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La próxima generación de flagships de Samsung ya está calentando motores y, como era de esperar, el foco está puesto en los colores del Samsung Galaxy S26 y, sobre todo, en las opciones del S26 Ultra. Entre filtraciones de fondos de pantalla, maquetas físicas, rumores de la cadena de suministro y avances en procesadores y cámaras, el puzle empieza a encajar, aunque todavía haya muchas piezas sin confirmar oficialmente.

Aun así, con todo lo que se ha ido publicando, se puede trazar una imagen bastante completa de cómo serán los tonos, cambios de diseño, modelos disponibles y opciones especiales de la familia Galaxy S26. También se perfilan detalles clave como la posible fecha de lanzamiento, la configuración de cámaras, la apuesta por Exynos 2600 y Snapdragon 8 Elite Gen 5, e incluso la integración de funciones avanzadas de IA y LLM que apuntan a una nueva guerra en el terreno de los móviles inteligentes.

Filtraciones de colores del Samsung Galaxy S26 Ultra: 6 tonos como pista principal

Una de las filtraciones más sonadas llega de los fondos de pantalla oficiales extraídos del software de Samsung, donde se han encontrado seis variantes cromáticas asociadas al Samsung Galaxy S26 Ultra. Estas imágenes, compartidas por filtradores como Ice Universe y @wr3cckl3ss, muestran wallpapers en tonos gris/plata, negro, azul claro, morado, blanco y un naranja que tiende a rosado o melocotón según quién lo mire.

La teoría que más fuerza ha ganado es que estos seis colores de los fondos de pantalla coincidirán con los acabados físicos del Samsung Galaxy S26 Ultra. No es algo garantizado, porque históricamente Samsung no siempre ha ligado de forma directa los tonos de sus wallpapers con los colores del hardware, pero esta vez encajaría con la estrategia de ofrecer una gama más amplia y llamativa para el modelo más premium.

En otras filtraciones paralelas, especialmente desde medios anglosajones, se habla de seis tonos principales: gris, melocotón, morado, azul claro, negro y plateado, que coinciden prácticamente con esa primera lista. El matiz está en cómo se describen: lo que unos llaman naranja tirando a rosado, otros lo etiquetan como peach o melocotón, muy en la línea del coral del Galaxy S25 y del naranja de los iPhone 17 Pro.

Cuántos colores serán realmente oficiales y cuáles serían exclusivos

Las filtraciones no solo hablan de los tonos, sino también de la estrategia de lanzamiento de Samsung con colores base y colores exclusivos de la tienda online. Ya con el Galaxy S25 Ultra pasó que las primeras filtraciones hablaban de cuatro variantes, y finalmente se lanzó con cinco: titanio negro, titanio gris, titanio plata, titanio azul y un negro intenso casi total.

Como suele hacer Samsung, además de los colores disponibles en operadores y tiendas habituales, la marca acostumbra a reservar algunas tonalidades especiales para su web oficial. En el S25 Ultra, por ejemplo, se añadieron después el titanio esmeralda (verde claro) y el titanio cuarzo rosa (rosa pálido), accesibles únicamente comprando directamente a Samsung.

Aplicando este patrón al Samsung Galaxy S26, algunas fuentes apuntan a que lo más probable es que el S26 Ultra se lance de forma general en cuatro colores principales: negro, blanco, plateado y rosa/melocotón. De ser así, el azul claro y el morado encajarían como candidatos muy razonables a convertirse en tonos exclusivos de la tienda online, manteniendo el total de seis colores que sugieren los fondos de pantalla filtrados.

Otro informe centrado en la gama S26 en general habla de cuatro versiones clave: Silver, Jet Black, Orange y Bluegreen. Esta última sería una especie de azul verdoso o turquesa suave, muy en línea con la tendencia pastel de los últimos Galaxy. En paralelo, otras fuentes señalan que el color “estrella” del S26 Ultra sería el morado, acompañado de los clásicos blanco, negro y plateado, dejando el naranja como una variante más experimental o limitada.

El adiós al Titanium Black y la apuesta por un único negro tipo Jet Black

Un cambio que ha dolido a muchos fans es la posible desaparición del acabado Titanium Black que triunfó en el Galaxy S25 Ultra. Esta versión combinaba una trasera negra con unos marcos plateados, generando un contraste bastante marcado en el perfil del dispositivo.

Según filtraciones recientes, Samsung querría simplificar la paleta oscura y pasaría a ofrecer un solo tono negro, heredero directo del Jet Black que ya vimos como opción exclusiva en el S25 Ultra y que también se ha utilizado en el Galaxy Z Fold7. En este nuevo enfoque, tanto la trasera como el chasis apostarían por un negro mucho más uniforme, sin marcos plateados que rompan la línea visual.

La idea detrás de este movimiento sería lograr mayor continuidad entre el borde y la pantalla, evitando el “corte” metálico que algunos usuarios consideraban demasiado agresivo. A cambio, ese negro absoluto podría hacer que los biseles aparenten ser algo más gruesos, un efecto óptico que puede no convencer a quienes valoran la sensación de pantalla totalmente protagonista.

Algunos rumores más especulativos sugieren que Samsung podría recuperar la filosofía de dos variantes oscuras en el S26, pero con diferencias muy sutiles: un negro profundo tipo Jet Black y un gris oscuro al estilo del Space Gray de Apple. A día de hoy, no hay confirmación sólida, pero sí deja claro que el juego de matices en los tonos oscuros sigue siendo un campo clave de diferenciación.

Maquetas filtradas del S26 Ultra: plata, dorado y naranja polémico

Además de los fondos de pantalla, han aparecido maquetas físicas del Galaxy S26 Ultra en redes sociales, especialmente en Reddit, que muestran el dispositivo en tres colores concretos: plata, dorado claro y un naranja muy intenso.

La variante naranja ha levantado bastante polémica al recordar mucho al tono Cosmic Orange visto en el iPhone 17 Pro Max. Esa semejanza cromática ha generado un buen debate: por un lado, quienes celebran que Samsung se atreva con colores vivos y llamativos; por otro, los que acusan a la marca de “seguir” demasiado de cerca los pasos de Apple en este terreno.

Es importante tener en cuenta que estas maquetas no son unidades funcionales, sino prototipos o modelos de exposición, por lo que los colores definitivos podrían variar antes del lanzamiento comercial. Samsung tiene historial de probar versiones más arriesgadas que luego no salen al mercado, o que se reservan para ediciones especiales en mercados concretos.

En cualquier caso, las imágenes dejan entrever una línea de diseño que refina lo visto en el Galaxy S25 Ultra: bordes planos, frontal plano sin curvatura lateral y un módulo de cámaras traseras más estilizado, en forma de pastilla o isla alargada, alejándose de la sensación de “lentes flotantes” independientes de anteriores generaciones.

Fondos de pantalla filtrados y relación con la gama de colores

Los fondos de pantalla del S26 no solo han revelado la paleta cromática, sino que han avivado el debate sobre si estos tonos se trasladarán directamente a los acabados físicos. Hasta ahora, Samsung solía usar wallpapers con cierto aire pastel y abstracto, sin que siempre coincidieran con los colores del hardware.

En esta ocasión, la filtración de seis fondos de pantalla cuadrado-formato, cada uno dominado por un color (plata, negro, azul claro, morado, blanco, naranja/melocotón), ha sido interpretada por varios filtradores como un adelanto directo de la gama cromática de la serie Galaxy S26. La idea es que el usuario vea desde el primer arranque un fondo que refuerce el color de su móvil.

El usuario que filtró estos wallpapers, con un historial relativamente fiable en leaks de One UI, sugiere que podrían estar asociados de manera específica al Galaxy S26 Ultra. Sin embargo, no se descarta que algunos se compartan con el S26 y S26 Plus, y que otros sean exclusivos del modelo Ultra o incluso de ciertas ediciones especiales vendidas online.

Para quien quiera probarlos ya, los fondos pueden descargarse, aunque al ser cuadrado-formato hay que recortarlos y centrar la “S” característica para que encajen bien en la mayoría de pantallas. Este detalle refuerza la idea de que Samsung cuida mucho la estética de software para acompañar las decisiones de diseño físico.

Modelos de la serie Galaxy S26 y cambios de estrategia

Más allá de los colores, hay bastante ruido alrededor de qué modelos formarán exactamente la familia Galaxy S26. En años pasados, la fórmula clásica ha sido: modelo base, modelo Plus y modelo Ultra, pero la llegada del Galaxy S25 Edge complicó un poco este esquema.

Para el S25, Samsung llegó a presentar cuatro variantes: S25, S25+, S25 Ultra y S25 Edge, con el Edge como apuesta por un diseño ultradelgado y diferente al resto. Se llegó a pensar que en la generación S26 este Edge sustituiría al Plus de toda la vida, consolidando así una gama con S26 Ultra, S26 Edge y un modelo base de menor tamaño.

Sin embargo, filtraciones más recientes apuntan a un posible cambio de rumbo: el S26 Edge podría haberse cancelado y en su lugar regresaría el clásico S26 Plus. Incluso se ha rumoreado que el modelo de menor tamaño podría pasar a llamarse Galaxy S26 Pro, más como movimiento de marketing que como gran cambio de hardware.

Otras fuentes, en cambio, aseguran que la estructura será más conservadora, con tres modelos claros: S26 Base, S26 Plus y S26 Ultra, y que el supuesto S26 Pro no llegaría finalmente al mercado. En cualquier caso, el consenso general es que la gama 2026 mantendrá tres escalones, con el Ultra en la cima.

Diseño de la serie S26: nueva isla de cámaras y más curvas suaves

En cuanto al diseño general, las filtraciones coinciden en que Samsung mantendrá la estética continuista de las últimas generaciones, pero introduciendo algunos ajustes importantes en la parte trasera y en las formas del chasis.

Uno de los cambios más comentados es el adiós a las cámaras que parecían lentes sueltas incrustadas en el cristal, para pasar a un módulo agrupado con forma de isla, similar a lo que ya se ha visto en modelos de gama media como el Galaxy A26. En el caso del S26 Ultra, tres de los cuatro sensores se alojarían dentro de esta isla, mientras que uno quedaría fuera, manteniendo un toque diferencial.

También se habla de que el S26 Ultra tendría esquinas algo más redondeadas respecto a su predecesor. Este cambio habría obligado a rediseñar el S Pen para que encaje correctamente en el cuerpo del dispositivo, optimizando el espacio interno sin renunciar al lápiz integrado.

El supuesto S26 Edge (si finalmente viera la luz) contaría con un módulo de cámara aún más grande, ocupando prácticamente todo el ancho del terminal. Esta solución permitiría organizar componentes internos de forma más eficiente, manteniendo un grosor muy reducido. En cualquier caso, el uso combinado de metal y cristal seguiría dando ese acabado premium que caracteriza a la serie.

En cuanto a dimensiones, se espera que el S26 Ultra se mueva en cifras muy parecidas al S25 Ultra, alrededor de 163,4 x 77,9 x 7,9 mm y un peso cercano a los 217 gramos. Esto implica un “cuerpo” muy familiar para quienes vengan del modelo anterior, con refinamientos más que con cambios drásticos.

Procesador, cámaras y otras especificaciones clave

A nivel interno, la serie Galaxy S26 apunta alto. En la parte de procesadores, prácticamente se da por hecho que el Snapdragon 8 Elite Gen 5 será el cerebro del modelo Ultra, según la propia Qualcomm. Este chip sería el encargado de llevar al límite el rendimiento en mercados donde Samsung suele apostar por Snapdragon en la gama más alta.

El resto de modelos, especialmente fuera de algunos territorios, podrían incorporar el nuevo Exynos 2600 fabricado en 2 nm. Esta plataforma, junto con la GPU Xclipse 960 de diseño propio, se presenta como la oportunidad de Samsung para volver a competir tú a tú en potencia y eficiencia con Snapdragon y Apple, y para dar un paso importante hacia la independencia total en cuanto a GPU.

Cámara

En el apartado fotográfico, la tendencia es continuista pero refinada. El Galaxy S26 Ultra mantendría una configuración muy similar a la del S25 Ultra, con sensor principal de 200 MP, dos teleobjetivos (uno 3x y otro 5x) y un ultra gran angular. Otras filtraciones, citando fuentes europeas, hablan incluso de la reutilización directa de los sensores del S25 para contener costes en un mercado cada vez más presionado por Apple y Xiaomi.

El modelo estándar o S26 Pro se movería en una combinación de 50 MP para la cámara principal, tele de 10 MP con zoom 3x y ultra gran angular de 12 MP. Si finalmente hay un S26 Edge con aspiraciones fotográficas más altas, se ha llegado a mencionar un sensor principal de 200 MP acompañado de un ultra gran angular de 50 MP; si se opta por un S26+ más clásico, podría compartir sistema de cámaras con el modelo base.

Batería y carga

En batería y carga, el S26 Ultra presumiría de la carga más rápida vista en un Galaxy S hasta ahora, con 60 W, además de configuraciones de hasta 16 GB de RAM. En software, toda la familia llegaría con One UI 8.5, cargada de novedades visuales y funciones avanzadas ligadas a la inteligencia artificial.

IA, LLM integrado y la próxima gran batalla en los smartphones

Una de las filtraciones más interesantes no está tanto en el hardware físico como en el salto que Samsung planea en IA con la serie Galaxy S26. Se habla ya de que estos móviles integrarían un LLM (Large Language Model) propio o adaptado, pensado para tareas locales de inteligencia artificial.

Esta integración podría suponer una nueva fase en la guerra de la IA en smartphones, con funciones como asistentes más contextuales, generación de contenido en el dispositivo, traducciones más rápidas sin conexión y mejoras inteligentes tanto en fotografía como en productividad. En combinación con los avances del Exynos 2600 y su nueva GPU Xclipse, Samsung busca depender cada vez menos de terceros y ofrecer un ecosistema más cerrado y optimizado.

Todo esto se enmarca en un contexto donde la marca ya compite con Apple, Xiaomi, Google y otros fabricantes que están integrando IA generativa y modelos avanzados en sus buques insignia. El Galaxy S26, con su juego de colores llamativos y su potencia interna, podría ser el escaparate donde Samsung muestre su visión de “móvil con IA de verdad”.

Fecha estimada de presentación y lanzamientos previstos

Si miramos al calendario, Samsung lleva años presentando su serie Galaxy S durante el primer trimestre del año, normalmente en enero, para ponerlos a la venta a inicios de febrero. Así fue con los Galaxy S24 y S25, ambos revelados a mediados-late enero.

Para el Galaxy S26, varias fuentes apuntan a que la presentación podría repetirse a finales de enero, con disponibilidad comercial entre finales de ese mes y las dos primeras semanas de febrero. Sin embargo, algunas filtraciones desde medios asiáticos sugieren un posible retraso, hablando de un evento el 25 de febrero en San Francisco y un lanzamiento comercial ya metido en marzo.

En cualquier caso, la estrategia global de Samsung seguirá dividiendo el año en dos grandes citas: Galaxy S a comienzos de año y Galaxy Z (Fold y Flip) en verano, entre julio y agosto, momento en el que la marca renueva sus plegables.

En el plano comercial, hay rumores sólidos de que Samsung mantendría los precios de la familia S26 muy alineados con los de la S25, en parte para no descolgarse frente al coste de los iPhone 17, que se ha mantenido estable. Esta contención de precios explicaría por qué se reciclan ciertos módulos de cámara en el modelo estándar, mientras se centran las grandes novedades en chip, IA y diseño.

Ultimas consideraciones

Con todo el aluvión de filtraciones, rumores y maquetas, los colores del Samsung Galaxy S26 y, especialmente, del S26 Ultra se han convertido en un auténtico termómetro de la estrategia de la marca: más opciones llamativas (morado, naranja/melocotón, Bluegreen), reordenación de los negros (adiós Titanium Black, hola Jet Black unificado), posibles exclusivos en la tienda online y una estética de cámaras en isla que busca diferenciarse sin romper con el ADN de la familia Galaxy S.

A esto se suman un hardware muy ambicioso con Exynos 2600 y Snapdragon 8 Elite Gen 5, mejoras en carga rápida, la promesa de IA avanzada con LLM integrado y un calendario que, salvo sorpresa, colocará a los S26 como uno de los lanzamientos más importantes del año en telefonía móvil. Comparte la información y más personas conocerán las novedades y diseños del Samsung Galaxy S26.

Si usas Home Assistant a diario para controlar tu casa, la última gran actualización viene cargadita de cambios que van bastante más allá de un simple lavado de cara. En esta versión se estrenan Home Assistant Labs, un nuevo sistema de automatizaciones más intuitivo y un panel de energía en tiempo real, además de ajustes importantes en dashboards, integración con móviles y un buen puñado de servicios nuevos.

Al mismo tiempo, hay modificaciones que no son nada menores: se abandona el soporte para sistemas de 32 bits, se retiran varias integraciones antiguas y se avisa de un cambio de sintaxis en las plantillas que obligará a revisar configuraciones antes de que llegue la siguiente gran etapa. Vamos a verlo todo con calma para que tengas claro qué ganas con la actualización y qué debes revisar antes de darle al botón de actualizar.

Antes de actualizar: copias de seguridad y cambios bloqueantes

Lo primero que conviene tener en mente es que esta versión introduce modificaciones profundas que pueden romper parte de tu instalación si no te preparas. No es el típico parche menor: hay integraciones que desaparecen, arquitecturas que dejan de soportarse y plantillas que se van a quedar obsoletas.

Por eso, la recomendación sensata es no actualizar el mismo día que sale la versión y esperar unos días a que aparezcan posibles correcciones de bugs. Durante esas primeras jornadas suelen liberarse revisiones menores que pulen fallos detectados por la comunidad más impaciente.

Antes de actualizar, es casi obligatorio que hagas una copia de seguridad completa o un snapshot de tu instancia. Si estás virtualizando Home Assistant en Proxmox, Virtualization Station de QNAP, VMware u otro hipervisor, aprovecha sus opciones de snapshot para poder volver atrás si algo sale del revés. Esta precaución te puede ahorrar muchos dolores de cabeza.

También es muy importante que revises el listado oficial de cambios de la versión en la web de Home Assistant, donde se detallan todas las integraciones que se eliminan, las que cambian de comportamiento y las que requieren ajustes. Una lectura atenta de esas notas te dirá si alguna de tus configuraciones críticas está en peligro.

Home Assistant Labs: el laboratorio oficial de nuevas funciones

La gran estrella de esta versión es el nuevo Home Assistant Labs, un apartado pensado como laboratorio para probar funciones en fase avanzada pero aún experimentales. Lo encontrarás dentro de Configuración > Sistema > Labs, desde donde podrás activar o desactivar cada módulo que los desarrolladores vayan publicando.

La idea no es ofrecer funciones a medio hacer, sino módulos razonablemente maduros que necesitan validación real en instalaciones de usuarios. Tú los activas, los pruebas, reportas tu experiencia y, en función del feedback de la comunidad, acabarán convirtiéndose en opciones oficiales o desaparecerán sin dejar rastro. Eso sí, no se recomienda usarlos en entornos críticos de producción.

Un detalle tranquilizador es que, al habilitar determinadas opciones de Labs, el propio sistema puede sugerirte crear una copia de seguridad antes del cambio. Y si no te convence el resultado, puedes desactivar la característica sin necesidad de reiniciar toda la instancia, minimizando el riesgo.

Modo invierno: nieve en tus paneles

Para estrenar este espacio de pruebas, los desarrolladores han añadido un simpático modo invierno que hace caer copos de nieve sobre tus dashboards. Está inspirado en proyectos de la comunidad y se centra únicamente en la parte estética.

Esta función, que encuentras dentro de Labs, no aporta nada funcional a nivel de automatizaciones o sensores; simplemente convierte la interfaz en un panel con ambiente navideño, ideal para tabletas de pared en el salón cuando se acercan las fiestas. Es un guiño visual que hace que la experiencia sea un poco más divertida.

Nuevo sistema de automatizaciones: disparadores y condiciones por objetivos

Uno de los puntos donde más se ha trabajado en esta versión es en simplificar drásticamente la creación de automatizaciones, uno de los aspectos que más suele atragantarse a los nuevos usuarios y, a la vez, el corazón mismo de cualquier instalación domótica avanzada.

Hasta ahora, montar una automatización implicaba pensar en términos de estados y valores numéricos: si la entidad tal pasa de off a on, si el valor del sensor de temperatura supera X grados, si el atributo tal cambia… Esto es muy potente, pero poco intuitivo para quien solo quiere que se encienda una luz cuando entra en una habitación.

Con las nuevas funciones de Labs, se introduce el concepto de “disparadores y condiciones específicos para cada propósito”. En lugar de pelearte con estados abstractos, puedes construir automatizaciones con frases del tipo “Cuando se enciende una luz” o “Si la temperatura es mayor que X”, pensadas desde el uso real y no desde el modelo interno de datos.

La pestaña «Objetivos» en el editor de automatizaciones

Al activar la función beta correspondiente en Labs, aparece dentro de las automatizaciones una nueva pestaña llamada «Objetivos» en la sección «Cuando». Este panel organiza los posibles disparadores por zonas, plantas, etiquetas, áreas y tipos de dispositivos, de forma que puedas construir reglas partiendo de dónde y sobre qué quieres actuar.

En la práctica, esto te permite, por ejemplo, elegir un piso completo, una habitación o un conjunto de entidades marcadas con una etiqueta y dejar que Home Assistant Labs te sugiera los disparadores adecuados. Ya no necesitas recordar el nombre exacto de cada sensor o luz ni revisar listas interminables de entidades.

Este rediseño responde a una de las grandes quejas históricas de la comunidad: la complejidad al navegar por cientos de entidades distintas al crear automatizaciones. Ahora la interfaz guía el proceso desde los objetivos (qué quieres conseguir, dónde y con qué) y reduce enormemente la curva de aprendizaje.

Interfaz renovada para disparadores, condiciones y acciones

Este cambio se complementa con una nueva interfaz en columnas para añadir disparadores, condiciones y acciones. Cuando pulsas en “añadir disparador”, se abre un panel con categorías en la columna izquierda (por entidad, por estado, por hora, por evento, etc.) y, al seleccionar una, en la parte derecha se despliega una vista más completa con las opciones disponibles.

Además, se ha reordenado el editor para que condiciones y acciones se agrupen de forma más clara, distinguiendo mejor la parte central de la lógica de los bloques adicionales. Aunque a nivel funcional los cambios no son tan radicales, leer y mantener automatizaciones complejas ahora es bastante más cómodo.

Otra ventaja interesante es que el sistema muestra qué entidades concretas se verán afectadas por una acción basada en áreas. Por ejemplo, si configuras “Encender luces” y eliges un área determinada, verás qué luces y dispositivos van a intervenir, organizados visualmente, lo que facilita muchísimo revisar el impacto de cada automatización.

Reorganización de plantas, zonas y dashboards más inteligentes

La organización espacial de la vivienda dentro de Home Assistant Labs también recibe un repaso importante. Ahora puedes definir el orden de las plantas y de las zonas para que aparezcan como tú quieras en los diferentes menús, incluyendo el editor de automatizaciones con Objetivos y los paneles integrados.

Desde la configuración de zonas, etiquetas y ubicaciones, es posible arrastrar y soltar para colocar cada planta y habitación en un orden lógico que refleje mejor el plano real de la casa. Estos cambios se aplican de forma automática en todos los dashboards que usan esa estructura.

El panel «Inicio» se refuerza y pasa a considerarse un dashboard integrado de pleno derecho, con una nueva barra lateral de accesos directos y un diseño mejor aprovechado. Se añade también al editor de paneles una función de deshacer/rehacer con un histórico amplio (hasta 75 pasos), heredada del editor de automatizaciones, lo que permite experimentar sin miedo a dejar el panel hecho un desastre.

Panel de control por defecto y configuración por usuario

Otra mejora muy práctica es la posibilidad de definir un dashboard predeterminado a nivel de sistema que se aplica automáticamente a todos los usuarios. Este panel aparece en la parte superior de la barra lateral, sustituyendo al panel de control genérico que venía por defecto.

Al mismo tiempo, cada usuario mantiene la opción de anular esa configuración global desde su perfil y escoger su propio tablero preferido. Esto es ideal para entornos donde conviven varias personas con necesidades distintas: un panel sencillo para los niños, otro más completo para los adultos, o un panel específico para la tablet de la entrada.

En las tarjetas de los dashboards también se introduce una gestión más inteligente de los nombres. Ahora puedes indicar que el título de una tarjeta se genere de forma dinámica a partir del nombre del dispositivo, del área o de la entidad, en el orden que tú definas. De este modo, si cambias un dispositivo de habitación, el nombre del mosaico se actualiza automáticamente sin tener que editarlo a mano.

Panel de Energía: potencia en tiempo real y agua por usos

El dashboard de Energía, que ya era uno de los más utilizados para seguir kWh consumidos y producidos, da un salto muy notable con la posibilidad de mostrar potencia instantánea y desglosar mejor otros recursos.

Hasta ahora, la vista se centraba sobre todo en energía acumulada (kWh) en distintos periodos. Con esta versión, puedes configurar sensores de potencia que indiquen cuántos vatios está demandando la vivienda en cada momento, o cuánta potencia se está exportando a la red o generando con placas solares.

Una vez configurados estos sensores —por ejemplo, con dispositivos como Shelly EM u otros medidores en carril DIN o gateways de inversores—, en el apartado «Fuentes de energía» y en la pestaña «Ahora» del panel de Energía podrás ver la curva de potencia en tiempo real a lo largo del día. Encender el horno, iniciar una secadora o activar un punto de carga de coche eléctrico se refleja instantáneamente en el gráfico.

Este enfoque hace que muchos dashboards personalizados construidos para ver consumos en vivo se vuelvan innecesarios, ya que el panel de Energía cubre ahora esa necesidad de forma nativa. Si además dispones de baterías, verás con claridad los tramos donde la casa tira de acumulación y el consumo de red se queda a 0 W.

Contadores descendentes y desglose de agua

El apartado de agua también se refuerza con la introducción de contadores “descendentes” o secundarios que permiten desglosar el consumo por usos. Además del contador principal de agua, puedes definir sub-contadores para riego del jardín, piscina, descalcificador, etc.

El dashboard representará estos datos con diagramas de tipo sankey que distribuyen el consumo total entre los diferentes usos, de manera similar a cómo ya se hace con las distintas fuentes y destinos de energía. Para un instalador o un usuario avanzado, esto permite detectar muy rápidamente dónde se está yendo el agua y plantear mejoras concretas.

Para dar cabida a toda esta información, el panel de Energía adopta una interfaz con pestañas separadas para energía, potencia, agua, gas y otros recursos. Si solo usas electricidad, no notarás grandes cambios; pero en instalaciones mixtas con varios recursos monitorizados, el panel gana bastante en claridad.

Nuevas integraciones y mejoras en las existentes

Como en cada versión importante, llega un buen lote de integraciones nuevas. Entre las que destacan, se encuentran Backblaze B2, nuevas integraciones de Google, soporte ampliado para Philips Hue BLE y Xbox, así como dispositivos de fabricantes específicos.

La integración con Backblaze B2 permite usar este servicio como almacenamiento en la nube para copias de seguridad directamente desde Home Assistant Labs, lo que facilita tener backups externos sin depender de soluciones caseras. En el lado de Google, aparecen conectores para Google Weather and Google Air Quality, ofreciendo datos de tiempo y calidad del aire más completos (condiciones actuales, previsiones horarias y diarias, índices de polución, etc.).

En iluminación, se refuerza el soporte para Philips Hue a través de Bluetooth (Philips Hue BLE), clave para aprovechar bombillas que no se conectan necesariamente vía puente tradicional. También se incorpora una integración oficial para Xbox, que permite controlar la consola y usar su estado como disparador en automatizaciones. A esto se suman integraciones como Airobot y Essent, esta última orientada a precios dinámicos de electricidad y gas en determinados mercados.

En cuanto a las integraciones ya existentes, varias reciben mejoras significativas. ESPhome y Shelly siguen evolucionando, con esta última alcanzando el nivel de calidad “platino”, lo que da bastante confianza para su uso intensivo en instalaciones profesionales. Shelly además incorpora más capacidades vía Bluetooth para la configuración inicial de dispositivos.

También se actualizan integraciones como Tuya, Reolink, el monitor del sistema (que ahora expone sensores de ventiladores), Prometheus y varios conectores de IA. Entre las novedades de inteligencia artificial, se añade soporte para OpenAI con el modelo GPT-5.1 y se mejora la integración con Anthropic, ampliando las opciones para asistentes conversacionales y automatizaciones basadas en lenguaje natural.

IA y Home Assistant Companion para Android

Para quienes ya utilizan funciones de IA y asistentes de voz integrados en Home Assistant, el panel de depuración se vuelve bastante más útil. Ahora puedes inspeccionar con detalle el mensaje de sistema enviado al modelo, las herramientas que ha llamado y el razonamiento que ha seguido para generar la respuesta.

Esto significa que será más fácil entender por qué la IA ha ignorado una entidad, ha elegido otra acción o no ha respondido como esperabas. Es una mejora muy agradecida para quienes están construyendo asistentes domésticos personalizados o flujos complejos apoyados en modelos de lenguaje.

Por el lado móvil, la aplicación Home Assistant Companion para Android se integra mejor con el ecosistema del teléfono y de Android Auto. Desde el cuadro de “más información” de una entidad, puedes añadirla directamente como widget en la pantalla de inicio o marcarla como favorita en Android Auto, sin tener que irte al menú de configuración de la app.

En la práctica, esto permite que, tras crear una automatización de climatización o seguridad, expongas el termostato principal, la puerta del garaje o el portal de casa como accesos directos en el móvil o en el coche con unos pocos toques, algo perfecto para usuarios menos técnicos.

Experiencia de actualización: barra de progreso y mejoras internas

Un pequeño detalle muy esperado: cuando actualizas Home Assistant o un complemento, ahora verás una barra de progreso con porcentaje real del estado de la instalación. Hasta ahora solo se mostraba un escueto “Instalando…” y resultaba difícil saber si el proceso se había quedado colgado o estaba avanzando.

