovechando trucos para optimizar apps en plegables.

El formato no es solo un alarde de diseño. Samsung ha reforzado la experiencia con Galaxy AI, Samsung DeX independiente, conectividad de última generación y una construcción muy cuidada, buscando que el TriFold se sienta como un producto terminado y no como un prototipo caro.

Diseño, bisagras y materiales: ingeniería a medida

Para que un móvil se pueda plegar dos veces sin hacerse un ladrillo en el bolsillo, Samsung ha tenido que repensar prácticamente todo el interior. El Galaxy Z TriFold tiene, en su punto más fino, solo 3,9 mm de grosor cuando está completamente desplegado, una cifra que lo sitúa incluso por debajo de muchos móviles planos tradicionales.

El secreto está en una nueva generación de bisagras Armor FlexHinge. En lugar de una, el TriFold utiliza dos bisagras de distinto tamaño con una estructura de doble carril que trabajan coordinadas. Esto permite repartir el peso y los componentes internos de forma equilibrada, lograr un cierre más estable y reducir al mínimo la separación entre paneles al plegarse, lo que se traduce en un dispositivo más delgado y compacto.

El patrón de plegado es particular: el dispositivo se cierra en forma de U y debes empezar siempre plegando el panel izquierdo y después el derecho. Si te equivocas, el móvil no se calla: vibra y muestra un aviso en pantalla indicando que el cierre no es correcto. Puede chocar al principio, pero en pocos minutos de uso el gesto se vuelve natural y sirve para proteger tanto el mecanismo como la pantalla interna.

En la parte exterior, el TriFold combina una carcasa de bisagra de titanio con un marco de Advanced Armor Aluminum, una aleación de alta resistencia que aporta rigidez sin engordar el dispositivo. Este marco está diseñado para que las pantallas no entren nunca en contacto entre sí al plegarse. La parte trasera recurre a un polímero reforzado con fibra de vidrio y cerámica, que ayuda a mantener el grosor bajo control pero mejora la resistencia a grietas y golpes.

La calidad de fabricación se respalda con un control muy meticuloso en fábrica: cada unidad pasa por escaneos por tomografía computarizada (TC) del circuito flexible para asegurar que coincide con el diseño, así como escaneos láser para verificar que todos los componentes están a la altura y posición correctas. La idea es minimizar fallos de montaje en un dispositivo extremadamente complejo.

Pantallas: 10 pulgadas de productividad y cine en el bolsillo

El elemento central del Galaxy Z TriFold es su pantalla principal Dynamic AMOLED 2X de 10 pulgadas, con resolución 2160 x 1584, densidad de 269 ppp y brillo máximo de 1600 nits. Soporta frecuencia de actualización adaptativa de 1 a 120 Hz, lo que permite ajustar el refresco según el contenido para ahorrar batería o lograr la máxima fluidez cuando hace falta; esta frecuencia de actualización adaptativa es clave para el consumo energético en pantallas grandes.

En el exterior, cuando el móvil está plegado, encuentras una pantalla de cubierta de 6,5 pulgadas FHD+ (2520 x 1080, formato 21:9 y 422 ppp), también Dynamic AMOLED 2X, con hasta 2600 nits de brillo máximo y refresco adaptativo de 120 Hz. Esta pantalla es la que usarás para la mayoría de tareas rápidas, notificaciones, redes sociales o navegación ligera cuando no necesites desplegar todo el potencial del dispositivo.

Ambas pantallas ofrecen volumen de color móvil del 100 % en la gama DCI-P3, según las pruebas internas de Samsung, lo que evita colores lavados y mantiene tonos vivos a distintos niveles de brillo. La tecnología Vision Booster ajusta el contraste y la saturación en función de la luz ambiente, algo clave cuando usas la pantalla de 10 pulgadas a plena luz del día.

Para soportar los dos pliegues, Samsung ha rediseñado la estructura de la pantalla interna. Bajo la capa flexible se ha añadido una capa protectora reforzada capaz de absorber impactos, lo que incrementa la resistencia frente a presiones accidentales y al desgaste del uso continuo de apertura y cierre.

En el uso diario, los pliegues están ahí, pero no molestan más de lo que hacen en un Galaxy Z Fold7. Al pasar el dedo puedes notar dónde se encuentran, pero al consumir contenido, ver vídeos o jugar, la vista se acostumbra rápidamente y apenas interrumpen la experiencia. Donde sí se nota más la diferencia con otros plegables es en el formato: con 10 pulgadas, ver series, películas o YouTube con el móvil desplegado se siente muy cercano a una tablet dedicada, con el extra de que puedes ver un vídeo y los comentarios a la vez en la misma pantalla.

Dimensiones, peso y ergonomía: móvil, tablet y algo más

En cifras, el Galaxy Z TriFold mide 159,2 x 75,0 x 12,9 mm plegado y 159,2 x 214,1 x 3,9-4,2 mm desplegado, según el panel que tomemos como referencia. El peso se queda en 309 gramos, sin contar la película protectora preinstalada. No es un móvil ligero, pero teniendo en cuenta que integra lo que prácticamente equivale a una tablet de 10 pulgadas, el resultado es bastante equilibrado.

Al tenerlo plegado, el grosor de 12,9 mm no resulta escandaloso: de hecho, muchos usuarios comentan que es similar a llevar un gama alta con funda gruesa, como un Galaxy S24 Ultra con carcasa robusta. El formato 21:9 de la pantalla externa ayuda a agarrarlo con firmeza y a sacarlo del bolsillo mientras estás sentado, aunque el grosor extra hace que a veces acabes tocando las lentes de la cámara con los dedos sin querer.

Un detalle curioso del diseño es que, una vez plegado, lo que queda mirando hacia ti son las cámaras traseras, no la pantalla externa. Para ver esta última tienes que girar el móvil, lo que en ciertas situaciones rompe un poco la continuidad de uso. Por ejemplo, si estás en una videollamada en la pantalla grande y decides plegar el dispositivo sin colgar, tardas unos segundos más en recolocarte en la pantalla de portada y seguir con la conversación.

Rendimiento de gama ultra: Snapdragon 8 Elite y 16 GB de RAM

En el interior, el Galaxy Z TriFold monta la plataforma móvil Snapdragon 8 Elite para Galaxy fabricada en 3 nm, una versión personalizada para Samsung que prioriza rendimiento sostenido y eficiencia energética. Es el mismo corazón que encontramos en los modelos Galaxy más potentes, adaptado aquí a las exigencias de un formato triple plegable.

El dispositivo se vende en configuraciones de 16 GB de RAM con 512 GB o 1 TB de almacenamiento interno. No hay ranura para microSD, así que conviene elegir bien la capacidad según tu uso (sobre todo si vas a almacenar vídeos, contenido offline o proyectos pesados). Parte de la propuesta de valor se complementa con los 2 TB de almacenamiento en la nube que ofrece Google AI Pro durante seis meses, pero eso no sustituye al almacenamiento local cuando trabajas sin conexión.

La combinación de CPU, GPU y memoria está pensada para mover sin despeinarse multitarea extrema, editores de vídeo, herramientas de productividad y juegos exigentes en esa gran pantalla de 10 pulgadas. Además, Galaxy AI y las funciones de DeX sacan partido de ese músculo extra para procesar tareas de IA de forma local y en la nube.

Cámaras: sensor de 200 MP y zoom versátil

En el apartado fotográfico, Samsung ha optado por un conjunto muy cercano al de sus gamas altas más recientes. En la parte trasera encontramos una cámara gran angular de 200 MP con enfoque automático Quad Pixel, apertura f/1.7, estabilización óptica (OIS), tamaño de píxel de 0,6 μm y campo de visión de 85°. Este sensor permite un “zoom de calidad óptica” 2x aprovechando el recorte sobre los 200 MP, lo que mejora el detalle sin recurrir a un zoom digital agresivo. Si quieres sacar el máximo partido a este tipo de sensores, los consejos para la fotografía con tu móvil son muy útiles.

Junto a la principal hay una ultra gran angular de 12 MP con enfoque Dual Pixel AF, apertura f/2.2, píxeles de 1,4 μm y campo de visión de 120°, ideal para paisajes, arquitectura o escenas en interiores donde quieres abarcar más sin moverte.

Cierra el trío una cámara teleobjetivo de 10 MP con PDAF, OIS, apertura f/2.4, píxel de 1,0 μm y campo de visión de 36°. Ofrece zoom óptico 3x y zoom espacial hasta 30x combinando 3x óptico y 10x digital potenciados por IA Super Resolution. A partir de 3x, la calidad empieza a degradarse, pero sigue siendo útil para capturas ocasionales a distancia.

En el frontal hay dos cámaras de 10 MP: una en la pantalla de cubierta (F2.2, 1,12 μm, FOV 85°) para selfies rápidos y videollamadas con el móvil plegado; y otra en la pantalla principal (F2.2, 1,12 μm, FOV 100°) pensada para videoconferencias y selfies con campo de visión algo más amplio cuando estás trabajando o disfrutando contenido en la pantalla grande.

La experiencia fotográfica se refuerza con Galaxy AI: funciones como Photo Assist, Edición generativa y “Boceto a imagen” permiten retocar fotos, eliminar elementos, rellenar fondos o transformar garabatos en imágenes más elaboradas. Además, la interfaz aprovecha muy bien la pantalla de 10 pulgadas para mostrar comparativas antes/después en paralelo sin sensación de agobio.

Batería de tres celdas y carga rápida

Uno de los retos de un móvil así es alimentar tanta superficie de pantalla sin que la autonomía se desplome. Samsung ha optado por un sistema de batería de tres celdas de 5600 mAh, repartidas en cada uno de los paneles del dispositivo. El valor nominal es de 5437 mAh, y el típico, probado por laboratorios de terceros, se cifra en 5600 mAh. Si buscas comparativas sobre autonomía, modelos como el Nubia Z80 Ultra muestran enfoques distintos sobre capacidad y gestión energética.

Esta distribución permite un reparto de energía más equilibrado y una mejor gestión térmica, clave para que el calor no se concentre en un solo punto cuando estás forzando el dispositivo con DeX, juegos o multitarea avanzada. La autonomía real depende, como siempre, del uso que le des: si pasas horas con la pantalla de 10 pulgadas a 120 Hz y brillo alto, la batería sufrirá más que usando mayoritariamente la pantalla externa.

En carga, el Galaxy Z TriFold es compatible con carga ultrarrápida 2.0 de 45 W. Según las pruebas internas de Samsung, con el cargador oficial de 45 W y cable USB-C de 3A, puede recuperar alrededor de un 50 % de batería en unos 30 minutos, con el dispositivo apagado y sin servicios en segundo plano. También cuenta con carga inalámbrica rápida 2.0 de 15 W basada en el estándar Qi, y con Wireless PowerShare para cargar otros dispositivos compatibles, como relojes o auriculares, simplemente apoyándolos en su parte trasera.

La elección de 5600 mAh puede parecer corta si la comparamos con tablets de tamaño similar, como ciertas Galaxy Tab con más de 8000 mAh, pero hay que tener en cuenta que aquí prima el equilibrio entre grosor, peso y usabilidad. En la práctica, muchos analistas señalan que el resultado es razonable: no es un “maratoniano”, pero sí puedes pasar el día combinando trabajo y ocio si gestionas bien el uso de la pantalla grande.

Software, multitarea y Samsung DeX independiente

Si el hardware llama la atención, es el software el que termina de justificar el formato. El Galaxy Z TriFold llega con Android 16 y One UI 8, una versión de la capa de Samsung especialmente pulida para pantallas grandes y múltiples ventanas. En la pantalla de 10 pulgadas puedes tener hasta tres aplicaciones completas abiertas a la vez en orientación vertical, colocadas una junto a otra, más ventanas flotantes adicionales que puedes redimensionar y mover a tu gusto. Además, existen kits de apps que ayudan a sacar partido a pantallas no convencionales.

Esta forma de trabajar se parece mucho más a la de un PC o un monitor ultrapanorámico que a la de una tablet tradicional. Puedes, por ejemplo, revisar planos en una app de diseño, redactar una propuesta en un procesador de textos y hacer cálculos en una hoja de cálculo, todo simultáneamente, sin tener que estar cambiando constantemente de aplicación. Y si entra una llamada, la puedes contestar sin que se desmonte tu espacio de trabajo; además, otros plegables más compactos, como el Nubia Flip 2, ofrecen alternativas más enfocadas al bolsillo.