En segundo plano, se continúa trabajando en mejorar la estabilidad y la mantenibilidad del sistema. Hay ajustes en el subsistema de logs pensados para reducir escrituras en tarjetas microSD, algo clave para alargar la vida útil en instalaciones sobre Home Assistant OS. Los registros siguen siendo accesibles desde la interfaz web, pero se minimiza su impacto en la parte de sistema operativo.

Cambios críticos que pueden romper tu instalación

Más allá de las novedades atractivas, esta versión trae tres grandes cambios que pueden afectar seriamente a instalaciones existentes: eliminación de integraciones, fin de soporte para 32 bits y cambio de sintaxis en plantillas.

En primer lugar, el equipo ha decidido retirar varias integraciones que tenían baja adopción o problemas de mantenimiento. Entre las más llamativas están las de Domino’s Pizza y Flick Electrick. También desaparecen algunas integraciones que ya no encajan con los métodos de instalación soportados actualmente, como ciertos rastreadores Bluetooth, TAZAS, Decora, detección e identificación facial con dlib, sensores de temperatura Eddystone y otras. Es fundamental revisar la lista oficial para comprobar si utilizas alguna de ellas.

Segundo, los métodos de instalación en arquitecturas de 32 bits dejan de recibir actualizaciones y parches de seguridad. Si tu instancia sigue corriendo en un equipo de este tipo, estás ante una prioridad absoluta: debes planificar cuanto antes la migración a una arquitectura soportada (por ejemplo, 64 bits) para no quedarte congelado en una versión vulnerable y sin soporte.

Ultimas consideraciones

Por último, se anuncia que a partir de la versión 2026.6 las plantillas que no usen la nueva sintaxis de Home Assistant dejarán de funcionar. En esta versión que estamos tratando, el sistema comenzará a mostrar avisos (“warnings”) indicando qué plantillas se consideran antiguas y necesitan ser actualizadas.

La recomendación es dedicar algo de tiempo a revisar todas las plantillas que tengas en tu configuración, automatizaciones y dashboards, compararlas con la documentación oficial de templates de Home Assistant y adaptarlas a la sintaxis actual. Si lo dejas para el último momento, puedes encontrarte con que una futura actualización te desactiva buena parte de tu lógica de automatización de golpe.

Con todo este conjunto de cambios, esta versión de Home Assistant Labs se convierte en una actualización especialmente potente: Labs abre la puerta a experimentar con funciones avanzadas como las automatizaciones por objetivos, los dashboards ganan orden y flexibilidad, el panel de Energía se acerca a una herramienta profesional y las nuevas integraciones e IA refuerzan el ecosistema, pero al mismo tiempo exige revisar hardware, integraciones antiguas y plantillas para asegurar que tu instalación siga funcionando sin sobresaltos en los próximos meses. Comparte esta información y más usuarios sabrán sobre Home Assistant Labs.

Si últimamente al abrir el icono del sol con la G en tu Android ya no ves la clásica pantalla a todo color con la ranita Froggy a lo grande, no es cosa tuya: Google está cambiando silenciosamente la forma de consultar el tiempo en el móvil. Lo que durante años se ha sentido como una app de clima integrada en Android se está transformando en un simple módulo dentro de Google Search.

Este giro afecta sobre todo a quienes no tienen un Google Pixel y dependían de esa «pseudo-app» del tiempo que se anclaba en la pantalla de inicio. Ahora, ese acceso directo empieza a lanzar la búsqueda de Google con el pronóstico como bloque destacado, dejando atrás la vieja experiencia a pantalla completa. Al mismo tiempo, Google empuja su modelo de IA para meteorología y la app Pixel Weather, y recorta presencia de Google Weather en Wear OS para ir aligerando catálogo de aplicaciones.

La vieja experiencia del tiempo en Android: una pseudo-app camuflada

Durante años, la única forma oficial de muchos usuarios de Android de ver el pronóstico ha sido guardar un acceso directo del tiempo en la pantalla de inicio desde la app de Google. A simple vista parecía una aplicación independiente, con su icono de sol y la G, pero en realidad era una extensión de la Búsqueda de Google con ropa de app meteorológica.

Al tocar ese icono se abría una interfaz a pantalla completa con una barra de búsqueda en la parte superior que permitía cambiar entre ubicaciones guardadas y buscar nuevas ciudades al vuelo. Bajo esa barra reinaba Froggy, la famosa rana de Google, mostrando la temperatura actual, la máxima y la mínima del día, el estado del cielo y la sensación térmica, con ilustraciones distintas según hiciera sol, lluvia, nieve o niebla.

La pantalla se completaba con un carrusel horizontal con el pronóstico por horas, donde se podía deslizar para ver cómo evolucionaría el tiempo a lo largo del día, y una lista en vertical con la previsión para los próximos diez días. Desde esa lista se accedía a más detalles para cada jornada, de forma bastante cómoda para quienes trataban el tiempo casi como si fuera una app nativa más del móvil.

Por debajo de las condiciones actuales se organizaban varias tarjetas dedicadas a datos específicos: viento, humedad, índice ultravioleta, presión atmosférica y horarios de amanecer y atardecer. Además, existía una tarjeta de detalle por horas con gráficos de precipitaciones, viento y humedad, muy útil para hacerse una idea rápida de cómo iba a ir cambiando el día, por ejemplo para saber cuándo iba a llover con más intensidad.

Esta experiencia recibió su último gran lavado de cara en 2023, justo cuando Google preparaba el lanzamiento de Pixel Weather como app de tiempo exclusiva de los teléfonos Pixel. Desde entonces, la interfaz genérica de Google Weather apenas se actualizaba, con cambios muy puntuales y la sensación evidente de que la compañía no quería seguir manteniendo dos experiencias meteorológicas paralelas.

Adiós a la interfaz clásica: el acceso directo apunta a Google Search

En las últimas semanas, muchos usuarios han empezado a notar que el atajo del tiempo en la pantalla de inicio ya no se comporta como antes. En lugar de abrir la vista tipo app a pantalla completa, ahora lanza directamente una página de resultados de Google Search donde el bloque del tiempo aparece bien destacado en la parte superior, pero compartiendo espacio con noticias, enlaces y otros módulos.

Para algunos móviles incluso ha aparecido un mensaje claro avisando de que «la página del tiempo se ha movido» y de que el acceso de la pantalla de inicio ahora te lleva a la Búsqueda de Google. Es decir, no se trata de un error puntual, sino de un cambio planificado que Google está activando de forma progresiva desde sus servidores.

Esta decisión encaja completamente con la estrategia de la empresa de centralizar la experiencia meteorológica en su buscador, que recibe actualizaciones con mucha más frecuencia que la vieja interfaz tipo aplicación. Mantener esa especie de híbrido que vivía dentro de la app de Google suponía duplicar esfuerzos y tener dos productos solapados con funciones casi idénticas.

Por ahora, el cambio no es totalmente uniforme en todos los Android: en algunos dispositivos sigue apareciendo el botón de «Ver todos los detalles» que abre la antigua Weather, mientras que en otros la migración ya es completa y ese acceso ha desaparecido. Es un despliegue escalonado, de modo que durante un tiempo conviven ambos modelos según la región, el móvil y hasta la cuenta de Google.

En la práctica, esto significa que el tiempo deja de ser una pantalla independiente aislada del resto y pasa a mostrarse como un módulo más dentro de la página de resultados, teniendo que convivir con la barra de direcciones, menús del navegador y otros contenidos como mapas, webs de meteorología y vídeos relacionados.

Así es la nueva interfaz del tiempo dentro de Google Search

Para que la transición no se sienta como una simple pérdida, Google ha rediseñado por completo la presentación del tiempo dentro de la búsqueda móvil, tanto en la app de Google como en el navegador. Esta nueva experiencia también se ve desde iOS si se busca algo del tipo «tiempo en Madrid» o «clima».

La nueva vista arranca con una tarjeta principal con fondo de Froggy, que sigue siendo el personaje protagonista y cambia de pose y escenario según haga sol, llueva o nieve. En esa tarjeta se concentran los datos básicos: temperatura actual, descripción del estado del cielo (despejado, nublado, lluvia, etc.) y sensación térmica.

Una de las grandes novedades es que el pronóstico por horas se coloca ahora justo por encima de Froggy, en una franja horizontal que permite deslizar para consultar la evolución de la jornada. Ahí se muestran temperatura, probabilidad de lluvia u otros parámetros horarios, y estos datos quedan más a mano sin necesidad de saltar a otra pantalla.

Debajo de la tarjeta principal se sitúa el pronóstico a 10 días en formato de carrusel, que sustituye a la clásica lista vertical. Cada día enseña la máxima, la mínima y un icono de condiciones meteorológicas, y al pulsar sobre uno de ellos se actualiza el bloque horario superior para centrarse en esa jornada concreta, con lo que se mantiene una especie de línea de tiempo interactiva.

Más abajo, aparecen organizados los módulos de Precipitaciones, Viento, Humedad y Calidad del aire como secciones o listas expandibles. Al desplegarlos, se muestran gráficos y datos por horas en el caso de lluvia, viento y humedad, además de una barra de índice AQI que indica de forma visual si la calidad del aire es buena, moderada o directamente mala para la salud.

Con este esquema, el usuario sigue teniendo acceso prácticamente a los mismos datos que ofrecía la interfaz clásica —incluidos gráficos de lluvia por horas y detalles de viento y humedad—, pero empacados en un formato más compacto e integrado con el resto de resultados. A cambio, la vista se percibe algo más apelotonada y menos limpia, al estar rodeada de la barra de búsqueda, pestañas del navegador y otros módulos del buscador.

Para quienes valoraban una app del tiempo dedicada y sin distracciones, esta integración puede sentirse como un paso atrás en comodidad visual, sobre todo en móviles pequeños donde cada píxel cuenta. En cambio, hay usuarios que agradecen no tener que instalar nada más: abren la app de Google, escriben «tiempo» o el nombre de su ciudad y lo tienen todo ahí, junto con mapas, noticias y otras fuentes.

Pixel Weather, Wear OS y la simplificación del catálogo de apps

Mientras se integra el tiempo en Search para la mayoría de Android, los dueños de un móvil de Google siguen contando con Pixel Weather, la app nativa y exclusiva para los Pixel. Esta aplicación ha ido ganando protagonismo justo cuando la experiencia genérica incluida en la app de Google se quedaba cada vez más congelada en el tiempo.

La coexistencia de Pixel Weather en los Pixel y la pseudo-app accesible desde la búsqueda para el resto de Android creaba una situación curiosa: dos experiencias diferentes según el tipo de dispositivo, con diseños, ritmos de actualización y funciones que no siempre coincidían. Con el movimiento actual, el mensaje es mucho más claro: fuera del ecosistema Pixel, el tiempo se consulta en Search; dentro, la solución de referencia es la app nativa.

En el terreno de los relojes inteligentes pasa algo similar. La aplicación Google Weather para Wear OS ha dejado de estar disponible para nuevas instalaciones en la tienda. Quienes ya la tenían descargada pueden seguir usándola de momento, pero la idea de Google es que los usuarios recurran a la app de tiempo preinstalada por cada fabricante de su reloj en lugar de depender de la solución propia de Google.

Este patrón refleja la estrategia general de la compañía de reducir servicios duplicados y simplificar el catálogo. Google concentra sus esfuerzos en Search y en unas pocas apps clave (como Pixel Weather) y deja que los fabricantes y desarrolladores terceros completen la experiencia meteorológica con sus propias aplicaciones del tiempo nativas y widgets personalizados.

La nueva ola de diseño y las críticas a la antigua app del tiempo

El cambio no se entiende solo por estrategia de producto; también influye que la interfaz antigua de la app del tiempo estaba muy desfasada. Muchos usuarios se quejaban de que era lenta en cargar, sin modo oscuro, con gráficos anticuados y con muy pocas opciones de personalización comparada con otras apps de meteorología del Play Store.

De hecho, algunos diseñadores llegaron a crear prototipos alternativos de app de tiempo para Android, basados en Material Design 3, donde proponían mostrar más información relevante de un vistazo, añadir indicadores como el ciclo lunar o mapas de lluvia y permitir que ciertos datos se consultasen incluso sin conexión a Internet, almacenando la predicción para que el widget no quedase vacío si en un momento dado no había datos móviles.

Entre las ideas de estos conceptos figuraba la posibilidad de que el usuario configurase qué datos quiere ver primero según sus necesidades o la época del año: velocidad del viento para quien hace vela o kitesurf, índice UV en verano, nivel de polen, calidad del aire para personas sensibles, etc. Este tipo de propuestas ponían en evidencia lo mucho que se había quedado atrás la experiencia oficial de Google Weather frente a otras alternativas más modernas.

Por su parte, Google ya había dado un primer paso al renovar la vista del clima en la búsqueda móvil antes de activar el cambio de comportamiento del acceso directo. En ese rediseño, la temperatura actual pasaba a ser más protagonista, la sensación térmica y los datos de precipitación, humedad y viento se ordenaban de forma más clara, y el bloque de pronóstico a 10 días ganaba estructura. Es sobre esta base sobre la que se apoya ahora la nueva experiencia integrada.

IA para el tiempo: WeatherNext 2, MetNet-3 y mejores predicciones

En paralelo a los cambios de interfaz, Google está reforzando toda su infraestructura de predicción meteorológica con modelos de IA. Uno de los últimos anuncios es WeatherNext 2, un modelo que la compañía presenta como un gran salto frente a la generación anterior tanto en velocidad de cálculo como en resolución de las previsiones.

Según datos compartidos por Google, WeatherNext 2 supera al modelo previo en el 99,9 % de las variables meteorológicas evaluadas —como temperatura, humedad o viento—, produciendo resultados más precisos y oportunos. La clave está en que es capaz de generar cientos de escenarios posibles en menos de un minuto a partir de un único estado inicial, utilizando únicamente un chip TPU de Google, en lugar de depender de grandes superordenadores como los modelos físicos tradicionales.

Esta capacidad de simular múltiples escenarios es vital porque las predicciones deben contemplar desde los casos más probables hasta los peores escenarios, que son precisamente los más importantes a la hora de tomar decisiones y planificar medidas de seguridad. Además, WeatherNext 2 permite hacer predicciones de alta resolución con precisión de hasta una hora, lo que se traduce en información más útil para el usuario final.

El modelo se basa en una arquitectura llamada Functional Generative Network (FGN), que introduce variabilidad «realista» en sus simulaciones inyectando ruido directamente en la estructura del modelo. De esta manera se obtienen previsiones que reflejan mejor la incertidumbre inherente al clima sin perder coherencia física.

WeatherNext 2 ya está disponible para investigadores y empresas a través de plataformas como Earth Engine, BigQuery y Vertex AI, con el objetivo de fomentar tanto la investigación científica como la toma de decisiones basada en datos. Para los usuarios de a pie, sus beneficios llegan de forma transparente: la app del tiempo de los Pixel, la búsqueda de Google, Gemini y Google Maps irán incorporando estas mejoras, ofreciendo pronósticos más rápidos y ajustados, especialmente en la previsión horaria.

Además de WeatherNext 2, Google trabaja con modelos como MetNet-3 y tecnologías de nowcasting capaces de proporcionar datos muy precisos sobre lluvia, nieve o granizo en regiones como Estados Unidos y varios países europeos. Aunque la cobertura regional se amplía progresivamente, el objetivo es que toda esta potencia de IA esté por debajo de la experiencia visible de Search y Pixel Weather, mejorando la calidad sin que el usuario tenga que hacer nada distinto.

El papel de la nueva app Tiempo de Google y su vínculo con el reloj

Antes de este gran viraje hacia Search, ya había señales de que Google quería separar la predicción del tiempo en una app independiente dentro de Android. En la versión 7.5 de la app Reloj de Google se descubrieron referencias a un nuevo paquete llamado com.google.android.apps.weather, es decir, una aplicación específica para el tiempo distinta de la experiencia integrada en la app de Google.

Esta nueva app seguiría las líneas de Material You para integrarse mejor con Android y ofrecer actualizaciones independientes, un rendimiento más sólido y un comportamiento más coherente con el resto del sistema. Uno de los objetivos era solucionar algunas pegas de la experiencia anterior, como el widget que solo llevaba al pronóstico de la ubicación actual, algo incómodo si sueles consultar el clima en distintas ciudades.

Según las pistas encontradas, el icono de esta app sería similar al de la app de tiempo de Wear OS, que ya funciona como aplicación separada en los relojes. Integrada con la app de Reloj, permitiría ver directamente desde la pantalla del reloj del móvil la temperatura actual, las máximas y mínimas y estados como día despejado, nuboso, ventisca o llovizna, entre otros muchos.

La expectativa era que esta app estuviera disponible antes del lanzamiento de dispositivos como la Pixel Tablet y el Pixel Fold, sirviendo como base de una experiencia de tiempo más homogénea entre el propio sistema, los widgets, el reloj y, posteriormente, la integración con Search. Aunque el despliegue ha ido cambiando de forma algo caótica, el mensaje de fondo es claro: Google quiere un ecosistema de tiempo más modular y fácil de mantener.

Impacto en el día a día del usuario y alternativas

El rediseño del tiempo en Google Search ya se puede ver en la mayoría de móviles Android y también desde iOS, y aunque pueda parecer un ajuste menor, afecta a rutinas muy asentadas como mirar el pronóstico casi sin pensar antes de salir de casa o programar un viaje.

Para quienes valoraban tener una app del tiempo limpia, dedicada y a pantalla completa, la desaparición de la interfaz clásica es un pequeño fastidio. La nueva vista, al estar incrustada en la página de resultados, puede transmitir sensación de ruido visual, con demasiados elementos alrededor, sobre todo en pantallas pequeñas y para quienes usan el pronóstico varias veces al día.

Es probable que algunos usuarios empiecen a instalar apps de tiempo de terceros, buscando widgets más completos, alertas de lluvia en tiempo real, notificaciones personalizadas, temas oscuros bien trabajados o incluso funciones curiosas como mapas de rayos, niveles de polen o información detallada de calidad del aire.

Por otro lado, hay un grupo de usuarios que ve claro el beneficio: no hay que acumular más aplicaciones ni preocuparse por si se actualizan o no. Basta con abrir Google o el navegador, escribir «tiempo» o el nombre de la ciudad, y toda la información relevante aparece en un mismo lugar, integrada con mapas, noticias, gráficos y otras fuentes especializadas.

En el fondo, este movimiento refleja la apuesta de Google por reducir servicios solapados y concentrar esfuerzos en experiencias que pueda mantener a largo plazo, aunque eso implique renunciar a una app clásica que, con la rana Froggy en primer plano y un panel totalmente dedicado al cielo de ese día, se había ganado un hueco en la rutina diaria de millones de personas.

Con todos estos cambios —la desaparición progresiva de la pseudo-app del tiempo en Android, la integración en Google Search, el refuerzo de Pixel Weather, la retirada de Google Weather en Wear OS para nuevos usuarios y la llegada de modelos de IA como WeatherNext 2 y MetNet-3—, queda claro que el centro de mando del clima en el ecosistema de Google pasa a ser la propia búsqueda, mientras que cada usuario deberá decidir si se queda con esta experiencia unificada o prefiere apostar por aplicaciones de terceros más especializadas para seguir consultando el tiempo cada mañana a su manera. Comparte esta guía y más personas sabrán cómo gestionar la app del tiempo en Android.

Si usas a diario un móvil Android para banca online, redes sociales o criptomonedas, te interesa tomar muy en serio lo que vas a leer. En los últimos meses han aparecido varias familias de malware extremadamente avanzadas —FvncBot, SeedSnatcher y una versión mejorada de ClayRat— que están llevando los ataques móviles a otro nivel, mezclando ingeniería social, control remoto del dispositivo y robo masivo de datos sensibles.

Lejos de aquellos virus que solo metían publicidad molesta, estos troyanos son capaces de tomar el control casi total del teléfono, vaciar monederos cripto, robar credenciales bancarias y espiar a la víctima con una sofisticación comparable (o superior) a muchos ataques de escritorio. Vamos a ver de forma clara, pero detallada, cómo funcionan, qué técnicas tienen en común y qué puedes hacer para no acabar con tu móvil al servicio de los atacantes.

Un panorama de amenazas móviles cada vez más agresivo

El ecosistema Android es gigantesco, con miles de millones de dispositivos que gestionan pagos, autenticaciones 2FA, comunicaciones privadas y acceso a sistemas corporativos. Esa omnipresencia ha convertido a Android en el objetivo favorito de bandas criminales, estafadores financieros y grupos APT con posible respaldo estatal.

Los laboratorios de seguridad como Intel 471, CYFIRMA o Zimperium han documentado una evolución acelerada del malware para Android, donde ya no se apunta solo al usuario doméstico. Cada vez más campañas se centran en empleados de empresa, perfiles con acceso privilegiado o usuarios que manejan grandes cantidades de dinero en banca y criptomonedas.

En este contexto han ganado protagonismo tres familias concretas: FvncBot, SeedSnatcher y ClayRat. Cada una está especializada en un ámbito (banca tradicional, criptoactivos o espionaje persistente), pero comparten un enfoque común: pasar desapercibidas, abusar de funciones legítimas de Android —sobre todo accesibilidad y superposiciones de pantalla— y exfiltrar la máxima información posible mientras mantienen el control del dispositivo.

Los atacantes han perfeccionado el uso de apps dropper ofuscadas, servicios de cifrado como apk0day, canales de mensajería como Telegram y dominios de phishing muy pulidos que imitan a la perfección webs y aplicaciones populares (YouTube, WhatsApp, apps de taxi, monederos cripto, etc.). Para un usuario medio, diferenciar una app legítima de una manipulada es cada vez más complicado.

FvncBot: troyano bancario con control remoto tipo VNC

FvncBot es un troyano bancario y RAT para Android desarrollado desde cero, sin reciclar código filtrado de otros malware como ERMAC. Su principal campaña pública se centra en usuarios de banca móvil de mBank en Polonia, donde se hace pasar por una supuesta aplicación de seguridad oficial asociada al banco.

La aplicación fraudulenta actúa como dropper protegido por un servicio de cifrado/ofuscación llamado apk0day, ofrecido por Golden Crypt. Este servicio empaqueta el código de forma que el análisis estático y la detección por firmas sean mucho más difíciles. Nada más abrir la app, se muestra un aviso para instalar un aparente “componente de Google Play” destinado a mejorar la estabilidad o seguridad del sistema.

En realidad, ese componente es la carga útil de FvncBot. El malware aprovecha un enfoque basado en sesiones para saltarse las restricciones que Android 13 y versiones posteriores imponen al uso de servicios de accesibilidad por parte de apps descargadas fuera de Google Play. De este modo, incluso en versiones recientes del sistema consigue activar los permisos que necesita para ver y controlar casi todo en el dispositivo.

Una vez desplegado, FvncBot solicita al usuario que conceda permisos del servicio de accesibilidad. Si la víctima acepta, el troyano obtiene privilegios muy elevados: puede leer lo que aparece en pantalla, detectar qué aplicaciones se abren, simular toques y gestos, mostrar ventanas por encima de otras apps y registrar pulsaciones en formularios sensibles, como el inicio de sesión bancario o de servicios de pago.

Durante su ejecución, el malware envía eventos de registro a un servidor remoto bajo el dominio naleymilva.it.com. En las muestras analizadas se ha visto un identificador de compilación “call_pl”, que apunta a Polonia como país objetivo, y una versión configurada como “1.0-P”, lo que indica que se trata de una familia todavía en fase temprana de desarrollo y, por tanto, con margen para seguir añadiendo capacidades.

Tras registrar el dispositivo, FvncBot se conecta a su infraestructura de mando y control usando HTTP y el servicio Firebase Cloud Messaging (FCM). A través de estos canales recibe órdenes en tiempo real y puede modificar su comportamiento al vuelo, activando o desactivando módulos según el tipo de víctima o la campaña concreta.

Entre las capacidades que se han documentado destacan:

• Capacidad para iniciar o detener conexiones WebSocket que permiten el control remoto del dispositivo, deslizando, pulsando, haciendo scroll o abriendo aplicaciones como si el atacante tuviera el móvil en la mano.
• Exfiltración de eventos de accesibilidad, listado de apps instaladas e información del dispositivo (modelo, versión de Android, configuración del bot, etc.).
• Recepción de configuraciones específicas para desplegar superposiciones maliciosas a pantalla completa sobre apps seleccionadas, generalmente aplicaciones bancarias o de pago.
• Ocultación de esas superposiciones en el momento oportuno para que la víctima apenas perciba comportamiento extraño.
• Abuso de los servicios de accesibilidad para registrar pulsaciones de teclas y datos introducidos en formularios críticos.
• Uso de la API MediaProjection para retransmitir en tiempo real el contenido de la pantalla, lo que permite a los atacantes ver exactamente lo que hace el usuario, incluso en apps que bloquean capturas con la flag FLAG_SECURE.

Además, FvncBot dispone de un “modo texto” que le permite analizar el diseño y el contenido visible de la interfaz incluso cuando no se pueden hacer capturas convencionales. Así, puede inspeccionar campos de entrada, botones y mensajes de seguridad en aplicaciones especialmente protegidas.

Por ahora no hay confirmación pública sobre su método principal de distribución, pero, por similitud con otras familias de troyanos bancarios, es muy probable que se apoye en campañas de smishing (SMS de phishing), enlaces enviados por mensajería instantánea y tiendas de aplicaciones de terceros donde se suben clones maliciosos de apps conocidas o falsas herramientas de seguridad.

Aunque la configuración actual está orientada al usuario polaco de mBank, el diseño modular de FvncBot facilita que los atacantes adapten idioma, logotipos, plantillas de superposición e incluso entidades bancarias objetivo sin esfuerzo. No sería raro verlo mutar hacia campañas en otros países o contra bancos distintos en poco tiempo.

SeedSnatcher: robador de frases semilla y códigos 2FA

Si FvncBot centra su atención en la banca tradicional, SeedSnatcher apunta directamente al ecosistema cripto. Se trata de un infostealer para Android diseñado para robar frases semilla de monederos, claves privadas y cualquier información que permita tomar el control de carteras de criptomonedas, además de otros datos sensibles del dispositivo.

SeedSnatcher se distribuye principalmente a través de Telegram y otros canales sociales, camuflado bajo el nombre “Coin” u otras denominaciones que sugieren herramientas de inversión, apps de gestión de criptomonedas o accesos a promociones exclusivas. Los atacantes difunden enlaces a APK supuestamente legítimos en grupos públicos y privados relacionados con trading, NFTs o noticias de blockchain.

La aplicación maliciosa está diseñada para no levantar sospechas de entrada: suele pedir muy pocos permisos al instalarse, en especial acceso a SMS u opciones aparentemente inofensivas. Este enfoque ayuda a esquivar soluciones de seguridad que alertan ante peticiones masivas de permisos desde el primer arranque.

Sin embargo, en segundo plano, SeedSnatcher comienza a desplegar su arsenal. Sus desarrolladores han incorporado técnicas como carga dinámica de clases y una inyección sigilosa de contenido en WebView, lo que permite que la app descargue módulos adicionales desde el servidor de mando y control, se modifique sobre la marcha y active funciones solo cuando detecta que la víctima abre ciertas aplicaciones relacionadas con criptomonedas.

Una de sus capacidades más peligrosas es la generación de superposiciones de phishing extremadamente convincentes que imitan la apariencia de monederos cripto conocidos, exchanges o pantallas de recuperación de cuentas. El usuario cree que está restaurando su cartera o validando su identidad, pero en realidad está entregando su frase semilla o su clave privada a los atacantes.

Además de las semillas de recuperación, SeedSnatcher puede interceptar SMS entrantes para capturar códigos de autenticación de dos factores (2FA), lo que facilita el secuestro de cuentas en servicios de intercambio, plataformas de trading o incluso otros servicios que sigan usando SMS como segundo factor.

El malware también está preparado para exfiltrar amplia información del dispositivo: contactos, registros de llamadas, ficheros locales y otros datos de interés que pueden reutilizarse en futuras campañas de fraude, extorsión o venta en foros clandestinos.

Investigaciones atribuidas a CYFIRMA señalan que los operadores de SeedSnatcher serían grupos con base en China o de habla china, basándose en instrucciones y documentación en ese idioma presentes tanto en el panel de control del stealer como en los mensajes compartidos a través de Telegram.

El patrón de escalada de privilegios de SeedSnatcher es muy calculado: empieza con permisos mínimos para pasar desapercibido y, más adelante, solicita autorización para acceder al gestor de archivos, mostrar superposiciones, leer contactos, consultar registros de llamadas y otros recursos críticos. Cada petición se camufla como si fuera necesaria para una función legítima, reduciendo la probabilidad de que el usuario desconfíe.

La combinación de engaño visual, robo de SMS, posible monitorización de portapapeles y exfiltración silenciosa de datos convierte a SeedSnatcher en una amenaza crítica para cualquiera que gestione criptomonedas desde el móvil, especialmente monederos sin custodia basados en frases semilla que, una vez comprometidas, permiten al atacante vaciar los fondos sin posibilidad de recuperación.

ClayRat: spyware modular y control casi total del dispositivo

ClayRat es un spyware modular para Android que ha evolucionado rápidamente hasta convertirse en una de las herramientas de vigilancia móvil más peligrosas del panorama actual. Nació orientado a determinados mercados (especialmente usuarios rusos), pero las variantes recientes demuestran un salto cualitativo en capacidades, persistencia y alcance geográfico.

Su distribución se basa en una mezcla de campañas en Telegram y páginas web de phishing cuidadosamente diseñadas que suplantan servicios conocidos. Estas webs promocionan aplicaciones muy populares —como WhatsApp, Google Fotos, TikTok o YouTube— y exhiben reseñas falsas, valoraciones positivas y cifras de descargas infladas para reforzar la sensación de legitimidad.