La barra de tareas, situada en la parte inferior derecha de la pantalla, muestra las aplicaciones recientes y te permite recuperar de un toque la misma disposición de ventanas que estabas usando, algo especialmente útil cuando alternas entre trabajo y ocio durante el día. Aplicaciones como Mis Archivos o Samsung Health también se han adaptado a la gran diagonal, presentando más información de un vistazo y reduciendo el número de toques necesarios para navegar.

Uno de los puntos fuertes del TriFold es que es el primer móvil Samsung con DeX “independiente”. Es decir, puedes activar DeX directamente en la pantalla de 10 pulgadas sin depender de un monitor externo. Desde el panel de ajustes rápidos, al seleccionar DeX, el dispositivo se transforma en un entorno de escritorio con hasta cuatro escritorios virtuales, cada uno capaz de ejecutar cinco aplicaciones simultáneamente.

Si necesitas todavía más espacio, puedes conectar un monitor externo y usar modo extendido para tener una configuración de doble pantalla. En este modo, es posible arrastrar y soltar aplicaciones entre el TriFold y el monitor, trabajar con ratón y teclado Bluetooth y, en la práctica, imitar la experiencia de un portátil de sobremesa en un formato que sigue cabiendo en el bolsillo.

Galaxy AI y Gemini Live: la IA se adapta al formato triple

La otra gran pata del dispositivo es la inteligencia artificial. Galaxy AI se integra en el TriFold para hacer más fluidas las tareas del día a día aprovechando la gran superficie de visualización y la potencia del Snapdragon 8 Elite. Además de las funciones de edición fotográfica ya mencionadas, encontramos herramientas como “Asistente de navegación” (Browsing Assist), que resume páginas web o traduce contenidos directamente en Samsung Internet, sin tener que copiar y pegar nada.

Gemini Live, la experiencia de IA conversacional de Google en el móvil, también da un salto en este formato. Gracias a la IA multimodal, Gemini entiende lo que ves, dices y haces. Puedes mantener una conversación por voz mientras le muestras la cámara apuntando a una habitación, una página de compras y unas muestras de pintura, y obtener recomendaciones de diseño personalizadas sin salir de la aplicación en la que estabas.

Con la función de compartir pantalla o usar la cámara dentro de Gemini Live, puedes plantear preguntas contextuales sobre lo que aparece en pantalla y recibir explicaciones o sugerencias en tiempo real. La gran pantalla del TriFold facilita que puedas tener la conversación con Gemini, el contenido de referencia y otras apps abiertas a la vez, sin sensación de agobio.

Resistencia, conectividad y seguridad

En lo que respecta a protección frente a elementos, el Galaxy Z TriFold cuenta con certificación IP48. Esto significa que está protegido frente a la entrada de objetos sólidos mayores de 1 mm y que soporta inmersión en agua dulce a hasta 1,5 metros durante un máximo de 30 minutos. No es un dispositivo pensado para la playa o la piscina, y la resistencia al agua puede reducirse con el tiempo por el desgaste del uso continuo, además de que no es resistente al polvo fino o a la arena.

La conectividad está a la altura de un gama ultra: tenemos 5G, LTE, Wi‑Fi 7 y Bluetooth 5.4. La disponibilidad de 5G y de modelos LTE depende del mercado y del operador; si tienes dudas sobre soporte de red o servicios, revisa qué móviles son compatibles por operador en tu país. Las velocidades reales pueden variar según la red y el entorno. Para aprovechar Wi‑Fi 7 necesitarás un router compatible y una conexión adecuada, pero el hardware está listo para redes de alta capacidad.

En cuanto a sensores, el dispositivo incluye lector de huellas lateral capacitivo, acelerómetro, giroscopio, barómetro, sensor geomagnético, sensor Hall, de proximidad y de luz. En seguridad, se apoya en Samsung Knox y Samsung Knox Vault, que protegen tanto el sistema operativo como los datos más sensibles a nivel de hardware.

Para las comunicaciones, el TriFold admite hasta dos tarjetas Nano SIM físicas y multi eSIM, dependiendo de la región y del operador. La compatibilidad con eSIM puede variar según el mercado y la versión de software, por lo que lo ideal es confirmarlo con tu operador antes de comprarlo si este punto es crítico para ti.

Experiencia de uso: ¿sirve realmente como sustituto de tablet y portátil?

Más allá de las especificaciones, lo que muchos se preguntan es si este formato triple plegable tiene sentido en el día a día. La respuesta, para muchos analistas y usuarios que lo han probado, es que el Galaxy Z TriFold es lo más cerca que hemos estado de tener un “PC completo en el bolsillo”. La combinación de pantalla de 10 pulgadas, One UI 8 adaptada, DeX independiente y la potencia de hardware hace que tareas que antes reservabas para el ordenador pasen a ser completamente viables en el móvil.

Firmar contratos, revisar y editar documentos complejos, gestionar hojas de cálculo, preparar presentaciones compartiendo pantalla, usarlo como teleprompter para vídeos o cargar con varias apps abiertas para tareas en segundo plano son escenarios donde el TriFold se siente especialmente cómodo. El formato multipantalla y la multitarea real le dan una ventaja clara frente a otros plegables orientados solo al ocio.

Eso sí, no todo es perfecto. La batería, aunque razonable, puede quedarse algo justa si exprimes la pantalla grande durante muchas horas seguidas. El grosor y el peso, aunque bien resueltos, suponen un compromiso frente a un móvil tradicional, y el precio es claramente de nicho. Pero para quienes necesitan un dispositivo profesional muy versátil, o para quienes quieren lo último en formato y tecnología, es un producto que marca un antes y un después.

Un dato que habla por sí solo es que, en Corea del Sur, el Galaxy Z TriFold se agotó en minutos el día de su lanzamiento en las alrededor de 20 tiendas físicas seleccionadas. Pese a un precio que ronda los 3,59 millones de wones (unos 2.100 euros al cambio, probablemente más con impuestos en Europa), las colas y el interés demostraron que hay público dispuesto a apostar por este tipo de dispositivos de primera generación, confiando en la experiencia de Samsung tras siete series de Fold y Flip.

Disponibilidad, precio y promoción con Google AI Pro

Samsung ha confirmado que el Galaxy Z TriFold estará disponible primero en Corea el 12 de diciembre de 2025, y después irá llegando a otros mercados como China, Taiwán, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. Durante la fase de lanzamiento, se ofrecerá en tiendas seleccionadas para que los usuarios puedan probarlo en mano y recibir asesoramiento específico sobre el nuevo formato.

En Corea, su precio de salida se sitúa en torno a 3,6 millones de wones (unos 2.100 euros o 2.500 dólares). No hay confirmación oficial para otros países europeos, y en algunos mercados, como España o México, la propia marca ha dejado entrever que no hay planes inmediatos de comercializarlo, al menos en la primera oleada.

Como incentivo, Samsung incluye para los compradores del TriFold una prueba gratuita de seis meses de Google AI Pro. Este servicio ofrece acceso avanzado a la app Gemini, incluida la generación de vídeo con tecnología Veo3, así como 2 TB de almacenamiento seguro en la nube. Al acabar el periodo de prueba, la suscripción pasa a costar 19,99 dólares mensuales (precio de referencia en EE. UU., que puede variar según el país) salvo que la canceles antes, y la devolución del dispositivo adquirido puede implicar la cancelación de la oferta.

Además, la marca ha anunciado una ventaja exclusiva de reparación de pantalla para los dueños del TriFold: todos los compradores tendrán derecho a un descuento único del 50 % en el coste de reparación de la pantalla, una forma de mitigar el miedo a daños en un panel flexible de este nivel; si necesitas información sobre cuánto puede costar cambiar la pantalla del móvil, esa guía resulta muy útil.

El Galaxy Z TriFold se coloca como el plegable más ambicioso y orientado a la productividad que Samsung ha lanzado hasta ahora, un dispositivo que difumina de verdad la frontera entre móvil y tablet y que, para cierto perfil de usuario profesional y entusiasta, puede justificar su precio: un formato triple plegable muy fino, la pantalla más grande jamás vista en un Galaxy, potencia de gama ultra, IA avanzada y una experiencia cercana a la de un ordenador en un aparato que cabe en el bolsillo. Comparte esta información y otros usuarios sabrán sobre las novedades del Galaxy Z TriFold.

Cómo usar Google Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra

Jue, 18/12/2025 - 23:34

La llegada de Google Gemini Live al Galaxy S25 Ultra marca un antes y un después en la forma de usar el móvil en el día a día. No estamos hablando solo de un asistente de voz, sino de una experiencia completa en la que la IA entiende lo que ves en pantalla, lo analiza en tiempo real y te contesta de forma natural como si tuvieras a una persona experta a tu lado. Todo, sin tener que ir saltando de app en app ni perder el hilo de lo que estabas haciendo.

Gracias a la función Compartir Pantalla integrada con Gemini Live, el Galaxy S25 Ultra se convierte en una herramienta brutal para comprar mejor, planificar viajes, resolver dudas técnicas o simplemente curiosear sobre cualquier cosa que te llame la atención en la pantalla. El proceso para usarlo es muy sencillo, pero al mismo tiempo extremadamente potente: mantienes pulsado un botón, habilitas el acceso a la pantalla y a partir de ahí solo tienes que hablarle al móvil.

¿Qué es Google Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra?

Google Gemini Live es un asistente conversacional de inteligencia artificial que se integra a la perfección con la serie Galaxy S25, y muy especialmente con el Galaxy S25 Ultra. Va un paso más allá del típico asistente porque no solo escucha lo que dices, sino que también puede ver el contenido que aparece en tu pantalla cuando activas la opción de Compartir Pantalla. Así entiende el contexto de lo que estás haciendo y puede ayudarte con mucha más precisión.

En el Galaxy S25 Ultra, esta función se apoya en su pantalla grande, nítida y de alta resolución, lo que hace que toda la experiencia sea más cómoda y visual. Mientras navegas, comparas productos, revisas mapas o lees opiniones, Gemini Live analiza todo eso en segundo plano y te responde por voz. No tienes que copiar textos, ni hacer capturas, ni buscar manualmente: la IA trabaja directamente sobre lo que estás viendo.

Este asistente está pensado para ofrecer respuestas instantáneas y contextuales, ayudándote a tomar decisiones más inteligentes en muy poco tiempo. Da igual que estés de compras online, organizando una escapada, mirando reseñas de productos o incluso explorando algo que te genera curiosidad: con Gemini Live, el móvil se convierte en una especie de copiloto inteligente que te guía en el momento justo.

¿Cómo activar y abrir Google Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra?

El acceso a Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra está diseñado para ser rápido, directo y sin complicaciones. No tienes que perderte en menús ni ajustes avanzados: el disparador principal es el botón lateral del dispositivo, que ya usas a diario.

Para iniciar Google Gemini Live, simplemente mantén presionado el botón lateral del Galaxy S25 Ultra. Esta pulsación prolongada abre de inmediato la interfaz de Gemini Live, lista para escuchar tus preguntas y, si quieres, para ver el contenido de tu pantalla a través de la función Compartir Pantalla. Es un gesto sencillo que se integra de forma natural en el uso habitual del teléfono.

Una vez se abre la interfaz del asistente, verás las opciones para interactuar de forma conversacional por voz. Desde ahí podrás decidir si solo quieres hablar con Gemini sobre algo general o si prefieres que el asistente tenga acceso a lo que estás viendo en pantalla para darte respuestas todavía más precisas y adaptadas al contexto.

¿Cómo usar la opción “Compartir pantalla con Live” paso a paso?

La magia real de Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra llega cuando activas la opción “Compartir pantalla con Live”. Es aquí donde el asistente puede analizar al detalle lo que aparece en tu pantalla y responder con una precisión mucho mayor a tus dudas y peticiones.

Cuando ya tengas abierto Gemini Live, verás en la interfaz la opción llamada “Compartir pantalla con Live”. Solo tienes que tocarla para iniciar el proceso. Al hacerlo, el sistema mostrará un mensaje de confirmación pidiéndote que pulses en “Comenzar ahora”. Este paso es clave porque autoriza al asistente a ver el contenido que se muestra en tu pantalla en ese momento.

En cuanto aceptas con “Comenzar ahora”, el Galaxy S25 Ultra empieza a compartir de forma segura el contenido visual con Gemini Live. A partir de ese momento, el asistente puede interpretar texto, imágenes, botones, mapas, fichas de producto y prácticamente cualquier elemento que haya en pantalla. Todo se analiza en tiempo real sin que tengas que hacer nada más, y tú sigues usando el móvil con normalidad.

Lo mejor es que todo esto sucede sin que pierdas el control de lo que estás viendo. No cambias de app, no se interrumpe la pantalla y no se minimiza la ventana que estás usando. La experiencia es muy fluida: sigues usando tu móvil con total normalidad y, simultáneamente, hablas con Gemini para que te vaya ayudando sobre la marcha.

Interacción por voz: habla con Gemini mientras usas el Galaxy S25 Ultra

Una vez activada la función de compartir pantalla, toda la interacción con Google Gemini Live se basa en la voz como canal principal de comunicación. No necesitas ir escribiendo ni tocando menús constantemente: simplemente le hablas al teléfono como lo harías con cualquier persona.

Puedes formular preguntas naturales del tipo “¿Cuál de estos productos tiene mejores opiniones?”, “Explícame esta parte del mapa”, “¿Qué significa este término técnico?” o “Ayúdame a comparar este modelo con otro similar”. El asistente escucha tu consulta, analiza lo que hay en pantalla y te responde al instante, siempre adaptándose a lo que estás viendo en ese momento.

Esta forma de interacción por voz convierte al Galaxy S25 Ultra en un aliado perfecto para tareas multitarea. Por ejemplo, mientras navegas en una tienda online, puedes pedirle a Gemini que te resuma reseñas, que compare precios, que detecte diferencias clave entre productos o que te sugiera alternativas mejor valoradas. Todo, sin que tengas que tocar nada más que el propio móvil para seguir desplazándote y viendo contenido.

La respuesta del asistente se produce en tiempo real y de forma dinámica, de modo que puedes hacer repreguntas, pedir aclaraciones o profundizar más en un tema concreto. Si estás viendo un mapa, puedes pedir rutas alternativas o recomendaciones cercanas; si estás leyendo un artículo, puedes pedirle que lo resuma o que te aclare conceptos; si estás ante una ficha de producto, puedes preguntar si hay algo mejor o más barato con características similares.

Ventajas de la gran pantalla del Galaxy S25 Ultra con Gemini Live

Uno de los puntos fuertes de usar Google Gemini Live en este modelo concreto es la pantalla amplia y de alta calidad del Galaxy S25 Ultra. Al tener tanto espacio disponible, visualizar contenido mientras te comunicas con el asistente resulta mucho más cómodo y natural.

La gran diagonal y la nitidez del panel facilitan que puedas ver detalles, comparar fácilmente diferentes elementos en una misma página y leer información con claridad, incluso cuando estás recibiendo respuestas del asistente. Esto es especialmente útil cuando necesitas fijarte en pequeñas diferencias entre productos, revisar mapas detallados o leer bloques largos de texto sin forzar la vista.

Esa combinación entre una pantalla grande y un asistente que entiende el contexto hace que el Galaxy S25 Ultra funcione casi como una mesa de trabajo digital portátil. Puedes ir desplazándote por páginas web, aplicaciones de compras, redes sociales, mapas o reseñas mientras Gemini Live te va guiando por voz, sugiriéndote ideas o resolviendo dudas al momento.

En la práctica, esto significa que no tienes que elegir entre ver bien el contenido o interactuar con la IA: puedes hacerlo todo a la vez. La experiencia es continua y sin interrupciones, sacando partido tanto a la potencia del hardware del Galaxy S25 Ultra como a la inteligencia del sistema Gemini Live.

Usos prácticos de Google Gemini Live con Compartir Pantalla

La integración de Gemini Live con Compartir Pantalla no es solo una curiosidad tecnológica, sino una función pensada para ayudarte en situaciones reales del día a día. Hay varios escenarios donde brilla especialmente y en los que puedes notar un cambio claro en cómo usas el móvil.

Comprar y comparar productos con más criterio

Si sueles hacer compras online desde el móvil, Gemini Live se convierte en un compañero ideal para comparar opciones. Mientras navegas por una tienda o por varias webs a la vez, puedes pedirle al asistente que te resuma las opiniones, que destaque pros y contras o que señale diferencias importantes entre dos modelos que tengas en pantalla.

Por ejemplo, mientras ves la ficha de un móvil, un portátil o unos auriculares, puedes preguntar cosas como “¿Qué opinan los usuarios de este modelo?”, “¿Hay alguna alternativa mejor valorada?” o “Compárame este producto con el que miré antes”. Gemini analiza lo que ve, revisa la información disponible y te da una respuesta clara para que no tengas que ir leyendo todos los detalles por tu cuenta.

Planificar viajes, escapadas y actividades

Para organizar viajes o escapadas, la combinación de Gemini Live, mapas y recomendaciones online es especialmente potente. Puedes revisar destinos, hoteles, rutas o actividades en pantalla mientras el asistente te explica opciones, te sugiere recorridos o te ayuda a entender mejor la zona que estás mirando.

Imagina que estás mirando un mapa con diferentes puntos de interés: puedes pedirle a Gemini que te explique qué hay en cada zona, que te recomiende lugares cercanos que merezca la pena visitar o que te proponga un itinerario razonable según el tiempo del que dispones. Todo ello mientras tú sigues visualizando el mapa sin que nada se cierre ni cambie de app.

Resolver dudas técnicas y entender mejor lo que ves

Gemini Live también resulta muy útil para quienes se enfrentan a contenido más técnico o complejo. Si estás leyendo un artículo especializado, una guía o un manual online y hay conceptos que no te quedan claros, basta con que le pidas al asistente que te lo explique con palabras más sencillas.

Al estar viendo exactamente tu pantalla, el asistente puede detectar el término, gráfico o sección concreta sobre la que preguntas y darte una explicación adaptada. Puedes pedir resúmenes, aclaraciones, comparaciones con ejemplos más cercanos o incluso traducciones de algún fragmento, todo sin abandonar la página original.

Explorar y saciar la curiosidad al instante

Más allá de compras y planificación, hay situaciones en las que simplemente te pica la curiosidad sobre algo que ves en pantalla: una palabra que no conoces, un sitio del que nunca habías oído hablar, una referencia cultural o un dato histórico. En esos casos, Gemini Live actúa como un asistente para explorar el mundo en tiempo real.

Mientras navegas por redes sociales, noticias o vídeos, puedes hacer preguntas espontáneas tipo “¿Qué es este lugar?”, “¿Quién es esta persona?” o “Explícame esta referencia”. El asistente, al ver lo mismo que tú, entiende de inmediato a qué te refieres y te da la información sin que tengas que buscar manualmente.

Extensiones y conexión con otras apps y servicios

Otra parte clave de la experiencia con Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra es el uso de extensiones que permiten conectar el asistente con otras aplicaciones y servicios. Estas extensiones amplían enormemente lo que el asistente puede hacer por ti dentro del ecosistema del móvil.

Para activarlas, solo tienes que pulsar en el indicador situado junto a la extensión que quieras usar dentro de la sección correspondiente de Gemini. Al tocar ese indicador, activarás la integración con esa app o servicio concreto, lo que permitirá que el asistente pueda interactuar con él cuando lo necesites.

Cuando habilitas estas extensiones, Gemini puede comunicarse directamente con aplicaciones compatibles para ofrecer respuestas todavía más útiles y realizar ciertas acciones según tus indicaciones. Por ejemplo, dependiendo de las extensiones disponibles, puede ayudarte a gestionar reservas, consultar información adicional, interactuar con plataformas de contenidos o ejecutar comandos concretos en los servicios que hayas autorizado.

Es importante tener en cuenta que, al activar estas extensiones, permitas que el asistente use los datos de dichas apps de forma controlada para poder responder a tus preguntas y reaccionar a tus comandos. Todo se hace con tu consentimiento y puedes activar o desactivar cada extensión cuando quieras, ajustando así el nivel de integración a tu gusto.

Gemini Live como herramienta de apoyo para decisiones inteligentes

Con todo lo anterior, el Galaxy S25 Ultra se convierte en algo más que un móvil: es un centro de decisiones asistido por IA. Gemini Live no toma decisiones por ti, pero te da una base de información mucho más sólida y rápida para que tú puedas elegir con más criterio en cada momento.

En el ámbito de las compras, esto se traduce en evitar compras impulsivas mal informadas, ya que puedes pedir resúmenes, comparativas y opiniones de manera instantánea. En la planificación de viajes o actividades, te ayuda a optimizar rutas, ajustar planes y descubrir opciones que quizá se te habrían pasado por alto.

También es una herramienta muy útil para organizar mejor tu tiempo y tus tareas. Mientras revisas correos, documentos online o páginas relacionadas con tu trabajo o estudios, puedes pedirle a Gemini que te ayude a ordenar ideas, que te recuerde puntos clave o que convierta información dispersa en algo más manejable.

Experiencia fluida: todo en tiempo real y sin cambiar de app

Una de las grandes ventajas de la integración de Gemini Live en el Galaxy S25 Ultra es que no rompe tu flujo de trabajo ni tu forma de usar el móvil. Puedes seguir en la misma app, en la misma página o en el mismo contenido mientras hablas con el asistente y recibes respuestas.

Todo sucede en tiempo real: no tienes que pausar lo que estás haciendo para irte a una pestaña de búsqueda, ni copiar y pegar texto en otros sitios, ni hacer capturas que luego tengas que abrir en otra aplicación. La IA entiende el contexto en vivo y te responde sobre la marcha, haciendo que cada interacción sea más natural.

Esta fluidez es especialmente apreciable cuando estás en situaciones en las que el tiempo cuenta: una compra rápida, una decisión durante un viaje, una duda técnica en mitad de una tarea importante… En vez de perder minutos saltando entre aplicaciones, lo resuelves al momento con una conversación por voz que no te saca de lo que estás viendo.

Integración con el ecosistema Galaxy S25 y más allá

El Galaxy S25 Ultra no solo aporta potencia y pantalla: también se integra con el resto del ecosistema Galaxy y servicios de Google, lo que hace que el uso de Gemini Live sea aún más completo. Tu cuenta de Google, tus apps habituales y tus ajustes personales se combinan para ofrecer una experiencia coherente.

Al usar Gemini Live, puedes aprovechar tus servicios y aplicaciones ya configurados, de modo que el asistente tiene contexto sobre tus preferencias, tu historial de uso y tus hábitos (siempre dentro de los permisos que hayas dado). Esto permite respuestas más finas y recomendaciones más acordes con lo que tú realmente necesitas.

Además, al estar integrado directamente en la serie Galaxy S25, el sistema está optimizado para sacar partido al hardware del dispositivo, tanto en rendimiento como en consumo de batería y gestión de recursos. Todo esto se traduce en una experiencia más estable y fluida cuando usas funciones avanzadas como Compartir Pantalla con IA.

Usar Google Gemini Live con Compartir Pantalla en el Galaxy S25 Ultra supone cambiar la forma en la que te relacionas con tu móvil: pasas de buscar tú toda la información a tener un asistente de IA que ve lo mismo que tú, entiende el contexto y te ayuda a decidir sobre la marcha.

Entre la gran pantalla del dispositivo, la interacción por voz en tiempo real, las extensiones para conectarlo con otras apps y su capacidad para analizar lo que tienes delante, el S25 Ultra se convierte en una herramienta perfecta tanto para comprar y planificar como para aprender, explorar y moverte con más seguridad en tu día a día. Comparte esta guía y más usuarios sabrán cómo usar Google Gemini en el Galaxy S25 Ultra.

SP Flash Tool: cómo flashear la ROM paso a paso

Jue, 18/12/2025 - 23:28

Si has llegado hasta aquí es porque quieres saber cómo flashear una ROM con SP Flash Tool sin liarla parda y, a ser posible, sin cargarte el móvil o la tablet en el intento. SP Flash Tool es una de esas aplicaciones imprescindibles para dispositivos con procesadores MediaTek, pero también es verdad que, usada sin cuidado, puede dejar tu equipo como un bonito pisapapeles.