Lo que descarga realmente el usuario no suele ser el spyware en sí, sino un dropper ligero que contiene el malware oculto y cifrado. Este dropper puede mostrarse como una simple app de vídeo, un supuesto cliente mejorado o una herramienta útil. Una vez instalado, descifra y libera la carga maliciosa evitando algunos controles de seguridad del sistema.

Las investigaciones de Zimperium zLabs y otros equipos han revelado que ClayRat abusa por partida doble de los servicios de accesibilidad y de los permisos SMS por defecto. Al convertirse en app de SMS predeterminada, puede leer, escribir y enviar mensajes sin conocimiento del usuario, interceptando códigos 2FA, manipulando conversaciones y usándolos como vector para expandir la infección.

Las versiones más recientes incorporan un amplio repertorio de funciones avanzadas:

• Registro de teclas, capturas y grabación completa de la pantalla, lo que permite reconstruir prácticamente todo lo que hace la víctima.
• Acceso a llamadas, notificaciones, historial, fotos de la cámara frontal y otros datos privados, con posibilidad de subirlos al servidor de mando y control.
• Capacidad para tomar imágenes con la cámara frontal y exfiltrarlas silenciosamente, algo especialmente invasivo al apuntar directamente al rostro de la víctima.
• Despliegue de superposiciones que simulan actualizaciones del sistema, pantallas negras o mensajes de mantenimiento, utilizadas para tapar actividades maliciosas mientras los atacantes manejan el dispositivo en segundo plano.
• Generación de notificaciones interactivas falsas que aparentan provenir del sistema o de apps legítimas y que sirven para recolectar respuestas, códigos y pulsaciones.

Un aspecto especialmente inquietante es la capacidad de ClayRat para desbloquear automáticamente el dispositivo aunque use PIN, contraseña o patrón. Mediante la combinación de accesibilidad, reconocimiento del layout de la pantalla y automatización de gestos, el malware consigue sortear la pantalla de bloqueo y operar el móvil sin necesidad de que el usuario interactúe.

Además de espiar, ClayRat convierte cada equipo infectado en un nodo de distribución automatizado. Puede enviar SMS con enlaces maliciosos a los contactos almacenados en el teléfono, aprovechando la confianza que se tiene en mensajes recibidos desde un número conocido. Esto facilita una propagación rápida y de amplio alcance sin que los atacantes necesiten una gran infraestructura adicional.

Se ha constatado el uso de al menos 25 dominios de phishing que imitan servicios legítimos como YouTube, ofreciendo una supuesta versión “Pro” con reproducción en segundo plano y soporte 4K HDR. También se han detectado apps dropper que se hacen pasar por aplicaciones rusas de taxi y aparcamiento, replicando nombres, iconos y descripciones para engañar a los usuarios locales.

La expansión de las capacidades de ClayRat —desde la simple exfiltración de datos hasta la toma de control total del dispositivo con superposiciones persistentes y desbloqueo automatizado— hace que esta última variante sea aún más peligrosa que las anteriores, en las que al menos existía cierta posibilidad de que la víctima detectase actividad rara, desinstalara la app o apagara el móvil a tiempo.

Técnicas comunes: accesibilidad, superposiciones y evasión avanzada

Aunque FvncBot, SeedSnatcher y ClayRat persigan objetivos algo diferentes, se apoyan en un conjunto de tácticas y técnicas compartidas que explican por qué están teniendo tanto éxito en las campañas reales.

En primer lugar, destaca el abuso sistemático de los servicios de accesibilidad de Android. Esta funcionalidad se diseñó para ayudar a usuarios con discapacidad a interactuar con el dispositivo, pero, mal utilizada, da a los atacantes la capacidad de leer lo que aparece en pantalla, detectar cambios en la interfaz, automatizar gestos y, en la práctica, controlar el móvil casi como si fuera suyo.

El segundo pilar son las superposiciones (overlays) que suplantan interfaces legítimas a pantalla completa o parcial. Colocando una capa falsa encima de una app real —ya sea el banco, un monedero cripto o un servicio popular— los atacantes capturan credenciales, datos personales, números de tarjeta o frases semilla sin tener que vulnerar la aplicación original. El usuario cree que está interactuando con la app de siempre, pero en realidad está escribiendo en una pantalla controlada por el malware.

En tercer lugar, estas familias recurren a técnicas de evasión muy trabajadas: ofuscación y cifrado de código mediante servicios como apk0day, carga dinámica de clases que solo se descargan cuando son necesarias, inyección silenciosa de contenido en WebView y uso de instrucciones de comando basadas en enteros para que el tráfico parezca menos evidente a ojos de los sistemas de monitorización.

La comunicación con los servidores de mando y control también se ha sofisticado. Muchos de estos troyanos emplean Firebase Cloud Messaging para recibir órdenes, conexiones WebSocket para control en tiempo real y exfiltración de datos vía HTTP o HTTPS, mezclando su tráfico malicioso con el legítimo de otras apps, lo que complica su detección en redes corporativas y domésticas.

Todo lo anterior se complementa con un trabajo de ingeniería social muy cuidado. Los atacantes crean apps que se hacen pasar por componentes de Google Play, herramientas de seguridad, aplicaciones bancarias oficiales, versiones “Pro” de plataformas muy conocidas o servicios muy demandados como taxis, aparcamientos y wallets. El objetivo es bajar la guardia del usuario para que acepte instalaciones y permisos críticos casi sin leer.

¿Cómo pueden infectar tu Android y señales de posible compromiso?

A pesar de toda la tecnología que tienen detrás, el punto de partida suele ser siempre el mismo: convencer al usuario para que instale manualmente una APK o conceda permisos peligrosos. Para ello, se apoyan en mensajes de smishing, campañas en redes sociales, foros, grupos de Telegram o páginas que prometen ventajas irresistibles (apps de pago gratis, versiones sin anuncios, oportunidades de inversión, etc.).

Una vez la víctima se deja llevar por la promesa, descarga la APK desde una fuente no oficial, pulsa “Instalar” y después acepta permisos de accesibilidad, acceso a SMS, superposiciones y rol de app predeterminada para ciertos servicios (como los mensajes). A partir de ahí, buena parte del control pasa a manos del malware, que intentará actuar de forma silenciosa para no levantar sospechas.

Aun así, hay una serie de indicadores de compromiso que conviene vigilar:

• Consumo anormal de batería y calentamiento del móvil sin un uso intenso evidente.
• Aumento importante del tráfico de datos móviles o Wi‑Fi sin explicación clara.
• Aparición de apps que no recuerdas haber instalado o cambios en las apps de SMS, banca o mensajería por defecto.
• Cierres inesperados, cuelgues o comportamiento extraño en apps clave como banca, wallets, redes sociales o mensajería.
• Cuadros de diálogo de permisos raros, especialmente relacionados con accesibilidad, SMS o administración del dispositivo.
• Alertas de inicios de sesión sospechosos o cambios de ubicación inusuales en tus cuentas en la nube, servicios cripto o banca online.

Si detectas varios de estos síntomas, lo prudente es realizar un escaneo completo con una solución de seguridad móvil de confianza, revisar manualmente la lista de aplicaciones instaladas (incluyendo las que tienen iconos genéricos o nombres extraños) y, si la situación es grave, plantearse un restablecimiento de fábrica tras hacer copia de seguridad solo de lo imprescindible.

Buenas prácticas para proteger tu móvil de FvncBot, SeedSnatcher y ClayRat

La mejor defensa frente a estas amenazas combina tecnología y sentido común. A nivel usuario, hay una serie de pautas básicas de higiene digital que reducen drásticamente las probabilidades de acabar infectado por FvncBot, SeedSnatcher, ClayRat o similares.

La regla de oro es clara: instalar aplicaciones únicamente desde Google Play o webs oficiales de proveedores. Descargar APK desde enlaces recibidos por SMS, correo, redes sociales, canales de Telegram o páginas de descargas “milagrosas” es, a día de hoy, una de las principales puertas de entrada del malware móvil.

También es clave tomarse unos segundos para revisar los permisos que solicita cada app antes de aceptarlos. Si una aplicación que supuestamente sirve para ver vídeos, escuchar música o consultar el tiempo pide acceso completo a SMS, servicios de accesibilidad, contactos o administración del dispositivo, toca desconfiar. Muchos ataques se apoyan en que el usuario pulsa “Aceptar” sin leer absolutamente nada.

Otra capa fundamental es mantener Android, las apps y las soluciones de seguridad siempre actualizados. Los fabricantes y Google lanzan parches con frecuencia para cerrar vulnerabilidades que estos troyanos intentan explotar. Activar las actualizaciones automáticas y revisarlas de vez en cuando es una inversión mínima de tiempo con un retorno enorme en seguridad.

En lo relativo a cuentas y credenciales, conviene utilizar contraseñas robustas y diferentes para cada servicio, almacenar esas claves en un gestor de contraseñas fiable y activar siempre que se pueda la autenticación en dos pasos. Eso sí, es preferible optar por métodos de 2FA basados en apps de autenticación o llaves físicas en lugar de SMS, precisamente porque muchos malware móviles están especializados en interceptar mensajes.

Para quienes gestionan cantidades relevantes de criptomonedas, lo prudente es que las frases semilla y claves privadas no se generen ni almacenen en un Android de uso general. Utilizar hardware wallets o dispositivos dedicados minimiza el impacto de un infostealer como SeedSnatcher en el móvil principal.

En entornos corporativos, las organizaciones deberían apoyarse en soluciones de gestión de dispositivos móviles (MDM) para controlar qué apps pueden instalarse, aplicar políticas de cifrado, separar el perfil laboral del personal y monitorizar indicadores de compromiso. La formación continua de los empleados frente a phishing móvil, enlaces sospechosos y pantallas de permisos anómalas es tan importante como cualquier solución técnica.

El auge de FvncBot, SeedSnatcher y la nueva ClayRat demuestra que el frente principal del cibercrimen se ha desplazado con fuerza hacia el móvil. Entender cómo funcionan, qué permisos abusan y por qué sus campañas son tan convincentes ayuda a tomar conciencia de que el smartphone ya no es un “juguete” relativamente seguro, sino el eslabón más valioso de nuestra vida digital.

Adoptar hábitos sencillos —apps solo de fuentes fiables, desconfianza ante enlaces y permisos, sistema al día y seguridad móvil activa— marca la diferencia entre seguir usando el móvil con tranquilidad o verlo convertido en una herramienta al servicio de los atacantes. Comparte la información para que más personas conozcan sobre los diferentes Android malware que existen.

Si te gusta la fotografía con el móvil y te estás preguntando si es mejor Snapseed o Lightroom Mobile, no eres el único. Cada vez más gente dispara, edita y comparte directamente desde el smartphone o el iPad, sin pasar por el ordenador, y elegir bien la app principal de edición, como las aplicaciones para editar fotos gratis, cambia por completo el flujo de trabajo.

Además, en el ecosistema Apple surge una duda extra: cómo editar de forma no destructiva las fotos de iCloud sin acabar con mil versiones duplicadas de la misma imagen. Snapseed y Lightroom Mobile abordan este tema de forma distinta, así que conviene entender bien qué hace cada uno, en qué destaca y cuándo compensa combinar ambos para sacarle todo el jugo a tus fotos.

Edición no destructiva y copias en la biblioteca: Snapseed vs Lightroom Mobile

Uno de los aspectos más importantes hoy en día es poder editar sin destruir el archivo original, sobre todo cuando trabajas con JPEG directamente desde el móvil y tu biblioteca está sincronizada con iCloud o servicios en la nube similares.

Snapseed tiene un enfoque muy práctico para usuarios de iPhone y iPad: permite editar de forma no destructiva sobre la foto almacenada en iCloud. Eso significa que, aunque apliques ajustes de exposición, contraste, curvas o filtros, siempre puedes volver en la app Fotos de Apple y pulsar en “Revertir” para recuperar la toma original tal cual salió de la cámara.

En la práctica, esta forma de trabajar evita que tu carrete se llene de duplicados. Tu biblioteca se mantiene limpia, con una única foto que guarda el historial de edición. Para un aficionado con poco tiempo, que hace la foto, la retoca un momento en el sofá y la comparte con amigos o en redes, es una solución muy cómoda y directa.

Con Lightroom Mobile la cosa cambia. La app de Adobe trabaja con su propio sistema de catálogo y, por defecto, no sobrescribe la foto original de tu biblioteca de iCloud. Importas la imagen a Lightroom, la editas con un flujo no destructivo dentro de la propia app (tus ajustes se guardan como parámetros), pero para tener la versión final fuera de Lightroom necesitas exportar.

Ese paso de exportación genera un nuevo archivo JPEG, de modo que terminas con dos versiones: el original y la copia editada. Es ideal si quieres mantener un archivo maestro sin toquetear y una versión procesada, pero es más engorroso si sólo quieres tener una foto buena y punto. Ni siquiera con la suscripción de pago de Lightroom Mobile se habilita la edición directa sobre el JPEG de iCloud con sobrescritura del original; el comportamiento básico de importar y exportar se mantiene.

La conclusión en este punto concreto es bastante clara: si tu prioridad es editar rápido sin duplicar fotos y conservar siempre la opción de revertir desde la app Fotos, Snapseed encaja mejor. Si prefieres un sistema más de “catálogo” con copias de trabajo y mayor control sobre versiones, Lightroom Mobile tiene más sentido, pero a costa de llenar algo más tu almacenamiento.

Interfaz y experiencia de uso en pantallas pequeñas

Trabajar en una pantalla de móvil tiene sus pegas: espacio limitado, iconos pequeños y menos precisión que en un monitor grande. Por eso la interfaz puede ser la diferencia entre disfrutar o sufrir cada vez que te pones a editar.

Snapseed nació directamente pensada para el entorno móvil y eso se nota. La interfaz es limpia, muy directa y con pocas distracciones. Nada más abrir una foto, tienes tres secciones claras: “Diseños” (filtros y estilos generales), “Herramientas” (ajustes detallados) y “Exportar” (guardado y compartición). No hay mil menús escondidos ni paneles flotantes, todo se acciona con gestos muy sencillos.

El control táctil de Snapseed es especialmente intuitivo: deslizas verticalmente para elegir el parámetro (brillo, contraste, ambiente, etc.) y horizontalmente para aumentarlo o disminuirlo. Si vienes del mundo del ordenador, adaptarse es cuestión de muy poco tiempo, y si eres completamente nuevo, el aprendizaje también es rápido porque la app no abruma con opciones avanzadas en primera línea.

Lightroom Mobile, en cambio, es la versión “condensada” del clásico Lightroom de escritorio. Ofrece una interfaz más densa, con barras de herramientas, pestañas y deslizadores más detallados. Para muchos fotógrafos eso es una ventaja porque replica la lógica del programa de sobremesa, pero para quien busca algo rápido puede parecer más complejo.

Además, Lightroom Mobile organiza las fotos dentro de un catálogo propio. Antes de editar tienes que importar las imágenes al entorno de Lightroom, lo que añade un paso extra respecto a Snapseed, donde simplemente eliges la foto desde tu galería y listo. No es que sea complicado, pero sí menos inmediato si sólo quieres retocar una instantánea y compartirla al momento.

Si hablamos de claridad visual, ambos han mejorado muchísimo con los años, pero muchos usuarios siguen notando que Snapseed se siente algo más ligero, directo y visualmente amigable para ediciones rápidas; Lightroom Mobile ofrece más controles, pero a cambio requiere un pequeño periodo de adaptación y algo más de paciencia en pantallas reducidas.

Rendimiento y fluidez en móviles de gama media

No todo el mundo tiene un móvil de gama alta con potencia de sobra. En teléfonos más modestos, la fluidez de la app marca la diferencia entre disfrutar o desesperarse. En este terreno, la experiencia acumulada muestra un ganador bastante claro.

Snapseed está muy bien optimizada y funciona de forma sorprendentemente fluida incluso en dispositivos no demasiado potentes. Los ajustes se aplican casi en tiempo real, los filtros se previsualizan rápido y es raro encontrarse con cierres forzados o congelaciones, incluso cuando usas herramientas como HDR o estructura.

En el caso de Lightroom Mobile, la cosa es algo más delicada. Al ser una app más pesada y completa, puede tardar notablemente más en aplicar ciertos efectos, especialmente en móviles o tablets con hardware antiguo. Hay usuarios que reportan pequeños tirones, tiempos de espera al mover deslizadores y, en ocasiones, cierres inesperados al forzar demasiado.

Si tu smartphone no es especialmente potente y vas justo de memoria o procesador, Snapseed suele ofrecer una experiencia más estable y rápida. Lightroom Mobile rinde mejor en equipos modernos con buena CPU y buena GPU, donde sí saca partido a su motor de revelado más avanzado, pero no es la app más “ligera” del mercado.

Por este motivo, para retoques rápidos o cuando sabes que vas a editar varias fotos seguidas en un móvil modesto, muchos fotógrafos de calle o de viaje prefieren recurrir primero a Snapseed y reservar Lightroom para cuando disponen de un dispositivo más potente o necesitan funciones concretas de mayor profundidad.

Herramientas de revelado: básicos y ajustes avanzados

Más allá de la interfaz, lo que de verdad importa es qué puede hacer cada app con tus fotos. Tanto Snapseed como Lightroom Mobile ofrecen un conjunto muy sólido de herramientas de revelado básico, perfectas para sacar partido a JPEG e incluso a RAW.

En el terreno de los ajustes esenciales (exposición, contraste, luces, sombras, blancos, negros, saturación, temperatura de color…), las dos aplicaciones permiten trabajar con mucha precisión. Puedes enderezar una escena subexpuesta, equilibrar un cielo quemado o corregir un balance de blancos incorrecto sin demasiados problemas.

Snapseed incorpora además herramientas como “Mejorar foto” o “Ajuste mágico”, que funcionan como un punto de partida automático. Pulsas y la app ajusta luces, sombras y contraste de forma bastante inteligente; luego puedes entrar a afinar manualmente parámetros como Ambiente (un contraste local muy útil), Toques de luz para salvar altas luces o Calidez para ajustar el tono global.

Lightroom Mobile, por su parte, despliega un set de controles muy similar al del Lightroom de escritorio, con paneles específicos para Luz, Color, Detalle, Óptica y Efectos. La ventaja de este enfoque es que tienes un control muy fino de cada aspecto: curvas de tono detalladas, mezclas de color por canal, claridad, textura, neblina, viñeteo, etc.

En el campo de los ajustes más avanzados, Lightroom saca pecho con funciones como la reducción de ruido de luminancia y crominancia. Si has tenido que subir mucho la exposición de una foto oscura o has disparado con un ISO alto, el grano digital resultante puede ser muy molesto; Snapseed no cuenta con una herramienta de eliminación de ruido realmente efectiva, mientras que Lightroom Mobile sí puede limpiarlo con bastante calidad.

Por el contrario, Snapseed compensa con herramientas creativas muy potentes y fáciles de usar, como filtros HDR, enfoque selectivo, estructura, desenfoque, grano y un módulo de curvas bastante completo. Todo ello en un entorno muy visual que invita a probar sin miedo, sabiendo que siempre podrás revertir cada paso del historial.

Edición por zonas, máscaras y trabajo selectivo

Una de las grandes claves para darle nivel profesional a una foto es la edición localizada: no es lo mismo iluminar todo el encuadre que sólo el rostro de una persona, o subir saturación únicamente al cielo. En este punto, ambas apps han evolucionado bastante, pero con enfoques algo distintos.

Snapseed incluye varias herramientas selectivas muy interesantes. La más conocida es “Selectivo” (control points), que te permite tocar zonas concretas de la imagen. Pulsas en el punto que quieres ajustar, arrastras para definir el área y luego modificas brillo, contraste, saturación o estructura solo en esa parte. Es una forma rápida de dirigir la mirada del espectador hacia lo importante.

También ofrece herramientas como “Pincel” o “Viñeteado”, que permiten oscurecer bordes, aclarar rostros o añadir énfasis en los elementos clave. Sin llegar al sistema de capas complejo de un editor de escritorio, se le acerca bastante en flexibilidad para ser una app gratuita.

Lightroom Mobile trabaja con máscaras más avanzadas. Puedes usar pinceles, degradados lineales, degradados radiales y, en versiones recientes, selecciones automáticas de sujeto o cielo. Eso te da un control muy minucioso sobre dónde aplicar cada ajuste, casi al nivel de Lightroom en el ordenador.

Aunque en Snapseed se puede hacer un trabajo selectivo muy digno, Lightroom Mobile permite ediciones por zonas más sofisticadas, precisas y fáciles de refinar, especialmente cuando se trata de retratos, cielos con mucho detalle o escenas complejas con muchos elementos.

En cualquier caso, en ambas apps el revelado sigue siendo no destructivo: puedes revisar la pila de ajustes, activar o desactivar pasos, modificar máscaras y volver atrás más tarde si te arrepientes de algo. La diferencia, de nuevo, es dónde se guardan esos cambios (sobre el archivo de Fotos en Snapseed, dentro del catálogo de Lightroom en Adobe).

Presets, filtros y simulación de estilos

Otro factor que muchos usuarios valoran es la posibilidad de aplicar looks consistentes mediante filtros o presets. Es la forma más rápida de dar a tu feed de Instagram, a un proyecto personal o a una serie de fotos una estética coherente sin repetir ajustes manuales cada vez.

Lightroom Mobile tiene una clara ventaja en el terreno de los presets. La app permite crear tus propios ajustes preestablecidos, importarlos y comprar colecciones de terceros. Además, Adobe incluye de serie bastantes presets que modifican color, contraste y estilo general de la imagen con un solo toque, pudiendo ajustar luego la intensidad.

La popularidad de Lightroom entre profesionales ha generado un ecosistema enorme de presets comerciales y gratuitos, pensados tanto para móvil como para escritorio. Esto facilita que puedas encontrar estilos de tipo película, retrato suave, blanco y negro contrastado, tonos cálidos vintage, etc., ya empaquetados y listos para usar.

Snapseed, por su parte, ofrece una serie de “Diseños” o filtros prediseñados. No son tan numerosos ni tan personalizables como el universo de presets de Lightroom, pero para un uso rápido funcionan muy bien y pueden servir como base para un revelado más personal. Lo bueno es que cada filtro aplicado deja un rastro de pasos que puedes revisar y modificar a tu gusto.

Más allá de estas dos apps, muchos fotógrafos combinan Lightroom Mobile o Snapseed con aplicaciones específicas de filtros como VSCO, RNI Films, DAZZ o Liit, que buscan simular películas analógicas o looks creativos muy marcados. Lo habitual es revelar primero el archivo RAW o el JPEG en Lightroom o Snapseed (dejándolo bastante “plano”), aplicar después un filtro en la app dedicada y, si hace falta, volver a Lightroom o Snapseed para un toque final de grano, balance de blancos o contraste.

En cualquier caso, da igual que uses presets o ajustes manuales: el reto es que el efecto no se vaya de madre y conserve naturalidad. Tanto en Snapseed como en Lightroom Mobile puedes bajar intensidad de los efectos y equilibrar color y contraste para no caer en una estética excesiva que canse a la vista.

Snapseed: ventajas, limitaciones y cuándo usarlo

Snapseed, propiedad de Google, se ha ganado un hueco en prácticamente todos los listados de mejores apps de edición móvil por varios motivos. El más evidente es que es completamente gratuita en Android e iOS, sin suscripciones ni compras internas que limiten herramientas clave. Esto la convierte en una especie de “DaVinci Resolve” de la foto móvil: mucha potencia por cero euros.

El diseño de su interfaz es otro de sus puntos fuertes. Es clara, minimalista y muy fácil de entender, incluso para quien jamás ha tocado un editor en el ordenador. El sistema de tres pestañas (Diseños, Herramientas, Exportar) ordena todo de forma lógica y evita que te pierdas entre paneles. Y los gestos de arrastrar para ajustar parámetros hacen que editar sea casi un juego.

En cuanto a herramientas, Snapseed ofrece un arsenal muy completo: niveles, curvas, ajustes selectivos, desenfoques creativos, HDR, blanco y negro avanzado, texto, marco, doble exposición y más. El revelado es no destructivo, con historial de pasos editable, por lo que siempre puedes volver atrás o modificar algo que hiciste varios minutos antes.

Ahora bien, también tiene algunos puntos débiles. El más llamativo para usuarios avanzados es que la configuración de la app es casi inexistente: no puedes personalizar demasiado el comportamiento de curvas, el tipo de grano, la forma en que reacciona el contraste, etc. Si vienes del mundo del ordenador y estás acostumbrado a ajustar cada detalle a tu gusto, esta falta de personalización puede saber a poco.

Otro aspecto limitante es el tamaño de pantalla. Revelar con precisión en un móvil pequeño puede ser un poco “martirio” si buscas ajustes quirúrgicos, sobre todo al crear máscaras o trabajar detalles muy finos. En una tableta la experiencia mejora muchísimo, pero en smartphones con pantallas reducidas es habitual que acabes deseando más espacio visual.

Pese a esas pegas, para la mayoría de aficionados que quieren un revelado rápido, potente y sin complicarse, Snapseed es una opción fantástica. Puede incluso sustituir a Lightroom Mobile siempre que no necesites una integración estricta con el flujo de trabajo de escritorio o herramientas muy específicas como reducción de ruido avanzada.

Lightroom Mobile: puntos fuertes, peajes y mejor escenario de uso

Lightroom Mobile es la extensión natural del ecosistema Adobe en el móvil. Su mayor baza es que hereda la filosofía y muchas funciones del Lightroom clásico, permitiendo un flujo de trabajo coherente entre smartphone, tablet y ordenador.

Al usar la nube de Adobe (si tienes suscripción), puedes sincronizar colecciones, presets, ediciones y ajustes entre dispositivos. Esto significa que puedes empezar revelando en el móvil y luego rematar detalles en el ordenador con Lightroom Classic o Lightroom de escritorio, o al revés. Para proyectos más serios o trabajos profesionales resulta muy cómodo.

A nivel de herramientas, Lightroom Mobile destaca en varias áreas: curvas precisas, mezcla HSL por canal, reducción de ruido, correcciones de lente, perfiles de color y máscaras avanzadas. Esto lo convierte en un revelador puro muy potente, ideal para dejar un RAW en un estado perfecto antes de pasar a cualquier otro tipo de procesado creativo.

Sin embargo, arrastra algunos inconvenientes. Uno de ellos es que resulta más exigente con el hardware y algo más lento en dispositivos modestos. Otro, ya mencionado, es que no trabaja sobre la foto de iCloud de manera directa, sino en su propia copia interna, lo que implica exportar para obtener el JPEG final y por tanto duplicar archivos.

Además, aunque la app base es gratuita, muchas de las funciones más interesantes (sincronización en la nube, algunas herramientas premium, espacio de almacenamiento extra) requieren suscripción. No es un drama si ya pagas por Creative Cloud, pero para alguien que sólo quiere editar cuatro fotos al mes puede ser un freno.

En resumen, Lightroom Mobile brilla especialmente cuando quieres sacarle todo el jugo a archivos RAW, aprovechar presets avanzados, trabajar con máscaras complejas y conectar tu flujo móvil con el de escritorio. Para un uso totalmente casual, quizá sea “demasiado” editor, mientras que para fotógrafos más meticulosos es casi imprescindible.

Combinar Snapseed y Lightroom Mobile con otras apps de filtros

Una idea muy interesante que muchos fotógrafos aplican es no casarse con una sola app. En lugar de preguntarse únicamente “¿Snapseed o Lightroom Mobile?”, la clave puede ser decidir qué hace mejor cada una y cómo encajan con otras herramientas como VSCO, RNI Films, DAZZ o Liit.

Tanto Snapseed como Lightroom Mobile son reveladores excelentes para crear la base de la foto. Es decir, son perfectos para corregir exposición, contraste, luces altas y sombras, balance de blancos y nitidez, dejando la imagen lo más equilibrada y “plana” posible antes de aplicar ningún filtro creativo.

Después de ese revelado inicial, es frecuente pasar la foto por apps de filtros como VSCO o RNI Films para darle un toque de color y contraste con una estética particular. VSCO, por ejemplo, ofrece más de un centenar de filtros (la mayoría bajo suscripción) con looks digitales muy atractivos, aunque sus herramientas de revelado básico no son tan finas como las de Lightroom o Snapseed.

RNI Films, sólo para iOS, propone filtros con nombres de películas reales (Kodachrome, Portra, Agfa, etc.). Aunque las simulaciones no son idénticas a la película química, pueden dar resultados muy agradables, sobre todo con fotos procedentes de cámaras “serias”. Eso sí, tiene limitaciones como no poder ampliar la foto en la edición para ver bien el grano o el detalle fino.

Luego están combinaciones como DAZZ + Liit, enfocadas a simular cámaras analógicas concretas (Ricoh GR1, Contax T2, cámaras instantáneas…) y añadir un look muy analógico y realista. DAZZ aplica la simulación de cámara y carrete; Liit se encarga de ajustar color y balance con cambios muy suaves, sin que la imagen se descontrole.

El gran “pero” de estas últimas es que, en muchos casos, la exportación reduce bastante la resolución y calidad de la imagen, por lo que son ideales para redes sociales y formatos pequeños, pero no tanto para impresiones grandes o trabajos exigentes.

Filtros, presets y el tabú en la comunidad fotográfica

Dentro del mundo fotográfico hay quien mira por encima del hombro a los que usan filtros o presets como si fuesen una especie de “trampa”. La realidad es que prácticamente todos acabamos usando algún tipo de filtro en algún momento, ya sea en una app móvil o integrado en la cámara.

Un ejemplo claro son las simulaciones de película de las cámaras Fujifilm. Muchos fotógrafos llevan años disparando en JPEG con estas simulaciones activadas (Velvia, Classic Chrome, Acros, etc.) sin pensar que, en esencia, están usando filtros predefinidos. Tampoco esas simulaciones replican exactamente la película real, pero dan un look específico muy querido.

Con Snapseed y Lightroom Mobile pasa algo similar. Puedes editar todo “a mano” moviendo deslizadores, o apoyarte en presets y filtros como punto de partida. Lo importante no es si usas un filtro, sino cómo lo controlas: bajar intensidad, ajustar temperatura, corregir dominancias de color, equilibrar contraste… todo eso requiere criterio y práctica.