A lo largo de esta guía vas a encontrar una explicación paso a paso y en castellano claro de cómo preparar el PC, instalar los drivers, configurar SP Flash Tool, entender qué hace cada archivo (incluyendo los peligrosos como PRELOADER, DSP_BL o NVRAM) y, por supuesto, cómo iniciar el proceso de flasheo de forma segura tanto en móviles como en tablets.

¿Qué es SP Flash Tool y para qué sirve?

SP Flash Tool es una herramienta para flashear firmware en dispositivos MediaTek, tanto teléfonos como tablets, desde un ordenador con Windows (y también hay versiones para otros sistemas). Permite cargar la ROM completa de fábrica, una ROM modificada o partes concretas del sistema (boot, recovery, system, etc.) usando un archivo especial llamado scatter que describe cómo está organizado el almacenamiento interno.

Este programa se usa sobre todo para instalar la ROM original, cambiar de firmware o recuperar dispositivos brickeados que no arrancan correctamente. Es especialmente útil en equipos muy limitados (como algunas tablets educativas o dispositivos con firmware controlado por gobiernos o fabricantes) donde quieres quitar una ROM capada y poner otra más abierta o la stock.

Material necesario antes de empezar

Antes de ponerte a flashear, necesitas preparar una serie de archivos y herramientas básicas en tu PC. Saltarte esta parte suele ser sinónimo de errores, cuelgues o que el dispositivo ni siquiera sea detectado.

1. Drivers Preloader / VCOM

Lo primero es contar con los drivers Preloader USB VCOM correctos para que Windows reconozca tu tablet o móvil MediaTek cuando lo conectes apagado. En muchos tutoriales estos drivers vienen en un paquete llamado algo tipo Preloader_Driver.zip, que suele incluir un instalador automático (por ejemplo, Install.bat).

Estos drivers permiten que, en el Administrador de dispositivos de Windows, tu equipo aparezca como PreLoader USB VCOM Port (COMx) durante unos segundos cuando lo conectas apagado. Es completamente normal que el puerto desaparezca al cabo de un rato y el dispositivo pase a modo carga como si nada, así que no te asustes.

2. SP Flash Tool

También necesitas descargar una versión estable de SP Flash Tool compatible con tu dispositivo. En muchos ejemplos se usa un paquete parecido a SP_Flash_Tool_v5.1352.01.zip, que contiene el ejecutable flash_tool.exe y todos los archivos necesarios para que el programa funcione.

Es recomendable que descomprimas SP Flash Tool en una carpeta sin espacios raros en la ruta (por ejemplo, en C:\SPFlashTool) y que siempre lo ejecutes como administrador para evitar problemas de permisos al acceder a los puertos COM o a los archivos de la ROM.

3. ROM compatible en formato SP Flash Tool

El tercer ingrediente imprescindible es una ROM preparada específicamente para SP Flash Tool. Al descomprimirla, verás varios archivos binarios e imágenes de partición, además de un archivo de texto llamado algo tipo MT6592_Android_scatter.txt (el nombre cambia según el chipset, pero siempre incluye la palabra scatter).

Este archivo scatter es una especie de mapa de las particiones del dispositivo, y es lo que SP Flash Tool usa para saber dónde colocar cada parte del firmware. Sin este archivo no vas a poder cargar la ROM con el programa, así que asegúrate de que tu firmware lo incluye.

4. Un PC con Windows y cable USB

Por último, necesitas un ordenador con Windows y un cable USB decente. Lo ideal es usar el cable original o uno de buena calidad, y conectarlo directamente a un puerto USB del PC (evita hubs o alargadores si puedes). El dispositivo debe estar apagado cuando lo conectes para iniciar el flasheo.

Instalación de los drivers Preloader (USB VCOM)

Sin drivers, SP Flash Tool no ve el dispositivo. Por eso el primer paso real es instalar correctamente el driver Preloader en Windows para que el sistema reconozca el modo de descarga de los MediaTek.

Normalmente, en la carpeta del paquete de drivers verás un instalador tipo Install.bat. Al ejecutarlo, el script suele detectar automáticamente tu versión de Windows (32 o 64 bits, y la edición concreta) y procede a instalar los controladores necesarios.

Durante la instalación puede que veas algunas ventanas de advertencia de seguridad de Windows indicando que el controlador no está firmado. En muchos tutoriales, la recomendación es aceptar la instalación, ya que estos drivers son necesarios para el funcionamiento de SP Flash Tool con tu dispositivo MediaTek.

Una vez termine la instalación, normalmente el instalador te pedirá que pulses cualquier tecla para cerrar la ventana. En ese momento, ya puedes conectar la tablet o el móvil al PC (siempre apagado) y comprobar en el Administrador de dispositivos si aparece el famoso PreLoader USB VCOM Port (COM…) de forma momentánea.

Si ves que aparece y desaparece al cabo de unos segundos, todo va en la línea correcta; ese comportamiento es normal. Después de la prueba, desconecta el dispositivo y déjalo apagado hasta que tengas configurado SP Flash Tool.

Preparar SP Flash Tool antes de flashear

Con los drivers ya operativos, toca configurar SP Flash Tool con la ROM que quieres instalar. Este paso es clave, porque aquí decides qué particiones vas a flashear y qué partes del firmware se van a quedar tal cual están ahora.

Abrir el programa y cargar el scatter

Accede a la carpeta donde descomprimiste SP Flash Tool y abre flash_tool.exe (si puedes, clic derecho y “Ejecutar como administrador”). La interfaz puede parecer un poco espartana, con muchas casillas en blanco y varias pestañas, pero el flujo básico es sencillo.

En la ventana principal, verás un botón llamado Scatter-loading. Al pulsarlo, se abrirá un cuadro de diálogo para que busques el archivo scatter dentro de la carpeta de tu ROM, identificado normalmente como algo tipo MTxxxx_Android_scatter.txt. Selecciona ese archivo y confirma.

Tras cargar el scatter, SP Flash Tool rellenará un listado con todas las particiones que forman el firmware: preloader, recovery, boot, system, cache, userdata, etc. Cada entrada tendrá marcada una casilla, el nombre de la partición, la ruta del archivo de imagen y la dirección de memoria donde se va a escribir.

Archivos peligrosos: PRELOADER, DSP_BL y NVRAM

En muchos manuales se insiste en que determinados archivos son especialmente delicados al flashear. Concretamente, suelen mencionar:

  • La partición PRELOADER
  • La partición DSP_BL (si aparece)
  • Cualquier archivo asociado a NVRAM

El PRELOADER y DSP_BL están muy ligados al arranque a bajo nivel del dispositivo y al hardware específico. Flashearlos incorrectamente o con un archivo que no toque tu modelo puede provocar un brick serio, en el que el equipo ni siquiera entra en modo preloader.

En cambio, NVRAM es la zona donde se almacenan datos críticos de configuración, entre ellos el IMEI y otros parámetros de red. Si flasheas un NVRAM que no es el tuyo o está vacío, es muy probable que pierdas el IMEI y el teléfono deje de poder conectarse a la red móvil hasta que lo recuperes manualmente.

Por todo esto, muchos tutoriales recomiendan que, si tu dispositivo todavía enciende y funciona en parte, desmarques o borres de la carpeta los archivos PRELOADER, DSP_BL y NVRAM para no tocarlos. La idea es flashear solo lo necesario para cambiar la ROM, manteniendo intactas las zonas más críticas.

Elegir qué particiones flashear

Tras cargar el scatter y revisar las particiones, lo normal es que quieras dejar activadas system, boot, recovery y tal vez cache y userdata, dependiendo de la guía que sigas y del tipo de ROM. Si tu objetivo es poner la ROM stock completa desde cero, seguramente dejarás casi todo marcado menos los elementos delicados comentados antes.

Si se trata de una ROM de fábrica que se usa para recuperar un dispositivo muy dañado que ni siquiera arranca, puede ser que el propio tutorial te indique que también flashees el preloader. En ese caso, asumes más riesgo, pero en algunos bricks profundos es la única forma de rescatar el equipo.

Primer contacto con el proceso de flasheo

Cuando tengas todo configurado, llega el momento clave: iniciar el flasheo desde SP Flash Tool. Es importante seguir el orden correcto para que el programa detecte bien el dispositivo cuando lo conectes.

Seleccionar el modo y pulsar Download

En la parte superior de SP Flash Tool suele haber un desplegable para elegir el modo de operación (Download Only, Firmware Upgrade, Format All + Download, etc.). Para la mayoría de casos, lo más seguro es optar por Download Only, que escribe las particiones marcadas sin formatear completamente otras zonas sensibles.

Antes de conectar el teléfono o la tablet, pulsa el botón Download. Verás que el programa entra en un estado de espera, listo para detectar el dispositivo en cuanto se produzca la conexión por el puerto USB.

Conectar el dispositivo apagado

Con SP Flash Tool esperando, es el momento de conectar el dispositivo totalmente apagado al PC. Usa el cable USB y enchúfalo directamente al ordenador. Si los drivers están bien instalados, Windows detectará brevemente el modo preloader y SP Flash Tool comenzará automáticamente el proceso de flasheo.

En la parte inferior de la ventana verás una barra de progreso que va cambiando de color y porcentaje a medida que se van escribiendo las distintas particiones definidas en el scatter. Este proceso suele durar desde unos segundos hasta varios minutos, dependiendo del tamaño de la ROM y de la velocidad del puerto.

Qué hacer si el programa no detecta el dispositivo

Si al conectar el móvil o la tablet no pasa nada y SP Flash Tool sigue esperando, puede que tengas un problema de detección del dispositivo. En algunos tutoriales se sugiere un truco muy usado en MediaTek:

  • Quita la batería (si es extraíble).
  • Mantén pulsado el botón de volumen (-).
  • Con el botón todavía presionado, conecta primero el cable al PC y luego al dispositivo.

Con este procedimiento, muchos equipos entran más fácilmente en el modo preloader o en el modo adecuado para que SP Flash Tool los reconozca. En dispositivos con batería interna no extraíble, puedes probar a apagarlo completamente, dejarlo unos segundos, mantener pulsado volumen (-) y enchufar el cable.

Finalización del flasheo y mensaje Download OK

Si todo ha ido bien, al terminar el proceso verás una ventana emergente con el mensaje “Download OK” acompañado, según la versión, de un icono verde. Esta es la confirmación de que la ROM se ha flasheado correctamente en las particiones seleccionadas.

En ese punto puedes cerrar el aviso y también cerrar SP Flash Tool, ya no hace falta que el programa siga abierto. Desconecta el dispositivo del cable USB, espera un momento y procede a encenderlo pulsando el botón de encendido de forma prolongada.

El primer arranque tras un flasheo suele tardar bastante más de lo normal, así que no te pongas nervioso si ves el logo durante un buen rato. Si tras varios minutos el equipo sigue eternamente en el logo, podría ser síntoma de que queda “atrapado” en el arranque, lo que a menudo se soluciona con un par de wipes desde el recovery.

Recomendación: entrar al recovery y hacer wipes

Muchos usuarios y guías aconsejan que, tras instalar una ROM con SP Flash Tool, es muy recomendable entrar al modo recovery y hacer unos borrados básicos para evitar conflictos entre restos de la ROM anterior y la nueva.

Una vez dentro del recovery (stock o personalizado), se suele sugerir realizar estos dos wipes:

  • wipe data/factory reset (restablecer datos de fábrica)
  • wipe cache (borrar la partición de caché)

Estos borrados ayudan a que el sistema arranque limpio, sin residuos de configuraciones antiguas que puedan provocar cuelgues, bucles de reinicio o bloqueos en el logo. Eso sí, ten presente que el wipe data borra las aplicaciones y datos del usuario, así que actúa sabiendo que perderás la información almacenada en la memoria interna si no la has respaldado.

Advertencias importantes y responsabilidad

Todo este proceso, aunque extendido y bastante probado en la comunidad, conlleva riesgos reales para tu dispositivo. Flashear siempre implica la posibilidad de errores, cortes de energía, archivos corruptos o ROMs inadecuadas para tu modelo concreto.

Aunque muchas personas comparten sus métodos después de haberlos probado con éxito en su propio teléfono o tablet, eso no garantiza que vaya a funcionar igual en tu caso. Puede haber revisiones de hardware distintas, variantes de modelo, cambios en el firmware original o simplemente un archivo mal descargado.

Por todo ello, cualquier modificación que hagas con SP Flash Tool la haces bajo tu única responsabilidad. Ni los autores de los tutoriales, ni la comunidad, ni esta guía pueden ofrecer garantías de que el procedimiento vaya a salir perfecto en todos los casos.

SP Flash Tool y tablets educativas o dispositivos restringidos

Un uso bastante habitual de SP Flash Tool es en tablets educativas o dispositivos entregados por instituciones que vienen con ROMs muy limitadas, llenas de restricciones o software impuesto. Muchos usuarios quieren recuperar la ROM original del fabricante o instalar una ROM funcional para poder aprovechar el hardware sin las trabas preinstaladas.

Por ejemplo, hay casos de tablets con nombres similares a Multilaser M8 4G con modelos tipo ML_SO1V que traen una ROM educativa o gubernamental muy cerrada. La idea de algunos usuarios es colocar mediante flasheo una ROM que simplemente sirva para sustituir esa versión capada y, a partir de ahí, instalar otra ROM coherente con el hardware usando SP Flash Tool.

En contextos así es esencial entender que no todas las ROMs que encuentres por internet serán compatibles con tu modelo exacto, aunque el nombre del dispositivo parezca similar. Usar SP Flash Tool con una ROM que no corresponde a tu variante puede dejar el equipo inutilizable, así que conviene investigar bien, contrastar referencias y asegurarse de que el firmware elegido ha sido probado en el mismo modelo.

Consejos prácticos para minimizar problemas

Además de seguir los pasos básicos, hay una serie de buenas prácticas que reducen mucho el riesgo de acabar con un brick:

  • Comprueba que la ROM sea específica para tu modelo y revisión, no solo “parecida”.
  • Haz, si es posible, una copia de seguridad de NVRAM e IMEI antes de tocar nada.
  • Evita flashear PRELOADER, DSP_BL y NVRAM si tu dispositivo aún arranca y no es imprescindible.
  • Usa siempre un cable USB de calidad y puertos USB directos en el PC.
  • Asegúrate de que el PC no se quede sin batería (en portátiles) durante el proceso.
  • No toques nada ni desconectes el cable mientras SP Flash Tool muestre progreso.

Con estas ideas claras y un poco de paciencia, flashear con SP Flash Tool deja de ser una lotería y se convierte en un procedimiento relativamente controlado y predecible para recuperar, actualizar o liberar el potencial de tu móvil o tablet MediaTek.

Dominar SP Flash Tool consiste en entender qué hace cada elemento que tocas, respetar los archivos críticos y seguir un orden lógico: preparar drivers, cargar correctamente el scatter, seleccionar bien las particiones, pulsar Download antes de conectar el dispositivo apagado y verificar que el proceso termina con el esperado “Download OK”.

Si a eso le sumas prudencia con PRELOADER, DSP_BL y NVRAM, y rematas con los wipes adecuados en recovery, tendrás muchas más papeletas de que tu flasheo sea un éxito y no una fuente de sustos. Comparte la información para que más usuarios conozcan sobre esta herramienta.

KineMaster vs CapCut: comparativa de las apps de edición

Jue, 18/12/2025 - 19:23

Si estás dudando entre KineMaster vs CapCut y no sabes cuál te compensa más —sobre todo si te estás planteando pagar la versión PRO—, aquí tienes una guía muy completa donde se cruzan lo que ya se ha publicado en la red, la experiencia real de creadores pequeños y un análisis a fondo de funciones, precios, rendimiento y comunidad. La idea es que termines de leer esto sabiendo muy claro cuál encaja mejor contigo y con tu móvil.

KineMaster vs CapCut: dos formas de entender la edición móvil

Dentro de la edición en Android hay decenas de apps, pero pocas han logrado el tirón de KineMaster y CapCut. Las dos permiten recortar clips, añadir música, texto, filtros y exportar en buena calidad, pero su filosofía es muy distinta: KineMaster tira hacia un flujo de trabajo “de estudio”, mientras que CapCut se centra en sacar vídeos llamativos en tiempo récord, especialmente pensados para formato vertical y redes sociales.

En la práctica, esto se traduce en que si vienes de editores de PC tipo Premiere, Final Cut o DaVinci te sentirás mucho más cómodo en KineMaster, porque su estructura se parece bastante a la de un programa de escritorio. Si, en cambio, tu objetivo principal es seguir trends, crear Reels, Shorts o TikToks sin comerte demasiado la cabeza, CapCut es tremendamente agradecido desde el minuto uno.

También chocan en su modelo de negocio. Mientras KineMaster apuesta por un sistema freemium clásico con suscripción (versión gratis con marca de agua y límites, versión Pro de pago), CapCut ofrece la mayoría de funciones gratis y sin marca de agua, reservando algunos efectos, recursos o paquetes para compras puntuales o suscripciones más caras en ciertos mercados.

Con este marco claro, la mejor forma de comparar KineMaster vs CapCut es ir punto por punto: interfaz, herramientas, exportación, rendimiento, precios, comunidad y nivel recomendado según tu experiencia. Y sí, también veremos qué conviene más si eres un creador pequeño pensando si renovar CapCut Pro o arriesgarte con KineMaster.

Interfaz y experiencia de uso: profesional frente a “todo a un toque”

La primera bofetada de realidad llega al abrir las apps. KineMaster apuesta por una interfaz en horizontal con clara inspiración en los editores de ordenador: línea de tiempo multipista, panel lateral con herramientas, controles detallados y un montón de opciones a la vista.

En KineMaster verás una línea de tiempo por capas donde puedes apilar vídeos, fotos, audio, textos, stickers y efectos. Cada pista se puede recortar, dividir, mover o animar casi fotograma a fotograma. Para quien ya ha editado algo en PC, la transición a esta app móvil resulta muy natural; para quien no ha tocado un editor en su vida, la interfaz impone un poco los primeros días.

CapCut, por el contrario, se ha diseñado para que cualquiera pueda editar sin sentirse perdido. Su interfaz es más limpia, con predominio del formato vertical, menús sencillos y nombres de herramienta muy claros. Las acciones más comunes —cortar, dividir, añadir texto, filtros o música— están siempre a un toque, y las opciones avanzadas quedan algo más escondidas.

Esto hace que CapCut sea la opción ideal para empezar desde cero: escoges clips, eliges una plantilla, arrastras algún efecto y en pocos minutos tienes un vídeo digno de redes. El precio de esta simplicidad es que te chocas antes con los límites si buscas ediciones complejas, máscaras precisas o mezclas de audio trabajadas.

En el lado de KineMaster, la curva de aprendizaje es algo más exigente, sobre todo si quieres exprimir bien las capas, el chroma key o los fotogramas clave. Pero una vez superado ese mini “curso intensivo”, la sensación es que tienes un control casi total del proyecto, incluso en pantalla pequeña.

Hay un matiz curioso en el ecosistema KineMaster: la app hermana llamada Spring. Spring funciona en vertical, permite quitar la marca de agua a cambio de ver anuncios y hereda casi todas las funciones de KineMaster salvo detalles como los marcadores. En Android, si bloqueas la orientación para que se muestre en horizontal, la interfaz se acerca muchísimo a la de KineMaster clásico, logrando algo así como “KineMaster sin marca de agua” sin pagar suscripción.

Herramientas de edición y funciones avanzadas

Cuando toca editar en serio es donde se ve de verdad la filosofía de cada app. Ambas traen un arsenal potente para ser herramientas móviles, pero apuntan en direcciones distintas: KineMaster a la edición tradicional, CapCut a la edición rápida apoyada en IA y plantillas.

En KineMaster sobresale su sistema de edición multicapa real. Puedes superponer varios vídeos simultáneos, imágenes, gráficos, textos, stickers y diferentes pistas de audio, cada uno en su propia capa, con controles independientes de recorte, posición, escala, opacidad y animación. Es una forma de trabajar muy cercana a un editor profesional de sobremesa.

Además, KineMaster ofrece pantalla verde con chroma key avanzado (con ajustes finos de tolerancia y recorte), modos de fusión de capas (multiplicar, aclarar, superponer…), máscaras de vídeo, efectos de desenfoque, herramientas completas de recorte, y animación por fotogramas clave para multitud de parámetros (posición, escala, opacidad, filtros, etc.). A esto se suma un control de color bastante decente, con ajustes de brillo, contraste, saturación, tono e incluso curvas, algo que no es tan habitual en móvil.

Su tienda interna añade transiciones, efectos, fuentes, música, stickers y packs gráficos. Muchos son gratuitos, otros de pago, pero la política no es tan agresiva como en otros competidores: si descargas un asset de pago durante un periodo promocional en el que es gratis, se queda vinculado a tu cuenta mientras no borres los datos de la app.

CapCut, por su parte, juega su partido con funciones de inteligencia artificial y recursos creativos listos para aplicar en segundos. Su generador de subtítulos automáticos transcribe el audio del vídeo en hasta 23 idiomas con bastante precisión, y luego puedes corregir texto, tipografía y estilo. La herramienta de texto a voz convierte textos en locuciones bastante naturales, con varios estilos de voz disponibles.

Otra baza importante es el eliminador de fondo basado en IA, que permite separar al sujeto del fondo sin necesidad de pantalla verde, para después sustituir ese fondo por colores planos, otras imágenes o incluso vídeos diversos. A esto se añaden filtros modernos, efectos tipo glitch, VHS, transiciones muy vistosas, stickers animados y una biblioteca de música pensada para redes.

La cara B es que, cuando buscas control milimétrico —por ejemplo, mezclar muchas pistas de audio, refinar un chroma difícil o encadenar animaciones complejas—, CapCut se queda más corto que KineMaster. Sus herramientas cubren sobradamente a la mayoría de usuarios de redes, pero no tienen la misma profundidad técnica ni el mismo margen de personalización.

Un detalle que muchos usuarios avanzados señalan es que KineMaster permite trabajar prácticamente todo sin conexión, incluidas ciertas funciones recientes basadas en IA. CapCut, en cambio, suele depender más de la nube para algunas plantillas, efectos o procesos automáticos, lo que puede ser un incordio si normalmente editas con mala cobertura.

Compatibilidad de formatos y opciones de exportación

En un mundo donde ya se graba de forma rutinaria en Full HD e incluso en 4K, es clave saber en qué calidad puedes exportar y qué formatos soporta cada app. Tanto KineMaster como CapCut han tomado esto muy en serio.

Las dos aplicaciones permiten exportar proyectos en 4K a 60 fotogramas por segundo en dispositivos compatibles, algo muy notable siendo software móvil. Sin embargo, KineMaster ofrece un abanico mucho más amplio de ajustes técnicos: puedes elegir resolución exacta, tasa de bits, formato de archivo y otros parámetros que afectan tanto a la calidad como al peso del vídeo.

Esta flexibilidad hace que puedas adaptar cada exportación al destino concreto: un archivo ligero para redes sociales, un máster con alta tasa de bits para un proyecto profesional, o un equilibrio intermedio para conservar buena calidad sin que el archivo sea gigante.

En lo que respecta a la entrada, KineMaster es también bastante permisivo con formatos de vídeo, imagen y audio de lo más variado. Esto resulta especialmente útil si recibes material de cámaras externas, clientes o diferentes dispositivos, no solo de la galería del móvil.

CapCut también permite exportar en 4K y 60 fps con buena nitidez, pero ofrece menos control sobre la trastienda técnica del archivo. Por lo general puedes escoger resolución y fotogramas, a veces calidad baja/media/alta, pero no hay tanto margen para ajustar manualmente bitrate u otros detalles.

Para la mayoría de usuarios que solo quieren que el clip se vea bien en TikTok, Reels o Shorts, estas limitaciones son irrelevantes, ya que las propias plataformas recomprimen el vídeo. Pero si trabajas en proyectos de cliente, necesitas cumplir requisitos concretos de exportación o eres muy maniático con la calidad, KineMaster puntúa claramente más alto.

Rendimiento y compatibilidad con dispositivos

No es lo mismo editar en un gama alta recién salido del horno que en un Android veterano. Por eso, el apartado de rendimiento marca diferencias importantes en la experiencia real con KineMaster y CapCut.

KineMaster está muy optimizado para exprimir móviles de gama media y alta. Con un dispositivo decente puedes manejar proyectos con varios clips 4K, varias capas, transiciones y efectos sin que la previsualización se vuelva una tortura. Aun así, si aprietas con proyectos enormes o tu teléfono va justo de RAM y procesador, se pueden notar lags, tiempos de render largos e incluso algún cierre ocasional.