Tener un conjunto limitado de filtros o presets favoritos puede ayudarte a mantener una estética más coherente en tu trabajo. Ya sea una serie de fotos de calle, un proyecto personal de viajes o simplemente tu feed de Instagram, repetir una línea de color y contraste da personalidad a las imágenes.

En definitiva, no merece la pena obsesionarse con el purismo; lo que de verdad pesa es la calidad de la foto de partida y la intención detrás del procesado. Usar Snapseed, Lightroom Mobile, VSCO o cualquier otra app es sólo cuestión de herramientas, no de “valor” fotográfico.

Entre Snapseed y Lightroom Mobile no hay un único ganador absoluto, sino dos formas de trabajar que pueden complementarse muy bien: si quieres rapidez, edición directa sobre las fotos de iCloud y una app gratuita con curva de aprendizaje suave, Snapseed encaja como un guante; si priorizas un revelado más profundo, reducción de ruido, presets avanzados y sincronización con el ordenador, Lightroom Mobile es difícil de igualar, y muchos fotógrafos terminan combinando ambos según el momento, el dispositivo y el nivel de exigencia de cada imagen.

Si te encantan los videojuegos pero tienes la agenda hasta arriba de curro, estudios o familia, los juegos idle para Android son probablemente lo que estabas buscando sin saberlo. Este tipo de títulos te dejan avanzar, conseguir recursos y mejorar tu cuenta incluso cuando el móvil está bloqueado o estás haciendo otra cosa, así que encajan de lujo con un día a día con poco tiempo libre.

Dentro del género hay de todo: desde clickers súper sencillos hasta RPG profundos con equipos de héroes, simuladores de negocios, construcción de ciudades, defensa de torres o gestión de granjas. También hay muchísima morralla llena de anuncios y micropagos agresivos, pero en medio de todo eso hay auténticas joyas que respetan tu tiempo y tu paciencia. En esta guía recopilamos y reescribimos, de forma unificada, lo mejor de las webs especializadas y listas más populares para que tengas un mega catálogo de juegos idle para Android realmente recomendables.

Qué es exactamente un juego idle (y por qué engancha tanto)

Cuando hablamos de juegos idle nos referimos a títulos que permiten progresar de forma automática o semiautomática. Es decir, pueden seguir generando oro, experiencia o recursos aunque tú no estés tocando la pantalla todo el rato.

Se suelen dividir en dos grandes grupos: por un lado están los idle “puros”, donde de verdad puedes dejar el juego horas en segundo plano y, al volver, te esperan montones de recompensas; por otro lado, los llamados clickers o “idle activos”, en los que avanzas mucho más rápido si haces taps constantes, aunque también haya cierto ingreso pasivo.

Eso sí, incluso los juegos más sencillos pueden ser muy profundos. Muchos incorporan sistemas de prestigio, reinicios, árboles de habilidades o combinaciones de unidades que convierten algo aparentemente básico en un puzle de optimización bastante adictivo.

Y lo mejor: puedes compatibilizarlos con una vida ocupada, ya que en muchos casos bastan unos minutos al día para gestionar mejoras, fichar nuevos héroes o activar multiplicadores antes de volver a tus cosas.

Clásicos imprescindibles de juegos idle para Android

Dentro de los juegos idle hay una serie de títulos tan conocidos que prácticamente definen el género. Algunos nacieron en PC y dieron el salto a móvil, otros se hicieron famosos directamente en Android, pero todos comparten una progresión larga, números absurdamente altos y esa sensación de “venga, solo un nivel más”.

Tap Titans 2

Tap Titans 2 es uno de los referentes absolutos del género clicker RPG en móviles. Controlas a un héroe que se enfrenta a oleadas de titanes gigantes mientras vas desbloqueando compañeros, mascotas y nuevas habilidades. La mecánica principal es sencilla: tocas la pantalla para atacar, pero rápidamente empiezas a automatizar parte del daño gracias a tu equipo.

Con más de diez millones de descargas en Google Play, destaca por un ritmo de progreso muy bien ajustado, un sistema de clanes con batallas contra jefes y torneos temporales. Incluye progreso offline, de forma que sigues generando oro aunque no estés conectado, y permite profundizar todo lo que quieras gracias a los reinicios y a la personalización de builds.

Egg, Inc.

Egg, Inc. es uno de los juegos idle de granja más veteranos y queridos. Tu objetivo es montar una macrogranja de gallinas futurista, optimizando todo el proceso: gallineros, transporte, investigación y mejoras de la producción de huevos. Todo se mueve en tiempo real con simpáticos gráficos 3D y una estética limpia.

Aunque a simple vista parezca un clicker básico, en realidad es un simulador incremental bastante fino, con montones de investigaciones, contratos, eventos y desafíos. Ganó el distintivo de “Editor’s Choice” en Google Play, y sigue recibiendo actualizaciones porque la comunidad es muy fiel.

AdVenture Capitalist

AdVenture Capitalist es la fantasía definitiva de hacerte rico con solo tocar la pantalla. Empiezas con un puestecito cutre de limonada y, a base de reinvertir beneficios, acabas dirigiendo un imperio empresarial absurdo que se extiende incluso a otros planetas.

Se centra en las matemáticas del crecimiento exponencial: cada negocio genera ingresos pasivos que puedes multiplicar con mejoras, managers y reinicios. Su estética es muy desenfadada y caricaturesca, con trajes, accesorios y eventos de tiempo limitado que mantienen el interés a largo plazo.

AFK Arena

AFK Arena mezcla el concepto idle con un RPG de colección de héroes bastante elaborado. Reclutas personajes de distintas facciones, cada uno con habilidades únicas y sinergias, y dejas que tu escuadrón combata automáticamente mientras tú decides qué subir, qué equipar y cómo organizar las formaciones.

Es uno de los títulos idle más populares en Android gracias a su estilo artístico muy cuidado, una cantidad enorme de héroes y modos de juego (campaña, laberintos, jefes, PvP, eventos…) y un sistema de progresión que permite avanzar aunque solo entres unos minutos al día.

Bit City

Bit City es un idle de construcción de ciudades con estética “pixel art” moderna. Comienzas con un pueblo pequeño y, poco a poco, vas levantando edificios, infraestructuras y servicios para convertirlo en una metrópolis llena de tráfico, aviones y rascacielos.

El bucle de juego es muy relajado: generas ingresos por impuestos y actividad económica, los inviertes en mejoras globales, nuevas zonas y edificios especiales, y desbloqueas nuevas ciudades una vez que maximizas la anterior. Ideal si te gustan los city builders pero no quieres estar pendiente cada segundo.

Idle Theme Park Tycoon

Si alguna vez has soñado con diseñar tu propio parque de atracciones, Idle Theme Park Tycoon te deja hacerlo desde el móvil. Arrancas con un recinto modesto y, visita a visita, lo vas ampliando con nuevas atracciones, servicios, campañas de marketing y mejoras en la gestión de colas.

Combina gráficos 3D agradables con una jugabilidad muy accesible, centrada en ajustar precios, invertir en instalaciones y abrir nuevas áreas temáticas. Todo ello con guardado en la nube para no perder tus avances si cambias de dispositivo.

Simuladores y juegos de gestión idle para Android

Si lo que te mola es levantar imperios, dirigir empresas o controlar cadenas de producción, los idle de gestión son una mina. Muchos se centran en optimizar recursos, desbloquear mejoras y automatizar procesos hasta que todo funcione casi solo.

Tap Tycoon

Tap Tycoon, de los creadores de Tap Titans, lleva el concepto de magnate al extremo en un futuro lejano. Empiezas montando negocios en tu país, generando dinero a base de toques, y terminas compitiendo para que tu nación sea la superpotencia económica del siglo XXXV.

El juego mezcla humor de ciencia ficción (ventanas holográficas, horquillas de gravedad y demás tecnología loca) con un sistema de inversiones, medallas y recompensas por participar en guerras económicas globales junto con otros jugadores.

Cash, Inc. Juego de Clic de Dinero

Cash, Inc. es otro de esos juegos donde lo único que importa es acumular cantidades obscenas de dinero. Construyes un rascacielos lleno de negocios, fichas gerentes que automatizan pisos y usas una máquina del tiempo para reiniciar tu fortuna a cambio de ventajas permanentes.

A pesar del tono ligero y humorístico, tiene una buena cantidad de contenidos, con misiones, coleccionables, elementos cosméticos y la posibilidad de presumir de riqueza a través de redes sociales. Es cómodo para jugar unos segundos, dejar que funcione solo y volver más tarde a recoger beneficios.

ExoMiner

ExoMiner traslada el modelo de simulación económica al espacio. Comienzas con un modesto puesto minero en un planeta remoto y, a medida que excavas minerales y los vendes, amplías tu flota para operar en varios mundos a la vez.

Cuenta con una estética de ciencia ficción relajante y una banda sonora muy agradable. El núcleo del gameplay está en investigar nuevas tecnologías, mejorar naves y perforadoras y automatizar rutas de comercio entre planetas. Los anuncios son opcionales, sirven como pequeños acelerones y no rompen el ritmo.

Earth Inc

Earth Inc es un idle minero y de gestión de recursos donde explotas el propio planeta. Tu empresa va talando, excavando y exprimiendo la Tierra para obtener materias primas que conviertes en beneficios, siempre intentando mejorar la eficiencia.

Es menos profundo que ExoMiner, pero a cambio ofrece una interfaz muy limpia y controles muy directos, ideal si quieres algo casual que puedas abrir un par de veces al día para hacer unas cuantas mejoras sin complicarte.

Idle Farm

Idle Farm propone una experiencia de granja incremental muy relajada. Vas plantando cultivos, ampliando campos, comprando animales y desbloqueando nuevas instalaciones agrícolas poco a poco. El foco está en el “chill”: ver crecer los números sin demasiada presión ni sistemas muy complejos.

A pesar de no tener tanta profundidad como otros juegos de gestión, engancha por su ritmo calmado y su estética agradable, perfecto para quienes quieran algo ligero centrado en ver avanzar la granja día a día.

Idle de fantasía, RPG y defensa de torres

Si prefieres espadas, hechizos o bichos enormes en lugar de fábricas y oficinas, hay una oferta gigantesca de RPG idle y juegos de defensa automática que combinan combate y progresión pasiva.

AFK Arena, Idle Heroes y más RPG de héroes

Además de AFK Arena, el ecosistema Android está lleno de RPG idle donde lo principal es coleccionar personajes, mejorar su equipamiento y dejarlos luchar solos. Idle Heroes es un ejemplo clarísimo: montones de héroes con rarezas distintas, facciones enfrentadas y un sinfín de modos de juego en los que tu escuadrón combate de manera automática.

En ambos casos la gracia está en decidir qué héroes priorizar, cómo combinarlos y en qué invertir los recursos limitados. Aunque puedas dejarlos “farmear” mientras no juegas, la planificación de builds y formaciones marca una enorme diferencia en el progreso.

Soul Strike

Soul Strike es otro RPG idle que apuesta por el espectáculo. Reúnes héroes, los subes de nivel, desbloqueas y mejoras sus habilidades y los sueltas contra oleadas interminables de enemigos y jefes, mientras el juego se encarga de toda la acción en pantalla.

Ofrece una buena dosis de personalización, equipo para optimizar estadísticas y sistemas pensados para que puedas entrar, gestionar durante un rato y dejar que el equipo siga peleando mientras haces otra cosa. Los anuncios son optativos y dan recursos extra sin penalizar si decides ignorarlos.

Run Godzilla

Run Godzilla es bastante peculiar: a primera vista parece un juego de monstruos gigantes y destrucción, pero en realidad gira en torno a entrenar criaturas colosales que compiten en carreras. Los aldeanos rezan para fortalecer a tus kaijus, y esa fe se convierte en mejoras.

Con el tiempo, las bestias envejecen y se van, dando paso a nuevas generaciones; esa mezcla de progreso y despedidas crea un tono sorprendentemente emotivo para un juego idle de monstruos.

Cat’n’Robot Idle Defense

Cat’n’Robot Idle Defense es un tower defense con estética adorable. Controlas un enorme robot que sirve de fortaleza móvil, en el que equipas artilugios con efectos especiales, armas y habilidades para frenar hordas de enemigos.

Además de los cacharros que se colocan en el robot, reclutas arqueros y distintos tipos de unidades felinas para reforzar tus defensas. También puedes asaltar y conquistar castillos enemigos repletos de recompensas, y usar los materiales ganados para crear equipo aún más potente.

Idle Defense: Dark Forest y Grow Castle

Idle Defense: Dark Forest apuesta por una fórmula similar, centrada en defenderte de oleadas constantes de criaturas que atacan tu posición. A medida que avanzas, desbloqueas nuevas torres, hechizos y mejoras que permiten automatizar gran parte de la defensa, aunque siempre puedes intervenir activamente.

Grow Castle, por su parte, gira en torno a un enorme castillo que vas mejorando planta a planta, llenándolo de héroes y unidades con roles distintos. El encanto está en ver cómo tu fortaleza pasa de ser una choza frágil a un muro imparable, todo ello con una progresión muy al estilo idle.

Idle War: Legendary Heroes y Auto Battle Chess

Idle War: Legendary Heroes mezcla gacha, idle y estrategia ligera. Reúnes un grupo de héroes legendarios, cada uno con clase y habilidades específicas, y los envías a combates automáticos donde prima la sinergia del equipo que prepares.

Auto Battle Chess, en cambio, se acerca más al concepto de auto-battler: colocas unidades en un tablero, las fusionas cuando obtienes duplicados y dejas que se enfrenten a las del rival. El componente idle aparece al dejar que tus alineaciones sigan cosechando recompensas incluso cuando no estás pendiente.

Idle de construcción, criaturas y coleccionismo

Otra rama del género son los juegos donde el objetivo principal es coleccionar, construir poco a poco y expandir tu “colección” de una forma muy visual y relajada.

Plantera

Plantera es un juego de jardinería lateral donde vas levantando un huerto lleno de árboles, arbustos y animales de granja. Vas plantando, recogiendo frutas, cazando mariposas y ampliando el terreno, mientras unos ayudantes se encargan de recolectar por ti, incluso cuando estás offline.

La clave está en ir introduciendo nuevos cultivos y bestias (gallinas, cerdos, etc.) que generen productos vendibles. Todo ello en una atmósfera muy tranquila, con estética colorida y controles súper sencillos, ideal para desconectar un rato.

Idle Magic School

Idle Magic School te pone al mando de una academia de magos. Debes construir y mejorar aulas, contratar profesores, desbloquear nuevos edificios mágicos y servicios para el alumnado mientras los estudiantes van y vienen de forma automática.

Uno de sus puntos fuertes es que los anuncios son realmente opcionales y sirven como pequeños boosters. Es un gestor de escuela fantástica muy tranquilo, con ciclo de progreso claro y sin necesidad de estar pegado a la pantalla.

Tap Tap Monsters e Idle Pet Shop Tycoon

Tap Tap Monsters se centra en combinar criaturas para crear especies cada vez más raras y poderosas. Es un idle de fusión en el que vas encadenando evoluciones y desbloqueando nuevos biomas y colecciones de monstruos, con un bucle de juego perfecto para ratos cortos.

Idle Pet Shop Tycoon, por su lado, te deja montar y expandir tu propia tienda de mascotas. Vas añadiendo jaulas, especies y servicios, contratando empleados y mejorando instalaciones para atender a más clientes mientras la tienda funciona sola. A nivel jugable es un simulador de negocio muy simple pero bastante simpático.

Idle Pet y otros idle de criaturas

A este grupo se le suman otros juegos centrados en coleccionar y hacer crecer criaturas poco a poco. Muchos de ellos combinan incubación, alimentación, minijuegos automáticos y decoración, lo que los convierte en una buena puerta de entrada al género para jugadores más jóvenes o quienes buscan algo muy chill.

Idle de minería, recursos y “números locos”

Si lo tuyo es ver cómo se disparan los contadores de oro, minerales o energía, los idle de minería e incremental puro son un vicio. Suelen tener mecánicas sencillas pero sistemas profundos de mejoras y prestigio.

Gold and Goblins

Gold and Goblins fusiona idle con mecánicas de fusión. Compras duendes mineros, los combinas para crear versiones más fuertes y los lanzas a excavar rocas que bloquean el avance en una mina. Cada combinación aumenta su velocidad y potencia de excavación, desbloqueando nuevas zonas llenas de oro.

Hay muchas capas de progresión (nuevas minas, mejoras permanentes, eventos), y se puede jugar a pequeños sorbos: entras, fusionas goblins, asignas mejoras y luego dejas que sigan picando en segundo plano mientras tú haces otra cosa.

Idle Miner Tycoon

Idle Miner Tycoon es uno de los grandes nombres cuando se habla de minas en móvil. Gestionas varias minas en paralelo, contratas gerentes para automatizar cada planta y optimizas la cadena de producción desde la extracción hasta el transporte y la venta.

El juego te anima a diversificar: diferentes localizaciones, recursos especiales, mejoras globales y eventos limitados que traen minas temáticas. Es un ejemplo clásico de cómo un idle puede ser muy profundo sin volverse abrumador, siempre que te guste ajustar detallitos.

Idle Cave Miner

Idle Cave Miner se centra en una gran mina en profundidad, dividida en niveles y recursos a medida que bajas. Extraes oro, diamantes y minerales raros para transformarlos mediante un sistema de crafteo que crea herramientas y mejoras para tu equipo de mineros.

A medida que desbloqueas nuevas minas y recetas, el juego se vuelve más estratégico, ya que debes decidir en qué invertir materiales escasos para maximizar la eficiencia de toda la operación.

Leaf Blower Revolution

Leaf Blower Revolution es uno de esos juegos con premisa ridícula que acaban siendo un vicio. Empiezas soplando hojas manualmente en una pantalla vacía, pero pronto compras sopladores automáticos, mejores herramientas y potenciadores que convierten esa acción tonta en una avalancha de números.

Incluye fruta que otorga mejoras, sistemas de prestigio para reiniciar con ventajas, zonas con hojas raras y hasta enemigos a los que derrotas lanzándoles hojas por la fuerza. Todo muy absurdo y sorprendentemente satisfactorio.

Idle Research

Idle Research es un incremental de gestión de energía con estética colorida. Creas matraces, tubos y otros objetos que generan cantidades masivas de energía, que luego reinviertes en nuevos experimentos y aceleradores para incrementar aún más la producción.

Cuenta con montones de objetos, hasta decenas de boosters distintos y varios estilos de juego (más activo o más pasivo), de modo que puedes adaptar el ritmo de progresión a tus ganas de hacer clic o de dejarlo todo corriendo en segundo plano.

Idle Iktah

Idle Iktah se sitúa en una versión ficticia del Noroeste del Pacífico. Empiezas con recursos mínimos y, misión a misión, vas subiendo de nivel, desbloqueando nuevas actividades, recompensas y mejoras que se retroalimentan entre sí.

Lo que lo diferencia de otros incrementales es su mundo artesanal y muy atmosférico, que da contexto a las acciones en vez de limitarse a menús y números. Sigues teniendo progreso pasivo, pero con un toque narrativo y de exploración.

Idle narrativos y experiencias diferentes

No todo van a ser fábricas y mazmorras. Algunos desarrolladores han usado el formato idle para crear experiencias narrativas o experimentales que juegan con el tiempo real y la paciencia del jugador.

The Longing Mobile

The Longing es uno de los casos más extremos: encarnas a una pequeña criatura que debe esperar 400 días reales a que despierte su rey bajo la montaña. Durante ese tiempo, exploras lentamente un mundo subterráneo lleno de secretos, pequeñísimas tareas y decisiones.

Puedes acelerar un poco el paso del tiempo decorando tu hogar o encontrando ciertos objetos, pero la idea central es que el reloj sigue corriendo aunque cierres el juego. Es una experiencia contemplativa, solitaria y muy distinta a cualquier otro idle del catálogo móvil.

Spaceplan

Spaceplan mezcla clicker y novela interactiva de ciencia ficción con un sentido del humor muy particular. Controlas una sonda en órbita a un planeta misterioso y generas energía a base de dispositivos basados en patatas (sí, patatas) que lanzas al espacio.

Con esa energía vas desbloqueando nuevos aparatos, planetas y trozos de historia en un relato corto pero muy redondo, inspirado libremente en “Una breve historia del tiempo”. Es uno de esos juegos que demuestran que un idle puede tener narrativa y personalidad más allá de subir números.

Forager

Forager no es un idle puro, pero integra muchas mecánicas del género en un juego de aventuras de mundo abierto. Naces en una pequeña isla, recoges recursos, construyes edificios y obras máquinas que automatizan parte del trabajo, como varitas que minan solas o bancos que generan dinero pasivamente.

A medida que expandes el mapa desbloqueas nuevas biomas, mazmorras, habilidades y recetas, con la opción de delegar tareas repetitivas en sistemas automáticos. Es ideal si quieres algo más activo y variado pero con ese sabor incremental de ver cómo tu base se vuelve cada vez más eficiente.

Melvor Idle

Melvor Idle bebe directamente de RuneScape y condensa su esencia en formato incremental. Tienes más de 20 habilidades, entre combate (cuerpo a cuerpo, distancia, magia) y no combate (cocina, pesca, minería, artesanía…), que puedes entrenar de forma prácticamente automática.

Incluye más de 100 enemigos, jefes, mazmorras y montones de objetos para crear y equipar. La gracia está en planificar cómo entrenar cada habilidad, qué recursos producir y qué actividades pueden quedar funcionando solas mientras tú te dedicas a otra cosa.

Top 10 de juegos idle móviles recientes según la comunidad

Varias listas especializadas de 2024 y 2025 señalan una serie de títulos como los mejores idle móviles modernos, tanto por calidad como por originalidad. Entre ellos destacan:

Unnamed Space Idle, un juego de ciencia ficción donde personalizas tu nave con armas, defensas y utilidades mientras te enfrentas a una amenaza alienígena. A lo largo de la partida vas desbloqueando más de diez sistemas diferentes, desde mejora de núcleos ofensivos y defensivos hasta un sistema de computación que refuerza tus estadísticas de forma incremental. Su punto flojo es una interfaz algo densa en pantallas pequeñas, pero a cambio ofrece mucha profundidad.

Idle Research, ya comentado, se sitúa como uno de los incrementales de energía más completos, con decenas de objetos y aceleradores. Idle Iktah destaca por su ambientación y misiones encadenadas que premian la planificación. The Longing Mobile se cuela en las listas a pesar de ser muy poco convencional, precisamente por lo original de su propuesta.

En el ámbito de la defensa automatizada, Cat’n’Robot Idle Defense aparece a menudo por su combinación de gestión de artilugios, conquista de castillos y sistema de creación de equipo. Spaceplan, Idle Cave Miner, Forager, Melvor Idle y Leaf Blower Revolution cierran muchas listas como títulos “de autor” que han sabido aportar algo diferente al género.

También se mencionan con frecuencia otras propuestas populares como Cookie Clicker, Clicker Heroes, AFK Journey, Mr. Mine Idle Craft Miner, Hero Wars: Alliance o Seven Knights Idle Adventure, especialmente entre jugadores que buscan experiencias de muy largo recorrido o con comunidades activas.

Otras propuestas idle y clicker para Android

Además de los grandes nombres, hay un montón de títulos curiosos que merece la pena apuntar si te ha picado el gusanillo del género. Por ejemplo, Corrupt Mayor Clicker es una sátira política donde encarnas a un alcalde corrupto que va acumulando sobornos y favores, expandiendo su influencia con mecánicas de simulación y estrategia simplificadas.

RPG Clicker opta por una fórmula más clásica: un héroe que se abre paso por escenarios de fantasía a base de taps, subiendo de nivel, consiguiendo equipo y desbloqueando nuevas zonas y enemigos cada vez más duros. Todo muy minimalista, pero perfecto para sesiones cortas.

Doomsday Clicker te pone al frente de un refugio postapocalíptico donde lucrarte tras provocar el fin del mundo. Construyes instalaciones, mejoras búnkeres y atraes supervivientes mientras gestionas reinicios que traen nuevos cataclismos y multiplicadores de beneficio.

Clicker Fred se ambienta en el universo del famoso personaje Fred, atrapado en el inframundo y perseguido por la Muerte. El objetivo es avanzar lo máximo posible con mecánicas de clicker e idle, desbloqueando habilidades y ventajas para escapar de amenazas cómicamente exageradas.

Cómo elegir el tipo de juego idle que mejor encaja contigo

Con tanto donde elegir, lo más práctico es filtrar por ambientación y estilo de juego. Si te van los negocios y la economía, títulos como AdVenture Capitalist, Idle Miner Tycoon, Bit City, Idle Factory Tycoon o Cash, Inc. son candidatos claros.

Si prefieres dragones, héroes y magia, la mejor puerta de entrada son los RPG idle con colección de personajes como AFK Arena, Idle Heroes, Idle War: Legendary Heroes, Tower of God: New World o incluso AFK Journey para quienes busquen algo más moderno.

Quienes disfrutan de los clickers más puros, centrados en tocar sin parar y ver subir números, se sentirán como en casa con Cookie Clicker, Clicker Heroes, Egg, Inc., Leaf Blower Revolution o propuestas como Idle Research y Unnamed Space Idle.

Si lo tuyo es defender posiciones y colocar unidades, te encajarán Idle Defense: Dark Forest, Grow Castle, Cat’n’Robot Idle Defense o incluso algunos auto-battlers como Auto Battle Chess. Y, si prefieres construir cosas con mimo, puede que disfrutes más con Plantera, Idle Magic School, Idle Farm, Idle Pet Shop Tycoon o Forager.

Al final, el mejor consejo es probar varios, quedarte con los que respeten tu tiempo (anuncios opcionales, progreso offline razonable, monetización justa) y construir tu pequeña rotación de juegos idle a los que ir cambiando según te apetezca combatir, gestionar o simplemente ver números crecer.

El mundo de los juegos idle para Android se ha convertido en un refugio perfecto para quienes quieren seguir disfrutando de los videojuegos sin renunciar a una vida ocupada: ya sea montando una granja galáctica de huevos, un imperio empresarial ridículo, una mina interplanetaria, un escuadrón de héroes que lucha mientras trabajas o una absurda revolución de sopladores de hojas, hay opciones para todos los gustos, con propuestas que van desde lo más casual hasta lo sorprendentemente profundo, y con suficientes títulos de calidad como para que siempre tengas a mano algún juego idle que respete tu tiempo, tu paciencia y la batería de tu móvil.

Tras mucho mirar ofertas y modelos diferentes, hace unas semanas di el paso y me hice con un MacBook Air con chip M4. Teniendo en cuenta el uso que le voy a dar y mis necesidades, era la mejor opción con muchísima diferencia (y más teniendo en cuenta que lo compré a su mínimo histórico hasta la fecha). Sin embargo, me preocupaba a nivel de conectividad. ¿La solución? Comprar este accesorio de Ugreen: cuesta 18,89 euros y no puedo estar más contento con él.

Uno de esos accesorios que te puede resolver un problema en cualquier momento

Ugreen es una marca que cuenta con un catálogo bastante grande de accesorios, cables y otros productos que son ideales con dispositivos de Apple. La misma marca cuenta con varios hub USB, aunque elegí este por tres razones: tiene un precio bastante ajustado por lo que ofrece, a nivel de conectividad es muy interesante y está fabricado en aluminio con un color muy parecido al Azul Medianoche de mi MacBook.

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Es uno de esos accesorios que llevo dentro de la misma funda del ordenador conmigo a todas partes porque nunca sabes cuándo te va a venir bien. Se conecta a uno de los puertos Thunderbolt 4 del MacBook y ofrece varias conexiones diferentes. Una de ellas, por ejemplo, es un puerto HDMI que permite resolución 4K y 60 Hz, ideal para conectarle un monitor para trabajar con dos pantallas.

A este puerto, debemos sumarle dos puertos USB-A y dos puertos USB-C, ideal si, por ejemplo, queremos conectar un ratón convencional. Junto a todos ellos, tenemos un puerto USB-C que proporciona potencia de carga de hasta 85 W. Yo estoy encantado con él y lo cierto es que, para todo lo que ofrece, me parece que tiene un precio bastante interesante.

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Imágenes | Javier Penalva, Ugreen

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La noticia Tras hacerme con un nuevo MacBook Air, este es el primer accesorio que he comprado: no llega a 20 euros y me parece imprescindible fue publicada originalmente en Applesfera por Juan Lorente .

Si te gusta jugar en el móvil o simplemente quieres saber hasta dónde es capaz de llegar tu smartphone, resulta muy útil monitorizar en tiempo real los FPS y la tasa de refresco de la pantalla en Android. No solo por curiosidad, sino porque estos datos te dicen al instante si el sistema va sobrado o si empieza a ir justo de potencia en determinados juegos o apps.

En los ordenadores es algo muy habitual, pero en móviles mucha gente aún no sabe que también se puede hacer de forma sencilla, sin ser root y sin meterse en líos raros. A lo largo de este artículo vamos a ver qué son exactamente los FPS y los Hz, qué implican en el rendimiento de tu Android y cómo mostrarlos en pantalla mientras juegas o usas cualquier aplicación, usando herramientas del sistema y apps especializadas como Display Checker, Game Booster o Real-time Display FPS Meter.

Qué son los FPS y la tasa de refresco (Hz) en Android

Antes de empezar a activar ajustes y a instalar aplicaciones, merece la pena entender bien qué significan esos números que verás sobreimpresos en tu pantalla cuando monitorices el rendimiento. Se suele hablar de FPS y de Hz como si fueran lo mismo, pero en realidad no lo son, aunque estén directamente relacionados.

Cuando hablamos de la tasa de refresco de la pantalla en hercios, o Hz, nos referimos a los ciclos por segundo a los que el panel es capaz de actualizar la imagen. Una pantalla de 60 Hz puede mostrar hasta 60 fotogramas cada segundo; una de 90 Hz, hasta 90; una de 120 Hz, hasta 120, y así sucesivamente. Es una característica física de la pantalla, bastante estable y que normalmente solo cambia cuando el sistema activa o desactiva modos como el refresco adaptativo.