Por eso suele recomendarse que, si quieres usar KineMaster como herramienta principal, dispongas de al menos un móvil de gama media actual. No hace falta un buque insignia, pero sí algo con músculo suficiente para lidiar con montajes complejos sin desesperarte.

CapCut, en cambio, destaca por ir muy fino incluso en dispositivos modestos. La interfaz es ligera, la app rara vez se atranca y los tiempos de exportación resultan bastante razonables para el hardware que pide. Esto la convierte en una opción fantástica si tu móvil ya tiene unos años o si no quieres que la app se coma todos los recursos.

Otro aspecto a su favor es que CapCut cuenta con versión para PC y versión web, lo que te permite editar en pantalla grande cuando el proyecto lo pide, o combinar flujo móvil y escritorio según te convenga. KineMaster, por su parte, sigue completamente centrado en el ecosistema móvil, si bien con la ayuda de Spring y otras herramientas cercanas.

Si tu prioridad es edición potente y detallada directamente desde el móvil y tienes un terminal relativamente moderno, KineMaster encaja como un guante. Si lo que más te importa es que la app vaya fluida en casi cualquier Android y poder saltar a PC cuando lo necesites, CapCut tiene ventaja clara.

Modelos de suscripción, precios y política de recursos

El dinero manda, y en el mundo de la edición móvil cada app ha elegido su propio camino. KineMaster y CapCut no juegan a lo mismo en cuanto a monetización, y eso influye mucho en la percepción de valor.

KineMaster sigue el modelo freemium de toda la vida: puedes descargar y usar la app gratis, con acceso a muchas funciones, pero todos los vídeos exportados incluyen una marca de agua visible y ciertos assets quedan reservados a usuarios de pago. Si quieres un resultado limpio para subir a redes o trabajar con clientes, prácticamente estás obligado a pasar por la suscripción.

Los precios orientativos se mueven en torno a 3,99 € al mes o unos 22,99 € al año, aunque pueden variar según región y promociones. En el contexto de la edición profesional, no es una cifra especialmente alta, y para alguien que genera ingresos con sus vídeos puede ser una inversión muy razonable.

CapCut, por el contrario, se ha posicionado como una app mayoritariamente gratuita. Permite editar, aplicar gran parte de sus efectos, usar herramientas de IA y exportar en alta resolución sin marca de agua en muchos casos, todo sin pagar. Existen packs premium, plantillas y recursos avanzados que sí cuestan dinero, y en algunas regiones han aparecido planes de pago sobre los 7,9 € al mes o incluso paquetes anuales alrededor de 75 €, pero para un usuario medio no es imprescindible suscribirse.

Esto convierte a CapCut en la opción número uno si tu presupuesto es cero euros pero quieres seguir disfrutando de filtros, subtítulos automáticos, música y efectos resultones. KineMaster, en cambio, requiere asumir la suscripción o recurrir a la combinación Spring + anuncios si no quieres ver su marca de agua.

Como truco intermedio, algunos creadores tiran de Spring para eliminar la marca de agua viendo anuncios. Aunque es algo más incómodo, y la app está pensada en vertical, puede ser una solución aceptable si estás empezando y todavía no tienes claro si te merece la pena pagar KineMaster Pro.

Actualizaciones, comunidad y recursos de aprendizaje

Una app de edición no es solo lo que trae de serie, sino también el ecosistema que la rodea: actualizaciones frecuentes, tutoriales, presets, foros, canales de YouTube especializados, etc. Aquí también hay diferencias notables entre KineMaster y CapCut.

KineMaster lleva años consolidando una comunidad internacional muy potente. Hay montones de vídeos formativos en YouTube, desde trucos básicos hasta workflows complejos, así como foros y grupos donde se comparten proyectos, ajustes de color, plantillas de títulos y packs de recursos. La app recibe actualizaciones regulares con nuevas funciones, mejoras de estabilidad y soporte ampliado, lo que da bastante confianza si piensas usarla a largo plazo.

CapCut tampoco se queda quieta: se actualiza muy a menudo, sobre todo para añadir nuevos efectos visuales, plantillas virales, filtros de tendencia y herramientas de IA. Al estar vinculada al universo TikTok, suele incorporar rápidamente los efectos de moda y plantillas virales que ves en los retos del momento.

La diferencia está en el tipo de comunidad que se ha formado. En el caso de CapCut, abundan los vídeos cortos tipo “cómo hacer X efecto viral” y los tutoriales rápidos para replicar trends. Sin embargo, hay menos contenido profundo sobre flujo de trabajo profesional, mezcla de audio avanzada o corrección de color detallada.

Con KineMaster sucede justo lo contrario: quizá veas menos “trucos virales” pero más contenido enfocado a aprender edición de verdad, con proyectos complejos y explicaciones extensas. Si te ilusiona ir subiendo el nivel, practicar técnicas nuevas y pulir tus montajes, esa base formativa marca la diferencia.

En la práctica, se podría decir que KineMaster resulta más adecuado como herramienta con la que crecer a nivel semiprofesional, mientras que CapCut está más centrado en seguir el ritmo frenético de las redes con efectos de moda, plantillas de tendencia y automatizaciones apoyadas en IA.

Qué debe ofrecer un buen editor de vídeo móvil y cómo encajan KineMaster y CapCut

Para valorar correctamente ambas apps conviene repasar qué le pedimos hoy en día a un editor de vídeo móvil decente y ver cómo encaja cada uno en esa lista de requisitos básicos.

En primer lugar, es vital que permita usar contenido de distintas fuentes y formatos. Lo ideal es poder combinar vídeos y fotos en varios formatos y, si puede ser, tirar también de servicios en la nube como Google Drive, OneDrive o Dropbox. En este aspecto, KineMaster suele mostrar algo más de flexibilidad con archivos variados, mientras que CapCut se centra sobre todo en el material disponible en el dispositivo y en su propio ecosistema.

También es fundamental disponer de buenas herramientas de recorte y división de clips, para controlar exactamente qué fragmento de vídeo usamos y cuánto dura cada plano. Tanto KineMaster como CapCut cumplen con creces, aunque KineMaster ofrece un control fotograma a fotograma realmente preciso que facilita crear transiciones muy suaves y montajes al milímetro.

Los ajustes de imagen básicos (exposición, contraste, saturación, tono, temperatura) son ya obligatorios incluso en ediciones sencillas. CapCut los integra de forma clara y accesible para que cualquiera pueda jugar con ellos. KineMaster, además de esos controles básicos, añade opciones más avanzadas de colorimetría y curvas que se acercan a lo que esperarías en un editor profesional.

En cuanto a filtros, efectos, marcos y estilos visuales, CapCut arrasa en cantidad de filtros modernos, efectos tipo glitch, VHS, desenfoques creativos y transiciones diseñadas para redes sociales. KineMaster también tiene buenos efectos y una biblioteca extensa, pero su fuerte está en que puedes retocar y combinar esos efectos con mucha más precisión, en lugar de limitarte al “aplicar y listo”.

Un buen editor debe permitir también insertar fundidos y transiciones variadas entre clips. Ambas apps cubren bien este apartado: CapCut suele inclinarse por transiciones más espectaculares y llamativas, mientras que KineMaster ofrece un abanico equilibrado entre efectos discretos y opciones llamativas más profesionales.

En la parte de sonido, es clave soportar música de tu propia biblioteca, efectos de sonido y voz en off, además de poder ajustar el volumen de cada clip para que todo quede nivelado. KineMaster cuenta con herramientas detalladas de edición de audio, incluyendo ecualización, control fino de volumen, fundidos de entrada y salida y mezcla de varias pistas. CapCut no se queda atrás y suma funciones IA como reducción de ruido para limpiar audio grabado en entornos complicados.

La opción de añadir rótulos, títulos y texto animado también es importante. CapCut ofrece textos muy vistosos con estilos orientados a redes sociales, fáciles de aplicar con plantillas prediseñadas. KineMaster, por su parte, da más libertad a la hora de apilar varias capas de texto, controlando animaciones y tiempos al detalle sobre la línea de tiempo.

Por último, está la cuestión de la resolución de exportación y las marcas de agua. KineMaster en su versión gratuita inserta una marca de agua clara que resulta difícil de aceptar para trabajos serios, obligando a valorar la suscripción o la vía alternativa de Spring. CapCut, en cambio, permite normalmente exportar sin marca de agua y en alta calidad, lo que la hace muy atractiva si no contemplas pagar nada.

Otros editores de vídeo Android y el hueco que ocupan KineMaster y CapCut

Para acabar de encajar cada pieza, merece la pena echar un vistazo rápido a otros editores de vídeo destacados en Google Play y ver cómo KineMaster y CapCut se diferencian del resto.

Por un lado tenemos a CyberLink ActionDirector y PowerDirector, con un enfoque heredado del mundo PC. Permiten combinar fotos y vídeos, aplicar decenas de filtros, efectos y transiciones, y añadir textos y pegatinas. Sin pagar, te quedas con resoluciones como 720p o 480p y marca de agua; para pasar a 1080p sin ella toca suscribirse, con precios cercanos a los 4,29 € al mes.

InShot Video Editor es famoso por ser muy completo, pero también por su agresividad a la hora de monetizar: mucha publicidad y presión constante para que pases por caja. Ofrece recorte de clips, textos, música, efectos y voz en off, con unos 50 filtros (varios de pago). Permite exportar hasta 1080p, pero incluye marca de agua a menos que veas anuncios o compres la versión Pro.

En una línea parecida está VideoShow, que presume de tener más de 40 filtros y casi 70 transiciones, pero buena parte de ellos quedan reservados a usuarios VIP, con un acceso de por vida que ronda los 41,99 € o suscripción anual sobre los 22,99 €. Se pueden sumar vídeos y fotos, añadir música, voz en off y textos, pero sin pagar, el clip final lleva marca de agua.

FilmoraGo adopta otro enfoque: la app es gratuita y no hay suscripción fija, pero vende paquetes de filtros, transiciones y la eliminación de marca de agua como compras independientes. Permite crear vídeos combinando fotos y clips, añadir transiciones, voz en off, títulos y filtros de forma sencilla. Quitar la marca de agua cuesta alrededor de 1,99 €, lo cual es asumible para muchos usuarios.

Completan el panorama soluciones como Quik (GoPro Quik), que brilla cuando no tienes una idea muy clara de montaje y prefieres que la app haga casi todo por ti. Seleccionas los clips, marcas las partes importantes, eliges música y duración, y Quik monta automáticamente un vídeo bastante resultón. No da tanto control como KineMaster o CapCut, pero es perfecto para quien busca algo rápido y vistoso sin complicarse.

En medio de todo este abanico, KineMaster destaca como el editor más cercano a un programa de sobremesa en tu móvil, con capas, chroma key, mezcla de audio avanzada y gran control de exportación. CapCut, por su parte, reina en el terreno de los vídeos verticales para redes, con IA, plantillas, efectos de moda y una curva de aprendizaje prácticamente inexistente.

¿Qué es mejor para principiantes y pequeños creadores que se plantean pagar PRO?

Uno de los perfiles más habituales hoy en día es el del creador pequeño que empieza a tomarse en serio su contenido y se pregunta si le compensa pagar una suscripción. El caso típico es: “ya tengo CapCut Pro, está a punto de caducar, ¿me cambio a KineMaster o renuevo?”.

Si nunca has editado en serio y tu prioridad es publicar vídeos llamativos para redes sin comerte la cabeza, CapCut es difícil de batir. Sus plantillas para TikTok, Reels o Shorts, los efectos de un toque y los subtítulos automáticos hacen que en poco rato tengas contenido más que decente para tu audiencia, incluso con el plan gratuito.

En este escenario, la suscripción de CapCut solo tiene sentido si realmente vas a exprimir los extras de pago: plantillas exclusivas, efectos premium o funciones avanzadas que uses a diario. Para muchos creadores pequeños, la versión gratis ya da muchísimo de sí.

Con KineMaster la situación cambia: la versión gratuita es potente en herramientas, pero la marca de agua resulta muy intrusiva si tus vídeos son públicos y quieres construir una imagen cuidada. Aquí pagar Pro suele ser casi obligatorio para trabajar con cierta seriedad.

Si estás dudando entre renovar CapCut Pro o apostar por KineMaster, la pregunta clave es qué tipo de contenido quieres hacer en los próximos meses. Si lo tuyo son sobre todo trends, vídeos cortos, plantillas virales y formatos verticales de consumo rápido, seguir con CapCut —incluso sin Pro— tiene mucho sentido. En cambio, si empiezas a notar que te falta margen para proyectos más complejos, montajes largos, multicapa, chroma key bien afinado y mezcla de audio más seria, KineMaster Pro ofrece muchísimo por lo que cuesta al año.

Para un “pequeño creador” que ya ha probado CapCut mensual, arriesgar con un año de KineMaster suele ser rentable si de verdad piensa subir el nivel de sus vídeos y no quedarse solo en contenido efímero de redes. No obstante, antes de pagar siempre es buena idea trastear unos días con la versión gratuita (o con Spring) para comprobar si la interfaz y el flujo de trabajo te convencen.

Mirando todo lo anterior, se ve que no existe una ganadora absoluta entre KineMaster y CapCut, sino dos formas distintas de entender la edición móvil: una más profesional y meticulosa, otra más rápida y apoyada en automatismos. Elegir bien pasa por ser sincero con lo que necesitas ahora mismo, el tipo de proyectos que quieres crear, el móvil que llevas en el bolsillo y lo que estás dispuesto a invertir en tu herramienta de trabajo o de ocio creativo.

Snapdragon vs Dimensity vs Exynos: pros y contras

Jue, 18/12/2025 - 19:21

Elegir móvil hoy no va solo de cámara, diseño o pantalla gigante: al final, lo que manda es el procesador que lleva dentro, el “cerebro” que lo hace todo posible. De él dependen la velocidad al abrir apps, lo bien que van los juegos, cuánta batería se gasta y hasta cómo salen las fotos y los vídeos nocturnos. Por eso cada vez más gente se fija en nombres como Snapdragon, Dimensity o Exynos antes de soltar el dinero.

Dentro del mundo Android, la verdadera pelea se libra entre Qualcomm Snapdragon, MediaTek Dimensity y Samsung Exynos, tres familias de chips con puntos fuertes y flaquezas. Unos apuestan por la máxima potencia y la mejor IA, otros por eficiencia y precio contenido, y otros por integración perfecta con su propio ecosistema. Si estás dudando entre ellos, aquí vas a ver pros, contras y ejemplos reales para tenerlo mucho más claro.

Por qué el procesador es tan importante en un móvil Android

Cuando decimos que un móvil va “fino” o “se atranca”, en realidad estamos hablando de que su procesador es capaz (o no) de mover el sistema operativo y las apps con soltura. Eso incluye abrir aplicaciones sin esperas, cambiar entre varias tareas sin tirones y hacerlo todo sin que el teléfono parezca una estufa ni se beba la batería en un suspiro.

En términos técnicos, un SoC o System on a Chip integra en una sola pieza la CPU, la GPU, el módem de red, los motores de inteligencia artificial y el ISP para foto y vídeo. La forma en que se diseña ese chip es lo que marca la potencia en bruto, el rendimiento gráfico en juegos, el consumo energético y la calidad de la conexión 4G/5G y WiFi.

Detalles como la litografía de fabricación en nanómetros, el número y tipo de núcleos, la GPU y el soporte de IA son fundamentales cuando comparamos procesadores. Una tecnología de fabricación más avanzada (por ejemplo, 4 nm frente a 7 nm) permite meter más transistores, subir la potencia y a la vez reducir el gasto de energía, algo clave para que la batería aguante.

También hay que tener en cuenta que el procesador influye de lleno en cómo hace las fotos y vídeos el móvil. El ISP, que viene integrado en el propio SoC, se encarga del enfoque, el HDR, el modo noche, la grabación en 4K u 8K y todos esos procesados mágicos que ves en pantalla. Un buen chipset puede hacer que una cámara correcta parezca mucho mejor y que el modo noche pase de “ruido y manchas” a algo muy aprovechable.

Por si fuera poco, la parte de IA del chip es la responsable de funciones como la traducción en tiempo real, el desenfoque de fondo en vídeo, el reconocimiento de escenas y muchas optimizaciones automáticas. De ahí que no solo importe cuántos GHz tiene el procesador, sino también qué motor de inteligencia artificial monta y cómo lo aprovecha el fabricante.

Snapdragon, Dimensity y Exynos: quién fabrica qué y en qué se diferencian

En el ecosistema Android hay tres grandes nombres que se repiten una y otra vez: Qualcomm (Snapdragon), MediaTek (Dimensity) y Samsung Electronics (Exynos). Cada uno diseña varias gamas, desde chips básicos para móviles baratos hasta auténticas bestias para la gama alta más premium.

Qualcomm Snapdragon es quizá la familia más conocida y extendida. Marcas como Xiaomi, Motorola, OnePlus, Honor e incluso Samsung en algunos modelos confían en estos chips porque suelen ofrecer un equilibrio muy bueno entre potencia, compatibilidad de apps, juegos y conectividad. Eso sí, también se han visto casos de vulnerabilidades de seguridad en algunos micros de Qualcomm, lo que recuerda que no hay sistema perfecto.

MediaTek, por su parte, ha pasado en pocos años de ser vista como la opción barata para gama de entrada a plantar cara en serio con sus series Dimensity de gama alta, como los Dimensity 9300 y 9400. Estos procesadores han sorprendido con resultados en benchmarks muy altos, a la altura o incluso por encima de algunos Snapdragon, y con una eficiencia energética muy competitiva.

Mientras tanto, Samsung lleva tiempo empujando sus chips Exynos, diseñados en casa y usados sobre todo en sus Galaxy, aunque también los hemos visto en algunos modelos de otros fabricantes como Vivo. Exynos ha tenido generaciones brillantes y otras más discutidas, pero las últimas propuestas, como el Exynos 2200, han apostado fuerte por el rendimiento gráfico, la IA y el recorte de consumo.

Cómo funcionan las gamas Snapdragon y qué aportan en la práctica

Los Snapdragon son obra de Qualcomm, una empresa estadounidense con muchísima experiencia en conectividad móvil y chipsets. Dentro de su catálogo, la serie 600 y 700 apunta a la gama media, mientras que la serie 8 y los modelos “Elite” se reservan a móviles top con precios más altos, donde se busca exprimir al máximo el rendimiento.

En los últimos años hemos visto procesadores como el Snapdragon 888+, el Snapdragon 8 Gen 1, el Snapdragon 8 Gen 2, el Snapdragon 8 Gen 3 y el Snapdragon 8 Elite. Cada nueva generación mejora en potencia de CPU y GPU, sube el nivel de la inteligencia artificial integrada, añade un módem 5G más completo y afina la eficiencia energética para controlar mejor la temperatura y el gasto de batería.

El Snapdragon 8 Gen 1 fue el primer chip de Qualcomm fabricado en 4 nanómetros, un salto importante frente a los procesos anteriores. Esta litografía más fina permitió combinar más potencia con menor consumo en la mayoría de escenarios, lo que se traduce en móviles que rinden mejor, calientan menos (dependiendo del diseño térmico del fabricante) y aguantan más horas encendidos.

Con esta generación, Qualcomm reforzó especialmente la parte de IA, el músculo gráfico Adreno y las capacidades fotográficas y de vídeo. Gracias a ello, los móviles con este procesador pueden grabar a resoluciones muy altas, aplicar efectos avanzados en tiempo real y mover juegos exigentes con tasas de refresco de 120 Hz o más, siempre que la pantalla lo permita.

En la gama más alta actual, el Snapdragon 8 Gen 3 y el Snapdragon 8 Elite son los protagonistas en móviles de marcas como Honor o OnePlus. Aportan mejoras muy notables en rendimiento de CPU multinúcleo, capacidades de IA generativa (para tareas de foto, vídeo o asistentes inteligentes) y una conectividad 5G muy avanzada, con agregación de bandas y compatibilidad con un buen puñado de frecuencias.

Ventajas y desventajas de los Snapdragon de gama alta

Si miramos a los modelos tope de gama como el Snapdragon 8 Elite, nos encontramos con chips pensados para dar el máximo en juegos, multitarea y uso intensivo. Su CPU con varios núcleos potentes y su GPU Adreno están diseñadas para ofrecer fotogramas muy estables y altos en títulos exigentes, ideales para pantallas de 120 Hz o incluso más.

Otro punto muy fuerte de Qualcomm es su motor de IA y aprendizaje automático, que está entre los más avanzados del mercado móvil. Esto se traduce en mejoras automáticas de fotografía, funciones inteligentes en vídeo, asistentes de voz más capaces y un sistema que aprende patrones de uso para optimizar el rendimiento y el consumo.

En el día a día se nota también que la compatibilidad y optimización de apps y juegos suele estar muy trabajada en Snapdragon. Muchos desarrolladores prueban y afinan sus títulos principalmente en hardware de Qualcomm, por lo que es raro encontrarse tirones o errores raros en juegos populares si el móvil está bien refrigerado.

La parte menos agradable viene por el lado del consumo: los Snapdragon de gama muy alta pueden gastar algo más de energía que algunos rivales directos cuando se les exprime fuerte. Eso implica que, en sesiones largas de juego o uso intensivo, la batería puede caer rápido si el móvil no lleva una buena capacidad y una gestión de energía fina.

Además, hay que contar con que estos chips son caros y encarecen bastante el precio final de los teléfonos que los montan. Para mantener térmicas bajo control, los fabricantes suelen tener que montar sistemas de refrigeración por cámara de vapor o soluciones similares, complicando el diseño y aumentando todavía más el coste.

MediaTek Dimensity: la subida silenciosa hasta la gama alta

MediaTek ha cambiado mucho su imagen en los últimos años: de ser “la opción barata” ha pasado a competir mano a mano con Qualcomm en la parte alta del catálogo gracias a sus procesadores Dimensity. Los Dimensity 9300 y 9400 son dos buenos ejemplos de esta apuesta por potencia y eficiencia a la vez.

El Dimensity 9300 se ha posicionado como una alternativa muy seria al Snapdragon 8 Gen 3, con benchmarks que lo sitúan o bien al mismo nivel o muy cerca. En muchos tests ha demostrado ofrecer un rendimiento muy alto sin disparar las temperaturas, algo que se agradece sobre todo en sesiones largas de juego.

El Dimensity 9400 va un paso más allá y se ha dejado ver en móviles de gama altísima como el OPPO Find X8 Pro o el Vivo X200 Pro. En estos teléfonos, el procesador permite una experiencia muy fluida incluso en juegos AAA y en multitarea intensa, manteniendo una autonomía muy competitiva gracias a su buena eficiencia.

Uno de los grandes argumentos de los Dimensity de gama alta es su excelente eficiencia energética: logran un equilibrio muy interesante entre potencia y consumo. Eso se traduce en más horas de pantalla y menos calor, algo que los usuarios notan en el día a día aunque no se fijen en cifras técnicas.

Además, hay un factor clave para muchos bolsillos: el coste de estos chips suele ser algo más contenido que el de los Snapdragon equivalentes. Eso permite a los fabricantes destinar más presupuesto a montar mejores cámaras, baterías de gran capacidad o pantallas superiores sin que el precio final se dispare.

Puntos fuertes y pegas de los Dimensity de gama alta

Si nos centramos en un chip como el MediaTek Dimensity 9400, lo primero que brilla es su rendimiento general, más que suficiente para cualquier juego o app que le eches. En edición de vídeo móvil, productividad intensa o uso profesional tampoco se queda corto.

En segundo lugar, su gran baza es que suelen ofrecer una de las mejores autonomías del mercado cuando el fabricante acompaña con una batería decente. Gracias a su arquitectura y litografía avanzada, los móviles con Dimensity 9400 aguantan bien incluso con pantallas grandes y altas tasas de refresco.

También conviene destacar que, al ser chips algo más económicos, favorecen la aparición de móviles de gama alta con una relación calidad/precio muy atractiva. Es decir, pagas menos por un rendimiento similar, o pagas lo mismo pero te llevas extras como mejor cámara o más almacenamiento.

En la parte menos brillante, sus capacidades de IA y aprendizaje automático suelen estar un pequeño escalón por debajo de lo que ofrece un Snapdragon 8 Elite. No es que vayan mal, pero en tareas muy avanzadas de IA, Qualcomm suele tener ventaja por madurez y ecosistema.