Los FPS (frames per second, fotogramas por segundo) indican otra cosa: la velocidad a la que la GPU y el procesador de tu móvil son capaces de generar esos fotogramas. Es decir, la parte de «potencia bruta» del sistema. Un juego muy exigente puede hacer que los FPS caigan si el hardware no da más de sí, aunque tu pantalla pueda refrescar a 120 Hz.

Lo ideal es que ambas cifras vayan en consonancia: si tienes un panel de 60 Hz, el rendimiento óptimo será moverte en torno a 60 FPS. Si tu móvil aguanta 90 o 120 Hz y el juego está bien optimizado, lo normal es que veas valores cercanos al máximo posible para ese título. Cuando empiezan las caídas de FPS por debajo de lo que la pantalla puede mostrar, aparecen tirones, falta de fluidez y una sensación de juego poco estable.

Por eso, monitorizar estos datos te permite detectar fácilmente si un juego te va demasiado pesado y necesitas bajar la calidad gráfica, limitar FPS o ajustar otros parámetros. Además, sirve como referencia para comparar el rendimiento entre distintos móviles o tras una actualización importante del sistema.

Por qué te interesa ver FPS y Hz en pantalla mientras juegas

Entre los usuarios de PC es muy típico obsesionarse con los FPS y con los hercios del monitor, y en el móvil no debería ser tan diferente. Nuestros smartphones cada vez tienen un hardware más potente y pantallas con tasas de refresco elevadas, y los juegos para Android se han vuelto bastante más exigentes y complejos que hace unos años.

Controlar el rendimiento en tiempo real tiene varias ventajas claras. Para empezar, puedes ver de un vistazo en qué momentos concretos el juego se viene abajo (escenas con muchos elementos en pantalla, efectos especiales, espacios abiertos, etc.). Si notas que los FPS se desploman en esas zonas, es un buen indicador de que tienes que tocar las opciones gráficas.

También es útil para comprobar si el modo de refresco alto de la pantalla se está aprovechando de verdad. Muchos móviles incluyen modos de tasa de refresco inteligente o adaptativa que prometen subir a 90 o 120 Hz solo cuando hace falta para ahorrar batería. Mostrar la tasa de refresco en pantalla te permite verificar si realmente el sistema activa esos Hz extra cuando inicias tu juego favorito.

Otro motivo para querer tener estos datos siempre visibles es que te ayudan a comparar configuraciones. Puedes probar el mismo juego a máxima calidad, anotar mentalmente cuántos FPS ves, y luego bajar sombras, texturas o resolución para comprobar si ganas estabilidad y fluidez. A partir de ahí encuentras fácilmente el punto medio entre calidad gráfica y rendimiento que mejor se adapte a ti.

Por último, si sueles trastear, cambiar de ROM, actualizar el sistema o instalar betas, monitorizar FPS y Hz te sirve como termómetro del rendimiento general del dispositivo. Un cambio de versión de Android que de repente baje 10-15 FPS de media en tus juegos es una señal clara de que algo no va fino.

Mostrar la tasa de refresco (Hz) desde las opciones de desarrollador

Android incluye desde hace tiempo una opción bastante escondida que permite ver la frecuencia de actualización de la pantalla en tiempo real, sin necesidad de apps de terceros. Esta función solo muestra los Hz, no los FPS del juego, pero ya es un primer paso muy útil para comprobar si el panel se comporta como debería.

Lo primero que necesitas es activar las opciones de desarrollador. Para ello, entra en los ajustes de tu móvil, ve al apartado de información del sistema (suele llamarse «Información del teléfono» o «Acerca del teléfono») y pulsa varias veces seguidas sobre «Número de compilación» hasta que el sistema te indique que se han activado las opciones de desarrollador. Te pedirá el PIN o patrón de seguridad, y listo.

Cuando tengas habilitado este menú oculto, vuelve a Ajustes y entra en el nuevo apartado «Opciones de desarrollador». Dentro, busca la función llamada «Mostrar frecuencia de actualización» o un nombre similar, que suele estar en el bloque de ajustes relacionados con la pantalla o la depuración gráfica.

Al activarla, el sistema empezará a mostrar en una esquina de la pantalla el valor de la tasa de refresco actual. Verás algo como «60 Hz», «90 Hz» o «120 Hz» en función del modo que esté usando el panel en cada momento. Si el móvil tiene modo adaptativo, comprobarás cómo ese número sube o baja según lo que estés haciendo: navegación, redes sociales, vídeo, juegos, etc.

Esta función es perfecta para saber si el modo de refresco alto se activa realmente en los juegos o apps que te interesan. Si ves que en un título concreto nunca pasas de 60 Hz, puede que esa app no sea compatible con frecuencias mayores o que la capa de personalización haya limitado el refresco para ahorrar batería. En ese caso, puedes ir a los ajustes de pantalla y forzar manualmente una tasa más alta si el dispositivo lo permite.

Ver FPS y tasa de refresco con Display Checker en Android

Si quieres ir un paso más allá y tener tanto FPS como Hz visibles a la vez, una solución muy práctica es usar una aplicación especializada. Una de las más recomendadas es Display Checker, que permite mostrar en tiempo real tanto la tasa de refresco como los fotogramas por segundo directamente sobre cualquier juego o app.

Lo primero es descargar la app desde Google Play e instalarla como harías con cualquier otra aplicación. Una vez abierta, verás en la parte superior información básica sobre la pantalla de tu móvil, como la resolución, la densidad de píxeles y la tasa de refresco máxima soportada por el panel.

Dentro de la aplicación verás una opción clave llamada «Show real-time refresh rate and FPS» o similar. Al activar esta palanca, estarás indicando que quieres que se muestre una pequeña superposición en pantalla con los datos de Hz y fotogramas por segundo. Esta es la función central que vamos a usar para monitorizar el rendimiento.

En cuanto intentes activar la visualización, el sistema te mostrará una ventana de aviso porque la app necesita permiso para mostrarse por encima de otras aplicaciones. Es el clásico permiso de «superposición en pantalla» u «overlay», necesario para que el indicador permanezca visible mientras juegas o usas cualquier otra app.

Al tocar en el botón «Allow» o «Permitir», Android te llevará a la pantalla de configuración de «Mostrar sobre otras aplicaciones». Allí verás una lista de apps que pueden pintar contenido por encima de las demás. Solo tienes que buscar Display Checker, entrar en su ficha y activar el interruptor que permite que se muestre sobre el resto de aplicaciones.

En cuanto otorgues este permiso, regresarás a Display Checker. Desde ese momento ya podrás decidir qué quieres que aparezca en la superposición: solo la tasa de refresco, solo los FPS o ambas. Si además quieres capturar la partida, consulta cómo grabar un videojuego en Android.

Además, la aplicación te permite personalizar la posición del indicador en la pantalla. Puedes colocar los datos en la parte superior o inferior, y alinearlos a la izquierda, centrados o a la derecha. Conviene elegir una zona donde no tapen elementos importantes de la interfaz del juego, como botones o el minimapa.

Una vez configurado todo, a partir de ese momento verás de forma permanente los Hz y los FPS en la parte de la pantalla que hayas elegido, sin importar qué app abras. Si en algún momento prefieres no tenerlos siempre visibles, muchas versiones de la app permiten que los datos también se muestren en el área de notificaciones, para consultarlos de forma más discreta.

Lo interesante es que, gracias a ese permiso de superposición, también verás los valores de FPS mientras juegas. El contador permanecerá fijo en primer plano y te permitirá comprobar en todo momento si la experiencia se mantiene estable o si hay caídas bruscas en escenas concretas.

Usar Game Booster y otras apps para mostrar FPS en juegos

Además de Display Checker, existen otras herramientas pensadas específicamente para jugadores, como Game Booster y otros potenciadores de juegos que incluyen medidores de FPS integrados. Estas apps suelen optimizar recursos, cerrar procesos en segundo plano y ofrecer accesos rápidos a ajustes de rendimiento.

En muchos móviles gaming (Black Shark, Lenovo Legion y otros modelos centrados en el juego), la propia capa de personalización incorpora un panel de rendimiento donde puedes activar el medidor de FPS y otros datos como temperatura o uso de CPU y GPU. Suele aparecer al deslizar desde un lateral durante la partida o al abrir un centro de juegos específico.

Si tu móvil no es gaming pero instalas una app como Game Booster, podrás activar una opción en su menú de ajustes denominada algo parecido a «Visualizador de FPS en pantalla». Una vez que le des los permisos necesarios, la aplicación superpondrá un pequeño contador de fotogramas por segundo cuando inicies cualquier título desde su lanzador.

Mucha gente piensa que hay que ser root para ver los FPS en Android, pero eso ya no es así. La mayoría de estas herramientas se apoyan en APIs del propio sistema y en permisos de superposición, de modo que pueden mostrar la información en tiempo real sin necesidad de modificar el móvil ni desbloquear nada raro.

En algunos Game Booster o utilidades similares encontrarás incluso un apartado llamado «FPS Monitor» en los ajustes. Al entrar ahí, podrás activar o desactivar el monitor en tiempo real, cambiar el tamaño del texto, el color, la transparencia del fondo y la posición en la pantalla para que no moleste.

Con el medidor en marcha, podrás ver de forma muy clara si un juego se mantiene estable por encima de 60 FPS o si se desploma y oscila constantemente. Si el número se queda bajo de manera constante, es una pista clara para bajar la calidad gráfica a media o incluso baja. Si el juego apunta a 60 o 120 FPS máximos pero apenas llegas a 30-40 FPS, lo notarás al instante con tirones y sensación de falta de respuesta.

Medir FPS de la interfaz con Real-time Display FPS Meter

Otra herramienta interesante es Real-time Display FPS Meter, una app pensada para monitorizar el rendimiento general de la interfaz y las animaciones del sistema, más que los FPS dentro de juegos pesados. Utiliza el componente Choreographer de Android para calcular los fotogramas por segundo que se están dibujando en la pantalla.

Esta aplicación permite mostrar los FPS como una superposición flotante o directamente en la barra de estado, para que tengas siempre a la vista cómo de fluido va el sistema. Es especialmente útil si quieres comprobar si tu capa de personalización va fina o si ciertas apps provocan lag en las transiciones.

Conviene tener claro que Real-time Display FPS Meter no mide directamente el rendimiento de la GPU en juegos 3D complejos. Su objetivo es el comportamiento de la interfaz de Android y de las aplicaciones en general, así que es perfecta para quienes quieren que el móvil se sienta «suave» en el día a día.

La activación es sencilla: desde sus ajustes puedes encender o apagar la visualización de FPS con un interruptor rápido, elegir si quieres la superposición o el dato en la barra de estado, y ajustar el estilo del texto para que no resulte intrusivo. Todo encaja de manera bastante natural en el sistema.

Gracias a su diseño minimalista, la app ofrece un buen equilibrio entre funcionalidad y simplicidad. No está llena de menús confusos ni de funciones que no vas a usar; básicamente se centra en mostrar la información de FPS de forma clara para que puedas detectar si hay tirones o caídas de rendimiento en la interfaz.

Otras métricas útiles: CPU, GPU y datos de pantalla

Además de los FPS y la tasa de refresco, muchas de estas aplicaciones incorporan información adicional sobre el hardware de tu dispositivo, que puede venirte muy bien para entender mejor sus límites y su comportamiento bajo carga.

Por ejemplo, hay apps que ofrecen un apartado de CPU y GPU donde puedes consultar el modelo exacto del procesador, el número de núcleos, la frecuencia máxima, el tipo de GPU y otros datos técnicos. Esto te ayuda a saber qué tienes realmente entre manos y a comparar con otros móviles que veas en análisis o recomendaciones.

También es habitual encontrar un bloque dedicado a la pantalla con detalles como la resolución, la densidad de píxeles, la versión de OpenGL soportada y la tasa de refresco anunciada por el panel. Saber si tu móvil soporta ciertas versiones de OpenGL o Vulkan puede cumplir un papel importante a la hora de elegir juegos o emuladores más avanzados.

Algunas de estas herramientas permiten incluso configurar el intervalo de actualización del medidor de FPS y de la tasa de refresco, para decidir cada cuántos milisegundos se recalculan y se muestran los valores. Un intervalo más corto ofrece lecturas más precisas y rápidas, pero puede consumir algo más de recursos y batería; uno más largo suaviza la gráfica y reduce el impacto en el sistema.

En la parte visual, muchas apps dejan personalizar el tamaño del texto, su color, el fondo del recuadro y la posición exacta en la pantalla. Así es más fácil adaptar el medidor a cada juego o aplicación para que no tape controles, mapas o información importante. Si pasas muchas horas jugando, asegurarte de que el HUD de FPS no molesta es casi tan importante como tenerlo activado.

Todo este conjunto de datos —FPS, Hz, CPU, GPU y características de la pantalla— conforma un cuadro completo que te permite afinar al máximo el rendimiento de tu dispositivo Android, tanto si lo usas de forma casual como si te lo tomas más en serio y quieres sacar cada gota de potencia disponible.

Conocer y monitorizar estas métricas convierte tu móvil en algo más que un simple dispositivo de consumo: pasa a ser una herramienta que puedes ajustar y optimizar en función de lo que necesitas en cada momento, evitando frustraciones por tirones, caídas de rendimiento o modos de refresco que nunca llegan a activarse.

La historia de la tecnología está llena de "y si..." y Apple tiene una lista interminable de ideas que se quedaron en el laboratorio. Hoy desbloqueamos nuestro iPhone con la mirada sin pensarlo, pero hubo un momento, durante el desarrollo del primer iPhone, en que la compañía consideró seriamente que la mejor forma de acceder a tu teléfono era girando un pomo de puerta digital. Sí, como lo lees. Un pomo.

Para entender por qué se plantearon algo así (y por qué fue descartado), hay que viajar al 23 de diciembre de 2005. El iPhone es todavía un proyecto secreto en Cupertino y el mercado de los teléfonos, un páramo de usabilidad dominado por Nokia, Blackberry e incluso Windows Mobile.

Del lio de botones a la "manecilla digital"

Si tuviste un móvil en los 2000, conoces bien estos gestos: para evitar llamar a alguien por error desde el bolsillo, los fabricantes como Nokia o Motorola te obligaban a hacer contorsionismo con tus dedos: Menú + asterisco en menos de un segundo. El iPhone llegaba para cambiarlo todo acabando el teclado físico, pero eso creaba un nuevo problema: con una pantalla táctil gigante, el riesgo de pulsaciones accidentales se multiplicaba.

Bas Ording, el legendario diseñador de interfaces de Apple (el padre del "efecto rebote" del scroll), dijo que el equipo de diseño entró en una espiral de pruebas para solucionar esto. Probaron gestos con dos dedos, pulsaciones simultáneas en puntos distintos... y entonces llegó la idea entre todas las ideas: una manecilla de puerta virtual.

En aquel momento, y bajo una visión skeumorfista, tenía todo el sentido del mundo. Porque cualquiera sabe cómo abrir una puerta. Si pones un pomo en la pantalla que hay que girar, el usuario entenderá la metáfora. Pero, en la práctica, eso no funcionaba.

{"videoId":"x86ytgh","autoplay":true,"title":"Presentación del iPhone original en 2007", "tag":"iPhone", "duration":"619"} La regla de oro: si no se puede con una mano, no sirve

Al equipo le gustaba la analogía de la puerta, pero la ejecución era incómoda. Intentar girar un objeto circular en una pantalla plana requería una precisión extraña o, peor aún, el uso de las dos manos. Y ya sabemos la obsesión de Jobs: el iPhone debía poder usarse con una sola mano. Si tenías que soltar tu café para desbloquear el móvil, el diseño no era lo suficientemente bueno. El "pomo virtual" se descartó por esa simple razón de usabilidad.

Entonces Bas y su equipo tuvieron que volver a la pizarra. Necesitaban un gesto que fuera:

• Largo y deliberado: para evitar accidentes en el bolsillo.
• Horizontal: porque un deslizamiento vertical era demasiado fácil de activar al sacar el móvil del pantalón.
• Intuitivo: que no requiriera manual de instrucciones, como la pulsación de dos botones de los Nokia.

De esa necesidad nació el "Slide to Unlock". Cuando Steve Jobs deslizó ese botón gris sobre la barra negra en 2007, la audiencia soltó un jadeo de asombro. Era magia. Era la solución perfecta. Tanto es así que aquella patente de 2005 se convirtió en uno de los activos más valiosos de la compañía. De hecho, Apple usó esa patente como arma principal en su larga guerra legal contra Samsung, argumentando que copiar ese gesto era copiar el alma del iPhone.

Patente de Apple "Slide to Unlock" Un gesto que murió... y ha resucitado en 2025

El "deslizar para desbloquear" parecía inmortal, pero con la llegada de iOS 10 en 2016 y la velocidad del Touch ID (y luego Face ID), el gesto se volvió innecesario. Desapareció de nuestras vidas, relegado al museo de la nostalgia. O eso creíamos.

Porque la historia es cíclica y, a veces, el pasado tiene la solución a los problemas del futuro. Con una de las últimas versiones de iOS 26, Apple ha traído de vuelta el gesto de deslizar, pero esta vez con una misión: evitar que te quedes dormido.

Hasta ahora, apagar la alarma del iPhone era demasiado fácil: un simple toque en la pantalla táctil, en "Detener" en vez de "Posponer". Un toque erróneo y adiós alarma, hola llegar tarde al trabajo. Por eso, a partir de iOS 26.1, llegó el "Deslizar para apagar".

Al igual que en aquel momento de 2007, te obliga a hacer un gesto consciente, un esfuerzo físico mínimo pero suficiente para despertar al cerebro. La misma lógica que usó el equipo de diseño en 2005 para evitar llamadas de bolsillo, aplicada ahora para evitar sueños involuntarios. Porque el pomo virtual no pasó el corte, pero el deslizamiento fue tan buena idea que, dos décadas después, ha vuelto para salvarnos de nosotros mismos.

En Applesfera | Nuevos iPhone 18 - Todo lo que creemos saber sobre ellos

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La noticia El iPhone estuvo a punto de tener un "pomo virtual" en la pantalla. Steve Jobs lo descartó por una razón de peso fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

 

Hablar con la tele como si fuera una persona ya no es ciencia ficción: con Gemini en Google TV Streamer, Google ha dado uno de los cambios más grandes en la historia de su plataforma de entretenimiento. El clásico Asistente de Google pasa a un segundo plano para dejar paso a un asistente de IA mucho más listo, capaz de entender frases largas, matices y hasta las diferencias de gustos entre personas de una misma casa.

Esta actualización convierte al Google TV Streamer en algo más que un simple reproductor para apps y pelis: se transforma en un centro de control inteligente para el salón, que además sirve para aprender, resolver dudas del día a día y gestionar dispositivos del hogar conectado. Eso sí, tiene requisitos claros de dispositivo, país, idioma y edad, y algunas limitaciones importantes que conviene conocer para usarlo con cabeza.

¿Qué es Gemini para TV y qué papel juega en Google TV Streamer?

Gemini para TV es la versión del asistente de IA de Google diseñada específicamente para la tele, optimizada para dispositivos con Google TV, como el Google TV Streamer y ciertos modelos de televisores de marcas como TCL, Hisense o Walmart onn. No es simplemente “Gemini en grande”, sino una variante adaptada a la experiencia de sofá, pensada para búsquedas de contenido, control por voz y consultas generales desde la pantalla del salón.

En el Google TV Streamer, Gemini sustituye por completo al antiguo Asistente de Google, manteniendo lo básico (abrir apps, reproducir contenido, mostrar el tiempo, etc.), pero añadiendo una capa muy potente de conversación natural. Ya no hace falta recordar comandos exactos: puedes hablarle como lo harías a otra persona y la IA se encarga de interpretar lo que quieres.

Gemini para TV no es lo mismo que la app de Gemini del móvil, la tablet o el ordenador: tiene sus propios ajustes y se configura desde el propio televisor o desde la app Google Home. Su comportamiento, opciones y disponibilidad pueden ser distintos a los de Gemini en Android o en la web, aunque comparten la misma base tecnológica.

¿Qué puedes hacer con Gemini en Google TV Streamer? Encontrar qué ver sin pelearte con menús

Uno de los platos fuertes de Gemini en Google TV Streamer es la recomendación de series y películas usando lenguaje natural y parámetros muy concretos. En lugar de ir app por app buscando algo que os encaje, puedes soltarle una frase del estilo: “Me gustan las historias con mucho drama pero mi pareja prefiere las comedias, recomiéndanos una película que nos guste a los dos”, y Gemini se encarga de buscar títulos que mezclen ambos géneros.

Este tipo de peticiones complejas era prácticamente imposible con el asistente anterior, que se quedaba en “pon tal serie” o “abre tal aplicación”. Ahora, la IA tiene en cuenta géneros, tonos, preferencias y contexto, y puede ofrecerte sugerencias en pantalla completa, con una interfaz más visual en la que se muestran carátulas, fichas y opciones de reproducción a través de las distintas plataformas conectadas a Google TV.

También puedes pedir recomendaciones más específicas, del tipo “películas divertidas parecidas a Misión Imposible”, o preguntar por tendencias actuales como “¿cuál es el nuevo thriller de detectives del que todo el mundo habla?”. La idea es que no tengas que pensar en cómo formular la orden, sino simplemente en lo que te apetece ver.

Conversaciones generales y explicaciones didácticas

Gemini para TV no se limita al entretenimiento puro y duro: permite mantener conversaciones sobre casi cualquier tema, igual que lo harías en el móvil, pero mostrando la información en la pantalla grande. Es especialmente útil para explicaciones educativas adaptadas a distintas edades.

Puedes pedirle que le explique algo a un niño de forma sencilla y adaptada, por ejemplo: “Explícale a mi hijo de 10 años por qué entran en erupción los volcanes” o “¿Puedes explicarle el sistema solar a mi hijo de tercero de primaria?”. Gemini responde con un lenguaje adecuado a esa edad y, muy a menudo, apoya la explicación con vídeos de YouTube relacionados.

Google destaca que Gemini puede crear listas de reproducción de YouTube basadas en lo que pidas, como una lista de vídeos que expliquen cómo funciona la Estación Espacial Internacional a un niño de 12 años, o una selección de tutoriales para aprender algo concreto. Esto convierte a la tele en una herramienta de estudio o de curiosidad constante, no solo en una máquina de poner series.

Resúmenes de episodios y seguimiento de tus series

Otra función muy práctica de Gemini en Google TV Streamer es la capacidad de ponerte al día con series que tenías medio olvidadas. Si ha pasado mucho tiempo desde que viste la última temporada, puedes pedir algo como: “Recuérdame qué pasó en el final de la temporada anterior de esta serie” antes de empezar los nuevos capítulos.

La IA genera resúmenes breves y claros de episodios recientes, lo que facilita retomar una serie sin tener que buscar por tu cuenta en internet o revisar capítulos antiguos. Es especialmente útil para producciones con tramas complejas o muy largas, donde es fácil olvidar quién era quién y qué había ocurrido.

Control del hogar inteligente desde la tele

Gemini no solo sirve para reproducir contenido: también es una herramienta de control domótico. Desde el sofá, y sin sacar el móvil, puedes decirle que te muestre la cámara del jardín, la cámara de la entrada o cualquier otra que tengas vinculada a Google Home, además de controlar luces, enchufes inteligentes o el termostato, siempre que sean compatibles.

Las órdenes típicas pueden ser del estilo “Enséñame la cámara del jardín trasero” o “Enciende las luces de la cocina”, aprovechando la integración con Google Home y el resto del ecosistema. Todo ello se gestiona desde el Google TV Streamer, de modo que la tele actúa como panel central de tu hogar conectado.

Disponibilidad de Gemini para TV en Google TV Streamer Países e idiomas compatibles

Gemini para TV no está disponible todavía en todo el mundo ni en todos los idiomas. A día de hoy, la función solo se puede usar en dispositivos Google TV ubicados en Canadá o Estados Unidos, y únicamente en inglés (para Canadá y EE. UU.) y francés (para Canadá). Es decir, si tienes el Google TV Streamer en otro país o con otro idioma, la opción puede que ni siquiera aparezca.

Google ha dejado claro que su intención es ir ampliando territorios e idiomas con el tiempo, tanto para el Google TV Streamer como para más modelos de televisores con Google TV y, eventualmente, algunos con Android TV. Pero el despliegue es progresivo y puede tardar semanas o meses en llegar a todas las regiones.

Dispositivos compatibles

Gemini para TV está optimizado para dispositivos Google TV concretos, y de momento solo se puede usar en:

• Google TV Streamer (el dongle que toma el relevo del Chromecast tradicional).
• Modelos TCL QM9K, QM7K, QM8K y X11K con Google TV.
• Walmart onn. modelo 4K Pro con Google TV.
• Modelos Hisense U7, U8 y UX basados en Google TV.

El caso del Google TV Streamer es especialmente interesante porque se conecta a cualquier tele con HDMI, incluso a televisores que no usan Google TV como sistema operativo. De esta forma, Gemini para TV se expande a muchos más salones simplemente enchufando el dispositivo, sin necesidad de cambiar de tele.

Si tu tele no es una de las compatibles de forma nativa, pero tienes un Google TV Streamer, es el propio dongle el que pone toda la parte de IA. Solo necesitas un puerto HDMI libre y cumplir el resto de requisitos de región, idioma y edad.

Edad mínima y tipos de perfil

Las respuestas de IA de Gemini para TV solo están disponibles para perfiles de usuario mayores de 18 años. Los perfiles infantiles de Google TV no pueden usar Gemini; en su lugar, en los perfiles de menores que no son infantiles, siguen recibiendo respuestas del Asistente de Google tradicional.

Esto significa que el control parental sigue pasando por la gestión de perfiles: cada persona de la casa puede tener su propio perfil de tele, pero solo aquellos asociados a cuentas de adultos podrán acceder a la experiencia completa de Gemini para TV, con sus respuestas generativas y sugerencias avanzadas.

¿Cómo se activa y se usa Gemini en Google TV Streamer? Configuración desde Google TV

Si tu dispositivo y tu perfil cumplen los requisitos, verás la opción “Gemini para TV” en la parte superior de la pantalla principal de Google TV. A partir de ahí, puedes revisar y ajustar la configuración desde el menú de ajustes del propio dispositivo.

La ruta general es: Ajustes > Cuentas y perfiles > tu cuenta > Asistente de voz. Si tu casa y tu cuenta están dentro de la región soportada y tienes la edad adecuada, en ese menú debería aparecer la opción para activar Gemini para TV, sustituyendo al antiguo Asistente.

Es importante entender que no existe un interruptor independiente de “encender/apagar Gemini para TV” como tal: si el dispositivo, la casa de Google Home y la cuenta cumplen los requisitos, la experiencia de Gemini se aplica de manera automática. Para volver al Asistente de Google, la solución es quitar el dispositivo de la casa en Google Home.

Vinculación con Google Home y gestión de la casa

Para que Gemini para TV funcione correctamente, tu Google TV Streamer debe estar añadido a una casa en la app Google Home y esa misma casa debe incluir la cuenta o perfiles que usarán la tele. Si el perfil de la televisión o la cuenta que ha iniciado sesión no es miembro de esa casa, se usará el Asistente de Google en lugar de Gemini.

Google recomienda crear o elegir tu casa en la app Home, añadir el televisor (o el Google TV Streamer) y después vincular las cuentas como miembros. De este modo, todos los perfiles de tele que pertenezcan a esa casa podrán acceder al mismo entorno de voz basado en Gemini para TV.

Ten en cuenta que, cuando confirmas la configuración de Gemini para TV en un perfil, todas las teles compatibles de esa casa obtienen Gemini automáticamente. Si creas otra casa distinta o te mudas y añades nuevos dispositivos, tendrás que repetir el proceso de confirmación de Gemini en cada una de ellas.

¿Cómo comprobar si ya tienes la actualización?

El despliegue de Gemini para TV en Google TV Streamer se hace de forma escalonada, así que no llega a todos al mismo tiempo. Para comprobar si ya la tienes, puedes hacer dos cosas: revisar la opción de Gemini en los ajustes del televisor o usar la app Google Home.

Desde la app Google Home, el procedimiento habitual es este:

• Abre Google Home en tu móvil (si no la tienes, descárgala desde Google Play o la App Store).
• Crea una casa si aún no tienes ninguna configurada y añade tu Google TV o Google TV Streamer.
• Asegúrate de que el móvil y el televisor estén conectados a la misma red Wi‑Fi antes de buscar el dispositivo.
• Cuando el televisor aparezca correctamente vinculado, la casa queda lista para recibir Gemini para TV en cuanto la actualización esté disponible para tu cuenta.

Si ya está activa, al ir a Ajustes > Cuentas y perfiles > Asistente de voz deberías ver la opción “Gemini para TV”. Si no aparece, es probable que todavía no se haya desplegado para tu región o cuenta, o que no cumplas algún requisito de idioma o edad.

Acceso por voz: botón de micrófono y “Hey Google”

Para hablar con Gemini en el Google TV Streamer no necesitas hardware extra: basta con el mando a distancia. Sigues usando el botón del micrófono como con el antiguo Asistente: lo mantienes pulsado, hablas, y Gemini interpreta tu petición con una capacidad de conversación mucho más natural.

Además, hay dispositivos que permiten usar “Hey Google” en modo manos libres, bien porque la tele tenga micrófono integrado, porque lo tenga el propio Google TV Streamer o porque el mando disponga de esa función. En estos casos, cuando la tele está encendida o en modo de espera, Gemini para TV puede activarse al escuchar el comando de voz.

Para activar el micrófono con manos libres, el camino típico en los ajustes es:

1. Ir a Ajustes en Google TV.
2. Seleccionar Cuentas y perfiles, elegir tu cuenta y entrar en Asistente de voz.
3. Activar la opción Micrófono con manos libres.

Conviene tener en cuenta algunos detalles importantes sobre el micrófono: puede estar situado en la tele, en el mando o en el propio dispositivo de streaming, y casi siempre existe un interruptor físico para silenciarlo. Google avisa también de que Gemini para TV puede activarse por error si oye algo parecido a “Hey Google”, y que, si hay varios dispositivos cercanos que responden a esa frase, solo uno de ellos debería contestar en función de la proximidad y el tipo de solicitud.

Elegir la voz y valorar respuestas

Gemini para TV introduce voces más expresivas y naturales que las del Asistente anterior, y puedes cambiar cuál quieres usar desde los ajustes del asistente de voz en Google TV o desde la app Google Home, en la parte de configuración de Gemini para Home.

La misma voz que elijas se aplica no solo al Google TV Streamer, sino también a otros dispositivos compatibles, como altavoces Nest o pantallas inteligentes que tengas en la misma casa. De esta manera, toda la experiencia de voz de tu hogar suena coherente y unificada.

Otra novedad interesante es la posibilidad de valorar las respuestas de Gemini para TV con Me gusta o No me gusta, e incluso enviar comentarios diciendo “Enviar comentarios” o expresiones similares. Estas valoraciones ayudan a Google a mejorar el asistente y a ajustar su comportamiento a las necesidades reales de los usuarios.

Resultados personales, Voice Match y gestión de datos

Resultados personales en la tele

Con Gemini para TV puedes ver resultados personales en la pantalla grande, como fotos de Google Fotos, eventos de Google Calendar y otra información ligada a tu cuenta de Google, siempre que hayas activado esta posibilidad.

El matiz clave es que, si no configuras Voice Match, cualquiera que use la tele podría llegar a ver esos resultados personales de la cuenta que esté iniciada en ese momento. Por eso, si compartes el televisor con más gente, es recomendable configurar Voice Match para que Gemini intente distinguir quién habla y así muestre solo la información de la persona correcta.

Activar Voice Match y protección básica

Voice Match es la función de Google que reconoce tu voz y la vincula a tu cuenta, de forma que el asistente, en este caso Gemini para TV, sepa cuándo eres tú quien habla. Al activarlo, se reduce el riesgo de que otros miembros de la casa accedan a tus datos personales desde la tele sin querer.

En la práctica, esto se traduce en que Gemini adaptará mejor sus respuestas y recomendaciones a tus hábitos, además de limitar el acceso a tus datos personales cuando detecta una voz distinta. No es infalible, pero añade una capa adicional de privacidad sobre el simple hecho de tener la sesión iniciada en la tele.

¿Cómo se guardan y manejan tus interacciones?

Si has activado la opción “Actividad en la Web y en Aplicaciones” en tu cuenta de Google, tus interacciones con Gemini para TV se guardan dentro de la sección “Asistente de Google”, igual que ocurría con el asistente clásico.

Desde esa sección puedes revisar, filtrar y eliminar la actividad cuando quieras, ya sea desde un navegador o desde la app oficial de Google. Esto incluye consultas de voz, peticiones de contenido y cualquier otra interacción que el sistema haya registrado.

Google insiste en que la información se utiliza para mejorar el servicio y personalizar la experiencia, pero también recuerda que puedes desactivar el historial o borrar elementos concretos si no quieres que se sigan almacenando. La gestión de datos sigue siendo la misma base de siempre, ahora aplicada a las capacidades de Gemini.

Uso responsable y limitaciones importantes

Aunque Gemini para TV es muy potente, no está pensado para todo tipo de consultas. Google es claro al pedir que no se usen sus respuestas como asesoramiento médico, jurídico, financiero ni profesional de ningún tipo, porque los modelos de IA siguen evolucionando y pueden equivocarse.

La compañía advierte de que Gemini para TV a veces puede ofrecer información incorrecta, sesgada u ofensiva, que no representa las opiniones de Google. De ahí la importancia de no tomar sus respuestas como verdades absolutas en temas sensibles y, en caso de duda, acudir siempre a fuentes especializadas.

Por eso mismo, el sistema de valoraciones y comentarios cobra tanta relevancia: al marcar una respuesta como útil o no útil, contribuyes a pulir el comportamiento de la IA. Y si una respuesta parece especialmente improcedente, puedes enviar comentarios de forma directa para que se revise.

El propio despliegue de Gemini for TV en Google TV Streamer forma parte de una estrategia más amplia de Google, que está llevando su IA generativa a muchas de sus plataformas: Android Auto, Google Home, móviles con Gemini y ahora el salón, con una experiencia basada en conversación natural y recomendaciones contextuales que aprovechan mejor todos los servicios conectados.

El Google TV Streamer pasa de ser un simple dongle para ver contenido a convertirse en un asistente inteligente siempre disponible, capaz de recomendar la película perfecta para toda la familia, resumir la temporada que no recuerdas, ayudarte a explicarle el sistema solar a tu hijo y encender las luces del salón sin que tengas que levantarte del sofá, siempre que respetes las condiciones de uso responsable y tengas claro qué tipo de ayuda sí puede darte y cuál no debería sustituir al criterio profesional. Comparte esta guía y más usuarios sabrán cómo gestionar Gemini en Google TV Streamer.

Si usas Android a diario, seguro que alguna vez has pensado que el navegador predeterminado se te queda corto: se atasca, tarda en cargar y consume más memoria de la que te gustaría. En un móvil con unos años a sus espaldas esto se nota todavía más, y al final terminas creyendo que es el teléfono el que va mal… cuando muchas veces el problema es el navegador.

Dentro de ese mundo de alternativas menos conocidas está Dolphin, un viejo conocido para muchos usuarios veteranos de Android que hoy sigue teniendo mucho sentido. Dolphin es un navegador rápido, ligero y muy personalizable pensado específicamente para móviles, con funciones curiosas como gestos en pantalla, control por voz (Sonar), bloqueador de anuncios integrado y una buena colección de complementos que lo convierten en una auténtica navaja suiza para navegar.

¿Qué es Dolphin y por qué nació como alternativa en Android?

A diferencia de Chrome, Edge o Firefox, que vienen respaldados por grandes compañías como Google, Microsoft o Mozilla, Dolphin es un proyecto desarrollado por la empresa Mobotap. Desde sus inicios se orientó de forma muy clara a smartphones, tanto Android como iOS, dejando de lado el escritorio y centrándose en la experiencia móvil.

Este navegador se hizo especialmente popular en los primeros años de Android, allá por 2010, cuando el navegador predeterminado del sistema era limitado, lento y poco cómodo. Dolphin llegó entonces como una alternativa fresca, con soporte multitáctil avanzado, navegación por pestañas al estilo escritorio y una interfaz pensada para sacarle partido a cada pulgada de la pantalla.

En su interior, Dolphin utiliza motores de renderizado WebKit/Blink, los mismos sobre los que se apoyan navegadores tan conocidos como Safari o el propio Chrome. Sin embargo, la clave está en cómo se ha optimizado su arquitectura: está construida para ser eficiente en teléfonos, consumiendo menos recursos de lo habitual para que la experiencia no se resienta ni en móviles modestos ni en aquellos con mucha carga de apps.

Gracias a un diseño minimalista y a una estructura cuidada, Dolphin consigue ofrecer una velocidad muy alta con un uso de RAM significativamente menor. En un contexto en el que muchos navegadores se han ido llenando de funciones pesadas e incluso capas de inteligencia artificial, Dolphin apuesta por mantenerlo todo más compacto y ágil, algo que valoran mucho los usuarios que solo quieren que las páginas se abran rápido y sin tirones.

Dolphin Zero Incognito Browser (Free, Google Play) →

Dolphin frente a Chrome: velocidad y consumo de recursos

Cuando se habla de Dolphin como alternativa rápida al navegador predeterminado de Android, la comparación con Chrome es inevitable. Durante años se ha repetido la idea de que es “más rápido que Chrome”, pero más allá del eslogan, hay cifras de rendimiento que respaldan esa afirmación.

En pruebas de benchmarks realizadas por medios especializados como MakeUseOf, Dolphin ha conseguido resultados ligeramente superiores a Chrome en varios test clave. En Speedometer 3.0, orientado a medir la capacidad de respuesta de las aplicaciones web, Dolphin alcanzó una puntuación cercana a 3,77 puntos frente a los aproximadamente 3,73 de Chrome, una diferencia pequeña pero constante.

Si nos vamos a JetStream 2, enfocado a la ejecución de JavaScript y WebAssembly, Dolphin se movió alrededor de los 225,78 puntos mientras que Chrome se quedó cerca de los 218,49. En MotionMark, centrado en gráficos y animaciones, Dolphin rondó los 244,70 puntos, frente a unos 215,77 de Chrome. No son saltos abismales, pero dejan claro que el navegador de Mobotap es capaz de moverse muy suelto en distintos escenarios de uso.

La parte interesante es que esos resultados de rendimiento vienen acompañados de un consumo de memoria sensiblemente menor. Mientras que Chrome puede rondar los 376 MB de RAM en determinadas condiciones, Dolphin se sitúa alrededor de los 277 MB, es decir, prácticamente 100 MB menos. En la práctica, esa diferencia se nota en la fluidez del sistema, sobre todo si tienes varias apps abiertas o un dispositivo con recursos limitados.

Esa mezcla de menos consumo y buena optimización hace que la sensación subjetiva de velocidad con Dolphin sea la de ir “el doble de rápido” que con otros navegadores más pesados. Las páginas parecen cargar al instante, las pestañas cambian sin tirones y la interfaz no da la impresión de ir sobrecargada. Además, el hecho de que no integre capas de IA ni funciones excesivamente complejas contribuye a que todo vaya más ligero.

Interfaz y experiencia de uso: un navegador pensado para la pantalla del móvil

Uno de los puntos fuertes de Dolphin es que su interfaz se ha diseñado pensando de verdad en cómo usamos el móvil con una sola mano. Nada de menús escondidos a tres toques o botones diminutos: la mayoría de funciones importantes están a un gesto de distancia y se aprovechan muy bien los bordes de la pantalla.

La pantalla de inicio del navegador actúa como un panel central donde puedes fijar accesos directos a tus webs favoritas y a las funciones principales. De este modo, en cuanto abres Dolphin tienes a la vista lo que más utilizas, sin necesidad de andar entrando en menús de marcadores tradicionales cada vez.

Durante la navegación, Dolphin muestra una barra de direcciones con autocompletado inteligente, capaz de sugerir URLs y búsquedas a medida que vas escribiendo. Además, incorpora una navegación por pestañas al estilo de los navegadores de escritorio, algo que en sus inicios fue una auténtica seña de identidad frente al navegador básico de Android.

El navegador también tiene en cuenta un detalle que muchos pasan por alto: el espacio útil en pantalla para leer. Para mejorar la visualización de las páginas, Dolphin es capaz de ocultar automáticamente elementos de su propia interfaz, como las pestañas o la barra de direcciones, cuando no los estás usando. Así, ves un porcentaje mayor del contenido web, algo que se agradece mucho en pantallas pequeñas.

Entre las comodidades adicionales encontramos la detección automática de feeds RSS con notificaciones, la sincronización con Google Bookmarks para tener tus marcadores en varios dispositivos y un gestor de descargas integrado que centraliza todos los archivos que bajas desde internet. Todo ello ayuda a que el uso diario del navegador sea más redondo.

Funciones clave: gestos, Sonar, privacidad y más

Si por algo se ha hecho famoso Dolphin es por incorporar funciones que hacen la navegación mucho más rápida y natural, alejándose del esquema clásico de “barra arriba y marcadores”. Aquí entran en juego los gestos, el control por voz y varias herramientas orientadas a la privacidad.

Navegación por gestos totalmente personalizable

La función de gestos de Dolphin permite dibujar símbolos en la pantalla para abrir webs o ejecutar acciones. En lugar de teclear la dirección o entrar en la lista de favoritos, puedes asociar, por ejemplo, una “U” a Uptodown, una “F” a Facebook o una “D” para ir a DuckDuckGo, y con un simple trazo la página se abre al instante.

Estos gestos no vienen cerrados: son completamente configurables y se pueden adaptar a tu manera de navegar. Puedes crear gestos para acceder a sitios concretos, para recargar una página, para abrir una nueva pestaña o incluso para lanzar ciertos complementos. Al principio puede requerir un poco de costumbre, pero una vez interiorizados, dinamizan mucho el uso del navegador.

Sonar: controla Dolphin con la voz

Otra de las funciones llamativas es Sonar, el sistema de control por voz integrado directamente en el navegador. A través de un conjunto de órdenes específicas, puedes realizar búsquedas, abrir webs, compartir páginas en redes sociales o gestionar tus marcadores sin escribir nada.

Para activar estas funciones, basta con pulsar el botón de Dolphin situado en la parte inferior de la pantalla y acceder desde ahí tanto a los gestos como a Sonar. La experiencia recuerda en cierto modo a lo que hace Google Now con los comandos de voz, pero aplicado de forma muy concreto a la navegación web dentro de Dolphin.

Privacidad: modo incógnito y Dolphin Zero

En materia de privacidad, Dolphin incluye desde hace tiempo un modo de navegación privada o incógnita. Al usarlo, el navegador no guarda historial, ni cookies, ni formularios, ni datos de caché vinculados a esa sesión, ofreciendo una experiencia más discreta para las consultas que no quieres que queden registradas.

Además, existe una variante llamada Dolphin Zero que lleva ese enfoque un paso más allá al centrarse en una navegación anónima y segura. Es especialmente interesante para personas que desconfían de la cantidad de datos que se almacenan o que, simplemente, prefieren reducir al mínimo las huellas que dejan al navegar.

Bloqueador de anuncios y limpieza automática

Dolphin incorpora de serie un bloqueador de anuncios capaz de filtrar pop-ups, banners y vídeos publicitarios que ralentizan la carga de las páginas o intentan colarte contenido no deseado. Esto no solo mejora la experiencia de lectura, también puede minimizar riesgos de phishing y sitios maliciosos camuflados como anuncios.

Otra función útil es la limpieza automática del historial y la caché al cerrar el navegador, algo que muchos usuarios valoran porque evita ir acumulando basura digital con el paso de los días. De este modo, cada vez que sales de Dolphin puedes elegir dejar el navegador “limpio” sin tener que entrar manualmente a borrar datos.

Características técnicas y extras que marcan la diferencia

Más allá de lo puramente visible, Dolphin destaca por un conjunto de características técnicas que completan muy bien el conjunto. Desde el soporte para determinados formatos hasta la gestión avanzada de pestañas y complementos.

Soporte para HTML5 y reproductor Flash

Dolphin está optimizado para trabajar con contenido HTML5, lo que se traduce en una carga rápida y fluida de webs modernas, incluso cuando abres varias pestañas a la vez. Esto permite aprovechar mejor los sitios que usan vídeo, animaciones o aplicaciones web avanzadas sin que el navegador se arrastre.

Históricamente, uno de sus ganchos fue el soporte integrado para Flash Player, algo que permitía disfrutar de juegos y vídeos en páginas que aún dependían de esta tecnología. Puedes leer más sobre este soporte específico en cómo Dolphin integró Flash en Android.

Con la función Dolphin Video, el navegador facilita el acceso a contenido de plataformas como YouTube, Dailymotion, Vimeo o Twitch, entre muchas otras, ofreciendo una reproducción estable desde el propio navegador.

Pestañas, barras laterales y personalización de búsqueda

La barra de pestañas de Dolphin muestra siempre de forma clara las páginas abiertas y permite cambiar entre ellas deslizando con facilidad, emulando el comportamiento de un navegador de escritorio pero adaptado al móvil. Esta forma de moverse por las pestañas hace que trabajar con varias webs a la vez resulte mucho más cómodo.

En los laterales, el navegador incorpora dos barras muy prácticas: una barra lateral derecha para marcadores e historial, accesible deslizando desde el borde izquierdo de la pantalla, y una barra lateral izquierda donde se ubican los complementos instalados, accesible deslizando desde el otro lado. Esto da acceso rápido tanto a tus sitios guardados como a funciones extra sin saturar la interfaz principal.

En cuanto a búsquedas, Dolphin permite cambiar fácilmente de motor de búsqueda predeterminado. Puedes optar por Google, Yahoo, Bing, Yandex, DuckDuckGo y otros, ajustando la experiencia a tus preferencias de privacidad o resultados. El cambio es sencillo y se puede hacer en pocos toques.

Descargas rápidas y gestión de archivos

El navegador también presta atención al apartado de descargas. Con su sistema integrado, puedes bajar archivos HTML5, vídeos Flash y otros contenidos desde internet a gran velocidad, aprovechando al máximo la conexión disponible.

Una vez descargados, es posible gestionar fácilmente los archivos desde el propio gestor integrado, moviéndolos, borrándolos o ubicándolos en carpetas concretas del dispositivo. De esta forma, no tienes que ir manualmente a un explorador de archivos externo cada vez que bajas algo.

Add-ons y extensiones: Dolphin como navegador ampliable

Otra de las bazas de Dolphin es su amplio catálogo de complementos específicos para el navegador. Aunque Chrome tiene sus extensiones de escritorio, en Android no ofrece algo tan directo, mientras que Dolphin sí permite instalar add-ons que amplían sus posibilidades sin complicaciones.

Entre los complementos más conocidos encontramos Dolphin Video Player para contenido Flash y vídeo, Screen Cut para realizar capturas de pantalla, o Web to PDF Converter & Editor, que facilita transformar páginas web en archivos PDF editables para guardarlos o compartirlos.

También está Dolphin Jetpack, un módulo orientado a impulsar el rendimiento y la velocidad de carga de las páginas, así como Speed Booster for Android, centrado en optimizar el comportamiento general del navegador en el dispositivo.

En el terreno de la productividad y la información, hay add-ons como Dolphin Translate para traducciones rápidas, Dolphin QR & Barcode Scanner para leer códigos, Dolphin Reader para mejorar la legibilidad del texto o Dolphin Battery Saver para tratar de reducir el impacto energético mientras navegas.

Para quienes usan servicios externos, existen integraciones con aplicaciones como Pocket, Dropbox o Box a través de sus respectivos complementos, lo que permite guardar artículos para más tarde o mover archivos en la nube directamente desde el navegador. Incluso hay herramientas como Dolphin Show IP o Dolphin Ultimate Flag, orientadas a usuarios más avanzados que quieren información técnica al vuelo.

En total, la aplicación es compatible con decenas de add-ons exclusivos que cubren desde la gestión de contraseñas hasta la recarga automática de pestañas, pasando por widgets de marcadores, ajustes de brillo específicos para la navegación y utilidades varias para adaptar la experiencia al gusto de cada uno.

Personalización visual y opciones sociales

En el apartado estético, Dolphin ofrece una buena variedad de opciones para que puedas personalizar el navegador a tu gusto. A través de su biblioteca de fondos y temas descargables, es posible cambiar la apariencia de la interfaz, modificando colores, fondos y ciertos elementos visuales para adaptarlos a tu estilo.

La aplicación también está pensada para que compartir contenido en redes sociales y apps de mensajería sea rápido. Con la función de Quick Share, Dolphin recuerda las aplicaciones que has usado más recientemente para enviar contenido, de modo que tengas siempre a mano Facebook, X (antes Twitter), WhatsApp, Skype u otras plataformas que utilices con frecuencia.

¿Por qué Dolphin sigue siendo una alternativa interesante en Android?

En un mercado donde Chrome, Edge, Firefox, Opera, Brave o Vivaldi pelean por conquistar a los usuarios, puede parecer que no hay espacio para navegadores “alternativos”. Sin embargo, Dolphin demuestra que todavía tiene sentido apostar por soluciones centradas en la ligereza y la personalización, especialmente en móviles que no van sobrados de recursos o en usuarios que quieren algo diferente.

Navegadores como Vivaldi destacan por ofrecer VPN integrada y bloqueadores de seguimiento avanzados, mientras que otros ponen el foco en la sincronización entre dispositivos de escritorio y móvil. Dolphin, por su parte, se posiciona como una herramienta muy pulida para el día a día en el teléfono, donde las prioridades son la rapidez, la comodidad de uso con una mano, las funciones de voz y gestos, y el control sobre la privacidad.

Las cifras de más de 150 millones de descargas en Android e iOS dan una idea de la popularidad que ha alcanzado a lo largo del tiempo, especialmente entre quienes buscaban salirse de lo que ofrecía el navegador predeterminado. Entre la velocidad, el consumo más contenido de RAM, el bloqueador de anuncios, la navegación por gestos, Sonar y los add-ons, se ha ganado un hueco propio entre los navegadores móviles más completos.

Para muchos usuarios, generar sus propios gestos, ordenar con mimo los marcadores por categorías, aprovechar los complementos de lectura o de conversión a PDF y tirar de Sonar cuando no les apetece teclear, convierte a Dolphin en algo más que un simple sustituto de Chrome: es una forma distinta de moverse por la web desde el móvil.

Quien decida darle una oportunidad se encuentra con un navegador que, sin hacer ruido ni recurrir a grandes campañas, cumple con lo que promete: rapidez, ligereza y una experiencia muy personalizable en Android, ideal tanto para dispositivos más antiguos como para aquellos usuarios que ya están cansados de sentir que su navegador es el cuello de botella de su teléfono. Comparte esta información y más personas conocerán todo sobre el navegador web Dolphin para Android.

Si te has cansado de los típicos paisajes, fotos de la playa o fondos abstractos que todo el mundo lleva en el móvil, ha llegado el momento de darles un buen lavado de cara a tus pantallas. Con Android 14, algunas webs y varias apps especializadas, puedes crear fondos de pantalla exclusivos a partir de emojis y dejar tu móvil, tablet u ordenador con un estilo totalmente tuyo.

En este artículo vas a descubrir cómo funciona el Taller de Emojis y otras herramientas similares, qué móviles lo incluyen, cómo personalizar hasta el último detalle (disposición, color, tamaño, densidad…) y qué alternativas tienes si tu dispositivo no trae esta opción de serie. La idea es que acabes con un buen arsenal de wallpapers únicos listos para tu pantalla de inicio, bloqueo o incluso para compartir en redes.

¿Qué es el Taller de Emojis y por qué está tan de moda?

Android ha ido mejorando muchísimo en personalización, pero con Android 14 Google ha dado un salto curioso: ha añadido un generador de fondos basado en emojis integrado en el sistema. Esta función se conoce como Taller de Emojis (Emoji Workshop) y permite crear wallpapers usando únicamente emoticonos, patrones y colores configurables.

La gracia de esta herramienta es que no se limita a poner emojis enormes por la pantalla, sino que juega con patrones, efectos y paletas de color para que el fondo quede vistoso, pero sin eclipsar los iconos de las apps ni los widgets. El resultado son fondos muy llamativos, pero equilibrados, que se ven de lujo tanto en la pantalla de inicio como en la de bloqueo.

Aunque Apple ya introdujo algo parecido con iOS 16 en los iPhone, Google ha afinado la idea en varios puntos: los emojis se integran mejor con el escritorio, se coordinan con los colores del sistema gracias a Material You y, además, quedan como una categoría de fondos propia dentro de la app de wallpapers nativa de los Pixel.

Compatibilidad: qué móviles pueden usar el Taller de Emojis

De momento, el Taller de Emojis viene incluido de serie en Android 14 para los Google Pixel. En estos móviles aparece como una opción más dentro del selector de fondos de pantalla, junto a otras colecciones dinámicas y estáticas que Google ya ofrecía.

Es bastante probable que, con el tiempo, otras marcas con capas ligeras de personalización (Nothing, Motorola, Nokia y similares) integren esta función o alguna variante propia, ya sea mediante la app de fondos de Google o a través de sus propias herramientas. Eso sí, hay que tener en cuenta que:

• Cada fabricante puede cambiar el nombre y la ubicación del menú de fondos de pantalla y estilo.
• En algunos modelos el Taller de Emojis puede tardar en llegar aunque tengas Android 14 instalado.
• En capas muy pesadas, la función podría no aparecer nunca o venir sustituida por algo similar desarrollado por la marca.

Además de la integración nativa en los Pixel, existe Emoji Workshop Wallpaper en forma de app, pensada para funcionar por defecto en los nuevos terminales Pixel pero también en otros dispositivos con Android 13 o superior, lo que abre la puerta a disfrutar de esta experiencia en más móviles.

¿Cómo crear un fondo de pantalla de emojis en Android 14?

Aunque cada capa de Android puede variar un poco, el proceso general para crear un fondo de pantalla basado en emojis desde el propio sistema es muy sencillo. La idea es que llegues a la sección de fondos, entres en el Taller de Emojis y personalices tu diseño.

En los Google Pixel con Android 14 puro, los pasos son más o menos así:

• Abre los ajustes de tu móvil y entra en el apartado Fondo de pantalla y estilo, desde donde se controla la apariencia del dispositivo.
• Dentro, normalmente verás opciones para cambiar el fondo de la pantalla de inicio o el de bloqueo. Elige la que quieras modificar.
• Después, pulsa en Más fondos de pantalla o una opción equivalente que te lleve al catálogo completo.
• En esa pantalla aparecerán distintos conjuntos de wallpapers, categorías e incluso el acceso a tus fotos. Busca la opción llamada Taller de emojis (o un nombre similar que haga referencia a emoticonos) y tócala.

Una vez dentro del Taller de Emojis, el sistema puede generar un fondo aleatorio con varios emojis, un estilo y un color. Si no te convence el resultado inicial, tienes la posibilidad de modificar todos los parámetros a tu gusto.

Personalización dentro del Taller de Emojis

La parte divertida llega cuando empiezas a jugar con los emojis, los patrones y los colores. La idea no es solo elegir tus emoticonos favoritos, sino también cómo se van a distribuir por la pantalla y qué sensación quieres que transmita el fondo.

Dentro del Taller de Emojis puedes pulsar sobre el cuadro de texto para escribir manualmente los emoticonos que quieres usar. Cada vez que añades o quitas uno, la vista previa del wallpaper se actualiza al momento, así que es fácil ir probando hasta dar con una combinación que encaje contigo.

Este sistema también te deja cambiar el efecto o estilo con el que se dibujarán los emojis: más juntos, más separados, alineados a modo de cuadrícula, con composiciones más creativas, etc. En algunos casos verás animaciones sutiles al desbloquear la pantalla, un toque muy chulo que refuerza la sensación de fondo dinámico sin resultar exagerado.

Por supuesto, también puedes ajustar el color de acento o de fondo. Ese tono no solo afecta al wallpaper, sino que, gracias a Material You, Android 14 puede usarlo como referencia para colorear menús, panel rápido, ajustes y algunas apps compatibles. De esta forma, todo el sistema adopta una paleta coherente con tu diseño de emojis.

Una vez lo tengas claro, solo te queda aceptar el diseño y elegir dónde aplicarlo: pantalla de inicio, pantalla de bloqueo o ambas. Tras pulsar en Establecer fondo de pantalla, el nuevo wallpaper quedará activo.

Emoji Workshop Wallpaper: el editor oficial ampliado

Más allá de la integración dentro del menú de fondos, Google cuenta con Emoji Workshop Wallpaper como herramienta específica para crear arte con IA y cambiar wallpapers de emojis, pensada originalmente para la gama Pixel pero utilizable en más terminales con Android 13 o superior.

Esta app incorpora un editor de fondos muy intuitivo donde puedes añadir emojis a placer, ajustar tamaños, repetir patrones y dejar volar tu imaginación para conseguir diseños realmente personales. No hace falta ser diseñador ni tener conocimientos técnicos; la interfaz está pensada para ir probando combinaciones sin miedo.

Una de las ventajas clave es que incluye funciones automáticas para replicar patrones por toda la superficie del fondo, de manera que no tengas que colocarlo todo manualmente. Con unos pocos ajustes, la app adapta el tamaño de los elementos y los distribuye de forma regular para que el wallpaper se vea equilibrado.

Como trae decenas y decenas de emojis diferentes, siempre encontrarás nuevas variantes para tus fondos. Además, la herramienta permite editar ciertos elementos de los emoticonos para que encajen mejor en la composición que estás preparando. El resultado se puede guardar, reutilizar y exportar con calidad suficiente para casi cualquier pantalla.

Si no tienes un Pixel pero tu móvil es compatible, puedes descargar el APK de Emoji Workshop Wallpaper e instalarlo de forma manual, siempre que tengas Android 13 o una versión superior. Así podrás disfrutar de un editor de fondos de pantalla muy flexible, incluso sin disponer de un dispositivo de Google.

Crear fondos de pantalla con emojis desde el navegador: Emoji Supply

Si lo que quieres es usar tus emojis favoritos también en el ordenador, en una tablet o en cualquier dispositivo, tienes a tu alcance webs específicas para generar fondos sin depender de Android 14, como fondos de pantalla gratis para móvil con IA. Una de las más interesantes es Emoji Supply, desarrollada por Nicholas Jitkoff y Alastair Tse, ambos con amplia experiencia en proyectos de Google y otras grandes compañías tecnológicas.

Emoji Supply permite diseñar imágenes a partir de emoticonos para usarlas como wallpapers en móvil, tablet o PC. El uso es muy sencillo: abres la web, eliges varios parámetros visuales y, al final, descargas el resultado adaptado al dispositivo que quieras.

Entre las opciones que ofrece esta página encontramos la posibilidad de definir el nombre del wallpaper que vas a crear (puede quedar en blanco si te da pereza), elegir el tipo de disposición de los emojis y decidir si la ordenación será fija o aleatoria. Como toque clave, luego llega el momento de seleccionar los emoticonos protagonistas.

Para no volverte loco buscando iconos, es muy práctico copiar tus emojis preferidos desde una app de mensajería como WhatsApp, Telegram o similares. Seleccionas el conjunto de emoji que te gusta en una conversación, lo copias y luego lo pegas en el campo correspondiente de la web; aparecerán tal cual se ven en tus chats.

La herramienta también incluye un control para ajustar el color de fondo del wallpaper. Aquí no hay apenas límites: puedes elegir prácticamente cualquier tono, ya sea para lograr un diseño monocromático, un estilo más suave o algo totalmente estridente. Además, puedes marcar la densidad de emojis que quieres: muchos u pocos iconos en pantalla, lo que afecta de lleno al impacto visual.