Por último, aún se nota que la compatibilidad y optimización con algunas apps o juegos concretos está más afinada en Snapdragon. Aunque MediaTek ha mejorado muchísimo aquí, todavía hay títulos famosos muy optimizados para Qualcomm en los que Dimensity no termina de exprimir el 100% del rendimiento, y en 5G de última generación Qualcomm sigue algo por delante en ciertos mercados muy avanzados.

Samsung Exynos: los procesadores “de la casa”

Los Exynos son los chips diseñados por Samsung Electronics para sus propios móviles Galaxy, aunque de vez en cuando también se montan en modelos de otras marcas como Vivo. Samsung los ha usado históricamente para tener mayor control sobre su hardware y no depender siempre de terceros.

En los últimos años hemos visto procesadores como el Exynos 2100 y el Exynos 2200 en la parte alta del catálogo. El Exynos 2100 se fabricó en 5 nm, mientras que el Exynos 2200 dio el salto a los 4 nm para ponerse a la altura de los procesos más avanzados del sector y recortar distancia con Qualcomm y MediaTek.

El Exynos 2200 centró sus esfuerzos en fotografía, inteligencia artificial y, sobre todo, mejora gráfica enfocada al gaming. Para ello, Samsung incorporó una GPU Xclipse desarrollada en colaboración con tecnologías gráficas de nivel consola, con el objetivo de ofrecer una experiencia de juego más fluida y vistosa.

Con este chip, la compañía también trabajó a conciencia en reducir el consumo, mejorar la autonomía y reforzar las medidas de seguridad integradas. El resultado fue un comportamiento bastante sólido en la gama alta Galaxy S22, con tiempos de respuesta rápidos y una experiencia muy estable en uso normal.

Aun así, la propia Samsung ha ido valorando alternativas y, como se ha visto en movimientos recientes, para la serie Galaxy S25 apuesta por el Snapdragon 8 Elite como procesador principal. Esto deja claro hasta qué punto la competencia en la gama más alta de Android es feroz y cómo Qualcomm sigue siendo la elección preferente cuando se busca el máximo rendimiento.

Fortalezas y debilidades de Exynos frente a Snapdragon y Dimensity

En sus generaciones recientes, Exynos ha ofrecido un rendimiento muy competente en la gama alta de Samsung. El Exynos 2200 permite ejecutar juegos exigentes, mover la interfaz con suavidad y gestionar cámaras muy avanzadas, incluyendo grabación en 8K y modos fotográficos nocturnos dignos de tope de gama.

La GPU Xclipse y el motor de IA integrado permiten que funciones como las fotos con poca luz, el modo retrato o el reconocimiento automático de escenas funcionen realmente bien. Esto sitúa a los Galaxy con Exynos en un nivel fotográfico muy alto, especialmente cuando Samsung exprime su propio hardware con procesado de imagen agresivo.

En eficiencia y autonomía, los Exynos modernos han mejorado bastante respecto a generaciones anteriores, en las que el sobrecalentamiento era un problema recurrente. Ahora controlan mejor la temperatura y el gasto en tareas prolongadas, aunque en algunos escenarios concretos Snapdragon o Dimensity pueden ofrecer una estabilidad térmica ligeramente superior.

Un punto a favor de usar chip propio es que la integración con el software de Samsung (One UI) está muy bien pulida. Al controlar tanto el hardware como el sistema, la marca puede afinar detalles, añadir funciones exclusivas y optimizar consumos de forma más agresiva que si dependiese totalmente de terceros.

Como parte negativa, no siempre alcanzan el mismo nivel de rendimiento sostenido que los Snapdragon o Dimensity más punteros en sesiones largas de juego o cargas pesadas continuadas. Además, fuera de Samsung, la adopción de Exynos es muy limitada, así que la mayoría de fabricantes se decantan por Qualcomm o MediaTek.

Ejemplos reales de móviles con Snapdragon y Exynos

Para ver todo esto en tierra firme, conviene mirar qué móviles concretos montan estos procesadores y cómo se traduce eso en uso real. Así es más fácil hacerse una idea sin perderse en benchmarks y siglas.

Por el lado de Snapdragon, un ejemplo claro es el Xiaomi 12 Pro, que monta un Snapdragon 8 Gen 1. Este teléfono combina mucha potencia con 8 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento y una batería con carga rápida de 120 W que puede pasar del 0 al 100% en torno a 18 minutos, algo que en la práctica cambia totalmente la forma de usar el móvil.

En foto, el Xiaomi 12 Pro apuesta por una triple cámara de 50 MP con funciones avanzadas como Ultra Night Video, que mejora iluminación y detalle en escenas con poca luz. La pantalla AMOLED de 6,7 pulgadas con tecnología LTPO ofrece tasa de refresco de 120 Hz, ideal para que la GPU Adreno del Snapdragon luzca todo su músculo.

Otro caso interesante es el Motorola Moto G200, equipado con Snapdragon 888+. Aunque no es el chip más nuevo, sigue siendo muy potente y ofrece una experiencia fluida en prácticamente cualquier tarea, con buena autonomía y carga rápida para completar el conjunto.

Su pantalla de 6,8 pulgadas es compatible con HDR10 y presume de una tasa de refresco altísima de 144 Hz, algo que pocos móviles pueden decir. La triple cámara con sensor principal de 108 MP resuelve bien la mayoría de situaciones, con imágenes muy detalladas, especialmente de día.

En el universo Exynos, la serie Samsung Galaxy S22 fue la primera en estrenar el Exynos 2200 en varios mercados. Los Galaxy S22, S22+ y S22 Ultra aprovechan este procesador para ofrecer un rendimiento ágil y opciones de almacenamiento de hasta 512 GB en el modelo Ultra.

El Galaxy S22 Ultra destaca por su configuración de cámara cuádruple con sensor principal de hasta 108 MP y cámara frontal de 40 MP, además de la captura de vídeo en 8K. Los S22 y S22+ montan módulos triples con sensor principal de 50 MP y cámara delantera de 10 MP, también con grabación 8K.

En la generación anterior, la serie Galaxy S21 apostó por el Exynos 2100 en los modelos europeos. S21, S21+ y S21 Ultra, junto al S21 FE, ofrecen un rendimiento sólido, capaces de mover varias apps pesadas a la vez y juegos exigentes con buenas tasas de fotogramas.

Snapdragon vs Dimensity vs Exynos: las diferencias técnicas que importan

Más allá de nombres comerciales, cuando enfrentamos Snapdragon 8 Gen 3, Dimensity 9300/9400 y Exynos 2200 conviene fijarse en una serie de aspectos técnicos que marcan diferencias reales en el uso cotidiano.

Uno de ellos es la tecnología de fabricación medida en nanómetros (nm). Los chips de 4 nm —como Snapdragon 8 Gen 1/Gen 3, Exynos 2200 o Dimensity 9000/9300/9400— permiten integrar más transistores en menos espacio, mejorando rendimiento y reduciendo consumo frente a generaciones en 5 o 7 nm.

También importa la configuración de núcleos de CPU y el uso de tecnologías como big.LITTLE y Heterogeneous Multi-Processing (HMP). Con HMP, el sistema puede usar todos los núcleos a la vez cuando hace falta la máxima potencia, o solo uno de baja energía para tareas fáciles, logrando un buen equilibrio entre rendimiento y batería.

Por ejemplo, el Exynos 2200 utiliza una CPU de 8 núcleos con 1 núcleo Cortex-X2 de máximo rendimiento, 3 núcleos Cortex-A710 más potentes y 4 núcleos orientados a la eficiencia. Esta mezcla permite adaptarse a cada situación sin disparar el consumo cuando estamos solo chateando o mirando redes sociales.

Otro aspecto clave es la GPU: Adreno en Snapdragon, Xclipse en Exynos y las soluciones propias de MediaTek en Dimensity. Estas unidades se encargan de mover juegos, animaciones del sistema y todo lo que implique gráficos 2D/3D. Su potencia, frecuencia y optimización marcan la diferencia en títulos como Warzone Mobile, Genshin Impact y compañía.

En conectividad, los tres ofrecen módems 5G integrados con altas velocidades, pero Qualcomm suele ir un pasito por delante en agregación de bandas, velocidades teóricas máximas y compatibilidad con más frecuencias, algo que se nota sobre todo en países con despliegues 5G muy avanzados.

Tampoco hay que olvidar elementos internos como el tamaño de las cachés L1, L2 y L3 y el multiplicador de reloj. Cachés más grandes permiten que la CPU tenga a mano datos frecuentes sin tener que ir constantemente a la memoria RAM, lo que mejora el rendimiento global. El multiplicador, por su parte, controla la frecuencia final de la CPU y, en consecuencia, la rapidez con la que se ejecutan las instrucciones.

Experiencias reales en juegos y productividad

Más allá de las especificaciones sobre el papel, lo que muchos usuarios miran es cómo se comportan estos procesadores en juegos pesados y tareas reales. Pruebas con chips como Snapdragon 8+ Gen 1, Snapdragon 8 Gen 2 y MediaTek Dimensity 9000 ayudan a entender mejor sus diferencias.

En títulos exigentes como Warzone Mobile, se ha visto que el Dimensity 9000 suele moverse entre unos 28 y 44 fps, algo por detrás de lo que logran algunos Snapdragon de gama alta. No está claro si el problema es solo la optimización del juego o limitaciones del propio chip, pero la diferencia se nota.

Por su parte, el Snapdragon 8+ Gen 1 consigue mantener 60 fps constantes en ajustes medios, con un comportamiento muy estable. El Snapdragon 8 Gen 2 va todavía más allá y llega a 60 fps con la configuración gráfica al máximo, utilizando alrededor del 88-92% de la GPU, demostrando un margen de potencia muy holgado.

Curiosamente, en estas pruebas el consumo de energía se percibió muy similar en los tres chips, sin grandes quejas en cuanto a autonomía. En productividad (abrir apps, cambiar entre ellas, cargar contenidos, etc.), tanto el 8 Gen 2 como el 8+ Gen 1 se sienten muy rápidos, mientras que el Dimensity 9000 tampoco flojea, proporcionando una experiencia más que suficiente para la mayoría.

Si miramos la relación calidad/precio, muchos usuarios opinan que el Dimensity 9000 ofrece un rendimiento coherente con lo que cuesta. Los móviles que lo integran suelen tener un precio contenido para lo que dan, mientras que los modelos con Snapdragon tope de gama se disparan más en coste por ese extra de potencia y optimización.

Cuál es el procesador más potente en cada fabricante

Si nos fijamos en lo que ofrece ahora mismo cada casa, podemos decir que el Exynos 2200 es uno de los chips más potentes de Samsung en sus gamas altas recientes, montado en la serie Galaxy S22. La compañía trabaja en sucesores como el Exynos 2600 para seguir recortando distancias.

En Qualcomm, el Snapdragon 8 Gen 3 y el Snapdragon 8 Elite son los reyes de la corona. Están presentes en móviles de gama alta como el Honor Magic 7 Pro o el OnePlus 13, y su objetivo es claro: ofrecer la máxima potencia posible, la mejor IA para fotografía y asistentes y una conectividad 5G de primer nivel.

En el lado de MediaTek, los Dimensity 9300 y 9400 representan su tentativa más ambiciosa en la parte premium. Se montan en modelos como el OPPO Find X8 Pro o el Vivo X200 Pro y han logrado colocarse muy alto en rankings de potencia, combinando buen rendimiento, eficiencia y precios algo más ajustados.

Vistos en conjunto, estos procesadores punteros son capaces de mover cualquier juego, app profesional o tarea de IA que les pongas por delante. De hecho, muchos se acercan al rendimiento de ciertos portátiles ligeros, lo que deja claro hasta qué punto ha evolucionado el hardware móvil en los últimos años.

Elegir entre Snapdragon, Dimensity y Exynos pasa por valorar qué te importa más: potencia máxima, eficiencia y precio, o integración con el ecosistema. Snapdragon suele llevarse el gato al agua en rendimiento bruto, IA y compatibilidad con apps y juegos; Dimensity destaca por su gran relación rendimiento/consumo y terminales algo más baratos; y Exynos brilla en móviles Samsung por la integración fina con One UI, cámaras potentes y un rendimiento muy equilibrado. Conociendo estas diferencias, resulta mucho más fácil acertar al escoger el próximo móvil sin llevarse sustos con la fluidez, las temperaturas o la duración de la batería.

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