Por último, Emoji Supply te permite indicar la finalidad del fondo que estás generando: una pantalla concreta de tu móvil, un wallpaper general de escritorio, un fondo para videollamadas o incluso para usos más artísticos. Tras revisar la vista previa, puedes descargar la imagen y guardarla en la memoria del dispositivo para usarla cuando quieras.

Control total del diseño: tamaño, forma y modelo de imagen

Uno de los puntos fuertes de estas herramientas, tanto el Taller de Emojis de Android como webs como Emoji Supply, es que te ofrecen mucho margen para controlar el estilo del diseño, incluyendo opciones para lograr fondos de estilo aesthetic. No se trata solo de poner emojis a lo loco, sino de decidir exactamente qué quieres ver en pantalla.

En el caso de Emoji Supply, por ejemplo, puedes elegir el color de fondo y su tratamiento: monocromático, de un solo tono sólido, con degradados suaves, etc. También te permite escoger la forma en la que se ordenan los emoticonos: alineados en cuadrícula, en forma de diamantes, espirales y otros patrones curiosos que dan dinamismo.

Además, cuentas con controles para regular el tamaño de los emojis, así como el modelo de imagen que vas a descargar (según la resolución o relación de aspecto que necesites). Cuando trabajas desde móvil es especialmente cómodo porque los emojis vienen integrados en el teclado de Android, así que introducirlos en el generador es tan fácil como escribir un mensaje.

Si estás en ordenador y no tienes tan a mano el teclado de emojis, existen páginas como Get Emoji que actúan como biblioteca online de emoticonos. Solo tienes que copiar los que quieras y pegarlos directamente en la web de Emoji Supply. Esto agiliza muchísimo la creación de fondos sin depender de un catálogo limitado.

Los propios creadores de Emoji Supply han compartido colecciones recomendadas con temáticas muy variadas como el amor, el océano o las mascotas, que sirven como inspiración o incluso como fondos listos para usar. Y si te interesa el lado técnico, puedes revisar el código completo del proyecto en Github, ya que está publicado de forma abierta.

Crear fondos con emojis en web y móvil: otra herramienta online

Además de Emoji Supply, hay otras páginas que ofrecen generadores de fondos de pantalla con emojis muy fáciles de usar. Su filosofía es parecida: entras en la web, rellenas unos cuantos campos y obtienes un wallpaper a tu medida sin instalar nada.

En este tipo de sitios, puedes establecer un único color de fondo que combine con tus gustos, elegir cómo se colocarán los emoticonos (patrones diferentes, orden aleatorio, etc.) y, por supuesto, seleccionar los emojis protagonistas. De nuevo, es muy práctico copiar estos iconos desde una app de mensajería y pegarlos directamente, para asegurarte de que se ven igual que en tus conversaciones.

Un parámetro clave en muchas de estas herramientas es la densidad de emojis en el wallpaper: cuántos iconos aparecerán repartidos por la imagen. Esto influye en el tamaño relativo de cada emoji y en la sensación general del diseño. También puedes indicar para qué vas a usar el fondo (pantalla concreta, uso artístico, redes sociales, etc.) para que el sistema genere una resolución adecuada.

Fondos con emojis personalizados en el Google Pixel 9

La familia Pixel siempre se ha caracterizado por ofrecer fondos de pantalla muy cuidados, tanto estáticos como animados. Con el Google Pixel 9, Google ha dado otro paso en esa línea al incorporar nuevas opciones de personalización que combinan inteligencia artificial y creatividad manual con emojis.

En este modelo, además de poder generar fondos mediante IA, puedes crear wallpapers personalizados usando tus emojis preferidos, con un enfoque muy parecido al Taller de Emojis pero ajustado a las novedades de Android 15 y a las mejoras de la capa de Google.

El proceso básico para acceder a estas opciones en el Pixel 9 pasa por mantener pulsada la pantalla principal del móvil hasta que aparezca el menú de personalización. Desde ahí, eliges la sección de Fondos de pantalla y entras en Más fondos de pantalla para localizar el apartado llamado Taller de emojis o similar.

Dentro de ese taller, puedes ir a la parte superior donde se agrupan los emojis por categorías (caras, animales, comida, símbolos, etc.). Pulsando en cada categoría se despliegan las diferentes opciones que puedes ir añadiendo a tu diseño.

En la generación de patrones, el sistema te permite incluir un máximo de 14 emojis por fondo. A partir de esos iconos, el Pixel 9 compone de forma automática el patrón del wallpaper, combinando y repitiendo los elementos seleccionados. Cuantos más emojis elijas, más pequeños se verán en conjunto; si eliges pocos, tendrán un tamaño más protagonista.

Además del número de emoticonos, tienes controles adicionales para modificar el tamaño de los mismos y el color de fondo. Al seleccionar un fondo concreto, se aplican combinaciones de color predefinidas tanto al fondo como a los emojis, con una paleta bastante amplia. Cuando tengas la composición a tu gusto, podrás guardarla y decidir si se aplica a la pantalla de bloqueo, a la pantalla de inicio o a ambas.

La cantidad de combinaciones posibles es prácticamente infinita, ya que existen miles de emojis disponibles y multitud de formas de mezclarlos. Los usuarios que ya tienen el Pixel 9 están probando estas funciones junto con otras novedades exclusivas, como la beta de Android 15 y las nuevas integraciones de inteligencia artificial dentro del sistema.

Emoji Wall: una app creativa para wallpapers con formas locas

Si buscas algo aún más artístico y con efectos más llamativos, puedes recurrir a Emoji Wall, una aplicación centrada en crear wallpapers de emojis en HD con formas, geometrías y estilos verdaderamente originales. Su enfoque está muy orientado al juego y a la creatividad.

Esta app incluye acceso a una biblioteca completa de más de 3.000 emojis, contando variaciones de piel y género. Además, dispone de un historial para que puedas reutilizar fácilmente tus emoticonos favoritos en futuras creaciones sin tener que buscarlos una y otra vez.

En cuanto a modos de diseño, Emoji Wall ofrece 11 modos distintos de composición (incluyendo patrones tipo espiral o caracol para efectos muy llamativos) y 4 estilos de representación: estándar, cara a cara, boca abajo y con rotación. A esto se suman diez parámetros extra para ajustar al detalle el resultado y la posibilidad de escoger cualquier color para el fondo.

La app está pensada para estimular tu creatividad con funciones de aleatoriedad. Puedes agitar el móvil o pulsar un icono de random para que el sistema genere un wallpaper completamente nuevo con emojis al azar, parámetros cambiados y combinaciones inesperadas. Es bastante adictivo ir probando hasta que sale un diseño que te encaja.

Una vez tengas el fondo perfecto, Emoji Wall te permite establecer el wallpaper en HD con un solo toque, guardarlo como imagen en la galería para reutilizarlo cuando quieras o compartirlo directamente en redes sociales, especialmente en Instagram. Además, puedes publicar tus creaciones en el feed, en Stories o enviarlas por mensaje directo, incluso aplicando filtros con apps de edición de fotos con IA si te apetece darle un toque extra.

Durante ciertos periodos, la app ofrece acceso Premium temporal sin anuncios, sin marcas de agua y con exportación en HD, lo que la convierte en una opción muy potente para quienes quieran jugar seriamente con fondos de pantalla creativos a base de emojis.

Por qué los fondos con emojis triunfan entre los usuarios

Detrás de todas estas herramientas hay una realidad sencilla: a la mayoría de usuarios nos encanta personalizar nuestros dispositivos. No solo buscamos móviles con buena cámara o pantalla, también valoramos mucho poder dejar el sistema a nuestro gusto, tanto por fuera (fundas, accesorios) como por dentro (temas, iconos, wallpapers…).

Los emojis, por su parte, se han convertido en una parte esencial de la comunicación digital. Los usamos en WhatsApp, redes sociales, correos electrónicos e incluso en plataformas profesionales. Mezclar esta forma de expresión con los fondos de pantalla es casi la evolución natural: si ya nos representan en las conversaciones, ¿por qué no hacerlo también en la pantalla de inicio?

Gracias al Taller de Emojis, Emoji Workshop Wallpaper, Emoji Supply, Emoji Wall y otras soluciones similares, hoy es muy fácil crear fondos únicos que encajan con tu personalidad, con la temática que te gusta (amor, naturaleza, videojuegos, cine, mascotas…) o con el estado de ánimo del momento. Ya no dependes de catálogos genéricos; puedes diseñar tus propios wallpapers en un par de minutos.

Todo este ecosistema de herramientas, sumado a las mejoras de Android 14, Pixel 9 y las futuras versiones de Android con más presencia de inteligencia artificial, hace que los fondos de pantalla de emojis hayan pasado de ser una curiosidad a una opción real de personalización diaria para muchísimos usuarios que quieren que su dispositivo diga algo más de ellos cada vez que lo desbloquean. Comparte esta información y más usuarios sabrán sobre el Taller de Emojis una herramienta para crear fondos de pantalla inéditos.

Mira que tenemos emojis en el teclado del iPhone (casi 4.000, según Emojipedia) y aún así siempre llegamos a situaciones en las que ninguno de los emojis nos sirve para reflejar lo que queremos contestar. Así que Apple Intelligence tuvo que ponerle remedio.

En el conjunto de funciones de IA de Apple se incluye Genmoji, una herramienta que nos permite crear nuestros propios emojis para usar en WhatsApp y otras aplicaciones de mensajería. Hacerlo funcionar es muy fácil y las posibilidades que ofrece son prácticamente infinitas (aunque con ciertos límites lógicos).

En qué dispositivos está Genmoji

Al igual que el resto de funciones de Apple Intelligence, estas son solo compatibles con algunos de los iPhone más recientes, por lo que deberás tener al menos iOS 18.4 o cualquier otra versión posterior (incluidas las de iOS 26) en uno de estos iPhone:

• iPhone 15 Pro.
• iPhone 15 Pro Max.
• iPhone 16.
• iPhone 16 Plus.
• iPhone 16 Pro.
• iPhone 16 Pro Max.
• iPhone 16e.
• iPhone 17.
• iPhone Air.
• iPhone 17 Pro.
• iPhone 17 Pro Max.

En Applesfera Apple tiene escondido el discurso de 'Think Different' en sus emojis. Pero es solo uno de secretos históricos que hay en tu teclado

Si tienes uno de estos, asegúrate de tener Apple Intelligence activado en Ajustes > Apple Intelligence y Siri.

Cómo crear emojis propios con Genmoji

Lo primero que debemos explicar es cómo acceder a la creación de emojis con la herramienta de Apple. Y es tan simple como tener abierto el teclado de emojis y fijarte en su esquina superior derecha aparece el letrero de Genmoji. Si no sale, es que la app en la que estás no es compatible, aunque la mayoría (iMessage, WhatsApp, Telegram...) sí lo son.

Es posible que la primera vez que accedas tarde unos minutos en cargar. Eso se debe a que se tiene que descargar todo el paquete de datos que permiten a este modelo de IA funcionar. Y es que funciona totalmente en local, por lo que podrás crearlos incluso cuando no tengas conexión a Internet en el iPhone.

Después, hay varias opciones y en todos los casos hay que partir de prompts (instrucciones) simples para crear el emoji:

• Combinar emojis escribiendo en el cuadro de texto que, por ejemplo, se genere un perro con nariz de cerdo.
• Sugerencias que aparecen en la parte inferior, en la cual también podrás añadir los emojis que tú quieras (y que existan) para combinarlos entre sí. Si eliges esto, no tendrás que escribir ningún prompt.
• Utilizar fotos de personas que tengas en tu biblioteca (también aparecerá en la parte inferior junto a las sugerencias). Podrás incluso modificar su aspecto o combinarlo con otros emojis

Una vez se genere el emoji, verás que hay varios posibles resultados. Los encontrarás deslizando hacia la derecha, pudiéndote quedar con cualquiera de ellos.

Por supuesto, cuando envíes esos emojis los podrás guardar también para tenerlos siempre a mano. Eso sí, no se quedan guardados como un emoji más, sino como sticker, por lo que estarán en ese apartado.

{"videoId":"x80nxad","autoplay":true,"title":"El VERDADERO significado de los EMOJIS ni la flamenca es una flamenca ni esa cara está enfadada", "tag":"", "duration":"403"} No esperes poder crear cualquier cosa

Uno se puede poner muy imaginativo y lanzar un prompt muy elaborado y encontrarse con que Genmoji no lo genera. O incluso puede que sea una instrucción simple y tampoco. Al final, hay ciertos límites éticos impuestos por Apple que impiden crear emojis violentos o de carácter erótico.

En Applesfera Apple cambió su paella por la presión de un chef. Un ingeniero de WhatsApp cambió la suya por una razón mucho más importante: su abuela

Así mismo, también es digno de comentar que a veces aparecen errores incluso con peticiones que sí están permitidas. Si te ocurre, no te frustres, ya que es normal. Pese a llegar hace ya casi un año, Genmoji, al igual que el resto de funciones de Apple Intelligence, está en beta y a veces arroja errores o no es tan preciso como deseamos. Aunque para ser justos, debemos admitir que ha mejorado mucho en los últimos meses.

En Applesfera | Image Playground: qué es y para qué sirve la nueva app de Apple con la que puedes crear todo tipo de imágenes

En Applesfera | Visual Intelligence: qué es, para qué sirve y con qué modelos de iPhone es compatible

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La noticia Nunca encontraba el emoji perfecto para WhatsApp. Hasta que empecé a crearlos yo mismo con Apple Intelligence fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

Todos estamos de acuerdo en que el iPhone 17 es uno de los mejores móviles de este 2025 que ya está a punto de terminar. El problema, como suele ser habitual con los móviles de Apple (y más, con los que acaban de salir), es encontrarlos a buen precio. Ahí siempre es buena idea retroceder alguna generación para encontrar precios más atractivos, mucho más si miramos teléfonos reacondicionados. Justo ahí es donde encaja este iPhone 15 Pro de Back Market: lo tenemos disponible en excelente estado por 604 euros.

Un iPhone con una gran relación calidad-precio

Este dispositivo llegó a las tiendas hace dos años a un precio por encima de los 1.200 euros, uno muy lejos de lo que cuesta esta de Back Market. Hay que tener en cuenta dos cosas: los dispositivos de Apple envejecen muy bien y que esta tienda ofrece reacondicionados con 24 meses de garantía y un período de prueba de 30 días, por lo que podemos probarlo y, si no nos convence, devolverlo.

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A estas alturas, sobran las palabras sobre este iPhone 15 Pro, uno que sigue siendo un auténtico telefonazo. Tiene una pantalla OLED de 6,1 pulgadas con ProMotion, por lo que cuenta con 120 Hz de tasa de refresco. En su interior lleva el chip A17 Pro, uno que nos va a ofrecer un rendimiento genial para todo tipo de tareas, incluso las más pesadas.

Se trata de la versión con 128 GB del dispositivo, aunque podemos ampliarla sin necesidad de adquirir un servicio en la nube con un pequeño accesorio. Su sistema de triple cámara trasera nos va a ofrecer muy buenos resultados en prácticamente cualquier escenario y cuenta con una buena autonomía si tenemos en cuenta que se trata de un dispositivo compacto. Un dispositivo muy interesante y que, a este precio, se desmarca como una alternativa top a los nuevos teléfonos de Apple.

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La noticia Con el precio de los actuales iPhone, este reacondicionado en excelente estado es una opción top: tiene 24 meses de garantía fue publicada originalmente en Applesfera por Juan Lorente .

Cada vez más jugadores quieren dejar de estar atados al escritorio y pasarse el vicio al sofá, a la cama o incluso a la tele del salón usando su móvil o una tablet Android. Y cuando empiezas a buscar cómo hacerlo, dos nombres aparecen una y otra vez: Steam Link y Moonlight (junto a Sunshine, Apollo o Artemis). Ambos te permiten jugar a tus juegos de PC desde Android, pero lo hacen con filosofías bastante distintas.

La duda típica es clara: ¿qué va mejor para jugar en Android, Steam Link o Moonlight? Algunos usuarios dicen que con Steam Link van sobrados, otros aseguran que Moonlight es otra liga en calidad y latencia, y en medio hay quien solo quiere algo que funcione sin pelearse con IPv4, puertos y VPNs. Vamos a desgranar todo lo que ofrecen estas opciones, cómo se configuran, qué problemas te puedes encontrar y en qué casos compensa más una u otra si quieres convertir tu PC en una especie de “consola en la nube dentro de casa”.

Qué es el game streaming local y por qué engancha tanto

Cuando hablamos de game streaming local nos referimos a ejecutar el juego en tu PC, pero ver la imagen y mandar los controles desde otro dispositivo a través de tu red doméstica. Es como montarte tu propio GeForce Now o Xbox Cloud, pero con tu hardware y tus juegos de Steam, Epic, GOG, etc.

La gracia del asunto es que el aparato donde juegas no necesita ser potente: basta con que pueda decodificar vídeo en tiempo real y tenga una conexión decente. Así puedes aprovechar una gráfica tipo RTX 2080 SUPER o similar mientras juegas tumbado en el sofá con un mando de Xbox desde una Android TV, o desde el móvil sin mover la torre del escritorio.

Las ventajas principales del streaming local son bastante claras: puedes jugar donde te apetezca dentro de casa, evitas mover cables y monitores, y te puedes ahorrar comprarte una consola si ya tienes un buen PC gaming. Y si además lo configuras bien, la latencia puede ser sorprendentemente baja, lo suficiente para shooters, juegos de lucha o títulos rápidos sin sentir que vas “medio segundo por detrás”.

En la práctica, lo que montas es una especie de nube local de videojuegos: tu PC gaming hace de servidor de streaming y tus otros dispositivos (móvil Android, tablet, Android TV, Steam Deck, Raspberry Pi, consolas con homebrew, etc.) actúan como clientes que reciben el vídeo y envían tus pulsaciones de botones o movimientos de ratón.

Esta idea no se limita solo al salón: si pules bien la parte de red, también puedes llevarte esa “nube personal” fuera de casa y jugar con tu catálogo de PC desde un hotel, la casa del pueblo o con el móvil usando datos, ya sea con los sistemas remotos de Steam Link o abriendo puertos/VPN para Sunshine + Moonlight.

Steam Link vs Moonlight + Sunshine: dos caminos para el mismo objetivo

A día de hoy hay dos grandes enfoques para llevar los juegos del PC a Android: tirar de Steam Link, que es la opción fácil e integrada en Steam, o apostar por el combo Sunshine (servidor) + Moonlight (cliente), que es el favorito de quienes buscan menos latencia y más control fino sobre la calidad.

Steam Link está pensado para quien vive en el ecosistema Steam y quiere algo muy plug and play: se instala la app en Android, se empareja con el PC, se enciende Big Picture y a jugar. Puedes incluso añadir juegos que no son de Steam a tu biblioteca y retransmitirlos como si fueran nativos, aunque ahí empiezan a aparecer algunas pegas.

El equipo Sunshine + Moonlight va por otro lado: está orientado a usuarios que priorizan baja latencia, máxima flexibilidad y soporte para prácticamente cualquier juego o launcher, tanto dentro como fuera de casa. Aquí sacrificas algo de comodidad inicial a cambio de tener un sistema muy personalizable.

En pruebas prácticas se ha visto que Steam Link suele meter algo más de retraso que Moonlight en el mismo entorno. Hablamos de cifras del estilo de ~120 ms frente a ~80 ms desde que pulsas un botón hasta que ves el resultado. Puede parecer poca cosa, pero si eres muy maniático con el input lag, esa diferencia se nota en shooters o juegos de lucha.

También hay diferencias en cómo tratan los FPS, los juegos no Steam y los ajustes avanzados. Steam Link puede limitar los FPS del PC anfitrión en ciertos escenarios, y no tiene la misma granularidad en parámetros como resolución exacta de streaming, bitrate o códec que sí ofrece Moonlight, que te deja trastear prácticamente todo.

Steam Link: la opción sencilla para sacar Steam al móvil Android

Valve lanzó hace tiempo Steam Link para Android con una idea muy clara: permitir que cualquiera pueda hacer mirroring de los juegos de PC a su móvil, tablet o Android TV mientras todo esté en la misma red. El objetivo es que incluso quien no ha tocado nunca el streaming local pueda ponerlo en marcha sin calentarse la cabeza.

La instalación de Steam Link en Android es prácticamente un paseo. Descargas la app desde Google Play, la abres y te recibe un asistente muy sencillo. Lo primero que hace es guiarte en la conexión de un mando Bluetooth o de un Steam Controller; sin gamepad se puede, pero la experiencia será bastante peor.

Después la aplicación busca tu PC con Steam corriendo en la misma red y te muestra una lista con los equipos detectados. Seleccionas el tuyo, hace un test de red rápido y, si la conexión da la talla, te planta la pantalla principal con tres indicadores claros: PC conectado, mando detectado y calidad de conexión.

Si los tres iconos aparecen con el típico check verde, estás a un botón de empezar a jugar. Pulsas en “Empezar a jugar” y Steam Link inicia el streaming; si algo falla (mando que no va, red justita, etc.), desde el botón de Configuración puedes volver a ajustar cada apartado sin tener que rehacer el proceso entero.

Un detalle importante de Steam Link es que no solo transmite el juego, sino todo lo que se ve en la pantalla del PC. Es un mirroring completo del escritorio: si en el PC alguien minimiza el juego o abre un navegador, tú verás lo mismo en la pantalla de Android, para bien o para mal.

Cómo se comporta Steam Link en juegos reales: puntos fuertes y puntos flojos

En cuanto consigues superar el pequeño muro de los mandos, Steam Link sorprende para bien. En un móvil Android potente, la calidad de imagen puede ser casi calcada a la del monitor del PC, e incluso dar la sensación de verse mejor por el tipo de panel y el escalado que hace el propio teléfono.

La fluidez general suele ser bastante decente: los juegos van suaves, sin tirones constantes ni caídas de frames exageradas. Puede aparecer algún microtirón puntual en escenas muy cargadas, pero no es algo que arruine la experiencia si solo quieres echar unos ratos al sofá con títulos single player o indies.

El gran enemigo de Steam Link, como en todo streaming, es el lag en los controles. Cerca del router, con buena señal Wi‑Fi, la cosa se disimula, pero a poco que te vayas a otra habitación es fácil notar entre medio segundo y un segundo de retraso entre que pulsas y la acción se ve en la pantalla.

Ese retardo convierte en un infierno algunos juegos más exigentes: shooters competitivos, plataformas con saltos milimétricos o títulos donde el timing es clave se vuelven frustrantes si el input lag se dispara. En cambio, en aventuras, juegos de rol, estrategia o experiencias más pausadas, el retraso se tolera mejor.

Otro punto delicado en Steam Link es la gestión de los mandos y las configuraciones de control. Hay usuarios que, con pads 8BitDo o controladores de PlayStation, se topan con mensajes de que “no hay configuración válida” para ese mando en determinados juegos. Muchas veces la solución pasa por ir a la administración del juego en Steam, abrir las opciones de controlador y cargar un perfil creado por la comunidad, pero si la pantalla se queda cargando indefinidamente o Android no reconoce bien el mando, la cosa se complica.

Problemas típicos en teles, juegos no Steam y monitores virtuales con Steam Link

Donde Steam Link flaquea especialmente es en la combinación de teles + juegos no Steam. Un caso muy comentado es intentar jugar, por ejemplo, a Hogwarts Legacy comprado en Epic: Steam Link se queda en modo escritorio, trata el mando como si fuera un ratón y la experiencia termina siendo básicamente injugable.

En televisores o dispositivos sin pantalla táctil el tema del mando se vuelve todavía más crítico. Con soluciones como Apollo o Artemis (clientes alternativos basados en Moonlight/Sunshine) el controlador no siempre se activa correctamente al inicio: hay que esperar a que salga la imagen, pasar el mando a modo ratón, mover un cursor hasta Big Picture, hacer clic, volver al modo mando… y repetir el ritual en cada reconexión.

Steam Link aquí se luce porque, en general, el mando funciona desde el primer segundo sin tener que hacer malabarismos extra. Eso refuerza mucho esa sensación de “encender y jugar” que tanto se busca cuando quieres usar la tele del salón como si fuera una consola.

Otro límite importante de Steam Link es que no crea monitores virtuales. Si tu móvil, tablet o Android TV tiene una resolución poco común o diferente a la del monitor del PC, puede costar que todo encaje perfecto. Algunos usuarios solucionan esto creando un monitor virtual con Apollo/Artemis y luego usando Steam Link solo para el streaming.

Aun con todo, Steam Link tiene un par de ases bajo la manga: el soporte remoto con datos móviles (algo que Moonlight/Sunshine no te dan “de fábrica” sin liarte con la red) y una detección de mandos muy afinada en Android, con micrófono funcional para juegos con chat de voz o proximidad.

Moonlight y Sunshine: el dúo para exprimir la baja latencia

Moonlight es un cliente de streaming de código abierto que implementa el protocolo GameStream de NVIDIA, el mismo que se usaba en la NVIDIA Shield. Hoy en día se combina sobre todo con Sunshine como servidor, que es otro proyecto open source que se ejecuta en el PC anfitrión y que ya no depende de que tengas una GPU NVIDIA concreta.

La idea es sencilla pero potente: tu PC gaming corre Sunshine, que captura la imagen del escritorio o del juego, la codifica por hardware mediante la GPU y la envía por red; en el otro lado, Moonlight se instala en tu Android (móvil, tablet, Android TV, etc.) y se encarga de decodificar el vídeo y mandar las entradas de mando y teclado de vuelta al PC.

Moonlight destaca por una compatibilidad brutal de plataformas. Puedes usarlo en Windows, macOS y Linux como cliente, en smartphones y tablets Android, en Google TV y Android TV, en iPhone, iPad y Apple TV, en ChromeOS, en Raspberry Pi 4/5 y otras placas, en consolas Xbox, en consolas con homebrew (Switch, Wii U, PS Vita) e incluso en los antiguos aparatos físicos Steam Link.

Esa versatilidad permite que prácticamente cualquier cacharro con pantalla pueda acceder a tu biblioteca de PC y lanzar tus juegos, ya sea en red local o desde fuera de casa si tienes bien montado el acceso remoto. La sensación es de llevar tu PC gaming “metido” en cada dispositivo.

Sunshine, por su parte, se instala en el PC anfitrión (Windows, macOS o Linux) y se gestiona a través de una interfaz web local en la dirección https://localhost:47990. Es típico que el navegador avise de certificado “no seguro”, pero es un mero formalismo: el servidor corre en tu máquina.

Instalar y preparar Sunshine en el PC gaming

Para usar Moonlight de forma seria el primer paso es montar bien Sunshine en el PC. Descargas la última versión desde su web o GitHub, la instalas, y en Windows es recomendable ejecutarla la primera vez como administrador. Es bastante habitual que el sistema te saque el aviso de “Windows ha protegido su PC”; aquí toca pulsar en “Más información” y luego en “Ejecutar de todas formas”.

Al arrancar por primera vez, Sunshine abre su panel de configuración en el navegador, usando la dirección local mencionada. El navegador suele mostrar un aviso de seguridad por el certificado, pero basta con indicar que eres consciente y avanzar; no hay ningún riesgo real porque todo eso se queda en tu red.

En esa primera configuración tienes que crear una cuenta local de usuario para Sunshine con nombre y contraseña. Es la que utilizarás para acceder al panel en el futuro, añadir aplicaciones, ver los dispositivos emparejados, cambiar ajustes de vídeo, puertos y demás parámetros de rendimiento.

Una vez dentro, verás secciones importantes como “PIN” y “Configuración”. Desde “PIN” gestionarás el emparejamiento con clientes Moonlight, y en “Configuración” afinarás detalles como el códec a usar (H.264, HEVC…), el bitrate, la resolución preferida, los puertos de escucha o el comportamiento respecto a monitores virtuales.

Con esto tu PC ya hace de servidor de streaming listo para recibir clientes. A partir de ahí llega la parte divertida: instalar Moonlight en el dispositivo Android donde quieras jugar y enlazarlo con Sunshine.

Instalación y emparejamiento de Moonlight en Android y otros dispositivos

Moonlight se puede descargar desde la tienda oficial en la mayoría de plataformas: Google Play en Android y Google/Android TV, App Store en iOS y Apple TV, repositorios y ejecutables para Windows, macOS, Linux o Raspberry Pi, etc. El instalador es ligero y el arranque inicial es rápido.

La primera vez que abres Moonlight, el cliente escanea la red local en busca de servidores Sunshine. Si todo va bien, verás un icono con el nombre de tu PC. Si no aparece, puedes añadirlo manualmente con su IP local (por ejemplo 192.168.1.137) desde el botón “+”.

Cuando seleccionas el servidor por primera vez, Moonlight te muestra un PIN de cuatro dígitos. Tienes que ir al panel web de Sunshine, entrar en el apartado “PIN” e introducir ese número. Al aceptar, el servidor autoriza ese cliente y puedes ponerle un nombre identificativo tipo “Móvil”, “Chromecast”, “Steam Deck” o lo que quieras.

Después del emparejamiento, al volver a Moonlight verás una cuadrícula de aplicaciones que corresponden a lo que hayas configurado en Sunshine: juegos concretos, launchers como Steam, Epic o Ubisoft Connect, accesos de escritorio completo, etc. Lanzar cualquiera de ellas inicia el streaming desde el PC.

En la práctica, tendrás al menos dos accesos básicos: uno para “Desktop” (modo escritorio, que refleja la pantalla del PC) y otro para “Steam”, que abre el cliente de Valve directamente en Big Picture para navegar por tu biblioteca con el mando.

Ajustes clave de Moonlight: resolución, FPS, bitrate y códec

El verdadero potencial de Moonlight está en sus ajustes avanzados. Pulsando en el icono de la rueda dentada sobre el servidor o sobre cada juego puedes modificar parámetros precisos de vídeo, red, audio y control que marcan una diferencia enorme en la experiencia.

La resolución debe adaptarse al dispositivo donde juegas: en un móvil pequeño, 720p suele ser más que suficiente y ahorra mucho ancho de banda; en tablets y monitores el estándar suele ser 1080p o 1440p, y el 4K lo dejamos para cuando tengas red cableada muy decente y hardware a la altura.

La tasa de fotogramas es el segundo gran pilar. Para casi todo, 60 fps es el punto dulce, pero si tu tele o monitor y tu red lo soportan, puedes subir a 120 fps para juegos de conducción, acción rápida o shooters. Para aventuras, rol, estrategia o juegos más pausados, tampoco pasa nada por quedarse en 60 fps si lo demás va fino.

El bitrate define cuántos megabits por segundo se usan para el vídeo. A más bitrate, mejor calidad visual y menos compresión, pero mayor exigencia a la red. En Wi‑Fi 5 GHz, un rango de 40‑70 Mbps suele funcionar bien; por cable Ethernet puedes subir tranquilamente a 80‑120 Mbps en 1080p/1440p y hasta 100‑150 Mbps en 4K si tu router y tu red interna lo permiten.

Moonlight también te deja escoger el códec de vídeo, normalmente entre H.264 y HEVC. HEVC (H.265) comprime más y ofrece mejor calidad con el mismo bitrate, pero requiere que tanto la GPU del PC como el dispositivo Android tengan decodificación por hardware compatible. Si notas problemas raros, conviene probar a cambiar de códec.

Mandos, ViGEmBus y otros detalles para que todo responda bien

Para que la experiencia sea realmente “como en consola”, lo habitual es usar un mando de Xbox, PlayStation o similar conectado al dispositivo cliente por Bluetooth o cable. El truco está en que el PC lo reconozca como si estuviera enchufado directamente a él, y ahí entra en juego el driver adecuado.

En Windows, el componente clave se llama ViGEmBus. Es un driver que crea un mando virtual de Xbox 360/Xbox One en el sistema, y Sunshine/Moonlight traducen tus pulsaciones en Android a ese gamepad virtual. Se descarga, se instala, se reinicia el PC y listo.

Si no instalas ViGEmBus pueden aparecer varios síntomas molestos: vídeo perfecto pero mando que no hace nada, movimientos erráticos, juegos que no detectan el controlador o conflictos con otras herramientas tipo DS4Windows o BetterJoy. En muchos casos, reinstalar ViGEmBus y limpiar drivers conflictivos resuelve la mayoría de problemas de control.

También hay que tener en cuenta que algunos dispositivos Android interpretan los mandos de forma distinta. Conviene probar primero con un gamepad “típico” de Xbox, que suele ser el estándar de facto, y solo después ir a pads más exóticos como algunos 8BitDo o mandos con modo ratón integrado.

La red manda: Ethernet, Wi‑Fi, repetidores y PLC

Más allá de la app que uses, el factor que más condiciona la experiencia es la red. Mucha gente culpa a Steam Link o a Moonlight de los tirones y del lag, cuando el verdadero culpable es un Wi‑Fi saturado, un repetidor viejo, un PLC limitado o un router del operador que no da para tanto tráfico en tiempo real.

Lo ideal para streaming serio es tener el PC servidor conectado por cable Ethernet al router, sí o sí. Si además puedes conectar también el dispositivo Android (por ejemplo, un Chromecast con adaptador Ethernet o una Android TV con puerto de red), la diferencia respecto al Wi‑Fi suele ser muy evidente: más estabilidad, menos artefactos y menor latencia.

Si no te queda otra que usar Wi‑Fi, mejor siempre la banda de 5 GHz, acercar el punto de acceso al salón y evitar demasiados muros o interferencias. En esos casos compensa bajar la resolución a 1080p, limitar el bitrate a 40‑60 Mbps y activar el modo de baja latencia sólo si la conexión es estable.

Los repetidores y los PLC pueden ser un cuello de botella importante. Un PLC que en la práctica entrega 40 Mbps reales puede quedarse corto para un streaming a 1080p con buen bitrate, sobre todo si comparte tráfico con otras descargas, streaming 4K o videollamadas. Lo mismo pasa con repetidores viejos que se saturan al mínimo pico de uso.

Una prueba muy útil es montar un pequeño “laboratorio” aislado: conectar un router aparte y enganchar solo el PC y el aparato de streaming a ese router, por cable si es posible. Si en ese escenario todo va perfecto, sabes que el problema está en tu red doméstica (PLC, repetidor, router del operador), no en Steam Link ni en Moonlight.

Comparativa de latencia: Moonlight, Steam Link y conexión directa

La latencia es el campo de batalla donde más se nota la diferencia entre soluciones. Con buena configuración, Moonlight puede ofrecer tiempos de respuesta en torno a 80 ms totales, medidos con cámara lenta desde la pulsación del botón hasta la reacción en pantalla. En las mismas condiciones, Steam Link suele rondar los 120 ms.

Sobre el papel, ambas cifras son razonables para mucho tipo de juego, pero cuando comparas lado a lado se nota que Moonlight se siente un pelín más inmediato. En juegos exigentes la sensación de “casi nativo” es más fácil de conseguir con Sunshine + Moonlight, siempre que la red no haga cosas raras.

En el extremo opuesto está la conexión directa por HDMI 2.1 del PC a la tele. Ahí juegas sin compresión de vídeo, sin paso por red y con tecnologías como VRR y ALLM minimizando todavía más el retraso. Es la solución ideal para competitivo serio, pero claro, te ata físicamente al salón.

El streaming bien montado por Ethernet se queda muy cerca en sensaciones, pero siempre tendrá un plus de retardo por la codificación, el envío y la decodificación del vídeo. Para la enorme mayoría de jugadores y géneros, ese pequeño extra no es dramático, pero si compites a alto nivel, lo vas a notar sí o sí.

Jugar fuera de casa: datos móviles, IPv6, VPN y puertos

Una de las grandes diferencias prácticas entre Steam Link y Sunshine + Moonlight está en el juego remoto. Steam Link, en muchos casos, es capaz de funcionar fuera de casa con datos móviles sin que tengas que abrir puertos, montar VPNs ni pelearte con IPv4 público.

Con Moonlight/Sunshine el asunto es algo más técnico. Muchos usuarios en países donde los ISP no dan IPv4 público se han pegado con Tailscale, otras VPN y CG‑NAT para conseguir jugar desde fuera. Algunos han terminado tirando de IPv6 y servicios como Cloudflare para exponer el servidor Sunshine, con resultados muy buenos… siempre que se conecten desde redes Wi‑Fi y no desde datos móviles.

Para hacerlo de forma “limpia”, tienes dos caminos principales: usar una VPN tipo Tailscale o Zerotier que cree una red privada entre tus dispositivos (más segura, pero con algo más de latencia) o abrir puertos en el router hacia el PC que ejecuta Sunshine, apuntando a puertos como TCP 47984/47989 y varios UDP en la franja 47998‑48002.

Al abrir puertos a internet hay que ser especialmente cuidadoso: contraseñas robustas en Sunshine, sistema actualizado y, si es posible, limitar los accesos. Herramientas como canyouseeme.org te ayudan a comprobar si los puertos están realmente abiertos hacia la IP pública correcta.

En cualquier caso, el cuello de botella cuando juegas fuera suele ser la subida de tu conexión doméstica y la calidad de la red móvil o Wi‑Fi donde estés. Para juegos rápidos la cosa se complica, pero para títulos más relajados, aventuras o indie se puede jugar sorprendentemente bien.

Dispositivos ideales para usar Moonlight y Steam Link

Una vez tienes el servidor montado, llega la parte de elegir “cliente”. Y aquí hay bastante juego, porque casi cualquier cosa con Android o pantalla puede servirte si tiene decodificación de vídeo por hardware aceptable.

La Steam Deck es una de las opciones más populares como cliente de streaming. Aunque no es Android, Moonlight funciona genial en su sistema basado en Linux, la pantalla es cómoda, los controles están integrados y puedes usarla tanto en casa como fuera con buena Wi‑Fi. Para jugar al catálogo de tu PC grande es una delicia.

Las consolas portátiles Android tipo Retroid Pocket o similares también son candidatas perfectas. No tienen la potencia de una Deck, pero para recibir vídeo por streaming van sobradísimas y te permiten tener tu biblioteca de PC en un formato ultra portátil.

El combo más universal sigue siendo móvil o tablet Android más mando Bluetooth. Siempre llevas el teléfono encima, emparejas un pad de Xbox o PlayStation, abres Steam Link o Moonlight y en segundos estás dentro del juego. Para títulos de aventura, plataformas o rol es un gustazo poder jugar donde sea de casa.

Si te gusta cacharrear, una Raspberry Pi 4/5 o un mini PC con Linux conectado a la tele se pueden convertir en un cliente Moonlight dedicado: pequeño, silencioso y listo para encender y jugar. Añades un mando inalámbrico y básicamente tienes una “consola de streaming” doméstica.

Trucos avanzados para reducir al máximo la latencia en Sunshine + Moonlight

Si quieres que el streaming se acerque lo máximo posible a jugar en local, hay una serie de ajustes que conviene revisar en Sunshine, Moonlight y en tu propio sistema.

En Sunshine asegúrate siempre de usar codificación por hardware (NVENC en NVIDIA, AMF en AMD, QuickSync en Intel). Forzar codificación por software a costa de la CPU suele disparar la latencia y comerse recursos que necesita el juego.

Súbele prioridad al proceso de Sunshine en Windows, para que no se quede sin tiempo de CPU cuando el juego aprieta, y valora desactivar VSync en el servidor para rascar unos milisegundos extra de respuesta (eso sí, a costa de posible tearing si el monitor no tiene tecnologías adaptativas).

En Moonlight ve bajando resolución y bitrate hasta que desaparezcan los mensajes de “conexión lenta”. Lo ideal es encontrar el punto en el que la conexión vaya estable incluso con escenas rápidas y solo entonces, poco a poco, subir la calidad visual. Activar el modo baja latencia y reducir manualmente el tamaño del buffer ayuda mucho si tu red es estable.

Evita capas intermedias innecesarias si tu prioridad es el input lag: cuanto menos rebotes (VPNs, túneles extra, routers cascada) tenga el tráfico, mejor. Y, por supuesto, ten siempre los drivers de GPU y de red al día, porque las mejoras en codecs y estabilidad a veces son brutales de una versión a otra.

En el día a día, los problemas más habituales suelen tener arreglo: si Moonlight no ve el PC, revisa IPs y puertos; si ves tirones, toca bitrate y resolución; si el mando no responde, revisa ViGEmBus; si fuera de casa no conecta, comprueba que tu operador no te tenga detrás de CG‑NAT sin IPv4 pública.

Tanto Steam Link como Moonlight te permiten disfrutar de tus juegos de PC en Android con resultados muy serios: Steam Link gana por comodidad, integración con Steam y la posibilidad de jugar en remoto con datos móviles casi sin tocar nada, mientras que Moonlight (con Sunshine, Apollo o Artemis) se lleva el gato al agua cuando buscas la mejor calidad de imagen, la menor latencia y la máxima flexibilidad en dispositivos y configuraciones de red; lo bueno es que, entendiendo cuatro conceptos básicos de red, codecs y mandos, puedes elegir la herramienta que más se adapta a tu forma de jugar y olvidarte de estar pegado al escritorio.

Hoy el nombre "iPad" nos parece la cosa más lógica del mundo. Si existe un iPhone, su hermano mayor es el iPad. Este hecho de por sí ya es curioso, porque internamente Apple creó la tablet antes que el teléfono. Aquel primer prototipo fue una de las razones por las que Steve Jobs vio que el futuro pasaba antes por el móvil. Sin embargo, las prioridades cambiaron y en 2007 salió el iPhone y en 2010 el iPad.

A día de hoy, el iPad sirve para casi todo. Disfrutar, trabajar... especialmente este último año, ha dado un salto gigante con iPadOS 26 y su sistema de ventanas. Pero no siempre fue así.

En enero de 2010, la recepción no fue ni de lejos tan cálida. De hecho, la reacción inicial fue bastante hostil. Tal y como le confesó el propio Steve Jobs a su biógrafo Walter Isaacson, en las primeras 24 horas tras la presentación recibió unos 800 correos electrónicos personales. Y la mayoría no eran precisamente para darle la enhorabuena.

El problema de llamar "Pad" a un producto

Uno de los principales motivos de burla fue algo que aquí en España pasó desapercibido, pero que en Estados Unidos fue la comidilla. La palabra pad en inglés se utiliza coloquialmente para referirse a una compresa (el producto de higiene femenina).

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El chiste se hizo viral al instante y el hashtag "iTampon" (aunque técnicamente pad sea compresa) se convirtió en tendencia mundial. Un daño colateral que hizo que, durante las primeras horas, se hablara más del nombre desafortunado que de la tecnología que había detrás.

Alguno de los memes de la época por escoger el nombre de iPad "Es solo un iPod Touch gigante"

Pero las risas por el nombre dolían menos que las críticas al concepto. La gran queja que llenó la bandeja de entrada de Jobs fue que el dispositivo no aportaba nada nuevo. La frase que se repetía una y otra vez en foros y medios era que el iPad era simplemente "un iPod Touch gigante".

Al ver que tenía el mismo sistema operativo que el iPhone, muchos sintieron que era un producto limitado, casi un juguete, diseñado solo para leer y navegar por internet. No veían el hueco para un dispositivo que estaba a medio camino entre el móvil y el portátil.

Uno de los primeros prototipos del iPad Una lista de carencias técnicas

A todo esto se sumó que el primer iPad llegó al mercado con ausencias que no gustaron a los usuarios más técnicos, especialmente vistas con los ojos de 2010.

• Sin Flash: en aquel momento, no tener soporte para Adobe Flash significaba que muchas webs eran incompatibles.
• Sin cámaras: el modelo original no tenía cámara frontal para videollamadas ni trasera para fotos.
• Sin multitarea: no podías tener dos apps abiertas ni escuchar música de Spotify en segundo plano mientras navegabas.

Y un Jobs diciendo que "ni siquiera lo han probado"

Ante esos 800 correos llenos de críticas, burlas sobre compresas y quejas por la falta de Flash, Jobs podría haberse venido abajo. Admitió que "te golpea un poco" recibir tanto feedback negativo. Pero su respuesta final fue: "La mayoría ni siquiera lo ha probado".

El tiempo le dio la razón. El iPad no era un dispositivo de especificaciones, sino de experiencia. En cuanto la gente empezó a usarlo, a navegar cómodamente desde el sofá, a tocar fotos con los dedos o a leer una web completa sin hacer zoom, los chistes sobre el nombre desaparecieron y las carencias técnicas pasaron a un segundo plano. Como la de Adobe Flash Player, ya difunto entre todas las webs actuales. 

La verdad es que se juzgó con dureza una primera versión. Solo un año después, el iPad 2 arregló casi todas las carencias físicas, y el software no dejó de avanzar hasta convertirlo en lo que es hoy, 15 años después.

Es una situación que nos suena familiar. Hoy vivimos algo parecido con las Apple Vision Pro: un producto nuevo, caro y criticado por lo que le falta. Quizá, como ocurrió con el iPad, solo necesite tiempo para demostrar si Jobs tenía razón de nuevo con eso de que no sabemos lo que queremos hasta que nos lo enseñan, aunque él ya no esté entre nosotros.

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La noticia Steve Jobs no esperaba que el iPad se asociase a la "higiene femenina". Eso y las carencias técnicas le costaron 800 correos de quejas fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

Si alguien te promete un iPhone y te regala un teléfono fijo, pensarás que esa persona está loca o que directamente te ha trolleado. Pero si esto hubiese ocurrido en 2006, un año antes de que Apple presentase su móvil, hubiese sido lo más normal del mundo. Porque sí, hubo un iPhone antes que el iPhone. Aunque no fue, ni por asomo, tan popular como el de Apple. 

Ambos iPhone nacieron casi a la par. El primero de ellos se lanzó a finales de 2006, apenas unas semanas antes de que Steve Jobs presentase el de Apple. Aquel venía de la mano de Cisco y fue el origen de un litigio entre compañías que duraría varios años. Y la ganadora ya la puedes intuir.

El iPhone que no era el iPhone que conocemos ahora {"videoId":"x9qbkto","autoplay":true,"title":"Qué iPhone comprar 2025", "tag":"webedia-prod", "duration":"552"}

El 9 de enero de 2007, apenas unos minutos después de que finalizase la histórica MacWorld en la que conocimos el iPhone, Cisco demandó a Apple. ¿El motivo? Que aquel teléfono futurista que Steve Jobs enseñó al mundo llevaba un nombre que infringía las leyes al ser una marca registrada por ellos.

Según contaban en Network World, Cisco quería "restingir a Apple la utilización del nombre iPhone", dado que esta compañía había adquirido ese nombre registrado a través de la adquisición de Linksys. Esta otra compañía era un negocio de redes domésticas que aún existe (aunque vendido a Belkin en 2013) y que a su vez obtuvo "iPhone" de una cuarta empresa en discordia: Infogear.

Infogear había registrado "iPhone" y al ser adquirida por Linksys en el año 2000, era también propiedad de Cisco en 2007. Y probablemente en vistas de que había rumores de que Apple presentaría un teléfono llamado "iPhone", quisieron adelantarse unas semanas con el suyo propio.

Esto que ves aquí, son iPhone. Aunque no de Apple

Cisco había presentado varios teléfonos inalámbricos para el hogar bajo la marca iPhone. Estos usaban la tecnología VoIP, por lo que contaban con la posibilidad de comunicarse vía internet a través de Skype sin necesidad de abrir el ordenador. Aunque no se parecía en nada físicamente (ni en el resto de funciones) al iPhone de Apple.

Los usuarios podían consultar su lista de contactos del servicio y otras funciones a través de internet como la búsqueda de Yahoo!. Como es obvio, Steve Jobs aspiraba a tener el nombre que más encajaba a su futuro y rompedor teléfono.

Dos años de negociación previa a la presentación del iPhone de Apple Steve Jobs en enero de 2007, presentando el que técnicamente era el segundo iPhone

Tras la petición judicial de Cisco, la compañía desveló que habían estado negociando con Apple acerca del nombre durante dos años. Según los de Cupertino, su argumento es que nadie iba a confundir los dos iPhone porque se trataban de productos distintos. Para Cisco, el nombre era el comienzo de la convergencia de varios productos de comunicación domésticos. Por lo que el conflicto estaba asegurado.

En Applesfera Apple tuvo en su mano frenar a Windows. Su proyecto funcionaba a la perfección y se llamaba 'Star Trek'

Finalmente, mes y medio después de la presentación del iPhone de Apple, ambas compañías llegaron a un acuerdo. A partir de entonces, tanto Cisco como Apple pudieron compartir la marca bajo una licencia de la que nunca se han conocido los detalles. Aunque a día de hoy, solo Apple figura como propietaria y no hemos vuelto a ver teléfonos fijos de Cisco llamados así.

Lo curioso es que unos años después, en 2010, Apple también tuvo que licenciar de Cisco el nombre de "iOS". La compañía de comunicaciones empleaba esta marca para referirse a su software de routing. Y es que, hasta aquel año, el software del iPhone se había llamado "iPhone OS". 

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La noticia El iPhone que no era un iPhone, pero se llamaba iPhone. Cuando Cisco lanzó su propio teléfono antes que Apple fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

Voy a cargar mi iPhone, conecto el cable y como si nada. Reviso que está bien conectado y que también lo está el adaptador de corriente. Todo bien, pero el iPhone sigue sin cargar. Pruebo con otro cable con idéntica suerte. De repente, el iPhone vibra indicando que empieza a cargar, pero al rato se desconecta. Y vuelta a empezar. Algo no va bien. O eso creía.

Ya estaba yo dispuesto a acudir al servicio técnico temiendo que el puerto se hubiese estropeado, cuando me dio por caer en algo que ahora veo obvio, pero que no siempre parece evidente: el puerto estaba sucio. Así que lo limpié, pero no de cualquier forma.

La suciedad es la enemiga invisible de la carga {"videoId":"x90pf3q","autoplay":true,"title":"Así puedes hacer que la batería de tu iPhone dure más aunque no pares de usarlo", "tag":"webedia-prod", "duration":"488"}

Aquella ocasión fue una de esas en las que un problema grave, tiene en realidad una solución sencilla. No es que acostumbre a llevar el iPhone sucio, ya que suelo ser muy meticuloso con ello, pero sí que es cierto que no limpio a menudo el puerto de carga y me apostaría cualquier cosa a que pocos lo hacen. Y tampoco es que sea necesario hacerlo muy a menudo, pero sí de vez en cuando y más cuando se experimentan problemas.

Al final, que entre polvo en esa rendija es lo más normal. Pueden ser pequeñas motas de polvo que se van acumulando y también pequeñas pelusas de los bolsillos de los pantalones, mochilas y bolsos. Al no verse a simple vista, se cuelan y pueden generar problemas.

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En casos como el mío, el problema es intermitente y a veces no carga y en otras llega a hacer contacto y se desconecta. Eso ocurre por el contacto del polvo con los pines del conector. Y sí, puede suceder tanto en iPhone antiguos con puerto Lightning como en los recientes con USB-C. También en otros dispositivos.

Limpieza del puerto, pero no de cualquier modo Bastoncillos ideales para limpiar el puerto de carga del iPhone

Teniendo claro el origen del problema, es obvio que hay que limpiar el puerto del iPhone, aunque no con cualquier método. Es importante hacerlo con la seguridad de que no se estropeará, lo cual pasa por evitar elementos punzantes o líquidos.

Lo recomendable es usar bastoncillos planos que no suelten pelusas, introducirlos suavemente e ir cubriendo el espacio. Si es necesario porque hay mucha suciedad, utiliza dos distintos hasta que esté limpio. También se pueden usar palillos de dientes si hay algún elemento incrustado y es complicado de sacar, pero deberás hacerlo con precaución de no estropear ningún contacto del conector.

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Si una vez que has limpiado el puerto sigues con problemas, que afortunadamente no fue mi caso, entonces sí es aconsejable contactar con el servicio técnico de Apple para concertar una cita. Y es que entonces sí es probable que el puerto tenga un problema. Pero en caso contrario, habrás comprobado cómo lo que de primeras parecía un evidente problema con el puerto de carga, terminó siendo algo sencillo de solucionar.

Imagen de portada | Getty Images

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La noticia Mi iPhone había dejado de cargar y ya estaba llamando al servicio técnico cuando descubrí el fallo: polvo en el puerto fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

Llevamos todo el 2025 hablando del renacer de Siri. Hemos contado cómo Apple ha fichado a buena parte del equipo de Google y cómo se prepara para el gran salto en iOS 26.4 con modelos de billones de parámetros. Pero mientras en el Apple Park conseguir que Siri sepa responder a todo es una prioridad, en China el objetivo es justo el contrario: enseñarle a no saber.

Apple se enfrenta ahora mismo a una barrera mucho más difícil que solucionar el "no te he entendido" de Siri. Tiene por delante un examen oficial con sello chino. Un test de 2.000 preguntas diseñado no para medir la inteligencia, sino la obediencia política. Y las reglas de puntuación son, cuanto menos, curiosas.

El examen donde sacar saber demasiado es supenso

Si dejamos a un lado el marketing de la "IA personal" y miramos los requisitos regulatorios, Siri se va a tener que hacer la tonta aunque sepa más que nunca. Según desvela The Wall Street Journal, para que Apple Intelligence pueda encenderse en un iPhone en Pekín, el modelo debe someterse a una batería de 2.000 preguntas trampa.

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Los examinadores del gobierno chino diseñan preguntas en concreto para provocar a la IA en dos temas tabú: la "subversión del poder del Estado" y la discriminación. El objetivo es ver si Siri pica el anzuelo y ofrece información que el gobierno considera peligrosa o contraria al dogma oficial. ¿La condición para aprobar? La IA debe negarse a responder al menos al 95% de ellas.

Dicho de otro modo: si Siri se pasa de lista y contesta con información veraz a más del 5% de esas preguntas, suspende el examen. Y eso implicaría no tener Apple Intelligence en uno de los mercados más importantes del mundo más de un año después de su presentación.

Y aprobar una sola vez no sirve, hay que repetirlo cada mes

Lo peor para los ingenieros de Apple no es pasar el examen una vez. El banco de preguntas se actualiza al menos una vez al mes. Esto convierte el lanzamiento de Apple Intelligence y la nueva Siri en una carrera de obstáculos infinita. Hay que estar reajustando constantemente los filtros de censura para adaptarse a las nuevas "trampas" y comprobar si Siri sigue siendo obediente.

De hecho, la dificultad es tal que ha surgido una industria paralela. Igual que existen academias para preparar oposiciones, ahora hay agencias especializadas en entrenar a las IA para fallar. Las empresas tecnológicas contratan a estos expertos para que bombardeen a sus modelos antes de la inspección oficial, asegurándose de que aprendan a morderse la lengua digital.

Aunque el listado completo de esas 2.000 preguntas es confidencial, los examinadores buscan provocar a la IA con cuestiones sobre temas históricamente sensibles como Tiananmen, Taiwán o Xinjiang. Así como con preguntas diseñadas para poner en duda la legitimidad del Partido Comunista o su liderazgo. Incluso referencias culturales aparentemente inofensivas, pero asociadas a la sátira política, entrarían dentro del radar.

Oye Siri, quiero que sepas todo, pero que no cuentes nada

El gobierno chino quiere "tener el pastel y comérselo". Exigen que los modelos de IA sean extremadamente potentes y competitivos, lo que obliga a entrenarlos con información de webs occidentales que están bloqueadas en China (como Wikipedia o medios internacionales).

Sin embargo, exigen que la IA actúe como un filtro: debe "conocer" esos datos para ser inteligente, pero tiene prohibido mostrárselos al usuario. El trabajo sucio de censurar esa información recae enteramente en las empresas.

Para cumplir con esto, se rumorea que Apple se ha visto forzada a asociarse con Alibaba, dejando fuera a OpenAI y Google. La única opción es tener ya una IA china detrás, a la que poner solo la cara de Siri. Porque mientras en Occidente Apple lucha para que Siri entienda y responda a lo que le pedimos, en China está trabajando a contrarreloj para que diga exactamente lo que todos odiamos: "no puedo responder a eso". Curioso: la Siri más inteligente de la historia será aquella que sepa exactamente cuándo hacerse la tonta.

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¿Qué hace Tim Cook invirtiendo tres millones de dólares en una marca de zapatillas justo cuando todos los analistas dicen que hay que vender? Esa es la pregunta que ha saltado esta semana en los titulares financieros. Resulta que Tim Cook ha aprovechado la caída de las acciones de Nike (que están en mínimos) para comprar 50.000 títulos de golpe. Tres millones de su bolsillo para demostrar que la relación entre Apple y Nike es inquebrantable.

El "jefe" en la sombra desde 2005

Para entender este movimiento hay que irse mucho más atrás. Y es que un dato que suele pasar desapercibido es que Tim Cook lleva en el consejo de administración de Nike desde 2005. Para ponerlo en contexto, Tim Cook ya tomaba decisiones en Nike dos años antes de que Steve Jobs presentara el primer iPhone.

Acciones de Nike en los últimos cinco años

De hecho, desde 2016 ostenta el cargo de "Consejero Independiente Principal". Eso significa que, cuando hay crisis en Nike, la mirada de todos se dirige a Tim Cook para saber qué hacer. Él conoce los problemas de inventario, la estrategia en China y los planes de futuro mejor que nadie. Por eso, su compra de acciones a 58 dólares es un mensaje de apoyo al nuevo CEO, Elliott Hill.

{"videoId":"x8vmu4c","autoplay":true,"title":"COMPRÓ 7.000 ORDENADORES APPLE para revenderlos, PERO APPLE SE LOS QUITÓ Y TIRÓ A UN VERTEDERO", "tag":"Webedia-prod", "duration":"346"} De conectar zapatillas al iPod a dominar el Apple Watch

Esta inversión es el último capítulo de una alianza que ha definido la "tecnología vestible" mucho antes de que existiera ese término. La relación entre Cupertino y Oregón ha sido clave para el desarrollo de la salud en Apple:

El abuelo del Apple Watch (2006): todo empezó con el Nike+iPod. Aquel sensor rojo con forma de pastilla que se metía debajo de la plantilla de las zapatillas y se conectaba al iPod Nano. Fue revolucionario. Steve Jobs y el entonces CEO de Nike compartieron escenario para fusionar música y deporte por primera vez.

La excepción de la regla: Apple es famosa por no dejar que nadie toque su hardware ni su software. Sin embargo, desde hace años existe el Apple Watch Nike. Es la única colaboración (junto a la de lujo con Hermès) que ha tenido permiso para tener esferas exclusivas y el logotipo de otra marca dentro del Apple Watch.

El vestuario de Apple Fitness+: si eres usuario del servicio de entrenamiento de Apple, fíjate en la ropa. La inmensa mayoría de los entrenadores aparecen equipados de arriba abajo con Nike.

Pero buscamos una prueba definitiva de hasta qué punto llega esta relación, solo hay que mirar los pies de Tim Cook. En el evento Let Loose de mayo de 2024, Mientras todos mirábamos los nuevos iPad Pro M4, Tim Cook apareció calzando unas Nike Air Max '86 que no existían en ninguna tienda. Eran un modelo custom exclusivo para él, con un diseño de ondas hecho a mano usando el nuevo Apple Pencil Pro y con la frase "Made on iPad" grabada en la lengüeta.

Hace casi veinte años, Steve Jobs subió al escenario para presentar el Nike+iPod. Hoy, Tim Cook usa su propia cuenta bancaria para respaldar el legado de esa alianza. Apple y Nike siempre han sido dos caras de la misma moneda, y parece que Tim Cook acaba de pagar para asegurarse de que siga siendo así.

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La noticia Tim Cook ya tomaba decisiones en Nike dos años antes de lanzar el iPhone. Ahora ha tenido que "salir al rescate" con su propio dinero fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .